“Jactanciosamente me digo: Ya han sido míos sus labios, Sus manos, sus ojos, Su cabello, su oído, Su lengua, su brazo, Su tronco, sus piernas, Su cuello, su olfato. Y de a poco… La sonrisa se me va desdibujando, Ya no me jacto, ni te presumo.” NATALIA MONTOYA CARDONA