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Lunes 23 de Junio de 2014 | MÁLAGA HOY
CULTURA Y OCIO FESTIVAL
● Las
Pablo Piñero MÁLAGA
Quizás sean las acrobacias. Quizás, los equilibrios. O el humor. Puede que sean los malabares, el ritmo, la intensidad, la originalidad, la puesta en escena. La clase. Quizás sea porque son trabajos llenos de sorpresas. Admirables. Porque no, no es fácil levantar al público de sus asientos al final de cada noche. Escuchar las ovaciones y ver sus sonrisas. Sentir su asombro. Las cuatro compañías que han participado en el festival Circada Málaga lo han conseguido de jueves a domingo en la Sala Cánovas. El circo lo merece. Ha funcionado la primera cita de Circada con el público malagueño a modo puñetazo en la mesa para decir alto y claro que el circo debe tener su sitio. Tiene público, propuestas novedosas, aportan lo diferente. Un golpe para insistir en que es un arte escénica con mayúsculas. Y que tiene calidad a raudales y un futuro por delante con las mejores expectativas. Por eso, es el momento de que las administraciones escuchen, se espabilen y programen circo de manera constante y periódica. Que sea frecuente. Demanda hay. Lo ha demostrado Circada. Incluso coincidiendo con el festival Solycalle: dos espectáculos de circo a al misma hora y ambos llenos. El público quiere circo. Eso sí, por favor, ¿Tan difícil es que las instituciones dialoguen para que el poco circo que se puede ver en Málaga no sea el mismo día a la misma hora? Cerró ayer la primera edición de Circada Málaga la compañía andaluza La Güasa, compuesta por José Luis Ruiz y Pepa Gil. Él como protagonista y ella en la dirección, trajeron hasta las tablas del Cánovas su espectáculo Mobil. Un canto a las cosas bien hechas, a la constancia, a la ilusión. Una demostración de talento. Y hasta de locura. Parece imposible
compañías participantes en Circada Málaga levantan al público de la Sala Cánovas cuatro noches consecutivas
El circo se pone serio
PABLO PIÑERO
Acrometría, una propuesta de la compañía Psirc.
que una escenografía como la de este espectáculo se pueda trasladar, siempre funcione, se haya imaginado. Es una obra de manipulación, de diálogo con los elementos en el que un inventor ad-
Tiene público, propuestas novedosas, aportan lo diferente. Demanda hay
mira su creación y se siente tan orgulloso de ella que la comparte con los demás. Algo que sirve de excusa para evidenciar que pocos superan en este país la calidad malabarística con bolas de rebote de José Luis Ruiz, cuyo espectáculo se llevó dos galardones en la primera edición de los Premios del Circo Andaluz hace apenas unos días. Pasaron antes por Circada otras tres propuestas que completaban un cartel más que interesante. El jueves los catalanes
de la compañía eia llegaron con Capas, un espectáculo lleno de ritmo, acrobacias, números vibrantes y mucho humor. Cinco personajes y música en directo para una de los mejores obras en sala que se han creado en este país en los últimos años como evidencian sus muchos premios conseguidos. El viernes fue el turno de Psirc, también compañía procedente de Cataluña, con una propuesta, Acrometría, basada en la investigación, donde seis cajas tomaban el protagonis-
mo mientras el trío de artistas sorprendían al público con preciosos y cuidados números. Finalmente, el sábado era el turno de Tresperté Circo Teatro, formado por Claudia, Paco, Carmine y Luis, antiguos alumnos de la única escuela de circo andaluza, la CAU de Granada, que mostraron su Aquí sobra uno, dejando claro que el futuro del circo andaluz tiene su futuro más que asegurado. Ojalá tengamos la posibilidad de seguir viéndolo en Málaga. Que vuelva pronto Circada.