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DOMINGO, 3 DE OCTUBRE DE 2010 ●
Málaga
Málaga hoy
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PISOS COMPARTIDOS Cada vez más jóvenes y no tan jóvenes comparten vivienda
La revolución del
ALQUILER
El número de pisos para alquilar en Málaga ha crecido un 50% en un año · El perfil del inquilino ha cambiado radicalmente · Muchos propietarios se han visto obligados a arrendar habitaciones para pagar la hipoteca o ayudar en los gastos
precio medio del metro cuadrado ha bajado un 11 por ciento (de 7,9 euros a 7,1). El perfil de los inquilinos también ha cambiado radicalmente. “Si antes eran sólo estudiantes, ahora todo tipo de personas apuestan por el alquiler”, explica Carlos Rueda director en el sur de España del portal inmobiliario Idealista.com. “Ha habido una auténtica revolución. Ahora hay familias que alquilan sus pisos, personas que han pasado por un divorcio y alquilan una habitación en sus casas, profesionales de todo tipo compartiendo....”, afirma Rueda. Es decir, “de todo un poco”. Eso sí, haciendo cuentas, la edad media de las personas que comparten piso en Málaga y otras grandes ciudades españolas es de 28 años, son no fumadores, no tienen mascota y viven en las zonas céntricas. Un perfil que corresponde al de Paco, Juanjo y Jaime, todos rozando la treintena de años. El primero es profesor, el segundo dentista y el tercero trabaja en una asesoría fiscal. Tras diferentes experiencias en el alquiler en ciudades como Madrid o Torremolinos, sabían que no podían seguir en casa de sus padres. Amigos de toda la vida, hace un año sus situaciones personales les hicieron coincidir y decidieron por compartir piso en el barrio de la Malagueta. “A los tres nos apetecía vivir con más María Comparte piso en Algeciras y Málaga
Cada cierto tiempo ponemos las cuentas al día para pagar lo mismo y estamos muy contentas”
Verena, Katharina, Daniela y Kerstin, cuatro estudiantes austriacas que viven con una jubilada malagueña en Pedregalejo. Pablo Piñero / MÁLAGA
Alejandro trabajaba hace seis años en una cadena de montaje del PTA. Con un sueldo medio que rondaba los 1.100 euros, las hipotecas bajas y el apoyo paterno, a sus 26 años pensó que podía ser buen momento para independizarse. Compró un piso en Teatinos que se podía permitir. Pero la historia fue cambiando poco a poco: “El euríbor no paraba de subir y la hipoteca pasó de los 590 euros iniciales a superar los 1.000 euros”, cuenta. La situación ahogaba mucho más de lo esperado. Más aún cuando se quedó sin trabajo. Así que no le quedó más remedio que volver a casa de sus padres y ofertar la suya en alquiler,
sólo cuatro años después de comprarla. “Preferí hacerlo así para poder recuperarme económicamente”, asegura Alejandro, que optó por tener de inquilina a una buena amiga: “Es lo mejor, sé que cuida bien del piso”, afirma. “Y de esta manera me está ayudando a pagar una parte de la casa”, subraya, mientras destaca que ha tenido que irse a Madrid a buscar trabajo: allí también vive como inquilino, esta vez, de su novia. Su caso es sólo una de las múltiples caras del mercado del alquiler en Málaga. Situaciones como esta y aspectos como el exceso de construcción de viviendas han hecho que cada vez haya más inmuebles para alquilar. Y a mejor precio: En los últimos dos años, el
REPORTAJE GRÁFICO: P. PIÑERO
Alquiler con opción a compra: lo ideal para ambas partes Uno de los mayores cambios del mercado inmobiliario en los últimos años en Málaga ha sido el “gran aumento” del alquiler con opción a compra, según relata Carlos Rueda. De hecho, en su portal inmobiliario, Idealista.com, es fácil encontrar numerosos pisos alquilados con esa característica especial. En muchos casos, son los propios promotores de las urbanizaciones las que ofertan dicha opción. “En vista de que no pueden vender las viviendas, porque tendrían que hacerlo por de-
bajo del precio que ellos esperaba, las sacan al mercado del alquiler con opción de compra. Es una opción de, al menos, ir consiguiendo algún rendimiento. No hay que olvidarse que las promotoras también pagan hipotecas”, añade Rueda. En muchos casos la vivienda es de obra nueva, “lo que también se convierte en una gran opción para aquellos que no pueden comprar un piso pero sí alquilarlo”. Si luego van mejor las cosas y se quieren quedar con él, ya tienen una parte pagada.
gente, así que nos pusimos manos a la obra”, explica Paco. Tras varias opciones, se decidieron por un octavo piso en la Malagueta con unas impresionantes vistas a la bahía de Málaga. “Profesionales de este tipo antes directamente compraban un piso o vivían solos o en pareja, pero ahora todo cambia”, añade Carlos Rueda, que destaca que en la capital malagueña el número de pisos compartidos ha aumentado cerca del 50 por ciento sólo en un año. Gastos comunes en una nueva cuenta corriente a nombre de los tres, compras en el Mercadona para todos, similar gusto por el orden y la limpieza, buena convivencia… “La experiencia ha sido muy buena”, afirma Juanjo, que esta semana ultimaba junto a sus compañeros una mudanza. Paco ha comprado un piso y él será su inquilino. “A mí no me apetecía vivir solo”, asegura el nuevo propietario. Por su parte, Jaime se va a vivir con su chica. “Comprar ahora mismo no es buena idea y lo mejor es que se está cambiando la mentalidad: antes alquilar pare-