Atlas un silencio a voces natalia victoria álvarez

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ATLAS AGRESIÓN SEXUAL “UN SILENCIO A VOCES”

Natalia Victoria Álvarez Narrativa Audiovisual 2ºBBAA G2


Un contexto general que enmarca una verdad a voces. Un hecho que no es ajeno a ninguna persona y que, sin embargo, está socialmente más relacionada a las mujeres. Debemos ser conscientes de que los hombres también son víctimas. A diferencia del trato femenino, los hombres que reciben violencia, - agresión por parte del sexo opuesto,- no se les reconoce el daño, tanto psicológico como físico que se les llega a provocar. En muy pocas y concretas ocasiones, el hombre se ha visto apoyado para salir de situaciones de agresión, al fin y al cabo estamos acostumbrados a oír: “Violencia Doméstica hacia una mujer”, “Muerte a manos de hombres”, y muchas más frases que no nos extrañan, porque se tratan de casos unidireccionales: Hombre  ataca  Mujer. Aun siendo conscientes de la gravedad del asunto y del impacto que provoca este tipo de violencia. Con éste trabajo he querido mostrar, de manera sutil, esa cara oculta de la agresión, un drama en silencio, una vivencia que nunca ha tenido un respaldo que se pueda a llegar a comparar con el de la mujer. No he querido, en ningún momento, dar menos importancia a la violencia que sufren las mujeres; de hecho, cada una de las representaciones e historias que cuento en la misma obra se refieren a mujeres maltratadas, quienes también sienten miedo de hablar de su caso, pero que encuentran más “fácil” apoyo, “suena más creíble que una mujer sea maltratada por un hombre que viceversa”. Si pensamos al revés, “Un hombre es maltratado por su mujer”, la típica respuesta o pensamiento del receptor suele ser que “la mujer ha aprendido a defenderse”, “seguro que el hombre empezó a agredir y la mujer simplemente se defendió”. Casos en los que ni si quiera los jueces son capaces de reconocer que el Ser Humano, independientemente de su sexo; es un animal de instintos, de placeres, eternos descubridores de sensaciones nuevas como: descubrir, escribir, leer, viajar, pintar, ¿matar? Damos por supuesto que todos tenemos ese último instinto, si se activa con un estímulo suficiente que nos haga perder la razón, y salga nuestro animal interno. En definitiva, todos somos víctimas de impulsos incontrolables, mujeres y hombres.


En un principio había pensado en una caja, a la cual daría la forma de ‘Libro Gigante’, y cuyo contenido mostrase las noticias más impactantes sobre agresión doméstica. En el centro de la página del libro se iba a introducir un dispositivo audiovisual, algo así como una Tablet que enseñase imágenes del mismo contenido, sin embargo. La idea no se llevó a cabo por diversos motivos: En primer lugar, la idea de la Tablet incrustada en la página era bastante tentadora, vistosa y llamativa, pero no sería una obra de arte que se quedara así para siempre, es decir, la dispositivo digital habría que recuperarlo en algún momento, esto implica desmontar el libro, a menos que fuese para una exposición de arte, en cuyo caso la pieza no se desmontaría. En segundo lugar, el ‘Libro Gigante’, no salió cómo debería, las piezas de cartón eran muy poco consistentes. Necesitaba de material como madera para que la forma tuviese sentido, sin necesidad de refuerzos que ayuden a mantener de pie un “Libro de cartón abierto”. La siguiente idea surgió de la Carrera de Historia del Arte, estudiaba asignaturas como “Literatura Antigua y Medieval”, por no decir más, en las que se trataban contenidos de mitología en arte, filosofía y estética artística… Un tema que siempre me ha llamado la atención. De esta manera pensé en el tema propuesto: “La Agresión” y en las diversas violaciones protagonizadas por seres tan perfectos, puros e inalcanzables para los mortales, El Dios de Dioses, Zeus. Al parecer, estos Dioses, no tenían demasiadas cosas que hacer en su día a día. Sólo tenían que encargarse de “Controlar los mares, provocar tormentas, cuidar de la naturaleza, controlar la guerra, fijarse en el sueño de los demás, la muerte de otros, y el AMOR”, casi nada para un Dios. Todas estas tareas no eran suficientes para mantener ocupados a los Dioses. Se aburrían. Esto les llevaba a planear ideas enrevesadas que consiguieran captar la atención de sus amadas amantes, teniendo como objetivo la violación de las mismas. Diosas, mortales, incluso Hombres eran “obligados”a mantener relaciones sexuales con el Dios correspondiente. Una Agresión Sexual. En líneas generales no había una idea concreta de la representación que iba a generar una obra que hablase del tema, sin llegar a obligar al receptor a leer evidencias, es decir, una obra que no fuese un telediario más, un libro común que contase las mismas noticias


de siempre. En todo momento he querido crear algo que introdujese una idea en el espectador al leer y ver las imágenes y dibujos de la obra definitiva. El libro era más que necesario, pretendía que la estructura visual fuese esa, pero con un contenido diferente. El objetivo del libro es narrar historias generales, que estamos acostumbrados a leer en las noticias e introducirlas junto a los mitos, los cuales tienen una narración diferente (más adornado y menos violento que las noticias), pero que expresan la misma agresión, y usar las imágenes como apoyo visual del contenido. De esta manera, al leerlo el espectador crea una idea general, implícita sobre la “agresión sexual hacia los hombres”. El libro se puede leer de varias maneras, siempre es mejor que se lea de forma tradicional, página por página y centrándonos en todos y cada uno de los detalles que lo conforman. Aun así resulta divertido cambiar la forma de lectura. El borde de cada página presenta noticias que, al leerlas, parecen incompletas; sin embargo, cuando saltamos al borde de la siguiente página la historia continúa. La siguiente forma de lectura es, a mi forma de ver, menos atractiva y no tan efectiva en cuanto al objetivo del trabajo, pero sigue siendo una forma de lectura paralela que se centra en leer los mitos y observar el dibujo correspondiente al mismo, puesto que no se trata de dibujos típicos mitológicos en los que la mujer, sin defenderse, es raptada por el hombre que, en su mayoría, hace metamorfosis para que la historia no parezca tan cruda. Se trata de dibujos con los que he querido expresar una verdad a voces, una violación, aunque con matices. La mujer nunca parece defenderse del ataque; algunas, incluso, parecen disfrutarlo. A partir de “monigotes”, personajes sin identidad aparente; desnudos, carnales, poseídos por el placer, (pintados de color carne, representando la humanidad y mortalidad), son agredidos sexualmente por un Dios, un animal endiosado (pintados de color plata, representando la Divinidad), que se aprovechan de la situación del mortal. Otra representación que he querido destacar en el libro es el recorte de una imagen que habla sobre el mito. Las imágenes no se encuentran enteras porque quería hablar de un tipo de agresión que está en la mano del artista en cada momento. Tenemos prácticamente en nuestro poder la manipulación de las imágenes, convirtiéndolas en obras de arte. Por ello he querido cortar las imágenes, “agredirlas” y, a continuación, las


he pegado y pintado. Otro aspecto a destacar es que se encuentran rodeadas por frases propias de las víctimas destacadas en las noticias, que parecen liberarse y defenderse ante la agresión que viven. Por último, en cuanto a la representación y estilo usado en el libro, quería mencionar las manchas de pintura roja y negra a lo largo de toda la obra. Desde cierto punto de vista, una Agresión Sexual, no tiene porqué implicar sangre, pero eso lo he llevado mucho más a mi terreno. Es muy típico representar el amor, la pasión, el placer, con colores cálidos y, más en concreto, con el Rojo. No he querido sólo representar la pasión, sino el dolor. La mujer, al menos desde mi punto de vista, sin ni si quiera considerar que ha sufrido una agresión sexual, está muy relacionada con la sangre, es un proceso vital que adquirimos por ser “Mujer”, un conducto que empieza como vida, ataca en la madurez para generar más vida y se manifiesta en diversos procesos pasionales e impulsos de los que he hablado antes. No es un símbolo de la agresión violenta, he querido representar un desorden emocional que da frutos. Una forma de tener consecuencias favorables como dar vida, a partir de actos salvajes. La portada quiere representar este tipo de violencia. La imagen de alguien que parece acabar de luchar, repleta de manchas rojas y negras, que se contrapone con el borde de la página, y que nos habla de una pequeña fracción de las numerosas amantes que tuvo Zeus. En cuanto a la tipografía, se pueden encontrar dos tipos. La primera es letra impresa de ordenador, que trata las frases de las víctimas y los titulares de las noticas reales de los casos de agresión entre hombres y mujeres. La segunda tipología que se encuentra es mi letra, escrita con un bolígrafo blanco, el cual no dio resultados demasiado satisfactorios, pues la letra apenas se entendía por el grosor que tenía, y tuve que repasar los bordes de cada letra para conseguir un resultado más aceptable y legible. Esta última, cuenta los mitos de cada una de las agresiones de Zeus. El objetivo general del trabajo en principio lo he conseguido, he expresado lo que quería, sin embargo depende de la interpretación que de cada receptor de la obra. Todos estos detalles deben tenerse en cuenta y, sobre todo, el público al que va dirigido, personas de edad adulta, mayores de 18. Esto no implica que alguien menor no lo pueda ver, simplemente que ayuda a conseguir con más éxito el objetivo que he generado en el trabajo.


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