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Obesidad infantil y comida chatarra

Obesidad infantil y comida chatarra

Por Omar Padilla

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Si se le llegara a cuestionar acerca de las causas por la cuales alguien puede presentar obesidad, en su respuesta posiblemente figurará algo relacionado con la alimentación, específicamente, con el consumo de productos que comúnmente se conocen como comida chatarra y que, de forma general, son comestibles pobres en nutrientes, con un alto contenido de azúcar, grasa y sodio (Profeco, 2018).

Y pensar así no es para menos, pues entre la población incluso existe una expresión que suele ser utilizada de forma cotidiana y que se relaciona con este hecho: somos lo que comemos. Sin embargo, a pesar de que la alimentación es una actividad que ocupe a las personas a diario, pareciera ser que ésta se ha venido realizando con descuido, pues la presencia de sobrepeso y obesidad, en especial en el caso de niñas y niños, ha dejado de ser un asunto menor para convertirse en un fenómeno que requiere de atención inmediata.

En este escenario, se presenta a continuación una serie de preguntas y respuestas que, si bien no es exhaustiva, pueden servir de base para la toma de postura en torno al tema de la obesidad que, como se verá, ha pasado de ser un asunto que atañe exclusivamente a quien la padece para ser objeto de políticas y programas de salud pública.

Obesidad y sobrepeso ¿Son lo mismo?

No. Si bien ambos casos se producen porque existe una cantidad de calorías ingeridas que no son gastadas y que terminan, en un primer momento, por generar sobrepeso; en uno posterior, el excedente en el consumo calórico puede ser tal que ya se hable de un “exceso de sobrepeso”, es decir, de obesidad. Todo lo anterior en términos informales ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y la obesidad, en el caso de adultos, en términos del Índice de Masa Corporal (IMC) el cual se calcula dividiendo el peso (kg) entre el cuadrado de la estatura en metros. Si el IMC es mayor o igual a 25 se considera que existe un sobrepeso, pero si es mayor o igual a 30 ya se trata de obesidad.

¿La obesidad es una enfermedad?

Sí y este hecho puede generar confusión porque se trata de una enfermedad no transmisible. Además, esta consideración es relativamente reciente, pues fue hasta 1977 cuando la OMS la catalogó como tal. En 1998, y como dato adicional, dicho organismo la nombró La epidemia del siglo XXI.

¿Por que la obesidad es un hecho preocupante?

Porque la obesidad es una enfermedad que provoca otras enfermedades. Quien la padece, además de posibles afectaciones psicosociales, puede presentar problemas de salud tales como hipertensión y diabetes tipo 2, complicación todavía más grave, que terminan por disminuir su esperanza de vida y la calidad de ésta.

¿Por que voltear la mirada a la obesidad infantil?

Porque niñas y niños están padeciendo enfermedades, como las ya mencionadas, que anteriormente sólo se presentaban en adultos. Esto, asociado al hecho de que en el año 2000 ya se reportaba que en la Ciudad de México la población infantil de entre 5 y 11 años con obesidad o sobrepeso alcanzaba el 35% (Chan, 2016), ha volcado la atención hacia este sector y generado una urgencia en la implementación de medidas preventivas para el control de la obesidad infantil y las complicaciones que de ella se derivan.

Evitar comida chatarra ¿La solución?

Si bien el consumo de comida chatarra o de alto nivel energético no es el único factor que incide en el desarrollo de obesidad, sí es una causa importante y más cuando se suma a una escasa actividad física, consecuencia de un uso cada vez mayor de aparatos electrónicos que promueven que niñas y niños se muevan menos de lo que lo hacían antes. Aceptar esto como un hecho ha promovido modificaciones a la ley, cuyo foco de atención se encuentra en las escuelas pues es en ellas donde los menores pasan buena parte de su tiempo. De esta forma, se ha puesto a debate la prohibición de la venta de comida chatarra dentro de las escuelas y en sus inmediaciones, la implementación de desayunos escolares nutritivos, así como una mayor la promoción de la actividad física y de los deportes.

¿Hay quien se encuentra a favor de la obesidad?

Posiblemente sí. De hecho, existe un término que se relaciona con esta realidad: ambiente obesogénico. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (2015:8), un ambiente obesogénico es aquél que

promueve y apoya la obesidad en personas o poblaciones a través de factores físicos, económicos, legislativos y socioculturales.

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