ZEUS PRテ,TICA II. ARTE GRIEGO.
Índice. 1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………….1 2. ICONOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………….......1 3. INFANCIA………………………………………………………………………………………………………………....2 4. LUGARES DE CULTO: 4.1. ORÁCULO DE DÓDONA………………………………………………………………………………………3 4.2. ORÁCULO DE SIWA…………………………………………………………………………………………….4 4.3. ZEUS Y LOS EXTRANJEROS………………………………………………………………………………….4 4.4. BERLÍN. PÉRGAMO……………………………………………………………………………………………..4 4.5. OLIMPIA…………………………………………………………………………………………………………….6 4.6. NEMEA……………………………………………………………………………………………………………….8 4.7. CRETA………………………………………………………………………………………………………………...8 4.8. ARCADIA……………………………………………………………………………………………………………..9 5. ZEUS ELEUTERIO: 5.1. SAMOS……………………………………………………………………………………………………………….10 5.2. ATENAS……………………………………………………………………………………………………………….10 5.3. PLATEA………………………………………………………………………………………………………………..10 5.4. SIRACUSA…………………………………………………………………………………………………………….10 6. ZEUS SUBTERRÁNEO………………………………………………………………………………………………....10 7. TITANOMAQUIA Y GIGANTOMAQUIA…………………………………………………………………………11 8. RAPTOS……………………………………………………………………………………………………………………….12 9. ZEUS EN FILOSOFÍA……………………………………………………………………………………………………..12 10. ZEUS EN EL ARTE…………………………………………………………………………………………………………12 10.1.
ESCULTURA………………………………………………………………………………………….....…12
10.2.
REPRESENTACIONES DE LOS AMORÍOS DE ZEUS………………………………………..14
10.2.1. ZEUS Y HERA………………………………………………………………………………………………14 10.2.2. ZEUS Y METIS……………………………………………………………………………………………..15 10.2.3. ZEUS Y DÁNAE……………………………………………………………………………………………..16 10.2.4. ZEUS Y LETO…………………………………………………………………………………………………17
10.2.5. ZEUS Y SÉMELE……………………………………………………………………………………………..18 10.2.6. ZEUS Y ALCMENA…………………………………………………………………………………………19 10.2.7. ZEUS E ÍO……………………………………………………………………………………………………19 10.2.8. ZEUS Y LEDA………………………………………………………………………………………………..21 10.2.9. ZEUS Y EUROPA……………………………………………………………………………………………22 10.2.10.
ZEUS Y GANÍMEDES…………………………………………………………………………23
11. OBRAS EN LAS QUE APARECE ZEUS………………………………………………………………………………..24 BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………………….25
1. INTRODUCCIÓN. En la Grecia clásica, Zeus, era de alguna manera el dios más importante y destacado, porque era al mismo tiempo el padre de los dioses y de los hombres; Zeus era algo así como un padre de familia, incluso aquellos que no eran hijos suyos, se dirigían a él como si en verdad él lo fuese. Es el rey de los dioses del olimpo y dios del cielo y del trueno. Es un dios de múltiples apetencias eróticas, de ahí sus numerosos matrimonios y aventuras con diosas y, sobre todo, con mortales e incluso un amor homosexual con el joven Ganímedes. De estos abundantes affaires nacerán gran cantidad de hijos divinos, los tenidos con diosas y mortales. Su principal función era la de gobernar a los dioses del monte olimpo y supervisar el universo. Por otra parte, Zeus era considerado como el dios del trueno y del cielo. ICONOGRAFÍA. Tradicionalmente se lo presentó en dos posturas bien distintas entre sí, por un lado, avanzando con un rayo levantado en la mano derecha y por otro sentado de manera majestuosa, como buen dios de doses. Entre sus atributos se cuentan:
"El dios está sentado en un trono y está hecho de oro y marfil. En la cabeza tiene colocada una corona que imita a un ramo de olivo”. El olivo era utilizado para trenzar la corona que se entregaba a los atletas ganadores en los Juegos Olímpicos. Las ramas de olivo se obtenían de un olivo que crecía en el recinto sagrado que rodeaba el templo de Zeus. "En la mano derecha porta una Niké -diosa de la victoria- igualmente de marfil y oro, que tiene una cinta y sobre la cabeza lleva una corona. En la mano izquierda del dios hay un cetro adornado con todo tipo de metales. El ave posada sobre el cetro es el águila. De oro también son las sandalias del dios e igualmente su túnica, en la que se han representado animalillos y flores de lirio. El trono es colorido por el oro y las piedras, y colorido por el ébano y el marfil. También se han pintado sobre éste elaboradas representaciones de animales y figuras.
INFANCIA. Zeus era hijo de Crono y Rea. Fue el último hijo de los titanes. Advertido por Gea, Crono, de que uno de sus hijos lo destronaría devoraba a sus hijos a medida que nacían. Cuando le llegó el turno a Zeus, Rea lo ocultó en una isla y en s lugar presentó a Crono una piedra, que se engulló. Cuando Zeus se hizo adulto, Rea dio un brebaje a Crono para que vomitase a sus hijos; ellos liderados por Zeus se enfrentan a su padre. Se cuenta que Amaltea había colgado al niño, Zeus de un árbol para que su padre no pudiese encontrarlo, ¨ni el cielo, ni la tierra, ni el mar¨, y que había reunido a su alrededor a los Curetes, cuyos cantos y danzas bulliciosas ahogaban sus gritos. La cabra que suministraba la leche se llamaba Aix, un ser terrorífico. Más tarde, cuando l dios luchó contra los titanes, se hizo una armadura de piel de cabra (la égida). También se cuenta que un día, jugando, Zeus quebró un cuerno del animal y se lo regaló a Amaltea, prometiéndole que el cuerno se llenaría milagrosamente de todos los frutos que ella deseara, es el cuerno de Amaltea o de la abundancia. En el aspecto sentimental, de acuerdo a la mayoría de las tradiciones, Zeus estaba casado con su hermana Hera, con quien habría engendrado a otras deidades como Ares, Hebe y Hefesto, sin embargo, si tenemos en cuenta al oráculo de Dódona, su esposa era Dione y con ella habrían sido los padres de la diosa Afrodita. Así como sucedió con cada dios griego, a Zeus se lo veneró en diversos lugares y a través de diferentes maneras, aunque el principal centro en el cual se concentró la rendición de pleitesías y honores fue Olimpia; durante el festival cuatrienal que se desarrollaba allí y que incluía los famosos juegos olímpicos, se llevaba a cabo el culto de Zeus. También había un altar dedicado a él, construido de la ceniza producto de los restos de animales sacrificados allí. Zeus fue un dios supremo ampliamente popular que asumió la autoridad de diversas áreas: era el patrón de la hospitalidad y los invitados, vengador de injusticias, vigilante de los juramentos, vigilaba los negocios y castigaba a los comerciantes deshonestos, era portador de la libertad, entre otras cosas y fue veneradísimo en diversos e importantísimos puntos de Grecia: Creta (reconocida como su lugar de nacimiento), Caria, Etna, Isla de Cefalonia, Esparta. Dios del universo y de los grandes fenómenos atmosféricos. Padre y rey de la familia de los dioses, protector de la familia de los hombres y, en un sentido más amplio, del Estado, la sociedad y las leyes. Defensor de los huéspedes, extranjeros y suplicantes. Zeus habría llegado a ser el dios de dioses tras recuperar a sus hermanos (Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y Hera) tragados por su propio padre Crono, en recompensa por su acción, los ciclopes le entregaron el trueno. Tras imponerse en la batalla de los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, a Zeus le tocó el cielo, a Hades el infierno y a Poseidón las aguas.
2. LUGARES DE CULTO. EL ORÁCULO DE DÓDONA: Es uno de los sitios arqueológicos más reconocidos de épiro. Fueron el hogar del oráculo de Dódona, el más antiguo de Grecia, aunque el segundo más célebre pues el primero es el de Delfos.se encuentra 80km al este de la isla Corfú, en una zona montañosa denominada Molosia durante el siglo V a.C. en este sitio fue encontrada una gran cantidad de láminas de plano grabadas que contienen las preguntas que se realizaban a Zeus, y algunas con las respuestas recibidas. Cuenta el historiador Hesíodo (siglo V a.C.) que el culto en este lugar a Zeus se habría iniciado de la mano de una sacerdotisa del templo de Amón en Tebas, Egipto. Según su relato. La mujer fue capturada por comerciantes fenicios y logró escapar convertida en paloma negra. Poco después llegó a Dódona, donde se posó sobre una enorme encina y solicitó con voz humana que allí se estableciera el culto a Zeus. Otra leyenda cuenta que la paloma se posó sobre un roble y que esto significaba –para los griegos- que allí debía erigirse un santuario consagrado a Zeus. En cualquier caso, el roble o encima se convirtió en el mediador entre Zeus y las sacerdotisas que se instalaron en el santuario. La principal característica de la práctica adivinatoria era la interpretación que se hacía de los sonidos ocasionados por el contacto del viento con una encina sagrada, situada en el centro del santuario. Parece ser que el roce de las hojas permitía a las sacerdotisas escuchar el susurro de Zeus. Según el oráculo de Dódona, su esposa era Dione y no Hera. En el 218 a.C., cuando se desarrollaba la guerra contra los etolios, el santuario fue destruido. Recientes investigaciones indican que posteriormente fue restaurado. Otro edificio fundamental de los yacimientos es el teatro. Fue construido por Pirro de Epiro que gobernó desde el año 318 hasta el 272 a. C., tras la muerte de Alejandro Magno. Se trata de uno de los más antiguos que se conocen.
EL ORÁCULO DE SIWA: El oráculo de Amón del oasis de Siwa, en el desierto occidental de Egipto, no queda dentro de los límites del mundo griego antes de Alejandro Magno, pero aun así tenía gran influencia en los griegos durante la era arcaica: Heródoto menciona consultas a Zeus Amón en su relato de las Guerras Médicas. Zeus Amón era especialmente honrado en Esparta, donde existía un templo dedicado a él en la época de la Guerra del Peloponeso. Después de que Alejandro hiciese una incursión en el desierto para consultar el oráculo de Siwa, surgió el personaje de la sibila libia. ZEUS Y LOS DIOSES EXTRANJEROS: Zeus fue identificado con el dios romano Júpiter y estaba asociado en la imaginación sincrética clásica con algunos otros dioses, tales como el egipcio Amón y el etrusco Tinia. Junto con Dioniso, Zeus absorbió el papel del dios jefe frigio Sabacio en la deidad sincrética conocida en Roma como “Sabazius”. BERLIN, PERGAMO:
Pérgamo fue una pequeña ciudad de Asia Menor (actual Bérgamo, Turquía) que entre los siglos III y II a.C., conoció un floreciente desarrollo económico y cultural. Los edificios y monumentos se distribuían en forma aterrazada hasta la cima de la acrópolis y varios anillos de murallas reforzaban su fácil defensa. El gran altar de Zeus se construyó entre los años 180 a.C. y 160 a.C. en mármol. Se trata de una obra monumental dedicada a Zeus y a Atenea Victoriosa, bajo el reinado de Eumenes II. El altar era parte de la propaganda del Estado y conmemoraba las victorias del monarca sobre las tribus galas. Negociaron los permisos para excavar las ruinas de Pérgamo y trasladar a Berlín sus hallazgos.
Gigantomaquia. Encontraron 132 placas con relieves, otros 2000 fragmentos de relieves, gran numero de estatuas, bustos e inscripciones. El altar se elevaba sobre una plataforma casi cuadrada, en lo que era el patio central de una estructura mucho mayor. Se accedía por una gran escalinata de 28 peldaños, limitada por sus lados por dos alas del mismo edificio. La base estaba decorada por un friso escultórico de 120 metros de largo por 2.28 metros de altura. Sobre esta base se alzaba una doble columnata de orden jónico, y se encontraba dividida por un muro central. Para albergar la reconstrucción del frente del gran altar, se levantó en Berlín un museo, el museo de Pérgamo. El friso de gigantomaquia. El tema representado en el friso es la llamada “gigantomaquia”, batalla cosmogónica entre los gigantes, hijos de Gea, la Tierra, y las divinidades del Olimpo dirigidas por Zeus. Este tema mitológico fue una representación muy utilizada en la cerámica griega desde la época arcaica, siendo también un motivo ornamental que aparece en las metopas orientales del Partenón, siglo V a. C. El mito narrado por apolodro, cuenta la sublevación de los gigantes, nacidos de la Tierra (Gea) y el Cielo (Urano), contra Zeus, porque éste encierra a sus hermanos, los titanes, en el abismo (el Tártaro). Zeus llama en su ayuda a todos los dioses del olimpo, implicando así a todas las fuerzas del Cosmos en esta lucha por el poder. No se conocen los nombres de los artistas que intervinieron en la realización del altar, aunque sin duda debieron ser los mejores de su época. Solo se han encontrado algunas placas metálicas con nombres que a modo de firmas, estaba distribuidas a lo largo dl friso exterior. Teorreto, Menecrates, Oretes, Melanipo y Dionisíades. Durante la II Guerra Mundial, se desmantelaron los frisos para ser guardados en refugios que los mantuvieron a salvo de los bombardeos enemigos. Terminada la guerra, el edificio del museo había quedado tan dañado que no pudo recibir nuevamente las obras. Estas quedaron al cuidado de la Unión Soviética, depositadas en el Museo del Hermitage, en Leningrado. Recién en 1958, pudo rehabilitarse el museo de Pérgamo y recibir nuevamente los frisos del gran altar de Zeus.
OLIMPIA: Las olimpiadas forman parte de nuestra vida, pero tal y como las conocemos hoy se iniciaron a finales del siglo XIX. Su origen está en la antigua Grecia y se enmarca en los cultos realizados a Zeus en el santuario de Olimpia. Olimpia era un santuario dedicado a Zeus que estaba situado en la región de la Elide en la península del Peloponeso cerca de los ríos Alfeo y Cládeo. En su solar se realizaban estas festividades dedicadas al dios de dioses, eran eventos deportivos y religiosos que atraían a personas de todos los lugares y de todos los estratos sociales de la Hélade durante un periodo que iba de fines de julio a principios de diciembre. Eran tan importantes que paralizaban cualquier actividad que se estuvo era desarrollado en la Hélade incluso las guerras. Durante la época clásica el primer día se dedicaba a la celebración de sacrificios y ceremonias rituales junto a la presentación de los atletas que iban a competir en las pruebas. Durante los cinco días siguientes se desarrollaban las competiciones y el séptimo día era el de la clausura. Era durante la clausura cuando, después de una procesión y un banquete, se entregaban los premios a los ganadores, coronas hechas con ramas de olivos sagrados. Además los nombres de los vencedores se grababan en lapidas de mármol o bronce que se colocaban en el gimnasio. Por lo que respecta a las fechas de la primera olimpiada comenzó en el 776 a. c. y continuaron celebrándose hasta el 393, fecha en la que Teodosio clausuró el santuario y Olimpia fue saqueada y abandonada. Las construcciones del recinto sagrado de Olimpia se conocen gracias a las excavaciones arqueológicas y al texto escrito por el gran turista de la antigüedad, Pausanias (siglo II d. c.), que visitó la zona en el año 173. En s origen el lugar estuvo consagrado a las diosas Hera y Cibeles que tenían sus templos en la zona norte, la más sagrada, llamada Altis o bosque sagrado. Esta zona estaba rodeada por un períbolo (espacio que rodeaba a un templo antiguo). El templo de Hera es de finales del siglo VII a. c. más tarde, en el siglo V a. c. se construyó y se consagró el templo a Zeus. El altar de Zeus se encontraba casi en el centro. Se dice que estaba hecho con las cenizas de las victimas ofrecidas al dios. El templo de Zeus fue erigido por los eleos (pueblo de la antigüedad de Grecia) entre los años 468-457 a. c. el templo guardaba la gran estatua del dios olímpico, hecha en oro y marfil (técnica criselefantina) por el escultor Fidias, considerada como su obra maestra. La estatua medía 12 metros y el autor
tardó un año en hacerla. Los antiguos incluyeron esta obra entre las siete maravillas del mundo. Fidias tenía su propio taller en aquel enclave. En la parte posterior del templo de Zeus creció un olivo salvaje cuyas ramas fueron utilizadas para confeccionar las guirnaldas de los ganadores en las prueban olímpicas. Según la leyenda el árbol había sido plantado por el mismo Heracles. Según la leyenda, Pausanias da una explicación sobre la presencia de Zeus en el santuario. Cuenta que Rea, madre de Zeus, al dar a luz en una cueva situada en el monte en la isla de creta confió el niño a los dáctilos o curetes, que eran los sacerdotes del monte Ida. Estos sacerdotes eran cinco hermanos: Heracles, Peoneos, Epimedes, Lasos e Ida. Fue el primogénito, Heracles, quien propuso a los demás hacer una carrera en honor de Zeus niño, y otorgar al vencedor una corona de olivo. De esta manera, Heracles instituyó lo que fue en el futuro los juegos olímpicos, que se celebrarían cada cuatro años. El templo de Zeus es de orden dórico. Era de grandes dimensiones por lo que dominaba el santuario aunque no estaba construido en alto sino al mismo nivel que los demás edificios. Las doce metopas esculpidas representan escenas de los 12 trabajos de Hércules, Heracles. Dentro del edificio se encontraba la cella que guardaba la estatua de Zeus, obra de Fidias. En el templo se encendía la llama olímpica de los juegos. La estatua representaba al dios sentado y en su mano izquierda portaba el cetro. L historiador griego Estrabón escribió sobre ella y cuenta que casi rozaba el techo del templo y daba la sensación de que éste se rompería si al dios se le ocurriera levantarse. En el templo de Zeus encontramos que a la altura del final y comienzo de las columnas de la fachada se dispone un piso, donde se accedería por unas escaleras interiores con el objetivo de apreciar mejor la estatua de Zeus, se trata de dos pasillos laterales, como galerías, independientes el uno del otro. De este templo prácticamente no queda nada por un terremoto, pero hay descripciones que nos dicen como era. De su decoración escultórica queda prácticamente todo: doce metopas y dos frontones casi intactos; en uno de éstos está representada una pelea entre los griegos lapitas y sus parientes los centauros, quienes se emborracharon y secuestraron a mujeres y niños; la imagen muestra el momento álgido del enfrentamiento con los lapitas, ayudados por Teseo, y con la figura de Apolo en el centro.
El otro frontón narra la historia de Pelops y Enomao: Enomao era un rey del Peloponeso al que Poseidón regaló dos caballos invencibles; el monarca, envalentonado y soberbio, retaba a una carrera de carros a todos los pretendientes de su hija, matándoles en el momento de sobrepasarlos. Poseidón, enfadado o cansado por la actitud de Enomao, decidió ayudar a Pelops –príncipe de Lidia-, quien venció y acabó convirtiéndose en el héroe epónimo del Peloponeso. Otro héroe dorio, Heracles, fue honrado con la representación de sus doce trabajos en otras metopas del templo de Zeus.
NEMEA: Nemea era una antigua ciudad del Peloponeso, Grecia, situada en el valle del río del mismo nombre. Nemea es famosa en la mitología griega por habitar en sus bosques un famoso león, murió a manos de Heracles como uno de sus famosos doce trabajos. Nemea acogía los juegos nemeos por lo menos desde 573 a. c., en el santuario consagrado a Zeus en la ciudad. Por habérsele consagrado estos juegos, Zeus recibía el epíteto de nemeo, que también daba a Heracles, el fundador de los mismos según la tradición. Los habitantes de Argos hacían un solemne sacrificio a Zeus durante estos juegos, por lo que les correspondía el derecho a elegir uno de los sacerdotes del templo. Ese sitio arqueológico era la sede de los juegos nemeos panhelénicos, celebrados cada dos años en torno al santuario de Zeus. CRETA: Los griegos reconocían unánimemente a creta como lugar de nacimiento de Zeus. La cultura minoica contribuyo esencialmente a la antigua religión griega. Zeus paso a ser venerado en creta como Zeus velcanos, el “Zeus-niño”, a menudo simplemente kouros. En creta, Zeus fue adorado e una serie de cuevas en Cnosos, ida y palaicastro. En la época helenística se fundó un pequeño santuario dedicado a Zeus velcanos en el yacimiento de Hagia Triada. Monedas aproximadamente contemporáneas de festos muestran la forma bajo la que fe adorado: un joven sentado entre las ramas de un árbol, con un gallo sobre las rodillas. En otras monedas cretenses velcanos es representado como un águila y junto a una diosa celebrando un matrimonio místico.
Las historias de Minos y Epiménides sugieren que estas cuevas fueron alguna vez usadas para la adivinación incubadora por reyes y sacerdotes. El escenario dramático de las “leyes” de Platón está en la ruta de peregrinaje a uno de estos sitios, enfatizando el conocimiento arcaico de creta. Allí Zeus fue representado e el arte como un joven de largos cabellos en lugar de como un adulto maduro, y en los himnos se apelaba a él como “el gran joven”. Estatuillas de marfil del “niño divino” fueron desenterradas cerca del laberinto de Cnosos por sir Arthur Evans. Junto con los curetes, un grupo de extáticos bailarines amados, Zeus presidia el riguroso entrenamiento militar y atlético y los ritos secretos de la paideia cretense. El escritor heleno Evémero aparentemente propuso la teoría de que Zeus había sido en realidad un gran rey de creta y que su gloria lo habría lentamente transformado tras su muerte en una deidad. Las obras de Evémero no se han conservado, pero los escritores patrísticos cristianos asumieron la sugerencia con entusiasmo. ARCADIA: El epíteto Liceo es asumido por Zeus solo en relación con las fiestas arcaicas de las liceas en las faldas del monte liceo, el pico más alto de Arcadia. Zeus tenía solo una relación formal con los rituales y mitos de este primitivo rito de paso, con una antigua amenaza de canibalismo y la posibilidad de una transformación en hombre lobo de los efebos que participaban. Cerca del antiguo montón de cenizas donde los sacrificios se celebraban había un recinto prohibido donde, supuestamente, ninguna sombra era jamás proyectada. Según Platón, cierto clan se reuniría en la montaña para realizar un sacrificio cada nueve años a Zeus liceo, y mezclarían un único trozo de entrañas humanas con las del animal. Se decía que quien comía la carne humana se transformaba en un lobo, y solo podía recuperar su forma original si no volvía a comer carne humana hasta que hubiese terminado el siguiente ciclo de nueve años. Hubo juegos relacionados con las Liceas, retirados en el siglo IV a. c., a la primer urbanización de Arcadia, Megalópolis, donde u templo principal fue dedicado a Zeus liceo.
ZEUS ELEUTERIO. Es uno de los nombres dados a Zeus. Recibe este nombre cuando se alude a su condición de “libertador” o “portador de la libertad”. Los griegos antiguos siempre han dado un valor a la libertad y por ello asociaban este atributo a Zeus, el cual era también asociado a Eros y Dionisio en algunas zonas del Ática. En honor a esta versión del dios se realizaba una fiesta en varias ciudades griegas llamadas Eleuterias. En Samos. Tras la caída de la tiranía de Polícrates hacia el 522 a. c., Samos fue gobernada por Meandro, quien instituyó un culto a Zeus Eleuterio. En Atenas. En el Ágora de Atenas, se construyó un pórtico dedicado a Zeus llamándolo Eleuterio por ser el “defensor de la libertad y la integridad del pueblo”. El mismo estaba situado junto de la Stoa Basileos. Este pórtico se comenzó a construir en la década de 430 a. c. y se terminó en 09-408 a. c. En Platea. Tras la victoria griega sobre los persas en la batalla de Platea del año 479 a. c., el general y regente espartano Pausanias llevó a cabo un sacrificio a Zeus Eleuterio en el ágora de la ciudad de Platea. El texto de una inscripción del siglo III a. c., hallada n 1971 por el arqueólogo griego Theodoros Spyropoulos cerca de las murallas de platea, demuestra que unos dos siglos después de la batalla existía en la ciudad un culto a “Zeus liberador y la concordia de los griegos”, así como un certamen atlético en honor de los “combatientes contra los barbaros por la libertad de los griegos”. En Siracusa. Asimismo, en la antigua Siracusa, también se construyó y consagró un templo a Zeus Eleuterio en 46 a. c. ZEUS SUBTERRÁNEO. Aunque la etimología indica que Zeus era originalmente un dios del cielo, muchas ciudades griegas honraba a un Zeus local que vivía bajo tierra. Los atenienses y sicilianos adoraban a Zeus Meiliquios, mientras otras ciudades tenían a Zeus Ctonio (terrestre), Catactonio (subterráneo) y Plusio (dador de riquezas). Estas deidades podían ser representadas como serpientes o con forma humana en el arte, o de ambas maneras juntas para mayor énfasis. También recibían ofrendas como victimas animales negras en pozos hundidos en sus tumbas. Los dioses olímpicos, por el contrario, recibían normalmente sacrificios de victimas blancas sobre altares elevados. En algunos casos, las ciudades no estaban completamente seguras de sí el daimon para quien realizaba el sacrificio era un héroe o Zeus subterráneo. De ahí que el altar en Lebadea en Beocia pudiera corresponder al héroe Trofonio o a Zeus Trofonio (el criador), según se consulte a Pausanias o a Estrabón. El héroe Anfiarao era adorado como Zeus Anfiarao en Oropo, a las fuentes de Tebas, y los espartanos tenían incluso un altar a Zeus Agamenón.
TITANOMAQUIA Y GIGANTOMAQUIA. Titanomaquia. Estas dos batallas míticas aluden a Grecia y Roma. La visión del mundo griego, su cosmología inclusive, alude intrínsecamente a estos conceptos. Son dos batallas distintas situadas fuera de la época clásica. Vienen a reivindicar un poco una concepción algo más avanzada del hombre, puesto que lo titanes, seres sumamente primitivos y dioses de elementos mitológicos más abstractos, son sustituidos por otros dioses que ya sí simbolizan el hombre. Urano, nos remite a la visión de un tirano, derrotado por su hijo Cronos, dios del tiempo, castrándolo para que no tuviera más descendencia y encerrándolo. Urano y Gea vaticinaron que Cronos seria derrotado por uno de sus hijos, así que los retuvo en su vientre. Rea, mujer de cronos, horrorizada consiguió que Zeus se salvara. Y fue éste quien protagonizó la titanomaquia. Tras esta lucha, Zeus se erigió como el dios principal griego y romano. Cronos fue encerrado junto con el resto de los titanes que le apoyaban. Urano era el dios del cielo y durante esta batalla prácticamente se destruyó. Se le condenó a Atlas, a sujetar el cielo por siempre para evitar que se derrumbara, y así concluye la titanomaquia. La gigantomaquia es la segunda gran guerra y a menudo se confunde con la primera. Gea, viendo sus hijos encerrados en el tártaro, crea los gigantes para liberarlos. El orden se mantiene y Zeus, junto al resto de los dioses, gana. Por medio de un oráculo, Zeus y sabia de este ataque, aunque solo podría derrotar a los gigantes con la ayuda de un humano. Estas son las dos grandes batallas del panteón grecolatino. Zeus ganó las dos. Estas historias aparecen en la metamorfosis de Ovidio.
RAPTOS: Los llamados “raptos” (en realidad, violaciones) de Zeus no eran aventuras amorosas sino sucesos míticos que se sucedían en los cultos locales a ninfas del agua o los, que eran suplantadas por el orden patrilineal olímpico imperante, provocando una revolución cultural, social y religiosa, o al menos una reforma radical de las creencias antiguas y una lectura reinterpretada de las prácticas religiosas establecidas. Resulta notable que ninguno de estos raptos involucrase a las diosas olímpicas. Zeus solía engendrar con la ninfa el progenitor epónimo de una estirpe de reyes que sobreviviría hasta épocas heroicas o históricas arcaicas. En muchos casos Hera la “celosa” diosa que representaba las tradiciones religiosas conservadoras, se vengaba atrozmente de la desleal “desertora”, quien sucumbía al nuevo orden. Cuando la raptada era humana, su madre era siempre una ninfa o semidiosa. ZEUS EN LA FILOSOFÍA: En el neoplatonismo, la relación de Zeus respecto a los demás dioses se interpreta como el Demiurgo o Mente divina. Específicamente, dentro de las Enéadas de Plotino y de las Teología Platónica de Proclo. ZEUS EN EL ARTE: El escultor Fidias esculpió sobre el 435 a. c. una estatua de Zeus de 12 metros, aproximadamente, de altura. La estatua se erigió en Olimpia y era quizá la más famosa de la Antigua Grecia, tradicionalmente considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo. ESTATUA DE ZEUS EN OLIMPIA: Zeus fue esculpido en marfil y los detalles dorados en oro macizo. Según Pausanias, Zeus aparecía sentado en un trono con el torso desudo y el manto en torno a las piernas, llevaba la cabeza coronada de olivo y la mirada dirigida hacia abajo, le confería aspecto paternal. En la mano derecha sostenía una Niké y en la izquierda el cetro rematado por un águila; l mato estaba adornado de lirios y las sandalias eran de oro. El trono era en sí mismo una obra de arte, hecho a base de marfil, ébano, oro y piedras preciosas. El respaldo, los brazos, los pies y los travesaños entre ellas iban labradas y decoradas con relieve posteriormente copiados y reproducidos por separado. Medía aproximadamente 12 metros de alto. Fue edificada en el año 430 a. c., realizada por el escultor famoso Fidias, la estatua de Zeus de Olimpia, como su nombre lo indica, era una estatua maravillosa del más famoso de todos los dioses., Zeus.
Duro hasta entre los años 393 y 426, ya que en el 393 se prohibió el culto pagano y en el 426 se ordenó destruir los monumentos de Olimpia. No quedan restos de ella, ya que se destruyeron, lo único que queda son las ruinas en las que se supone que estaría aquella maravilla del mundo. Su ejecución se debió a Fidias; el más famoso de entre todos los escultores de la antigua Grecia, en el año 433 a. c. empleó la técnica crisoelefantina, consiste en cincelar sobre marfil y añadir por encima oro, representando la carne y las vestiduras del personaje, Fidias empleo más de un año en llevar a cabo la estatua, lo cual nos da la idea de su gran tamaño, de su detalle y calidad. Fidias debió su fama al tratamiento del volumen y expresión de las formas humanas, por la utilización del claro-oscuro y por representar más la belleza ideal que la realidad. En el año 394 fue transportada a Constantinopla, actual Estambul, donde se dice que fue destruida por un incendio provocado por fanáticos cristianos de tiempos del emperador bizantino Teodosio II. Considerada una de las siete maravillas del mundo, la estatua de Zeus fue creada aproximadamente en el año 435 a. c. por Fidias para el templo del dios de Olimpia. A pesar de que solo nos han llegado de ellas reproducciones en monedas y referencias de los historiadores, sus rasgos son bien conocidos debido a que durante mucho tiempo fue la obra artística más espectacular del mundo antiguo. ZEUS DE DRESDE: Entre las numerosas esculturas que, Augusto II el Fuerte, Rey de Polonia, mandó adquirir en roma en 1728, figuraba una imponente estatua de Zeus procedentes de las colecciones del príncipe Chigi y el cardenal Albani, que fue valorada entonces en mil quinientos “scudi”. Dos años después la obra ya lucía entre las situadas en el palacio del gran jardín, en Dresde, formando parte del núcleo fundacional de una de las principales coleccione históricas de escultura clásica europeas. El Zeus de Dresde no era solo una majestuosa representación del más conocido de los dioses griegos, sino una lección práctica de la adopción entusiasta del arte heleno por parte de los romanos. Aunque se trate de una fidelísima réplica del primer tercio del siglo II d. c., como recuerda en su magnífico estudio sobre la pieza de Stefan F. Schröder, comisario de la muestra, no es posible atribuir directamente la autoría de su original a Fidias. El motivo aducido es que la escuela del más conocido escultor griego, a pesar de su novedoso diseño en materiales y poses, no dejaba excesivo margen a rasgos individuales de sus discípulos y seguidores. N todo caso, los cabellos de cabeza y barba, muy rizados, recuerden que aunque la escultura se produjo al estilo de las series de dioses de la última etapa d la construcción y decoración del Partenón ateniense, se atendió también a las formas de moda en la época
del emperador romano Adriano, tan generosas con los pliegues de los ropajes. Entre los atributos que la mitología regaló al rey del olimpo y dios del cielo y el trueno figuraron, lógicamente, el rayo, pero también el toro, el águila o el roble. Es de supones que la mano y antebrazo que el tiempo nos ha hurtado portaran el primero de los signos, pero tampoco pueden descartarse otras opciones. La sola pose del dios, en pie y no sentado majestuosamente, como aparece en otras idealizaciones, invita a pensar en ello, pero también la excepción reinó en la construcción estética de los dioses mitológicos. Como toda selecta pieza en la historia del arte, nuestro Zeus estuvo a punto de sucumbir a la barbarie, aunque afortunadamente fue protegido en los sótanos del Albertinum el 13 de febrero de 1945, durante el histórico bombardeo de Dresde. REPRESENTACIÓN EN EL ARTE DE LOS AMORÍOS DE ZEUS: ZEUS Y HERA (PINTURA, ESCULTURA Y CERÁMICA). Hera esposa legítima de Zeus, era a la vez su hermana. Ambos tuvieron varios hijos: Ares (dios de la guerra), Hebe (diosa de la juventud) e Ilítia (diosa protectora de los partos y la maternidad). Es curioso que siendo la esposa legítima de Zeus, Hera sea la menos representada junto a él en la historia del arte. En las ilustraciones tenemos al matrimonio en dos obras bien distintas. Por un lado se representa a la pareja en un bajorrelieve del siglo V a. c. y por otro en una pintura al óleo realizada por James Barry, donde ambos aparecen en una actitud muy cariñosa.
Zeus con Hera. 470 a. C.
Júpiter y Juno, james barry (1790-99)
ZEUS Y METIS (CERÁMICA). En esta ocasión Zeus se empeñó en conquista a la Metis, la cual se quedó embarazada al poco tiempo de estar con él. Los oráculos anunciaron entonces, que daría a luz a una niña, y más tarde a un niño que destronaría a Zeus. Así que el dios, recordando que él mismo había cumplido una profecía similar al luchar contra su padre cronos, se comió a la embarazada para terminar con amenaza. Pero en la curiosa digestión, el feo siguió e proceso y, al cabo de nueve meses, Zeus comenzó a sentir fuerte dolores de cabeza y a sufrir desesperadamente. Al verlo en tan penosa situación se acercaron a él el resto de las divinidades del olimpo, que pidieron ayuda al dios herrero Hefesto, quien le abrió el cráneo de un golpe. Todos los dioses se sorprendieron al observar que por la violenta trepanación salió triunfante Atenea, armada de pies a cabeza, dando un grito desgarrador.
Nacimiento de Atenea, Cerámica griega (s. V a. C.)
Nacimiento de Atenea, Cerámica griega (s. V a. C.)
La relación entre Zeus y Metis prácticamente no aparece en el arte, pero sí el nacimiento de atenea, que es muy representado en la cerámica griega del siglo V a. c., sobre todo. También lo plasmó Fidias con una extraordinaria calidad en el frontón oriental del Partenón, con Helios y Selene, ocupando los extremos del frontón en sus respectivas cuadrigas, Dionisos (Baco), Afrodita (Venus) recostada sobre artemisa y leto, que sostiene una lira. Respecto a la sección central del frontón, hoy desaparecida, sabemos, gracias a descubrimientos recientes, que Zeus aparecía entronizado, de frente, y que, junto a él, estaban las divinidades de mayor rango, entre ellas Hera y, por supuesto, Atenea.
Nacimiento de Atenea, Fidias (s. V a. C.)
ZEUS Y DANAE (PINTURA Y CERÁMICA). El padre de Dánae, Acrisio, rey de Argos, recibió una predicción el oráculo en la que se le anunciaba que moriría a manos de su nieto. Para evitarlo encerró a Dánae en una torre de bronce. Pero no contaba con que Zeus contaba con que Zeus visitara en forma de lluvia de oro a Dánae. Fruto de esta unión nació el héroe Perseo, quien con el tiempo mataría accidentalmente a su abuelo con una media como símbolo de castidad y ejemplo de la de una virgen por intervención divina. Perseo es uno de los más representados de la mitología. Artistas de todos tiempos han plasmado esta historia en sus obras. El más conocido es el de Tiziano de 1553, Dánae recibiendo la lluvia dorada.
Dánae concibiendo a Perseo Con la lluvia dorada de Zeus, Gaspar Becerra (s. XVI)
la lluvia dorada, Crátera griega (490 a. C.)
Dánae, Tiziano (1553)
ZEUS Y LETO (PINTURA). Zeus comenzó a sentir una especial predilección por Leto, diosa de la noche, y la celosa Hera no lo podía permitir; así que como castigo la desterró a vagar por la tierra, o sin antes amenazar a aquel que la ayudara. Leto no estaba sola, pues estaba embarazada de dos niños, que serían muy poderosos, según había pronosticado el oráculo. Cansada y sedienta, se acercó a un estanque para refrescarse, pero unos hombres, mandados por Hera, se introdujeron en el agua y movieron todo el del fondo hasta hacer el agua imbebible. Esto propicio la ira de Leto quien le suplicó llorando a Zeus que infringiera un terrible castigo a los crueles mortales. Zeus los transformó en ranas gigantes como castigo. Cuando llegó la hora parto, Hera lo intentó impedir pero finalmente nació -Diana, diosa de la luna, que rápidamente se volvió adulta y asistió a su madre en el parto de su hermano Apolo, dios del sol. Hera continuó con su plan y consiguió que Gea creara a la serpiente Pitón para que devorara a los hijos de Leto. Apolo creció entonces rápidamente y venció a la serpiente con su arco. Después de este combate, el dios fue nombrado como su principal guardián y poseedor del poder de saberlo todo y verlo todo (de ahí que a las personas que conocen el futuro se les llame “pitonisas”).
Leto, Hermann Portumus. (s. XVI)
Apolo y la serpiente Pitón,
Leto, Johann Blaschke (1786)
Rubens (s. XVII)
Tenemos pocas imágenes que nos narran la historia de leto. En la obra de Hermann Portumus aparecen los hombres convertidos en ranas gigantes y en la ilustración del XVI se representa a los mellizos recién nacidos. En el grabado de Johann Blaschke aparece leto huyendo de la serpiente pitón enviada por su peor enemiga, con apolo y artemisa en brazo, todavía bebes. Y por último Rubens capta el momento en el que apolo lanza una flecha a pitón, acabando con ella para siempre.
ZEUS Y SELEME (PINTURA). Semele, Sebastiano Ricci (s. XV) Hera también forma parte de este triángulo amoroso. Hera ideó un plan para eliminar a su oponente: utilizar la poderosa arma de la desconfianza. La diosa se presentó ante sémele y le dijo que si Zeus no se mostraba con todo su esplendor, tal como hacía con ella misma, en realidad es que no la quería. Así que la noche siguiente sémele le pidió a Zeus que se mostrara ante ella tal y como lo hacía con su esposa, y ya sea por demostrar su amor o por estar harto de las, se mostró similar a como lo hacía en los cielos. Se trasformó en trueno, rayos y relámpagos, achicharrando a la sorprendidísima mujer que falleció en el acto. Pero Zeus había dejado su semilla unos meses atrás y rápidamente, y antes de que la mujer se consumiera, arrancó el feto y lo cosió a su muslo. Pasado el tiempo de gestación nacía (Baco, en roma). Zeus no se podía ocupar del retoño y se lo entregó a Hermes el cual, a su vez, lo dio en adopción a una hermana de sémele, pero ante el miedo que les producía Hera le volvieron a dar en adopción, esta vez a unas ninfas que criaron al futuro dios del vino. Tampoco es de las más representadas la relación entre sémele y Zeus, aunque sí el fruto de su unión, Dionisio. En el siglo XVI Jacobo Robusti plasma el momento en que Zeus se le aparece a sémele rodeado de rayos y trueno. En el grabado de Picart unos rayos de caen sobre la joven, mientras Zeus observa la escena. En la obra de Sebastiano Ricci, sémele es sorprendida por la imagen de Zeus, que aparece en todo su esplendor, rodeado de una gran nube. Pero las más curiosas y sorprendentes sin duda las de Gustave moreau. En la obra de 1890, Zeus aparece sentado en un trono de decoración recargada, mientras sémele reposa en su regazo, desnuda y sumida en un éxtasis divino. A los pies del trono se ven figuras que representan la muerte y el dolor, la tragedia humana.
Júpiter y Semele, Gustave Moreau
Semele, Bernard Picart (s. XVII)
Semele, Jacopo Robusti (s. XVII)
ZEUS Y ALCMENA (PINTURA). Alcmena, una mujer que destacaba por su belleza, se casó con Anfitrión, con el que no pudo consumar el matrimonio hasta que volviera de la guerra. En su ausencia, Zeus se hizo pasar por él y tuvo relaciones con Alcmena. El dios alargó la noche para gozar de la mujer durante mucho tiempo, así que, al “día siguiente”, regresó su marido, el cual se unió también a ella, que no se mostraba muy efusiva con su vuelta. Cuando anfitrión comenzó a contarle con detalle las batallas, Alcmena le replicó que ya se lo había contado todo. Anfitrión preguntó a un adivino y éste le revelo la verdad sobre que ella no tenía la culpa, y se dispuso a quemarla en la hoguera cuando Zeus intervino enviando una fuerte lluvia. Anfitrión perdonó a su esposa y decidió incluso hacerse cargo del hijo del dios. Tenía gemelos con un día de, el mayor era Hércules, hijo de Zeus. Alcmena salvada por Zeus Crátera de paestum (330 a. C.) Este mito tampoco se ha representado en exceso. En la pintura del siglo XVIII observando a Zeus transformado en Anfitrión, con la armadura, seduciendo a Alcmena. Mientras en la crátera del siglo IV a. c. aparece Alcmena sobre una pira en el centro de la imagen, y su esposo dispuesto a quemarla viva. También se ha representado a Zeus enviando la lluvia que salvará a su amante. Alcmena con Zeus Convertido en Anfitrión. ZEUS E ÍO (CERÁMICA Y PINTURA). Ío, John Hoppner (1785) Ío, sacerdotisa de la diosa Hera, tuvo un sueño en el cual se le ordenaba que se entregara a Zeus junto a un lago. Ella, muy prudente, le contó a su padre el sueño, quien preocupado, consultó al oráculo, que le indicó que no había forma de escapar al destino y que debía cumplirse el sueño de la joven si no querían ser fulminados todos por un rayo. Ío fue al lago como se indicaba en el sueño, donde Zeus la amó convertido en nube. Pero como siempre ocurría con los amoríos de Zeus, de alguna forma llegaban a oídos de su celosa esposa Hera, y ante el peligro que la muchacha corría, Zeus decidió protegerla convirtiéndola en una ternera completamente blanca. Hera enfadada, pidió que le regalase la ternera, y Zeus no tuvo opción. La diosa puso a la joven al cuidado de Argos, un pastor de cien ojos y Zeus la visitaba esporádicamente de forma
de toro para poder amarla, hasta que comprendiendo el sufrimiento de Ío, decidió intervenir y le pidió ayuda a Hermes que la liberara. Hermes durmió a Argos con su varita mágica y luego lo mató cortándole la cabeza. Sin embargo, Ío no quedó libre, porque Hera convencida de la traición de su marido, envió un tábano para fastidiar a la joven ternera, que atormentada huyó hasta llegar a Egipto donde tuvo al hijo de Zeus. Ahí, recuperó su forma humana y se convirtió en reina del país. Cuando Argos murió, Hera colocó sus cien ojos en la cola del pavo real, como homenaje al guardián que tanto apreciaba. La relación de Zeus e Ío aparece en la historia del arte en muchas ocasiones, desde el momento en el que yacen juntos hasta el de la liberación de Ío por Hermes. Antonio Aleggri y John Hoppner, muestran el momento en el que la mujer y Zeus, transformado en nube, se unen. Giacomo Amigoni representa a Zeus descubierto por Hera y a Argos cogiendo a Ío, convertida ya en ternera. Jacob Van Campen y Velázquez plasman a Hermes durmiendo al pastor, mientras que Rubens capta al dios mensajero, en el momento en el que le va a cortar la cabeza. Ya por último, el propio Rubens, al que le encantan las escenas mitológicas, representa a Hera colocando los ojos de Argos, ya muerto, en la cola de su animal favorito y principal atributo, el pavo real. Hermes durmiendo a Argos
Ío, Antonio Allegri
Mercurio y Argos, Velázquez
Jacob Van Campen
(s. XVI)
(1659)
Juno y Argos, Rubens (1610)
Juno descubriendo a Júpiter
Mercurio y Argos,
Con Ío, Giacomo Amigoni (1732)
Rubens (s. XVII)
ZEUS Y LEDA (ESCULTURA Y PINTURA). Leda y el cisne. Timotheos. Otra de las relaciones más representadas de Zeus es la de Leda. Una tarde Leda, reina de Esparta, estaba en su jardín, junto al lago, y vio que se le acercaba un hermoso cisne. Nuca había visto un animal tan bello. El cisne llegó a la orilla y Leda lo acarició y lo besó y yació junto a él. Esa misma noche yació con su esposo y como consecuencia, puso dos huevos de los cuales nacieron cuatro hijos: Helena (la famosa Helena de Troya) y Pólux (inmortales hijos de Zeus) y Clitemnestra (esposa del rey Agamenón) y Cástor (mortales, supuestos hijos de su esposo). Puede que la historia de Leda y Zeus sea la más representada de los amores de Zeus.se ha representado desde el mosaico romano del siglo III d. C. hasta Dalí, todos representan el momento en el que el cisne es acariciado por Leda. Jacobo Ripanda hacia 1505
Leonardo da Vinci
Miguel Ángel en 1530
Entre 1515 y 1520
Correggio hacia 1531
Boucher en 1742 Bartolomeo Ammanati hacia 1550
Auguste Clésinger en 1864
Paul Mathias Papua en 1938
Jules Roulleau en 1890
Dalí en 1949
Nikolai Kalmakov en 1917
Igor Zeinalov en la actualidad
Son sólo algunos de los artistas que desde el Renacimiento hasta hoy se han ocupado del tema. ZEUS Y EUROPA (PINTURAY CERÁMICA). Una de las metamorfosis más famosas de Zeus es la de toro. La princesa Europa jugaba con sus compañeras en la playa, cuando Zeus la vio y quedó maravillado por su belleza. Como Zeus sabía que Europa podía rechazarlo si se le presentaba naturalmente, se transformó en un hermoso toro blanco y fue a rendirse a los pies de la bellísima doncella. Primero, la joven se asustó, pero luego fue tomando confianza acariciando el lomo y montándose en la espalda del toro. Zeus inmediatamente se levantó y partió hacia el mar. Europa gritaba y se aferraba con fuerza a sus cuernos. Zeus se alejó de la playa y llegó a Creta. Los hermanos y la madre de Europa salieron en su búsqueda desesperados, pero no dieron con ella. Zeus logró su cometido y se unió a Europa, quien dio a luz a tres hijos del dios: Minos, Sarpedón y Radamantis. De todos sus hijos el más famoso es Minos, de cuya familia nacerá posteriormente el Minotauro, monstruo con cabeza de toro y cuerpo humano que permanecía encerrado en un laberinto construido por Dédalo y se alimentaba de carne humana. El toro cuya forma había adoptado Zeus se transformó en una constelación y fue colocado entre los signos del Zodiaco y la propia Europa terminaría dando su nombre al continente europeo.
Junto con Leda, Europa es una de las amantes de Zeus más representadas en la historia del arte. Por un lado está la cerámica griega y por otro la famosa obra de Rubens, copia de Tiziano (s. XVII), sin olvidar la pintura de Gustave moreau (1869).
Europa, Moreau (1869)
Europa y el toro, Kylix griego
Europa, Rubens
(330-320 a. C.)
(Copia de Tiziano)
ZEUS Y GANÍMEDES (PINTURA Y CERÁMICA). Ganímedes, Antonio Allegri (1531) Ganímedes era un joven muchacho que se ocupaba de cuidar los rebaños de su padre, y era el mortal más bello de todos los hombres. Un día, Zeus, que había conocido de su existencia, se fijó en él y se metamorfoseó en águila atrapando con sus garras al joven y llevándoselo al olimpo. Como compensación por el rapto, su padre recibió unos caballos divinos y una copa de oro realizada por el gran Hefesto. En el olimpo Ganímedes fue inmortalizado de manera infantil para siempre y jamás creció, ocupándose, además de lo que Zeus dispusiese, de escanciar, cargo en las largas veladas y encuentros de los dioses olímpicos, cargo sumamente honorífico. Hoy en día se llama Ganímedes al satélite más grande del planeta Júpiter. La historia de Ganímedes también aparece plasmada en el arte en muchas ocasiones. Tanto el rapto del joven de Antonio Allegri y Rubens y de su trabajo como copero de los dioses en los vasos griegos del siglo V a. C. El rapto de Ganímedes. Rubens (s. XVII)
Ganímedes, crátera (490-480 a. C.)
Ganímedes y Zeus, Vaso griego (480 a. C.)
OBRAS EN LAS QUE APARECE ZEUS. 1. Hesíodo, Teogonía 36-52. 2. Homero, Ilíada I 503-533. 3. “Que Zeus es el del cielo es un dicho común a todos los hombres” Pausanias II 24.2 4. dos historias principales contradictorias sobre afrodita: Hesíodo afirma en su Teogonía que “nació” de la espuma del mar después de que crono castrase a Urano, de forma que la hace hija de éste; pero Homero afirma en la Ilíada (libro IV) que era hija de Zeus y Dione. De acuerdo con Platón (el banquete 180e) estas dos eran entidades completamente separadas: afrodita urania y afrodita pandemos. 5. Homero, Ilíada I 202, II 157, 375… Píndaro, ístmicas IV 99, Higino, Astronomía poética II 13. 6. Himnos Homéricos: Himno a Deméter. 7. Escolio sobre las olímpicas de Píndaro VI 162 8. Hesíodo, apud escolio sobre Apolonio de Rodas II 297 9. Heródoto. Historias III 142.1-5 10. Pausanias VIII 38.6 11. Platón, la República, 565 d-e 12. Homero, Odisea XIV 326-7 13. Pausanias III 18 14. Ovidio, las metamorfosis IV 15. En el tratado IV, “problemas del alma”, el demiurgo es identificado con Zeus: “cuando bajo el nombre de Zeus estamos considerando al demiurgo debemos abandonar todas las nociones de etapa y progreso, reconocer una vida inmutable e intemporal.”
BIBLIOGRAFÍA.
http://eluniversodeclio.blogspot.com.es/2012/03/hijos-de-zeus-ii-atenea.html http://paseandohistoria.blogspot.com/2011/12/el-oraculo-de-dodona.html httm://quhist.com/olimpiadas-antiguas-pruebas-fechas-premios/ httm://rincóndelartedejudit.blogspot.com.es/2010/12/esculturas-de-zeus.html https://nihilnovum.wordpress.com/2010/12/esculturas-de-zeus.html Historia del arte. J.F. Ràfols. Edición actualizada. Editorial óptima, S.L. Rambla Catalunya. Diciembre de 2002. ISBN: 84-95300-17-8. ENCICLOPEDIA UNIVERSAL BASICA. MÁS ACTUAL TOMO 11. HISTORIA DEL ARTE. Ediccion, S.A.6ª edición. 1993 Aglo, S. A. ISBN: 847973-271-7 (obra completa)