INTRODUCCIÓN
INGLATERRA EN LOS AÑOS 50
Esta historia trata de un movimiento juvenil muy especial, de su música, sus bailes, su forma de vestir y su manera de entender la vida. Arranca a mediados de los años cincuenta en Londres, la capital del Reino Unido, una ciudad aún en reconstrucción tras los bombardeos sufridos por la aviación alemana durante la segunda gran guerra. Un país triste y con complejo de inferioridad tras haber perdido la hegemonía mundial en favor de Estados Unidos, un lugar gris y feo, en el que no había gran cosa que hacer en el tiempo libre salvo ir al cine, a algunas salas de baile, o al Pub del barrio, y en el que la clase obrera no se preocupaba por su aspecto, teniendo sólo un "traje de los domingos", que debía durar toda la vida.
EL TRAD-JAZZ Y EL SKIFFLE Los adolescentes no eran tenidos en cuenta como público consumidor diferente, se pasaba directamente de ser niño a adulto, pero como hay trabajo de sobra, se incorporan a la vida laboral, y por primera vez disponen de dinero y la posibilidad de gastarlo en si mismos. El país, como todo Occidente, vive un proceso cultural de "americanización", si cabe aún más acentuado por el hecho de compartir idioma, y en el Soho, el barrio bohemio de la ciudad, jóvenes inconformistas llamados "Beats" escuchan Trad-Jazz, de orquestas del momento como la de Chris Barber tratando de sonar lo más parecido posible a como ellos creían que debió de sonar el Jazz original de Nueva Orleans, y en 1956 irrumpe un género llamado Skiffle, estilo que sólo necesita de una guitarra, un contrabajo y una tabla de lavar que se rasca como percusión. El primer éxito de este nuevo estilo lo tuvo ese año Lonnie Donegan con la canción "Rock Island Line".
LOS TEDDY BOYS
Al mismo tiempo, los marinos desembarcaban en las islas grandes cantidades de discos traídos de Estados Unidos con los nuevos ritmos del Rock and Roll, que se convierte en la música predilecta de los llamados Teddy Boys, aunque estos ya existían desde principios de la década. Los Teddy Boys eran pandillas de jóvenes, llamados así por sus largas levitas de tipo "eduardiano", de colores llamativos, y sus pantalones de tubo con raya lateral, y son los primeros que se desmarcan estéticamente de la sociedad con sus vistosos ropajes. También se harían tristemente famosos por su violencia, especialmente a partir del estreno en las islas de la película "Semilla de maldad", la primera en la que aparece música de Rock and Roll, y por su racismo hacia los inmigrantes de color, sobre todo antillanos, que acabó de estallar en los disturbios del barrio de Notting Hill, en el verano de 1958.
LOS PRIMEROS MODERNISTAS
A finales de los cincuenta, muy lentamente, en pequeños números e imperceptibles para el resto de la sociedad, comienzan a surgir otro tipo de chavales. Odian el arcaísmo del Trad-Jazz, el provincianismo del Skiffle, la violencia barriobajera y el nauseabundo racismo de los Teds, la monotonía de un país soso y gris, y la vida que llevan sus padres, encerrados en un bucle sin fín del trabajo al pub, de este a casa a cenar, ver la tele y dormir, y vuelta a empezar al día siguiente y así todos los días de su vida. Son muy pocos, un puñado de adolescentes, algunos de ellos judíos, de clase media o trabajadores con dinero para estar siempre a la última, procedentes sobre todo de las zonas de Stamford Hill y Tottenham, que se reúnen en los coffees del Soho, en lugares como la Bastille o el Two I's, y como los nuevos Dandis que son, se sientan y se admiran unos a otros. En aquella época, ni la prensa ni nadie excepto ellos mismos sabían de su existencia. Son distintos, modernos, y se empiezan a autodenominar Modernistas.
LA IMAGEN Para los primeros Modernistas, así como para los que vinieron después, la imagen ante todo era lo más importante. Al principio, sin grupos organizados, era una simple cuestión de atrevimiento y narcisismo, poco más tarde empezaron a llevarse los trajes romanos, mucho más estrechos de lo que se habían llevado hasta entonces, de tres botones y faldón corto. Al irse desarrollando de forma individualista y hacerse los trajes a medida, cada chico iba incorporando detalles que había visto a otros o que había ideado él, que otros iban a su vez a copiar o hacer distintos. El color predominante era el azul en sus distintos tonos; la tela, el Mohair. Camisas de solapas abotonadas Ben Sherman, polos Fred Perry, corbatas estrechas de ganchillo "Narrow Knitted", zapatos de puntera (winklepicker) o con tacón cubano, Levi's 501 de bragueta abotonada. Las chicas, en número muy menor al principio, faldas siempre por debajo de las rodillas, camisas masculinas, pelo corto y liso a lo Juliette Greco, bob-cut, ojos más maquillados que labios, cada vez menos tacón. Hay que decir que, por las características mismas del Modernismo, ninguna estética fue definitiva, cambiando detalles contínuamente cada pocas semanas.
LAS SCOOTERS
Los primeros Modernistas estaban tan obsesionados con su look que a veces los revisores de los autobuses les echaban por negarse a sentarse en sus sucios bancos; además, el Metro no funciona de noche, y Londres era una ciudad enorme, ya lo era entonces, y las distancias muy largas. Las Scooters son baratas, cómodas y no manchan la ropa. Surgen grupos de scooteristas. Las favoritas son las italianas, Vespas y Lambrettas, y lo que empieza como una necesidad acaba siendo otra seña más de identidad y auto-afirmación, lo que les lleva a personalizar sus máquinas añadiendoles faros, espejos, banderines, el propio nombre serigrafiado, etc. Las parkas o "parker coats", no eran consideradas "cool", pero hace demasiado frío en Londres para pasear en scooter sin ellas y cubren la ropa para evitar mancharla si se pisa un charco de aceite u otras incidencias, así que comienzan a usarse, chaquetones de la OTAN o de la RAF, y entre esta, el vehículo, y la ropa, ya tenemos el aspecto tipo del Mod, que ha permanecido hasta hoy.
LA MÚSICA Al principio los Modernistas se reunían en cafés como el two I's (que en inglés se lee "dos ojos") y a partir de 1960 sobre todo en el Pub the Bull's Head, más centrado en el Modern Jazz, donde solía actuar Tubby Hayes, el gran pionero del Mod Jazz en Londres. Desde 1959 se les había visto también, siempre en pequeño número, en las all Jazz sesiones de toda la noche, en el Flamingo, y también en las actuaciones que les interesaran del Ronnie Scott's club. En 1962 descubren el Roaring Twenties, con su público Jamaicano, y empiezan a aficionarse a la música y estética de estos (trajes negros, Pork-pie hats, ska conocido en las islas como Blue Beat...)- Cuando lo Mod se hizo grande, clubs previamente existentes como el Marquee, el Crawdaddy o el 100, empezaron a adecuar su programación para ellos, mientras que otros como el Scene, con el DJ Guy Stevens, que entonces poseía la mayor colección de música negra de las islas, surgen específicamente para un público Mod. Aún estaban lejos clubs como el Tiles y su descarada comercialización de todo el asunto.
LOS LUGARES
La música siempre ha sido el nexo de unión entre jovenes que buscaran compartir intereses comúnes. Para los Mods -poco a poco se toma costumbre de ir acortando el vocablo-, la música no puede ser otra que la más moderna, y la inspiración les llega, como tantas veces sucede, del otro lado del Atlántico: Jazz, pero no el anticuado Jazz que escuchan los Beats, sino el del momento. Así, los originadores del Modernismo escuchaban tanto el Jazz de la costa Oeste, de , Gerry Mulligan o Chico Hamilton, como el "Cool Jazz" de Lee Konitz o Lennie Tristano, y el "Hard Bop", de Art Blakey and the Jazz Messengers, Cannonball Adderley, Miles Davis, John Coltrane... música elegante para chicos elegantes. Cuando la escena se orientó hacia el baile, los Mods conservaron para siempre el gusto por las músicas de raiz afroamericana, tanto estadounidense, como antillana, y en menor medida, latina.
CINE Y LITERATURA
- Los Mods preferían el cine de la Nouvelle Vague francesa de autores como François Truffaut, Jean Luc Goddard, Agnes Varda o Louis Malle, y en menor medida italiano y continental: Antonioni, Fellini, Polanski, los chicos admiraban a Alain Delon y Jean Paul Belmondo, las chicas querían ser como Jean Seberg o Anna Karina. En cuanto a sus lecturas, los que leían preferían autores franceses como Jean Paul Sartre o Albert Camus, gustos que les emparentaban con los "exis" continentales, aunque ellos eran mucho más hedonistas que sus vecinos. En aquel momento, en Inglaterra estaba teniendo lugar la revolución del Free Cinema, y una maravillosa novela, "Absolute Beginners" de Colin McInnes, retrataba de forma involuntaria pero brillante el nacimiento de la escena Mod misma, aunque los verdaderos Mods apenas se enteraron, ocupados como estaban en investigar fuera de su país. El Mod no era antibritánico pero desde luego, siempre miraba al exterior en busca de referencias.
EL RHYTHM & BLUES BRITÁNICO
A principios de los sesenta los chicos del Skiffle y otros más jóvenes, procedentes de las Art Schools, vista la creciente pasión de los chavales por las músicas afroamericanas, se deciden a dirigir por ahí sus pasos musicales, decantándose por la más fácil de interpretar: el Rhythm and Blues, a diferencia del Jazz, proporciona repertorio y actitud a muchachos que apenas saben tocar. Los padrinos del R&B británico son Cyril Davies y, sobre todo, Alexis Korner. Este, parisino con sangre griega y afincado en Londres desde 1939, establece su base de operaciones en el Marquee, y su grupo, Blues Incorporated, resulta una verdadera academia por la que pasan muchas de las futuras estrellas inglesas del R&B y del Pop. Surgen incontables grupos, ya no sólo en la capital sino por todo el país: Animals, Spencer Davis Group, Manfred Mann, Artwoods, Birds, Rolling Stones, Yardbirds, Pretty Things, Paramounts... pero la mayoría se limitan a versionear a los artistas americanos o a adaptar el naciente Soul a su repertorio, y por supuesto, los Mods siempre prefieren el producto original.
MARC FELD Y LA REVISTA TOWN
En 1962, en la revista Town aparece un artículoentrevista sobre el dandismo de esta nueva juventud, y cogen para la ocasión a tres jóvenes representativos de la misma: Pete Sugar, Michael Simmonds y Marc Feld (de sólo quince años y futura estrella del Glam conocida como Marc Bolan, diez años después). Hablan reiteradamente sobre ropa, "lo más importante del mundo para ellos", zapatos, trajes, sastres, arrogancia, diferencia, padres, chicas, otros chicos, padres, discotecas, problemas con los Teds, "Es porque somos diferentes", confusas ideas políticas: "Soy conservador, los conservadores están con los ricos y todo el mundo quiere ser rico ¿no?"" dice Sugar; "Si, como él dice, están con los ricos, yo estoy con ellos", dice Feld, "Por supuesto, yo no entiendo mucho de eso" remata Sugar. En la entrevista nunca se habla de Mods, sino de "Faces" pero supone el inicio del interés de los medios de comunicación para con ellos, que hasta ahora habían permanecido en el anonimato y en el más puro "underground". Sólo los Mods conocían la existencia de los Mods..
EL ASUNTO CRECE... -Hacia 1962-1963 la presencia de Mods en el Soho y en las calles adyacentes ha dejado de causar extrañeza. Del Trad y del Skiffle sólo queda el recuerdo, apenas hay ya Teddy Boys, aunque si sus "primos hermanos" los Rockers, nostálgicos del Rock and Roll primigenio enfundados en cuero y llevando motos de gran cilindrada, que serán muy importantes en esta historia. Con los nuevos sonidos de la "joven América" de la Motown y otros sellos, el Rhythm and Blues y el primer Soul invadiéndolo todo, se encuentran Mods por todos los barrios, en cada uno de ellos uno o varios "Faces" (los Mods punteros, los que siempre van un paso por delante en cuestión de modas, actitudes y músicas) explican a los demás donde encargar zapatos a medida, trajes de Mohair, cromados o accesorios para la Scooter, o donde peinarse a la última moda en Wardour Street. No hay duda, un Mod necesita mucho dinero para salir y estar siempre a la última, pero estamos en la Inglaterra del casi pleno empleo, también para los adolescentes, así que el Modernismo se encuentra con un caldo de cultivo adecuado para su rápido crecimiento.
MÚSICA AMERICANA Una vez superado el inicial entusiasmo por el Modern Jazz más esotérico, los Mods se volcaron en las más sencillas y aptas para el baile músicas afroamericanas del momento. Así, al Soul-Jazz de organistas como Jimmy Smith, Jimmy McGriff o Brother Jack McDuff le siguieron los ritmos del Rhythm & Blues y el Soul en un altísimo tanto por ciento de artistas negros, con honrosas excepciones como las de Mose Allison o Georgie Fame, más los sonidos antillanos de Ska Kings, The Maytals, Prince Buster o Byron Lee and the Dragonaires, algunos sonidos latinos como el celebérrimo "el Watusi" de Ray Barreto, y algo, poco, de los grupos blancos americanos que hoy en día se conocen como "de Garage", como el Louie Louie de the Kingsmen. Los Mods empezaron a comprar los singles americanos de 45 rpm que llegaban a las islas y que escuchaban y bailaban en sus discotecas favoritas, para hacerlos sonar en sus guateques caseros, de sellos como Motown, Chess, Atlantic, Cameo, Verve, Sue, Red Bird, King y muchos más...
LOS BAILES Que se sepa, el Modernismo fue la primera contracultura contemporánea en la que se impuso el baile suelto entre sus acólitos. A diferencia de estilos anteriores como los del Rock and Roll clásico o el Swing, el hombre no "llevaba" a la mujer en el baile, sino que dejaba que esta hiciera lo que quisiera con su cuerpo, y con sus movimientos. Esta actitud entroncaba directamente con las directrices individualistas e inconscientemente antimachistas que habían adoptado los Mods. En las salas de baile no había parejas, sino simples individuos, chicas y chicos dejándose llevar, a su aire. Como todo lo relacionado con lo Mod, los bailes cambiaban casi cada semana. Habitualmente empezaban en el club "the Scene", y de ahí daban el salto al programa televisivo "Ready, Steady, Go", en donde ya podían verlos, seguirlos y aprenderlos la juventud de todo el país, aunque no andaran todo el día metidos en los clubs del Soho o no vivieran en Londres. Algunos de los más conocidos fueron el Twist, el Block, el Hitch Hike, el Shake, el Boogaloo, el Dog, el Ska... siempre muy sencillos, para aprender en una sola sesión.
BATALLAS JUVENILES De repente, durante la primavera y verano de 1964, los medios de comunicación empiezan a hacerse eco de su existencia masivamente, debido a lo que estos andan buscando siempre, el sensacionalismo, es decir, no fueron notícia hasta que no empezaron las batallas entre Mods y Rockers en las playas de brighton, Clacton, Margate o Hastings. Antes parecían no existir, ahora eran primera página contínua en el Mirror, el Herald o el Sketch. Es difícil precisar por qué empezaron estas luchas, pero todo apunta a que no hubo más motivo que el de la simple competencia entre uno y otro bando. Los Rockers consideraban a los Mods como unos afeminados, con su interés por los trapitos y su moda siempre a la última; para estos, los Rockers no eran más que macarras anticuados de ropas de cuero sucias y grasientas. Además, los Rockers eran por lo general algo mayores que ellos, y muchos venían rebotados de las legiones extranjeras del ejército, por lo que estaban habituados a la violencia. Hasta entonces, algunos habían sido vecinos o amigos e incluso guardaban scooters y motos de gran cilindrada en el mismo garaje.
ESTIMULANTES Las drogas también contribuyeron lo suyo a este nuevo ambiente enrarecido, estimulantes que al principio se usaban para aguantar un fin de semana entero de bailes, paseos en vespa, quizás peleas, y compras de ropa en Carnaby street los sabados por la mañana, a menudo sin haber dormido la noche anterior... La favorita era el Drinamyl, anfetaminas popularmente conocidas como "Dexis" -por dexedrina- o "Purple Hearts", que no eran precisamente el mejor combustible para la paz y el "buen rollo" y, de hecho, algunas de sus reuniones acababan con violencia entre ellos mismos. La mayoría de estos estimulantes eran legales con receta, así que los robos nocturnos en farmacias aumentaron exponencialmente. Entre la violencia absurda con los Rockers, y el abuso de estimulantes, la historia comenzaba a dejar de ser elegante e inofensiva. Algunos perdían su trabajo por quedarse dormidos o no asistir tras un fin de semana entero de juerga, o tenían problemas en casa con sus padres cuando las multas por escándalo público o vandalismo llegaban al buzón, o ambas cosas. Un halo desagradable y siniestro se iba apoderando de lo que una vez fue puro e inocente.
PRIMEROS ABANDONOS Se popularizaron nuevos términos, casi todos ellos despectivos: Seven and sixers, por las camisetas de ese precio; Staters, los que vistiendo unos Levi's y un Fred Perry ya se consideraban Mods, sin profundizar mucho más; Tickets y Numbers, "del montón", imitadores de los Faces que no añadían nada de su propia personalidad. Los originadores del Modernismo, los de 1958, abominaron de estos nuevos Mods violentos y sin estilo, los consideraron Rockers con indumentaria Mod (Vaqueros y polos o camisetas en lugar de trajes romanos entallados con corbatas de seda o de ganchillo, ¡qué poco exclusivo!, pelearse en las playas de la costa sur, de guijarros, estropeando así unos preciosos zapatos o un traje nuevo... ¡horriblemente inapropiado!) y comenzaron a desmarcarse de la escena, -¡Nunca más pertenecer a algo que acabara masificándose!- autodenominándose "Individualistas", dejando de salir por unos ambientes ya extraños para ellos, dedicándose del nuevo al Jazz, a la cafeína y a las lecturas de Sartre, o descubriendo algunos de ellos, pocos años más tarde, la nueva escena del LSD y la psicodélia, más pacífica.
GRUPOS DE MODS PARA MODS Era cuestión de tiempo que de la propia escena surgieran grupos de chavales dispuestos a emular a sus heroes musicales, y esto no tardó en producirse. Los primeros fueron the Who, anteriormente conocidos como the High Numbers, que en realidad no habían sido previamente Mods sino que habían sido convertidos a la causa por mediación de su mánager, Pete Meaden, quien si lo era de piés a cabeza. Sin embargo, su guitarrista Pete Townsend supo componer un puñado de magníficas canciones que reflejaban a la perfección la ira y la frustración juvenil del momento, con éxitos inmortales como "My generation", "I can't explain", "The kids are allright" y muchas más. Empezaba a hablarse de "Maximum R&B" y de "Pop Art". Pete descerrojaba puazos furiosos sobre su guitarra mientras el batería Keith Moon golpeaba a una velocidad de vértigo, el cantante Roger Daltrey saltaba, y cogía el micro del cable como si fuera un lazo vaquero, mientras su bajista, John Entwistle les miraba impasible, y todos excepto John acababan destrozando sus instrumentos. Fue a the Small Faces a quienes correspondió el equívoco honor de la "autenticidad", ellos si eran auténticos muchachitos Mods antes de formar la banda, pero sus maravillosas canciones y la voz negroide de su cantante Steve Marriott hace que hoy sean recordados como una de las mejores bandas de todos los tiempos, tal vez la mejor. Otras bandas Mods del momento fueron The Action, The Eyes, The Creation, St. Louis Union...
EL BEAT Y EL GARAGE Paralelamente a todo esto se produjo en Inglaterra el fenómeno de la Beatlemanía, poco apreciado por los Mods pero inevitable de reseñar aquí. Los Beatles, originariamente una banda de "Mersey Beat" de Liverpool, estilo llamado así por el nombre del río que surca la ciudad, obtuvieron merced a la incuestionable calidad de sus canciones y a otros factores, un exito descomunal, desconocido hasta entonces en el negocio del mundo musical, y dieron inicio a lo que aún hoy en día se conoce como "la edad de oro del Pop". Surgieron a raiz de ello, literalmente, cientos de miles de bandas en todo el mundo, incluso en lugares tan insospechados como el bloque comunista, el África negra o los paises musulmanes más laicos. Aún se está descubriendo todo lo que entonces llegó a grabarse. Lógicamente, allí donde había nacido el Rock and Roll, en los Estados Unidos, el impacto fue inmenso, y esas miles de bandas americanas -Sonics, Remains, Count V, Barbarians, por mencionar unas pocas...fundaron involuntariamente un nuevo género, el Garaje, de imitación de bandas británicas (Que a su vez bebían de las fuentes americanas, en un curioso fenómeno de rebote que sigue produciéndose hasta hoy), de sonido mucho más crudo y agresivo, en un principio destinado a ser efímero, pero que ha llegado hasta la actualidad con su frescura intacta, gracias a los cientos de recopilatorios que se han editado de aquella musica de Garaje y a los grupos que la siguen practicando, con miles de aficionados en todo el mundo.
EL SWINGIN' LONDON En 1966 Londres parece a punto de reventar de ebullición y creatividad. Un nuevo tipo de aristocracia con talento, dinero y origen proletario se consolidaba. Fotógrafos como David Bailey, pintores como Peter Blake, dramaturgos como Joe Orton, cineastas extranjeros como Antonioni, los Beatles y los Rolling Stones, la televisiva Cathy McGowan del RSG... se vestían en Carnaby Street y King's Road con ropas cada vez más exuberantes y coloristas, antes de que esas boutiques perdieran su carácter exclusivo. Por las noches, en locales como el Speakeasy, el Scotch of St James o el Ad Lib se comentaban las subidas y bajadas del Hit parade, las últimas adquisiciones en moda, vehículos o el último disco recibido de Estados Unidos, o se susurraban al oido cosas acerca de nuevas substancias que estaban descubriendo y que hacían expandir la mente. Había un sentimiento de camaradería genuino entre musicos, cineastas, modistos, modelos y creadores de todo tipo que compartían el ideal juvenil. El mundo entero bailaba y participaba de tal frenesí. Hubiera sido perfecto mantenerse así para sismpre, pero tanta y tan vertiginosa energía tenía que derivar inevitablemente en un nuevo estado de cosas, en un nuevo orden, y para los Mods fue el principio del fín.
LA PSICODELIA Jimi Hendrix irrumpiendo salvajemente en el panorama musical, provocando un fuerte sentimiento de inferioridad entre el resto de guitarristas que, de repente, querían ser como él; el deseo de los músicos de ir siempre un paso más allá, no estancándose en lo que ya saben; el cambio de las anfetaminas por el LSD, una substancia de efectos tan diferentes como impredecibles; la televisión mostrando al mundo la guerra del Vietnam en toda su crudeza y los horrores de una década no tan feliz; los Beatles asombrando al mundo con su "Sargent Peppers lonely hearts club band"; la vanguardia de nuevas formaciones como Pink Floyd o Soft Machine; las antiguas adaptándose rápidamente a los nuevos tiempos como the Pretty Things o Zoot Money -reconvertido ahora en "Dantalian's Chariot", el centro del universo trasladado de Londres a San Francisco, según Norman Mailer y varios factores más pusieron punto y final a la escena tal y como había sido originalmente, a pesar de bandas fidedignas a los viejos conceptos como Geno Washington and the Ram Jam Band. Los Mods vieron anonadados como la elegancia se transformaba en dejadez, la energía en filosofía y el individualismo en colectivismo. Una nueva sensibilidad había nacido, menos práctica, más utópica. La palabra "amor" era la nueva consigna, que flotaba de boca en boca. Hacia 1968, apenas quedaba ya nada del espíritu original.
HARD-MODS -Los pocos que quedaron se siguieron llamando Mods, aunque la historia los haya rebautizado como Hard Mods. En respuesta a la nueva psicodelia y a su ideal de Hippy melenudo, floreado y campestre, ellos acentuaron su estética urbana y de barrio, acortaron aún más sus cabellos, y llevaban ropajes que por momentos parecían uniformes: Abrigos Crombie, camisas de cuadros, botas militares... se refugiaron en la música jamaiquina, única que hasta entonces había mantenido un patrón rítmico simple, es decir, que no se había "psicodelizado", aunque esto no tardaría en suceder con la aparición del Dub. Toots Hibert produjo y publicó en 1968 un tema llamado "Do the Reggay". Un nuevo estilo había nacido. Estos Mods o Hard Mods fueron el germen de los que, un año después, en 1969, comenzarían a llamarse a si mismos "Skin Heads", mucho antes de que elementos del BNP se introdujeran entre sus filas y arrastraran a muchos de ellos a un lamentable fascismo y xenofobia, a ellos, quienes una vez habían sido paladines y defensores de una Inglaterra mestiza y tropical, pero esa es otra historia... *BNP, siglas del British National Party, partido político británico de extrema derecha, filofascista y supremacista
EL NORTHERN SOUL Northern Soul es un término que utilizó por primera vez el eminente crítico e investigador Dave Godin para la revista Blues & Soul en junio de 1970, para referirse a la emergente escena de las industriales y obreras Midlands y Norte ingleses, mucho menos pendientes de las modas que Londres y su área de influencia, formada por adolescentes que sencillamente querían seguir escuchando su música favorita, el Soul, ajenos a lo que quisiera venderles la prensa oficialista tipo NME o Melody Maker, y que no tardaron en hacer suya dicha etiqueta. Se desarrolló en lugares hoy míticos como el Wigan Casino, el Twisted Wheel o el Blackpool Mecca, no cultivaron más estética que una cierta ropa ancha y cómoda para bailar, y acabo internacionalizándose a partir de los ochenta, siempre desde el más absoluto hermetismo y underground, y hasta la actualidad. Aún formando una escena estanca y distinta, la escena Mod actual le debe mucho: Fueron los únicos que siguieron escuchando 60's Soul en una época en la que nadie más lo hacía, cientos de temas fueron "trasvasados" con los años de una escena a otra, y fueron los primeros en dedicarse a la búsqueda de singles antiguos, por extremadamente raros y poco conocidos que hubieran sido en su momento, actitud que a posteriori sería el leit-motiv de la renacida escena Mod.
INGLATERRA A MEDIADOS DE LOS SETENTA -Los Mods, el Pop, la moda juvenil elegante, el frenesí de Carnaby Street... todo se había esfumado, arrastrado por los vientos del tiempo. Hacía tan sólo 7/8 años de aquello, pero la impresión que daba era la de ser algo mucho más lejano, de otra época. La antigua Psicodélia se había dividido en diversas vertientes: Los que, como Deep Purple y Led Zeppelin buscaban exprimir al máximo las posibilidades de los instrumentos, sobre todo de la guitarra, fundaron el Hard-Rock, germen del Heavy Metal. Aquellos que quisieron explorar los mundos oníricos que la propia Psicodélia había sugerido, como Pink Floyd o King Crimson, dieron paso al Rock Progresivo; Exagerando esa vía, convirtieron en plomizo y aburrido, aún peor, desconectado de la realidad, lo que una vez había sido excitante, aún peor, desconectado de la realidad, alejándolo para siempre de lo que se suponía era el Rock and Roll: fresco e inmediato. Por último, de los que acentuaron la faceta Pop de la misma, como David Bowie y Marc Bolan, surgió el Glam, pero el Glam era pintoresco y estrambótico hasta el extremo. Estaba el Pub-Rock, pero no dejaba de ser música de circunstancias, apta para ver tomándote unas pintas en el Pub de la esquina y poco más. Estaba la Disco Funk, pero salvo honrosas excepciones, esta era soberanamente frívola, cuando tan profundo había sido su hermano mayor, el Soul...
EL PUNK-ROCK
Un panorama desolador, empeorado por el hecho de que los practicantes de aquellos estilos eran en gran parte, los mismos individuos de los 60's, millonarios ahora, encerrados en sus palacios de mármol y cristal, olvidados de lo que suponía ser joven y estar lleno de frustración, ira y ganas de expresarlas, a la vez que tambien se había acabado la era del pleno empleo, y en plena crisis económica y del petróleo, cientos de adolescentes vagaban por las grandes ciudades sin rumbo fijo, y sin saber que hacer para matar el tiempo. El tedio y no otra cosa motivó la aparición del Punk Rock, y, aún provisionalmente, le devolvió al Rock el eco de la calle, mediante desquiciados mensajes negativos, gritados más que cantados, sobre un fondo caótico de bajos retumbantes, guitarras saturadas y baterías martilleantes. Los Punks recordaron que es más importante lo que se dice que como se dice, recuperaron el formato del single, las canciones de dos minutos, los pelos cortos y la ropa estrecha, y devolvieron el negocio, siquiera momentáneamente, a los jovenes. el Punk pretendió ser el punto y final de la historia del rock, pero en realidad supuso un nuevo inicio. El Punk, visto el yermo cultural en que se había convertido el Rock, fue, digámoslo sin rodeos, necesario.
THE JAM Pero entre toda aquella tropa de rabiosos insurgentes nihilistas comandada por los Sex Pistols hubo un buen montón de ellos que no querían tanto romper con el pasado como recuperar lo mejor de él: Las melodías chispeantes, los solos de guitarra breves y memorables, las canciones para cantar en lugar de berrear... hasta los propios Punks acabaron dándose cuenta de que incluso el chaval más díscolo alberga otros sentimientos distintos de la ira, la frustración y el odio. Ha nacido la New Wave, y con ella un nuevo renacer. Para la história que a nosotros nos interesa fueron the Jam, de Woking, al sur de Londres, liderados por Paul Weller (guitarrista, 1958) y secundado por Bruce Foxton (bajista, 1955) y Rick Buckler (batería, 1955), quienes dieron un impulso, a caballo entre la insurgencia juvenil del momento y el vitalismo propio de las bandas Mods de los 60 como los primeros Who o los Small Faces, a un renacimiento en toda regla del fenómeno Mod, cuando este no era ya más que un recuerdo del pasado. Posiblemente nada hubiera sucedido, o no hubiera tenido el mismo calado, de no haber tenido the Jam la calidad suficiente, pero en el transcurso de apenas seis años publicaron otros tantos LP's y un buen puñado de singles sencillamente prodigiosos, y su buen hacer, así como su actitud y honestidad, arrastraron e inspiraron a muchos otros. El Modernismo, la escena, todo el asunto, iba a regresar, y esta vez para ya no marcharse.
EL REVIVAL MOD Lo que sucedió a continuación se ha contado tantas veces que ha adquirido tintes de leyenda: The Jam, la película Quadrophenia de la que luego hablaremos, el seminal libro "Mods" de Richard Barnes, "padre" de todos los que vinieron después, con montones de fotos de la época original, el recopilatorio "Mods Mayday 79", que para ser sinceros no quedó todo lo bien que hubiera sido deseable, y el propio hastío de los jovenes ante el monolitismo y monocordismo del Punk, por no hablar de su filosofía "No Future", provocaron la aparición, hacia 1979, de docenas de bandas encuadradas en lo que se llamó "Revival Mod". De repente, volvían a haber Mods por todas partes. En honor a la verdad, algunas, como Purple Hearts o The Chords, ya existían antes de los factores antes mencionados. La estética no estaba tan lograda como quince años atrás, no podía estarlo con la galopante crisis económica, con tantos chavales en el paro, ni la música, demasiado deudora en un principio del Punk (más que un "Revival" se trató de un "Renewal", porque la musica era diferente), pero ahí han quedado para la historia bandas como Secret Affair, Lambrettas, Squire, Amber Squad, Cigarrettes, Circles, Killermetters, Letters, Long Tall Shorty, Merton Parkas, Mods, Pleasers, Rage, Scooters, Vapors y muchísimas más. Todas, excepto los propios Jam, Secret Affair y Squire, fueron efímeras, pero la herencia más importante que dejaron ya se dijo en el anterior epígrafe: A partir de ellos, la escena ya no volvió a desaparecer.
QUADROPHENIA, THE KIDS ARE ALRIGHT
1979 fue también el año en que, tras algunos LP's insubstanciales para el que esto suscribe y la muerte de su batería Keith Moon, los Who quisieron volver a enarbolar la bandera modernista como para recordar a los nuevos Mods quién había estado ahí antes, y lo hicieron con el documental "The kids are alright", para desagrado de los chicos más centrado en su etapa Woodstock y posterior que en sus inicios, y produciendo la película "Quadrophenia", dirigida por Franc Roddam, inspirada en su doble LP homónimo de 1973, a su vez basado en los años Mods. Resulta difícil verla hoy en día sin sonreirse: Figurantes Mods que parecen estibadores de puerto, por mucho que Townsend dijera "no fabricamos un solo Mod, ellos ya estaban allí", tipos que se parten de risa mientras les golpean, brazos que desaparecen -cosas aún más patéticamente evidentes viendo fotogramas detenidos- llaves de Lambretta que encienden Vespas, una historia mucho más pendiente de la violencia y los estimulantes que de lo que había hecho de lo Mod algo fascinante, el estilismo y la música... pero cumplió de sobras su función catalizadora, para miles de chavales que descubrieron en aquello "lo suyo", y esta vez no solo en el Reino Unido, sino en toda Europa y en menor medida, USA, Australia y resto del mundo occidental, adonde llegaban mucho más apagados los ecos del Revival, subsumido en el "todo" de la New Wave.
MIENTRAS TANTO, EN UN LUGAR LLAMADO ESPAÑA... En España, la New Wave y todos los demás estilos derivados pilló a la sociedad en plena transición, con una ilusión inmensa hacia lo que estaba por venir, y con una juventud que ardía en deseos de expresarse y "hacer". La revista STAR, la más moderna que jamás se había publicado por estos lares, adalid primero del "Rrollo" (así lo llamaban) y luego de la New Wave, sufrió los últimos -y duros- coletazos de la censura, pero la versión autóctona de la Nueva Ola salió adelante, ¡y de que manera!. Madrid adelantó a Barcelona por primera vez en muchas décadas en cuanto a modernidad y europeismo, y así surgió la "Movida Madrileña", hoy mítica, pero que nadie lo dude, sucedió realmente. Aún con toda la precariedad de una industria endeble, pero con el apoyo de prensa, TV y la naciente FM, surgieron cientos de bandas, y se editaron, mejor o peor tocadas y producidas, una cantidad apabullante de buenas canciones. Es posible que anteriormente, en los 60's, otros chavales hubieran vivido aquí bajo los cánones de "la vida total Mod", pero en estas nuevas condiciones, lo Mod obtuvo por primera vez verdadera carta de identidad, y cientos de chavales, en Madrid, Barcelona y por todo el Estado, lo fueron con todas las consecuencias, y muchos de ellos, como se ha demostrado a posteriori, para siempre. Algunos grupos Mods: en Madrid, los Nocturnos, los Escándalos, Pánico Speed; area de Barcelona, Brighton 64, Telegrama, Kamembert; Valencia, Scooters; Donostia, los Scooters (otros); Jerez de la Frontera, Servicios a Domicilio, etc...
LOS OCHENTA Colosal melting-pot, todos los estilos del pasado volvieron para quedarse, hubieron muchas voces que clamaron contra la muerte virtual del Pop como ente autorenovable, que no había nada nuevo, que todo era neo 50's, 60's o 70's, y no fue así en absoluto, al menos, no todavía... Así, el Garage y la Psicodelia regresaron con fuerzas renovadas. Por lo que respecta a los Mods, los que no emigraron a estos estilos, y se hicieron garajeros, que fueron muchos, ni tampoco desaparecieron cuando la fuerza centrífuga del Revival se apagó -al fín y al cabo, la juventud es un estado breve-, se orientaron, bien sea como Gilles Peterson y Eddie Piller hacia la música negra bailable del momento -como unos originales actualizados-, bien sea en clubs como el Sneakers, hacia una refundación de los patrones clásicos, Modern Jazz y Rhythm & Blues clásicos, -como unos originales... originales-, alcanzando de paso cotas de exquisitez que voces autorizadas afirman incluso superaron las primigénias, bifurcando la escena en diferentes vías, lo que ya era una seña de identidad más, normal por otra parte en gentes tan individualistas. Paul Weller creaba, con su nuevo proyecto the Style Council, una música logradamente elegante y atemporal, y en España se vivió refundación silmilar -traumática por la muerte de un joven Rocker en una pelea entre Mods y Rockers, en Madrid-, se publicaron los primeros LP's de calado (Fuzz Face de Sex Museum y Picnic Caleidoscópico, de los Negativos, este último magistral) y surgió el, en opinión de muchísimos, más importante grupo que ha dado aquí esta historia: Los Flechazos, de León.
LOS NOVENTA Hacia el cambio de década si se observó ya un claro agotamiento del modelo tradicional del Pop, con la prensa británica buscando desesperada y absurdamente a los nuevos Beatles e inventándose nuevos movimientos de rimbombantes nombres como Scallydellia, Shoegazing, New Wave of the New Wave, Brit... pero los Mods llevaban ya mucho tiempo olvidándose de los vaivenes de la industria, y de estos grupos nunca se hablaba en sus fiestas, sólo de los adscritos a la escena -y no demasiado, lo importante eran las allnighters-. Algunos nombres de entre cientos: the Aardvarks, the Clique, Stupid Baboons, los Imposibles. Fueron años de especialización extrema, con sellos discográficos Mod-oriented como Detour o Animal, reediciones de practicamente todo lo hecho en el pasado, por oscuro que hubiera sido, volcados en el cuidado de la estética de la ropa, la scooter, y la búsqueda de viejos singles cada vez más raros. Como mucha gente, por primera vez en la historia, no abandonó al madurar, la escena dejó de ser juvenil, y con muchas carreras universitarias finalizadas y buenos oficios, tambien exclusivamente de clase obrera. Con posibles para viajar, se internacionalizó: toda Europa viajó a las fiestas de toda Europa, y así, se llegaron a cotas de calidad nunca antes vistas fuera de UK, por ejemplo en España con fiestas medianas como las de la Sociedad Soul de Madrid o el Autumn Mod de València, y grandes como el Purple Weekend de León o el Euro Yeyé de Gijón, con Dj's y artistas de primera fila. Sin embargo, hacia 1998, mucho de ello, esta vez afortunadamente no todo, se desplomó. Digamos que la escena sufrió una evidente "minorización".
EL SIGLO XXI
Las nuevas tecnologías nos han cambiado la vida, creo sinceramente que para mejor. El que quiere -la mayoría- está virtualmente conectado con todos los demás, en las redes sociales conviven sin problemas gentes de los cinco continentes, chicos de 14 años con venerables y encantadoras señoras de casi 70 que fueron "faces" en 1962, conocer las novedades discográficas en tiempo real, escuchar el último single de ese grupo de Perth antes de que salga, enterarte de fiestas que se harán en Denver, Johannesburgo o a 30 kms. de casa, e incluso de las vicisitudes personales de gente a la que apenas o nunca ves. Puedes crear un blog para dar información o tu visión del asunto, o darlas en los foros. En YouTube tienes casi todo lo grabado, sobre todo en el ámbito anglosajón; esto, que podría crear cierta apatía buscadora por tenerlo todo a mano, ha provocado sin embargo un aumento de interés por el producto real, ese single que en e bay puede alcanzar precios astronómicos, o casi nada, dependiendo del capricho de los pujantes. En la vida real la escena sigue su curso, con cambios solo perceptibles para los que la vivimos desde dentro. Es preocupante la falta de gente joven, pocas veces antes iba saliendo tan poca, pero no parece que esto vaya a desaparecer a corto plazo, y lo elitista nunca fue cuestión de cantidad. En la década en curso, nuestra contracultura cumplirá 60 años; pienso que tanta longevidad se debe a haberse sabido adaptar a cada momento histórico, y a no haber llevado jamás una moda demasiado extravagante, que hubiera envejecido peor. No, esto tiene un pasado tan atractivo, como esperanzador es el futuro, así que... amigas, amigos... ¡Nos vemos en la próxima allnighter!
BLIOGRAFÍA CONSULTADA (POR ORDEN DE CONSULTA) Un siglo de Jazz. Roy Carr. Blume, 1998 / Mods!. Richard Barnes. 1979 (ed: Plexus, 1991) / Mod, a very british phenomenon. Terry Rawlings. Omnibus, 2000 / Absolute beginners. Colin Mc Innes. 1959 (ed: Allison & Busby limited, 2001 / "I've got my mojo working" Londres 1960/1966. Los Mods, los clubs, la herencia. Angel A. de la Iglesia. 1990 (ed: Armas tomar, 2005) / Sharper Word, una antología Mod. ed. de Paolo Hewitt. Lenoir, 2008/ La contorsión británica, artículo aparecido en el fascículo 11 de la historia del Rock. Luis Mario Quintana. El País semanal, 1986 / Bohemios electrificados, artículo aparecido en el fascículo 15 de la historia del Rock. Diego A. Manrique. El País semanal, 1986 / Cine, toda la historia. Philip Kemp. Blume, 2011. / La ciudad que hizo 'Pop', artículo aparecido en el fascículo 16 de la historia del Rock. Diego A. Manrique. El País semanal, 1986 / The In-Crowd. The sory of the Northern & Rare Soul Scene. Volume one. Mike Ratson & Stuart Russell. Beecool, 1999. Punk-Rock, no al futuro, artículo aparecido en el fascículo 38 de la historia del Rock. Ignacio Julià. El País semanal, 1987 / Revival Mod 1974-1988, historia de un renacer. Robert Abella. Lenoir, 2008 / Guía esencial del Punk y la Nueva Ola. Fito Feijóo, Pablo Carrero y Pepe Palau. Rock Indiana, 1997 / ¡Ahora! no mañana, los Mods en la Nueva Ola Española 1979-1985. Pablo Martinez Vaquero. Milenio, 2009 / 40 Mods de les nostres terres. Robert Abella. Base, 2012 / Revival, 50 grupos de los 90 que hicieron música de los 60 y 70. Patrícia Maestre. Milenio, 2013.
AGUSTÍ ROCAMORA Nací durante el verano del amor, calculen ustedes si quieren, en Elx, enorme pueblecito del sur valenciano. Allí sigo. La música Pop me apasiona desde que tengo memoria de mi mismo. Estudiando no pasé del bachiller. Soy un chico working class. He publicado un libro de poemas (Porfirogeneta, 2006) y escrito canciones para grupos de mi zona y de Barcelona. Hice un fanzine. He hecho algo de radio. He viajado mucho y conocido a mucha gente. Pincho viejos discos de vinilo donde y cuando me dejan. En la actualidad me dedico al existencialismo, a escuchar discos sobre todo de los sesenta, a leer libros desde el Romanticismo hasta 2013, y a mantener un aspecto lo más juvenil y elegante posible.
Los
Cromods