BASES DEL MODELO DE AUTOGESTIÓN Y EVALUACIÓN CLÍNICA POSICIONAMIENTO DEL COLEGIO DE MÉDICOS DE NAVARRA EN EL MODELO DE AUTOGESTIÓN Y EVALUACIÓN CLÍNICA PROPUESTO POR EL DEPARTAMENTO DE SALUD
El Colegio Oficial de Médicos de Navarra, en el marco de los compromisos adquiridos mediante el Convenio suscrito con la Consejería de Salud del Gobierno de Navarra, para el desarrollo del nuevo modelo de autogestión, expresa su posición en el presente informe.
1.
EL SISTEMA SANITARIO COMO SECTOR ESTRATÉGICO ECONÓMICO Y SOCIAL
La buena salud de la población no es sólo una consecuencia, sino también una causa del desarrollo, por lo que el sector sanitario no debe verse únicamente como generador de gasto, sino también como un sector de actividad que ejerce efectos beneficiosos en el conjunto de la economía. Así, las inversiones destinadas a la mejora de la salud además de una obligación moral o social, son también políticas eficientes desde un punto de vista social y económico. Sobre esta base, el concepto de sistema sanitario implica la puesta en desarrollo de la gestión del conocimiento que se materializa en los servicios de salud, tanto de carácter individual como colectivo, mediante los siguientes componentes principales: la provisión de servicios; los profesionales de la salud; los sistemas de información; las tecnologías al servicio de la salud; la financiación y la organización y gobernanza del mismo y de sus servicios.
2.
EL PACIENTE COMO EJE DEL SISTEMA
Los beneficios de la atención sanitaria se deben medir por el bienestar del paciente, su menor exposición a riesgos y efectos adversos y su mejor estado de salud. En ese sentido, el paciente debe ser el centro del sistema de forma explícita, considerando las siguientes políticas: ▪
Potenciar el paciente activo. Se debe orientar la organización de manera que el paciente pase a asumir un mayor protagonismo y mayores responsabilidades en la gestión de su salud y enfermedad, y colaborar en sus cuidados junto con el médico y otros profesionales sanitarios.
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Potenciar la accesibilidad racional a los servicios sanitarios. Se debe facilitar el acceso racional de los ciudadanos y pacientes a los servicios sanitarios respondiendo con eficacia a la demanda, tanto en enfermedades agudas como en las patologías crónicas.
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Potenciar la seguridad del paciente. La seguridad del paciente debe ser un valor prioritario durante todo el proceso sanitario en el que esté involucrado.
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Coordinar la atención sanitaria. Los pacientes deben recibir una atención integral y coordinada que evite ingresos innecesarios y facilite los recursos necesarios para mejorar su recuperación con una información clínica integrada en un único expediente, facilitando que los profesionales (médico de familia y distintos especialistas) puedan comunicarse entre ellos aun estando ubicados en diferentes espacios, en tiempos no coincidentes o niveles de atención diferente.
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3. EL MÉDICO COMO PROFESIONAL CLAVE EN LA AUTOGESTIÓN CLÍNICA Al médico le corresponde liderar, en el ámbito del trabajo en equipo, la innovación en los enfoques de gestión y, en ese sentido, su competencia debe caracterizarse siguiendo los siguientes principios: ▪
Es necesario la conversión del modelo de gestión actual caracterizado por estructuras aisladas hacía otras fórmulas de sistemas organizativos en red, con una provisión de servicios sanitarios profesionalizados por funciones transversales y línea de procesos.
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La organización de la autogestión de servicios clínicos debería contemplar los siguientes objetivos:
✓ Potenciar la implicación del médico en el diseño y construcción de la organización sanitaria con enfoque de modelo de autogestión. El colectivo médico debe asumir con ética la responsabilidad que le corresponde en el uso eficiente de los recursos y de esta manera colaborar a mantener la sostenibilidad del Sistema de Salud (SNS-O). ✓ Planificar los modelos de autogestión conjugando la integración de disciplinas médicas junto con la lógica poblacional según la estratificación del riesgo. ✓ Adecuar los recursos presupuestarios, valorando la conveniencia de disponer de presupuestos específicos para procesos transversales y compartidos entre distintas organizaciones, así como los necesarios para mantener eficaz la estructura clínica de soporte. ✓ Potenciar una gobernanza facilitadora desde los agentes clave involucrados: gerentes o directivos de cada una de las organizaciones (servicios públicos, servicios concertados y servicios sociales), hasta los clínicos (médicos y enfermeros) como responsables de los procesos transversales. ✓ Potenciar la innovación e investigación científica y de gestión, como eje vertebrador de la mejora continua en la atención del paciente.
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Las direcciones de las UGC deberán ser asignadas por baremo de méritos, donde la formación, experiencia y la responsabilidad deben jugar un papel prioritario, con el único fin de buscar el mejor líder para impulsar la implementación del modelo. ✓ El equipo de dirección de la UGC debe ser evaluado cada cuatro años mediante un sistema transparente, basado en el cumplimiento de resultados de salud, eficiencia en la gestión y satisfacción de pacientes y profesionales.
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4.
TRANSPARENCIA COMO VALOR DE BUEN GOBIERNO
Cualquier modelo de autogestión que como servicio público se ponga en marcha deberá estar sometido desde el mismo momento de su constitución a la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno. ▪
Como herramienta de transparencia y buen gobierno entendemos que debe existir un Contrato de Gestión entre Gerencia y Unidad de Gestión Clínica: ✓ El contrato de gestión debe ser el instrumento que simboliza el compromiso suscrito entre la organización clínica y la dirección/gerencia. En dicho contrato debe figurar la relación de objetivos y obligaciones que han de ser cumplidos en un periodo de tiempo acordado. ✓ La periodicidad en el contrato de gestión debe ser plurianual, de manera que se facilitase la continuidad de los proyectos, sin perjuicio de ejercer evaluaciones anuales, con el fin de analizar y corregir, en su caso, posibles desviaciones, tanto de los resultados clínicos como financieros.
▪ Los sistemas de evaluación de la UGC en términos de resultados de salud, así como la evaluación en el rendimiento del médico, ha de contener indicadores claros y estándares previamente fijados. ▪ El ahorro en el ciclo presupuestario, si se produce, debe ir desligado del modelo de incentivación y destinado exclusivamente a la reposición tecnológica, la mejora de las condiciones y seguridad en el trabajo y a la capacitación interna y externa del médico. ▪ Los programas de incentivación nunca podrán ser arbitrarios. Tienen que ser objetivos, públicos y justificados. Será necesario, por tanto, un programa de incentivación conocido por los profesionales que sea capaz de recompensar el cumplimiento de los resultados globales y personales con criterios verificables.
5. PARTICIPACIÓN EN COMITÉ DE GESTIÓN CLÍNICA DEL DEPARTAMENTO DE SALUD Desde el Colegio de Médicos de Navarra en el uso de la representatividad de los colegiados y dentro del ámbito del convenio firmado en mayo del 2016 con el departamento de Salud nos comprometemos a: ▪ Seguir participando activamente junto a otros colectivos en el análisis y desarrollo del modelo de autogestión, con especial referencia al fomento del profesionalismo del médico.
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▪ Aportar análisis destinados a la mejora de la calidad del SNS-O. ▪ Aportar informes en relación a las funciones delegadas al Comité de Gestión Clínica. ▪ Asegurar la formación del médico en gestión y gobernanza clínica. ▪ Asegurar la formación del médico en el abordaje de la innovación en técnicas y procedimientos clínicos. ▪ Cooperar en el Impulso la gestión clínica mediante:
✓ Promover reuniones, eventos y publicaciones en redes sociales para difundir los mensajes. ✓ Potenciar la interlocución con todos los sectores y partes interesadas en la construcción del modelo. ✓ Establecer alianzas con sociedades y asociaciones científicas interesadas en el fomento de la gestión clínica.
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