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Propuestas pedagógicas no escolares

A falta de una política de lectura y bibliotecas para las prisiones, en general los proyectos son amateurs, organizados y gestionados por voluntarios y/o los propios presos. En unos pocos casos existe un seguimiento por parte de un profesional especializado, aunque sea de forma voluntaria. Argentina y Chile están probando programas de bibliotecas en las cárceles. En el caso de Argentina, por ejemplo, la propuesta proviene de la Coordinación de Educación en Contextos de Detención del Ministerio de Educación a través del proyecto "Bibliotecas Abiertas"40 . En este proyecto, con todas las limitaciones, se busca una mayor integración del proyecto con la escuela. En el caso chileno, a través del Programa "Bibliotecas Públicas en Cárceles"41, se construyen verdaderas bibliotecas en las unidades penitenciarias, pero aún no se invierte en la integración y el diálogo de experiencias (escuelas y bibliotecas).

Propuestas pedagógicas no escolares

En pocas unidades penitenciarias hay espacios para talleres de trabajo, deporte, cultura y ocio. La mayoría de ellos, al igual que en otros entornos penitenciarios, son espacios improvisados que no estaban pensados inicialmente en la infraestructura del sistema penitenciario. Es visible en las experiencias analizadas que se están llevando a cabo varias acciones educativas en el ámbito penitenciario, pero con poca coordinación entre ellas. Suelen ser programas, proyectos y acciones puntuales, fragmentados y discontinuos, sin planificación a medio y largo plazo, sin seguimiento y monitorización que permitan una evaluación con eficiencia y eficacia sobre la política en desarrollo. Aunque previsto en la política de educación en las prisiones, la integración de la educación a las acciones complementarias de la cultura, el deporte, la inclusión digital, la educación profesional, la promoción de la lectura y los programas de implementación, la recuperación y el mantenimiento de las bibliotecas destinadas a servir a la población privada de la libertad, lamentablemente no se evidencia en su vida

40 ARGENTINA. Ministerio de Educación de la Nación. Bibliotecas abiertas en contextos de encierro. 1a ed. - Buenos Aires, 2013. 41 CHILE. Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Servicio Nacional del Patrimonio Cultural. Plan de Bibliotecas en Recintos Penitenciarios 2018. Santiago, 2018.

cotidiana. Por el contrario, al no existir Proyectos Políticos Institucionales en las unidades penales, construidos de manera interdisciplinaria por los operadores de la ejecución penal42 que atiendan las demandas de los sujetos privados de libertad, teniendo en cuenta sus particularidades y especificidades, no existe integración y diálogo entre los programas y proyectos. En muchos casos se produce incluso un solapamiento de la programación, provocando verdaderas disputas en la atención al público objetivo, generando un despilfarro de esfuerzos y recursos ya escasos para la aplicación de una política de asistencia a los presos. Sin un Plan Individual de Asistencia producido de manera interdisciplinaria por los agentes operadores de la ejecución penal, incluso con la participación efectiva de los profesionales de las escuelas y los equipos educativos, así como del propio preso, que tenga en cuenta los intereses y especificidades de cada sujeto demandante de la política, las propuestas pedagógicas seguirán siendo promovidas sin una adhesión masiva de la población carcelaria. Generalmente los programas y proyectos que no están pensados en diálogo con los presos, están desfasados de sus intereses reales. Muchos programas y proyectos reproducen subliminalmente, en la práctica, propuestas político-pedagógicas que refuerzan marcas sociales históricas de exclusión, discriminación, subordinación y sumisión. Con la justificación de que el perfil de los presos no contribuye a una propuesta que tenga en cuenta un aprendizaje, por ejemplo, de las nuevas tecnologías, es muy común que se promuevan cursos de cualificación profesional con énfasis en actividades meramente manuales, poco fomentando un desarrollo intelectual que contemple la posibilidad de una movilidad social, incluso en el mundo del trabajo. Por lo general, ¡los cursos pobres se ofrecen para los pobres! Es incomprensible, por ejemplo, que unidades penitenciarias con presos de características y perfiles totalmente urbanos, incluso ubicados en regiones sin tradición de producción de artesanía y trabajo agrícola, tengan como principales proyectos de formación profesional en sus catálogos educativos, cursos de artesanía y horticultura. En el caso de los hombres, los cursos suelen estar diseñados teniendo en cuenta su fuerza bruta y/o su identidad masculina. Para las

42 Se entiende por agentes de ejecución penal a todos los profesionales, sin distinción alguna, incluidos los del equipo pedagógico, que trabajan en el ámbito penitenciario.

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