52
DOMINGO, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2011 ●
Málaga hoy
Cultura y Ocio CONCIERTO La banda granadina inauguró el viernes el ciclo ‘Purapasta’ en la sala París 15
Mahler o ‘Deus sive natura’
Doble placer mutante J. Alberto Martínez y Andrés López fueron una versión a medias de Niños Mutantes · Lejos de centrarse en ‘Las noches de insomnio’, repasaron toda su discografía
CRÍTICA MÚSICA ‘ESPEJOS LITERARIOS I’
★★★★★ Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM). Teatro Cervantes. Fecha: 16 de septiembre de 2011. Director: Edmon Colomer. Contralto: Patricia Baldón. Coro de Ópera de Málaga. Director: Francisco Heredia. Escolanía de Santa María de la Victoria. Director: Narciso Pérez. Aforo: Casi lleno.
LA CRÓNICA
Pablo Piñero / MÁLAGA
Si dos tipos se suben a un escenario con sendas guitarras. Si su sonido es más que bueno. Si el público está cerca y les respeta: Les escucha y disfruta, mucho, de sus canciones. Si todo es así, la secuencia es para retenerla en la memoria, para guardarla en la retina. Para contarla luego. Y también es, lamentablemente, una excepción en la ciudad de Málaga, donde no corren buenos tiempos para la música en directo. Menos mal que hay quien se arriesga a seguir programando, a buscar nuevas iniciativas. Y a regalar un acústico de los granadinos Niños Mutantes que unos cuantos afortuna-
José Manuel Cabra Apalategui
UNOS 300 ASISTENTES
El público podía hacer peticiones, vía Twitter –o vía grito–, y se escucharon algunos viejos temas dos saborearon gratuitamente. Para relamerse. Vaya gozada. Juan Alberto Martínez y Andrés López fueron en la noche del viernes una versión a medias de Niños Mutantes. Con media banda en excedencia, los dos supieron suplir a sus compañeros con un acústico de los que se dejan ver incluso si nunca has oído a quien suena por los altavoces. Cosa que, por otra parte, nada tenía que ver con las 300 personas que se dieron cita en la Sala Club de la París 15 (o lo que es lo mismo, la misma París 15 pero en formato reducido): Allí todos se reconocían como buenos entendidos en los 15 años de trayectoria de la banda granadina (¡parece que fue ayer!) que está a punto de cerrar en estas fechas su última gira, Las noches de insomnio, homenajeando el nombre de su último disco.
Juan Alberto Martínez en un momento del concierto ofrecido el pasado viernes en Málaga.
Lejos de centrarse en Las noches de insomnio, esta mitad de Niños Mutantes repasó para delicia del personal toda su discografía. Y, entre el formato acústico –que favorece la presencia de temas que no suelen tener presencia en los conciertos habituales– y que los propios asistentes podían hacer peticiones –vía Twitter o vía grito– en directo, se pudieron escuchar algunos viejos temas conoci-
dos. Incluso de su primera incursión en el mercado musical con aquel Mano, Parque, Paseo del 98. Seguro que no fue el mejor concierto de la historia, ni el más largo. Pero en una ciudad maniatada respecto a la música en directo, la única forma de conseguirla parece salir de los sitios convencionales, llevársela a lugares como los polígonos y tener nuevas iniciativas con las que atraer al
González-Sinde abandonará la política para “retomar” su oficio de cineasta Cuandoacabelalegislaturala ministradeCulturapiensa“probar suerte”conlaliteraturaoelteatro Efe / SAN SEBASTIÁN
La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde declaró ayer en San Sebastián que da por terminado, con el fin de esta legislatura, su periplo político y manifestó que “es
hora de retomar” su oficio como cineasta, si bien ha ampliado las posibilidades a “la literatura o el teatro”. “Tengo dos años de incompatibilidad por ley y en ese tiempo sería bueno reflexionar, escribir y probar suerte en otros ámbitos, como la literatura o el teatro”, dijo. “Hace mucho tiempo que comuniqué al presidente (José Luis Rodríguez Zapatero) y al candidato que
estaba en disposición de colaborar y de apoyar, pero que mi periodo en política lo doy por concluido”, desveló la ministra al preguntarle por sus intenciones de futuro junto a Rubalcaba. González-Sinde, quien hizo un balance “positivo” de su gestión. “No puedo decir sino que estoy contenta y orgullosa de haber servido a mi país, además en un momento de tanta dificultad,
P. PIÑERO
público. Niños Mutantes, que inauguraron el ciclo Purapasta en la versión pequeña pero muy acogedora de la sala París 15, nos recordaron que la música es precisamente lo que es: Sonido en directo, guitarras bien tocadas, gente cercana, unas cervezas y unas cuantas risas. Y si los acordes y letras corren de parte de esta banda granadina, el placer es doble. ¡Larga vida a Purapasta!
un momento económico tan difícil, de haber estado ahí, arrimando el hombro. Creo que es algo de lo que siempre estaré satisfecha”. La ministra también hizo notar que el PP “ha expresado en muchas ocasiones, incluso con proposiciones no de ley en el Congreso”, que quiere eliminar determinados ministerios, como el de Ciencia o el de Cultura. “Es importante, fundamental –ha enfatizado– que cada viernes se siente una persona en el Consejo de Ministros que defienda la Cultura; de no ser así –ha advertido–, será una merma para el sector”.
El comienzo del larguísimo movimiento que abre la tercera sinfonía de Gustav Mahler es uno de las más extraordinarias evocaciones de la naturaleza que se hayan escrito nunca; un pasaje con la potencia fundacional del Zaratustra de Strauss y un sentido de lo primigenio equiparable al plasmado por Stravinski en La consagración de la primavera. En realidad, esta sinfonía coral se aproxima más bien a una representación panteísta de la Creación: sus seis movimientos –la medida misma del Génesis– van describiendo un itinerario ascendente desde lo inorgánico de las formaciones rocosas a las flores del prado, a los animales del bosque, al hombre mismo, y de ahí a los ángeles que anticipan la presencia de dios y el mundo celeste al que conduce “un infinito lamento de violines que se eleva hacia altitudes hiperbóreas”, como ha descrito Eugenio Trías el conmovedor adagio final. Las dimensiones de este naturalismo panteísta proporcionan una idea de la ambición de la obra –de hecho, se trata de la composición más extensa del corpus mahleriano– con la que la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) inauguraba el pasado viernes la nueva temporada de abono en el Cervantes. Un enorme desafío que no pareció tal en la sobresaliente ejecutoria de unos músicos que, bajo la dirección de Edmon Colomer y según disponía la partitura, brillaron como orquesta, como sección y como solistas. No debe interpretarse, por tanto, como un desaire la mención expresa de la percusión y, sobre todo, de los metales –incluido el conjunto de ocho cuernos–, en los que se sustenta gran parte del componente expresivo de la obra y que protagoniza algunos de los momentos de mayor belleza, como los interludios para trompeta del tercer movimiento. La temporada no podría haber comenzado más felizmente y con mejores augurios.