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Nota de presentación Nota central: Mujeres de nuestra historia Sección Literaria Aquel tiempo en imágenes Opinión Sección arte fotográfico Salir al encuentro
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Sección: Nota de Presentación
Les damos la bienvenida a nuestra revista digital “Mujeres de nuestra Historia” en la cual se tratarán diversos aspectos sobre lo que formó nuestra identidad. Ésta es un conjunto de características de una persona que la distinguen de otros, que puede variar a medida que pasa el tiempo. El tema principal es como la historia de Elfriede Cremerius marcó nuestra vida en el ámbito personal, como sobrevivió a épocas muy difíciles tales el nacismo y como la falta de humanidad repercute hoy en el presente a partir de unos textos de índole reflexiva q en este ejemplar presentamos. Este trabajo fue resultado de una serie de investigaciones que se llevaron a cabo en la asignatura de lengua y literatura en el marco del festejo de 60 años como la provincia de Santa Cruz. Como autoras de este trabajo, siendo alumnas de tercer año del Colegio Secundario Padre Manuel González en la localidad de El Calafate, esperamos que lo disfruten y puedan apreciar los temas abordados.
Sección: Nota Central
“Elfriede Cremerius”, Mujeres de la historia de Patagonia Protagonista: Si bien ella nunca vivió en la Patagonia, una de sus hijas, se estableció allí, y formó su familia, su hogar y su vínculo de amistades. Ella es la abuela de una de las redactoras de este ejemplar. Vivió nueve años en la etapa de la Segunda Guerra Mundial, con sus padres, Elfriede y Joseph, y sus hermanos, en Alemania. Antes que la guerra comenzara, su tío, el cual vivía en Córdoba, Argentina, se contactó con sus padres y les dijo que era una buena idea que vayan a vivir a su provincia ya que la situación de Alemania no iba a mejorar. Luego de la guerra decidieron mudarse a Argentina. En el viaje en barco se encontraron con algunos inconvenientes los cuales se hicieron más graves al llegar al destino.
Conozcamos a nuestra protagonista
Elfriede Isabel Cremerius nació el 2 de enero de 1937, en la ciudad de Augsburg, Alemania. Sus padres fueron Joseph Cremerius, originario de Colonia y Elfriede Siedentop, originaria de Braunschweig. Cuando cumplió 2 años fue a vivir junto con sus papás a Berlín. Vivió en la época de la Segunda Guerra Mundial lo cual dificultó gravemente sus condiciones de
vida en Alemania. Por este motivo tuvo que migrar hacia Argentina donde vivía su tío que consiguió todos los papeles necesarios, lo que vale destacar ya que eran muy difíciles de conseguir y más en tiempos de guerra. La madre de Elfriede, al comienzo, cuando le plantearon la idea, se negó ya que quería quedarse a apoyar a sus padres y al resto de su familia. Pero más tarde ellos lo perdieron todo exceptuando a sus cuatro hijos y esto fue lo que los llevó a aceptar y embarcarse hacía Argentina. Pero el día en el que estaban embarcando
(1948), Peter Cremerius, su tío, murió. Más allá de este desafortunado evento, su familia pudo adaptarse. Incluso, sin saber casi nada de español, Elfriede pudo salir adelante y ser el mejor promedio de su clase, en la cual conoció a su futuro esposo. Logró conseguir un trabajo digno y casarse con el hombre al que amaba desde los 18 años, tener 4 hijos, de los cuales una fue mi madre y se estableció en El Calafate, Santa Cruz, Patagonia. Actualmente vive en la ciudad de Buenos Aires, viuda y con 81 años.
Sección: Literaria
También fue nuestra heroína Mundo ordinario: Elfriede Isabel Cremerius nació en la ciudad de Augsburg, Alemania el 2 de enero de 1937. Sus padres fueron Joseph Cremerius, originario de Colonia y Elfriede Siedentop, originaria de Braunschweig. Cuando cumplió 2 años fue a vivir junto con sus papás a Berlín. Allí pasó sus primeros años hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial. En 1943, junto con su familia, se mudó a un pueblo cerca de Braunschweig, Vechelade donde vivían sus abuelos. Durante los primeros años de la guerra fue a una escuela del pueblo. Los días que había ataques aéreos, anunciados por la radio, no tenía que concurrir. Tampoco los días de mucho frío ya que no había medios para calefaccionar las instalaciones; sólo iba a buscar tareas y las completaba en su casa. Llamada a la aventura: luego de la Primera Guerra Mundial Alemania quedó en ruinas. El tío de Elfriede, que vivía en Argentina les dijo que emigraran desde su país ya que se aproximaba otra guerra. Rechazo a la llamada: la madre se negó ya que quería quedarse a apoyar a sus padres y al resto de su familia. Encuentro con el mentor: lo que los llevó a decidir irse de su pueblo fue que habían perdido todo, lo único que les quedaba eran sus 4 hijos incluyendo a mi abuela.
Travesía del umbral con los guardianes: Peter Cremerius, el tío, logró hacer todos los trámites necesarios para que ellos pudieran irse del país lo cual era muy difícil conseguir, ya que uno solo podía hacerlo si tenía un trabajo estable. Enemigos, aliados, obstáculos: un obstáculo muy grande fue el idioma. Ellos no sabían hablar en castellano y los niños, de todas formas, debían ir al colegio, y a sus actividades. Internamiento en la caverna más profunda: Peter falleció el mismo día en el que la familia había embarcado para ir a Argentina (1948) Muerte y resurrección: más allá de ese gran obstáculo, ella pudo salir adelante y ser el mejor promedio de su clase, en la cual conoció a su futuro esposo. Recompensa: el elixir del conocimiento: que le haya ido tan bien en la escuela demostró que la educación en Alemania era muy buena aunque asistieran muy poco al colegio, lo cual es importante destacar Retornó con el elixir del conocimiento: logró conseguir un trabajo digno y casarse con el hombre al que amaba desde los 18 años, tener 4 hijos, de los cuales una fue mi madre y se estableció en El Calafate, Santa Cruz, Patagonia.
Elfriede con su madre. El calafate, 1992.
Elfriede, su madre y su hermana, 1938, BerlĂn.
Madre y hermana de Elfriede, El Calafate, 1992.
Elfriede, su padre y su hermana, 1938.
Primera comuniĂłn en Iglesia Protestante, 1947, Veschelade.
Elfriede y sus hermanos.
Elfriede y su hermana, colegio MarĂa Auxiliadora, 1948.
Escuela de castellano, 1948, Buenos Aires.
Elfriede, 1956, Buenos Aires.
Elfriede y su hermano Pedro Cremerius 1964 Buenos Aires.
Casamiento de Elfriede y Gustavo Lambertini, Buenos Aires, 1964.
Elfriede y su padre, Buenos Aires, 1964.
Madre de Elfriede, Glaciar Perito Moreno.
Sección: aquel tiempo en imágenes
Berlín en tiempos de guerra. Época visual.
Fotos tomadas del museo “Check Point Charly”, situado en Berlín, Alemania.
Sección: Opinión
Y vos, ¿De qué manera te relacionas?
Por Paula Lenzner y Victoria Bárcena.
A lo largo de los años las personas tuvieron diversos tratos entre ellas, ya sean buenos o malos. Lo que está pasando en la actualidad no es muy diferente a lo que pasaba en la antigüedad, por lo tanto, nos atrevemos a decir, que no evolucionamos como sociedad. Muchos afirman que la buena convivencia no es importante, los mismos individuos que lo dicen, seguramente en algún momento de su vida se trataron como objetos y no como pares. A lo que queremos llegar es que a medida que pasa el tiempo se puede notar que retrocedimos unos pasos en cuanto a la humanidad, ya que tecnológicamente, medicinalmente y en centenares de otras ramas, avanzamos. En consecuencia, muchas veces dejamos de lado la solidaridad y la empatía que deberíamos tener por los demás y nos usamos como objetos para llegar a nuestro fin. Un ejemplo claro es la trata de personas, ya sean hombres o mujeres, que se usan solo para un fin egoísta. Según lo que comentó el jefe de la Policía Federal Argentina (PFA),
Néstor Roncaglia al medio digital argentino el Diario Ámbito Financiero: "Es un delito globalizado, en todos los países pasa lo mismo. Algunos países son de consumo de seres humanos y otros los 'producen'. En la Argentina estamos recibiendo personas de Centroamérica para ejercer la prostitución en Buenos Aires, Gran Buenos Aires y el sur del país" recalcó el jefe de la PFA: ¨El último informe de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas del Ministerio Público Fiscal de la Nación (PROTEX) y la organización no gubernamental, Acciones Coordinadas Contra la Trata (ACCT) reveló que desde el retorno de la democracia a Argentina, en 1983, la lista de desaparecidos asciende a 6.040 personas, de las cuales 3.231 son mujeres y 2.801 hombres. El alto porcentaje de desaparecidas, especialmente adolescentes, indica que la mayoría de las desapariciones tienen que ver con trata de personas con fines de explotación sexual, un delito en el que el 99 % de las víctimas son mujeres. ‘Ricardo Daloia (12 de febrero 2018)"La Argentina exporta
seres humanos para ser sometidos a la trata” en Diario Ámbito Financiero. En este fragmento nos podemos dar cuenta que claramente no evolucionamos ya que esto está pasando en nuestros días, pero sabemos que es un problema que arrastramos desde hace años. Otro ejemplo muy evidente es la situación en Alemania durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Elfriede Cremerius vivió en Berlín, Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de sus tíos vivía en Córdoba, Argentina, el cual muchas veces le había dicho a sus padres que se mudaran allí. Podemos relacionar la vida de Elfriede con el mal trato, ya que en tiempos de guerra muchos estaban obligados a trabajar para el gobierno, desde salir al campo de batalla hasta colaborar en el sector de maquinaria, entre otros, y así les era imposible huir. Los trataron como cosas, como piezas de ajedrez, todo con un fin egoísta. Deterioraron sus vidas completamente sin dejarlos avanzar. Fueron usados para ser parte de aquella atrocidad. Luego, se pudo apreciar el gran desastre que quedó en Alemania, desde casas inhabitables hasta personas desaparecidas y muertas. ¨Tony Judt, el desaparecido historiador británico, en el primer capítulo de su obra clave, “Postguerra”, recuerda la frase que los alemanes intercambiaban días antes del final de la Segunda Guerra Mundial: “disfruta de la guerra, porque la paz será terrible”. No se
equivocaban. Según los cálculos, más de 87.000 mujeres fueron violadas tras la entrada de las tropas del Ejército Rojo en Berlín. El verano de 1945, los cadáveres se apilaban en sus calles, y la putrefacción de los cuerpos comprometía la salubridad. El hambre hacía estragos. Entre los escombros de la capital del nazismo, 53.000 críos perdidos padecían las consecuencias de un sueño criminal. Ese mes de julio, cientos de ellos perecieron por disentería, ya que los sistemas de depuración de agua estaban destrozados.¨ Julio Tovar y Silvia Nieto (10 de Mayo de 2015). “Alemania después de la Segunda Guerra Mundial: las ruinas de la catástrofe” en diario digital ABC internacional.
Alemania luego de la Segunda Guerra Mundial. Gracias a las estadísticas, podemos comprobar que es cierto lo que planteamos, el trato a las personas no ha mejorado. A pesar de los avances tecnológicos, científicos, etc. no avanzamos humanísticamente, sino que retrocedemos constantemente. Por ende si no comenzamos a actuar, tratándonos mejor como personas, como seres humanos, podríamos llegar a terminar en una condición crítica a nivel mundial.
Secciรณn: arte fotogrรกfico
SecciĂłn: salir al encuentro
Salir al encuentro es conocer, ya sea algo nuevo como una cultura o un idioma, costumbres o vivencias. Conocer es compartir todas estas cosas con personas extranjeras, es el poder de intercambiar experiencias de vida con alguien que no la presencia de nuestra forma. Es sinĂłnimo de aventura, de aprendizaje y de sabidurĂa. Es conectar con aquellas personas que no nos relacionamos habitualmente.