Revista de literatura infantil y juvenil
DiaLoGuE
#1 12 de septiembre de 2013
INDICE/1
2
Editorial
Pobreza y fortuna en la literatura Articulo
La relevancia del escenario en la narración Artículo
El papel de la ilustración en el libro álbum Artículo
Lo que los niños necesitan: imaginar Crítica de “En el desván”
Punto de encuentro entre el mundo de fantasía y la realidad Crítica de “la bruja bella y el solitario”
El rescate de la oralidad en la literatura Crítica de “La tortilla corredora”
6 9
12 13 14
Propuesta pedagógica de “Perdido y encontrado” 2º básico
“Las vacaciones de Franz” Trailer
3
15 17
/2
E D I T O R I A L
¿FORMATIVA O ESTÉTICA? UNA MIRADA A LA LITERATURA ACTUAL Hace algunos años, la muerte o la represión social no eran temas que debía tratar la literatura destinada a niños y jóvenes. El enfoque moralizante y didáctico predominaba los libros y cuentos que los más pequeños podían leer. Sin embargo, con el pasar de los años esta concepción de la literatura infantil y juvenil ha ido cambiando paulatinamente. Actualmente, es el sentido estético y de entretención lo que marca las distintas manifestaciones de la literatura infantil. “No siempre la sociedad ha considerado la infancia como un período de la vida del ser humano separado del resto, en el que tuviera necesidades específicas” (Lluch, 2003, p.29). Uno de los fines de esta revista es ser una herramienta didáctica que permita a profesores y estudiantes tener una mirada crítica de los libros que nuestros niños leen tanto dentro como fuera de la escuela, ya que “si se pretende crear lectores hábiles en cualquier texto literario, resulta oportuno que el lector pueda dialogar con una amplia y diversa gama de obras” (Amo, 2005, p.68). Escritores como Oliver Jeffers, Hiawyn Oram, Shaun Taun, Gerald Durrell y Christine Nöstlinger nos presentan diferentes perspectivas de lo que les interesa a los niños de hoy en día a través de sus libros infantiles, por lo que es necesario considerar al niño o niña como un agente activo en la lectura y los manejos de textos. Como dice Bajtín (1982-1993) “Toda comprensión de un discurso vivo, de un enunciado viviente, tiene un carácter de respuesta” (p.257), es decir, que los niños a los que van dirigidos los libros no son agentes pasivos que solo reciben información, también responden a lo que leen y escuchan. Por el motivo anterior, a partir de una variedad de obras se intentará difundir la literatura infantil pero de manera crítica y reflexiva mediante una serie de análisis a diversas manifestaciones literarias. Artículos, críticas, y trailers nos entregarán información sobre una serie de novelas, cuentos y libros álbum destinados a niños y jóvenes, los que abarcarán tanto sus aspectos literarios como el tipo de lector al que están dirigidos. Además, se presentarán propuestas pedagógicas para saber qué y cómo abordar la literatura en la sala de clases. Así que ¿Qué esperas? Comienza a leer esta revista y descubre un mundo lleno de libros y disfrute.
ARTÍCULO/3
Pobreza y fortuna en la literatura La imagen que se muestra del niño en la literatura ha ido cambiando con el paso de los años, así como también han ido cambiando los temas que se tratan en ella. En muchos cuentos clásicos se presenta la polaridad de la pobreza frente a la riqueza, y este tema sigue estando presente en la literatura actual. Ejemplo de ello son las obras que se compararan en los siguientes párrafos: Hugo tiene hambre de Silvia Schujer y La leyenda de Boni Martín de José Luis Olaizola. Mediante el análisis de estos textos se analizará la presencia de estos tópicos en la literatura actual desde dos tipos de géneros y la manera en la que se aborda en cada uno de ellos. Para comenzar es necesario explicar la trama de estos libros. El primer texto corresponde a Hugo tiene hambre, un libro álbum en el que se presenta la historia de Hugo, un niño de la calle que tiene mucha hambre que llega al punto de imaginarse todo lo que hay a su alrededor como comida, hasta que se encuentra con un perro que está en la misma situación que él. En este texto se plantea la situación de pobreza que vive Hugo en contraste con lo que se presenta en la novela infantil La leyenda de Boni Martín. Esta última cuenta la historia de Boni, un niño que es sumamente malcriado y consentido por sus padres debido a su buena situación económica, el niño es hijo único y su papá viaja mucho por el mundo por lo que su madre lo mima con todo lo que él quiera. Es aquí donde se hace el primer contraste entre las dos obras pero también lo hay en la manera en la que se aborda a partir del género. En el caso de Hugo tiene hambre las imágenes aportan información de gran relevancia a la historia. Estas imágenes complementan el texto escrito del libro creando una atmósfera conmovedora sobre la vida de Hugo. La utilización de colores como el celeste, azul o negro crean un ambiente que le da otro sentido al texto, en el que nos podemos dar cuenta de ciertos rasgos ocultos en la historia. Por ejemplo, cuando se señala que Hugo tiene mucha hambre se le muestra en la imagen entre medio
/4
de las piernas de muchas personas que pasan sin tomarlo en cuenta, lo que finalmente tiene como propósito señalar lo que pasa actualmente con la mayoría personas que no toman en cuenta este tipo de problemas. Al pertenecer al género del libro álbum, la imagen aporta mucha información y es sumamente relevante para darle un significado al texto en su totalidad, de hecho “el peso de la narración recae igualmente o más en las ilustraciones que en las palabras” (Shulevitz, 2005, p.8). En contraste con el libro álbum, La leyenda de Boni Martín corresponde a una novela infantil en la que se describen todas las anécdotas que vive este personaje por lo que sólo se basa en las palabras y las pocas imágenes que se encuentran en el texto no aportan información adicional al relato, al ser una novela las palabras logran narrar la historia al igual como en el libro álbum de Schujer en el que bastan las imágenes y un texto sencillo para hacerlo. Si bien ambos textos presentan historias un tanto diferentes, ambas tienen algo en común y que bien representa las palabras de José Luis Olaizola en La leyenda de Boni Martin:”el ser demasiado pobre y no tener ni para comer es tremendo. Pero el ser demasiado rico también es un problema”. En esta novela infantil también se observa la soledad en un niño, aunque no en el mismo grado que en Hugo tiene hambre, pero se manifiesta en la relación que el niño tiene con su padre. Este último cree que lo que debe hacer para que su hijo sea feliz es mantener sus riquezas y así darle todo lo que necesita, por lo que le deja como tarea a la madre todo lo demás, y el tiempo que pasa con él es muy poco. Esto tiene como consecuencia que Boni se transforme en un niño solitario al que solo le importaban las cosas materiales como las máquinas, gracias a los mimos de su madre. Hanán (2011) señala que en la literatura latinoamericana “muchos relatos diseñan escenarios de tendencia realista en los que se mueven personajes emblemáticos como el niño de la calle, y otras historias que se comparten, emigran desde el corazón del campo a las ciudades” (p.5). Mediante el análisis de estas dos obras podemos observar que se presenta una polaridad existente en la sociedad pero que vemos a través de la vida de dos niños. Para poder comparar ambas obras es necesario considerar el contexto en el que fueron creadas ya que ambas se realizaron en lugares y años diferentes. Hugo tiene
/5
hambre es una obra más reciente creada el 2001 por la escritora Silvia Schujer en Argentina, contexto completamente diferente al de La leyenda de Boni Martín que se escribió en 1987 en España. “Cuando estudiamos una determinada obra, si la contextualizamos en un período histórico concreto es necesario conocer el lugar que la infancia o la adolescencia (…) tenía en la sociedad” (Lluch, 2003, p.30). Si bien son obras que se realizaron en un contexto diferente, esta polaridad que existe entre la pobreza y la fortuna se mantiene hasta el día de hoy tanto en Europa como en Latinoamérica. Hugo tiene Hambre es una historia breve, sencilla pero con una carga de realidad social muy marcada, al igual como sucede en La leyenda de Boni Martín en la que se trata el tema con más humor pero que igualmente representa una situación que puede suceder en la cotidianeidad. La forma en que se trata el tema es diferente en cada texto en relación a las características de cada género, el tema general presenta similitudes en ambos casos a pesar de mostrarse en un inicio como una polaridad que ha estado presente desde los cuentos clásicos. Las imágenes de Hugo tiene hambre y las descripciones de la Leyenda de Boni Martín dan cuenta de un tema que si bien era tratado antiguamente en la literatura, hoy cada vez está más dirigido a niños y jóvenes a través de diversos formatos que sin duda llaman su atención.
ARTÍCULO/6
La relevancia del escenario en la narración Dentro de la literatura orientada tanto a niños como a adultos, las tramas de las novelas y cuentos siempre se sitúan en un tiempo y espacio concreto, lo que entrega información relevante para poder comprender el mundo en el que se desarrolla la historia dentro de una realidad textual determinada por el autor. Este aspecto de la narración se presenta a través de diversas marcas lingüísticas que no se organizan de la misma manera en todas las obras literarias. Novelas como Los secuestradores de burros de Gerald Durrell y Quique Hache, detective de Sergio Gómez son un ejemplo de estas diferencias en relación al escenario en los que se desarrollan sus narraciones, tales como el espacio físico descrito y la realidad a la que aluden. En Los secuestradores de burro se narra la historia de Amanda y David, dos niños británicos que van de vacaciones a una isla griega llamada Melisa. En ella los niños tienen un amigo llamado Yani el que tiene un problema muy grande: le debe dinero al alcalde del pueblo y necesita ayuda, por lo que Amanda y su hermano deciden secuestrar a los burros del pueblo para poder saldar la gran deuda de su amigo. En contraste con esta historia, la novela de Sergio Gómez Quique Hache, detective trata la historia de un joven de 15 años que a través de un curso por correspondencia se convierte en detective y como primer caso debe encontrar al desaparecido arquero del club deportivo Ferro Quilín. Desde este punto ya se puede observar una diferencia entre ambas novelas en relación al lugar en el que se lleva a cabo cada una de las historias, ya que se presenta una oposición entre un escenario urbano y el rural que les da diferentes características a las narraciones. La novela Quique Hache, detective está ambientada en un contexto que para determinados lectores puede ser cercano y para otros lejanos, pero que finalmente es un contexto real, es decir, es una ciudad que sabemos que existe como tal y que a través del relato es descrita en detalle. Nombres de calles como Irarrázabal o Vicuña Mackena, o la descripción de comunas de Santiago nos entrega información que indica que es un contexto existente. Sin embargo, este tipo de detalle sólo tiene este significado para aquellas personas o lectores que ya poseen un
/7
conocimiento del lugar ya que la descripción del escenario podría considerarse como falsa o real a ojos de otro tipo de receptor. Como señala Lluch (2003) “cada universo de ficción constituye una serie de hechos, de personajes, de estados o de ideas, cuya existencia se mantiene al margen de los criterios de verdadero o falso, o de posible o no posible que funcionan en la realidad porque la ficción posee su propio estatus” (p.88). Es decir, cada relato o novela presenta su propia realidad dentro del mundo creado conscientemente por el autor. Un ejemplo de lo dicho anteriormente es la novela Los secuestradores de burros la que presenta como escenario un isla imaginaria ubicada en Grecia, la que es creada por el autor con el objetivo de caracterizar su narración como una historia en la que los paisajes y la naturaleza son fundamentales para que el conflicto central de la novela se lleve a cabo. La isla griega Melisa es una invención del autor que a ojos del lector finalmente se convierte en un lugar perfectamente real debido a la detallada descripción de los lugares en los que Amanda, David y Yani realizan sus travesuras. No es necesario cuestionar lo verdadero del contexto porque dentro de este mundo narrativo funciona como tal, por lo que “no es el carácter realista o fantástico de una anécdota lo que traza la línea fronteriza entre verdad y mentira en la ficción” (Vargas Llosa, 1990, p.3). Ya se ha mencionado que uno de los aspectos que permite reconocer aquellos elementos ficticios como reales dentro del mundo narrado es la descripción detallada de personajes y escenario. Lluch (2003) señala que “Los escenarios pueden mostrarse detallada o vagamente; pueden sobreentenderse bajo la creencia de que son conocidos o cercanos al lector, y pueden mostrarse mediante una descripción o a través de lo que ocurre en ellos” (p.86) Las novelas y cuentos se diferencian de otro tipo de obras literarias ya que el código verbal es lo único que permite entregar información sobre la historia, ya que “tanto lo visto como lo escuchado se expresa con palabras” (Shulevitz, 2005, p.9). En este caso, ambas novelas poseen una descripción detallada de los espacios geográficos en los que se desarrollan por lo que es el único elemento que da cuenta de que estas corresponden a ficción, ya que ninguna de ellas posee elementos metaficcionales que indiquen que estas tengan aspectos que no pertenezcan a la realidad. Sin duda alguna, existen muchos elementos que permiten al lector darse cuenta de lo ficcional en las narraciones tales como los elementos metaficcionales, las ilustraciones y la información paratextual, pero en el
/8
caso de novelas y cuentos es la descripción y el uso del lenguaje lo que permite crear un mundo que a ojos del lector sea tan real que lo ficticio queda en segundo plano. “Cada mundo posible establece una imagen de la realidad, que se construye de acuerdo con las instrucciones que funcionan en el mundo extraliterario y le permiten al autor crearlo, y al lector, entenderlo” (Lluch, 2003, pp.87-88)
ARTÍCULO/9
El papel de la ilustración en el libro álbum Dentro de la literatura infantil y juvenil el libro álbum poco a poco ha ido tomando más importancia. Después de diferenciarse del libro ilustrado, el libro álbum ha sido reconocido por la complementación de la ilustración y el lenguaje escrito lo que ha derivado en que se convierta en una de las manifestaciones literarias con más relevancia dentro de los libros destinados a niños. Ejemplo de esto son dos obras pertenecientes a este género como lo son La cosa perdida de Shaun Tan y Alex quiere un dinosaurio de Hawyin Oram, las que serán comparadas en los siguientes párrafos enfocándonos en la manera que cada autor representa la relación texto-imagen. En Alex quiere un dinosaurio, Oram nos presenta la historia de un niño que no quiere una mascota común y corriente para que le haga compañía, sino que insiste en que un dinosaurio sería lo mejor, por lo que su abuelo accede y lo lleva a un centro donde adopta a dinosaurio Fred. En casa, los primeros días fueron como él lo esperaba pero luego las cosas comenzaron a empeorar por lo que Alex junto a su abuelo dejan a Fred en otro lugar. Después de lo sucedido, Alex se despierta y se da cuenta que todo fue un sueño. Por otro lado, en La cosa perdida el protagonista nos cuenta la historia de cuando él encontró la cosa perdida, de la que no podía reconocer qué era y de la que nadie sabía nada, por lo que decide buscar su hogar. Después de tanto buscar encuentran un lugar al que llegan todas las cosas perdidas donde deja a la cosa. El breve resumen que se acaba de hacer de cada libro álbum no corresponden solamente a lo que el texto escrito decía, ya que las imágenes entregan información adicional que solamente se obtiene al observar en detalle las ilustraciones. Shulevitz (2005) señala que “en un verdadero libro álbum, las palabras no se sostienen por sí solas. Sin las ilustraciones el contenido de la historia se vuelve confuso. Son las imágenes las que proporcionan la información que omiten las palabras” (p.10), lo que definitivamente ocurre en el caso de la cosa perdida ya que en el
/10
inicio del texto el protagonista de la historia comienza contándonos: “sin ningún motivo, levanté la vista. Entonces vi la cosa por primera vez”. Pero ¿Qué es la cosa?, basándonos simplemente en el texto escrito su identidad quedaría a la imaginación de cada lector, podría ser cualquier cosa. Sin embargo, la imagen es la que nos da toda la información y nos ayuda a identificarla. En relación a la organización de las ilustraciones dentro de estos libros álbum, en Alex quiere un dinosaurio podemos ver ilustraciones en las que la representación de los personajes seda de manera completa y en las tomas se hacen a todo el escenario en el que ocurren los acontecimientos de la historia, es decir, tomas largas en las que se muestra con detalle lo vivido por Alex. Además, el ilustrador utiliza una variedad de colores muy variada y trazos simples. Este tipo de ilustración es característica de Satoshi Kitamura, quien además de ilustrar este libro álbum también lo ha hecho con otras obras de esta escritora como En el desván. Por otro lado, en la cosa perdida podemos ver ilustraciones desde distintos planos y perspectivas lo que influye en la comprensión de la historia ya que al momento en el que el protagonista observa la cosa perdida se observa la playa en un segundo plano, por lo que el lector puede identificar por sí mismo quién es la cosa. Luego, al cambiar de página ya se ve a la cosa en un primer plano y así se van jugando con los ángulos a lo largo de todo el libro. Además, el uso de colores y de tomas en las ilustraciones responde netamente al propósito del autor de crear un mundo ficticio para la historia. En relación a esto último, las ilustraciones en la cosa perdida representan un mundo prácticamente lleno de máquinas y números lo que se puede apreciar desde la portada hasta el final del texto, por lo que desde el inicio el lector se puede conectar con el ambiente de la historia. Por otro
/11
lado, también uno puede notar a través de las ilustraciones que en algunas de ellas no ven a la cosa a pesar de ser muy diferente y cerca, como en la imagen en la que se presenta a la familia del protagonista sentados en el living de su casa donde cada uno está preocupado de lo que está haciendo y no del extraño en la habitación. Esta ilustración y otras presentes en el texto pueden hacer alusión a la sociedad en la que vivimos donde no hay una preocupación por lo que pasa a nuestro alrededor sino que solo de lo que cada uno hace, personas individualistas en una sociedad acelerada. En el caso de Alex quiere un dinosaurio, las imágenes también son acompañadas por un vocabulario específico del tema, es decir, diferentes nombres de dinosaurios y la dino-tienda nos entregan información del escenario o mundo en el que se desarrolla la historia, al igual que el libro álbum de Shaun Tan en el que sigue el propósito del escritor e ilustrador, básicamente, como señala Maturana (2013) “un valor importante del libro álbum radica en que el texto verbal y el visual, en conjunto, nos permiten acceder al significado” (p.5), es decir, la doble codificación característica de este género. Arizpe (2002) señala que “el énfasis en la comunicación escrita hace que perdamos habilidades visuales conforme nos hacemos adultos” (p.1) lo que sin duda sirve como prueba para generar más espacios en los que los niños puedan desarrollar este tipo de habilidades y leer imágenes. Libros como Alex quiere un dinosaurio y La cosa perdida son un ejemplo para trabajar más la imágenes en la literatura, situación que cada vez va creciendo más y ha permitido que el libro álbum tenga tal reconocimiento dentro de la literatura infantil.
CRÍTICA/12
Lo que los niños necesitan:
imaginar
Título: En el desván Autor: Hiawyn Oram Ilustrador: Satoshi Kitamura Datos de edición: México, Fondo de Cultura económica, 1993. Nº de páginas: 26 pág.
De la mano de Hiawyn Oram llega a nosotros una obra en la que la relación de las ilustraciones con las palabras no llevn a hacer volar nuestra imaginación. Este libro álbum al que nos referimos es En el desván, libro en el que se nos presenta a un niño cansada de jugar con sus juguetes y que decide subir por la escalerita de bombero al desván de su casa, lugar en el que encuentra un mundo sin límites de entretención. Cuando decide contarle su experiencia a su madre esta le dice que en su casa nunca hubo algún desván pero el niño explica que es porque su madre no sabe de la escalera. Este simple relato no presenta una mayor complejidad en su texto escrito. Cada página de este libro presenta frases cortas que son acompañadas por las imágenes creadas por Satoshi Kitamura, quien nuevamente complementa su trabajo con la obra de la escritora Hiawyn Oram y que nos permiten darle un significado completo a lo escrito, “el texto verbal y el visual, en conjunto, nos permiten acceder al significado” (Maturana, 2013, p.5). Mediante imágene con una variedad de colores y trazos simples, estas nos dirigen al fondo de la historia: la imaginación. Las imágenes dan cuenta de la imaginación que tienen los niños, desde el hecho de que el protagonista comienza su aventura desde un cuarto vacío a un lugar que cada vez va creciendo y creciendo, hasta convertirse en mundo de mucha diversión. Todo lo que el niño vive es producto de su imaginación y eso lo podemos notar al momento en el que la madre le dice “pero nosotros no tenemos desván” y el niño nos explica “Ella no ha encontrado la escalera” mostrándonos su carro de bomberos de juguete con la escalera. El tema del que trata la historia nos indica que los niños no necesitan de millones de juguetes o artefactos para poder divertirse, basta con su imaginación para poder hacerlo. Actualmente, los niños viven en un mundo rodeado de tecnología y consumismo en el que muchos no pueden dejar de lado lo material. En este caso la autora nos presenta otro punto de vista que sin duda llama la atención tanto de niños como de adultos. El lector al que va dirigido este tipo de texto se encontrará con una historia de fantasía que termina siendo absolutamente real a los ojos del niño. No pierdan la oportunidad de leer esta sencilla historia en la que se nos presenta una obra en la que solamente la imaginación del protagonista define el límite de la realidad con la fantasía.
CRÍTICA/13
Mezcla de fantasía y realidad Es probable que todo niño haya leído o escuchado algún cuento de hadas en el que los protagonistas suelen ser la noble princesa y el príncipe azul asechados por una bruja fea y malvada. Una novela infantil que rompe con este esquema tradicional es La bruja Bella y el solitario, novela escrita por la chilena Ana María del Río en la que nos presenta la historia de una bruja muy hermosa que vive en la ciudad de Santiago, que termina enamorándose de un hombre solitario quien le escribe cartas manifestándole su amor. Gracias a esto la bruja deja de ser bruja y se transforma en mujer. Mediante una narrativa simple y tradicional se puede identificar en este texto una estructura de la secuencia narrativa en su totalidad, es decir, se presenta la situación inicial, el conflicto de la historia y la situación final. La escritora nos presenta en los primeros capítulos a los personajes principales de esta obra: la bruja y el escritor, para posteriormente envolver a ambos en un conflicto marcado por sentimientos de amor, secuencia que facilita la comprensión de la historia considerando la edad del lector a la que va dirigida(a partir de los 8 años). En el último tiempo se han realizado diferentes adaptaciones de cuentos clásicos como Rapunzel o Blancanieves, en los que se identifica el conflicto tradicional de la princesa y el príncipe. Pero “existe una porción cada vez más grande de literatura infantil que rompe con la forma narrativa tradicional” (Amo, 2005, p.62) y este texto viene a romper con estereotipos presentándonos personajes que mezclan la fantasía con la realidad. Por un lado, tenemos a la bruja, personaje de cuentos de hadas que en esta obra no es horrorosa como en la mayoría de los cuentos, sino que es la protagonista de la historia y posee una belleza extraordinaria. Además, también se rompe con el estereotipo del príncipe ya que es el escritor tímido y solitario el que se roba el corazón de la bella bruja a través de sus cartas y palabras de amor. Todo esto se desarrolla en un ambiente en el que realidad y ficción se unen, chocando los mundos tradicionales de libros infantiles: El escenario en el que se desarrolla la historia es Santiago de Chile, ciudad que podría ser un contexto muy cercano para muchos lectores, en el que se insertan estos aspectos ficcionales que le dan otro sentido a la novela. La bruja bella y el solitario es una novela infantil de la chilena Ana María del Río con una estructura narrativa sencilla y con temas que pueden llamar la atención de aquellos lectores que busquen disfrutar de una historia de amor y fantasía, por lo que recomendamos su lectura.
Título: La bruja bella y el solitario Autor: Ana María del Río Ilustrador: Peli Datos de edición: Santiago de Chile: Alfaguara, 2003. Nº de páginas: 59 pág.
CRÍTICA/14
Título: La tortilla corredora Autor: Anónimo Ilustrador: Paloma Valdivia Datos de edición: Santiago de Chile: “Colección Cuento contigo” Centro de estudios públicos, 2004 Nº de páginas: 6 pág.
El rescate de la oralidad en la literatura
Dentro de la literatura infantil y juvenil se han rescatado una serie de relatos que originalmente eran de transmisión oral, relatos que han pasado de generación en generación lo que nos ha permitido conocer muchos de ellos hasta el día de hoy. La colección Cuento Contigo es una compilación de cuentos y relatos en los que se encuentran narraciones de este tipo, y una de ellas es el cuento La tortilla corredora en el que se narra la historia de una tortilla que se arranca de una familia que la quiere comer y que durante su escape se encuentra con otros seres que también quieren hacerlo, hasta que en su camino se le cruza un cerdo quien le promete no comérsela pero termina siendo él quien se devore a la tortilla. “¿A dónde vas tan rápido? Para y deja que te coma un pedacito ¡tengo mucha hambre!” es la oración que más se repite dentro de la historia y la que le da el sentido al conflicto. Durante el desarrollo del relato se puede distinguir una estructura de la secuencia narrativa caracterizada por reiteradas repeticiones de algunas oraciones en las que se va enumerando cada personaje que haya aparecido hasta ese minuto, según Lluch (2003) este cuento presenta una “estructura de corte repetitivo” (p.61) por enumeración lo que es característico de los relatos dirigidos a los más pequeños, por lo que este tipo de cuento sería ideal para un lector que estuviera iniciando el proceso de aprendizaje de la lectura debido a su carácter repetitivo, la extensión del texto y las palabras utilizadas de bajo nivel de complejidad sintáctica. Mediante este tipo de mecanismos textuales se logra llamar la atención del lector sobre todo al finalizar el cuento en el que el narrador se dirige directamente al destinatario del relato con esta oración “y aquí termina el cuento, porque si no hay tortilla, ¿cómo vas a seguir?” lo que también da cuenta del carácter oral que el relato tuvo en sus orígenes ya que “el momento histórico, el circuito literario en el que surgió o el tipo de lector condicionan tanto su escritura como su recepción (Lluch, 2003, p.27) Existe una variedad de relatos que al igual que este cuento son difíciles de situar con un autor y un lugar geográfico de creación, sin embargo, debido a su carácter oral han podido conservarse en el tiempo y convertirse en relatos para disfrutar de la literatura, por lo que se recomienda la lectura de este cuento sobre todo para aquellos niños que son novatos en el mundo de la literatura.
PROPUESTA PEDAGÓGICA/15
Propuesta pedagógica Libro álbum Género: libro álbum Título: Perdido y encontrado Autor: Oliver Jeffers Objetivo de Aprendizaje: 2º básico 16. Planificar la escritura, generando ideas a partir de: • Observación de imágenes • Conversaciones con sus pares o el docente sobre experiencias personales y otros temas. Objetivo de la propuesta: Producir un texto escrito a partir de la observación de imágenes de un libro álbum
Actividad hipertextual El docente les muestra a los estudiantes la portada del libro-álbum Perdido y encontrado de Oliver Jeffers y realiza preguntas tales como: ¿Qué creen que pasará en la historia? ¿Qué te dice la imagen? y le da la palabra a algunos alumnos para que puedan describir la imagen. Luego, el docente va mostrando las imágenes del texto presentes en cada página preguntando ¿Qué ocurre en esta imagen? ¿Qué estarán pensando o sintiendo los personajes? De manera que los estudiantes puedan relacionar una imagen con otra. Finalmente, a partir de las imágenes observadas, los estudiantes de forma individual escriben un relato que represente lo visto en las ilustraciones.
Actividad de comunidad de lectores Finalizada la producción escrita del relato, el docente realiza una lectura compartida de la historia presente en el libro álbum. A medida que leen el relato, el docente realiza preguntas como: ¿Se parece esta historia a la que tú creaste? ¿En qué se diferencian? De manera de contrastar ambos textos. Para terminar, el curso realizará una escritura interactiva siguiendo la misma secuencia de imágenes, pero narrada desde el punto de vista del pingüino.
/16
Justificación de la propuesta Esta propuesta pedagógica se justifica en primer lugar por las características propias del libro álbum como lo es la doble codificación que según Maturana (2013) la imagen junto al texto verbal permiten darle un significado al textp. Los estudiantes acostumbran a desarrollar en la escuela la comprensión del lenguaje escrito de manera transversal durante los años de enseñanza, sin embargo, es necesario generar espacios en los que los estudiantes puedan desarrollar habilidades de lectoescritura y además de lectura de imágenes. Arizpe (2002) señala que “hacer hincapié en aprender a decodificar en vez de aprender a construir significados, restringe al niño y le impide adentrarse en la historia y hacer conexiones entre las partes y el todo” (p.12), por este motivo la importancia de la descripción de las imágenes y el poder crear una historia a partir de ellas. Además, por el tipo de estructura narrativa que presenta el libro álbum este se considera adecuado para niños pre-lectores y aquellos que están comenzando el proceso de aprendizaje de la lectura, por este motivo Amo (2005) plantea que el libro álbum “se puede convertir en una lección de lectura, ya que muestra el proceso mismo de construcción del texto y solicita expresamente la participación constante del lector” (p.66).
TRAILERS/17
Trailer: “ Las vacaciones de Franz”
Ficha técnica: Título: Las vacaciones de Fanz Autor: Christine Nöstlinger Datos de edición: Barcelona: Norma, 2007 Nº de páginas: 69 páginas. Lector: de 7 a 9 años Link: http://www.youtube.com/watch?v=hxl oVqskYz4
Bibliografía
Arizpe, E. & Morag, S. (2002). ¿Cómo se lee una imagen? El desarrollo de la capacidad visual y la lectura mediante libros ilustrados. En: Lectura y vida. Revista Latinoamericana de lectura. Año 23
Bajtín, M. (1982-1993). El problema de los géneros discursivos. En Estética de la creación verbal (pp. 248- 292) España: Siglo Veintiuno Editores.
De Amo, J. (2005). El papel del álbum en el desarrollo del intertexto lector. Campo abierto, 28, pp. 61-80.
Hanán, F (2011). Literatura infantil latinoamericana. Peonza. No 96. (pp. 414)
Lluch, G. (2003). Propuesta teórica. Un análisis en tres fases. En Cómo analizamos relatos infantiles y juveniles (pp. 25-45) Bogotá, Colombia: Norma.
Lluch, G. (2003).Segunda fase: Antes de empezar el relato. En Cómo analizamos relatos infantiles y juveniles (pp. 47-58) Bogotá, Colombia: Norma
Lluch, G. (2003).Tercera fase: ¿Cómo leemos un relato? En Cómo analizamos relatos infantiles y juveniles (pp. 59-98) Bogotá, Colombia: Norma.
Lluch, G. (2003).Las narraciones de la tradición oral: una mirada propia. En Cómo analizamos relatos infantiles y juveniles (pp. 99-108). Bogotá, Colombia: Norma.
Maturana, C. (2013). Doble codificación: Leyendo el texto verbal y el visual. En prensa.
Shulevitz, U. (2005). ¿Qué es un libro álbum? En Parapara Clave (Eds.), El libro álbum. Invención y evolución de un género para niños (pp.8-13). Caracas, Venezuela: Banco del Libro.
Vargas Llosa, M. (1990). La verdad de las mentiras. En La verdad de las mentiras. (pp. 3-14) Buenos Aires: Seix Barral.