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a fundación de la Escuela Normal, el 28 de noviembre de 1914, responde a dos propósitos fundamentales. 1.— El anhelo de los hermanos don Alfredo y don Luis Felipe González Flores por dotar al país de una sólida institución que fuera capaz de preparar a los maestros para que cumplan eficientemente su función docente. Maestros con formación humanística y pedagógica, con mística y entrega a su apostolado. 2.—Lograr una reducción del presupuesto destinado por el Estado a la preparación de los maestros, sin menoscabar su calidad. Desde que fueron creados el Liceo de Costa Rica en 1887 y el Colegio Superior de Señoritas en 1888, se estableció en ambos una sección pedagógica, preparadora de los maestros, como únicas instituciones con estas atribuciones. Al llegar al gobierno don Alfredo González Flores apoyado por su hermano don Luis Felipe, en el cargo de Subsecretario de Instrucción Pública, plantearon los siguientes cálculos:
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Lic. Alfredo González Flores Presidente de Costa Rica 1914-1917
a) La Sección normal del Liceo de Costa Rica cuesta al Estado ¢23.000,00 al año. b) La misma Sección del Colegio Superior de Señoritas, le cuesta ¢12.000,00 al año.
c) La Sección de Humanidades del Liceo de Heredia tiene un costo de ¢14.000,00. Esto quiere decir que para el sostenimiento de las tres Secciones, el Estado debía sufragar ¢49.000,00 al año, en cambio, con la fundación de la Escuela Normal, su sostenimiento solo le costaría ¢35.000,00 lo que significa un ahorro de ¢14.000,00
Luis Felipe González Flores Profesor
En realidad, con la creación de la Escuela Normal, lo que desaparece es el nombre de “Liceo de Heredia”, porque en el plan de estudios de aquella, se establecen tres años de estudios generales y tres años de estudios especiales, en la que se mantiene el derecho de obtener el título de Bachiller, pues los tres años de estudios generales eran los mismos decretados para el Liceo de Costa Rica. En todo caso, el nombre de Liceo de Heredia reaparece el 1° de agosto de 1951. La Escuela Normal de Costa Rica abre sus puertas el lunes 5 de abril de 1915, alojada en la escuela Braulio Morales Cervantes y con una matrícula de 303 alumnos de ambos sexos, procedentes de los más diversos lugares del país. Tres centenares de normalistas caminando por las calles de macadam, pues aun no había llegado el asfalto, causaron el prodigio de cambiar, totalmente, el semblante de la Ciudad, que se llenó de bellas muchachas y elegantes varones,
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portando no solo sus libros sino sus más caras ilusiones y su firme decisión de ir más tarde a difundir por todo el país la cultura adquirida en Heredia. El escritor Ricardo Rojas Vicenzi, en 1929, comparó a Heredia con la Atenas griega y agregó: Si no fuera porque la comparación es antiquísima, diríamos que la Normal de Heredia se constituyó en un colmenar que zumbaba, entre el perfume de todas las flores, las escalas de todas las músicas. De la escuela Braulio Morales, a los 4 meses la Normal pasó, el 27 de julio de 1915, a su propio edificio, aun no concluido, por lo que la ceremonia de su primera graduación, el 28 de noviembre de 1915, tuvo que celebrarse en el patio cercano a la puerta de entrada de la Escuela. Allí los alumnos cantaron “El Alma Mater, venimos respetuosos sus hijos a ofrendarte con himnos, homenajes de amor” y desplegaron el triángulo azul con la estrella blanca de 8 puntas, a su izquierda, símbolos sagrados de la Escuela, el primero obra de los autores Brenes Mesén y Vargas Calvo y la segunda traída de Oakland, California, en setiembre de 1915, por don Luis Felipe González Flores. El uniforme aparece a mediados de 1918, la prensa describe el de las mujeres: falda azul, blusa crema, pero un año antes, don Joaquín García Monge decretó para las mujeres el uso de delantales de diversos colores para la asistencia a determinadas asignaturas, blanco para la cocina, rojo para la de corte y costura,
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La Escuela Normal de Costa Rica abre sus puertas el lunes 5 de abril de 1915, alojada en la escuela Braulio Morales Cervantes y con una matrícula de 303 alumnos procedentes de los más diversos lugares del país.
Arturo Torres Primer Director
Roberto Brenes Mesén Segundo Director
azul para la de agricultura, además vestido de baño y un par de alpargatas para la de gimnasia y natación, pues ya la Escuela poseía un gimnasio, con su piscina con dimensiones de 12 por 8 metros y una profundidad de 1,90 metros, pero no era permitido utilizarla ambos sexos a la vez. La cocina de la Escuela poseyó una amplia, completa y lujosa vajilla, con la que las profesoras se lucían, como ocurrió con la llegada del director Roberto Brenes Mesén, sucesor del primer director Arturo Torres; a Brenes Mesén, en julio de 1916 se le obsequió un exquisito banquete, con apetitoso menú preparado por la profesora Julia Pastor Arias, para 25 invitados. Esa noche se sirvió sopa a la italiana, pescado en escabeche, macarrones con pollo, morrones rellenos, ensalada en colores, pavo, espárragos con mayonesa, gelatina con natilla, queque, café y ponche. A la cena asistieron don Alfredo y don Luis Felipe González, don Omar Dengo, don Luis Dobles, don Joaquín García, la señorita Evangelina Solís, entre otros invitados. Finalmente agregamos que en 1940, la histórica Escuela Normal se transforma en Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica, con sede siempre en Heredia y con el decanato del Dr. Marco T. Salazar, pero al renunciar don Marco T. Salazar, su sucesora, doctora Emma Gamboa, decretó su traslado en 1950, hacia San José.
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Pero, el enredo fue más grande porque a partir del 1° de agosto de 1951, reaparece el Liceo de Heredia y a la vez se crea una sección pedagógica, destinada a preparar maestros, bajo el nombre de Escuela Normal de Costa Rica. Esta escuela, con la dirección del profesor Fernando Chaves Alfaro junto con La Escuela Normal Superior, creada anteriormente, pasan, en 1973 a constituir la Escuela de Educación de la Universidad Nacional. La bandera de la Escuela Normal de 1914, no se fue a San José, permaneció en Heredia, y la sustituta de la original, don Fernando Chaves Alfaro la entregó a la profesora Amparo Zamora Peroza, confeccionada por las monjas ella la conserva fervorosamente en su casa, como reliquia histórica. :::::::::
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Omar Dengo Sexto Director
Marco Tulio Salazar Undécimo Director
Textos: Pompilio Segura Chaves Diseño: Edú Fotografías: Cortesía: Mario Venegas