TOÑO BARREIRO
A mi familia y a Paco MejĂas. Con su generosa ayuda, todo ha sido posible.
Toño Bareiro. Black Square Folded Enero de 2019.
Shiras Galería, Valencia, España
Dirección Artística Sara Joudi
Diseño y maquetación Jose Maria Bordes
Textos
David Barro
Toño Barreiro
Fotografías (Obras) Toño Barreiro
Fotomecánica e impresión LA IMPRENTA CG
Edición
Comunica CC
I.S.N.B: 978-84-949539-4-1 Depósito legal: V-231-2019
Este libro se ha publicado con motivo de la exposición: Toño Barreiro. Black Square Folded.
© de los textos: los autores.
© de las fotografías: los autores de las fotografías.
© de la edición: Shiras Galería.
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Shiras Galería
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ToĂąo Barreiro Black Square Folded
Derivar la pintura
Decía Josef Albers que todo tiene una forma y toda forma tiene un significado. Es un ejemplo más de su interés por la compleja relación entre lo físico y lo psíquico que preocupará también al minimalismo. En la pintura de Toño Barreiro podemos concluir lo mismo, y es algo que queda patente en el sentido de cada una de sus series. Porque si por algo se ha caracterizado Toño Barreiro es por su habilidad a la hora de desarrollar nuevas formas y por cómo sobre estas, el color y la estructura de la superficie consiguen un adecuado efecto armónico y de totalidad. Toño Barreiro primero construye la forma y después aplica el color; hace unos años pervirtiendo sus lógicas, más tarde deconstruyéndolo y ahora desplegándose en ese estadio tan difícil que es el universo de lo monocromo. Porque Toño Barreiro trabaja doblemente la pintura. Primero, en el proceso de empoderar su soporte. Más tarde, en la elección o aplicación del color y de sus tensiones. No podemos olvidarnos de que el suprematismo -un más que posible punto de partida para entender las derivas de la serie de pinturas que titula FLEXIA- tiene su origen en el color. Malevich basaba la colocación de los cuadros en el principio de libre navegación, quebrando la perspectiva renacentista al difuminar los límites entre lo que está arriba y lo que está abajo. Es así como El Lissitzky instaura su “sistema de posiciones”. En la pintura de Toño Barreiro también se trata de especular, de construir la mirada. En sus obras siempre hay algo que se nos escapa, como si lo pretendido por el autor fuese un recomenzar constante por parte del espectador. Así, nuestra percepción
del espacio pictórico se amplía. Es algo que trabajó el mejor Moholy-Nagy, para quien la fotografía era el medio ideal para conseguir un avance en lo que respecta a las nuevas experiencias espaciales. Porque la fotografía concreta no parte del objeto visible para derivarlo en abstracto, sino que crea nuevos objetos de imagen para proyectar otros estadios o circunstancias estéticas. Hablamos de interferencias visuales, de pulsaciones ópticas. Porque como escribirá el propio artista a la hora de definir el arte, este no es sino una reordenación del orden visible. Entiendo que en el proceso de trabajo de Toño Barreiro hay un estudio de los posibles puntos de vista, un desarrollo íntimo donde el propio artista se ocupa de fabricar el cuerpo que le permite plegar el plano, flexionarlo, recogerlo. El resultado es el de una pintura de imagen sesgada, que habita en la tensión y nos provoca en la imposibilidad de ver su totalidad. Es así como el fragmento se llena de energía y cómo la pintura consigue manifestarte siempre en un estado latente. Por supuesto, importa el encuadre, pero sobre todo, lo que se interrumpe, lo que invita a especular, lo que se desequilibra. Es así como nace el contraste entre lo que la luz golpea y lo que abandona. Es ahí donde cobran sentido las revelaciones. Porque la superficie se violenta en su tensión. Pienso en Robert Mangold que señaló que la verdadera elegancia le ponía nervioso. “Si hago una serie de obras que en perspectiva me parezcan demasiado elegantes, suelo cambiar el rumbo a partir de ese punto y endurecerlas de algún modo”. También Toño Barreiro señalaba hace más de una década que el arte no se detiene
y que un objeto de visión no es un objeto observado, preguntándose el por qué debe permanecer estable la razón. FLEXIA es una suerte de lógicas desdobladas. El secreto se encuentra en derivar la imagen, en encaminarla hacia otra parte. Lo advierte Perec en La vida, instrucciones de uso: en un puzzle poco importa que su primera imagen se considere fácil o difícil ya que no debemos considerar que el asunto del cuadro o su técnica determina su dificultad, sino la sutileza del cortado. De ahí que un aspecto crucial de la pintura de Toño Barreiro sea el cómo controla la intensidad y su medida. Existe cierta tensión intersticial, propia de las miradas que buscan el margen, los límites. También un acercamiento a la idea de rizoma que tan certeramente definieron Deleuze y Guattari, como esa red capaz de quebrar la idea de orden y jerarquía. Los puntos de un rizoma no son fijos, se descolocan, formando líneas de fuga, desterritorializando la pintura. Porque las obras de la serie de FLEXIA nos hacen dudar por dónde empezar, ya que la mirada se inscribe en una suerte de teoría de juegos con entradas múltiples. Es como si el artista desenvolviese el proceso de fabricación interior convocando lo retráctil. El propio Toño Barreiro ha confesado que la inspiración de FLEXIA es el plegado de los planos, su articulación. En ese sentido, su actitud empatiza con lo barroco, máxime si pensamos en que, como sugirió Deleuze, el Barroco no es un arte de las estructuras sino de las texturas, una proliferación de pliegues, un mundo de capturas más que de clausuras. La obra de Toño Barreiro guarda mucho de la estética
barroca en su tendencia a lo extremo, en su capacidad para desbordar el motivo. Sería algo así como intentar plegar, desplegar y replegar la imagen, algo que ha caracterizado a muchos artistas contemporáneos y a una pintura que se ha aliado con lo híbrido. Toño Barreiro trabaja poéticamente desde lo pintado, quebrando su sentido. En FLEXIA, ese barroquismo de estructuras nace de un orden poético que en su convulsión se disemina en el emplazamiento de la pintura. Una superficie que obliga al espectador a exprimirse y auscultar eso que Derrida denominó como différance y que comprende los dos sentidos aparentemente distintos del verbo diferir: como distancia o espaciamiento y como desvío o temporización. Toño Barreiro temporaliza el espacio de la pintura y para entender esta deriva nada mejor que remontarse a El Lissitzky, que fue quien más decididamente procuró sacar la pintura al espacio, en su caso eliminando el soporte y obligando al espectador a recorrerla. Con El Lissitzky y su Espacio Proun se disemina la pintura en una suerte de environment que nos lleva de las dos dimensiones de la pintura a las tres del espacio real más la inclusión del tiempo. En la pintura de Toño Barreiro la geometría se convierte en una relación de fuerzas parecida. La pintura es un trayecto que se desdobla, que se flexiona y reflexiona. En cierto modo, podríamos decir que resulta irrelevante por dónde comencemos a mirar. Algo así como cuando en el cine el espectador se mueve con la cámara y coexisten tiempos diferentes de observación. Porque Toño Barreiro trabaja la contracción y expansión del espacio de la pintura. Seguramente todo es un problema de equilibrio. Nuestra mirada se dispersa en un
espacio que se estira y deforma. Todo se conjuga a partir de un desencuentro con la imagen, latente y esquiva. De ahí que me gustaría acabar precisamente con la primera imagen que se me vino a la cabeza cuando me disponía a comenzar a escribir este texto: la del célebre cubo que Giacometti realizará inspirado en el poliedro que aparece en el grabado Melancolía de Durero, ese sobre el que Didi-Huberman escribirá lo siguiente: “su fuerza, su belleza, residían en la paradoja de ofrecer una figura nueva y hasta inaudita, una figura realmente inventada de la memoria. Y esa memoria que se abre a una constelación de sentidos, ese nuevo camino para explorar a partir de la flexión, permite a la pintura adquirir un estadio cercano al del intervalo, a la suspensión, a ese espacio intermedio que tan bien describió Rancière. La pintura de Toño Barreiro no limita la mirada y la incertidumbre se prolonga mientras la tensión se instala. Porque cuando nuestra percepción se fragmenta la pintura permanece en construcción.
David Barro. Enero 2019
BLACK SQUARE FOLDED Esta exposición se centra en obra mayoritariamente inédita a pesar de que se incluyen algunas obras significativas de los últimos años para mostrar el hilo conductor del nuevo proyecto. Podemos ubicar la génesis de las últimas series en las investigaciones de las vanguardias históricas. No sólo fueron las rupturas de lo espacial en el plano de representación pictórico, sino también el desbordamiento en el propio espacio, entrando en una deriva hacia el estudio de la objetualidad de la pintura, pero no “en” la pintura. De ahí que el espacio Proun de El Lisitsky fuera de vital importancia para entender ese orden de posiciones que menciona David Barro en el texto de presentación, que la pintura podía adquirir o al menos interpretar. Y desde luego, todas las hibridaciones de las décadas de los años 1920-30, se remontan a Malevich, también inspirador o instigador de la nueva serie Flexia, además de las conocidos ensayos formales de otros artistas, denominados escultopinturas o pintoesculturas, relieves de esquina, etc, que surgieron normalmente como efímeras construcciones y que provocaron no sólo extraños neologismos, sino también “objetos extraños”. Para mi esto proponía el avance de la pintura por la vertiente metodológica y objetual, mas que por la vertiente de la imagen o la representación subjetiva. De ahí que la objetualidad que proponía Malevich con sus reducciones de color y forma en sus cuadrados y formas simples, fueran el inicio de la relación directa de la pintura con la materialidad y la objetualidad. Siendo el plano el “grado
cero de la pintura”, tal y como hasta entonces se conocía, tan sólo hacía falta poner el contador de nuevo en marcha y empezar a especular con ello tal como en su día se hizo con la proyección y representación de las formas y el mundo de las ideas. Pero estas condiciones iniciales extremas, este reduccionismo casi metafísico, no llega a ser limitante, sino todo lo contrario; las condiciones restrictivas de partida son un aliciente para la exploración de un territorio aparentemente sin un más allá, inerte, inhóspito y excluyente. En este panorama, el plano negro, rojo o blanco, me sugiere un nuevo camino para la exploración: plegarlo, abatirlo, doblarlo, comprimirlo. Y es ese principio operativo el que da lugar a la serie de planos flexionados, articulados, retráctiles. Y sin duda el Cuadrado negro sobre fondo blanco que aparecía en la histórica exposición 0,10 de Malevich, era la obra más icónica, arquetípica y representativa de esa reducción. De ahí el título de “Cuadrado negro plegado”. La nueva serie llamada FLEXIA plantea una continuidad respecto al uso del plano, el color y la línea que ha sido una constante en las series anteriores, pero con una
particularidad que hace de estas nuevas obras un punto y aparte. El concepto que inspira FLEXIA es el plegado de los planos y el cambio de sustratos y procedimientos. Las obras que se verán expuestas son el fruto de una larga investigación sobre nuevas metodologías y procesos técnicos aplicados al ámbito artístico. También la manera en que mis series avanzan en esa investigación de las formas, la geometría y el plano, hay mucho del crecimiento rizomático que observa Barro, pues todo tiene un sentido filogenético consciente, ya que la extrañeza de las nuevas creaciones se debe entender como un resurgir a partir de un cuerpo común, que tras la maduración, da nuevas vías de crecimiento para mantener el mismo ADN a través de los sucesivos cambios formales. Las obras de la reciente serie FLEXIA son el fruto de esa exploración y reclaman por sí mismas esa apariencia de icono o singularidad que tiene todo objeto o experiencia que está más allá de la comprensión. Son creadas como criaturas de un nuevo mundo, aun sujetas al asombro del reconocimiento, incapaz de encontrar patrones que los conviertan en objetos familiares. Y al final, es el impacto, el punctum, en relación a esa latencia a la que hacía mención Roland Barthes, lo que hace que las obras se fijen en la atención y desde ahí entren al mundo de las ideas, para ser reconocidas, interpretadas, comparadas o dialogadas. Pero no olvidemos que, como sucede en el hilo interminable de la historia, todo es mito y narración colectiva actualizándose.
Toño Barreiro. Valencia, enero 2019
Laberinto II. AcrĂlico sobre tabla. 168,5x123cm. 2005
Laberinto III. AcrĂlico sobre tabla. 154x126cm. 2005
Deconstrucción II. Acrílico sobre tela. 228x158cm. 2006
Simbiótico XXVII. Acrílico sobre tela. 207x230cm. 2006
Embrionario VII. AcrĂlico sobre tela. 180x182cm. 2008
Embrionario VII. AcrĂlico sobre tela. 180x182cm. 2008
Embrionario VIII. AcrĂlico sobre tela. 147x129cm. 2008
Anélido V. Acrílico sobre tela. 163X240cm. 2008
Anélido VIII. Acrílico sobre tela. 173x198cm. 2011
Anélido X. Acrílico sobre tela. 204,5x164cm. 2013
Anélido IX. Acrílico sobre tela. 204,5x164cm. 2013
Anélido XI. Acrílico sobre tela. 161,5x123cm. 2014
Anélido oro IV. Acrílico sobre tabla. 70x70cm. 2015
Anélido oro VIII. Acrílico sobre tabla. 14,5x11x3cm. 2016
SERIE FLEXIA
BLACK SQUARE FOLDED
Flexia 1. AcrĂlico sobre tabla. 16x24x3cm. 2017
Flexia 2. AcrĂlico sobre tabla. 16,5x28x3cm. 2017
FLEXIA 3. Esmalte sobre aluminio. 51x35x8cm. 2018
FLEXIA 4. Esmalte sintĂŠtico sobre aluminio. 121x143x16cm. 2018
FLEXIA 5. Esmalte sobre aluminio. 62x50x9cm. 2018
FLEXIA 6. Esmalte sobre aluminio. 34x26x6cm. 2018
FLEXIA 7. Esmalte sobre aluminio. 63x56x17cm. 2018
FLEXIA 8. Esmalte sobre aluminio. 95x95x17cm. 2018
FLEXIA 9. Esmalte sobre aluminio. 65x65x11cm. 2018
FLEXIA 10. Esmalte sobre aluminio. 178x135x23cm. 2018
FLEXIA 11. Esmalte sobre aluminio. 137x140x14cm. 2018
FLEXIA 12. Esmalte sobre aluminio. 173x135x23cm. 2018
FLEXIA 13. Esmalte sobre aluminio. 83x78x10cm. 2018.
FLEXIA 14. Esmalte sobre aluminio. 80x80x10cm. 2018.
FLEXIA 15. Esmalte sobre aluminio. 71x68x12cm. 2018
Toño Barreiro. Zamora, 1965 Toño Barreiro viene desarrollando, desde mediados de la década de los ochenta, un trabajo multidisciplinar que alterna la fotografía, la pintura, la escultura y los procesos digitales. El cuestionamiento de los límites del medio pictórico, a través del juego con elementos escultóricos y la ruptura del marco tradicional de la pintura, es una constante en el trabajo. En él se pueden observar toda una serie de nuevas metodologías y procesos creativos que dan lugar a pinturas a veces sinuosas y sinestésicas, otras geométricas y a la vez orgánicas. En su origen está la articulación de la línea y el plano jugando con los conceptos de la deconstrucción, la simbiosis, los procesos biológicos más elementales, la superposición o el plegado. Toño Barreiro es licenciado en Bellas Artes por la universidad de Salamanca y doctor en Bellas Artes por la Universidad de Vigo. Durante más de 15 años ha desarrollado labores docentes e investigadoras en diversas universidades españolas. Actualmente es profesor del departamento de Pintura de la Universitat Politècnica de València.
Exposiciones individuales: 2019
Shiras Galería. Valencia
2012
Galería I Leonarte. Valencia
2009
Dibujos infinitos. Galería DF. Santiago de Compostela
2008
Galería May Moré Arte Lisboa. Project Room. Galería Casaborne
2007
Galería Casaborne. Antequera. Málaga Pabellón de Mixtos. Pamplona
2005
Galería May Moré. Madrid
2003
Galería Luis Adelantado. Valencia. Galería May Moré. Madrid
Exposiciones colectivas: 2018
PLEX. Museo de Bellas Artes. Castellón Sobre papel. Galería Shiras. Valencia Origens. Colección CAM. Centre d’Art d’Alcoi. CADA Alcoy.
2017
Nuevos fondos de Artistas Zamoranos. Museo Catedralicio de Zamora. The Perfect Game. Calimart’17. Gilet. Valencia
2016
Premio de Pintura Pepe Esteve. Fundación Alberto de Amberes. Madrid Forjando el espacio. Museo del Patrimonio Municipal. Málaga Dejarse pintar. Biblioteca Pública del estado. Zamora Wet Paint. Galería Área 72. Valencia Hipocamps. MUA Museo Universidad de Alicante
2015
Con el velo en vela. Biblioteca Pública. Zamora Hacia la geometría desde la abstracción. Sala Vimcorsa. Córdoba Premio de Pintura Pepe Esteve. Jerez de la Frontera God Save The Queen. MUSAC. Museo de Arte Contemporáneo de CyL. León
2014
Dibujos de la colección DKV. Casal Solleríc. Palma de Mallorca Dibujo Contemporáneo en la Colección DKV”. Museo Domus Artium (DA2) Salamanca
2013
Dibujos de la colección DKV. CDAN. (Centro de Arte y Naturaleza) Huesca Dibujos de la colección DKV. Fundación Valentín de Madariaga. Sevilla Dibujos de la colección DKV. Museo Barjola. Gijón 200 años de Arte en Zamora. Palacio antiguo de la Diputación de Zamora
2012
Arte y salud. Artistas de la colección DKV. Museo Centro del Carmen. Valencia Arte y salud. Artistas de la colección DKV. Sala Casino. Sevilla
2011
Enlaces + 5. Museo de Arte Contemporáneo PATIO HERRERIANO. Valladolid Arte y salud. Artistas de la colección DKV. Palacio de la Diputación Provincial. Cádiz Colección CAM de Arte Contemporáneo. Sala de exposiciones Lonja del Pescado. Alicante
2010
Arte y salud. Artistas de la colección DKV. MACUF. Museo de Arte contemporáneo Unión Fenosa. Coruña. Kabinett der Abstraken. Sala la Perrera. Valencia Gràfic. Espacio Molinos del Río-Caballerizas. Murcia.
Salto de siglo. Biblioteca pública del estado. Zamora 2009
Abstracions. Sala de exposiciones UPV. Valencia ARTMADRID. Galería May Moré. Pabellón de Cristal. Madrid. Gràfic. Universidad Jaume I. Castellón. Cuidart. Colección DKV. Hospital de Denia. Alicante
2008
Gràfic. Universidad Politécnica de Valencia. Valencia Springtime 1. Hennigsen Contemporary Gallery. Copenague. Dinamarca ART COPENHAGUEN. Stand Galería Henningsen Contemporary. Dinamarca ARTESANTANDER 08. Galería Casaborne. Santander Feria ESTAMPA. Galería May Moré ARTE SALAMANCA. Galería Espacio 36
2007
Existencias. MUSAC. Museo de Arte Contemporáneo. León IV Certamen Internacional de Pintura. Museo de Bellas Artes. Castellón
2006
ARTESANTANDER 06. Stand Galleria May Moré. Santander Diversidades formales. CAB. Centro de Arte Caja Burgos. Burgos Pintura mutante. MARCO. Museo de Arte Contemporáneo. Vigo
2005
ARCO. Stand Galería Luis Adelantado. Parque ferial Juan Carlos I. Madrid Other Optical Labyrinths. White Box @ The Annex Gallery. Nueva York ARTESANTANDER 05. Stand Galería May Moré. Santander II BIENAL DE VALENCIA. Convento del Carmen. Valencia II Certamen Internacional de Pintura. EACC. Castellón ART COLOGNE. Galería May Moré. Colonia. Alemania
2004
Colección Testimonio de La Caixa. Centro de Arte Palacio Almudí. Murcia Galería Casaborne. Antequera. Málaga MIART. Stand Galería May Moré. Milán MACO. Stand Galería Casaborne. México DF FIAC. Stand Galería Luis Adelantado. París
2003
Galería Luis Adelantado (Sala 1) FIAC. Stand Galería Luis Adelantado. París ARTISSIMA. Stand Galería Luis Adelantado. Turín
Obra en colecciones: LA CAIXA. “Colección Testimoni”. Barcelona CAM. Caja de Ahorros del Mediterráneo. Alicante AYUNTAMIENTO DE ZAMORA DIPUTACIÓN DE ZAMORA Fundación ÁVILA DEL REY. Ayuntamiento de Ávila CAJA DUERO. Salamanca CAJA ESPAÑA. Zamora JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN. Valladolid Biblioteca pública del estado. Zamora CAB. Centro de Arte Caja Burgos MUSAC. Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León. León INE. Instituto Nacional de Estadística. Madrid UPV. Universidad Politécnica de Valencia. DKV Seguros. MUSEO PATIO HERRERIANO. Valladolid. REPSOL Colección OLOR VISUAL. Barcelona Colección ARTE GLOBAL. Madrid
CALLE VILARAGUT Nยบ3 46002, VALENCIA, ESPAร A INFO@SHIRASGALERIA.COM W W W.SHIRASGALERIA.ES T L F: +34 962 06 27 34