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Hermann González: “Construcción: el sector llamado a liderar la recuperación”
Hermann González B. Investigador de Clapes UC Ex Jefe de Asesores del Ministerio de Hacienda
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Cuando llegó la pandemia del Covid-19 a Chile, sabíamos por la experiencia de otros países que tendría importantes impactos en diversos sectores económicos, como el comercio, el transporte, restaurantes, hoteles y la industria del entretenimiento. Tras más de siete meses del primer caso detectado en China, los efectos globales que ha ocasionado esta enfermedad han sido devastadores, tanto en términos de vidas –más de 700 mil fallecidos al momento de escribir esta columna—, como en términos económicos y sociales. Se han perdido millones de empleos y cientos de miles de empresas han La construcción fue uno de los sectores productivos más golpeados por la pandemia generando millonarias pérdidas y desempleo, pero esta crisis se está transformando en una oportunidad para el desarrollo y mejora del rubro de la construcción.
quebrado en todo el mundo ante la imposibilidad de seguir operando, debido a las medidas de confi namiento implementadas por todos los países con diversa intensidad y extensión temporal.
La construcción no estaba en los cálculos iniciales como uno de los sectores más afectados por la pandemia. Este sector es altamente relevante desde el punto de vista económico y social, como queda refl ejado en las cifras del año 2019 que indican que representó 6,9% del PIB y empleó a 770 mil personas de forma directa, 8,6% del empleo total generado en la economía. Esto último también deja de manifi esto su alta intensidad en el uso de mano de obra. A su vez, los efectos indirectos de este sector sobre la economía y el empleo son mayores de lo que indican las cifras antes citadas, debido a los encadenamientos productivos con otras industrias que generan las obras de construcción.
En Chile, las medidas de distanciamiento social y cuarentenas han paralizado más de 900 obras, afectando a más de 370 mil trabajadores. Las cifras de empleo del INE muestran que en este sector se han perdido 232 mil empleos en los últimos doce meses, mientras
que los datos de la Superintendencia de Pensiones dan cuenta de 148 mil empleos suspendidos, lo que representa 21% del total de empleos en esa categoría, solo superado por el sector comercio.
Pero más allá del golpe inicial, la construcción está llamada a liderar la recuperación económica que viene. Desde el gobierno hay conciencia de que esto debe ser así y, refl ejo de ello, ha impulsado un plan de inversiones en obras públicas por US$ 34 mil millones para el período 2020-2022 que implica US$ 4.500 millones adicionales a los contemplados en la planifi cación original e incluye un impulso a las concesiones, inversión especial en vivienda, facilitación de trámites e incentivos tributarios para la inversión privada.
Además del positivo efecto que genera la construcción sobre el empleo y la actividad en el corto plazo y que es importante desde el punto de vista de la necesaria reactivación económica, destaca el rol que la construcción de infraestructura cumple para el crecimiento de largo plazo, por sus efectos positivos en la productividad total de factores. Sin infraestructura de calidad, como carreteras, puertos, aeropuertos y puentes, no hay desarrollo económico posible.
Pero, aunque el esfuerzo fi scal sea signifi cativo, el efecto directo del gobierno
en la inversión es limitado. La reactivación no puede depender solo de lo que haga el sector público. Más del 80% de la inversión en nuestro país la realizan las empresas privadas, por lo que resulta esencial la promoción de iniciativas desde las políticas públicas, para impulsar la iniciativa privada.
Por el lado del fi nanciamiento, si bien no corresponde a una política del gobierno, sino del Banco Central, enfrentaremos este proceso de recuperación con tasas de interés en mínimos históricos. Si a esto sumamos las garantías de crédito que está ofreciendo el gobierno, las empresas del sector de la construcción tendrán favorables condiciones fi nancieras para emprender, al menos en los próximos dos años.
A esto se suma el anuncio que ha hecho el Presidente de la República en la última cuenta pública respecto de avanzar en la simplifi cación regulatoria y acelerar los procesos de aprobación de proyectos. Si bien esta es una necesidad de larga data, es de esperar que esta vez se tomen medidas concretas para avanzar en ellas. Adicionalmente, se discuten en el Congreso diversas medidas de alivio tributario para las empresas, dentro de las que destacan bajar a la mitad de la tasa de impuestos a las Pymes hasta 2022 y la depreciación instantánea para el 100% de la inversión realizada en el mismo período.
En defi nitiva, después del gran golpe sufrido por la pandemia del Covid-19, la construcción podría pasar en muy poco tiempo a ser el principal eje de la recuperación de la economía y del empleo que tanto anhelan los chilenos. Las condiciones para el emprendimiento privado en la construcción serán favorables en los próximos años y las empresas del sector deben aprovecharlas para crecer, desarrollarse y liderar esta nueva etapa. N&C