12 DINERO
DOMINGO, 30 NOVIEMBRE 2008
INTERNACIONAL
LA VANGUARDIA
La economía brasileña: tres escenarios posibles para el 2009 1 PROBABILIDAD DE CUMPLIRSE 10% 4,1%
3 PROBABILIDAD DE CUMPLIRSE 60%
5,9%
4,8%
4,1% 1,75
Crecimiento
2 PROBABILIDAD DE CUMPLIRSE 30%
Cambio Real/$
Inflación
2,5%
2,60
Crecimiento
Cambio Real/$
3,2% 1,90 Inflación
Crecimiento
Cambio Real/$
Fuente: Tendencias Consultoría Integrada
Inflación LA VANGUARDIA
EL BRIC DE LA ESTABILIDAD
Brasil: ‘jogo de cintura’
El gigante latinoamericano trata de potenciar sus recursos ante la caída de las materias primas
U
Nicolás Torrent
na de las sorpresas del G-20 –quizá la única– fue ver al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a la derecha de George Bush en la foto de familia. Todo un símbolo de la posición que ha conseguido este país en la economía mundial. Y es que de los llamados BRIC –acrónimo para referirse a los emergentes Brasil, Rusia, India y China–, el país latinoamericano destaca por su combinación de libre mercado, políticas sociales y sostenibilidad. En brasileño, este modus operandi que a veces parece funambulismo, se llama jogo de cintura, en referencia a los movimientos de cadera de sus estrellas del fútbol. “Uno se sorprende todos los días de las oportunidades que ofrece Brasil”. Las palabras no son de Lula, ni siquiera de un empresario brasileño. No, esta frase es de Ángel Agallano, director ejecutivo del Banco Santander en Brasil. El grupo de Emilio Botín acaba de fusionarse con una de las mayores entidades brasileñas, el Banco Real y en los tres próximos años, invertirá más de 920 millones de euros en este país para una ganancia prevista de unos 7.000 millones de euros. ¿Cómo Brasil logra despertar tanto interés? Primero, es un mercado de 190 millones de consumidores. Y pese a la extrema miseria que afecta a gran parte de la población –el índice de pobreza es del 31%–, las políticas de redistribución del Gobierno permiten a muchos entrar en la sociedad de consumo, lo que crea un gran dinamismo endógeno que puede compensar el retroceso de la demanda externa. Aparte, dadas las dimensiones del país, un pequeño movimiento provoca grandes consecuencias en volumen. Brasil genera el 35% del PIB del continente. El estado de São Paulo, centro económico del país, tiene un PIB igual al de Argentina. Y la bolsa paulista concentra el 81% del volumen negociado en toda Latinoamérica. Pero a grandes proporciones, grandes riesgos. “Brasil es país de grandes negocios”, comenta Agallano, “y en el Santander nos gusta hacer grandes cosas pero también cuidamos el dinero”, subraya. Uno de los puntos fuertes de la economía brasileña es preci-
La ciudad de São Paulo es el centro económico del país, y su PIB iguala el de Chile
samente su sistema financiero. El apalancamiento de un banco no puede superar 9 veces su capital. Para comparar, en septiembre, Goldman Sachs presentó un apalancamiento superior a 20 veces el valor de sus fondos propios. Y en cuanto al credit crunch, Brasil tiene una herramienta que le permite actuar de forma instantánea: Banco de Brasil, el mayor banco del país, es público. Pedro Parada, director académico del GEMBA (Global Executive MBA) en Esade explica que “el Banco de Brasil permite inyectar liquidez sin crear distorsiones en el sistema financiero como es el caso en España”. En segundo lugar, Brasil puede confiar en la fortaleza de su tejido industrial. Automotriz, aeronáutica, petroquímica, textil… la variedad de producción es comparable a la de las grandes potencias económicas. Todos los fabricantes de coches que en las últimas semanas lanzaron un SOS a sus gobiernos tienen buenos resultados en Brasil. En los nueve primeros meses del año, Volkswagen aumentó sus ventas un 16% en esta región.
En cuanto a sostenibilidad, es el primer productor de etanol del mundo. En Brasil, los coches más comunes funcionan indistintamente con etanol o con gasolina. Durante su visita a São Paulo en el marco de su participación al GEMBA, Blanca Perea, directora técnica de la asociación española para la promoción de la cogeneración (COGEN), constató pasmada que “el objetivo del 20% de
Ángel Agallano: “Uno se sorprende todos los días de las oportunidades que ofrece Brasil” energías renovables para el 2020 que tiene Europa es quizá la mitad de lo que Brasil ya tiene”. Curiosamente, al margen de esta política sobre los biocarburantes, Brasil es también un gran productor de petróleo. Y con las reservas descubiertas a unos 250 kilómetros de sus costas, el país de Lula podría convertirse en el tercer productor del mundo.
ANDREW HARRER/ BLOOMBERG
En lo que concierne al impacto de la crisis internacional, el principal problema que están afrontando las empresas brasileñas es el peso de los productos derivados basados en el tipo de cambio real/dólar. Grandes entidades apostaron por la estabilidad de la divisa interna frente a la moneda americana. En los últimos meses, estas empresas transformaron la venta de futuros de dólares necesaria para la cobertura de sus activos en una herramienta especulativa. Pero con la extrema volatilidad del mercado de divisas –en dos meses, la tasa de cambio pasó de 1,5 reales por un dólar a 2,6– han registrado grandes pérdidas. Almir Barbassa, director financiero de la petrolera estatal Petrobras, comenta: “Muchos exportadores han firmado grandes contratos de venta sobre futuros ingresos en dólares. Algunos han vendido hasta diez veces lo que realmente exportan”, insiste. El segundo factor de intoxicación es el carry trade. Algunos grupos brasileños buscaron préstamos en divisas con tipos de interés bajos como el dólar o el yen para invertirlos en activos brasile-
ños con tipos de interés mucho más altos. A la hora de reembolsar sus deudas en Japón o en Estados Unidos, la caída del real había devorado la ganancia generada por la diferencia de tipos. Y de repente, los inversores salieron a comprar divisas extranjeras a toda costa, lo que agravó la devaluación del real y por lo tanto, las pérdidas. Caminaban sobre un lago helado y al ver las primeras grietas, se pusieron a correr. En esta debacle, el límite de apalancamiento permitió evitar las quiebras. Pero el Gobierno tuvo que anunciar una inyección de 70.000 millones de dólares para abastecer el mercado en billetes verdes y así frenar el desmoronamiento del real. Los pronósticos más pesimistas hablan de un crecimiento de solamente… el 2,5%. Una cifra de fantasías para los ministros de economía europeos. Pero en el caso de Brasil, es insuficiente para que sigan mejorando las clases sociales más humildes. El golpe podría ser duro para Lula, el presidente obrero. Una buena oportunidad para que demuestre su jogo de cintura.