CUADERNO DE NOTAS DE BRAM STOKER
¿Por dónde empezar? Hay tanto que contar y un tiempo tan es caso y valioso para contarlo... pero yo sé cuándo cambió todo. Llegado el final de una semana en concreto, yo habría sanado, nuestra querida Nana Ellen se habría ido y una familia estaría muerta. Comenzó de un modo bastante inocente, escuchando un poco a hurtadillas. No éramos más que unos niños —yo tenía casi siete años; Matilda, ocho— y, sin embargo, aquella tempo rada otoñal jamás caería en el olvido. Y empezó con tan sólo dos palabras.
Octubre de 1854 —Enterrado vivo —volvió a decir Matilda en voz baja—. Eso es lo que dijo. De verdad que la oí. Aunque ella era un año mayor que yo, pasaba en compañía de mi hermana Matilda muchas horas de mis días, en particular cuan do me quedaba confinado en mi cuarto, igual que lo estaba ese día. Nos encontrábamos de pie ante mi ventana y Matilda señalaba ha cia el puerto. —Ma dijo que el hombre estaba enfermo y que, cuando suplicó ayuda, los hombres que respondieron cavaron sin más un agujero en la tierra y lo empujaron dentro. ¿Qué tipo de persona hay que 22
Drácula MEX.indd 22
19/10/18 4:27 p.m.