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El Día de Muertos viene desde lejos

Por Fernanda Carrisoza

Entre los antiguos pueblos nahuas, después de la muerte, el alma viajaba a otros lugares para seguir viviendo, por ello se les enterraba con los objetos que utilizaban comúnmente; de acuerdo a su clase social se les enterraba con acompañantes o animales que representaban un espíritu o energía protectora: macehual.

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En las diferentes culturas indígenas se ha representado a la muerte de diferentes formas y que esta tiene su propio reino o lugar, en la concepción prehispánica creían en la existencia de cuatro reinos de la muerte.

El Mictlán

Se le conoce como el primer reino o también llamado el lugar de los muertos, estaba gobernado por los dioses de la muerte: Mictlantecutli y su mujer Mictlantecihuatl. A este lugar iban los que morían de forma natural.

En este lugar había una gran miseria. Se dice que los dioses de este reino eran devoradores de carne y sangre humana pero a la vez tenían la facultad para otorgar y fomentar la vida.

El Tlalocán o “Lugar de Tláloc”

El alma humana podía viajar también al lugar donde habitaba Tláloc, el dios de la lluvia, el Tlalocan o paraíso de la vegetación. A este lugar iban las personas que morían ahogados, muertos por un rayo o aquellos que tenían alguna enfermedad contagiosa como sarna o lepra.

En este lugar nunca faltaba la vegetación como el maíz, la calabaza, el tomate, el chile verde, los frijoles y las flores. Cuando la persona moría se les enterraba y cubría de semillas.

El Ichán Tonatiuh

El tercer reino de la muerte también conocido como Ilhuicatl o “el cielo que es la morada del sol”.

En este reino iban los guerreros caídos en combate, los ofrecidos en sacrificio al sol, las mujeres que morían en el parto y los comerciantes que habían perecido en las expediciones mercantiles.

Todos los muertos, exceptuando a las mujeres, acompañaban al sol desde el amanecer hasta el mediodía. Se dice que a los cuatro años de muertos las almas se convertían en pájaros con bellos plumajes y andaban de flor en flor, tanto en el cielo como en este mundo.

A las mujeres que morían en labor de parto viajaban con el astro luminoso, el Sol, porque ellas eran guerreras en forma de mujer. Cihuateto era la diosa mexica de las mujeres que morían en el parto.

El Chichihualcuauhco

El cuarto reino, según diferentes textos, se describe como un bello lugar para los niños pequeños fallecidos. A este lugar también le llamaban Xochitlalpan (tierra de jardines). En este lugar se encuentra un árbol de cuyas ramas caían gotas de leche que alimentaban a los niños. Se dice que estos niños volverían a poblarlo cuando la raza que habitaba la tierra se destruyese.

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