CORNISA suplemento cultural by Nataly Blue

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Lunes 11 de enero de 2010 / Pág. 82

EN PORTADA

Del 11 de enero al 24 de enero CICLO DE CINE FRANCÉS ntal Auditorio de la Universidad Contine Calle Real # 365

STAFF CORNISA Año I, Edición Nº 01 Lunes 11 de enero de 2010 Carretera Central Km. 5 Ciudad Universitaria suplemento_corniza@gmail.com.pe

T 235467

Viernes - 4:45 p.m. Esquina Real y Piura

MENÚ SEMANAL

INSTANTÁNEAS

“Avenida” Ilustración diseñada con MS Paint Por Joseavet

Director Ginna Rojas Castro Editor Nataly Yupanqui Tueros Colaboradores Celia Arhuis Aponte César Muñoz Diego Ñaupari Rafael Elvis Ortega Chuquipoma Ricardo Rodríguez Zegarra Marianela Pérez Merino

Del 11 de enero al 24 de enero CICLO DE CINE FRANCÉS ntal Auditorio de la Universidad Contine Calle Real # 365

Rocio Rojas Castillo Max Beraún Pérez Edvan Ríos Ángel Vila Pihue Efraín Chumbes Mancha Luis Quispe Huarhuachi Guadalupe Carbajal Fotógrafo Alan Marmanillo Chuco Diagramador José Avellaneda Tello

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Z CORNIZA SUPLEMENTO

CULTURAL

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Aﾃ前 I # 0001 LUNES, 11 DE ENERO DE 2010

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TRIBUNA LIBRE

LA BUENA COMUNICACIÓN DEBE CRUZAR FRONTERAS Por: Celia Arhuis Aponte

o conocí en una obra de caridad que se realizaba una Sociedad Benéfica conocida, yo de pura casualidad llegue para tomar algunas fotos de los trabajos que se hacia con estudiantes extranjeros que llegaban de Canadá para realizar intercambio cultural y trabajos de investigación. Daniel Cracias uno de ellos, un tipo de piel morena, contextura delgada, no tan alto y con unos ojos que deslumbrarían a cualquiera que los vean, se acerco a preguntarme sobre la cantidad de niños que existían en el albergue, le respondí que no sabia y al rato me di cuenta que al igual que yo no entendía bien lo que le decía, no tarde tanto en tratar de entablar una “linda conversación”, tal vez porque quería aprender hablar mas el ingles y otra cultura, pero mis pocos conocimientos hacia la lengua extranjera no me ayudaban tanto que digamos, así que entre gestos y señales corporales trate de comunicarme con él, porque creía que una buena amistad surgiría después de todo. Al paso del tiempo nos hicimos mas amigos, yo trate de estudiar todo lo que podía del ingles en mis horas libres, hasta que el me pidió que le llevara a visitar los lugares turísticos del Valle del Mantaro, así fue, no le gusto tanto las zonas que para nosotros como huancaínos veíamos como paisajes hermosos y de buenas comidas, pues algo que le desagradaba bastante era ver que la tierra

cada vez se arruinaba por culpa de nosotros de no manejar una buena educación ambiental, tenia mucha razón a cada sitio que íbamos sino era el agua, eran los campos que se encontraban contaminados, pero le hice probar platos de nuestra localidad para así tratar de compensar lo malo, le agrado bastante, tratándose más sobre el Chicharrón Colorado, y el tradicional baile de la Morenada que para aquel entonces se festejaba. Pasar treinta y seis días inolvidables entre risas por nuestra falta de comunicación verbal, diferentes culturas y forma de vida diferente, me hicieron pensar que ente mundo existe mucho por descubrir y conocer. Ahora nos comunicamos por el correo electrónico, teléfono, Messenger y el facebook, la tecnología es de gran ayuda, pues no nos sentimos tan alejados a pesar de las miles de millas que nos separan, solo espero que algún día vuelva, para aquel entonces mis clases de ingles habrán resultado y nuestra comunicación no será tan ambigua.

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POESÍA FREELANCE N

o es difícil encontrar jóvenes con apego a las artes, la literatura y la poesía dentro de la región; lo que si es difícil de encontrar son espacios públicos donde se difunda y se motive este tipo de expresiones. Por ello, este humilde suplemento implementa este espacio en el cual serán publicadas creaciones literarias, ya sea en verso o en prosa, de todos aquellos que consideren tener el talento y las ganas que caracterizan a un escritor. LA PEQUEÑA CAJA NEGRA

Avellan sé Toda mi vida está aquí, eda en esta pequeña caja, es por eso que le pongo dos cadenas y cuatro cerraduras; no es suficiente, pero ya que. A veces me caigo y llego a destrozarla, uso un poco de lágrimas para coserla. Cuando la saco al sol ella se esconde, se comprime para que nadie la vea. A veces pienso si todo esto debería ser así, pero ya que, mi vida está ahí. Hace dos días la cambié por un poco de amor y terminé en un cuarto oscuro pidiendo perdón. Ahora si alguien se acerca demasiado ella me agarra de los ojos y me hace caer, SI LO VIERAS MAÑANA me golpea contra el piso y la pared, Ayer, los colores solo iluminaron el saco a veces el dolor dura mucho, a veces no. marrón y ese sombrero que hacía conjunRecuerdo que la obtuve hace mucho to... pero no se cuanto pasó desde aquel día, Ayer, ya no levantabas tu brazo para que poco a poco fui cediendo mi lugar. pueda verte entre ese mar de personas. Ayer, tu sonrisa no me acompañaba. Yo siento que no la necesito, Ayer, no pude agarrar tu mano para que pero necesito saber que algo no te vayas, porque nunca llegaste. me pertenece. Ayer, los acordes se opacaron por tu Es verdad, ausencia. Ayer, te canté para que no me escuches. ella es la único que tengo Ayer, tocaste mis labios sin usar los tuyos. y juro no intentar cambiar nunca más. Ayer, no necesitabas de mi. Ayer, pedías que me quede a dormir. Ayer, escuchabas nuestra canción mientras HOY ESTUVE BUSCANDO AMOR cerrabas los ojos. Ayer, esperabas que te bese. Ella atraviesa mi avenida Ayer, me borraste de tu lista de “a quienes todos los días de invierno. extrañar”. Si, ella lo sabe todo Ayer, llorabas y reías recostada en mi -yo nunca tuve nadahombro. y ahora me siento aquí Ayer, estabas celosa por preferirte y no tratando de observar el vacío quererte. que muestra ese podrido corazón. Ayer, bailamos en tu cuarto cada uno en su esquina. Hoy estuve buscando amor Ayer, lloramos juntos una vez más, en tu pero me di cuenta que ya estoy obsoleto, cuarto. ya perdí la chispa y las ganas, Ayer, terminaste conmigo con el sofá de debo encontrar pastillas testigo. o hacerme un exorcismo. Ayer, buscabas en mis labios tus recuerdos de enamorada. En fin, hoy las aves vuelven a girar hacia ella Ayer, perdías nuestras fotos. cagándose encima mío.

rdo Rica uez ríg Rod

¡CORTE!, SE IMPRIME Nunca fue nuestra película, incluso, nunca la protagonizamos. solo el mensajero de tus sueños, mientras viajaba contigo por el contorno de tu voz, acercándome a tus ojos y respirando de ti... disparaste contra mi... heriste todo menos el corazón, ¿por qué olvidaste lo mas importante? solo quería estar muerto para ti... por segunda, tercera o cuarta vez jugamos lo mismo... y si ocultaba las heridas era el miedo de Limpiarte de mi... ahora, no se si ese Carnaval era para nosotros o si a cualquier lugar, fue solo conmigo; solo compartimos labios que no eran sinceros. la película terminó, y este es nuestro exit music, for a film.

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EL COLUMNISTA

EL MEJOR DE LOS OFICIOS Por: Edvan Ríos

ace ocho años, o algo más, tomé resurge cuando la otra solvencia suele la decisión de ser periodista. Ya en intervenir. Alguien definió así al perioel camino he ido conociendo lo sucio dismo: “Para ser periodista, digno de que se puede terminar tras una jornaese nombre, hace falta una concienda de trabajo en esta profesión y lo limcia exigente, un gusto por el coraje y pio que se siente el irse a la cama sin un sentido de lo humano; también es recibir, entre otras cosas, el dinero fácil preciso conocer el oficio”. Siempre me de la publicación por encargo. Desde pareció jocoso, porque muchos empeaquel remoto día, de zamos por el final. lluvia cotidiana, no he “Pepucho, ha sa- Desde entonces, desde tropezado con motivo respuesta, Pepucho bido sobrevivir al esa para arrepentirme. siempre ha sido mi priMi incursión en el perio- tiempo y al inevita- mer referente en el pedismo, como se sabe, ble olvido. Él nace riodismo. Pero lo valoré es hasta hoy, breve. más cuando me contaPero suficiente como cada día con la ron sus inicios (fue funpara saber con seguri- idea de ser mejor. dador de Correo y andad lo que uno debe y estuvo en La Voz de Siempre he admi- tes no debe hacer en deHuancayo), cuando con terminadas circunstan- rado eso. Porque lo su característica naturalicias. Eso se debió en practicaba en nues- dad corregía mis vergongran parte a que cuanzosos errores, cuando do me inicié en esta tra profesión con nos reíamos en secreta lucha aún no perdida, ética”. complicidad de “barbarituve la enorme fortuna dades de los redactores” de que alguien como (que él anotaba en una José Luis Vega Córdova, fuera mi vediscreta hojita para mostrármela en las cino de computadora en el diario Cohoras de descanso para distraernos), rreo. El gran “Pepucho”, un sesentón cuando me decía que la ética es lo más bonachón de barriga generosa, canas difícil de ejercer, cuando era él. frescas y cachetes de ardilla, me soltó Mucha agua ha corrido bajo el puenla frasecilla burlona que me inquietaría te, como diría Pepucho, desde aquella sobremanera desde el primer momenlejana tarde. Mucha también la mugre to: ¿Así que quieres ser periodista, no? que me ha tocado ver y vivir en este Tiempo atrás, ocupaba mis tardes letiempo. Pero jamás he olvidado muyendo muchos periódicos y revistas chas de sus palabras. Y es que Pepu(confieso que es un hábito que he ido cho, ha sabido sobrevivir al tiempo y perdiendo con el paso del tiempo y esal inevitable olvido. El nace cada día pero recuperar), y me había converticon la idea de ser mejor. Siempre he do en el televidente número uno del admirado yo eso. Sobretodo porque lo programa televisivo de Hildebrandt por practicaba en nuestra profesión. Y con las noches (para mí, verlo era un deber ética. ciudadano y aún lo veo por internet Aquellas veces mi gran amigo Pepuen RBC). Así, como quien no quiere la cho me dijo de mil maneras la forma cosa, fui seducido por la mejor de las de hacer bien las cosas. Una de esas profesiones. maneras, debió haberla escuchado “Sí señor, eso es lo que deseo”, le dije con atención el escritor y periodista como respuesta. Y él sonrió. Sonrió Tomás Eloy Martínez, quien en un arporque sabía lo que realmente significa tículo que guardo con felicidad pudo forjarse como periodista. Sabe lo que resumir la vida de Pepucho: El periodiscuesta la reputación ganada a pulso, mo es, ante todo, un acto de servicio. el valor del buen nombre sin favores Es ponerse en el lugar del otro, comde por medio, la solvencia moral que prender lo otro. Y a veces, ser otro.

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POESÍA UNIVERSITARIA “T inta de mi sangre” es uno de los círculos literarios más activos dentro de la región, la mayoría de sus integrantes pertenecen a la facultad de Pedagogía y Humanidades de la UNCP, quienes por su lado dan muestra de talento y conociemiento a través de las diversas publicaciones que realizan. A continuación presentamos una pequeña selección de poemas que publicaron a través de diversos medios, en su mayoría, undergrounds.

“LIKE” “LA LUZ DE TU AMOR” Esos ojos tan bellos y esos cabellos tan negros y brillosos como un diamante, esos labios que son tan bellos como dos rubíes y tan rojos como la sangre. Andas niña con esa sonrisa de lucero; y alegras a ala mañana a pesar de su tristeza;y esa voz tan dulce como la miel que enternece al bello amanecer. Alegría para la mañana es verte felíz; niña hermosa y risueña que junto contigo cantan los pájaros a lo lejos. Verte dormir ,es ver a la bella aurora de la mañana ver tu tristeza es ver a la noche sin luna. Ver tu alegría es ver a los ángeles cantar y a los pájaros trinar. ¡Suerte para el que te ve! Porque amor eres, amor inspiras y paz es tu mirada. ¡para aquellos que miran tu rostro! ¡para aquellos que prueban tu ternura! ¡para aquellos que contemplan tu belleza! ¡Solo para aquellos es tu CORAZÓN! Sofía Navarro

Lo siento, por no saber k decir cuando te tengo frente mió. No es tan fácil de decir, lo siento, como lo siento. Discúlpame, por no poder decir lo que es muy importante para mí. No es tan fácil de decir, discúlpame, como disculparme. Y mas tu señora, aun así me soportas mas yo niña, aun así te soporto; eres la suma perfecta a esta carencia; pero me pongo a pensar, que no serás para mí. Te extraño, quiero por teléfono decir pero solo tartamudeo al oírte. No es tan fácil de decir, te extraño, como extrañarte. Te necesito, deseo que lo entiendas así como del sol necesitamos para vivir. No es tan fácil de decir, te necesito, como necesitarte. Y mas tu amada, aun así me soportas mas yo querida, aun así te soporto; eres la historia perfecta a esta vivencia; pero me pongo a pensar, que no serás para mí. Te quiero, es lo que quiero decir es lo que tu no quieres oír. No es tan fácil de decir te quiero, como quererte. Te olvidare, es el deseo en el fondo de mi me dicen que será posible lograrlo pero no es tan fácil de hacer te olvidare, como olvidarte. Y mas tu nena, aun así me soportas mas yo Gabriela, aun así te soporto; eres la pieza perfecta a este rompecabezas; pero me pongo a pensar, que no serás para mí y pensar que yo no soy para ti… Juan Padel

“RENUNCIA DEL 28” Hasta ayer y mañana no podre recordar lo prematuro que fui al llegarte a adular. Tercera herida, y en ella me prometia curarme la misma y olvidarte,eso yo haría. Aunque contigo: Me sentia en lo mas alto caí en los más bajo hasta el mas enpinado cielo y llegue al mismo infierno Hasta hoy y mañana no podre explicar la figura de tu cara en mi pupila reflejar Primera llaga, era la primera que a mi me causabas esta vez a ti renunciaria cuando nunca te tenia Hasta el 28 renuncie a ti aunque hasta hoy recien lo entendi. Aunque contigo: Me sentia en lo mas alto caí en los más bajo hasta el mas enpinado cielo y llegue al mismo infierno Hasta hoy, mi vida continuo ¿por qué?, no sé la razón mirandome veo tus ojos cuando yo cierro los mios Ya entendi , recien a la segunda el amor que ofrecias las palabras que decia no eran,nunca será mia. Aunque contigo: Me sentia en lo más alto caí en lo más bajo hasta el mas enpinado cielo y llegué al mismo infierno cuando mas te oía, mas a ti renunciaba esta ves lo hacia, aunque nunca te tenía. Juan Padel

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CUENTOS I

EL HIJO

Por: Percy Toribio Alvarado*

a verdad Francisco, tú no tienes ninguna consideración, yo creí que ibas a cambiar, convertirte en un hombre de bien, responsable de tus actos. Pero no, ahora veo que eres un borracho irresponsable; un descuidado. ¿Acaso has perdido la vergüenza, Francisco? Las palabras del anciano estaban cargadas de amargura y reproche. Luego hizo un silencio para tomar aliento y sujetar con fuerza al que iba a su lado. Al leve resplandor de la luna, la sombra de los dos hombres siguió avanzando tambaleante y trastabillando entre los arbustos y las piedras del camino, de rato en rato, el anciano lo encaminaba por sitios apropiados; y en otros, lo agarraba con fuerza temeroso de soltarlo y dejarlo caer. Sentía la frente sudorosa, el cansancio que lo hacía respirar con dificultad. Hizo un esfuerzo para seguir hablando. -Fíjate nomás el estado en que estas, Francisco, fíjate en la vida que llevas, te pasas el día con tus amigos tomando en la cantina, Francisco…¿por qué te portas así?. Guardó silencio, un silencio en que esperaba escuchar una respuesta del que iba a su lado, pero sólo oyó el resonar de sus pasos en el pedredrío, su resuello agitado y después el prolongado silencio inundado del chirrido de los grillos, y el croar de los sapos en la oscuridad de la noche. Arriba, la luna resplandecía luminosa; iluminaba las siluetas de los hombres que avanzaban por el camino, siguiendo el curso ondulante de una cuesta que se perdía devorada por las sombras de la noche. El anciano lo llevaba sujeto por los hombros, y el otro iba cabizbajo y silencioso. -A la gente le ha dado por hablar mal de ti, Francisco, hablan de tus continuos pleitos, de tu ofensas a la gente; dicen que eres un borracho perdido. Y de tanto oírlos a uno le da coraje, molesta saber que alguien que uno quiere este andando por malos caminos; echándose a perder en la vida, y con más razón a mí que soy tu padre, Francisco. Avanzando cada vez más lentos, dete-

niéndose y reanudando sus pasos. El anciano lo llevaba abrazado, sujetándolo por los hombros, escuchaba la respiración agitada de su hijo, sus pasos que avanzaban a puro traspié, sus palabras que le habían venido diciendo: -Ya estoy cansado, déjame aquí. -Camina un poco más hijo, ya llegamos, le decía el anciano. -¡No quiero, váyate. Déjame solo¡ Lo llevaba por la fuerza, dándole impulsos para apresurar sus pasos y avanzar más rápido. Escudriñó las distancias como queriendo orientarse, sabía que por ese lado estaba el pueblo, que siguiendo el camino, pronto tendrían que aparecer las primeras casas; pero por más que observaba, no lograba distinguir un destello de luz, una pared, o algo que le indicara la proximidad del pueblo. Ya sentía el cansancio agolpándole la garganta; haciendo lento sus pasos, sentí que aún llevaba un pedazo de reproche dentro de él y siguió hablando. -Te estás haciendo mala fama con la vida que llevas, Francisco. Siempre escondiéndote de la casa para tomar; siempre armando pleitos y ofendiendo a la gente. Ayer me dijeron que te habían visto por Madián, y como no aparecías tuve que venir a buscarte, ande por todo el pueblo preguntando por ti; y donde te encuentro, en la cantina con tus amigos y te negaste a venir, Francisco, te negaste…Si yo hago todo esto, es porque tú eres mi hijo, porque me duele verte en ese estado y porque tu difunta madre también me encargo que te cuidará. Ella siempre se preocupó por ti. Sí, antes de morir me dijo: “Cuídalo Rogelio, cuida mucho a nuestro hijo…”. Y yo le prometí que así lo haría, eso le prometí a ella. -Ya estoy cansado, déjame aquí. -Haz un esfuerzo hombre, todavía no veo el pueblo. -Váyate solo. Yo me quedo. Detuvo sus pasos y soltándose de los brazos de su padre se sentó en el suelo. Allí se quedó con la cabeza gacha, apoyando sus brazos en los muslos; resollaba agitado y profundo. El anciano lo miró compasivo, le limpió el sudor de la cara y se sentó a su lado.

-Está bien, Francisco, descansa un poco después nos iremos. Observo la luna que resplandecía encima de los arboles negruzcos. Estaba redonda y blanca, iluminando el camino ceniciento que se perdía en la distancia. Ambos padre e hijo se quedaron dormidos.

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CUENTOS II

EL GORRIÓN Por: Percy Toribio Alvarado*

na tarde fría avanzaba por un camino bordeado de abundante vegetación. El viento inquietaba la tarde y mecía el follaje de las plantas. Arriba, el cielo se tornaba nebuloso, negros nubarrones comenzaban a poblar el cielo ceniciento, y yo, temeroso de una tempestad, apresuraba mis pasos para llegar lo antes posible a mi destino.

Mientras caminaba iba contemplando la naturaleza. La primavera ya había comenzado y ponía sus notas de verdor en los campos; los árboles exhibían sus ramas florecientes y las hierbas y los arbustos crecían impetuosos llenos de vida. Estaba atento en mi contemplación, cuando de pronto; entre las ramas de un arbusto, mis ojos descubrieron un pequeño nido cuidadosamente oculto. El viento que soplaba y mecía el follaje,

parecía haberlo descubierto. al ver aquel nido una súbita curiosidad se apodero de mi, y sigiloso me fui acercando. Acariciaba en mí la idea de tener a los polluelos y llevármelos a casa. No sería muy difícil llegar hasta él, era cuestión de apartar unas cuantas ramas y estaría en mis manos. Lentamente me fui aproximando, pero la madre gorrión voló al sentir mi presencia. Trinando chillonamente, con el plumaje erizado fue a posarse en un ramaje cercano. Desde allí mostraba una actitud vigilante y recelosa saltando inquieta de rama en rama. Me asome entre los tallos del arbusto, y allí, en medio de un revoltijo de plumas, palpitantes y chillones estaban los polluelos del gorrión. Siempre había sentido curiosidad por saber cómo eran estos pequeños seres y quise verlos de cerca, observar el misterio de sus

aspectos. Deslicé mi mano para sacar a uno de ellos; más de pronto, muy cerca de mí, sentía el vuelo rasante del gorrión que en actitud resuelta y trinando enérgicamente voló temerario sobre mí, me acosó con su vuelo rasante; con su chillido agudo y estridente una y otra vez. Su actitud comenzó a irritarme, exasperado cogí una piedra y estuve a punto de lanzarla a la obstinada avecilla, pero algo me contuvo al notar su frágil inocencia y su desesperación para proteger a sus polluelos; me quede pensativo, y en aquel instante juro que sentí una sentí una profunda admiración por el pequeño gorrión que sin medir el peligro y desestimando su temor al hombre, había arriesgado su

vida para proteger a sus polluelos. Solté la piedra que tenía en mis manos, y entonces respetuoso del gorrión y avergonzado de mi actitud, proseguí mi camino. -Está bien, Francisco, descansa un poco después nos iremos. Observo la luna que resplandecía encima de los arboles negruzcos. Estaba redonda y blanca, iluminando el camino ceniciento que se perdía en la distancia. Ambos padre e hijo se quedaron dormidos. ________________________________ * Lic. en Pedagogía y Humanidades en la especialidad de Español y Literatura de la Universidad Nacional del Centro del Perú.

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