01 El Aljibe de Lálbir

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Barreta de les mines

Platgeta de la mina 25

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Minas de ocre

El Aljibe del Faro de l`Albir

75 L´estufador

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Alicante

Curso de Especialización en Virtualización del Patrimonio 2013-2014

Autor Santiago Noain Maura

Faro

Tutores Laia Fabregat Daniel Tejerina

TÍTULO DE ESPECIALISTA EN VIRTUALIZACIÓN DEL PATRIMONIO

Punta bombarda

MANO


LOS ALJIBES Los aljibes son depósitos de reservas de agua para el suministro de personas y ganados. Estas construcciones se han hecho desde la antigüedad para almacenar las aguas de lluvia y en algunos casos también las de fuentes y manantiales, teniendo una importancia fundamental como medio de subsistencia, sobre todo en aquellos lugares áridos donde el agua escasea la mayor parte del año. El aljibe es uno de los elementos de la arquitectura popular que mejor representa la adaptación humana al medio natural. Es el resultado práctico de la observación, almacenan agua para sobrevivir, como hacen las chumberas, las pitas y otras muchas especies que asimilan gran cantidad de agua en los escasos minutos que dura el aguacero para luego dosificarla a lo largo de todo el año. El agua es la vida y la vida se guarda en el aljibe; el agua es el tesoro y el aljibe el cofre que la guarda. Forma parte de la mitología popular, representa la vida y la muerte. La oscuridad y el silencio que reinan en su interior, su eco lúgubre y sus rayos de luz, producen un miedo a lo desconocido. Caer en él es sinónimo de muerte y por ello se han forjado en su interior historias de ahogados y de ánimas.


ALICANTE FARO DE L´ALBIR

EL AGUA EN EL ENTORNO SEMIÁRIDO MEDITERRÁNEO El agua, recurso limitado, es un valioso activo económico, social y ambiental, elemento esencial para la vida, para un desarrollo durable y para la paz social. El agua se encuentra constantemente en el corazón de las preocupaciones de las poblaciones que viven en los territorios secos, como son la mayor parte del dominio mediterráneo, del Sureste peninsular La sequía es uno de los rasgos definidores del clima mediterráneo que tiene un período de escasas lluvias y de déficit hídrico coincidente con el verano. El período de aridez estival es largo bajo condiciones semiáridas como registra la mayor parte del Sureste de España, en general, los territorios con menor pluviosidad media anual de toda Europa. En las regiones mediterráneas secas el manejo del agua ha sido esencial para la vida y, entre los diversos procedimientos de captación, almacenamiento y uso, destacan los aljibes y cisternas. El agua de lluvia que cae al suelo puede ser recogida de forma eficiente en distintos sistemas de recolección en función de la superficie de captación, o impluvium, y de los sistemas de almacenamiento. Los árabes fueron grandes ingenieros en el aprovechamiento de los recursos hídricos: acequias, albercas (balsas), norias, acueductos, fuentes, qanats (galerías sobre montañas para aprovechar las aguas subterráneas), estanques, molinos, almazaras, aljibes… Los que conquistaron la Península Ibérica, a la que llamaron Al-Andalus, procedían del Norte de África, de territorios áridos donde el agua escaseaba y había que aprovecharla al máximo. Debido a esta escasez de agua desarrollaron técnicas para su aprovechamiento en las que fueron una de las civilizaciones más avanzadas de su tiempo. Desarrollaron también sus conocimientos en la utilización del agua como medio de belleza y espiritualidad. Son famosos sus jardines con estanques y fuentes en las que el suave murmullo del agua produce sensaciones de paz y sosiego, como sucede en los palacios de la Alhambra de Granada. Estos conocimientos los pusieron en práctica en Al-Andalus durante los casi ocho siglos que permanecieron como dominadores, y cuando tuvieron que abandonarla, a su pesar, dejaron a los nuevos conquistadores cristianos este legado El Aljibe de L´Albir

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L´ALFÁS DEL PI

FARO DE L´ALBIR

EL ALJIBE DE L´ALBIR El Aljibe de l´Albir se encuentra en el municipio de L´Alfas del pí (provincia de Alicante), a varios kilómetros del centro urbano, en el extremo norte de la Sierra gelada coronada por el Faro de L´Albir. Está construcción está colocada en la cota +51 en la vertiente oriental del promontorio coronado por el Faro (cota +100), situado en medio de la vaguada que comienza en las inmedicaciones del faro y desicende hasta la Platgeta de las minas. Las últimas hipótesis arqueológicas atendiendo a los indicios y características de la cisterna, apuntan a que este aljibe se construyera inicialmente en el siglo XVI para el abastecimiento de los soldados que vigilaban desde la Torre Bombarda De momento se sabe con certeza que hablamos de un depósito de agua construido parte del mismo a finales del siglo XIX principios del siglo XX, para el aprovechamiento de las aguas que caían por el barranco y poder regar así los pequeños huertos donde los fareros cultivaban sus frutas y verduras. La única forma para los residentes de tan aislado edificio de abastecerse a diario de productos frescos, teniendo en cuenta las condiciones orográficas del terreno. Teniendo en cuenta la proximidad de las minas de ocre, no es descartable que los mineros también utilizaran la cisterna.


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Faro

Punta bombarda

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El Aljibe de L´Albir

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ALZADO OESTE

ALZADO ESTE


ALZADO NORTE ALZADO SUR

El Aljibe de L´Albir

ALZADO SUR

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caba la piedra calcinada, o cal de bolo, y quedaba dispuesta para elaborar el conglomerante de la argamasa. La cal de bolo seguidamente se apagaba bañándola con agua; entonces se hidrataba y convertía en hidróxido cálcico. Sistema constructivo utilizado en el Aljibe de L´Albir Como en toda popular edificada la característica dominante fue la de utilizar sistemas constructivos muy simples que no implicaran el uso ni de materiales elaborados ni de procesos complejos. De manera esquemática, se puede decir que una vez elegido el lugar donde se había de ejecutar el aljibe, siempre en una zona natural a la que confluían las aguas de escorrentía, se procedía a la excavación manual de la caja; se procuraba que el terreno fuera consistente para evitar desprendimientos en las superficies de corte, para evitar, no sólo los accidentes, sino los aterramientos de la zona excavada: los únicos instrumentos que se necesitaban eran el pico, la azada y el capazo. Los materiales a emplear se elegían del lugar y normalmente consistían en mampuestos escasamente manipulados, piedra caliza, tierra, agua y madera inutilizable o leña. En una zona próxima al de la obra se hacía un horno de cal, excavando un poco el suelo y colocando la caliza sobre una hornilla cargada de leña y madera, dispuestas las piedras en tongadas con capas intermedia de madera y leña, de modo que quedaran entre ellas pasos para el fuego y los gases calientes, y todo el conjunto se cubría con una torta de barro en la que se dejaban bastantes respiraderos para la expulsión del anhídrido carbónico y humos de calcinación, por cuyo color se evaluaba el grado de la combustión. Al cabo de una semana, cuando había acabado la transformación del carbonato cálcico de la caliza en cal el material perdía volumen y se producía el descenso del sombrero, o cúpula de barro, del orden de un tercio de su altura. Una vez enfriado el horno, se sa-

Ese hidróxido, normalmente muy impuro, era la cal apagada, que amasada con arena o con tierra arenosa o con chinarro formaba una argamasa muy burda que se utilizaba como pasta para fi jación de los mampuestos tanto en la fábrica vertical, como en las bóvedas y cúpulas. El proceso descrito hasta ahora, era relativamente lento, precisando para su ejecución de una o dos semanas más de tiempo; mientras se ejecutaba se estaba procediendo a preparar la caja del aljibe, El vaciado, efectuado a brazo, terminaba con el perfilado bruto de fondos y laterales, e inmediatamente después comenzaba

la ejecución de la fábrica. La primera tarea iba dirigida a ejecutar el fondo o culo del aljibe, con su poceta. Normalmente ese fondo e hacía con una tongada apretada de argamasa de cal y piedra, con un espesor del orden de un octavo de la altura de la caja útil, dejando su cara superior con pendiente hacia un receptáculo, la poceta, a la que fluían los últimos restos de agua cuando el aljibe quedaba casi seco. Posteriormente se construían las paredes a base de mampuestos colocados por hiladas más o menos horizontales,

recibidos con abundante argamasa en sus juntas, con el fin de que no quedaran huecos que posibilitaran las pérdidas de líquido, cuando el aljibe estuviera cargado. Llegados a la coronación, que se dejaba enrasada, los operarios iniciaban la tarea más compleja: la ejecución del cierre superior mediante cúpula o bóveda. Se realizaban colocando en posición radial de los mampuestos más planos, previamente elegidos o levemente trabajados, para buscar unos rústicos planos de asiento, con argamasa en las juntas. En uno u otro caso, y a pesar de que estas estructuras no eran muy grandes, se utilizaban cimbras muy simples de madera, o apeos temporales internos,

que permitían ser desplazadas durante la ejecución y su retirada al final del trabajo. Como la cal es un conglomerante de «tiro» lento, la ejecución de estas bóvedas podía acarrear alguna dificultad, ya que la entrada en carga del material colocado se iniciaba antes de que las pastas hubieran fraguado. Hubo varios métodos para acelerar el fraguado de las cales: el más sencillo consistía en amasarla con yeso o con cal seca (para que «robara» el agua) o a recurrir a algunos procedimientos tan «curiosos» como de añadir orines y hollín a la mezcla. Para el enlucido de los ambientes húmedos Vitruvio, al arquitecto romano de tiempos de Augusto, nos ha transmitido algunas noticias de interés en el Libro VII, relativas al macerado de la cal50, al enlucido de bóvedas51 y a los enlucidos de locales húmedos52,


sin embargo, al aspecto que más nos interesa ahora fue al final del Libro VIII donde dejó escritas las normas para la ejecución de pozos y cisternas. Señala que la obra se había de realizar con el opus signinum, cuya descripción, traducida,es la siguiente: «Se preparará primeramente arena buena, lo más pura y áspera que sea posible; piedras de silex que no pesen más de una libra cada una; la cal lo más enérgica posible para la mezcla de la argamasa, que se compondrá de cinco partes de arena por dos de cal; se añaden a este mortero las piedras de silex, y con todo ello se irán levantando las paredes dentro de la misma zanja, las cuales serán tan hondas como haya de ser el aljibe, y se apisonarán con pisones ferrados. Apisonadas las paredes, vaciése la tierra en el espacio intermedio hasta el nivel más bajo de las paredes, y, una vez igualado, apisónese el suelo con los mismos materiales hastadarle el espesor requerido» Terminada la fábrica bruta había que seguir con la fábrica fina que consistía en dotar al aljibe de un revestimiento interior que fuera impermeable. Con frecuencia se lograba revistiéndolo con una «acera» o enlucido grueso formado por mezcla fina de pasta de cal obtenida de los «bolos» más uniformes y blancos (los que tenían menos impurezas), con arena fina o tierra tamizada sin «chinas» a la que se añadía aceite de oliva. En otras ocasiones se empleaba tierra ferruginosa o polvo de ladrillo, fácilmente detectables por el color rojizo de los revestimientos interiores Luego se procedía a la impermeabilización exterior mediante revocos de cal. Las tareas finales iban dirigidas a construir el «brocal», a realizar la caja de decantación con sus tablachos y partidores, su conexión de vertido interno, y la preparación del entrono, excavando levemente el suelo para hacer la «cuneta» de recogida de las aguas a arrastre, para llevarlas hasta la caja, que normalmente era abierta con el fin de controlar fácilmente si los materiales decantados obstruían o no el conducto de llenado, y facilitar su limpieza.

El Aljibe de L´Albir

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L ALJIBE La palabra «aljibe» tiene correspondencias en todas las lenguas del mundo, porque su realidad responde a una necesidad universal (la administración y posibilidad de disponer del agua) y a la vez tiene variantes ocasionadas por las diferencias climáticas, geomorfológicos y meodioambientales de los distintos países. Esencialmente suele tratarse de una cámara subterránea para almacenamiento de agua. El agua suele proceder de la lluvia, conducida por medio de canales o tuberías hasta la cavidad principal. En español aljibe forma parte de la constelación que forman depósito, pozo, cisterna, y tiene alguna relación con tanque, pantano, algún tipo de cueva acuífero.

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El aljibe más conocido y fundamental del mundo es el mar. Pero los pueblos desde siempre han pretendido tener agua para todas las ocasiones y ello les ha llevado primero a la búsqueda que ha dado origen a la detección de los «acuíferos» y luego a la construcción de edificios artificiales de los que vamos a hablar. Seguramente los primeros aljibes artificiales fueron excavados en la roca. Es el caso de los excavados en fortalezas naturales o en castillos. Pero como resultaba más fácil construir un aljibe junto al poblado que colocar la residencia junto a una roca que pudiera almacenar agua, el uso de construir aljibes para el abastecimiento de la población pronto se hizo uso común y como la forma más segura aunque no la más regular de conseguir agua en muchos casos era la lluvia, Así desde lo más remota antigüedad los hombres han construido cisternas-aljibes. Palladio dice que una cisterna debe ser más larga que ancha y da el detalle de la construcción del enlucido impermeabilizante («tectorium») que debe cubrirla. Según Plinio lo mejor es construir dos cisternas, de tal manera que las inmundicias del agua se detengan en la primera y que el líquido llegue a la otra como a través de un filtro. De acuerdo con tales teorías las cisternas domésticas romanas solían ser rectangulares, revestidas de excelente cemento impermeable y cubiertas con fuertes techos abovedados. Los aljibes rurales, no son meras estructuras más o menos técnicas, sino estructuras con belleza propia integradas en el paisaje. Los conocimientos tradicionales y locales sobre la captación, almacenamiento y uso del agua, no sugieren soluciones milagrosas para asegurar el disponibilidad de agua, pero si una mentalidad de viabilidad, autonomía, holismo y ahorro de un recurso escaso como es el agua, compatible con la utilización de las nuevas tecnologías. En el entorno de los aljibes se desarrollaba en épocas pasadas un espacio agradable en el que crecían chumberas, higueras, pitas… Allí estaban presentes el agua, la sombra y el verde, creándose un centro de relaciones sociales con diferentes ambientes: el sestero parapersonas y ganado, el lavadero donde las mujeres lavaban y charlaban, el abrevadero del ganado donde acudían los pastores, el aguadero donde las mozas iban por agua y flirteaban con los mozos, la zona de juegos de los niños, el rincón donde los abuelos trenzaban esparto y charlaban... Los aljibes son depósitos cuidadosamente impermeabilizados y cubiertos por cúpulas o bóvedas. Los modelos más grandes recogen el agua de escorrentía que circulaba por laderas de suave pendiente y es conducida, mediante surcos o regueros abiertos en el suelo, al depósito. Como esta agua transporta cantidades variables de sedimentos producidos por la erosión de las laderas y de los cauces por donde discurre, los aljibes cuentan con una poza de decantación antes de precipitarse a la cisterna. Es un sistema eficaz y sostenible de adaptación a la aridez y a las sequías.Se trata siempre de soluciones sencillas de arquitectura menor, de un solo ámbito, cuadrado, rectangular o circular, cubiertos con estructuras simples sin apeos intermedios y de volumen reducido El Aljibe de L´Albir tiene unas dimensiones exteriores aproximadas de 7 metros de largo por 5 de ancho, con una altura de 5 metros. Siendo la capacidad de almacenamiento de agua de esta cisterna de 58,25 m3, es decir 58.250 litros de máxima capacidad.

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ALZADO OESTE

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A

PLANTA 1

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PLANTA CUBIERTA


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SECCIÓN A-A´

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ALZADO NORTE´

El Aljibe de L´Albir

SECCIÓN C-C´

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EXTRACCIÓN Los aljibes más frecuentes de nuestra región, son de volúmenes reducidos (rara vez superan los 50 m3 como el caso que nos ocupa), y no muy alejados unos de otros. Son dos indicadores de que su uso estaba más ligado al mundo agropecuario que al agrícola, hecho del que es prueba añadida, la ausencia generalizada de sistemas mecanizados de extracción (norias, molinos, bombas de émbolo, etc.) y que casi siempre fuera la polea (la máquina tractora de acción individual) la utilizada, que difícilmente puede suministrar flujos superiores al metro cúbico a la hora, magnitud que es concordante con los volúmenes totales antes señalados Un aljibe tipo para una familia y sus necesidades puede tener unas dimensiones aproximadas de 10 m X 5 m X 4 m con lo puede almacenar en un buen año de lluvias hasta 200 m3, o lo que es lo mismo 200.000 litros, y así poder disponer diariamente de la mitad de un metro cúbico (500 l.) para dar de beber al ganado, a las bestias, a los animales de corral, para el regado de los cultivos y el consumo familiar. El sabor del agua de los aljibes, porque suele tener sabor, varía de unos a otros, y viene determinado por las plantas y tierras que hay en las laderas que recorre el agua que llega al aljibe, que además de reducir el arrastre del suelo, le dan sabores característicos. Así, si transcurre por tomillos, espliegos, romeros… tiene un sabor particular y propiedades medicinales. Para su conservación y mantenimiento se limpiaban las boqueras o acequias de alimentación, se prohibía a los carreteros y pastores parar en ellas con sus bestias y ganados, se prohibía labrar sus alrededores y se exigían unas normas de su buen uso so pena de sanción

La cuneta Toda la vertiente de las escorrentías naturales conducía el agua a las zonas de menor cota, en las que de una manera burda, se dejaba abierta una cuneta escasamente trabajada y sin ningún tipo de aparejo, hecha para favorecer la conducción del agua hasta la arqueta de decantación, aunque, a veces, en el última tramo se podía hacer una canaleta de fábrica, previa a su conexión con la arqueta de decantación. Tras su acotamiento se limpiaba completamente la vegetación y se apisonaba la tierra al objeto de que se produjera una escorrentía rápida cuando acontecieran las lluvias. Estas labores de limpieza se efectuaban anualmente durante el verano al objeto de que la vertiente estuviese perfectamente preparada para recibir las aguas del otoño.

La arqueta de decantación Las arquetas de decantación de los aljibes del Campo son habitualmente muy simples, constituida por una poceta intercalada en el recorrido del agua, previa a la descarga, en la que se depositaba todo el material sólido pesado que arrastraba el fluido, con un boquete que se podía cerrar con un tapón que solía estar hecho por un taco grueso de madera envuelto en un trozo de saco de yute. Su misión era la de decantar la carga sólida, tanto de arrastre como en suspensión, que transportaba el agua, ya que la base de la misma se encontraba a un nivel inferior al del orificio de entrada de las aguas del aljibe. En algunos casos, dicha abertura se encontraba en el fondo de la arqueta, de manera que para filtrar el agua se llenaba esta de aliagas y cardos. Además de estos orificios de entrada de aguas, el aljibe disponía de un aliviadero o rebosadero, de forma que una vez lleno, si se produjeran nuevas aportaciones no desbordaran por el brocal.

La bóveda

Como estructura portante es enormemente los contrarrestos los suministra directame través de la coronación de los muros sobre san las generatrices: como el empuje hor mayor cuanto más grande es la relación L/f o diámetro del cañón y f la flecha) ensegu que para directrices sensiblemente semicirc es del orden de 0’5 y, por tanto, el empuje q lado siempre que la carga de la propia bóv estuviera y como los grosores de esos caño menos del orden de 2 a 3 palmos, siemp estructuras estables por mal construidas Para su construcción se utilizaba una cim con forma de arco de medio punto sobre e ban las piedras que luego se rellenaban y e y en ocasiones con yeso. Cuando se acab pasaba la cimbra al siguiente tramo.


e estable, ya que ente el terreno a los que descanrizontal es tanto f (siendo L la luz uida se entiende culares ese valor quedaba controveda también lo ones eran más o pre se lograban que estuvieran. mbra de madera el que se encajaenlucían con cal, baba un arco, se

El brocal Una zona crítica, desde el punto de vista estructural, en las bóvedas de los aljibes, es la de ruptura de la plementería para dar paso a los brocales. En los aljibes externos hechos en suelo rural, casi invariablemente los brocales son de planta sensiblemente cuadrada, lo que implica que el corte en las bóvedas ocasione «puntos angulosos» en los que se producen concentraciones de tensiones locales. Como en casi ningún caso las bóvedas construidas lo fueron con espesores estrictos, estas tensiones secundarias alcanzan valores pocos significativos y pocas veces encontramos que en esas zonas se haya iniciado el colapso de sus estructuras.

Pesebre de extracción. Estas pozetas contiguas a una de las aperturas del brocal, permite extraer y acceder más facilmente el agua almacenada en la cisterna, qu se extrae a brazo mediante un pozo elevado mediante cuerda y poléa.

Los contrafuertes Los contrafuertes colocados en el alzado oeste contrarrestan los empujes tanto del agua almacenada en la cisterna como el de los rellenos con tierra realizados en la construcción del aljibe, no hay que olvidar que esta construcción se realiza semienterrada y por lo tanto son necesarios aportes de tierra para cubrir la construcción, estos terrenos disgregados pueden suponer grandes empujes que con el tiempo desestabilizen la edificación

El aliviadero

El Aljibe de L´Albir

Esta apertura realizada en la cisterna, permite desaguar el excedente de agua almacenada en la cisterna debido a grandes trombas de agua o por el agua recogida en periodos constantes de precipitaciones.

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El Aljibe del Faro de l´Albir Alicante

Curso de Especialización en Virtualización del Patrimonio 2013-2014 Autor Santiago Noain Tutores Laia Fabregat Daniel Tejerina

TÍTULO DE ESPECIALISTA EN VIRTUALIZACIÓN DEL PATRIMONIO

MANO



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