5 minute read

Di Mauro, la desarrolladora que convirtió cada crisis en oportunidades para crecer

Supo reinventarse cada vez que hizo falta y se convirtió en un referente del sector, por sus elogiadas terminaciones y espaciosos ambientes. Historia, obras y proyectos de una firma en permanente expansión.

Los vaivenes económicos han sido la constante en toda la historia Argentina, pero muy posiblemente se hayan visto agravados en el último medio siglo. Las debacles económicas, las lentas recuperaciones y los cambios permanentes de las reglas de juego se hicieron constantes, y muchas empresas quedaron en el camino por no poder adaptarse. En cambio otras supieron leer la demanda de cada momento, y convertir cada crisis en una oportunidad para crecer y consolidarse. Di Mauro Arquitectura & Construcción forma parte de ese último lote, reinventándose cada vez que hizo falta para transformarse en un referente del sector en Rosario, por sus elogiadas terminaciones, ambientes espaciosos y sobrios diseños, tanto en edificios propios como de terceros. Ciro Di Mauro, al frente de la firma desde 2015, y Juan Porrini, su asociado y con quien gerencia en conjunto PH Constructora, contaron a la AEV Revista la historia de la empresa, los cambios que registró en el tiempo y su modo de trabajo, repasaron las obras más emblemáticas y anticiparon los proyectos que tienen en carpeta.

Antonio, el pionero

En 1968, Antonio Di Mauro se recibió de arquitecto en Rosario e inició la prehistoria de la compañía, primero como estudio de arquitectura. Sus primeros encargos fueron proyectos de obras de propiedad horizontal para distintas constructoras como Arranz y Gonzales, Espacio Arquitectura, entre otras. De este modo, el joven se fue especializando en el tema viviendas y encarando edificios emblemáticos como el Imperio, Portofino, Prisma, Argón, Forcas y Rialto, que pasaron a formar parte de la rica historia arquitectónica de la ciudad.

Con esa experiencia a cuestas, en 1973 Antonio y su padre fundaron Di Mauro Construcciones SRL, y juntos desarrollaron los primeros edificios propios en la zona de avenida San Martin entre boulevard Segui y avenida 27 de Febrero. “Era un un área donde la propiedad horizontal no estaba muy consolidada, pero ellos fueron multiplicando los desarrollos, conformando edificios como Derby, Molimar, Coppola, Premier y Anagrama VIII”, enumeraron Ciro y Juan y destacaron la audacia de avanzar allí donde todo estaba por hacerse. Es muy importante destacar que desde 1977, la Arq Maria Laura Sessa, se sumó al estudio y hasta el día de hoy acompaña tanto a Ciro como a Juan, asesorándolos con la experiencia y aportando todo lo adquirido junto a Antonio.

“Antonio nos enseñó eso, donde existe un sitio, existe una oportunidad, una idea, un proyecto y no hay que dejar pasar ese impulso”, recordó Ciro, y agregó que ese espíritu emprendedor también se vio reflejado a la hora se sortear las no pocas crisis nacionales, como el Rodrigazo, los golpes militares y la hiperinflación. Lejos de amilanarse, salió a buscar nuevas oportunidades desplazándose a localidades aledañas como Villa Mugueta, Fuentes, Bigand, Bombal, Zavalla, Pergamino, Arrecifes, Rafaela. “De a poco empezó a avanzar con obras en esas ciudades, levantando cooperativas, bancos, edificios históricos y comercios”, repasó.

Todo esto sin perder de vista que su objetivo era el de consolidar un estudio de arquitectura que construyera edificios propios y de terceros con alta calidad en las terminaciones, apego a los plazos comprometidos y respeto por el diseño. Fue entonces que tras superar una nueva crisis como la del 2001, y aprovechando la recuperación posterior y el boom sojero, en 2006 avanzó con la creación de Di Mauro Arquitectura y Construcción SRL, en este caso junto a su hijo Ciro. Otra vez, dos generaciones de los Di Mauro se juntaban para poner la misma pasión y respeto por la arquitectura para emprender nuevos proyectos.

La nueva generación toma la posta

Con el paso del tiempo, Ciro tomó las riendas de la compañía, sosteniendo el lema de no hacer simples obras, sino más bien “construir espacios para vivir”. Respetando siempre los principios fundantes de la empresa, pero añadiéndole una impronta más personal, se concretaron importantes proyectos como la torre de la Libertad, los Arquigrama 9 y 10, el conjunto LT Ingeniería, entre otras. Pero tras unos años, nuevamente la macroeconomía sacudió el tablero, y la firma se tuvo que reinventar, generando una unidad de negocios para construir obras para terceros. Así fue que incorporó a Juan Porrini en 2012, dando lugar a PH Constructora SRL, firma que ambos gerencian y con la que ejecutan no sólo las obras de Di Mauro, sino también las de otros arquitectos de alto nivel como Diana Chiatello, Paula Matiseivich, Melina Spinetta (CMS), Martín Aloras, Diego Arraigada, Mauro Grivarello Bernave, Fabio Scarano, y de desarrolladoras de la talla de MSR. Se cuentan en su haber obras como la de Suipacha 86, los edificios de Montevideo 2617 y San Lorenzo y Santiago, Casa Besset, la casa de 1° de Mayo 1106 y muchas más.

Obras entregadas, en marcha y proyectadas

“Hoy conformamos un equipo donde desarrollamos con Di Mauro Arquitectura y Construcción, y ejecutamos con PH Constructora edificios propios, como LG-50 y DM-52 al 60, que construimos con la calidad que nos proponemos y que aprendimos de Antonio, con la misma pasión por la arquitectura y apego por los detalles, para dejar más que satisfechos a los clientes”, explicaron.

El 2020 no fue un año más para estos profesionales, ya que falleció esta figura que los cobijó y de la que tanto aprendieron. La respuesta fue dejar bien en alto sus valores constructivos, que quedaron reflejados en obras como DM54, DM55 y DM56, que fueron entregadas este año pese a la pandemia y a los protocolos sanitarios que hubo que cumplir. Mientras tanto, continúan en otros desarrollos como el DM57 y el DM58, pensados para el próximo año, y avanzan a paso firme con el DM59 y el DM60.

This article is from: