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h-AyVida Exposición de Nela Meriguet Martínez realizada en el Colectico de Arte Cienfuegos, en Quito-Ecuador - 31 de enero al 20 de febrero de 2012. © Nela Meriguet Martínez dianalacaza@gmail.com Diseño: Nela Meriguet Martínez 1a edición, junio 2013 - Versión digital Quito . Ecuador ISBN: en trámite
h-AyVida miradas y sentidos de un bosque seco de ManabĂ y algo de su entorno
Ec u a d o r - 2 012
Reconocimientos Dijo el poeta Roberto Jorge Santoro, desaparecido por la dictadura argentina en el año de 1977: quien tuviera un pájaro//su canto en la mirada//quien tuviera un ramo de abrazos para curar el mundo. Expreso mi alegría por estar juntos y agradecer a quienes de una u otra manera también hicieron posible esta muestra.
comprometidas con el quehacer de los seres llamados artistas y que siguen inventando y recreando los diversos mundos sin los cuales no sabríamos vivir. Por eso vale recordar que la creación cultural también se traduce -en términos pedestres- en trabajo, categoría que nos hace semejantes al resto de humanas y humanos y esto significa mayores compromisos políticos por parte del Estado con las y los artistas.
Entonces, reconociendo mucho a Pilar, le digo gracias también: a mis amigas de la Sin embargo previamente, acuso a mi amiga Corporación Humanas por su invalorable Pilar Bustos por insistir tanto en la exposición apoyo, especialmente a Ana Lucía Herrera. para que, pese a la vejez, me refiero a la mía, A Patricia Yépez por mirar y remirar la obra me lance a este ruedo público con lo que ello y por su presentación que ya escucharé implica: completitud en el proceso creativo y en breve. A Daniela Gobeil por el apoyo en en mi propuesta, pero al mismo tiempo, más algunos aspectos de mi vida y por el sabor que al riesgo compañero de vida, enfrentar lo que compartirá con ustedes esta noche. A que podría llamarse el vacío. Patricio Estévez por prestarse de corazón a acompañarme cuando había que pasar Y entonces salto a nuestro país y de la pantalla al papel para no tener sustos pienso en el. Seguramente -como decía irremediables. También a Micaela Meissen Santoro- todavía nos hace falta un ramo cuyos pies llegaron antes a Cerro Seco de abrazos que por supuesto vayan de la y -como quien no dice nada- me sugirió mano con políticas culturales mucho más 5
asomarme por ese monte donde sentí lo que hoy intento transmitir. Mi reconocimiento al manaba Marcelo Luque por preferir multiplicar y sostener con gran esfuerzo este bosque seco de la Cordillera de El Bálsamo, antes que transformarlo en lo que podría ser un sector residencial altamente lucrativo pero de destrozo de la vida silvestre. Finalmente, mi aprecio a quienes han estado más cerca este último tiempo por tratar de juntar su mirada a la mía, aquella que quedará viviendo en Cerro Seco. Desde este Cienfuegos colectivo, espacio cultural del barrio La Floresta y que se sostiene también con mucho trabajo de artistas-personas, juego nuevamente con Santoro y les digo: h-AyVida//quien tuviera un pájaro//su canto en la mirada//quien tuviera un ramo de abrazos para curar el mundo. Quito, Febrero, 2012
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Algo sobre h-AyVida Fotografías -algunas con intervención digitalsobre Cerro Seco, un bosque así llamado y que se remonta desde la orilla del mar hacia la cordillera de El Bálsamo, a espaldas de la ciudad de Bahía de Caráquez, en la provincia de Manabí, Ecuador. Bosque en una temporada sin lluvia. Montaña arriba a través de senderos señalizados que se inician con una fuerte pendiente. Caminos perfumados a palo santo que albergan caracoles adheridos, confundidos en un mismo tono que sus troncos a diferencia de las extensas rutas marcadas por el comején.
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otro espacio y otra luz: océano desplegado desde un elevado risco que cae casi vertical a la playa que se divisa lejana. Y allí en el borde colgando de las grandes ramas secas, asoman barbas mecidas por el viento, musgo descolgado en cascadas vegetales. Afinando la mirada se divisan orquídeas, unas ocupando el espacio más alto de los árboles, y otras diminutas arrimadas a la vegetación más cercana, y entre ellas, lianas que durante años fueron enredándose, juntándose, extendiéndose. Inmensas ceibas comienzan a poblar el horizonte elevado, unas con troncos muy verdes, otras cenicientas, algunas con mantos anaranjados, sus otros seres que contribuyen a la fotosíntesis.
Trópico ecuatorial, sol vertical que baña una vegetación espinosa, árboles gigantescos y arbustos que parecen morir por la sequía. Casi ninguna hoja pende de ellos aunque si sostienen otras vidas, aladas unas y también traslúcidas, en ágil movimiento que acompaña Árboles-gente. Árboles -animales prehistóricos. Espinosos y tiernos a la vez. Árboles con el rumor del bosque. sentidos. Árboles para contar cuentos, para Cactus doblegados, perforados por el salitre, inventar mitos. Árboles para soñar. sin embargo en su entorno otros nuevitos Buscando sobre el ramaje seco, muy alto, pasa asomándose a la vida. un ave, se aprecian a contraluz sus largas Súbitamente cerca de la cumbre impacta el plumas marrones, aquellas diseñadas para el mar que abre, casi siempre entre el ramaje, vuelo.
De golpe en el camino explota un color, el rosado intenso de la flor del fosforillo descubierto en diálogo con jóvenes mariposas en busca de miel. Y abajo, cuando no una greda seca, ocre en diversas tonalidades, yacen las hojas rojizas del bálsamo, árbol que con suerte conserva todavía pocas hojas verdes. Y entre los espinos otra vida se despliega, telarañas y sus tejedoras que engañan con sus redes el espacio reorganizado entre arista y arista transparentando el azul del cielo. Más adelante, descendiendo a una hondonada se descubre porque aparecen tonalidades verdes, que el lugar alberga y guarda en sus entrañas el agua que cae en la temporada lluviosa. Agua que nutre a otras ceibas tan imponentes que no dejan al lente captarlas completas. Se las rodea y se llega al territorio de los motmot, parientes del quetzal que acompañan el último trecho de la ruta, cuando, para mi, comienza a ocultarse el sol y el amarillo se pinta esperando una gota de agua. Me sorprende entonces una presencia extraña, me detengo y logro observar a pocos metros a un burrito tras una enmarañada cortina. Nuestra mirada se encuentra. ¿Fue
el Platero de mi infancia, o se me atravesó como metáfora humana al hallarlo atado y enredado?. Su presencia me sobrecogió y se sumó con intensidad a lo que había sentido hasta ese momento. Llegué al refugio cuando la luna aparecía sobre el ramaje que nos cubría. En el segundo recorrido me enrumbé hacia la playa para convocar, como suele pasarme mi primerísima memoria dentro del cuerpo materno, el mar y su continuo movimiento. Más allá del espacio diferente en relación al bosque el contraste fue total. Los elementos ajenos a la naturaleza me desbordaron. Plástico-basura esparcidos en la playa: no poco, demasiado. Entonces se despliegan a continuación mis fotografías y aquellas que intervine porque: h-AyVida y EnElla Miradas Ysentidos De UnBosqueSecodeManabí: CerroSeco y Algo DeSu Entorno Usted QuéSiente: Sorpresa¿ Dolor¿ Nostalgia Placer¿ Rechazo¿ ?Futuro¿? Mi Homenaje AlBosque Y a LaGenteQueIntentaPreservarlo UnSueñoParaQueEl BosqueSigaVivo y SuVida sigaSosteniendo LaNuestra. Nela 9
Ă rboles-gente Ă rboles para contar cuentos
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Diosa de Japot贸 Dimensiones: 110 x 167 cm. A帽o: 2012
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Mantos anaranjados sus otros seres
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FotoSíntesis Dimensiones: 39 x 54 cm. Año: 2012
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Ă rboles para soĂąar
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Variaciones Dimensiones: 120 x 70 cm. A単o: 2012 15
Espinosos y tiernos a la vez
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Abrazo Dimensiones: 62 x 34 cm. A単o: 2012 17
No permiten que el lente las capte completas
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Rosa Japonés Dimensiones: 63 x 41 cm. Año: 2012 19
Una temporada sin lluvia
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Joya Dimensiones: 80 x 50 cm. A単o: 2012 21
El mar -entre el ramajeotro espacio otra luz
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Horizonte Dimensiones: 70 x 50 cm. A単o: 2012 23
Casi ninguna hoja
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Savia Dimensiones: 74 x 60 cm. A単o: 2012 25
A la espera se pinta el amarillo
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G ota Dimensiones: 45 x 39 cm. A単o: 2012 27
Seres en la playa
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Sonríe Conmigo Dimensiones: 60 x 45,5 cm. Año: 2012 29
Contraste total
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Encierro Dimensiones: 70 x 50 cm. A単o: 2012 31
Ajenos a la naturaleza
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Agravio Dimensiones: 64 x 42 cm. A単o: 2012 33
Basura esparcida
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Yo huello Tu huellas Dimensiones: 60 x 45 cm. A単o: 2012 35
No poca
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Unci贸n Ex trema Dimensiones: 100 x 52 cm. A帽o: 2012 37
Algo nos dejarรก
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Vacío Dimensiones: 54 x 88 cm. Año: 2012 39
Mi memoria -primeraconvocada
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Incursi贸n Dimensiones: 48 x 76 cm. A帽o: 2012 41
Largas plumas marrones dise単adas para el vuelo
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Al Sol Vuelo Dimensiones: 80 x 52 cm. A単o: 2012 43
Aladas cristalinas en รกgil movimiento
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Aladas Dimensiones: 45 x 58 cm. A単o: 2012 45
Buscan su miel
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J贸venes Dimensiones: 48 x 76 cm. A帽o: 2012 47
Cascadas vegetales
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Acr贸batas Dimensiones: 50 x 30 cm. A帽o: 2012 49
A単os para enredarse
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Enre do Dimensiones: 54 x 41 cm. A単o: 2012 51 51
Extendiendo sEntienden
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Lianas Dimensiones: 50 x 38 cm. A単o: 2012 53
Ojo en sobrevuelo
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Mirada Dimensiones: 75 x 50 cm. A単o: 2012 55
ÂżPlatero o metĂĄfora humana?
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Q ue daste Dimensiones: 60 x 47 cm. A単o: 2012 57
OcĂŠano desplegado desde elevado risco
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Mar Roto Dimensiones: 82 x 44 cm. A単o: 2012 59
Caracoles confundidos en un mismo tono
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Áereos Dimensiones: 80 x 40 cm. Año: 2012 61
Explota un color
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Eclosi贸n Dimensiones: 80 x 80 cm. A帽o: 2012 63
Tapiz de hojas secas y rojizas
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Entra単a Dimensiones: 50 x 35 cm. A単o: 2012 65
Ă rboles conSentidos
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Er贸tica Dimensiones: 100 x 47 cm. A帽o: 2012 67
Acompa単a el rumor del bosque
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Música Vegetal Dimensiones: 88 x 62 cm. Año: 2012 69
Casi ninguna hoja
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B osque y Mar Dimensiones: 45 x 70 cm. A単o: 2012 71
Ă rboles para inventar mitos
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C aleidoCeiba Dimensiones: 70 x 70 cm. A単o: 2012 73
ParecĂan morir por la sequĂa
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Cerro Seco Dimensiones: 60 x 80 cm. A単o: 2012 75
Fosforillo
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Síntesis Dimensiones: 70 x 70 cm. Año: 2012 77
Hilados translĂşcidos juntan aristas
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Telara単a Infinita Dimensiones: 63 x 100 cm. A単o: 2012 79
h-AyVida y EnElla miradas Y sentidos UnHomenaje AlBosque Y a LaGente Que Intenta Preservarlo 80
h-AyVida Dimensiones: 45 x 34 cm. A単o: 2012 81
Un sue単o Para Que ElBosque SigaVivo Y para QueSuVida Siga Sosteniedo LaNuestra 82
Travesía Dimensiones: 72 x 54 cm. Año: 2012 83
Comentarios sobre la exposición Presentación de la muestra Por: Patricia Yépez El agua es oscura, casi azul, casi tan grande como todo el mar, empezando desde la espuma que se genera en una orilla inexistente, creciendo hasta confundirse con la eternidad. Este es un país donde el sol se rompe siempre al medio día y entra a gritos por las ventanas con la misma impertinencia con que la lluvia enfría los árboles en cualquier estación, porque no hay estaciones o hay todas las estaciones, es una forma de ver. Tener la vida entre las manos y no tenerla es cuestión de superficie, de momento parece estar presente en todo, abriéndose paso entre el cemento, entre nosotros y a pesar de nosotros, en todo, persistente, tenaz. Pero a la vez frágil y en estado de emergencia. La primera impresión del Cerro es esa, que está albergando formas de vida obstinadas, que se pelean un espacio entre la tierra salina, las ramas 84
secas de los árboles milenarios y el embate del mar, a pocos metros de distancia, con esa desvergüenza de agua que se rompe una y otra vez y que a estas vidas no les sirve para tomar. Uno dice Cerro Seco y no piensa en colores, uno por lo general se va de vacaciones y se pierde en el descanso y las imágenes placenteras que nos regala el paisaje, uno por lo general no camina por la arena buscando piedritas en forma de guaguas de pan, uno va a descansar, y mientras se pierden los días en ese sentimiento vacacional casi melancólico que tenemos la mayoría de seres humanos, Nela está tramando algo; está descubriendo cosas secretas que tienen para decirle la arena, las rocas, los árboles, los pájaros. Hay una inmensa generosidad en esta artista que sacrifica el tiempo de su propio éxtasis contemplativo para compartirnos sus tesoros. La primera gran revelación es que hay vida, el Cerro es un ejemplo del amor que tiene la vida por seguir existiendo, de la pasión con la que sigue generando colores, formas diversas y especies tan únicas que parecen otro gesto del pincel electrónico, pero no
lo son, son reales, existen, Nela estuvo allí y se las trajo todas en la memoria de su cámara. Pero va más allá de regalarnos un paisaje exquisito, halagar nuestros sentidos y recalcar en la belleza del país. Porque el enemigo más grande de la vida somos los seres humanos, el pájaro amarillo que se detiene frente al tubo sintético que le promete una gota de agua nos lo está diciendo, las botellas plásticas arrojadas junto al cadáver de una estrella de mar nos lo están gritando, la contaminación pasa su triste y altísima factura a los paseantes que cómodamente regresan a sus hogares luego de unas “felices vacaciones”. Y esa 85
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es la segunda gran revelación: ay vida! Cuánto daño te hemos hecho, cuán dura te ponemos la tarea de existir. Las treinta y siete fotografías que conforman esta muestra son tan únicas como su autora, no se trató solamente de una exposición preciosista, pudo serlo, pero no habría sido justo con las ceibas, con los pájaros, con el fosforillo: los personajes dueños del cerro necesitaban comunicarse y también Nela, las implicaciones gráficas de esta muestra son producto de largas horas de razonar con el color, de encontrar una nueva posibilidad de forma o movimiento que juegue con las fotos y muestre a la gran artista que hay en Nela Meriguet. Ay Nela, cuánta vida hay en estas fotos, y hay Nela en cada una de ellas. En un estrecho abrazo con la Ceiba es posible, conocer el origen del universo. En la mirada triste de un burrito enredado en un laberinto de palo santo están todas las gotas de agua que le hacen falta a la vida para seguir naciendo, al Cerro para seguir viviendo, a todos para seguir soñando.
h-AyVida, Nela Meriguet Tras las huellas de la poética Por: Edgar Vega Suriaga El conjunto de fotografías de la exposición h-AyVida de Nela Meriguet, está planteado al menos alrededor de tres ejes que lo atraviesan: el primero, y más ostentoso, tiene que ver con la calidad indicial de la fotografía, en tanto huella de la realidad que ya no es, de un presente con presencia, no espectacularizado. El segundo punto hace relación al carácter formal de las fotografías y, por tanto, a su encuentro con la poética del lenguaje icónico. El tercero, que es el que quizá a Nela más le moviliza, tiene que ver con la capacidad del documento para movilizar o, al menos, inquietar respecto a una realidad -la naturaleza- que de suyo guarda su propia lógica y devenir, aun a costa de los ojos humanos. Estos tres elementos enhebrados magníficamente por el recurso digital en el procesamiento de la imagen, dan unidad de sentido, en el significante y el significado, y nos permiten reconocer en este conjunto 87
de fotografías a toda una obra, artística por cierto, inscrita en la lógica procedimental contemporánea y, por tanto, en tensión con los protocolos autorales de la fotografía de la naturaleza o, incluso, de la misma fotografía documental. Obra y autora, dos lugares problemáticos para Nela, que se abren camino entre la consternación que suscitan. Capturas de imagen y procedimientos de alteración de lo real que hacen evidente el sesgo de toda representación sobre la naturaleza y que el preciosismo documental suele esconder tras el aparataje de la espectacularización global. Obra y autora; valor de la obra y valor autoral; legitimación de la obra y de la autora; en fin, una lógica que dejo pendiente de abordar y que quizá cobra mayor dinamismo si consideramos esta h-AyVida como parte del potente trabajo visual y de investigación de Nela Meriguet: el videoclip expandido Caminando Identidades se ha convertido en una obra de referencia para entender la relación entre arte, política y activismo; además, consta todo su trabajo alrededor del diseño gráfico, la ejecución de grafitis; y el meticuloso trabajo de archivo a partir de la vida e impronta de la feminista Nela Martínez, madre de Nela Meriguet. Por ahora, 88
me concentraré en apuntar algunas anotaciones respecto a los tres ejes de la obra h-AyVida propuestos al inicio de este texto. El primer eje tiene que ver con las implicaciones de la dimensión indicial, de huella, de la fotografía. La realidad es capturada desde tantos puntos de vista al rato de fotografiar, que tantas realidades emergen dependiendo de nuestro lugar en los regímenes de visión en los que nos inscribimos (Vega, 2011). Esa captura es una huella física de un suceso, un índice y, a la vez, un acto de embestidura a la realidad. Captura y embestidura de y a la naturaleza dominan el trabajo de Nela, al punto que la intervención digital no aparta al interpretante del reconocimiento de esos dos momentos de la fotografía. Tanto así que obras tan abstractas como “Caleidosceiba”, “Aéreos”, “Quedaste” o el video “Rodríguez” nos siguen conduciendo a un nivel de actualidad y complejidad de lo indicial tal como lo señalaran respecto de la fotografía contemporánea David Green y Joanna Lowry. Para estos autores la fotografía como índice opera en un doble movimiento: “como una huella física de un suceso” y “como un gesto performativo que apunta hacia él” (Green,
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1997: 50). En las fotografías de h-AyVida, Nela registra lo real, interviene sobre esa huella dinamizando los riesgos estáticos del documento, y nos muestra sin temor su universo
hegemonía del discurso fotográfico documental, comprometiendo la mirada del espectador con el universo performático, primero de la autora y luego del mismo espectador. El resultado
personal desde el que construye su realidad. Embestido lo real, estas fotografías revelan un altísima performática que va desde la captura hasta la exposición, pasando por la intervención digital. Subversión de la materialidad y develamiento de la mirada fotográfica. En ese sentido, la huella -el índice- es un primer momento, que nos conduce de inmediato a la “revelación” del ojo de la artista que explora, ocupa, pacta, homenajea a la naturaleza en la posibilidad de una mirada multilineal que, a la vez, se fuga de su cualidad significante. Esta es justamente la capacidad de Nela: nos sustrae desde unas imágenes-huella de la realidad, hacia un fuga que no es evasión, sino que se impone como la distancia necesaria para recrear la poesía en un acto que vuelve indefinido lo indicial. Tal es la operación que Nela logra que “lejos de confirmar el estatuto del mundo visible, lo cuestiona sutilmente y dirige nuestra atención hacia las diversas formas en que se producen los discursos sobre los conceptos de realidad” (Green, 1997: 61). Así, la obra subvierte la
final: nadie queda indemne; todos nos sentimos tocados por una imágenes que critican al realismo que impera en la documentación tradicional de la naturaleza. El segundo eje hace relación a la operación estética que plantea h-AyVida. Esta es una propuesta planteada desde el predominio de lo pictórico y lo plástico. De ahí que Nela, comprometida como está su obra con el canon artístico occidental, se arriesgue a desmontarlo en la secuencia, en la repetición y en la desconfianza del original. Muy familiarizada con la plástica y sus tradiciones, desde un punto periférico su trabajo dialoga intensamente con el Pop Art, con el expresionismo abstracto alemán y con las apuestas más cercanas al diseño gráfico. Fotografías como “Variaciones, “Rosa japonés” o “Abrazo” revelan esa tensión entre el original, la prueba y su repetición; y fotografías como “Horizonte”, “Joya” o “Erótica” nos conducen a las improntas visuales del Jinete Azul. Pero quizá el punto dominante en la
propuesta de Nela en el plano estético, radique en la desconfianza que le provoca el realismo al que la fotografía, de una otra forma, siempre convoca. El citado “Rodríguez” a ratos es una
donde Nela remarca la sensualidad de unas formas tentando al despojo de la mímesis y de lo antropomorfo. Es tan vehemente esta sensualidad que nos lleva a desconfiar de
aparición, una confusión vital entre la enramada o una presencia que el espectador intuye de tanto insinuarse. Mencionaré algunos rasgos de esa desconfianza realista.
nuestra tradición visual figurativa para situarnos en el lugar de la irreverencia y la poética.
obra que emplaza a una íntima conmoción, casi táctil, que se recrea de obra a obra. Esa sensualidad se complejiza en casos como “Abrazo”, “Enredo” o la seminal “Incursión”, en donde Nela nos saca de la obligatoriedad del vínculo entre sensualidad y sexualidad y nos conduce al universo erótico batailleano (Bataille,
un ejercicio de respeto. En esa confluencia opera un vital diálogo entre lo analógico y lo digital para desmontar ese imperativo de lo real que tanto tiene de imposición como de disciplinamiento. Y Nela nos presenta dicho diálogo desde el compromiso creativo, que le permite reconocer los límites de lo real en
2007), en tanto es la naturaleza misma en su desborde y sin pretensiones de representación. Otro tanto sucede en “Abrazo”, por ejemplo,
tanto “la fotografía nació como la culminación de un ‘instinto’: la imitación, la obsesión por representar la naturaleza (…) la vocación
Un segundo elemento de esta desconfianza realista es la confluencia del uso digital y del Para empezar, es una desconfianza cubierta convencimiento político de que la naturaleza de sensualidad por la piel, como la muestra la tiene su propia expresividad (alejada de imponente “Diosa de Japotó”; o de sensualidad la ecualización y preciosismo estéticos al por el vuelo escapatorio, fugaz, casi intangible que estamos acostumbrados en los canales que registran “Al sol vuelo”, “Aladas” o temáticos). Esa confluencia es altísimamente Jóvenes”. Sea como fuere, la apuesta por las productiva: nos desplaza al lugar de la texturas, por las sutilezas del color y por los deconstrucción, repliega la voluntad mimética contornos de las figuras, hacen de h-AyVida una al plano indicial; y compromete la mirada a
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realista obedece a una especie de pulsión realista” (Fontcuberta, 1998: 149). Para desconfiar, Nela no desconoce el valor de lo real ni los límites de lo digital en tanto estos “nacen en el seno de otra racionalidad, más especulativa y no lineal, también aparecieron como culminación de otro ‘instinto’: el de procesar información, es decir, el de almacenar, ordenar y evaluar” (Fontcuberta, 1998: 149). Ahora bien, la confluencia y diálogo de estos dos soportes se cuida de no caer en el hiperrealismo multicultural, como lo apreciamos en los casos más indiciales como “Yo huellotu huellas” o “Unción extrema”; o en la estética de lo políticamente correcto como en “Vacío” o “Encierro”. El diálogo entre lo analógico y lo digital se resuelve en una voluntad poética de tal envergadura que nos permite entender el desmontaje que esta obra hace de la política fagocitadora global de la imagen. Un tercer elemento de esta desconfianza realista la detectamos en una suerte de insistencia en la connotación. Así como Medardo Ángel Silva señalaba que todo se llenaba de poesía (Balseca, 2009), de la misma forma no hay resquicio en las imágenes de 92
Nela que no dejen de connotar, siendo esta una poética de la imagen que se yergue autorizada en el goce absoluto de la misma imagen. Como si de tanto connotar, lo que importara no fuera más que el mismo significante, su rutina, su movimiento y su expresividad. “Mar roto”, “Aéreos” o “Entraña”, cubren todo de poesía, de la misma forma como la naturaleza lo cubre todo de vida en Cerro Seco. Desconfianza realista, en suma, que nos lleva por los vericuetos de la forma, del color, de la exhuberancia e incluso del patetismo -como en el indicial “Encierro”-, para dialogar, introspectiva, íntima, subjetivamente, con esa parte de nuestra percepción visual que se resiste a la obligatoriedad de la figuración, del parecido o de lo real tan presentes en las pantallas contemporáneas. El tercer eje que he planteado se refiere a la conmoción, emplazamiento, inquietud, pero, sobre todo, al procedimiento y a la visibilidad. Con respecto a la última, la obra de Nela Meriguet siempre ha surgido desde las tensiones entre el arte, la política y el activismo, resolviéndose cualitativamente a favor de propuestas visuales densamente
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compuestas e inscritas en luchas sociales de corto y largo alcance. Vinculada al feminismo cabe preguntarse si h-AyVida se inscribe en ese registro. Cuando h-AyVida se expuso en la sede
es la visibilidad: ya sea la visibilidad externa de las realidades que se quieren ocultas o incluso inexistentes, o ya sea la visibilidad interna que hace posible que las gentes se alíen o se
del Colectivo Cienfuegos, en Quito, a pocos metros, en El Conteiner, se exponía Improntas Urbanas, obra del fotógrafo madrileño Raúl González, cuyo tema de representación era la geometría de las grandes ciudades marcada por la soledad y el anonimato. González utilizaba similar intervención digital en sus fotografías y los registros que alcanzaba eran de una fuerza compositiva muy destacable. No obstante, Raúl revelaba una mirada alejada, casi impersonal, que observaba la urbe desde la posición del flaneur, sin compromiso mayor que con la misma imagen. La obra de Nela, quizá por su profundo diálogo con el feminismo, revela un compromiso fundamental con la ecología y la dinámica organizativa de Cerro Seco, en la costa manabita ecuatoriana. Nela trae sus imágenes a Quito no como quien representa a otro, en este caso a la naturaleza. Nela hace visible, como lo ha hecho en toda su obra artística, una realidad en la que se halla comprometida, puesto que para Nela, al igual que para todo el arte activista feminista,”el eje central de toda práctica política
organicen” (Marzo, 2006: 8). Esa visibilidad, emparentada con el feminismo, lo es también con la crítica radical al poder; que en este caso es un poder que se revela como la autoridad desafiada por la desconfianza realista. “Gota” o “Travesía” son obras que hablan del lugar desde donde Nela emplaza al poder en todas sus formas y derivas. Una visibilidad de la mecánica del poder tal que, aunque a ratos corra el riesgo de rozarse con el panfleto, lo que hace es cuestionar cómo la rigidez de la percepción va ligada a la depredación, en este caso de la mirada y de la misma naturaleza. En cuanto al valor procedimental, h-AyVida hace visible el proceso creativo que lleva adelante la artista, así como los protocolos que ella observa para hacer emerger estas imágenes desde la dinámica de las organizaciones ecológicas y de los pobladores de Cerro Seco. Georges Didi-Huberman (2006) ya situaba el valor procedimental como relevante a la hora de desautorizar al autor único e inscribir al
espectador como el lugar en el que la obra sigue construyendo y reconstruyéndose. Justamente, h-AyVida no es una obra que tiene como horizonte los productos culturales finalizados; todo lo contrario, estamos ante una propuesta que convoca al compromiso a partir de la conmoción estética, en un nivel tan subjetivo como evidente. En ese sentido, h-AyVida es un documento pero no en sentido patrimonial. Lo es porque da cuenta de un momento que se resiste a ser pasado y que requiere actualización permanente en nuestras conciencias y en nuestras decisiones políticas, puesto que la naturaleza que se desborda en y detrás de la obra, clama por una sintonía entre ella y los seres humanos, una sintonía pacífica, fluida y cercana, no retórica, no en el pasado, mas sí en el presente. h-AyVida, así como toda la obra de Nela Meriguet, nos emplaza, nos coloca en situación, casi sin consultárnoslo, desde donde tan solo ser, sin pretensiones de inmortalidad, como la naturaleza misma. Finalmente, hay que destacar la singularidad, autonomía y compromiso que Nela devuelve a la fotografía contemporánea. En una cultura visual fagocitadora, que devora todo presente
posible replegándonos al deseo y postergando el placer casi mesiánicamente, Nela se sitúa en la bisagra que une a aquellos fotógrafos “aludidos por problemas sociales”, con aquellos para quienes “la fotografía es un medio de realizar sus aspiraciones artísticas personales”. Nela es una fotógrafa, una artista, una activista, entre tantas y tantos “que han recuperado el prestigio de la fotografía” (Freund, 2001: 171). Bibliografía: Fernando Balseca Franco, Llenaba todo de poesía. Medardo Ángel Silva y la modernidad, SantillanaUniversidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador, 2009. Bataille, Georges, El erotismo, Tusquets, Barcelona, 2007. Didi-Huberman, Georges, Ante el tiempo, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2006. Fontcuberta, Joan, El beso de Judas. Fotografía y verdad, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1998. Freund, Gisèle, La fotografía como documento social, Esitorial Gustavo Gili, Barcelona, 2001. Green, David, ed., ¿Qué ha sido de la fotografía?, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1997. Marzo, Jorge Luis, ed., Fotografía y activismo, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2006. Vega, Edgar, ed., “Estudio Introductorio” en Reacciona Ecuador, el machismo es violencia. Estudio de campaña, Comisión de Transición hacia el Consejo de Igualdad de las mujeres, Quito, 2011.
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Sobre la muestra h-AyVida de Nela Meriguet Mar tínez Por: Carlos Jara Caminando bajo la noche quiteña por el pasaje que nos lleva al “Pobre Diablo” - nido y refugio de noctámbulos curiosos, de bípedos creativos y soñadores - me preguntaba donde vive la belleza que nos regalan las fotos de Nela, indagando en las razones emocionales de mi alegría interior. Cada pedacito de recuerdo de su muestra fotográfica aun hace brotar en mis ojos un contento inesperado. No era tanto la pregunta de donde estará ese burrito caminero vestido de carnaval, atrapado en malaventuras, que fuera cautivado desde el miramiento enlazado entre su vista y el lente. Era algo más profundo. Tenía que ver con algo sutil y secreto, que relacionaba a las experiencias naturales solidificadas en papel, el arcoíris de colores concertados digitalmente, y esa música de amistad y solidaridad que abrazaba el ambiente. Toda esa alquimia emocional que florece en torno a Nela Meriguet y sus tramas de cariño. ¿Cómo es que elementos tan separados se mezclan maravillosamente, creando un contexto 96
donde brota ese sentimiento de paz interna traducido en belleza? Eso, al entrar a la muestra, la coreografía del lugar creó un contexto sólo repetible si lo acompaña la sonrisa de Nela, sus lazos de afecto, como las raíces de la ceiba manabita. Porque todas sus fotografías están inseminadas por la magia tierna y subversiva de sus sueños. Estaban muy lejos los árboles de ceiba y las formas inmaculadas de los cuerpos femeninos esculpidos en sus troncos. Sabía que los vientos de Manabí aún continuaban balanceando las ramas de esos árboles embrujados, y que éstas ya cambiaron mil veces su ropaje, sus manos abiertas hacia el cielo, vivientes, graciosas, reclamando su derecho evolutivo a ser simultáneamente diferentes y las mismas. Las conchitas sobre la arena ya abandonaron el pequeñísimo espacio de la 97
playa viva, pero su iluminación permanece en el cuadro, sin apagarse. Pensaba también en esa luz que nos llega por pedacitos desde el sol y las estrellas, que en algún momento irrepetible impregnó la cámara de Nela, fugaz e infinitamente, ya dejó de serla, transformándose en millares de cosas plenas de energía. Entendí que las imágenes registradas eran mucho más que un mensaje estético, estático y que las simetrías de colores presentados en sus fotografías estaban preñadas de ritmos; que el espíritu de Nela, amante perenne, estaba diseñado en ramos radiantes de tonalidades. Eso mismo, brillos, simetrías, imagen fractales, una danza de colores, la computadora que se puso a trabajar orientada por un espíritu perceptivo, irrepetible, suave, como el copo sensual de algodón de la ceiba, imaginativa como toda la naturaleza, decidida a entallar en su ser el cuerpo de una mujer, en cámara lenta. Así se me revela el recuerdo de la muestra fotográfica de Nela Meriguet, la alegría de sentir el contacto intimo con la madre tierra y su naturaleza fractal iluminada.
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Nela o el capricho de formas…
las
Por: Ana Lucía Herrera Escribir sobre la trayectoria de un ser multifacético como Nela Diana Meriguet Martínez (Quito 1956) es una tarea difícil en sí misma, pues coloca al escribiente frente a las partes de un todo que jamás tienen un lugar fijo pues cada parte es dinámica en sí misma. La constante en este, su devenir artista, se deja ver en la pasión que Nela pone en los retos creativos, impulso que sin ninguna duda, le hizo alejarse de la profesión médica y dar rienda suelta al duende de la inspiración artística. Nela es una autodidacta de su arte y oficio, el mismo que se alimentó del contacto con la obra y con personajes que rodearon y acompañaron su niñez y su juventud. La cuántica ha permitido a la medicina entender como los quarks constitutivos de las ya minúsculas células tienen en efecto formas de intercomunicación. Imposible entonces no pensar que el vasto contacto en su infancia con seres virtuosos como la pintora Araceli Gilbert (1913 -1993), Rolf Bomberg (1912 – 1996) naturalista,
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fotógrafo y cineasta, así como otros pintores relevantes como Eduardo Kingman (19131998) y Oswaldo Guayasamín (1919-1999), no haya influido en su óptica del arte y su construcción estética. Más tarde en su juventud aprende y crea con María Escudero (Argentina,1927Quito,2005) actriz, directora de teatro y escritora que se afinca en Ecuador alrededor de 1975, con quien emprende una larga experiencia de construcción colectiva de artes utilizando la actuación como medio de empoderamiento personal y expresión de demandas de igualdad para las mujeres, el diseño y tejido de arpilleras en tanto forma artesanal de plasmar la memoria colectiva y, el montaje de fotonovelas y otros productos de comunicación, 100
todo fruto de una fase de su vida ligada a diversidad de mujeres de sectores populares del país. Así mismo comparte una larga trayectoria construyendo acciones de arte junto a la pintora
multidimensional. Ese mismo sentido e impulso del arte que en esta última etapa de producción conjuga la fotografía digital, el diseño gráfico y la multimedia, inquietando nuestros sentidos
Pilar Bustos con quien -entre otros- funda el Colectivo de Arte Cienfuegos (2010) su actual aventura en construcción.
cuando nos hace evidente el caleidoscopio de formas que pueden encerrar insectos alados, semillas, troncos y ramas, hojarasca y espuma. Una producción de la cual Nela afirma “es una forma de girar en torno a la idea de migrar (auto-exiliarse) una forma de distanciarse y colocarse en otros espacios (los no oficiales para conectarse con otras realidades) y producir culturalmente /intelectualmente”
El ambiente familiar fue siempre propicio a esa mezcla entre artes y política que hace tan diversa su obra. Su propia madre Doña Nela Martínez política y escritora (1912-2004) es parte estructural de la inspiración y pasión que acompaña la obra de Nela. Por fin y sin ninguna duda, la obsesión por las formas y volúmenes, espacios y profundidades la heredó de su padre Raymond Meriguet (1910-1988), constructor de casas, edificador de sueños, de médula antifascista quien siempre llevaba en hombros su cámara de fuelle “también heredé de él el amor por la fotografía así como el amordependencia al cigarrillo”, reconoce oronda la propia Nela.
Incansable caminante:
Su arte más realista y utilitario estuvo vinculado a la producción de materiales educativos, toda una gama de formas y contenidos que quedan como huella en sus primeros productos gráficos realizados en los años 80 y 90. Desde la simplicidad de las hojas volantes, pasando por los afiches o fotonovelas, todas se constituyeron en herramientas de comunicación educativa Todos estos seres fueron una vía directa para que recogieron y acompañaron décadas alimentar su sentido de la estética y sus formas de reivindicación con y desde las mujeres de expresión artística porque su búsqueda de sectores populares del país “generando creativa es igual que su pensamiento: multicolor, espacios autónomos y posibilidades para 101
que ellas sean parte fundamental del proceso cultural y creativo individual desde los sentidos de la vida”. Más tarde en los noventa y en los años que van del nuevo siglo acompaña sin tregua a los posicionamientos y propuestas feministas, evidenciando permanentemente su opción irrevocable por alcanzar todas las libertades para las mujeres 1. Una causa que marca cada uno de los momentos de su vida adulta en la que su identidad esta intrincadamente ligada a la búsqueda de la autonomía de la voluntad para decidir sobre sí misma, sobre nosotras mismas. En la actualidad, el trabajo artístico de Nela constituye uno de los testimonios documentales más completos sobre del devenir de la lucha de las mujeres en el Ecuador 2 . Toda causa que nace desde los márgenes es suya, jamás pierde la capacidad de indignarse ante cualquier injusticia, asume a las diversidades humanas como expresión de las libertades y en su arte en desarrollo va conjugando, con derroche de creatividad, su pulsión política activista con las luces y sombras que el fotomontaje le prodiga. La caída de las torres gemelas, la muerte en manos de policías 102
del joven Paúl Guañuna Sanguña, la lucha de l@s forajid@s, la represión institucional a rocker@s, la persecución a grafiter@s, la ironía gráfica como respuesta al machismo social y cultural, irrupciones gráficas potentes en medio de campañas electorales etc. Son solo algunas de las causas hechas arte a través de la cámara y la creación gráfica a la que se ha sumado ahora la exploración y uso de animación computarizada. Otros temas como la explotación sexual a niñas y niños en Ecuador, la violencia sexual contra las mujeres los ha puesto en escena en formato de documentales, que han sido profusamente difundidos en Latinoamérica y Europa 3. También ha ganado concursos internacionales como el que premió a la creación del logo y afiche para el IX Encuentro feminista en Costa Rica en el año 2002. Ha sido la inspiradora y ha liderado el proceso de instalación del Archivo Martínez / Meriguet (2003) y ha creado instalaciones gráficas de arte a través de la recreación de la fotografía y del epistolario de este fondo documental y archivo que ya está plenamente estructurado y en funcionamiento 4.
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En esta etapa, que ya dura más de una década, Nela se ha dejado retar por las tecnologías nuevas y sus infinitas posibilidades y, cual cronista del nuevo siglo continua dejando registro de los seres anónimos, de la rebeldía expresada desde los márgenes, de esos momentos que hacen la historia y que no se registran en los libros y crónicas oficiales. ¡Es tiempo de exponer! Las obras de Nela habían estado ya como parte de muestras colectivas 5 y, por supuesto, su obra gráfica había sido usada en otro tipo de exposiciones sobre todo de aquellas que han buscado reflejar momentos de la historia de grupos y colectivos sociales en rebeldía. Sus montajes fotográficos son utilizados como material de análisis en cursos de formación universitaria y centros de estudio especializados.
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La naturaleza NO es un eslogan… Su ojo fotográfico tiene el don de la oportunidad una especie de ojo de águila que mira siempre más allá de lo evidente. Caminar junto a ella en cualquier espacio abierto es darse cuenta de su capacidad para encontrar el detalle, sus manos siempre terminan llenas de los más diversos tesoros que con seguridad estuvieron también a mano del acompañante, sin embargo esa mirada que encuentra es un don que a ella si le acompaña. Imagino que así mismo funciona su ojo tras la cámara y luego se multiplica por miles de posibilidades cuando la fotografía se digitaliza. Vuelve entonces la idea de caleidoscopio que nos evoca colores y formas que pueden trocarse en otros completamente distintos con tan solo un leve movimiento. La última imagen premonitoria fue la de un ave lincan en vuelo, un quilico especie de aguilucho nativa de las quebradas quiteñas, ahora convertidas en calles y avenida, por lo que su presencia es una premonición, un augurio… Esa es la mirada múltiple y multidimensional que ahora su exposición h-AyVida nos regala. Un bosque seco pletórico de vida en su
sequedad. Explosión de formas: sinuosas reptiles, volátiles, acuosas, de una ternura indescriptible. En su arte hasta la basura es arte y las huellas de la contaminación se pueden extirpar materialmente para volverse un esplendor en azul. Creo que esta bondadosa manera de mirar la belleza y luego compartirla con quienes miran su obra es muestra inequívoca de su espíritu inquieto y corazón generoso. Nela está consciente de todas las miserias que los humanos derrochamos en el mundo y pese a esa conciencia aun tiene intacta la inocencia. Quito D.M, mayo 2012 Pies de página 1 1990-2003 Propuesta estética, diseño y coproducción de diversos materiales de comunicación y publicaciones: logos, libros, videos, cuñas radiales, revistas, periódicos, afiches, boletines, fotonovelas, materiales de capacitación, promocionales, para organizaciones populares de mujeres de Quito, el Movimiento Nacional de Mujeres de Sectores Populares del Ecuador, Feministas por la Autonomía, etc. Coparticipa en la producción de dos cortos para la TV Suiza sobre dos procesos productivos de fabricación artesanal de 760.000 objetos en tela realizados por organizaciones de mujeres, para la exportación. Diseña y hace la propuesta estética para la Tribuna y el Primer Tribunal de las Mujeres por los Derechos Sexuales. Diseño y diagramación de materiales de comunicación. Coproducción escénica, producción de un video. Guiones y coproducción de cuñas radiales. Diseña y produce
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materiales de comunicación de la Primera Campaña contra la Explotación Sexual a Menores de Edad en tres provincias del Ecuador. Participa en la co-producción de tres videos, coproducción escénica del acto de lanzamiento nacional de la Campaña en la ciudad de Quito. Diseño y diagramación de libros. Coproducción de cuñas radiales. Diseña varias publicaciones de la Corporación Promoción de la Mujer. Realiza la propuesta estética y el diseño del libro “Manuela Sáenz, Coronela de los Ejércitos Libertadores de América en la palabra de Nela Martínez Espinosa”, auspiciado por UNIFEM y el Taller de Comunicación Mujer Realiza otros múltiples diseños entre otros para: Café-Cultura “La Casa Morada; las Mujeres Shuar de Bomboiza; pintor Oswaldo Moreno, afiche obre Dolores Cacuango con foto de Raymond Meriguet 2 Sus afiches hacen parte del estudio y exposición Imágenes Públicas de las Mujeres Ecuatorianas de Comienzos y Fines del Siglo Veinte”, de las autoras Ana María Goetschel, Andrea Pequeño, Mercedes Prieto y Gioconda Herrera, editado POR FLACSO en marzo 2007. 3 1990-2003 Diseña y hace la propuesta estética para la Tribuna y el Primer Tribunal de las Mujeres por los Derechos Sexuales. Diseño y diagramación de materiales de comunicación. Coproducción escénica, producción de un video. Guiones y coproducción de cuñas radiales. Diseña y produce materiales de comunicación de la Primera Campaña contra la Explotación Sexual a Menores de Edad en tres provincias del Ecuador. Participa en la co-producción de tres videos, coproducción escénica del acto de lanzamiento nacional de la Campaña en la ciudad de Quito. Diseño y diagramación de libros. Coproducción de cuñas radiales. Diseña varias publicaciones de la Corporación Promoción de la Mujer. 4 2003-2012 Organización y gestión del Archivo histórico. Diseño de logo y afiches. Coproducción, diseño y publicación de libro ‘Yo siempre he sido Nela Martínez Espinosa - Una autobiografía hablada´ con cooperación de CONAMU y UNIFEM postal y textos con fotografía sobre Nela Martínez Espinosa para el libro “1000 Peace Women-Across the Globe”,
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editado en Suiza, año 2005 Organización y sistematización del primer fondo: Fondo epistolario entre Nela Martínez Espinosa y Joaquín Gallegos Lara 1930-1938, en Cooperación con el Ministerio de Cultura del Ecuador . Producción y edición de video ‘ Ecuador, década del treinta’. Coproducción, diseño y publicación de libro ‘El epistolario entre Nela y Joaquín - Una mirada desde la intimidad´ en cooperación con la Comisión de Transición. Apoya la investigación y diseña el libro El epistolario entre Nela y Joaquín: una mirada desde la intimidad. Consejo de Transición, año 2010. Coordina la investigación sobre el Fondo Epistolario entre Nela y Joaquín que auspició el exFONSAL, hoy IMP -2011-, a ser publicado en 2012. Diseña el volumen y un cd. multimedia. 5 Expositora, Primera Exposición de Arte de Mujeres organizada por La Casa Morada y Librería Pomaire, año 2003. Exposición individual de fotografías con intervención digital sobre el movimiento rockero e indígena en Quito, CONNAIE, abril 2004. Y producción de un diaporama: Caminando identidades. Exposiciones virtuales por Internet, entre esas Em@il-Art – Fondo virtual de imágenes y mensajes de Latinoamérica. Participante en la exposición “Cien Fuegos entre Cuba y Ecuador”: En Cienfuegos, Cuba y en Quito, Ecuador, año 2007. Varias exposiciones colectivas del Colectivo de Artes Cienfuegos en Quito y en México - año 2009.
Contenido
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Unción Extrema 37
Reconocimientos 5
Vacío 39
Algo sobre h-AyVida 8
Incursión 41
diosa de Japotó 11
Al Sol Vuelo 43
FotoSíntesis 13
Aladas 45
Variaciones 15
Jóvenes 47
Abrazo 17
Acróbatas 49
Rosa Japonés 119
Enredo 51
Joya 21
Lianas 53
Horizonte 23
Mirada 55
Savia 25
Quedaste 57
Gota 27
Mar Roto 59
Sonríe Conmigo 29
Aéreos 61
Encierro 31
Eclosión 63
Agravio 33
Entraña 65
Yo huello Tu huellas
Erótica 67
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Música Vegetal 69 Bosque y Mar 71 CaleidoCeiba 73 Cerro Seco 75 Síntesis 77 Telaraña infinita
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Hay Vida 81 Travesía 83 Co m ent a r ios so b re l a exp osición Presentación de la muestra
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Sobre la muestra h-AyVida de Nela Meriguet Martínez - 2012
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h-AyVida, Nela Meriguet. Tras las huellas de la poética. Sobre la muestra h-AyVida de Nela Meriguet Martínez 2012
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Nela o el capricho de las formas
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