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Vivienda colectiva: soluciones en las que la versatilidad conduce a la diversidad
from AEV Revista N° 34
En 2018, el equipo conformado por María Eizayaga, Daniel Alcalá, STVX y Emilio López resultó ganador del Primer Lugar en el Concurso Internacional abierto de Viviendas Colectivas (Open International Competition for Alternative Layout Design in Standard Housing), organizado por el Ministerio de Construcción de Rusia. “Soluciones en las que la versatilidad conduce a la diversidad”. Estas fueron las palabras de los jurados que le otorgaron la premiación para fundamentar la distinción otorgada. Dos años después el mundo cambió. La pandemia del Covid19 “metió” a todos en sus casas –para no enfermarse ni enfermar –por muchos meses. Esas palabras, “versatilidad” y “diversidad”, fueron necesarias para la nueva normalidad, por eso AEV Revista entrevista a María Eizayaga, para que hable del proyecto ganador en el marco de este nuevo contexto, pero también de los cambios que proyecta en las viviendas colectivas para el futuro.
– Balcones, la nueva forma de habitar un departamento en pandemia, ¿cambiarán a futuro, se agrandarán, sumarán canteros o parrillas? En Rosario hay una discusión pública para pasar la norma municipal de 120 a 150 cm de ancho, como por ejemplo Buenos Aires, a propósito de la pandemia.
– Lo que la pandemia exacerbó o nos hizo notar es la poca conexión que tienen nuestras viviendas con el exterior. La necesidad de tomar sol o de respirar aire fresco debido al encierro forzado, nos mostró con crudeza una realidad que no se había manifestado tan literalmente antes. Creo que los espacios al exterior no sólo deben materializarse en el ámbito privado sino en lugares comunes del edificio o de la ciudad. Cómo proyectistas o inversores, si bien inevitablemente nos regimos por una normativa con parámetros mínimos o máximos, creo que deberíamos ir mas allá y atender a las necesidades del habitante, cumpliendo sus deseos y necesidades. A la hora de diseñar hay que mostrar una diferencia en los proyectos, algo que le de un valor agregado y se distinga de lo que se construye de manera estándar o convencional. Me gustaría también agregar que no sólo hay que solucionar los espacios exteriores de cada departamento, sino cómo en una trama tan densa como la de nuestras ciudades, se puede replantear, reorganizar, transformar, descubrir o potenciar espacios al exterior sin tener que demoler. Es un desafío interesante y es el momento de usar la creatividad con los recursos que tenemos.
– ¿Cambiará el diseño de las unidades después de esta pandemia?
– Sería muy positivo empezar a plantear viviendas más versátiles con la posibilidad de darle a un ambiente un uso u otro de acuerdo a las necesidades del que lo habita. Muchas veces sucede que las normativas imposibilitan estas cuestiones de alguna manera u otra y terminan yendo en detrimento de la calidad de vida de los habitantes. Las viviendas deberían tener la posibilidad de modificarse de acuerdo a las etapas o momentos de la vida. Para eso es importante desjerarquizar los ambientes, dar generosidad a los espacios con la menor cantidad de programa posible para que puedan ser utilizados con toda libertad, dar lugar a la interpretación y a la apropiación de los habitantes.
– ¿Se pensarán más espacios abiertos que cerrados en los espacios compartidos de los edificios?
– En mi opinión, deberían pensarse mas espacios que tengan la posibilidad de poder usarse prácticamente todo el año. Buenos Aires y alrededores tiene la suerte de tener estaciones diferenciadas y a la vez un clima muy benigno. La poca amplitud térmica entre invierno y verano, en relación a otros países, permite que se pueda utilizar un espacio casi todo el año con pequeñas modificaciones o con poca infraestructura. Por ejemplo priorizando la orientación, utilizando cerramientos que permitan que el espacio se cierre o se abra de acuerdo a la época del año. No creo en que haya que evitar la concentración de personas, porque el encuentro entre las personas hace que los espacios sean mas ricos e interesantes. Si deberían ser planeados con generosidad para que puedan usarse colectivamente y con holgura.
– Uno de los íconos de la arquitectura moderna es la Villa Saboye (1929-1931). Diseñada por Le Corbusier. Su diseño y construcción fue en 1929-1931 y como en ese momento había un brote de gripe española el arquitecto pensó en el recibidor una bacha para lavarse las manos. ¿En la actualidad habría que colocar un espacio de lavado de manos en los edificios?
– Es una buena pregunta, yo he visto en varias viviendas de Suiza esta costumbre de la bacha cerca de la entrada. Es una buena costumbre de higiene y un hábito muy sencillo de incorporar que genera muchos beneficios. Soy hija de médico, con lo cuál nos ha trasmitido el hábito de lavarse las manos al entrar al hogar y antes de comer. Puntualmente este objeto es algo muy sencillo de implementar y sólo genera efectos positivos para la salud. Otra cosas que se pueden pensar es en el espacio de la entrada. Tener un espacio para sacarse los abrigos, dejar las cosas de la calle, incluso zapatos, antes de ingresar a nuestros hogares, es algo interesante de aplicar. Vuelvo a poner como ejemplo a Suiza (menciono este país pero seguro hay otros), allí nadie ingresa con los zapatos de la calle a la casa, con lo cual este espacio de entrada es muy importante porque para poder mantener el espacio ordenado, hace falta pensarlo y diseñarlo. A su vez, tener una entrada que haga de filtro visual hacia el resto de la vivienda, nos permite guardar mas nuestra privacidad cuando le abrimos la puerta a personas desconocidas. En el proyecto ruso, entre otras cosas, había dos cuestiones muy importantes que debíamos prestar atención durante el diseño, a la entrada y a lo que ellos llamaban habitación del sol. Había que asignarles un espacio bien delimitado e incorporarles características muy propias de cada lugar. En cuanto al restos de los ambientes, si bien se pedía que cumplan con ciertas propiedades, se rescataba el hecho de que puedan ser versátiles y tengan la capacidad de adaptarse a distintos grupos familiares o habitantes (estudiantes, amigos, distintos rangos etarios, etc).
– Fuiste una de las integrantes de equipo que ganó concurso internacional abierto de arquitectura convocado por el Gobierno Federal de Rusia y organizado por DOM.RF y Strelka-KB con un proyecto de vivienda colectiva. Ya pasó un tiempo y una pandemia sin precedentes: ¿Qué tipología del proyecto original podía servir para el aislamiento y pandemia? ¿habría algún cambio en ese proyecto en esta nueva realidad?
Me gustaría antes comentar que no creo que el aislamiento obligatorio haya demostrado ser una solución exitosa para combatir la pandemia. No obstante, si estoy de acuerdo en que hay grupos de la sociedad que tengan que resguardarse más que otros. Para ello vuelvo un poco a la idea de las primeras preguntas, los espacios generosos, versátiles, sin programa asignado para que el habitante los apropie según la circunstancia, son importantes para poder ser resilientes ante cualquier adversidad o simplemente ante cualquier cambio que nos presente la vida (la llegada o la salida de los hijos, incorporación un miembro más a la familia, visitas temporales, familias desvinculadas y vueltas a ensamblar, etc.). En cuanto al proyecto ruso, tenía requerimientos bastante estrictos y matemáticos de diseño, pero creo que las tipologías propuestas se adaptan muy bien a esta nueva realidad. De hecho fuimos reconocidos y destacados por tener soluciones versátiles que conducen a la diversidad. No obstante, como profesional, creo que siempre hay algo que mejorar y conocimientos nuevos que incorporar. La sociedad cambia constantemente, con lo cual las necesidades de las personas también. de diseño, pero creo que las tipologías propuestas se adaptan muy bien a esta nueva realidad.
María Eizayaga (1985) es ingeniera civil por la Universidad Católica Argentina (2011). Magister en Arquitectura de Viviendas Colectivas por la Universidad Politécnica de Madrid y la Escuela Superior Técnica de Zürich (2017). Certificación en LEED Green Associate por el Green Business Certification Inc. (2017). Especialista en Arquitectura y Tecnología por la Universidad Torcuato Di Tella (2014). Especialista en Conservación y Preservación del patrimonio por la Universidad Torcuato Di Tella (2011). Es docente en la materia Tecnologías Constructivas de la Universidad Nacional de General San Martín. Desde el año 2008 ha trabajado en proyectos de diseño de estructuras de diversos tipos y actualmente dirige el estudio de arquitectura e ingeniería a+i. En 2018, el equipo conformado por María Eizayaga, Daniel Alcalá, STVX y Emilio López resultó ganador de un Primer Lugar en el Concurso Internacional abierto de Viviendas Colectivas (Open International Competition for Alternative Layout Design in Standard Housing), organizado por el Ministerio de Construcción de Rusia.