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El arte y la muerte

Por René Gómez

Haciendo justicia a la celebración principal de este mes, hablaremos de ciertas obras de algunos artistas que están relacionadas con el tema de la muerte.

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Miguel Ángel (1475-1564):

Uno de los más famosos artistas en toda la historia del arte, tanto por sus pinturas como por sus esculturas. Entre sus obras más sobresalientes está la bóveda de la Capilla Sixtina y, otra que es reconocida a nivel mundial como una joya de la escultura, La Piedad, la cual se localiza en la catedral de San Pedro, en el Vaticano. Esta escultura describe a una joven y hermosa Virgen María sosteniendo a su hijo Jesucristo, el cual representa mayor edad que su madre. Se puede observar una armonía perfecta entre ambos personajes. La Virgen tiene un listón y en él está escrito: “Miguel Ángel Buonarroti, florentino, lo hizo”. Las medidas esta escultura son 1.74 por 1.95 m. y se trabajó entre 1498 y 1499.

Michelangelo Caravaggio (1571-1610):

Pintor italiano considerado el primer gran exponente de la pintura barroca. Entre sus múltiples obras podemos encontrar, por ejemplo, Crucifixión de San Pedro (1601), La vocación de San Mateo (1602), Entierro de Cristo (1604), La Muerte de la Virgen (1606) y David con la cabeza de Goliat (1609-1610)

La Muerte de la Virgen: Fue un encargo del abogado papal Laerzio Cheribuni para el templo carmelita de Santa Maria della Scala. En la pintura no existe ninguna divinidad, están los apóstoles apesadumbrados y María Magdalena solloza sentada en una simple silla en torno a la Virgen que acaba de expirar. La imagen de la Virgen María está personalizada por una joven del pueblo, sin emblemas espirituales, con los pies desnudos e hinchados igual que el vientre y con la mano señalando al suelo, lo cual representa una muerte terrenal y no una ascensión milagrosa de la Virgen. Los enemigos de Caravaggio lo culparon de emplear como modelo de la Virgen a una meretriz ahogada en el río Tíber. Ante esta acusación la orden religiosa de los Carmelitas no admitieron la pintura por considerar que se degradaba a la Virgen.

La muerte de la virgen- Michelangelo Caravaggio

David con la cabeza de Goliat: Otra pintura clásica de Caravaggio. Existen dos versiones, una se halla en la Galería Borghese, en Roma; y la otra se encuentra en el Museo de Historia del Arte de Viena.

David con la cabeza de Goliat- Michelangelo Caravaggio

El tema de la pintura recuerda a La degollación de San Juan Bautista. En la obra se ve cómo David sujeta con repugnancia su trofeo. La cabeza de Goliat es verdaderamente la de Caravaggio, la pintura ostenta un elemento de repugnancia consigo mismo. En este cuadro dominan los colores plata sucio, negro y marrones. David sostiene una espada que tiene sólo una gota de sangre para marcar que, al igual que Caravaggio, conoce lo que significa asesinar. La otra gota de sangre que está en medio de la frente del gigante ratifica que fue derrumbado por una roca. En la espada exhibe una leyenda abreviada: H-AS OS, en latín: Humilitas occidit superbiam (La humildad mata al orgullo).

El Greco (1541-1614):

Pintor griego que tenía como gran habilidad dibujar de una forma sorprendente el estado taciturno. Artista desapasionado de la sociedad de su época y un magnífico pintor de almas. Se le considera el precursor del realismo y del impresionismo. En sus obras se encuentran escenas religiosas como La Trinidad. En este cuadro está El Espíritu Santo en forma de paloma sobre la cabeza de Dios Padre quien sujeta el cuerpo de Jesucristo sin vida. Además, se pueden apreciar unos ángeles que reflejan en sus semblantes el dolor por la pérdida del Redentor. El Greco realizó esta obra para la abadía de Santo Domingo de Silos (el Antiguo), en Toledo, entre 1577 y 1579.

El entierro del Conde de Orgaz: Es una de sus obras más conocidas, realizada al óleo. Se localiza en la parroquia de Santo Tomé, en Toledo, España.

Esta otra obra nos describe en la parte inferior cómo los santos Esteban y Agustín descendieron del Cielo para sepultar a Gonzalo Ruiz de Toledo (Conde de Orgaz) como premio por su vida humilde y obras de caridad llevadas a cabo durante su existencia. En ese contexto, tenemos que San Esteban (primer mártir de la iglesia católica) sostiene al difunto por los pies. Su vestuario es una túnica clerical en la que lleva bordada la escena de su propio martirio. Mientras que San Agustín está representado como un anciano, con barba, su báculo y sosteniendo la cabeza del conde. Su vestimenta es una capa y en ella se aprecian las figuras de los Santos Catalina, Santiago y Pablo.

En la parte inferior izquierda del cuadro se encuentran dos monjes, uno es franciscano y otro agustino. Ambos están dialogando sin participar en el entierro. A su lado se encuentra Jorge Manuel, el hijo del Greco. En la parte superior de la pintura se encuentra Jesucristo rodeado de ángeles y, debajo de él a su derecha, San Pedro con las llaves del cielo y La Virgen con un gesto cariñoso, recibiendo al conde que llega al cielo.

El entierro del Conde de Orgaz- El Greco

Finalmente, están El rey David, con su arpa; Moisés, con las tablas de la ley; y Noé, con el arca.

José Clemente Orozco (1883-1949):

Uno de los máximos exponentes del muralismo mexicano. En el Colegio de San Ildefonso podemos encontrar un mural llamado La Trinchera. Este mural refleja a tres revolucionarios mexicanos desnudos, muertos en el campo de batalla. En ninguno de ellos se logra ver su rostro. Orozco pintó al primer revolucionario con cananas, desplomando sobre el segundo que está de frente y con las extremidades superiores extendidas en forma de cruz. El tercer soldado está arrodillado y tapa con su brazo izquierdo su rostro. En la pintura se ve un bloque de piedra que sostiene a los tres soldados muertos. Como dato curioso, La Trinchera estuvo grabada en el billete de cien pesos en el pasado. Manuel Rodríguez Lozano (1891-1971): Otro pintor mexicano que, en 1942, pintó La piedad en el desierto en uno de los muros del Palacio de Lecumberri. Para 1966 lo trasladaron al Palacio de Bellas Artes, donde actualmente se encuentra. Rodríguez Lozano se inspira en La Piedad, de Miguel Ángel. En este mural está representada la Virgen María indígena con el rostro consternado de dolor ante la muerte de su hijo, que es un autorretrato del muralista Manuel Rodríguez Lozano. La pintura describe la miseria y el sufrimiento del pueblo mexicano.

La Trinchera- José Clemente Orozco

Diego Rivera (1886-1957):

También muralista mexicano. Realizó múltiples obras en México y en otros países, entre ellas está el Día de muertos: fiesta en la calle, en una de las paredes del edificio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México. Este mural describe la fiesta tradicional mexicana del día de muertos que se celebra el 1° y 2 de noviembre. Se encuentran unos esqueletos con guitarra, un campesino y un obrero. En el fondo unos cráneos de un patrón, un sacerdote y un soldado. Además, el cuadro se compone con la gente que está comiendo y bebiendo.

Día de muertos: fiesta en la calle- Diego Rivera

Manuel Rodríguez Lozano (1891-1971):

Otro pintor mexicano que, en 1942, pintó La piedad en el desierto en uno de los muros del Palacio de Lecumberri. Para 1966 lo trasladaron al Palacio de Bellas Artes, donde actualmente se encuentra. Rodríguez Lozano se inspira en La Piedad, de Miguel Ángel. En este mural está representada la Virgen María indígena con el rostro consternado de dolor ante la muerte de su hijo, que es un autorretrato del muralista Manuel Rodríguez Lozano. La pintura describe la miseria y el sufrimiento del pueblo mexicano.

La piedad- Manuel Rodríguez Lozano

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