Soy un fantasma y otras micronovelas fantásticas es una gran muestra del universo narrativo de Miguel Lupián. El libro consta de cuatro secciones con diferentes temáticas. “Rorschach, proyectiva de psicodiagnóstico” es un interesante catálogo bestial y surrealista en el que predomina la estética de la descripción, al tiempo que invita al lector al sumergirse en ese mundo de imágenes zoomorfas. En el apartado “El azotador, ‘micronovela’ contada en 33 urticantes episodios” lo grotesco es el eje principal, pues refleja la deformación humana como metáfora de un hombre atomizado en su interior por la desdicha. Por su parte, la propuesta artística tan cercana al collage de “El empalme de los gnomos” ayuda a dimensionar la angustiante circunstancia del protagonista cuando se yuxtapone su realidad y su inconsciente. Para finalizar, en “Soy un fantasma, apuntes fantasmagóricos de un oficinista” se desarrolla una serie de cuadros cotidianos en los que se desvanece poco a poco la “humanidad” de un empleado.