El precio del COVID-19

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EL COSTO DEL COVID-19

PENINSULAR

CAMPECHE, QUINTANA ROO, YUCATÁN

NEWSWEEKESPANOL.COM NEWSWEEK.COM AGOSTO 17, 2020

CAIMEDE: EL INFIERNO CONTINÚA

ADEMÁS:

Argentina: $31.00 Bolivia: Bs25.00 Chile: $2130.00 Colombia: $8,900.00 Costa Rica: ₡1,900.00

Ecuador: S/.87,600.00 El Salvador: 31.00 EE. UU. :$5.00 Guatemala: Q27.00 Honduras: L75.00

México: $40.00 Nicaragua: C$95.00 Panamá: 3.50 Paraguay: ₲16,500.00

Perú: S/.11.00 Puerto Rico: US$3.50 Rep. Dominicana: RD$157.00 Uruguay: $87.50

NÚMERO 7

DESTRUYEN HOTELEROS ARRECIFES, MANGLARES Y DUNAS EN RIVIERA MAYA • EL TRANSPORTE PÚBLICO, FOCO DE CONTAGIOS DE COVID-19 • OPINIÓN: LOS MUERTOS SIEMPRE REGRESAN • LECHE MATERNA: LA PRIMERA VACUNA CONTRA LOS VIRUS Y OTRAS ENFERMEDADES • RECOMENDACIONES Y ENTRETENIMIENTO


EL PRECIO DEL COVID-19

Discriminación, fraudes, estafas con equipo médico, alto costo de medicinas y escasez de ellas, es lo que enfrentan los que se contagian, además de las molestias físicas.

LA PANDEMIA OCASIONADA POR EL VIRUS SARS-COV-2 HA GENERADO EN CAMPECHE UNA ECONOMÍA MORTECINA no solo por el cierre de comercios, sino también por las alzas secundarias en productos y un distanciamiento social que no tiene relación alguna con las disposiciones de las autoridades. De igual forma, se da por el temor que existe entre la población de contraer el virus, que va desde la prudencia con la sana distancia hasta la discriminación a quienes han enfermado. A mediados del mes de julio, los casos positivos se dispararon y con ellos la necesidad de compra en insumos médicos, tanques de oxígeno y llenado de los mismos. Sin economía y con la necesidad de conseguir lo recetado, lo poco que se tenía ahorrado se terminó para los que enfermaron. Elian, mujer de 40 años que contrajo la enfermedad, asegura que además del tor-

mento por el dolor articular, muscular, de cabeza, fiebre y tos, también padeció económicamente por lo inasequible de los productos farmacéuticos, además de que debido a su bajo ingreso, el traslado también representaba números negativos a su economía. Aun visiblemente cansada, la madre de Lucía, niña de nueve años que por fortuna no fue contagiada con el virus, expresó con voz templada, la travesía por la que a diario pasó. “El virus es peligroso, yo sabía que no debía salir, no podía trabajar, no podía hacer nada, pero debía hacer por lo menos las cosas de la casa, lo más básico, barrer, trapear y la comida. Muchas veces mi esposo tuvo que cocinar, porque había días en los que no podía dar siquiera dos pasos, porque me agitaba muchísimo como si hubiera corrido 20 kilómetros”, explicó. Recordó que en una ocasión, al tratar de ir a su baño a cuatro metros de su hamaca

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donde dormía, tuvo un percance al poner un pie en el suelo, su fuerza respondió bien por lo que optó por caminar obligada por la opresión en su estómago que estaba a punto de ser vencido. Dio un par de pasos, pero antes de ingresar al sanitario, poco a poco las piernas perdieron su fortaleza, y se desvaneció. “Nadie podrá entender el dolor y la desesperación que sufrimos los que tenemos COVID hasta que lo experimentan en propia piel, no sabes cómo desearía haber dejado de vender antes de que me contagiara, porque nunca volveré a tener las fuerzas de antes, ahora no tengo ni para mis vitaminas”, externó. La mujer no pudo contenerse más y por fin, dejó salir una lágrima que mientras recorría su mejilla derecha, cerraba con fuerza los ojos como si el dolor de aquel virus aún permaneciera en su cuerpo, torturando su respiración y fuerza.

FOTO: P E XELS

POR JORGE CHAN


Al inicio de la pandemia el prejuicio era minúsculo en comparación con las últimas semanas después de los informes de muertes por COVID-19.

FOTO: LUIS VA LLE

Los medicamentos eran escasos para la cantidad de personas que los solicitaban, y lograr encontrar un establecimiento que los ofertara fue muy complicado, además de los elevados costos. UNA FAMILIA COMPLETA CONTAGIADA Una vez encontrada la medicina se suma la compra del producto, ya que el tratamiento puede oscilar entre 6 y 12 dosis, y debido a la alta demanda, la oferta en farmacias se limitaba a una caja sin contemplear casos en los que familias enteras podrían necesitar las patentes. Así le ocurrió a Erika Aguilar, quien además de enfermar, tuvo que hacerse cargo de su esposo, padres y hermana que también se contagiaron. “Las compras de los medicamentos era lo más complicado, porque como éramos cinco personas las que necesitábamos las medicinas, teníamos que variar los días, horas y lugares donde comprábamos, porque ya no nos querían vender, pensaban que éramos

revendedores y no, en realidad nos urgía. Lo más complicado eran las noches, cuando mi esposo se ponía mal, tosía mucho y se ahogaba, entonces teníamos que comprarle sus inyecciones, así que le pedíamos el favor a un tío que fuera a comprarlo”, detalló. La búsqueda nocturna se prolongaba hasta horas de la madrugada, el tío salía de casa cerca de las 12 y retornaba entre tres y cuatro de la madrugada, algunas veces sin éxito en la búsqueda del medicamento, otras, con mayor suerte lograba por lo menos comprar dos cajas para compartirlas en familia, terminado en una sola aplicación. Para la compra, la receta médica, escaneada porque sus consultas se realizaban por videollamada, era compartida por debajo de la puerta con copia fotostática de sus credenciales de elector y así, validar que cada medicamento pertenecía a personas diferentes que por estar en confinamiento no podían salir de casa para adquirirlos. Un proceso diferente y que trae consigo más dificultades que beneficios de rapidez.

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REVENTA DE MEDICINAS Y era de esperarse la rigurosidad de las farmacias, pues el clandestinaje, venta ilegal y apócrifa de medicamentos se disparó. Sin embargo, la familia de Erika no cayó en las garras de la ilegalidad, pues aún en estas circunstancias complejas, han surgido personas que apoyan de forma voluntaria, como el Psicólogo Ángel Yanez quien apoyado de Viri Martín ha logrado recibir medicamentos de personas ya recuperadas para brindarlo a quienes aún se encuentran con el virus activo. Viri aseguró estar orgullosa de las labores que hacen las personas de buen corazón como el médico, ya que al ser el enlace para los beneficios que otorga, la misma sociedad ha detectado a personas que solo piden el medicamento para luego venderlo a un alto costo, sin pensar en la necesidad de los demás, sin empatía, pero con mucha ambición. “Desafortunadamente sí nos hemos topado con revendedores y la verdad es que no se vale, están abusando de la gente que lo necesita. Solo espero que no tengan la


Además de los costos, y discriminación, la enfermedad ha dejado una estela de abusos contra las familias afectadas.

TANQUES DE OXÍGENO La inversión en la salud desde que surgió la pandemia se ha triplicado, mientras algunas personas con problemas respiratorios invertían entre $1,000 y $2,000 semestrales, ahora estos gastos se han realizado en menos de un mes. Los tanques de oxígeno y los Equipos de Protección Personal (EPP), han provocado un alza excesiva en familias con ganancias dentro de los estándares del salario mínimo. La situación se complica cuando estas personas contraen COVID-19, ya que la respiración se vuelve más compleja, los pulmones más débiles y el porcentaje de fallecer es

alto, esto a su vez, obligó a muchas familias a iniciar la búsqueda desesperada de tanques de oxígeno. Algunos en renta y otros más en venta, en ambos casos con altos precios o en su defecto, equipos económicos pero de mala calidad o con piezas incompletas. Y es que aunado a la enfermedad, la insuficiencia respiratoria ha derivado en que las familias tengan que hacer una mayor inversión, ya que tan solo las rentas de los equipos son superiores a los $3,000. Los costos de los tanques de oxígeno tuvieron un alza de entre 5% y 10%. El tanque de oxígeno médico portátil ligero es el único que bajó su precio, y el más barato en un listado no menor a 10 productos similares, sin embargo, el costo va acorde a la capacidad y tiempo de uso, pues el cilindro solo cuenta con una capacidad máxima de 2 litros de oxígeno, el cual se agota en un tiempo de uso variable de entre 6 y 8 horas. Su costo bajó en el último mes de $4,221 a solo $2,987. La segunda opción, también económica, es de el otro tanque de oxígeno médico portátil ligero de prestaciones similares

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con un costo de $4,435, que de la misma forma que el anterior, solo tiene una capacidad de 2 litros, con la diferencia de contar con todas las herramientas para su uso, tales como conexiones y respirador. Posterior a este artefacto, está un tanque de oxígeno con capacidad de 425 litros pero que no incluye oxígeno, por lo que es necesario acudir a un sitio especializado para poder comprarlo. Este tanque tiene un costo de $5,799. El mejor de los tanques de oxígeno es un portátil con capacidad de 682 litros que incluye los accesorios pero además, con un carrito portátil en el que de manera discreta se puede llevar a todas partes, este tiene un costo de $17,500. CARETAS Y CUBREBOCAS Mientras unos buscan desesperadamente los insumos para pacientes con problemas como

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necesidad de pasar por algo similar porque entonces, les va a pasar lo que ellos están haciendo en estos momentos” aseguró. La desesperanza de un sinfín de personas por la adquisición de los medicamentos obedece a la falta de éstos en los establecimientos formales y la alta oferta por redes sociales aunque con precios inflados. Finalmente, los ciudadanos terminan accediendo a pagar más a los revendedores.


FOTO S : JORGE C HAN /A ARÓN GÓE M E Z FOTO: ? ?

El lucro con la necesidad ha dejado una importante huella psicológica en las víctimas.

asma, insuficiencias respiratorias y pulmonares, otros lucran para poder obtener mayores ganancias ante los problemas económicos que se presentaron durante la pandemia. En las últimas semanas las solicitudes para compra o renta de tanques de oxígeno así como caretas plásticas, cubrebocas especializadas como el N-95, guantes entre otros aditamentos de cuidado se han disparado. En cuanto a los Equipos de Protección Personal (EPP) que incluyen gafas, caretas de plástico, guantes, batas, gel desinfectante, gorros y cubrebocas, hay tres kits de diversas marcas que pueden oscilar sus precios. El más económico es un paquete con productos reutilizables por más de dos semanas que va de $2,420, pasando por otro de $2,980 hasta el más sofisticado con equipos de primer nivel que cuesta $ 4,768, aunque también proliferan los de fabricación casera, que se pueden encontrar mu-

cho más baratos, pero que realmente su protección no está confirmada. El caso de Erika y su esposo Leonel que requería oxigenación constante con apoyo de un tanque, tuvo que resolverse con el apoyo de toda la familia para juntar dinero suficientes ($17,000) para obtener el equipo necesario. Aún así pese a contar con el dinero, el mayor obstáculo consiste en adquirir los productos médicos. “Buscamos por todos los medios, redes sociales, mis tíos buscaban con sus conocidos y todos en absoluto tenían costos excesivos, el más barato que logramos ubicar, teníamos que pagar $14,000 más el traslado, porque era de otro municipio, no tenía las piezas completas, teníamos que conseguir otras además del llenado, la careta y más cosas”. Los tanques de oxígeno en la ciudad eran escasos, los comercios de este giro incrementaron sus costos y aún con el excesivo precio que debía pagarse, la población los adquirió. En el caso de Erika, tuvieron que buscar alternativas diferen-

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A mediados del mes de julio, los casos positivos se dispararon y con ellos, la necesidad de compra en insumos médicos, tanques de oxígeno y llenado de los mismos. tes como la aplicación de nebulizaciones acompañadas de remedios caseros. Por las mañanas, deshojaba el árbol de Momo para preparar un té; al mediodía otro de limón con jengibre y por la noche un té verde. Adicional a esto, aplicaban en el pecho de su esposo, eucalipto con agua tibia para que la respiración fuera fluida, la tos se presentara en menor intensidad y por ende, las complicaciones también.


Esta es la alternativa casera que decenas de familias en Campeche optaron, antes de prestarse al lucro de los oportunistas o de acudir a un centro de Salud. LUCRAN CON LA NECESIDAD Adicional a los altos costos, y encontrar el equipo, hay que enfrentarse el fraude de gente sin escrúpulos, que a través de las redes sociales, estafan a quienes necesitan adquirir los productos. Alejandra Cabrera, una madre de familia que requería la renta o compra de un tanque, en su búsqueda encontró un post en el que ofertaban cilindros con oxígeno, y al momento de terminar la transacción salía a la luz la falsedad de la venta. “Cuando vi la publicación no me tomé el tiempo de revisar el perfil de la persona que lo vendía, tampoco el nombre de su supuesta empresa, solo vi el precio accesible y pues claro, con la urgencia que teníamos decidimos comprarlo. Hicimos la transferencia de la mitad del costo que era de $1,500 pero luego, nunca nos llegó el tanque”. La confianza del supuesto vendedor estaba ganada, el modus operandi fue

Después de la recuperación física toca turno a desestigmatizar la marca del COVID-19.

sencillo, publicar la foto falsa de un producto que no existía a un precio considerable, haciendo énfasis en que solo era el tanque que se vendía, para hacer creer que tenía empatía con la población. La forma de pago era transferencia bancaria, la mitad para asegurar el producto y el resto se pagaba en efectivo una vez entregado. Alejandra también se encontró con personas que estaban lucrando con la necesidad de la gente ya que vendían un tanque pequeño para emergencias en $2,500 solo el cilindro, por lo que tenían que comprar o rentar de manera adicional el regulador, la cánula y llenar el tanque de oxígeno, sumando un total de casi $5,000. Por fortuna, una persona tuvo a bien prestarle un cilindro grande sin realizar un cobro, con esto su presupuesto quedó intacto para que lo pudiera invertir en el llenado del mismo. Sólo así, lograron sobrellevar la enfermedad. DISCRIMINADOS El costo más alto que han pagado las familias entrevistadas fue el social, por haber sido discriminados.

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Para Erika, fue difícil creer que las personas con las que a diario convivía pasaron de ser sus amigables vecinos a unos verdaderos desconocidos en menos de un día. Tras el diagnóstico positivo al SARS-CoV-2 el “hola” se convirtió en un silencio absoluto, su calle ya no era concurrida como antes, las charlas por las tardes dejaron de presentarse, el aislamiento conjugado con el temor, provocó que el barrio fuera como una isla desierta. “Los que tenían que pasar frente a la casa lo hacían lo más lejos posible, o sea, caminaban por el otro extremo de la calle, sobre la banqueta, lo más alejados posible, como si al mirarnos se fueran a contagiar” platicaba mientras soltaba una sonrisa nerviosa, algo confusa por la situación que vivió. Otras personas, que prefirieron mantenerse en anonimato para evitar que sus vecinos tomaran sus declaraciones como algo personal, expresaron más a detalle las burlas de las que eran objeto, algo que según ellos, nunca creyeron experimentar y menos con quienes consideraban sus amigos. A “María”, una mujer más víctima del

FOTO: JO RGE CHAN

“No me tomé el tiempo de revisar el perfil de la persona que lo vendía, tampoco el nombre de su supuesta empresa, solo vi el precio accesible y pues claro, con la urgencia que teníamos decidimos comprarlo. Hicimos la transferencia pero luego, nunca nos llegó el tanque”


FOTO : JORGE CH AN

La discriminación es recurrente en los enfermos o convalecientes de la enfermedad.

COVID-19, la vida le dio un giro de 180 grados, pasó de ser la amiga de la colonia a la mujer más despreciada; la supuesta culpable de que todos hayan contraído el virus. Ya nadie la veía, ni le daba los buenos días, nadie siquiera la saludaba cuando salía a comprar y eso, que ella no contrajo la enfermedad sino sus familiares. El esposo de la mujer, de oficio mecánico, contó que su cónyuge no podía quedarse sin salir a la calle pues su ingreso depende al 80 % de él y el resto de pastelillos que ella oferta entre los vecinos, lo que le había hecho generar un sinfín de amistades entre los barrios circunvecinos, mismos que se apagaron cuando se contagió del COVID-19. “Las personas me dejaron de hablar cuando supieron que en la colonia había un caso que coincidió con que mi esposo dejó de salir al trabajo, entonces aunque yo no dije nada, todos imaginaron que era mi esposo porque diario que salía todos lo veían y lo saludaban, entonces de la noche a la mañana dejaron de verlo y por eso dedujeron que era él”.

Y efectivamente su esposo era portador del SARS-CoV-2 y tenía apenas una semana de malestares, esto obligó a María a comprar EPP para evitar contagiarse. Ella salía de casa para comprar los ingredientes de la comida diaria, se colocaba el cubrebocas, una careta y guantes nuevos; en dirección a las tienditas era cuando ocurrían los actos de discriminación. “Me dolía mucho que cuando pasaba por la casa de mis conocidos se escuchaban los murmullos, unos se asomaban por la ventana solo para ver si me protegía, a quien saludaba, los objetos de la calle que tocaba para que ellos no los tocaran. En una ocasión me saludó una persona que vive en otra colonia y justo en ese momento una vecina gritó que yo tenía COVID y que no me saludara, entonces mi amigo me preguntó si era real y le dije que yo no pero mi esposo sí y se fue rápido” Una vez en la tienda, los actosdiscriminatorios continuaron, dice la mujer. “Cuando llegué a la tiendita ¿vas a creer que me cerraron la puerta?, la señora me dijo que a mí no me iba a vender nada por-

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“Las personas me dejaron de hablar cuando supieron que en la colonia había un caso que coincidió con que mi esposo dejó de salir al trabajo” que yo tenía COVID y que seguramente la iba a contagiar. Y eso que yo llevaba estas cosas (señala sus guantes, careta y cubrebocas). Entonces tuve que irme hasta el súper que está un poco retirado de mi casa” Ahora que su esposo ha sido declarado como “recuperado” los vecinos ya no los miran feo, pero la confianza ya no es la misma, el daño emocional ya está hecho y poco o casi nada hará cambiar de parecer a María, pues mientras su esposo padecía los dolores de la enfermedad ella tenía que lidiar con el cuidado, muchas veces nocturno y los malos tratos fuera de casa, con la intención de poder proveerse de alimentos que ayudaran a mejorar su salud.


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