La información recaudada por la Red de Bancos de Datos de Derechos Humanos en el primer semestre de 2015, si de un lado muestra la continuidad de prácticas de violencia que
vulneran radicalmente los derechos humanos de las capas más desprotegidas del país, como
los “falsos positivos”, los asesinatos de líderes e integrantes de movimientos sociales, la fortaleza e
impunidad de las estructuras paramilitares, las torturas y desapariciones, los desplazamientos, la
impresionante proliferación de amenazas de muerte, los bombardeos y fumigaciones destructivas de medios de sobrevivencia alimentaria y otras prácticas violentas de viejo arraigo en la institucionalidad del Estado, de otro lado destaca en esta coyuntura las modalidades de persecución y ensañamiento contra humildes protestas sociales y frágiles manifestaciones de oposición política, pero por encima de todo impresiona la crueldad extrema del aparato represivo estatal ESMAD. Periodo enero 1 a junio 30 de 2015