JÓVENES DE IBEROAMÉRICA Y LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO: DESAFÍOS A MITAD DEL CAMINO
ORGANIZACIÓN IBEROAMERICANA DE JUVENTUD 2007
PRESENTACIÓN Con el ánimo de mejorar la inclusión social juvenil y abordar consideraciones que atañen especialmente a los países iberoamericanos, prestigiosas instituciones internacionales, como la CEPAL, la ONU, la SEGIB, han apoyado a la OIJ en la construcción de un documento que apunta a fortalecer los esfuerzos de los gobiernos para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio. Las páginas siguientes intentan resumir los análisis y las estrategias más pertinentes sobre juventud y su relación con los Objetivos del Milenio (ODM), en el contexto iberoamericano, a fin de que los encargados de los organismos oficiales de juventud compartan perspectivas y consideren la conveniencia de vincular las políticas públicas de juventud con los ejes trazados por el multilateralismo expresado en la Declaración del Milenio. A seis años de la promulgación de los ODM y en el contexto de la ratificación de la Convención Iberoamericana de Derechos de la Juventud, la región iberoamericana ha conseguido avances significativos, especialmente en educación, igualdad de género, reducción del hambre y acceso a los servicios de salud, pero las cuentas pendientes frente a la pobreza y a la inconsistente sustentabilidad ambiental, no permiten afirmar que los objetivos se cumplirán en toda la región de manera equilibrada. Este desafío marca profundamente nuestra gestión, en virtud, también, de la encomienda de la Cumbre Iberoamericana de Salamanca para elaborar un Plan de Cooperación e Integración de la Juventud en Iberoamérica. Con él queremos acercarnos más a la realidad de los jóvenes y a sus necesidades, con el objetivo fundamental de planificar, entre todos, unas políticas que sean capaces de dar respuesta eficiente para la mejora de sus condiciones de vida. Se trata de dar un soporte material a nuestra programación para potenciar la cooperación multilateral y establecer estrategias conjuntas de desarrollo social. Este documento puede leerse como un llamado para reflexionar acerca de cómo se alcanzarán las metas previstas y qué otros desafíos se pueden incorporar para acelerar el desarrollo de los jóvenes iberoamericanos.
Secretario General Eugenio Ravinet M. Secretario General Adjunto José Manuel Miguel Ruíz. Director de Estudios Paul Giovanni Rodríguez N. Asesor Editorial David Urzúa Bermúdez Diseño y Maquetación Eduardo Marìn Delgado Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) Secretaría General Paseo de Recoletos, 8. Primera Planta 28001 Madrid – España Tel. (34)91.369.0284/ 0350 Fax (34)91.577.5039 www.oij.org
ÍNDICE Prólogo
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Primera Parte Claves para ver a los jóvenes en los Objetivos de Desarrollo del Milenio A. El antecedente del Programa de Acción Mundial para la Juventud B. El rango demográfico C. El contexto mundial de la juventud D. El contexto iberoamericano de la juventud Más educación menos empleo Más información y déficit de participación Autonomía y dependencia Salud juvenil y déficit de atención médica Adaptación al cambio y exclusión social Riesgo de simplificar la visión del desarrollo Medio ambiente y falta de acceso a su gestión E. Institucionalidad y cooperación iberoamericana La Convención de Badajoz y los ODM Correlación entre la Convención y los ODM Simultaneidad y cooperación Apoyo a la gobernanza y regulación mundial Participación efectiva de los jóvenes en el desarrollo F. Orientaciones generales de política con relación directa a los jóvenes Crecimiento rápido y sostenido Políticas sociales al centro Formación de capital humano La recaudación fiscal Regulación global del comercio Fines públicos y procesos duraderos Eficacia institucional Articulación y alianzas Ciudadanizar los ODM Reforma institucional Promoción de los derechos Seguimiento sistemático
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Segunda Parte Los jóvenes de Iberoamérica en los avances de los ODM Objetivo 1 Erradicar la pobreza extrema y el hambre Avance desigual Pobreza de ingreso Pobreza juvenil Dependencia e ingreso precario Diferencias por género y lugar de residencia Superada el hambre pero no la desnutrición
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La alimentación como derecho Desnutrición juvenil Objetivo 2 Lograr la enseñanza primaria universal Educación primaria incompleta entre jóvenes Pobreza y rezago educativo básico Rezago por origen rural y étnico El desafío de la educación secundaria Deserción y disminución de la matrícula Baja calidad educativa Pertinencia educativa para el mundo actual Calidad docente Educación no formal Violencia en la escuela y su entorno Desastres naturales y conflictos sociales Necesidades educativas especiales e inclusión Educación bilingüe intercultural Objetivo 3 Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer Equidad educativa Tasa de analfabetismo Mayor equidad en el empleo Diferencia salarial Participación política de las mujeres La violencia contra las mujeres Educación sexual desigual entre jóvenes Objetivos 4, 5 y 6 El Derecho a la salud de los jóvenes y los ODM Mortalidad juvenil Mejorar la salud materna (también de las madres jóvenes) El embarazo precoz Las relaciones sexuales VIH/SIDA Tabaquismo Alcoholismo Hueco normativo propicia drogas legales Drogas ilegales Objetivo 7 Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente Interés de los jóvenes Jóvenes para el desarrollo sostenible Participación en la gestión Objetivo 8 Establecer una alianza mundial para el desarrollo Desempleo juvenil Diferencias en sector pobre, mujeres y los más jóvenes Emigración y desempleo Empleos de baja calidad y sobreexplotación Cooperación multinacional para el empleo juvenil Emprendimiento juvenil duradero Tecnologías de la información y las comunicaciones
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Tercera Parte Orientaciones de política pública relacionadas con los ODM y los jóvenes 55 A. Orientaciones de política pública para la reducción de la pobreza entre los jóvenes 55 Capital humano y transferencias monetarias condicionadas 55 Cultura de la solidaridad intrageneracional 56 Los pobreza de jóvenes rurales 56 Participación en políticas para la reducción de la pobreza 57 Situaciones especiales 57 Estudio de la pobreza juvenil 57 B. Orientaciones de política pública sobre educación de los jóvenes 58 Incremento del gasto social en educación 58 Disminuir la desigualdad de acceso y la deserción 58 Calidad de la educación 59 El tema docente 59 Del aula a la comunidad de aprendizaje 59 La gestión de la escuela 60 Abatir el rezago 60 Brecha digital 60 Educación no formal 60 Educación estética para la ética 60 C. Orientaciones de política pública para el fomento de la equidad de género 61 Discriminación positiva 61 Disminuir la desigualdad desde el hogar 61 Combate al comercio sexual 62 Responsabilidad de los varones en las secuelas de la vida sexual 62 D. Orientaciones de política pública para la salud de los jóvenes 63 Promover la intersectorialidad 63 Capacidad de respuesta 63 Salud específica de los y las jóvenes 63 Frente al VIH/SIDA 64 Adicciones, prevención y cura 64 Estrategias especiales 65 Conocimiento sobre la salud de los jóvenes 65 E. Orientaciones de política para incluir a los jóvenes en la sostenibilidad del medio ambiente 66 Participación intergeneracional para el desarrollo sostenible 66 Educación para el desarrollo sostenible 66 F. Orientaciones de política para el pleno empleo de los jóvenes 67 Articulación con el sector privado 67 Fomento de la cultura del emprendimiento 67 A MODO DE CONCLUSIÓN
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Bibliografía
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PRÓLOGO Es notoria la relación sincrónica que guarda la cooperación iberoamericana sobre políticas de juventud, emprendida formalmente en los años 90, con la aparición en el escenario mundial de la Declaración del Milenio en el año 2000 que retomó las diversas conferencias y conclusiones formuladas en la década anterior. Se podría pensar que es una simple casualidad, pero en realidad es un fenómeno que ejemplifica la simultaneidad como se registran los eventos políticos en un mundo globalizado. Ambas agendas marchan paralelas, comparten similitudes y tienen la oportunidad de crear sinergias en un momento de inflexión para el desarrollo de los jóvenes en Iberoamérica. Así, con la aparición de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes (CIDJ), se abre un abanico de políticas para que los gobiernos asuman una carta de navegación que vincule el desarrollo con la construcción de ciudadanía, en el marco de la cooperación multinacional. El éxito de las políticas públicas de juventud depende con mucho de la capacidad que tenga la gestión gubernamental de interpretar como una oportunidad los desafíos que expresan los ODM y como un derecho respaldado por la CIDJ, colocando la perspectiva de juventud en todos los ámbitos del desarrollo humano y social de las naciones de la región y en el marco normativo de los derechos consagrados. El año 2006 es un punto de evaluación intermedia que describe las tareas pendientes de aquí al año 2015, cuando habrá concluido el primer ciclo de los ODM, y donde se puede concretar la relación entre el desarrollo particular de los jóvenes y los objetivos del Milenio. Es posible suponer que inicialmente los ODM y sus respectivas metas hacen una referencia parcial a la juventud, pues sólo una meta se refiere a ella – la meta 16 relativa al empleo juvenil digno y productivo-, sin embargo una tarea pendiente consiste en aumentar la visibilidad de los jóvenes como población estratégica para la consecución de los objetivos del Milenio. Como es sabido, la generación actual de jóvenes iberoamericanos se desenvuelven en un contexto social e histórico marcado por la paradoja y la complejidad. Estos jóvenes son la generación que ha enfrentado el impacto de la globalización y sus desigualdades, así como la aparición de una serie de fenómenos sociales que ponen en riesgo su aporte a la sociedad. Estos jóvenes, por ejemplo, no saben y quizá nunca sabrán lo que es la sexualidad sin la amenaza del VIH/SIDA; quizá han sido liberados de los regímenes autoritarios pero las ventajas de la democracia no han
significado suficiente garantía para asegurarles una vida considerada digna y de calidad; sin duda son la generación mejor dotada de capacidades y recursos tecnológicos pero parecen condenados a la dificultad de encontrar un lugar en el mercado laboral. En otras palabras, su situación es incierta y lo seguirá siendo porque esas son las condiciones del contexto, por lo cual resulta importante brindarles un marco de bienestar, seguridad y libertad mejor. Los jóvenes actuales y los de la próxima generación representan a las generaciones resultantes del cambio de época, que teóricamente deberán materializar las promesas de la globalización, siempre que ésta se ponga a favor de ellos. Los y las jóvenes iberoamericanos, en especial los que viven en sociedades marcadas por la desigualdad, expresan realidades que implican variados desafíos y requieren de soluciones urgentes y de responsabilidad por parte de las instituciones abocadas a su desarrollo. El presente documento presenta un panorama de los conceptos, los datos y las orientaciones de política que entorno a los ODM y los jóvenes iberoamericanos que se han expresado en ciertos documentos especializados. No es un informe de avance, que en tal caso muchos países de la región han elaborado con mayor detalle. Tampoco es un análisis exhaustivo de la estadística disponible, toda vez que muchos de los datos sobre juventud no se encuentran desagregados. Es sobre todo un documento que busca resumir los análisis y las estrategias más pertinentes sobre juventud en su relación con los ODM y el contexto iberoamericano, a fin de que los encargados de los organismos oficiales de juventud compartan perspectivas y consideren la conveniencia de vincular las políticas públicas de juventud con los derroteros trazados por el multilateralismo expresado en la Declaración del Milenio y la cooperación iberoamericana plasmada en la Convención de Badajoz. Por tanto, el documento puede leerse como un llamado para reflexionar acerca de cómo se alcanzarán las metas previstas y qué otros desafíos se pueden incorporar para acelerar el desarrollo de los jóvenes iberoamericanos. Por la naturaleza de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, orientados a impulsar el desarrollo en los países que no lo han logrado, se abordan consideraciones que atañen especialmente a los países iberoamericanos en vías de desarrollo. El documento está integrado por los valiosos aportes de documentos clave en la materia : Objetivos de Desarrollo del Milenio, Una Mirada desde América Latina y El Caribe, elaborado por CEPAL en 2005; Informe 2005 sobre los ODM de Naciones Unidas; Informe sobre la Juventud Mundial 2005 elaborado por el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes del Sistema de Naciones Unidas; Libro Blanco de la Comisión Europea, Un Impulso para la Juventud Europea del 2001; La Juventud en Iberoamérica, Tendencias y
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Urgencias, elaborado por la CEPAL y la OIJ en 2004; y el Acta Final de la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes de 2005. Agradecemos ampliamente las aportaciones que estos trabajos han brindado en la elaboración del presente documento. La primera parte contiene una serie de conceptos generales que sirven para el diseño de la política pública de juventud en relación a los ODM. Se presentan las correlaciones de estos objetivos con la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes y una serie de aptitudes que deben considerar las instituciones públicas en la materia. Esta parte resume el espíritu de toda la propuesta. La segunda parte se refiere a los datos que se pueden observar en la región con respecto a los ODM, siguiendo cada objetivo y meta relacionada con los jóvenes. La tercera parte aborda las orientaciones particulares de política pública con respecto a cada objetivo y concluye con una serie de sugerencias. Confiamos que la difusión de estos aportes contribuya al desarrollo de los jóvenes iberoamericanos.
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PRIMERA PARTE
CLAVES PARA VER A LOS JÓVENES EN LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO La de hoy es la primera generación de jóvenes que cuenta con los recursos y la tecnología para realizar el derecho al desarrollo. En los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se expresa una visión común del desarrollo que consiste en poner a la persona humana y al desarrollo social en el centro de la agenda política, por encima inclusive del desarrollo económico que sólo es un medio y una condición indispensable para el pleno desarrollo. Los ODM abarcan desde reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre, lograr que todos los niños y niñas acudan a la escuela primaria, detener la propagación de las enfermedades infecciosas como el VIH/SIDA, garantizar un medio ambiente sustentable y hasta procurar una mejor cooperación internacional entre los países. Todos estos objetivos deberán lograrse antes del año 2015, es una tarea posible y asumida por igual desde los países desarrollados, los países en vías de desarrollo, la sociedad civil y las principales organizaciones dedicadas a la cooperación multinacional. Para la Organización de la Naciones Unidas la adopción de los ODM fue un acontecimiento fundamental en su historia. Constituyó una promesa sin precedentes de los dirigentes mundiales de abordar, de una sola vez, las condiciones básicas del desarrollo social. Por tanto, constituyen una carta de navegación para el desarrollo que comparten todos los países por su cualidad de objetivos básicos. Deben lograrse en plazos definidos, son asequibles y pueden medirse. Están basados en una alianza mundial que hace hincapié en la responsabilidad de los países en desarrollo de poner orden en sus asuntos, así como en la de los países desarrollados de apoyar esos esfuerzos.1
Objetivos de Desarrollo del Milenio Objetivo Objetivo Objetivo Objetivo Objetivo Objetivo Objetivo Objetivo
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Erradicar la pobreza extrema y el hambre Lograr la educación primaria universal Promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer Reducir la mortalidad de niños menores de 5 años Mejorar la salud materna Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente Fomentar una alianza mundial para el desarrollo
ONU (2005), pp. 3.
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A. El antecedente del Programa de Acción Mundial para la Juventud (PAMJ)2 En 1995 el Sistema de Naciones Unidas lanzó el PAMJ, el cual se centró en crear medidas tendientes a fortalecer la capacidad nacional en lo que respecta a la juventud y en aumentar la calidad y la cantidad de las oportunidades de los jóvenes para participar de manera plena, efectiva y constructiva en la vida de las sociedades. Durante su operación, el programa se ha esforzado en brindar una marco de políticas y directrices que buscan ser prácticas para la adopción de acciones en el plano nacional y la prestación de apoyo internacional con el objeto de mejorar la situación de los jóvenes. El Programa contiene propuestas para la adopción de acciones hasta el año 2000 y en los años subsiguientes con el propósito de concretizar las aspiraciones expresadas en 1985 con motivo del Año Internacional de la Juventud, cuando se habló de fomentar condiciones y mecanismos para promover un mayor bienestar y mejores condiciones de vida para los jóvenes sobre la base de impulsar la participación, el desarrollo y la paz. Es notorio que este antecedente dio impulso a la cooperación multinacional iberoamericana en la materia y nutre de contenido a los ODM. Las directrices promovidas por el PAMJ son importantes por la atención que se presta en ellas a los jóvenes como una categoría social amplia integrada por diversos subgrupos, en lugar de considerarlos como una entidad demográfica única. Las directrices proponen medidas concretas para hacer frente a las necesidades de subgrupos como los jóvenes con capacidades diferentes, los jóvenes de las zonas rurales y urbanas, las mujeres jóvenes y los jóvenes en situaciones de riesgo. Este enfoque tipológico ha nutrido de contenido las iniciativas emprendidas por muchos gobiernos sobre juventud, y de manera muy particular en el plano iberoamericano. Sin embargo, es también notoria la dificultad que sigue representando contar con información desagregada por cada tipo de jóvenes, lo cual se expresa en las tendencias a generalizar la información. A mitad de la primera década del siglo XXI, luego de 10 años de ejecución, el PAMJ se centra en la evaluación de los resultados y los obstáculos con que se ha tropezado, así como en su adecuación a un mundo que cambió drásticamente desde 1995. En esta etapa, además tiene el desafío de inspirar nuevos horizontes de acción a los ODM y hacer los ajustes necesarios para participar efectivamente en la consecución de las metas establecidas.
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CEPAL. Presentación del PAMJ
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Las esferas prioritarias del PAMJ, acordadas entre la comunidad internacional, se presentan en forma de ejes principales cuya adopción se propone a los diversos agentes sociales y estatales para lograr los tres objetivos centrales: Participación, Desarrollo y Paz. Cabe destacar que los ejes están vinculados entre sí y son interdependientes, y particularmente coinciden en varios temas de los ODM aunque su jerarquización es distinta: Educación Empleo Malnutrición y pobreza Salud Medio Ambiente Uso indebido de drogas Delincuencia Juvenil Actividades recreativas Las niñas y las jóvenes La participación plena en la vida de la sociedad y la adopción de decisiones Se puede observar también que estos ejes o esferas prioritarias guardan estrecha relación con los contenidos de la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes y plantean la posibilidad de construir una agenda regional vinculada a lograr los ODM con una perspectiva de juventud.
B. El rango demográfico de la juventud en los ODM Las Naciones Unidas han establecido un rango de edad para definir a la juventud como los hombres y mujeres que se encuentran entre los 15 y los 24 años de edad. Como se sabe, los distintos países de Iberoamérica amplían el rango, algunos lo inician a los 12 años (Colombia) y otros lo terminan a los 29 (México, Portugal y España)3. Los ODM cuando aluden a los jóvenes se refieren al rango establecido por Naciones Unidas. Entre 1995 y 2005 la juventud mundial, integrada por las personas entre los 15 y los 24 años de edad, ha aumentado de 1,025 millones a 1,153 millones. En la actualidad la juventud representa el 18% de la población mundial y el 85% de todos los jóvenes del mundo vive en los países en desarrollo.4 Iberoamérica se encuentra actualmente en la segunda fase de transición demográfica, caracterizada por la atenuación del ritmo de incremento de la
CEPAL (2004), pp. 17. ONU (2005), pp.2
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población joven y el descenso de la proporción de jóvenes dentro de la población total. El porcentaje de población joven en Iberoamérica como un todo ha vuelto al 37% de mediados del siglo XX, y el ritmo de expansión de este segmento es inferior al 1% medio anual. Sin embargo algunos países, como España y Portugal, ya se encuentran en una tercera fase de transición demográfica, caracterizada por un descenso de la cantidad de jóvenes y tasas negativas de crecimiento de este segmento de la población5. En todo caso, los jóvenes continúan siendo un contingente de población importante por su magnitud y por su rol social.
C. El contexto mundial de la juventud En el Informe del Secretario General de Naciones Unidas sobre la Juventud Mundial 2005 se destaca que, la generación de jóvenes en el momento de la aprobación del PAMJ en 1995 ha sido reemplazada completamente por una nueva generación de hombres y mujeres jóvenes. Las diez cuestiones incluidas en el Programa siguen siendo pertinentes para las generaciones actuales y futuras de jóvenes en todo el mundo. No obstante, se debería reconocer que ha habido muchos cambios económicos y sociales en el mundo desde 1995. Han surgido al menos cinco motivos adicionales de preocupación para la juventud: La globalización El aumento del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, que han tenido repercusiones desproporcionadas en la vida de los jóvenes La propagación del virus de la inmunodeficiencia humana y del síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA) El aumento de la participación de jóvenes en los conflictos armados y la violencia, como víctimas y perpetradores La creciente importancia de las relaciones intergeneracionales en una sociedad mundial en proceso de envejecimiento Se pueden determinar cuatro grandes cuestiones sociales y políticas con las que los jóvenes crecen y se convierten en miembros de sus sociedades. Cada una refleja alguna de las 10 cuestiones del PAMJ, así como las cinco nuevas cuestiones mencionadas. En conjunto, constituyen el entorno general de la mayoría de los jóvenes, a pesar de las diferencias culturales, sociales y comunitarias: La juventud en la economía mundial, que comprende cuestiones como el hambre y la pobreza, la educación, el empleo, las tecnologías de la información y las comunicaciones y el desarrollo sustentable
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CEPAL (2004), pp. 73.
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la juventud en la sociedad civil, relacionada con los problemas del medio ambiente, el ocio, la participación y las relaciones intergeneracionales los jóvenes en situación de riesgo, que comprende las áreas prioritarias de la salud, la drogadicción, la delincuencia, los conflictos, el VIH/SIDA y el contingente de los jóvenes que no tienen aspiración de estudiar ni trabajar los jóvenes en la globalización, que afecta a la división internacional del trabajo en todas partes y donde la juventud se encuentra entre los primeros grupos en sentir las consecuencias positivas y negativas de los cambios en el comercio y las inversiones internacionales.
D. El contexto iberoamericano de la juventud
El informe 2004 elaborado por la CEPAL y la OIJ, “La Juventud Iberoamericana. Tendencias y Urgencias”, llama a comprender los fenómenos específicos que están ocurriendo a los y las jóvenes de la región, donde la pobreza, el deterioro en las condiciones de vida y la falta de acceso a oportunidades de educación y empleo son problemas que afectan a la gran mayoría de los jóvenes. Algunas de estas contradicciones sociales corresponden a los desafíos principales planteados por los ODM.
Más educación menos empleo Los y las jóvenes cuentan con más acceso a la educación y menos acceso al empleo pleno y digno. Es decir, están mejor incorporados a los procesos educativos de adquisición de conocimientos y formación de capital humano, pero se encuentran ante un contexto de obturación social que los excluye de los ámbitos donde sus capacidades puedan realizarse. Esto se debe, en parte, a que el mercado laboral exige por un lado más años de educación y formación en destrezas y capacidades relacionadas con el avance tecnológico, pero de otra parte disminuye los puestos de trabajo y hace más inestable al empleo.
Más información y déficit de participación La actual generación de jóvenes, en especial las mujeres, tiene más acceso a
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la información y el conocimiento pero menos acceso al poder de decisión. Los jóvenes representan la mayor proporción de participación en las redes de la web que otros grupos de edad, debido a su nivel de escolaridad y de consumo de los medios de comunicación. Sin embargo, participan menos en los espacios de toma de decisiones, sobre todo en los ámbitos del Estado, a pesar del impulso otorgado a la formulación de políticas públicas que debieran reflejar una mayor inclusión social y un aumento de la ciudadanía. Esto se debe a que en general la política no ha logrado desestatizarse6 para convertirse en un recurso de los ciudadanos. En los países iberoamericanos en desarrollo la política sigue contenida en las formas adultistas, caracterizada por la búsqueda del poder por el poder mismo, la simulación, el protagonismo y el autoritarismo, lo cual aleja a los jóvenes de la participación política y con ello la sociedad pierde su aporte.
Autonomía y dependencia La juventud cuenta hoy con más expectativas de autonomía y menos opciones para materializarla. Los jóvenes han hecho suyas las posibilidades de autodeterminación e independencia propias de las sociedades post-industriales. Sin embargo encuentran serias dificultades para realizar la independencia de la familia nuclear, como la imposibilidad de encontrar vivienda, empleo y crédito para sus proyectos.
Salud juvenil y déficit de atención médica Los y las jóvenes se encuentran mejor provistos de salud por su propia condición juvenil, pero no han sido reconocidos por las políticas públicas en su particular morbilidad y mortalidad. Existe un perfil de morbimortalidad juvenil que se origina en la mayor incidencia de accidentes, agresiones físicas, abuso en el consumo de drogas nocivas, enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y precoces, malnutrición y obesidad, y las enfermedades mentales como esquizofrenia, depresión y neurosis que están en la base de la agresividad y la incidencia de los suicidios. De manera que los y las jóvenes viven un contraste entre buena salud y riesgos a la misma por la falta de una estrategia de salud integral, tanto preventiva como de primer nivel y hospitalaria.
Adaptación al cambio y exclusión social Por su ubicación en la secuencia generacional los y las jóvenes parecen ser más aptos para el cambio productivo adosado a las modernas tecnologías de la información y la comunicación. La promesa de la globalización consiste en consolidar la institucionalización del cambio y la centralidad del conocimiento como motor del crecimiento, es la lontananza que anuncia la sociedad del
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FLACSO (2004), pp. 278-282.
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conocimiento, factores para los cuales la juventud se encuentra en una situación privilegiada para ser protagonista del desarrollo. Sin embargo, es también la generación que recibe la mayor presión y donde se produce la tensión proveniente de la dinámica globalizadora, pues las transformaciones en el ámbito de la producción reducen permanentemente el valor de mercado de su poca experiencia y pone sus destrezas en constante riesgo de obsolescencia. Ninguna otra generación había enfrentado una dinámica similar marcada por el cambio y la obligación de adaptarse a este.
Riesgo de simplificar la visión del desarrollo juvenil De otra parte, la promoción y acceso a las tecnologías de la información y la comunicación plantean el riesgo de confundir un medio para el desarrollo con un fin en sí mismo, cierto es que la inclusión de la juventud en el mundo global pasa necesariamente por implementar los recursos de la digitalización informática, pero existe una tendencia en la política de juventud a la simplificación cuando se confunde el medio con el fin, pues las TCI son tan solo la herramienta del desarrollo para arribar a una vida considerada plena y de calidad y no, como a veces se las presenta, como el desarrollo mismo.
Medio ambiente y falta de acceso a su gestión Para el año 2025 la actual generación joven se habrá convertido en adulta y con ello enfrentará las consecuencias de las decisiones que se están tomando ahora con relación al medio ambiente natural y construido. A pesar de la importancia que tiene esta circunstancia para su vida directa y para la sustentabilidad de la sociedad global, es notoria la ausencia de mecanismos de participación que involucren desde ahora a los y las jóvenes en la gestión del desarrollo sustentable. Esto a pesar que los y las jóvenes manifiestan una preocupación por la problemática medio ambiental y varias organizaciones juveniles promueven la defensa del medio ambiente.
E. Institucionalidad y cooperación iberoamericana Aunque todos los países de Iberoamérica cuentan en 2006 con una institución oficial encargada de las políticas de juventud, sólo algunos países han logrado aprobar leyes de juventud que permitan convertir al joven en derechohabiente y, por tanto, en ciudadano.7
CEPAL (2004)
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Todavía existe una gran dispersión en los avances existentes, sobre todo cuando se trata de conceptualizar la situación global y las particularidades de los diversos tipos de jóvenes, lo que resulta en la desaparición de algunos en las políticas públicas, es el caso de los jóvenes rurales, los que no estudian ni trabajan, los que buscan realizar un emprendimiento, los emigrantes, la madre soltera joven, etc. La incipiente y dispar institucionalidad pública de los países iberoamericanos en desarrollo y sobre todo la falta de instancias efectivas de diálogo y participación juvenil, dificultan la configuración de objetivos que tengan en cuenta la modificación de las situaciones preexistentes y sus correspondientes estrategias, así como los pasos para posicionar la perspectiva de juventud en las agendas del gobierno nacional, más allá de los debates de coyuntura o la solución de las demandas inmediatas. Se puede afirmar que existe una condición institucional indispensable para que en cada país avance hacia la consecución de los ODM, la cual pasa por consolidar la trilogía básica: institución, ley y políticas públicas de juventud. En la medida que se cuente con estos componentes y se inicie su proceso será más fácil usar a los ODM como una herramienta del desarrollo para la juventud en cada nación.
La Convención de Badajoz y los ODM Existen serios esfuerzos por configurar a la juventud como categoría jurídica, expresados en el empeño por aprobar leyes específicas en varios países y conforme al acuerdo alcanzado con la firma del Acta de la Convención Iberoamericana de los Derechos de los Jóvenes en octubre de 2005. Una vez que el Acta sea ratificada podrá convertirse en un instrumento coadyuvante en la consecución de los ODM en la región. Un factor cultural que nutre de contenido a la política y al Estado en Iberoamérica lo constituye la búsqueda de la justicia social, es un elemento que ha estado presente a lo largo de la historia y que sigue vigente en los tiempos presentes, debido a la persistencia de otro factor cultural caracterizado por la “negación del otro8” y la falta de respeto a la dignidad humana que se objetiva en la desigualdad social. En tal sentido, los ODM pueden llegar a convertirse en una herramienta de la justicia social y un medio para la consideración del otro y la aspiración de equidad conforme al derecho. Es importante observar la correlación que existe entre los ODM y la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes y los desafíos que se desprenden.
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Ottone y Pizarro (2003)
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Correlación entre la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes y Objetivos de Desarrollo del Milenio CIDJ Capítulo III Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
DMO Objetivo 1 , meta 1 (reducir la pobreza)
9 Derecho a la vida
Objetivo 1, meta 2 (hambre)
9 Derecho a la vida
Objetivo 6, meta 7 (vih/sida)
23. Derecho a la educación sexual 25. Derecho a la salud 6 Derecho a la igualdad de género
22 Derecho a la educación
Objetivo 3, meta 4 (desigualdad entre géneros) Objetivo 2, meta 3 (enseñanza primaria)
29 Derecho a la formación profesional 25 Derecho a la salud
Objetivo 5, meta 6 (mortalidad materna)
26 Derecho al trabajo
Objetivo 8, meta 16 (desempleo juvenil) y meta 18 (tecnologías de la información y las comunicaciones) Objetivo 5, meta 6 (mortalidad materna), Objetivo 6, meta 7 (VIH/SIDA), meta 8 (otras enfermedades graves) Objetivo 7, meta 10 (agua potable y servicios básicos), meta 11 (tugurios)
29 Derecho a la formación profesional 28 Derecho a la protección social
30 Derecho a la vivienda
31 Derecho a un medio ambiente saludable
Hopenhayn, Martín (2006)
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Objetivo 7, meta 9 (principios del desarrollo sostenible), meta 10 (agua potable y servicios básicos), meta 11 (tugurios)
Desafíos - A menor pobreza mayor desarrollo económico, social y político. Por tanto aplica aquí la correlación entre los Derechos contenidos en el capítulo III y la meta 1 (reducir pobreza), para los jóvenes. También se correlaciona con las metas 10-11 (condiciones de vivienda) y 16 (empleo juvenil). - Los jóvenes de hoy acumulan problemas de desnutrición de ayer: ¿qué se hace al respecto?, ¿Se considera el derecho a la buena alimentación?. - El aumento de incidencia juvenil en seropositivos en la región llama a atención especial. - Falta de atención a la prevención en enfermedades de contagio sexual - Falta de atención y apoyo a los jóvenes enfermos de VIH/SIDA - Si bien en ALC se ha logrado la igualdad de género en escolaridad primaria y secundaria, esto no debe soslayar problemas de discriminación por género en la escuela, en el currículo explícito y oculto. - En ALC se requiere adaptar este indicador a la realidad de países que ya tienen casi 100% cobertura primaria, avanzando en cobertura secundaria y técnico -profesional. En ese sentido, involucra sin duda a los jóvenes. - Contemplar que muchas jóvenes tienen embarazos no deseados y situaciones irregulares de parto que las hace población de riesgo en cuanto a mortalidad materna. - Esta es la meta más explícita que apunta hacia la juventud: demanda esfuerzos de la cooperación al desarrollo encaminados al empleo juvenil pleno y digno. - La protección social se relaciona con redes de atención a la salud, vale decir, es importante en relación a mortalidad materna, y la atención primaria para prevenir enfermedades crónicas.
- Reducir el porcentaje de personas que habitan en tugurios y de hogares sin acceso a agua potable, es parte de contar con una vivienda digna. Para los jóvenes es especialmente relevante porque entran, sobre todo en las ciudades, a un mercado inmobiliario saturado y donde la falta de capital inicial les dificulta el acceso a viviendas dignas. - La idea es que los jóvenes de hoy son los habitantes del futuro, y por tanto es fundamental para ellos que el desarrollo sostenible rija las políticas y programas nacionales.
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Simultaneidad y cooperación La globalidad es sinónimo de simultaneidad10 y brinda la oportunidad de sincronizar las prácticas en diversos contextos juveniles, por medio de políticas públicas comparadas y de conectar múltiples actores sociales y tomadores de decisiones, con lo cual se pueden tener efectos que por la interdependencia de los países incrementan los beneficios. La coordinación de acciones a nivel nacional y regional supone una capacidad comunicativa que es aún débil si usamos como indicador de efectividad la presencia de la perspectiva juvenil en las agendas públicas de cada país, similar a la importancia que tiene la cuestión de género. Esto evidencia la necesidad de emprender una alianza entre los organismos oficiales de juventud que influya de manera eficaz en una perspectiva de juventud en las políticas nacionales. Los ODM plantean una serie de articulaciones indispensables para los organismos de juventud en Iberoamérica con el fin de aumentar su eficacia, profundizar los logros y acometer los desafíos de la política pública. La cooperación iberoamericana con respecto al Derecho al Trabajo, debiera incluir:11 Facilitar, desde el punto de vista de acuerdos legales, la empleabilidad de jóvenes migrantes entre países iberoamericanos. Promover el intercambio entre los países iberoamericanos de buenas prácticas en materia de formación técnico-profesional, iniciativas de primer empleo, capacitación en la empresa y colaboración con la empresa privada en la contratación y formación de jóvenes. Promover el intercambio y el apoyo a programas para jóvenes emprendedores que premien la innovación, faciliten la adquisición de capital y crédito inicial, y donde el uso de TICs permita a la juventud generar valor agregado en sus emprendimientos. Promover redes de emprendedores jóvenes entre países de la región, para el aprendizaje mutuo pero también para actividades conjuntas de tipo transnacional, aprovechando la facilidad de TICs y planteando facilidades legales especiales para hacer más fluidas estas iniciativas.
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10 FLACSO (2004) Hopenhayn, Martín (2006)
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En el terreno de la salud y el VIH/SIDA, se puede cooperar en: Compartir drogas genéricas frente al SIDA, que combina así la meta 17 de los ODM sobre productos farmacéuticos. Aprovechar campañas de prevención exitosas para extenderla a varios países y hacer economías de escala. El ámbito de las TIC: Impulsar economías de escala dado que en la región es tanta la juventud (todavía) y tanta la homogeneidad lingüística (aún con la importancia del portugués y las lenguas amerindias), que permite aprovechar economías de escala en software y materiales de formación/información para jóvenes sobre temas relativos a prevención sanitaria, emprendimientos productivos, uso de instrumentos financieros, entre otros.
Apoyo a la gobernanza y la regulación mundial Los ODM coadyuvan en Iberoamérica a la gobernanza local y regional y apuntan a la tarea de la regulación global, un camino que parece necesario y conveniente frente a las dificultades que ha significado para muchos, en especial para los jóvenes, una globalización sin regulación. La regulación en la globalidad no es factible con la reimplantación del Estado controlador, productor, “vértice” de la sociedad, sino por medio de un Estado y unas instituciones que sean subsidiarias de la acción de los ciudadanos, que dan paso del Estado benefactor fracturado al Estado global participativo, conforme a una cohesión social diferenciada y complementaria entre el Estado, los gobiernos, el mercado y la sociedad. El Estado global participativo pone en el centro de sus tareas crear las condiciones de posibilidad para brindar seguridad, bienestar, libertad y desarrollo a los ciudadanos, y puede dotar de sentido social al proyecto histórico de cada nación en un contexto mundializado. Es crucial no perder de vista que el mundo globalizado está en proceso de revisión, pues el fenómeno también mundial de exclusión social – presente inclusive en los países desarrollados-, ahonda la imposibilidad de construir una racionalidad que brinde certeza y futuro a las acciones sociales y políticas12. El desafío consiste en armonizar el desarrollo económico con la seguridad social y la democracia política. La desigualdad prevaleciente en los países iberoamericanos ha generado un “desarrollo” caracterizado por la cultura de la pobreza, la hostilidad política y el desencanto democrático. Es urgente superar este paradigma cultural, en especial con los jóvenes.
FLACSO (2004)
12
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Participación efectiva en el desarrollo En este contexto, la propuesta por convertir a los jóvenes en agentes estratégicos del desarrollo debe considerar que su participación también tiene efectos sobre la evolución de las instituciones y el espacio público, de manera muy especial la institución de juventud y de las otras esferas de la gestión gubernamental donde se ejecutan los programas y proyectos resultantes de las políticas públicas. Es el tiempo de la desestatización de la política, pasar de la política de grupos al espacio político público influido por la sociedad civil y el mercado, donde la democracia se inventa desde el debate. Democratizar la política pública de juventud es un requisito para facilitar que los jóvenes tomen conciencia sobre sí mismos y asuman el rol de agentes sociales estratégicos del desarrollo nacional y de su propio desarrollo. Este reto está relacionado con una inversión en la calidad del debate público, como imperativo democrático, y en la promoción de una mejor asociación de los ciudadanos jóvenes.13
F. Orientaciones generales de política con relación directa con los jóvenes El diseño, la implementación, la coordinación y la evaluación de las políticas públicas de juventud que dinamicen la consecución de los ODM en Iberoamérica entraña una serie de desafíos a nivel institucional, político y legislativo en cada uno de los países, así como la incorporación de una perspectiva audaz de cooperación multinacional en el plano iberoamericano. Cada una de las situaciones que abordan los ODM requieren de la identificación por parte de la gestión pública de una serie de orientaciones para las políticas, destinadas a la modificación de las situaciones preexistentes y el diseño de políticas generadoras del desarrollo de la juventud. Estas van desde reorganizaciones institucionales, promulgación de leyes y consagración de derechos hasta la creación de espacios públicos para el establecimiento de alianzas con la sociedad civil, los agentes del mercado y los organismos de cooperación para el desarrollo. En este capítulo, sin la intención de agotar o reducir las posibilidades en la materia, se destacan a una serie de orientaciones generales consideradas importantes por su relación directa con la gestión de políticas de juventud.
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COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS (2001)
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Crecimiento económico rápido y sostenido La reducción a la mitad de la pobreza extrema y el hambre hasta el año 2015 exige un crecimiento económico rápido y sostenido a tasas diferentes de las alcanzadas hasta ahora, que en promedio resulta en por lo menos un 2,9% por habitante en los próximos diez años. En los países más pobres y que han progresado mucho menos en los últimos 14 años, el incremento debe ser de un 4,4% anual en promedio.14
Políticas sociales al centro El crecimiento económico no es suficiente para lograr los ODM en la región: una adecuada aproximación al crecimiento con equidad implica cambios institucionales que permitan colocar a las políticas sociales en el centro de las estrategias de desarrollo.
Formación de capital humano Junto con reducir la pobreza y el hambre como urgencias de corto plazo, es necesario invertir en capital humano mediante programas sociales para asegurar la atención de la salud y la asistencia escolar en el nivel primario, secundario y terciario. Así como también promover la educación no formal y reformar la educación pública para aumentar su calidad.
La recaudación fiscal Los países de la región deben hacer un gran esfuerzo interno para cumplir los ODM. Entre otras cosas, es indispensable que lleguen a un consenso sobre un verdadero nuevo pacto fiscal, que asegure el uso eficiente y eficaz de los recursos del Estado; se requiere una mayor disponibilidad de fondos para cumplir con los ODM.
Regulación global del comercio Es imperativa la conclusión exitosa de las negociaciones de Doha para el desarrollo, lo que supone permitir el acceso de la región a los mercados de los países desarrollados, especialmente los de productos agrícolas. El Banco Mundial ha estimado que la apertura comercial significaría un incremento del comercio en el mundo de alrededor de 100 mil millones de dólares anuales, similar a la cifra que se destina actualmente a la ayuda para el desarrollo, monto que aún es insuficiente.
CEPAL (2005) pp. xxi
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Fines públicos y procesos duraderos La vigencia de programas explícitamente acordados y que permanezcan en el tiempo es una condición indispensable. Los procesos sobre lo social cuando se atiende a factores de tipo estructural y no coyuntural, requieren durabilidad para consolidarse y rendir los resultados esperados. El “proceso” contra la “intervención” se relaciona con el problema de “la razón política”, sobre todo la vinculada con la competencia electoral, pues ésta reclama resultados “rápidos y visibles” que la gestión de calidad en política social no puede dar, como es el caso de la educación cuyos resultados aparecen en el largo plazo. La única manera de mantener políticas sociales de impacto diferido, estructural o exhaustivo, es no someterlas a esa “ política de la clientela rápida”. Por tanto, tienen que ser políticas públicas respaldadas por la ley, el presupuesto y la participación de los derechohabientes. Es de crucial importancia que la clase política iberoamericana acepte y comprenda la urgencia de esta perspectiva, si desea arribar al desarrollo social.
Eficacia institucional Las instituciones sociales deben atender el imperativo de la gestión eficaz. La gestión de programas y proyectos sociales, sobre todo los de carácter focalizado y orientado a grupos de riesgo, tiene particularidades que la distinguen de la administración de programas en otras áreas de la política pública. El modelo de gestión por resultados debe adecuarse para llegar a las poblaciones carenciadas, ya que, de lo contrario, el esfuerzo no alcanzará a los más necesitados. Es imprescindible orientar la gestión hacia la modificación de situaciones preexistentes partiendo de líneas de base bien definidas, que permitan establecer con claridad y de manera pública las características de los cambios esperados, tanto en los resultados como en los efectos previstos, así como en las condiciones para la efectividad duradera una vez que los programas y proyectos se retiren del contexto. La perspectiva de la gestión por resultados es la generación de valor público que acontece cuando los derechohabientes reciben los bienes y servicios convenidos y con ello modifican la situación que prevalecía. Para lograr esto es indispensable que los organismos de juventud desarrollen permanentemente capacidad técnica y es preciso institucionalizar la transparencia de la información, tanto en el diseño de los programas como en la evaluación de los resultados, los efectos y la rendición de cuentas frente a la sociedad y los jóvenes.
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Articulación y alianzas Es importante avanzar en desarrollar la capacidad para articular instituciones de la política social. Esta necesidad surge de las características multidimensionales de los temas de juventud y no de las maniobras mediáticas por aparecer ante la sociedad con una respuesta inmediata creando consejos, coordinaciones y enlaces poco funcionales, con lo cual muchas veces se diluye la responsabilidad específica y se desperdician los recursos. La articulación política eficaz es fundamental. El concepto es claro, aunque su aplicación es difícil, pero en la medida que existen actores múltiples, el proceso exige de sistemas comprensivos para la articulación de los aportes y la asignación de tramos de responsabilidad En política pública de juventud esto es más necesario sabida cuenta que el sujeto social requiere de acciones transversales e integrales. No existen “modelos” particulares para la coordinación interinstitucional, las soluciones son particulares y deben ser concebidas para cada realidad social y política.
Ciudadanizar los ODM La participación y promoción ciudadana en los ODM es un requisito de la política pública de calidad. Es fundamental fortalecer y estimular la participación de la población en las asignaciones de recursos y en la definición de prioridades y programas. Una capacidad importante que debe desarrollarse en la región con el fin de potenciar la participación ciudadana es acercar el trabajo del gobierno a la sociedad civil y a las organizaciones no gubernamentales, armando redes de colaboración. Este es un mecanismo que puede contribuir a vigorizar la democracia con un contenido real que no supone el debilitamiento de los mecanismo de representación tradicionales. Es crucial para la consecución de los ODM, en especial con relación a los jóvenes, que los derechohabientes compartan y asuman un tramo de la responsabilidad en el avance hacia las metas que les atañen. Por ahora los ODM siguen estando tan sólo en la visión de los Estados, se requiere de la difusión de los propósitos y de la asociación con la sociedad civil, para crear alianzas estratégicas y sistemas comprensivos de seguimiento y evaluación que permitan involucrar a los ciudadanos.
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Reforma institucional Las instituciones deben concebirse tomando en cuenta las dimensiones de población y territorio. El enfoque de población implica el análisis sistemático de las condiciones demográficas para la prestación del conjunto de servicios ofrecidos en el ámbito de áreas geográficas pequeñas –en el caso de los jóvenes los segmentos de 15 a 19 y 20 a 24 años-, para optimizar la oferta y localización de los servicios en términos del provecho que una población con determinadas características demográficas, sociales y económicas puede sacar de ellos y no en términos de la conveniencia operativa de los proveedores. En la dimensión territorial es donde las políticas públicas, sobre todo aquellas que convergen sobre procesos de descentralización, cumplen un papel central. Esto también ayuda a escuchar lo que se dice en la “primera línea”, la que va de los ciudadanos hacia el Estado. Al estar cerca de los derechohabientes estos pueden exigir y controlar, reconociendo las distintas realidades regionales, contribuyendo, en suma, a profundizar los mecanismos democráticos de participación. Por tanto, es necesario avanzar hacia la descentralización, pero prestando la debida atención a la velocidad y la secuencia. La descentralización debe ser gradual, ya que hay que capacitar, compensar, regular, generar incentivos para un buen comportamiento y evaluar. En particular, antes de descentralizar es esencial conocer la capacidad institucional del gobierno que va a recibir la nueva función y haber validado en ese terreno la pertinencia de los bienes o servicios que se ofrecen. El rol coordinador de los organismos de juventud no los debe alejar de la práctica y el aprendizaje en la “primera línea”, desde un rol no de ejecutor directo sino desde el diseño, la validación, la facilitación y la transferencia de programas y proyectos multiplicables.
Promoción de los derechos La exigibilidad y garantía de los derechos económicos, sociales y culturales es factor de gobernabilidad democrática. La construcción de la agenda social se identifica con el reconocimiento de todo miembro de la sociedad como ciudadano –así lo perfila el Acta de la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes-, por tanto, como depositarios de derechos, de ahí que su relación con el Estado no sea como beneficiarios, usuarios o clientes, sino como derechohabientes. A tal efecto, es necesario crear instituciones que se ocupen de atender dichos
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derechos y donde los ciudadanos hagan valer, de manera compatible con el interés colectivo, sus derechos sociales, entre ellos los establecidos en los ODM: educación, salud y alimentación, y otros de particular importancia para los jóvenes como el derecho al empleo. El artículo 26 de la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes se refiere especialmente al derecho de éstos al trabajo y llama a los Estados a impulsar acciones legislativas que lo garanticen, es un derecho que tendría efectos muy favorables en la articulación entre el sector civil, el sector privado y el Estado, contribuyendo favorablemente a la construcción de ciudadanía, la inclusión social y la regulación de la globalización.
Seguimiento sistemático Es indispensable encargar la elaboración de indicadores de Juventud, un conjunto de indicadores verificables, algunos de los cuales se podrían tomar de los objetivos de desarrollo del Milenio relativos a la juventud, esto haría posible una mejor medición de los progresos realizados en favor de los jóvenes en el futuro. El Programa de Acción Mundial para los Jóvenes sirvió para fijar una agenda mundial para los jóvenes sobre la base de 10 esferas prioritarias en 1995, pero no especificaron indicadores verificables que pudieran utilizarse para determinar los progresos alcanzados en esas prioridades. Un ejemplo sería un índice de desarrollo juvenil que reuniría datos concretos sobre la salud de los jóvenes, su grado de instrucción y sus ingresos en los distintos países y permitiría medir los progresos en las esferas prioritarias del PAMJ, los ODM y la CIDJ. Este índice podría ser integrado al índice de desarrollo humano del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo).
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SEGUNDA PARTE
LOS JÓVENES IBEROAMERICANOS EN LOS AVANCES DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO Existe una falta de desagregación de los datos específicos de juventud en todos los reportes de avance de los ODM, por lo cual resulta impracticable hacer una análisis del logro alcanzado con relación a la juventud. Sin embargo es posible presentar un panorama estadístico de cada objetivo conforme a ciertas fuentes de información autorizadas, en particular los informes elaborados por OIJ, CEPAL , el PAMJ y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Secretaría de las Naciones Unidas. La información ha sido seleccionada por su importancia con la situación actual de los jóvenes iberoamericanos y su relación con los objetivos y metas de desarrollo del Milenio.
Objetivo 1 Erradicar la pobreza extrema y el hambre En el primer objetivo de desarrollo del Milenio se plantea erradicar la pobreza extrema y el hambre. Si bien en América Latina y el Caribe ambos fenómenos están estrechamente vinculados, no son equivalentes y por lo tanto cada uno debe abordarse desde una perspectiva propia. La falta de acceso a alimentos es una de las manifestaciones más graves y urgentes de la pobreza extrema, pero no es de ninguna manera la única. A su vez, la alimentación inadecuada afecta no solo a quienes viven en condiciones de extrema pobreza sino también a estratos más amplios y a grupos que residen en determinadas zonas o regiones con una inseguridad alimentaria permanente. La necesidad de tratar ambos problemas por separado también queda demostrada en la propia Declaración del Milenio, donde se establecen metas diferenciadas para la reducción de cada uno.15
CEPAL (2005), pp.1
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Meta 1: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día. Avance desigual En América Latina y El Caribe el progreso registrado en la consecución de la meta de pobreza extrema es insuficiente; el examen basado en líneas nacionales calculadas por CEPAL indica que solo un país ha alcanzado ya la meta (Chile) y que cinco (Brasil, Ecuador, México, Panamá y Uruguay) lograron un progreso importante transcurridos 14 de los 25 años que median entre 1990 y 2015 -la base de comparación establecida-. En todos los países restantes el avance fue escaso o, como sucedió en algunos, se registraron retrocesos. La tasa de pobreza extrema bajó a 18,6% pero el número absoluto de personas que viven con menos de un dólar por día aumentó a 96 millones de personas. Hay que distinguir que la magnitud de la pobreza es mayor entre las zonas rurales y las urbanas, así como entre los jóvenes y los adultos, por lo cual los jóvenes pobres se encuentran a mayor distancia de salir de esa condición.16
Pobreza de ingreso En la medida que el ingreso es factor de inclusión social por su relación con la capacidad de consumo y el acceso a diversos satisfactores, esta meta ocupa un lugar central en el conjunto de los ODM, por cuanto la lucha contra la pobreza de ingreso guarda estrecha relación con las demás metas en el contexto de las economías de mercado. La pobreza de ingreso, en el caso particular de los jóvenes, tiene relación directa con la deserción escolar, la malnutrición, la vivienda deficiente y la falta de acceso a servicios básicos de saneamiento y agua potable. Asimismo, la pobreza de ingreso entre los jóvenes está relacionada directamente con el desempleo y el subempleo, así como con la falta de inversión pública y privada para ampliar las fuentes laborales en condiciones plenas y dignas. Dado que el empleo constituye la principal fuente de ingreso y, por tanto, de inserción social y autonomía de los jóvenes, el desempleo representa una ruptura de la autodeterminación y de la identidad, lo cual conlleva severos riesgos para la cohesión social y la gobernanza democrática. Es crucial que los gobiernos comprendan que existe una relación dinámica entre la falta de ingreso, el desempleo, el subempleo y la pobreza.
Pobreza juvenil Según las encuestas de hogares realizadas en 18 países latinoamericanos en 200217, la incidencia de la pobreza en la población joven alcanza al 41% ,
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16 CEPAL (2005), pp. Xx. CEPAL (2004), pp. 127-128
17
equivalente a aproximadamente 58 millones, de los cuales 21 millones 200 son pobres extremos, de estos 15 millones tienen entre 13 y 19 años. Esto refleja apenas una disminución de 2 puntos porcentuales en relación con 1990. En términos absolutos en 2002 habría 7 millones 600 mil jóvenes pobres más que en 1990, y 800 mil pobres extremos adicionales en el mismo periodo.
Dependencia e ingreso precario Los jóvenes que trabajan y conforman hogares tienen un promedio de ingreso mayor que sus pares que se mantienen en hogares de jefatura adulta. Aquellos que trabajan y forman parte del hogar paterno-materno tienden a tipos de empleo de tiempo parcial, lo que explica sus restricciones de ingreso y sus limitaciones para independizarse.
Diferencias por género y lugar de residencia En materia de género, los jóvenes hombres tienen 2,7 puntos porcentuales menos de pobreza y 1,3 de indigencia que sus pares femeninos. En relación con el corte rural-urbano, se observó que en el año 2002 la pobreza alcanzaba a uno de cada tres jóvenes urbanos en Latinoamérica, mientras que alcanzaba a 2 de cada tres en el medio rural. La indigencia juvenil es menor al 10% en los jóvenes urbanos y ronda el 30% entre los rurales.18
Meta 2: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre. Superada el hambre pero no la desnutrición La región está en vías de cumplir la meta sobre hambre. En 15 de 24 países se redujo la subnutrición, pero es inquietante que la mayoría de los países con mayor rezago no hayan progresado a un ritmo acorde con el logro de esta meta. La alimentación repercute en las posibilidad para que una persona participe en la sociedad con pleno uso de sus facultades físicas y mentales y debe ser considerada como un factor precursor en la superación de la pobreza.
La alimentación como derecho El tema de la reducción del hambre se expresa en el derecho a la alimentación, reconocido en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
CEPAL (2004), PP. 129
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Culturales. En el Pacto se consigna que los Estados deberán dar cumplimiento a la obligación de proteger, promover y asegurar el goce de estos derechos de manera progresiva y hasta el máximo de los recursos de que dispongan. Por tanto la alimentación es un derecho de los jóvenes y los Estados tienen el mandato de garantizarla.
Desnutrición juvenil La nutrición inadecuada, alta en colesterol, lípidos y carbohidratos, tiene consecuencias negativas en el estado de salud de los jóvenes, es factor en el aumento de la obesidad y la aparición temprana de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Además de aumentar de manera sostenida la capacidad de compra de alimentos, es preciso eliminar o atenuar el impacto de la desnutrición – desequilibrio y déficit en el consumo de los diversos nutrientes-, que afectan principalmente a los hogares extremadamente pobres. El indicador de seguimiento para esta meta, que se relaciona directamente con la juventud, es “el porcentaje de la población por debajo del nivel mínimo de consumo de energía alimentaria o población subnutrida”. En el Informe 2005 del PAMJ se señala que en América Latina y El Caribe existen 10,8 millones de jóvenes entre 15 y 24 años que padecen desnutrición.19.20
Objetivo 2 Lograr la enseñanza primaria universal Meta 3: Velar por que, para el año 2015, los niños y las niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria. Los ODM incluyen, de modo expreso, aspectos vinculados a garantizar el derecho de las personas a la educación, y esto obedece a su carácter de derecho humano, cuyo respeto es parte ineludible de toda concepción de desarrollo.21 Extender la educación como un derecho le otorga su exigibilidad jurídica para todos los ciudadanos en los ámbitos internacional y nacional. Esto incluye la cobertura y la calidad educativa. El interés de evaluar la educación en la región está orientado a proporcionar
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19 ONU (2005), pp.5. CEPAL (2005), pp. 61. 21 CEPAL (2005),pp. 83.
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información que permita a los gobiernos y otros agentes sociales adoptar las medidas tendientes a garantizar este derecho de modo universal. Esto exige disponer la capacidad para identificar a los sectores de la población que se encuentran excluidos de su goce y aquellos que no cuentan con una educación de calidad.22
Educación primaria incompleta entre jóvenes En el 2002, solo un 88,1% (promedio ponderado) de la población de 15 a 19 años en 18 países de la región ALC analizados había culminado la educación primaria. Al comienzo de la presente década, cerca de 92 millones de latinoamericanos de 15 y más años de edad (alrededor de un 25%) no había terminado este nivel educativo. Esto representa sin duda uno de los escollos principales para cumplir los ODM, y tiene estrecha relación en lo que se refiere a la reducción de la pobreza extrema, por lo que la educación tiene de factor de inclusión laboral.23
Pobreza y rezago educativo básico Cabe destacar que Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala presentan muy elevados índices de población entre los 15 y 19 años que no han concluido la educación primaria, alrededor de un 30%. Además, en todos los países analizados de la región, por lo menos uno de cada cuatro jóvenes entre 15 y 19 años pertenecientes al 20% de la población más pobre no logró terminar la educación primaria, esto se agudiza en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, en los que la proporción de los jóvenes pobres que no concluyen la primaria fluctúa entre un 47% y un 64%.24
Rezago por origen rural y étnico Las oportunidades de conclusión del nivel primario de los jóvenes de 15 a 19 años que residen en zonas rurales son muy inferiores a las de aquellos de zonas urbanas. Al respecto, cabe destacar que los países que se presentan mayor rezago son justamente aquellos que tienen una mayor proporción de población residente en zonas rurales, más difíciles de dotar de infraestructura y de los medios necesarios para progresar hacia la universalización de la educación primaria. De hecho, en el conjunto de los países analizados, la tasa de no conclusión de la educación primaria en las áreas rurales es, en promedio, tres veces más alta que en las zonas urbanas. Por otra parte, las desigualdades ligadas a la pertenencia étnica de la población son también muy elevadas aunque, de acuerdo con los datos analizados, son menores que las vinculadas al estrato socio-económico y a la zona de residencia. Sin embargo, el mayor rezago que presentan los jóvenes de 15 a 19 años pertenecientes a etnias originarias, y a la población negra en el caso de
CEPAL (2005),pp. 84. CEPAL (2005), pp. 90 CEPAL (2005),pp.95
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Brasil, constituye un importante desafío para las políticas de educación, tanto por la dimensión cultural del problema como por el hecho de que estos grupos se concentran en las zonas rurales y forman parte del estrato más pobre de la población.
El desafío de la educación secundaria El informe de la CEPAL 2005 insiste –correctamente- en que el acceso universal a la enseñanza primaria no es suficiente, proponiendo incorporar metas relativas a la educación secundaria. No obstante los avances logrados en los años noventa, la cobertura de la educación secundaria en la región sigue siendo muy baja. En el año 2001, el promedio regional de la tasa neta de matrícula en este nivel era del orden del 65 %, con muy pronunciadas diferencias entre países. Así, en Argentina, Chile y Cuba se han alcanzado cifras cercanas o superiores al 89 %, en tanto que en República Dominicana, Guatemala y Nicaragua es cercana o inferior al 40 %.
Deserción y disminución de la matrícula No sólo la cobertura de la educación secundaria es baja sino que quienes acceden a ella con frecuencia la abandonan antes de completarla, debido a la necesidad de generar ingresos aunque sean precarios, desde una edad temprana.25 En el informe sobre la juventud iberoamericana del 2004 la CEPAL señala que, en general, los logros educativos entre el grupo etario de 15 a 29 años son claramente superiores a los de los adultos de 30 a 59 años. Sin embargo, los jóvenes iberoamericanos enfrentan graves problemas de deserción, rezago escolar, y aprendizaje efectivo, y la cobertura se muestra más insuficiente conforme se avanza en los niveles educacionales. La cobertura de la educación secundaria es drásticamente menor que la de primaria y la heterogeneidad entre países es aún mayor. Respecto de la participación de los jóvenes en la educación superior, en la última década la cobertura de la educación terciaria se extendió de 4,4% de los jóvenes de 25 a 29 años a un 6,5% en América Latina, lo que muestra un aumento importante pero la cobertura todavía es muy baja.26
Baja calidad educativa El segundo objetivo de desarrollo del Milenio también está orientado a que las personas adquieran los conocimientos indispensables para enfrentar los
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25 CEPAL (2005). CEPAL (2004), pp. 2003.
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desafíos del mundo actual, y sobre todo, desarrollen su capacidad para aprender a lo largo de su vida, esto es especialmente importante con relación a los jóvenes y su inclusión social. Sin embargo, la situación de la región al respecto es preocupante según lo expresa la CEPAL.27 En estudios internacionales, como el primer estudio del Laboratorio de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) y el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA), se registraron no solo bajos niveles de desempeño de los educandos sino también marcadas diferencias entre los que asisten a escuelas públicas y privadas. Los resultados del estudio PISA, orientado a evaluar la adquisición de competencias consideradas clave para desenvolverse en el mundo actual entre alumnos de 15 años de edad, según el nivel de desempeño alcanzado en prueba de lenguaje, son altamente preocupantes, debido al pobre desempeño mostrado por los estudiantes de los países examinados. Entre un 44% (Argentina y México), 48% (Chile), 56% (Brasil) y un 79% (Perú) de los alumnos tuvieron un desempeño muy rudimentario, debajo del nivel 1, es decir, carecen de las competencias idóneas. En contraste los países de la OCDE, de los cuales son miembros Portugal y España, los alumnos ubicados en este nivel promedian el 18%. Esta situación es aún más dramática si se considera que en el diseño de la muestra del estudio se excluyó a las personas de 15 años que no se encuentran en el sistema educativo y a los matriculados en condición de retraso escolar hasta sexto grado. Sin duda, en estos dos grupos hubiesen encontrado un desempeño aún menor. Es razonable conjeturar que el déficit en materia de logros de aprendizaje es generalizado en América Latina.
Pertinencia educativa para el mundo actual El segundo objetivo de los ODM requiere de una dimensión más específica para el caso de la educación de los jóvenes y de una amplitud de las metas con respecto a los desafíos centrales que plantea la educación, en particular en la correspondencia y pertinencia entre la formación para el empleo productivo, que debe considerar la formación de personas/ciudadanos para la sociedad del conocimiento, el fomento de la cultura del emprendimiento y la perspectiva del desarrollo sustentable. En el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes, la educación ocupó el primer lugar entre las 10 esferas prioritarias para el desarrollo de la juventud. En su informe 2005 destaca que la globalización y la revolución tecnológica, complicadas por el aumento de las desigualdades en el mundo, demandan nuevas respuestas a las necesidades educativas de los jóvenes. Los planes de estudios no siempre preparan adecuadamente a los jóvenes para satisfacer las exigencias del mercado de trabajo. Los países en desarrollo tienen grandes
CEPAL (2005), pp.99.
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problemas para introducir las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones en el sistema educativo.28 Asimismo, dado que las sociedades iberoamericanas están encaminadas al uso ampliado del conocimiento, la educación debe ser una manera para promover mayor participación de todos los sectores y un acceso en condiciones de igualdad a los activos públicos, esto tiene relación con impulsar una educación para la ciudadanía juvenil.
Calidad docente Del mismo modo, es crucial considerar que los maestros y capacitadores deben estar a la altura de los desafíos, por ahora en muchos lugares de Iberoamérica carecen de formación, recursos, apoyo y material suficiente, o trabajan en condiciones poco propicias, con la consiguiente disminución de la calidad del aprendizaje de los jóvenes.
Educación no formal En los últimos 10 años las organizaciones no gubernamentales se han esforzado cada vez más por promover la enseñanza y han contribuido a que millones de jóvenes accedan a ella. En el último decenio, se ha prestado una atención cada vez mayor a la preparación para la vida cotidiana en el sistema educativo no formal. La introducción de conceptos como la enseñanza no escolar, el aprendizaje permanente, la educación a distancia, el aprendizaje electrónico, la educación entre pares y la formación en el lugar de trabajo pone de manifiesto la creciente ampliación del concepto de educación para dar cabida a formas de impartir conocimientos fuera de las aulas. En los informes del PAMJ presentados por los países, se mencionan también programas para combatir el racismo y la violencia y promover los valores multiculturales y la tolerancia, así como programas destinados a educar a los jóvenes en sus lenguas vernáculas.29
Violencia en la escuela y su entorno30 Un factor que conspira de modo significativo contra el aumento del nivel educativo de la población es la creciente situación de violencia que se vive tanto en las escuelas como en su entorno en varios países de la región. Si bien la escuela, en varios casos, ha operado como un espacio de protección frente a la violencia, esta última se empieza a manifestar de modo creciente en su interior e involucra a un número cada vez mayor de niños y jóvenes. Esto afecta su experiencia educativa en aspectos clave como la retención y el
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ONU (2005)., pp. 8. 29 ONU (2005).pp. 10. OIJ: Barragán, (2006), pp. 8. 28
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clima de aula que, a su vez, tiene consecuencias en el nivel de aprendizaje que los estudiantes logran. Las pandillas en Centroamérica, entre otros casos, muestran la necesidad de políticas intersectoriales que aborden las variables educativas junto con otras de carácter social vinculadas a situaciones de violencia.
Desastres naturales y conflictos sociales La recurrentes temporadas de huracanes en el Caribe muestran la vulnerabilidad de muchos países de la región y que se puede destruir en pocas horas el resultado de décadas de importantes esfuerzos. Lo mismo ocurre en situaciones de convulsión social. Estas derivan en la destrucción de infraestructura, la interrupción de calendarios escolares, el desplazamiento de la población y, en último término, afectan la salud física y mental de alumnos, docentes y la comunidad en general, sobre todo a los sectores más vulnerables o desprotegidos. Las políticas educativas deben contemplar un programa emergente en caso de desastres naturales, así como esfuerzos especiales destinados a reducir los efectos en la educación de la conflictividad social, pues la población joven que resultan sin educación por estos fenómenos se convierte en población vulnerable.
Necesidades educativas especiales e inclusión Está ampliamente probado que en situaciones de exclusión escolar (como en el caso de las poblaciones rurales o pobres) los jóvenes con necesidades educativas especiales resultan particularmente vulnerables. Si bien en los últimos años las políticas destinadas a la atención de necesidades especiales en el entorno de la educación regular se han difundido, aún queda un camino largo por recorrer. Se trata de atender educativamente a quienes presentan capacidades diferentes por causa de nacimiento o accidente.
Educación bilingüe intercultural En muchos países de la región los rezagos educativos no solo se concentran en la población de menores ingresos, sino también en grupos étnicos o lingüísticos que se encuentran en situación de desventaja. Guatemala, Bolivia, Ecuador o Perú, entre otros países con una importante proporción de población indígena, han venido desarrollando, con distinto éxito, políticas educativas basadas en el bilingüismo y la interculturalidad. Sin embargo, resulta evidente que este tipo de políticas debe reforzase, con relación a los jóvenes cuyo derecho a la educación no se encuentra plenamente garantizado y presentan altas tasas de analfabetismo.
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Objetivo 3 Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer Meta 4: Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza antes de fines del 2015. El avance de la región en la consecución de la meta por lograr la equidad de género en la educación, indica que se están produciendo cambios culturales e institucionales importantes en el sector educativo que tienen efectos en la actual generación de jóvenes y los tendrán en la próxima. Sin embargo, aparece una desigualdad hacia los hombres en la educación secundaria –hay más mujeres que hombres-. En la Declaración del Milenio se señala la importancia de “promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer como medios eficaces de combatir la pobreza, el hambre y las enfermedades y de estimular un desarrollo verdaderamente sostenible”. Es evidente que sólo cuando las mujeres prosperan toda la comunidad se beneficia, su desarrollo contribuye a la cohesión social y garantiza la calidad de vida para las futuras generaciones. Existe un amplio reconocimiento en la comunidad internacional sobre la importancia de la igualdad de género como fin y como medio para alcanzar el desarrollo.31 En los ODM se han incluido indicadores que resaltan el logro en la educación primaria, secundaria y superior y en la relación entre tasas de alfabetización de mujeres y hombres entre los 15 y 24 años.32
Equidad educativa La relación entre las jóvenes y los jóvenes en la educación secundaria, muestra que la relación entre las tasas netas de matrícula favorece a las niñas, excepto en Guatemala y Perú, donde aún existe una brecha en la cobertura educacional en prejuicio de las niñas. En el caso de la educación terciaria, aunque la información disponible es bastante escasa, se advierte que solo México no supera la meta. Por su parte, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Venezuela y Uruguay muestran una
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CEPAL (2005), pp. 113. CEPAL (2005), pp. 113.
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relación altamente favorable a las jóvenes. La mayor asistencia de las jóvenes a establecimientos educacionales responde a diversos factores de carácter sociocultural. Entre estos se destaca la incorporación por parte de las mujeres de la cultura del mérito personal (meritocracia). A lo anterior se suma el hecho de que la educación aparecería como más compatible en términos de demanda horaria con el trabajo doméstico o con los trabajos remunerados que asumen las mujeres, ya que en el promedio regional urbano el 40,3% de las adolescentes entre 15 y 19 años que pertenecen a la población económicamente activa asiste a un establecimiento educacional, mientras que en el caso de los jóvenes varones este porcentaje alcanza a un 35%.33
Tasa de analfabetismo La evolución de las tasas de analfabetismo de la población joven en el tramo de edad de 15 a 24 años muestra que se han cerrando las brechas que históricamente ponían a las mujeres en desventaja. Incluso, según estimaciones de la UNESCO, este patrón se habría invertido para el año 2005, en que se estima el analfabetismo masculino supera a la respectiva tasa femenina. Sin embargo, hay que considerar que los valores basados en los promedios nacionales o regionales encubren determinadas situaciones que enfrentan aquellos segmentos de la población femenina afectados por otros sistemas de discriminación, como los que sufren las mujeres indígenas y afrodescendientes.34
Mayor equidad en el empleo Con respecto al empleo, en términos generales, pues no existen datos específicos que desagreguen la proporción de empleo remunerado entre las jóvenes y los jóvenes, es evidente que las mujeres siguen ocupando una proporción menor de trabajos remunerados que los hombres, en el año 2003 el 44% de los empleos remunerados en América Latina y El Caribe correspondía a las mujeres. Al respecto hay que señalar que la región ha realizado mejoras continuas en este rubro, en 1990 la proporción se ubicaba en el 38%.35 Sin embargo, hay que destacar que la tendencia anterior se produce en el contexto de un creciente ingreso de las mujeres al mercado de trabajo que se caracteriza por su concentración en empleos precarios, mal remunerados y de baja productividad. Entre 1990 y 2002, la brecha de género en sectores de baja productividad se redujo solo 3 puntos porcentuales, debido principalmente al empeoramiento de la inserción laboral masculina, que pasó del 43% al 46% en estos sectores, mientras que la de las mujeres se mantuvo estable.36
CEPAL (2005), pp. 116. CEPAL (2005) pp. 122. ONU (2005b) pp. 15. 36 CEPAL (2005) pp. 126. 33 34 35
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Diferencia salarial En el aspecto salarial, los ingresos de las mujeres alcanzan en el 2002 el 69 % de los ingresos masculinos. La brecha salarial se ha reducido 14 puntos porcentuales respecto de 1990, mientras que en el caso del total de ingresos por trabajo, se registró un incremento de apenas 6,5 puntos porcentuales, lo que indica que dentro del esquivo trabajo asalariado mejoran las oportunidades para las mujeres.37
Participación política de las mujeres Para este caso en los ODM se ha utilizado como indicador la proporción de puestos ocupados por las mujeres en el parlamento nacional, lo cual en el caso de las jóvenes dificulta conocer su participación política, entre otros factores, debido a que las legislaciones nacionales marcan un requisito de edad para acceder al parlamento, en la mayoría de los casos solo es posible cuando se han cumplido los 21 años, y no se cuenta con datos desagregados que señalen el número de mujeres jóvenes que actualmente son parlamentarias. En términos generales, en 1990 sólo el 12 % de los escaños parlamentarios correspondía a las mujeres y en 2005 ocupan el 19%.38 Con relación a la participación política de las mujeres jóvenes, sería importante incorporar un indicador que registre la proporción de éstas en las organizaciones de la sociedad civil y el voluntariado, que son espacios donde existe un importante segmento de mujeres jóvenes participando y tomando decisiones.
La violencia contra las mujeres En la Declaración del Milenio sobre la eliminación de la violencia contra la mujer este fenómeno se define como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada.39 Por su parte la convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer establece que la violencia contra la mujer constituye una violación a los derechos humanos y las libertades fundamentales.40 Según informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina una de cada tres mujeres es víctima de violencia. El 33% informa haber sufrido abuso sexual y el 45% amenazas por parte de su pareja.41 Si bien las manifestaciones de la violencia contra las mujeres son múltiples,
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CEPAL (2005) pp. 128. 38 ONU (2005b) pp. 16. 39 ONU (1993). 40 OEA (1994). 41 CEPAL (2005) pp136.
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se ha constatado internacionalmente que la violencia intrafamiliar y sexual, en particular la ejercida por su pareja, es una de las más frecuentes, deja secuelas muy graves y enfrenta a las mujeres a una situación de mayor indefensión.42 Este fenómeno no es exclusivo de los países en vías de desarrollo, también en países como España la violencia de género se ha convertido en un fenómeno grave. Es evidente que las jóvenes están también involucradas como objeto de la violencia de género, tanto en el seno de las familias como de manera particular en la trata de personas para la prostitución y otras actividades del comercio sexual. En un estudio realizado en 1999 por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México43 para conocer las causas culturales de la desigualdad social, se concluyó que la violencia de género actúa tanto en varones y mujeres como un “aprendizaje inicial de la injusticia ” y constituye la base cultural de la desigualdad que se reproduce en las demás esferas de la sociedad, en otras palabras, la negación del otro se “aprende” en la familia con la exclusión de la mujer y se traslada a las demás relaciones sociales.
Educación sexual desigual entre los jóvenes Los estereotipos y la discriminación basados en el género siguen limitando el desarrollo pleno de las mujeres jóvenes y su acceso a los servicios. Cada año, cinco millones de mujeres de 15 a 19 años de edad se someten a abortos, el 40% de los cuales son practicados en malas condiciones. En estudios encargados de investigar la comprensión de los jóvenes acerca de las cuestiones relacionadas con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), se llegó a la conclusión que si bien ambos sexos estaban muy mal informados, el nivel de desconocimiento era particularmente elevado entre las jóvenes de 15 a 19 años de edad.44
CEPAL (2005) pp. 136. PRIETO (1999) ONU (2005) pp. 24.
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El Derecho a la Salud de los jóvenes y los ODM Objetivo 4 Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años Objetivo 5 Mejorar la Salud Materna Meta 6: Reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990 y 2015.
Objetivo 6 Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades Meta 7: Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la propagación del VIH/SIDA Los objetivos relacionados con la salud y sus metas deben realizarse en el marco del derecho a la salud, teniendo en cuenta sus aspectos éticos, sociales, técnicos y políticos.45 Sin embargo, si bien la comunidad internacional y los Estados reconocen la importancia de la salud de los y las jóvenes en el marco de la atención prioritaria para los sectores de la población más desprotegidos, el tema aparece disperso en las agendas políticas. Dado el actual patrón de morbimortalidad juvenil, relacionado estrechamente con fenómenos de violencia y rápida propagación del VIH/SIDA entre la población joven, urge establecer medidas de prevención y diagnóstico de acuerdo con las características de la salud juvenil.46
Mortalidad juvenil La probabilidad de morir de los jóvenes iberoamericanos a fines de la década de 1990 revelaba una reducción notable en países como Bolivia, Colombia, Perú y algunos centroamericanos, con respecto al comienzo de la década de 1980. Durante los años transcurridos desde entonces, el perfil epidemiológico y la incidencia de causas de mortalidad se modificaron a nivel mundial y en áreas que afectan directamente a la juventud. En particular la pandemia del
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CEPAL (2005), pp. 142. CEPAL (2004) pp. 129.
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VIH/SIDA –aunque Iberoamérica no es la región con mayor incidencia-, no deja de ser alarmante, pues son jóvenes que se inician a la vida sexual y reproductiva, más aún si se tiene en cuenta que por cada enfermo detectado se estima que existen entre 5 y 7 portadores seropositivos.47 El VIH/SIDA y el incremento de la violencia, que en algunos países de la región como Colombia y El Salvador, alcanza niveles catastróficos, son las dos causas más relevantes en el nuevo perfil de la morbilidad y la mortalidad de los jóvenes (2,9 por cada 100 mil).48
Mejorar la salud materna (también de las madres jóvenes) Las estimaciones disponibles indican que ésta se ha mantenido aproximadamente en 190 muertes por cada 100 mil nacimientos en ALC en la década pasada, por tanto el número de mujeres que fallecen por causas relacionadas al embarazo y el parto se habría mantenido en alrededor de 22 mil por año, entre las cuales se encontraría un número indeterminado de madres jóvenes, aún cuando la mortalidad materna en ciertos casos se relaciona con el embarazo precoz.49 Lamentablemente no existen los datos desagregados que permitan hacer una estimación al respecto. Existen pruebas de que en ALC la muerte materna obedece sobre todo a causas obstétricas directas, como hemorragia (20%), la toxemia (22%), las complicaciones del puerperio (15%) y otras causas directas (17%). Las defunciones relacionadas con las complicaciones del aborto inseguro representan un porcentaje elevado que, por su alto subregistro, se estima en mucho más del 11% que figura en las estadísticas oficiales.50
El embarazo precoz Si bien ha disminuido en muchos países, sigue siendo un problema importante, sobre todo por los riesgos que entraña para la salud de la madre y el niño y por sus efectos en la educación y las perspectivas de vida de las adolescentes. Los partos de mujeres menores de 20 años representan el 17% de todos los partos en los países menos adelantados, lo que equivale a 14 millones de partos al año en el mundo entero. Se estima que el embarazo es la causa principal de mortalidad de las jóvenes que tienen entre 15 y 19 años de edad, debido principalmente a complicaciones relacionadas con el parto y los abortos practicados en condiciones de riesgo.51 Pese a la tendencia a aplazar el matrimonio en gran parte del mundo, aún se espera de millones de adolescentes se casen y comiencen a tener hijos, con frecuencia antes de que estén listas para ello.
CEPAL (2004) pp. 161. CEPAL (2004) pp. 160 CEPAL (2005) pp. 151. 50 CEPAL (2005) pp. 152. 51 ONU (2005) pp. 17. 47 48 49
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Las relaciones sexuales Están cada vez más generalizadas. Los datos correspondientes a los últimos años del decenio de 1990 indican que de las jóvenes activas sexualmente a los 20 años, el 45% en América Latina y el Caribe habían iniciado la actividad sexual antes del matrimonio, mientras que la proporción correspondiente de hombres fue el 95%.52
VIH/SIDA La epidemia está cambiando en su perfil etario. La mitad de los casos nuevos de la infección por VIH se han producido en personas de 15 a 24 años, lo que difiere de la tendencia observada en la primera mitad de la década de 1990, en la que se producía principalmente en personas de 30 a 39 años; este fenómeno se ha definido como el “rejuvenecimiento” de la epidemia. Al igual que en otros grupos en situaciones de desventaja, los jóvenes infectados son víctimas de estigma y discriminación, lo que redunda en una limitación del acceso a los servicios de educación y salud y fuertes restricciones para el desarrollo de campañas de prevención de alto impacto. En algunos países de la región, es evidente el desconocimiento sobre el VIH/ SIDA entre los jóvenes. Se estima que entre una cuarta parte y la mitad de las adolescentes de 15 a 19 años de Guatemala, Perú y Brasil no saben que una persona con el VIH puede no mostrar síntomas de SIDA. Debido a esto, especialmente las adolescentes se encuentran entre los grupos de alta vulnerabilidad. En el Caribe, la mayoría de los casos de VIH se dan en mujeres de 15 a 24 años. En diciembre de 2001, fecha en la que se registraba 1,82 millones de personas infectadas por el VIH en la región, la incidencia en jóvenes de ambos sexos a finales del mismo año se estimaba en 240 mil mujeres y 320 mil varones. El crecimiento de la epidemia entre los jóvenes puede atribuirse a diversos motivos, entre otros la dificultad de acceso a la información y servicios de salud sexual y reproductiva adecuados y a la falta de políticas de salud que reconozcan la existencia de la sexualidad adolescente y juvenil. Por ello es crucial la formulación e implementación de políticas públicas para adolescentes y jóvenes con respecto a la prevención y atención del VIH/SIDA.53 En términos de evolución del VIH/SIDA en la región, los datos no son concluyentes. Aunque la incidencia va en aumento en todos los países. En el caso de Brasil se dispone de evidencias de una clara estabilización de la epidemia en los últimos seis años. Esto obedecería a la participación de toda
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la sociedad en una programa proactivo y agresivo, basado en una estrategia que incluye prevención, tratamiento y defensa de los derechos humanos de las personas infectadas.54
Tabaquismo El consumo de tabaco es una de las principales causas prevenibles de muerte en el mundo. Se estima que en estos momentos en el mundo hay 1.000 millones de fumadores. Para 2030 otros 1.000 millones de jóvenes habrán comenzado a fumar. Las mayores tasas de fumadores jóvenes se observan en los países en desarrollo. Aunque hay menos mujeres fumadoras que hombres, el número de mujeres jóvenes que fuman cigarrillos está aumentando. El nivel de consumo de tabaco más elevado entre las jóvenes indica la necesidad de contar con políticas y programas encaminados a contrarrestar las estrategias de comercialización destinadas a las jóvenes, que asocian el consumo de tabaco con la independencia, el glamour y el romance.55
Alcoholismo Parece que los jóvenes de muchos países están comenzando a beber alcohol a edades más tempranas. Según investigaciones realizadas en países en desarrollo, el comienzo temprano del consumo de bebidas está asociado a una mayor probabilidad de dependencia al alcohol y lesiones conexas en años posteriores. Los varones son más propensos que las mujeres a beber alcohol en la juventud, y a beberlo en grandes cantidades. Sin embargo, en varios países en desarrollo, las jóvenes han comenzado a beber a la par de los jóvenes, e incluso más. Los datos sobre el hábito de beber entre los jóvenes de los países en desarrollo son relativamente escasos, pero algunos estudios indican un aumento del consumo de bebidas en países de América Latina, en especial entre mujeres jóvenes.56
Hueco normativo propicia las drogas “legales” Pese a los esfuerzos realizados en los países desarrollados para restringir los anuncios y la comercialización del alcohol y el tabaco, el mercado juvenil sigue siendo de gran importancia para esas industrias. Como resultado de las recientes restricciones a la comercialización de esos productos en los países desarrollados, las compañías se han centrado cada vez más en los jóvenes de los países en desarrollo, donde aún no se han tomado medidas de protección y, lamentablemente, la salud y la seguridad de los jóvenes están menos protegidas.57
CEPAL (2005) pp. 159. ONU (2005) pp. 23. ONU (2005) pp. 70. 57 ONU (2005) pp. 72. 54 55 56
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Drogas ilegales De todas las sustancia ilícitas mencionadas en los tratados internacionales de fiscalización de estupefacientes, la cannabis es con creces la que más se consume y con mayor frecuencia, especialmente entre los jóvenes. Con todo, la tendencia ascendente se detuvo en muchos países desarrollados en los últimos años y, en 2003, por primera vez en un decenio, se produjo una ligera disminución del consumo de cannabis en algunos de esos países. Un importante cambio desde la aprobación de Programa de Acción Mundial es el surgimiento del consumo indebido de drogas sintéticas. Pese a los esfuerzos realizados por muchos países para limitar la disponibilidad de estimulantes de tipo anfetamínico, aumentó el acceso a las nuevas drogas sintéticas. En la mayoría de los países, los jóvenes consumen estimulantes como el éxtasis en actividades de esparcimiento, muchas veces durante los bailes. En los países en desarrollo el consumo está fundamentalmente asociado a los jóvenes de altos ingresos.58 Sin embargo sigue siendo crítica la falta de diferenciación de las drogas ilegales y su efecto nocivo, que resulta en políticas estériles e incongruentes. Las drogas ilegales no son todas igualmente nocivas, las llamadas drogas duras, heroína y cocaína, no tienen el mismo efecto sobre la salud que las drogas blandas como la cannabis o el LSD, por tanto urge una revisión sería de la política preventiva y rehabilitativa, que tenga presente distinguir entre el uso y el abuso y diseñe las estrategias conforme a los criterios de reducción del daño, más factibles y de mayor impacto que las campañas que “niegan” a las drogas ilegales. Las drogas ilegales son un hecho social y no será suficiente prevenirlas y atenderlas con políticas que pretendan negarlas, como las campañas basadas en el lema “di no a las drogas”, que visiblemente no han tenido efectos en la disminución del consumo.
Objetivo 7 Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente Meta 9: Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales e invertir la pérdida de recursos del medio ambiente. La degradación del medio ambiente natural y construido es alta y va en
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ONU (2005) 74.
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aumento, tiene efectos negativos para la población pobre, tanto en las zonas urbanas como en las rurales, y por sus consecuencias en el mediano y largo plazo tendrá efectos negativos en la calidad de vida de las futuras generaciones de jóvenes y para la actual. Los jóvenes de hoy enfrentan las consecuencias de la disminución de las zonas boscosas y la biodiversidad, mientras millones viven en tugurios y hacinamientos urbanos. Mientras los ODM sigan siendo una atribución exclusiva de los gobiernos y los Estados, sin la participación pública de los ciudadanos, y especialmente la de los jóvenes en el desarrollo sustentable, el objetivo de la sustentabilidad quedará en un plano de proceso incompleto y de difícil consecución. En 1992 la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo consagró los principios para un desarrollo sostenible, con lo cual se sentaron las bases de un nuevo marco de gobernabilidad ambiental fundado en el derecho a un desarrollo que respondiese equitativamente a las necesidades de las generaciones presentes y futuras.59 Acometer la sustentabilidad ambiental de manera inmediata no es un lujo que pueda posponerse, por tanto, su eficacia también depende de contar con el aporte de la actual generación de jóvenes como un factor estratégico. La extensión, escala y acumulación de las presiones sobre el medio ambiente son un fenómeno de carácter global e intergeneracional, donde problemas como el calentamiento de la tierra y el adelgazamiento de la capa de ozono han puesto de manifiesto una mayor interdependencia y vulnerabilidad de los habitantes del planeta.60 En América Latina y El Caribe la sostenibilidad ambiental del desarrollo está cada vez más en riesgo. Los problemas ambientales mas importantes de la región, como la degradación de tierras y bosques, deforestación, pérdida del hábitat y de biodiversidad, y contaminación del agua dulce, costas marítimas y atmósfera, están agravándose en términos generales y se reflejan solo parcial e imperfectamente en los indicadores y metas definidos para el objetivo 7.61 A esto se suma el ritmo acelerado y desordenado de la urbanización que, en el caso de los sectores pobres , se ve agravado por la ocupación de tierras de alto riesgo y el uso de materiales precarios, así como en el crecimiento de los tugurios y el aumento de la población que vive en ellos.
Interés de los jóvenes Se puede afirmar que particularmente en Iberoamérica todo está por hacerse con respecto a este objetivo y su relación con los jóvenes. Lo más significativo es que son los propios jóvenes quienes expresan mayor interés que sus gobiernos
CEPAL (2005) pp. 178. CEPAL (2005) pp. 178. CEPAL (2005) pp. 179.
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por hacer efectiva su vinculación con el desarrollo sostenible. Su contribución a la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible dejó patente que los jóvenes son firmes defensores de la preservación del medio ambiente. En consecuencia, en el Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial se señaló la necesidad de promover y apoyar la participación de los jóvenes en los programas y actividades relacionados con el desarrollo sostenible.62
Jóvenes en el desarrollo sostenible En el proceso de la Cumbre Mundial, los jóvenes recomendaron también que se renovara el compromiso de promover la educación para el desarrollo sostenible. La Asamblea General proclamó el Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible, que comenzaría el 1° de enero de 2005. En el proyecto de plan de aplicación internacional se esboza un marco amplio para que todos los colaboradores, incluidos los jóvenes, contribuyan a la celebración del Decenio. La educación ambiental ha aumentado sin parar en los últimos 10 años, impulsada por varias asociaciones regionales y nacionales de educadores ambientales. Los jóvenes divulgan cada vez más información sobre cuestiones ambientales utilizando sus propios canales. La dificultad de lograr una educación ambiental efectiva radica en plasmar los valores ambientales en acciones de cualquier tipo, ya sea en términos de cambios en el estilo de vida o de políticas. Esto pone de relieve la necesidad de información sobre cuestiones ambientales a fin de obtener resultados funcionales y orientados a la acción. Un ejemplo de ello es la campaña para un mundo limpio, que cada año lleva a más de 40 millones de voluntarios de más de 100 países a emprender actividades para mejorar su medio ambiente local. Entre esos voluntarios hay millones de jóvenes y la campaña es una manera práctica de que la juventud se responsabilice.63
Participación juvenil en la gestión La participación de los jóvenes en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo marcó la pauta para la participación de grupos de jóvenes en otras conferencias mundiales, que culminó en el papel relativamente prominente que desempeñaron en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible.64 Los jóvenes siguen participando en la ejecución de proyectos ambientales y la experiencia que adquieren al hacerlo los capacita para participar en mayor medida en la adopción de las decisiones relativas a las políticas ambientales.
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ONU (2005) pp. 38. ONU (2005) pp. 39. ONU (2005) pp. 41.
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Objetivo 8 Establecer una alianza mundial para el desarrollo Meta 16. En cooperación con los países en desarrollo, elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a los jóvenes un trabajo digno y productivo Meta 18. En cooperación con el sector privado, dar acceso a los beneficios de la nueva tecnologías, en particular de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) Los problemas de insuficiencia de empleos y la baja calidad de estos son problemas apremiantes, que no están debidamente priorizados en los ODM ni en las agendas de la cooperación para el desarrollo, pues sigue siendo un tema reservado a la dinámica del mercado, donde los Estados han perdido la injerencia directa aunque no así en la capacidad de legislar. Al respecto, la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes en su artículo 26 apunta al derecho al empleo juvenil pleno y de calidad. La superación de la pobreza pasa por la necesidad de generar empleos en cantidad y calidad adecuadas, y esto tiene mayor importancia en el caso de los jóvenes para no perpetuar esa condición cuando sean adultos y la leguen a sus hijos.
Desempleo Juvenil Según el informe de la CEPAL 2005, a partir del análisis de encuestas de hogares se pudo constatar que la tasa de desempleo regional de los jóvenes de 15 a 29 años ha aumentado de un 12,8% a inicios de los años noventa a un 16,1 diez años después, es decir, más del doble de la tasa de desocupación promedio de los adultos de 30 a 64 años.
Diferencias en sector pobre, mujeres y los más jóvenes Por otra parte, la desocupación continúa afectando con mayor intensidad a los sectores pobres, a las mujeres y a los jóvenes de 15 a 19 años. En efecto, a inicios de la presente década, la tasa de desempleo de los jóvenes pertenecientes a hogares del quintil más pobre era del 28,1%, frente al 8,7%
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correspondiente a los jóvenes del quintil más rico; la de las mujeres jóvenes era de 20,0% y la de los jóvenes menores de 22,4%. La mayor desocupación de los jóvenes refleja la dificultad de inserción laboral sobre todo para los que buscan su primer empleo.
Emigración y desempleo No existen datos actualizados sobre el desempleo juvenil en las zonas rurales debido a la invisibilidad de este sector en las agendas públicas, pero es evidente que la falta de empleo es la causa principal de la emigración de los jóvenes a las ciudades o a los países desarrollados. Según datos del Center for Immigration Studies65 entre 2000 y 2005 ingresaron 7,9 millones de inmigrados legales e ilegales a los Estados Unidos, de los cuales la mitad correspondió a la denominada población hispana. Además los jóvenes constituyen una parte importante de los 175 millones de emigrantes totales en el mundo.66
Empleos de baja calidad y sobre explotación La particular vulnerabilidad ocupacional de los jóvenes se verifica, además, en el deterioro de la calidad de los puestos de trabajo que obtienen, a pesar de su nivel educativo. Los nuevos empleos juveniles se generaron en su gran mayoría en el sector informal, su cobertura previsional disminuyó, y casi todos los nuevos puestos de trabajo de estos trabajadores fueron empleos de tiempo parcial.67 Además muchos jóvenes profesionistas no encuentran empleo correspondiente a sus capacidades -muchos son empleados en los restaurantes de comida rápida-. La oferta de empleo formal para los jóvenes sigue siendo discriminatoria si se considera que representan la mano de obra “barata” que las economías de la región ofertan como ventaja competitiva a las inversiones de la industria manufacturera, son empleos de alta explotación y de procesos rutinarios que no requieren de mano de obra calificada.
Cooperación multinacional para el empleo juvenil: Meta 16 En esta parte de los ODM se expresa una meta específica relacionada con los jóvenes. Esto refleja su relativa invisibilidad en la Declaración del Milenio pero también expresa de manera clara la urgencia de atender un problema central como el desempleo juvenil, que de no haber acciones efectivas pone en entredicho la gobernabilidad democrática y la sostenibilidad del sistema global. No es de poca importancia emprender tareas eficaces para abatir el problema de la falta de empleo entre la población joven en el mundo en desarrollo –como también en el mundo desarrollado-, tiene implicancia con la reducción de la
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65 www.cis.org/ ONU (2005) pp. 32. 67 CEPAL (2005), pp.218 66
pobreza, con la pertinencia del sistema educativo, con el desarrollo sostenible y con la promesa de la globalización de generar bienestar y seguridad por medio de la liberalización del comercio y la desregulación de las inversiones. Es una meta que incorporada en el objetivo 8 apela a la cooperación multinacional, especialmente en términos norte-sur, pues además de lograr el pleno empleo de los jóvenes en sus países y disminuir el descontento social y la delincuencia, participa en la contención de la emigración sur-norte. Sin embargo el objetivo 8 está marcado por claras asimetrías que dificultan una implementación puntual de sus propósitos, esto se puede observar en el hecho que ninguna de las metas que les corresponden a los países desarrollados tienen un plazo de cumplimiento, en comparación a las metas que tocan a los países en vías de desarrollo. Esto permite interpretar la meta 16 de manera laxa y no brindarle la importancia que merece. Aún así, la meta 16 plantea una vía muy clara de cooperación en el ámbito iberoamericano, donde España y Portugal como países desarrollados y los demás países en vías de desarrollo tienen en el empleo juvenil la oportunidad de plasmar el espíritu de la cooperación expresada en el objetivo 8, arribar a mayores desafíos como la emigración organizada de los jóvenes iberoamericanos para formar capital humano y la creación de redes de emprendedores juveniles vinculados por economías de escala, con financiamiento y asistencia técnica. A nivel mundial se creó una red de promoción de políticas sobre el empleo de los jóvenes a fin de impulsar la adopción de medidas en ese terreno y el problema del empleo juvenil ha recibido como consecuencia más atención a nivel nacional. En 2001 un grupo de expertos designados por el Secretario General de la ONU formularon recomendaciones sobre cuatro prioridades normativas: la el la la
aptitud para el empleo espíritu empresarial igualdad de oportunidades creación de empleo
Actualmente la red presta apoyo a 10 países que cuentan con estrategias nacionales de empleo juvenil y a otros países que las están preparando. Se analizan específica y detenidamente estrategias encaminadas a crear empleo juvenil por medio de actividades de capacitación empresarial para jóvenes, programas de microcrédito, la mejora de la formación profesional y los servicios de orientación profesional, actividades para la formación de jóvenes
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directivos, programas dirigidos a los jóvenes que generen muchos puestos de trabajo y actividades de capacitación en las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Emprendimientos juveniles duraderos Aunque muchos gobiernos han fomentado el espíritu emprendedor y el trabajo por cuenta propia entre los jóvenes, existen relativamente pocas iniciativas de microfinanciación dirigidas específicamente a los jóvenes que hayan sido exitosas por su magnitud y duración. La mayoría de ellas son iniciativas emprendidas por organizaciones no gubernamentales o bancos privados. Muchas de las iniciativas emprendidas se realizan a una escala demasiado reducida y con recursos insuficientes para resolver el problema del desempleo juvenil en toda su amplitud.68 Muchas organizaciones no gubernamentales han puesto en marcha programas de capacitación para jóvenes con el objetivo de prepararlos mejor para la vida cotidiana y ofrecerles formación profesional y conocimientos empresariales.
Tecnologías de la información y las comunicaciones La meta 18 relacionada con la promoción y aumento de las TIC toca de manera especial a los jóvenes, tanto por su característica de usuarios primordiales de estas tecnologías como por las orientaciones políticas, a veces simplificadoras, que las han convertido en un fin y no en un medio del desarrollo de la juventud. Es cierto que los jóvenes deben y pueden integrarse especialmente a la sociedad del conocimiento por medio de las TIC, pero en variados discursos políticos, inclusive en los propios ODM, se expresa una simplificación desmedida que les otorga el rasgo de “desarrollo en sí mismo” cuando son un vehículo para acceder a la información y de ahí a la inclusión social y el desarrollo. Esta distinción es de crucial importancia para diseñar políticas de acceso a las TIC que abatan la brecha digital al interior de los países en desarrollo y con relación a los desarrollados, en tanto que su promoción sin una visión integral y estratégica convertiría a los jóvenes en simples consumidores de software y hardware. Según CEPAL predomina el “uso blando” de la tecnología mientras el “uso productivo” es aún incipiente, lo cual produce el efecto denominado “ paradoja de la productividad”: aunque la inversión en TIC es alta, los aumentos de productividad son pequeños o nulos. De ahí que la estrategia de fomento de la innovación y de la inversión en infraestructura de ciencia y tecnología deba tener como correlato una estrategia coherente de inversión en capital humano que incorpore la educación, en particular de los jóvenes, como eje estratégico.69
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68 ONU (2005), pp. 36. CEPAL (2005), pp. 225.
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TERCERA PARTE
ORIENTACIONES DE POLÍTICA PÚBLICA RELACIONADAS CON LOS ODM Y LOS JÓVENES Luego de seis años de la Declaración del Milenio y de la promulgación de los ODM existen fundadas orientaciones en materia de políticas públicas de juventud para avanzar en el camino del desarrollo.
A. Orientaciones de política pública para la reducción de la pobreza entre los jóvenes Capital humano y transferencias monetarias condicionadas Son pocas las acciones de gobierno registradas que específicamente buscan disminuir la pobreza entre los jóvenes, destaca el programa de inversión social llevado a cabo en México destinado a financiar acciones integrales cuyo objetivo primordial es contribuir a eliminar algunos factores estructurales asociados a la reproducción de la indigencia entre la población joven. El Programa Oportunidades de México70 contiene una orientación especial para los jóvenes de las zonas rurales en extrema pobreza. Su estrategia consiste en transferencias condicionas de dinero. “Jóvenes con Oportunidades” busca crear incentivos para que los estudiantes vean más allá de su presente: que culminen su educación superior, inicien un emprendimiento propio o adquieran o mejoren su vivienda. En el ámbito nacional mexicano, más de 800 mil becarios del programa están incorporados a Jóvenes con Oportunidades. Los beneficios del Programa se otorgan a estudiantes que estén cursando educación secundaria o algún grado de educación media superior, que tengan menos de 22 años y que mantengan el promedio aprobatorio en sus calificaciones. Existen otros programas en la región que buscan un impacto similar aunque están más orientados a la población en general, en Chile el programa “Chile Solidario”, en Argentina “Jefes y Jefas”. Este tipo de programas requiere de un monto considerable de inversión proveniente del presupuesto nacional que por ahora sólo los países con un desarrollo medio y alto de la región pueden llevar a cabo. Es muy promisoria la aparición de programas que combinan la ayuda monetaria con la formación de capital humano, factor fundamental para reducir la transmisión
http://www.oportunidades.gob.mx/
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intergeneracional de la pobreza. Para ello, las transferencias monetarias y la entrega de ciertos bienes y servicios se condicionan, por ejemplo, al control preventivo en los centros de salud y con aprobación a los cursos educacionales secundarios y terciarios. También existe el programa BecaEscolar de Brasil que tiene relación directa con los jóvenes. Y destaca la experiencia que se está realizando en la República Bolivariana de Venezuela con las llamadas Misiones Sociales, centradas en la prestación directa de servicios y transferencias en especie, aparejadas de un enfoque de derechos, aunque estas misiones abarcan a un espectro más amplio de población y no sólo a los jóvenes.71
Cultura de la solidaridad intrageneracional Recientemente en México la Fundación Ashoka,72 con el respaldo de dos organizaciones juveniles, una en la zona metropolitana de la Ciudad de México y otra en una región serrana, indígena y marcada por la pobreza, pusieron en marcha un programa destinado a crear las condiciones subjetivas para la disminución de la desigualdad entre jóvenes de la misma generación pero con diferentes condiciones socioeconómicas. La estrategia consiste en crear intercambios residenciales por un periodo de cuatro semanas durante tres años, así los jóvenes urbanos que no viven en la pobreza pasan una temporada con los jóvenes en situación de pobreza de la región serrana, luego se repite la operación con la visita de los jóvenes indígenas en la ciudad. El programa busca disminuir la invisibilidad del otro entre jóvenes de la misma generación, con el objetivo a mediano y largo plazo de crear puentes de solidaridad que contribuyan a la superación de la pobreza. La experiencia se está monitoreando y se evaluará durante un ciclo de cinco años.
La pobreza de los jóvenes rurales La juventud rural debería estar entre los principales destinatarios de las intervenciones para reducir la pobreza, frenando de este modo la actual migración en gran escala de jóvenes a las zonas urbanas. En los países en desarrollo la pobreza se concentra en las zonas rurales, especialmente entre los pequeños agricultores y las familias sin tierra. A su vez, gran parte de la pobreza urbana es consecuencia de la privación rural, que genera una penosa migración económica a las ciudades. En el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes se hace hincapié en el desarrollo rural.
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CEPAL (2005) pp. 59. 72 www.ashoka.org
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Las iniciativas se centraran en convertir a la agricultura en una actividad más gratificante y en aumentar el atractivo de la vida en las zonas rurales. Toda política y sus correspondientes programas deben pasar por dar importancia a la educación agrícola, la capacitación técnica y la difusión masiva de los conocimientos básicos de uso y manejo de recursos bióticos en términos de sustentabilidad ambiental, promover la agroecología, el turismo rural, el manejo de zonas naturales protegidas, entro otros temas. Se debe tener presente revertir el hecho que en los 10 últimos años los recursos nacionales e internacionales dedicados al desarrollo agrícola y rural de los países en desarrollo han disminuido radicalmente 6.73
Participación en políticas para la reducción de la pobreza Se debe integrar a la juventud en las estrategias de reducción de la pobreza, haciendo hincapié en la importancia de la reducción de la pobreza entre los jóvenes para el desarrollo socioeconómico de los países. Se debe consultar a los jóvenes en el proceso de formulación de las políticas.74 Y para una evaluación eficaz de la situación de la juventud se debe incluir a los propios jóvenes. De esa forma se reforzaría el compromiso de los jóvenes con respecto a las políticas que les afectan y se crearían mayores oportunidades de cooperación y de una auténtica participación de la juventud.75
Situaciones especiales También persiste la necesidad de prestar especial atención a diversos grupos de jóvenes desfavorecidos. En particular cabe mencionar las necesidades especiales de los jóvenes con discapacidades, los emigrantes jóvenes, los jóvenes indígenas, los adictos y aquellos que no estudian ni trabajan.76
Estudio de la pobreza juvenil Es necesaria una mayor investigación cuantitativa y cualitativa sobre la reducción de la pobreza entre la juventud. Sigue siendo difícil realizar un análisis exhaustivo de las características concretas de la pobreza juvenil, debido a la falta de datos desglosados por edades, y la mayoría de las investigaciones sobre la pobreza no se centra específicamente en los jóvenes.
ONU ONU ONU 76 ONU 73 74 75
(2005) (2005) (2005) (2005)
pp. pp. pp. pp.
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Los temas de investigación propuestos son: La recopilación de datos sobre la juventud afectada por la pobreza La desnutrición y malnutrición entre los jóvenes La pobreza en hogares encabezados por mujeres jóvenes El rol de la juventud en la transmisión intergeneracional de la pobreza Las características de la transición de la escuela al mundo laboral La recopilación de información sobre las experiencias de los jóvenes en el mercado laboral El grado y la naturaleza de la participación de los jóvenes en el sector no estructurado y en el subempleo La posibilidad de que los gobiernos faciliten el empleo de los jóvenes.77
B. Orientaciones de política pública sobre educación de los jóvenes Incremento del gasto social en educación La educación es el principal expediente para superar tanto la pobreza como las causas estructurales que la reproducen: baja productividad en el trabajo, escaso acceso a las herramientas de la vida moderna, marginalidad sociocultural, mayor vulnerabilidad de las familias en el plano de la salud, y discontinuidad y bajos logros en la educación de los hijos. Por la misma razón, los esfuerzos y las intervenciones destinadas a incrementar los logros educativos de los jóvenes tienen diversos efectos positivos en términos de reducir la pobreza y la desigualdad.78 Los Estados tienen que hacer un esfuerzo por garantizar un porcentaje del gasto social exclusivo a la educación y desarrollo de los jóvenes. Existe la experiencia de República Dominicana donde por ley un porcentaje del presupuesto se destina a este fin.
Disminuir la desigualdad de acceso y la deserción La persistente desigualdad en el acceso a la educación, asociada al estrato social de origen, indica que en gran medida las oportunidades quedan determinadas por el patrón de desigualdades prevaleciente en la generación anterior –la pobreza de los padres de los jóvenes-. En efecto, pese a la importante expansión educacional registrada en la región latinoamericana, en los últimos 15 años se mantuvieron las acentuadas
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CEPAL (2004) pp. 176. CEPAL (2005) pp. 108.
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desigualdades entre las posibilidades de los jóvenes de diferentes estratos sociales de completar el ciclo secundario. Lo anterior es ratificado por una estrecha asociación entre el nivel de ingresos de los hogares y logro educativo.79 En este aspecto, de nueva cuenta, las transferencias económicas condicionadas al logro educativo de los jóvenes (becas) pueden ser una manera de acometer la reducción de la desigualdad de acceso, debido a que la mayoría de los jóvenes deserta de la escuela por falta de ingresos en el hogar y para buscar empleo.
Calidad de la educación Precisar el sentido de la educación en el mundo globalizado, fomentar el desarrollo de nuevas competencias para la vida y preparar a las personas para el ejercicio de la ciudadanía y la construcción de una cultura de paz, es una cuestión estratégica para elevar la calidad educativa en toda la región.80 Es de crucial importancia renovar el sistema educativo público destinado a los jóvenes en toda la región –la resiente demanda de los jóvenes chilenos en este sentido, pone de relieve que aún en los países con mayor desarrollo de la región es una cuestión crítica-. La renovación debe abarcar la pedagogía, los contenidos, el sentido de la educación y la formación docente.
El tema docente Las políticas de educación deben considerar las condiciones de trabajo, salud, aptitud, formación, evaluación y carrera, centrándose en la importancia de estos en la formación de los alumnos. Se identifica la necesidad de revalorar la función docente, sobre todo en su papel clave en lo referente a la calidad del aprendizaje y el diseño de políticas.
Del aula a la comunidad de aprendizaje La necesidad de transformar la cultura y funcionamiento de la escuela, requiere de fomentar la construcción de nuevas relaciones signadas por la vivencia cotidiana de los valores y las prácticas de la ética y la democracia. Ello responde al reconocimiento de la importancia de un buen clima escolar para garantizar un mejor desempeño académico de los alumnos dentro de una comunidad de aprendizaje, que incluya la participación de las familias y las comunidades que rodean las escuelas.81
CEPAL (2004) pp. 176. CEPAL (2005) pp. 108. CEPAL (2005) pp. 108.
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La gestión de la escuela Conviene un esquema de gestión donde la comunidad escolar y su comunidad territorial sean los agentes centrales en la adopción de medidas efectivas, así como un mejor uso de los recursos financieros. Se precisa pasar de la desconcentración administrativa a una verdadera transferencia de facultades, recursos y poder de decisión a las escuelas, con el apoyo constante para el fortalecimiento de capacidades y la orientación y regulación del Estado.82
Abatir el rezago La atención de las necesidades específicas de los segmentos con mayor rezago educativo, en particular de pobreza urbana y rural, así como con atributos culturales y lingüísticos particulares, es clave para el progreso educativo. Se requiere, por ejemplo, ampliar la cobertura de la educación secundaria y terciaria que actualmente se encuentra muy concentrada en los centros urbanos hacia poblaciones dispersas de las zonas rurales, esto es posible con apoyo de las tecnología de la información y la comunicación.83
Brecha digital Es necesario actuar rápido para evitar que la brecha digital entre los países desarrollados y en desarrollo se agrande, así como al interior de los países a nivel intergeneracional y social, y con esto impedir que se traspase el déficit a la próxima generación de jóvenes. Esta tarea de la política pública debería tener un enfoque centrado en las TIC como medio y no como el fin del desarrollo.84
Educación no formal Se alienta a los gobiernos a implantar y/o poner en marcha sistemas para la convalidación de la enseñanza no escolar para jóvenes. De esa manera, se reconocerían los conocimientos y experiencias adquiridos fuera de las aulas y se impulsaría la correlación entre la enseñanza escolar y no escolar.85
Educación estética para la ética El impulso de la educación en las artes tiene un efecto muy positivo en el fomento de la cultura de la paz y en la promoción de la ciudadanía. La educación estética durante la adolescencia y la juventud sienta las bases para la adopción de actitudes éticas y de reconocimiento de los derechos humanos. En la medida que los jóvenes incrementan su capacidad sensible son más dúctiles en percibir la conveniencia de vivir en paz, participar en la gestión de
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CEPAL (2005) pp. 109. CEPAL (2005) pp. 110. 84 ONU (2005) pp. 23. 85 ONU (2005) pp. 30.
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la comunidad y hacer valer el marco de los derechos. Los programas de educación en derechos humanos tienen mejores resultados cuando cuentan con una pedagogía estética, que preparan a la sensibilidad para percibir las cuestiones éticas.
C. Orientaciones de política pública para fomentar la autonomía de las mujeres y la igualdad de género Discriminación positiva Es necesario que los Estados hagan lo posible para mantener la tendencia positiva hacia el logro de la igualdad entre los géneros tanto en el sistema educativo como en el empleo. Entre las medidas de política pública que han dado resultado y pueden resaltarse están: La creación de un entorno que favorezca la educación de las jóvenes mediante reformas legislativas y normativas que garanticen una proporción de mujeres en los centros educacionales –alumnas y personal docente en todos los niveles-, particularmente en el nivel secundario y terciario La legislación para crear incentivos a las empresas que contraten personal joven femenino en condiciones plenas La inclusión de un porcentaje de los puestos de trabajo de las instituciones del Estado exclusivo para mujeres jóvenes.86
Disminuir la desigualdad desde el hogar La cultura machista es un fardo en el avance hacia la igualdad de género, en particular la secuela de violencia que conlleva. Es imperativo impulsar políticas públicas que involucren a los varones y a las familias en la disminución de la violencia de género, por medio de la acción de gobierno y/o por la vía de la legislación. Los gobiernos deben promulgar y aplicar leyes que protejan a las niñas y a las mujeres jóvenes contra cualquier forma de violencia El enfoque de estas medidas tiene que contemplar la función dinámica que tiene la familia patriarcal en la violencia y la desigualdad en toda la sociedad, así como la existencia de condiciones subjetivas que construyen la negación de mujer. Las condiciones subjetivas es un campo de trabajo que pocas veces se plantean
ONU (2005) pp. 28.
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las políticas públicas, normalmente atentas de las cuestiones “objetivas” de la sociedad, pero en la relación entre géneros hay evidencias de una subjetividad que puede llegar a manifestarse de manera condenable –feminicido, violación, trata de personas-, y exige de los responsables de la gestión pública comprender la complejidad objetiva y subjetiva de las relaciones humanas y sociales.
Combate al comercio sexual Las mujeres menores de 25 años son la población de la cual se nutre la trata de personas para la pornografía y el comercio sexual, con lo cual una parte de la generación de mujeres jóvenes desaparece y ve perdidas sus posibilidades para acceder a una vida digna y de calidad. Según estudios de University of Rhod Island, el comercio mundial del sexo representa en la actualidad un mercado de alrededor de 52 mil millones de dólares y el 69% de las operaciones comerciales por Internet están relacionadas a la pornografía, donde la competencia ha incorporado la tortura, la servidumbre, la crueldad y la pornografía infantil como “atractivos” para llamar la atención de los clientes, muchos de ellos niños, adolescentes y jóvenes. Existió el caso extremo de un sitio en Camboya que mostraba la violación en directo de mujeres.87 Todo esto sucede en el contexto nacional y global mientras los Estados no asuman medidas igualmente extremas para combatir la trata de personas y regular la prostitución, especialmente la que involucra a los menores de edad y a las mujeres menores de 25 años.
Responsabilidad de los varones en las secuelas de la vida sexual Desde la década de 1990 la Organización Panamericana de la Salud ha hacho énfasis sobre la importancia de fomentar la responsabilidad de los varones jóvenes en la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y en el embarazo adolescente, así como en asumir equitativamente con la mujer el cuidado de los hijos que resultan del embarazo precoz. Es de suma importancia promover políticas públicas en este sentido, tanto desde un enfoque preventivo como de coacción, para procurar el desarrollo de las jóvenes madres y la protección de los hijos de padres adolescentes.
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http://www.uri.edu/artsci/wms/hughes/demandsp.htm
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D. Orientaciones de políticas públicas para la salud de los jóvenes Promover la intersectorialidad La salud es un fenómeno multidimensional que requiere de estrategias intersectoriales, que formen parte de estrategias más amplias de desarrollo y reducción de la pobreza. Hay que reconocer la interdependencia de los diversos sectores en el cumplimiento de las metas.88 Por ejemplo, un problema como la infección por VIH/SIDA requiere de educación preventiva, atención médica, acción municipal, promoción de derechos y participación de los ciudadanos, sólo así es posible encausar una política pública coherente en el campo de la salud.
Capacidad de respuesta La consecución de los ODM exige la ejecución de programas específicos, entre otros de salud sexual y reproductiva y control de las enfermedades infecciosas, así como el desarrollo de los sistemas y servicios de salud indispensables para que los programas y las intervenciones lleguen a todos los ciudadanos89, y en especial a los jóvenes que no están siendo considerados por los sistemas nacionales de salud.
Salud específica de los y las jóvenes Es indispensable diseñar, ejecutar y coordinar políticas públicas para incorporar en los sistemas nacionales de salud un enfoque que atienda y prevenga la morbilidad y la mortalidad específicas de los y las jóvenes. Esto atañe la salud sexual y reproductiva, la prevención y cura de las adicciones, el fomento de la buena nutrición, la atención de las psicosis u otras enfermedades como la bulimia y la anorexia, así como la promoción de una vida saludable y la cultura de paz. Todo lo anterior requiere de fortalecer las capacidades del personal de salud para que puedan comprender y atender las demandas concretas que los jóvenes tienen sobre su salud.
CEPAL (2005) pp. 171. CEPAL (2005) pp. 173.
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Frente al VIH/SIDA Es de crucial importancia reconocer la vida sexual activa de los y las jóvenes para promover campañas informativas que incrementen y mejoren la información preventiva sobre el VIH/SIDA, de manera particular hacia las jóvenes. Estas tareas deben acompañarse de la atención de los casos de infección, tanto por medio de los medicamentos más adecuados como por la incorporación de los infectados a redes de apoyo entre seropositovos y no portadores. El VIH/SIDA es un problema de salud que tiene su origen en la comunidad y requiere de la participación de ésta para su prevención y tratamiento.
Adicciones, prevención y cura El derecho a la salud de los jóvenes abarca la prevención y cura de las adicciones. Al formular las estrategias de prevención, es preciso reconsiderar la relación y los vínculos entre el consumo de diferentes tipos de drogas, alcohol y tabaco. A fin de que los programas y las políticas sean eficaces y dignos de crédito para prevenir el uso indebido de drogas, se deben tomar en cuenta los factores que propician que los jóvenes comiencen a consumir las drogas legales, tabaco y alcohol, que promueven la adicción y abren la puerta a las drogas ilegales. Un enfoque más integral a la política contra las drogas impondría mayores restricciones a la comercialización del tabaco y el alcohol y haría hincapié en la reducción de la demanda de una manera más clara para los jóvenes. En algunos países han resultado fructíferas las actividades de prevención y tratamiento al nivel de la comunidad y políticas como las leyes sobre la edad mínima permisible para beber y los impuestos sobre la venta de bebidas alcohólicas.90 La reducción de la demanda es un componente esencial de toda estrategia de fiscalización de drogas, y la labor nacional debe estar encaminada a promover estilos de vida sanos y educación en la materia en colaboración con los jóvenes y sus comunidades.91 Asimismo es importante que no se deje de lado la cura de las adicciones entre los jóvenes como una estrategia que alivia la adicción personal y tiene implicaciones preventivas en el ámbito de influencia del propio joven al demostrar que es posible superar la adicción y preferible no vivir adicto. El tema de las adicciones requiere de un replanteamiento amplio del fenómeno, dado que la adicción no tiene relación directa con la sustancia o no sólo con
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ONU (2005) pp. 77. ONU (2005) pp. 76.
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ella, es decir, la comunidad, la sociedad e inclusive las campañas preventivas y las intervenciones curativas participan en la dinámica social de las adicciones. La adicción se ha convertido en un estilo de vida en otras áreas, el trabajo, el deporte, el sexo, la televisión, la comida, etc., la adicción es un componente cultural de la sociedad global que demuestra la manera como enfocamos la vida. Las drogas son tan sólo un elemento crítico por su ilegalidad y los daños a la salud, pero no son el factor que crea la adicción. Por su parte, los datos sobre el aumento del tráfico de drogas prohibidas y su consumo, demuestran de manera pasmosa el fracaso de las políticas encaminadas a la reducción de las adicciones y el combate del narcotráfico. Es un tema de la globalidad que involucra a todos los Estados y demanda una revisión seria y autocrítica de lo emprendido hasta ahora.
Estrategias especiales Se requieren estrategias especiales para los jóvenes con alto riesgo de uso indebido de drogas. Esas estrategias deben incluir a jóvenes desfavorecidos socialmente, refugiados y personas desplazadas, usuarios de drogas inyectables y trabajadores de la industria del sexo. Las iniciativas para hacer frente al consumo de drogas deben incluirse en la estrategia general destinada a reducir la pobreza y aumentar la inclusión social en todos los sectores de la sociedad.
Conocimiento sobre salud de los jóvenes La salud de los jóvenes todavía no constituye un foco de atención integral en todos los países iberoamericanos, ni está sometida a un registro que permita dar seguimiento a sus características más particulares. Un hecho que confirma lo anterior es la relativa invisibilidad estadística de la juventud en diversos estudios sobre salud. Un avance sustantivo en el diseño de políticas de salud para los jóvenes requeriría el seguimiento estadístico de los factores de morbilidad y mortalidad entre los jóvenes, así como investigación sobre sus causas y efectos.92
CEPAL (2004). 133.
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E. Orientaciones de políticas para incluir a los jóvenes en garantizar la sustentabilidad del medio ambiente Participación para el desarrollo sustentable Es importante insistir que el desarrollo sustentable es un legado entre las generaciones, por tanto corresponde comenzar a tomar decisiones de manera colegiada desde ahora para las generaciones de hoy y las que vendrán. Para tal efecto es muy conveniente que los Estados y los gobiernos asuman medidas legislativas para garantizar la perspectiva generacional en este asunto y fomentar la participación de la actual generación de jóvenes y sus organizaciones en las decisiones que se toman con respecto al legado medio ambiental, es una cuestión de participación social entre las generaciones que da coherencia a los propósitos de la sustentabilidad natural y construida.
Educación para el desarrollo sustentable También es crucial acometer la educación conceptual y técnica del desarrollo sustentable en la actual generación de jóvenes, en el 2015 será la generación que tome las decisiones clave frente al cambio climático, el agotamiento de los bancos de pesca en los océanos, la contaminación y calidad del agua potable, la recarga de los acuíferos, el uso extensivo de las sustancias químicas que afectan el entorno y la salud humana, así como también con relación al tipo de los energéticos y la intensidad de su uso, el impacto de las micro-ondas en el espectro de las ciudades, la vulnerabilidad humana frente al aumento de los efectos calamitosos de los desastres naturales, y la racionalidad política para un futuro con serias interrogantes sobre la sustentabilidad. Es importante que se diseñen políticas públicas destinadas a educar a los jóvenes frente a estos desafíos. Teniendo en cuenta que el éxito de la política de sustentabilidad pasa por lograr la mayor participación ciudadana en las pequeñas y grandes acciones.
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F. Orientaciones de política para el pleno empleo de los jóvenes Articulación con el sector privado La generación de empleos, en última instancia, aunque no solamente, corresponde al sector privado, es de suma importancia lograr su corresponsabilidad en la creación de puestos de trabajo pleno y bien remunerado para los jóvenes. Es un desafío que pasa por una serie de articulaciones y precondiciones que no siempre dependen de los gobiernos, aunque éstos pueden promover la inversión pública y privada en sectores de la economía que repercutan en el empleo pleno de los jóvenes. Es crucial compartir con el sector privado la tarea de crear empleo a los jóvenes, de manera gradual e intensiva, por sectores de la economía donde se presentan las mejores oportunidades para la contratación de los jóvenes, sin que eso signifique explotación, malas condiciones laborales y bajos sueldos. Es posible impulsar la perspectiva de empresa socialmente responsable con indicadores de contratación de los jóvenes.
Fomento de la cultura del emprendimiento La promesa básica de la economía de mercado consiste en concretar las aspiraciones del emprendimiento y este caso los jóvenes ven obturados los medios para ser también emprendedores de sus iniciativas por falta de financiamiento o capacidad técnica. Los jóvenes pueden y merecen concretar sus aspiraciones de emprender, aún a riesgo de que fracasen –más grave es el descontento social expresado en la violencia y el aumento de las actividades comerciales ilegales-. Es más relevante fortalecer la cultura de la creatividad empresarial y la innovación entre los jóvenes de todos los sectores, urbanos y rurales, hombres y mujeres, capacitados y no capacitados.
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A MODO DE CONCLUSIÓN A seis años de la promulgación de los ODM y en el contexto de la ratificación de la Convención Iberoamericana de Derechos de la Juventud, la región iberoamericana en vías de desarrollo ha tenido avances significativos especialmente en educación, igualdad de género, combate del hambre y salud, pero las cuentas pendientes frente a la pobreza, el desempleo de los jóvenes, la calidad de la educación, la salud juvenil y la inconsistente sustentabilidad ambiental, no permiten afirmar que los objetivos se cumplirán en toda la región y de manera equitativa. Persiste una cierta invisibilidad de la actual generación de jóvenes en las Metas de Desarrollo del Milenio, tan sólo una hace mención explícita, la meta 16 –respecto al desempleo juvenil-, y por cierto con un débil avance. Además la juventud está mencionada en tres indicadores: 8) la tasa de alfabetización de las personas de 15 a 24 años; 10) la relación entre tasas de alfabetización de mujeres y hombres de 15 a 24 años; 45) la tasa de desempleo juvenil; y de manera implícita, en el indicador 18) Hombres y mujeres de 15 a 49 años que viven con VIH/SIDA. Es por tanto conveniente e indispensable que la cooperación iberoamericana, a partir de las orientaciones de política que se proponen y otras que puedan incorporarse, así como del espíritu expresado en la Convención de Badajoz, se plantee abrir el rango de las metas y los indicadores para abordar la perspectiva juvenil en todos los objetivos. Esto enriquecería el enfoque de los ODM, pues ciertamente su talante está guiado por la responsabilidad intergeneracional, pero se requiere ver además de los niños a los jóvenes actuales. Sin duda, el trabajo con la juventud y la ruptura de la transmisión intergeneracional de la pobreza, permitirá establecer un trabajo con rentabilidad en el medio plazo, teniendo en cuenta el trabajo con este sector poblacional como prioritario. Para ello es necesario el trabajo de consolidación de las políticas públicas de juventud en toda la región iberoamericana, especialmente en la América Latina, coordinando la actuación de todos los poderes públicos y agentes sociales en la mejora de las condiciones de vida y en el aseguramiento de los derechos de los jóvenes. Debe darse pues, como punto de partida la estructuración de programaciones integrales que atiendan a la juventud como población objetivo de múltiples
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políticas sectoriales de forma coordinada; en materia de educación, de formación para el empleo, de integración profesional, en materia de salud, de igualdad de género, de atención a la diversidad o en un pacto intergeneracional por la sustentabilidad del medio ambiente. Se trata de dar una respuesta general y coordinada a las múltiples dimensiones y necesidades que configuran la situación real de los jóvenes, sentando bases de solidez en el desarrollo social general en el medio y largo plazo. Es fundamental establecer para ello la fortaleza institucional suficiente a organismos públicos de juventud que aseguren la adecuada programación general con los jóvenes y la coordinación de las múltiples actuaciones sectoriales para ellos, pudiendo intercambiar entre los diferentes Estados las mejores políticas de mejora. Esta es una labor esencial en los ámbitos propios de la cooperación institucional entre los Estados iberoaméricanos, en los que sin duda los Estados ibéricos pueden desempeñar un papel adicional, con un compromiso en la formación, información o en el apoyo material como países más desarrollados. En este sentido la consolidación de algunas líneas de actuación emprendidas como el Programa de Canje de deuda por educación u otros programas de ayudas condicionadas, así como la ampliación de las partidas presupuestarias de algunos países en ayuda oficial al desarrollo, son buenas prácticas para combatir los niveles de pobreza existentes. Cabría mejorar igualmente el establecimiento de mecanismos de participación de la juventud en todas aquellas cuestiones de su interés, potenciando los foros y espacios dedicados al análisis de situaciones y a la propuesta de alternativas para ellos. En ellos es importante la pluralidad y la participación de organizaciones juveniles, jóvenes no asociados o jóvenes con mayor riesgo de exclusión social. Deberían darse en todos los niveles territoriales, especialmente en el ámbito local, más cercano a las necesidades de los jóvenes, sirviendo de toma de contacto con la realidad institucional y asegurando un mayor compromiso de este colectivo con la vida pública.
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“Los objetivos de desarrollo del Milenio pueden cumplirse para 2015, pero sólo si todos los interesados rompemos con la rutina y aceleramos e intensificamos espectacularmente nuestra actividad ahora” Palabras del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas con motivo del informe 2005. Un concepto más amplio de libertad.
ORGANIZACION IBEROAMERICANA DE JUVENTUD