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Ramón Araujo Xavier Ferrés
Muro cortina El muro cortina es el sistema constructivo que ha dado forma como ningún otro a la arquitectura inmaterial soñada por el Movimiento Moderno. El texto de Ramón Araujo, Profesor ntular de Construcción de la Escuela de Arquitectura de Madrid, y de Xavler Ferrés, arquitecto y consultor de fachadas, expone la evolución del sistema desde sus inicios hasta las complejas fachadas multifuncionales actuales. El recorrido se completa con los dibujos de este último, que ilustran los múltiples aspectos de diseño y construcción en este tipo de cerramientos. El muro cortina ha ~
transformado de ~ modo radical la
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imagen de la ciudad contemporánea. Es el
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forma de vida, de un concepto espacial
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eneralmente se entiende por muro cortina un cerramiento ligero, predominantemente de vidrio, que se ancla y cuelga -de ahí su nombre- a los sucesivos forjados de un edificio de pisos. El caso más caracte•ístico es una fachada con elementos dealhtra equivalente a una planta, L'On una retícula autoportante metálica vinculada a los fo1jados, que se cien·a con diferentes tipos de paneles ligeros de relleno, predominando los de vidtio. Construido con mate1iales ligeros elaborados industrialmente, es capaz de soportru· la presión del viento, las cargas interiores y su propio peso, que es transmitido directamente a la estructura del edificio a tt·avés de los anclajes.
G
4
TECTONICA
muro cortina
Mientras esta definición corresponde a una forma concreta de cen·amiento, generalizada hace unos años, su evolución posterior ha ocasionado que bajo el término muro cortina se agrupen hoy conceptos muy diferen· tes, desde fachadas simples a facha· das multifuncionales compuestas o de doble piel.
Si lo entendemos en este sentido amplio, el mmo corti11a es la consecuencia lógica de la progresiva genera· lización del vid1io e.n la Arquitectura, y resulta ser uno de los elementos dominantes de la arquitectura moderna y contemporánea. Sólo con el mu1'0 corti· na se generaliza el espacio acristalado y se transforma en modo radical la
Elementos generales del muro cortina clásico
Sistema dt ancla¡ts a forjado. rttfcula dt montantes y traves.ailos y tltmtntos dt rtlltno: dt vosión o ciegos. acristalados o chapados, fijos o practorablts.
Nota. Las referencias (números) que aparecen en los dibujos de Xavier Fe.rrés y que ilustran el presente artículo, se pueden consultar en el interior de la solapa de la contraportada de la revista.
relación entre el espacio construido y el medio circundante, y es por tanto el
artífice de una nueva forma de vida, de un diferente concepto espacial, y por supuesto de un nuevo espectro tecnológico e industrial de la construcción. Hoy el muro cortina es un elemento absolutamente abierto al debate y la experimentación. Por un lado hay
muchas y muy diferentes maneras de entender. proyectar y construir las fachadas acristaladas, de resolver la idea de piel-membrana, de concebir su transparencia y reflexión, la relación interior y exterior, el control solar y ambiental o el canfor~ del usuario. Además, el cerramiento resulta necesariamente inseparable del resto de los
elementos del edificio: de su orden estructural, de su concepción energética y del pt-opio concepto espacial. Así que su diseño es tan abierto como la p1-opia arquileclum a que se aplica En este artículo queremos abordar una descripción de los aspectos más característicos del diseño de muros cortina. entendido como parte de los edificios de piso... Además de aprender a construir muros cortina, podria servimos para ver más claramente qué arquitectura buscamos Y antes de recorrer detalladamente sus problemas de diseño. es interesante echar un 1~stazo n su evolución para comprender el papel de las tendencias actuales y la variedad de caminos que hoy están abiertos. muro conina TECTONICA
S
Algo de historia El mw·o cortina tiene sus orígenes en la at·quitectura del hierro del XIX, cuando la innovación en la tecnología del vidrio y la generalización de los perfiles metálicos permitió construir los primeros cerramientos ligeros. transparentes y completamente exentos del sistema estructural del edificio. Los materiales y las soluciones constructivas aplicados en invernaderos se generalizaron en fachadas y cubiertas de estaciones de ferrocarril, palacios de exposición. mercados y galerías comerciales de toda Ew·opa. Curiosament~ ocurre lo mismo en la actualidad, un siglo más tarde. Se considera al Crystal Palace de Londres (Paxton, 1851) el precursor de los cerramientos acristalados, y en especial del muro cortina: un edificio de grandes dimensiones y gran ligereza, con una compleja geometría, íntegramente prefabricado y montado en un tiempo récord. Por primera vez se plantea en toda su novedad un espacio habitable totalmente acristalado, y se presentan súbitamente y a una escala imponente el conjunto de problemas que va a diligir su evolución. Por otro lado, el desarrollo de prefabricados metálicos en Liverpool permitió una incipiente industrialización de la construcción, y en especial de las fachadas, posibilitando grandes huecos en los muros. En Chicago. pru·a su reconstrucción después del incendio de 1871, hubo que desarrollar un sistema que permitiera construir edificios de gran altura, ligeros, de bajo coste y rapidez de puesta en obra. Se considera que el primer edilicio construido completamente con piiru·es de fundición, forjados con estructura metálica y cerramientos de fachada no portantes fue el Second Leiter Building de Cbicago (Jenney & Mundie, 1891). Otros avances técnicos desarrollados por la industria se impusieron d11rante los mismos años, en particular el ascensor (Otis, 1880 y Siemens, 1887) y posteriormente los sistemas de ventilación y aire acondicionado, y también los avances en comunicaciones con el telégrafo y el teléfono, la electricidad pru·a la luz artificial y Jos motores eléctricos de 6
TECTONICA muro cortina
En las obras de Walter Gropius aparecen tTemendos planos de vidrio. netamente independizados de la estructura. Todavía la trcnica es muy elemental, apMas cuenta con unos
simples perfiles de acero laminado y
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Hacia el año 20 son frecuentes en España los miradores y
galerias d~ vidrio con un enrejado de
madera o acero. Son conjuntos de dos hojas muy adaptados a nuestro dima y donde es posible la
estancia. Edificio El Siglo en Barcelona (Eduardo Fcrris Puig, 1915).
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vidrios sencillos.
Fábrica Fagus en Alfeld an der Leine (1911).
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ventiladores, refrigeradores, bombas y elevadores, el agua corriente y el inodoro sifónico "WC". En cierto modo, todo estaba ya allí planteado. el edificio de pisos y la gran nave, así como Jos nuevos inventos técnicos que los hacían posibles. Todo esto llega a los arquitectos del Movimiento Moderno. Pri mero las obras pioneras, como la Sala de Turbinas de AEG en Berlín (Behrens, 1909) o la Faguswerk en Alfeld (Gropius, 1911), y poco después Jos primeros edificios de pisos, como el Bauhaus, el Pabellón Suizo y la Cité Refuge en París (Le Corbusier. 1933) y el Concur-so para dos rascacielos en la Friedrichstrasse en Berlín (l.\IUes Van der Rohe, 1922).
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Son m11ros cortina precursores, cerramientos exclusivamente de vidrio aplicados a las nuevas tipologías en altura, derivadas generalmente del bloque Hneal. Respecto a las experiencias anteriores, la gran novedad es que el cerramiento acrist.alado hace posible una arquitectura nueva para una ciudad nueva. Pero la técnica es muy elemental aún: si los nuevos cerraruientos ligeros son todavía de fábrica, el muro cortit1a cuenta con poco más que unas r udimentarias secciones de acero laminado y unos vidrios de prestaciones muy básicas. Después el problema vuelve a América: son los años de formación en los que las nuevas tipologías de oftcinas están naciendo. En el desru-rollo de
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Arriba. ~ión vertical y horitontal y dmlles dd Seagram, ron los monbntts de bronce.
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Izquierda. El Second leiter Building en Chítago es el primer edificio construido ron fachada no portante (Jeney El Mundie. 1891).
estos edificios en altura, las prime· ras soluciones al muro cortina serán impresionantes por su inven· iiva y nivel tecnológico: el Equita· ble Saving Bank de Portland (Bellus· chi, 1948), la Lever House de Nueva York (S.O.M., 1952). el Edificio Sea· gram (Mies Van der Rohe y Philip Johnson, Nueva York 1958), son los primeros rascacielos con muro cortina continuo y exterior a la estructura, construidos con el sistema de mon· !ante y travesaño, con aire acondicio· nado, acristalamientos tintados, etc. Desde entonces el muro cortina se identifica con el espacio del trabajo, y oon él nace un tipo particular de edifi· cio que se repetiJ·á por todo el mundo: un espacio continuo en torno a un
núcleo central estructural y de distri· bución de servicios. plenamente acondicionado, acristalado en todo su perímetro y dotado con un doble techo que aloja la fuerte dotación de instalaciones que requiere para ser viable. Un edificio que será genéricamente indiferente a la orientación o incluso al clima, y característico de los años en los que la energía no es un problema. Esta arquitectura, esta fórmula, se propagó desde Nueva York al resto del mundo, y con ella el mw·o corti· na, que comienza una evolución téc· nica imparable, incorporando nuevos materiales y tecnologías muchas veces nacidas en otros sectores, como la automoción o la aeronáutica: nue·
vas composiciones de vidrio (de con· trol solar y los vidrios dobles). una amplfsima gama de productos de materiales poliméricos entonces nacientes (gomas, plásticos y adhesi· vos) y sobre todo los perfiles de alumi· nio extrusionados, que permitieron aligerar el peso y ajustar con preci· sión los accesorios y los mecanizados. Hacia los años 60 el rnttro cortina es ya un producto de serie que no per· mite demasiadas variaciones: son los sistemas completos de montante y travesaño formando mallas modula· res y prefabricadas, con perfilerías extrusionadas de compleja geome· tría, basadas en sistemas de acopla· miento ent.r e perfiles para rigidizar, ensamblar, escuadrar y con ello tam·
En ti Seagram, el acondicionador s~ rrtrasa y el
cortafutgos lo forma la viga de borde. de modo que ts posible un módulo acristalado mas neto de forjado a forjado. El muro tiene uno de los primeros anclajes regulables compactos al forjado (Mits van der Rohe y P. Johnson. 1957).
muro cortina TECTONICA
7
Casa d<l Pu<blo,
aichy (J<an Proove, 1939). Uno d< los primuos tdificios con
pan<lts de cerramiento ron los
acristalamientos integrados.
Fachada polival<nte y variable en función de las distintas nmsidados: visión. ventilación. protettión solar. Edificio en la plaza Molart. París (Jean Prouvi. 1953). Distño d< pan<l lig<ro para fachada en un ~ncurso dt
<S<:uelas pr<fabrlcadas (Jean Prouve - CIMT. 1962).
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bién incorporar canales de drenaje, gomas y accesorios. Para aumentar la velocidad de construcción, se desan-ollan los premont,ajes de taller con la incor poración de anclajes, acrislalamientos y panch!S que reducen el componente de mano de obra en la colocación. En esta época se construyen mara'~llosos diseños -algunos tan experimentales e innovadores como los de J. Prouvé, que exploró tecnologías y sistemas prefabricados que el mundo de las casas comerciales había dejado a un lado- y contin\m el proceso de evolución técnica de todos sus componentes. Sin embargo, tombién entramos en una fase de una arquitectura muy profesional pero w1 lan·
TECTONlCA muro cortina
to tediosa, donde las variantes del muro cortina son simples juegos geométricos de montantes y travesaños que se diferencian casi exclusivamente en la modulación y distribución de zonas de visión y paneles ciegos. Se emplean cuat.1-o materiales básicos -acero, aluminio, vidrio y piedra- siendo la evolución técnica del aluminio y del ~drio, en cuanto a prestaciones, formatos, tratamientos y acabados. la que impulsa en gran medida el desarrollo de un sistema considerado ya tradicional. Este muro cortina se pone en crisis hace apenas unas décadas, fruto principalmente de la evolución del espacio del trabajo y de la nueva consideración del problema de la cncJ-gín.
El prolll<ma d<l ronuol solar cambta los rosas. y la s<gunda genmción d< muros eortina ostara caraet<r~tada por el parasol más que por el aerlstalamiento proplament< dicho. Manufaeturas Duval en Saint-Dit (le CO<busier, 1945).
Por una parte, frente al edific10 de núcleo central estructural y de servicios con una corona diáfana, se abre paso el edificio cuyo corazón está en la pared, pues gran par te ele las instalaciones se desplazan a la periferia; incluso los núcleos de transporte vertical son exteriores. Al mismo tiempo, el suelo técnico predomina sobre el doble techo (consecuencia también del desarroUo de las instalaciones de comunicación), se apoyan sistemas de ventilación natural reduciendo la presencia del aire acondicionado, etc. Además se abre paso un concepto espacial más complejo, caracterizado por la incorpor ación de atrios y patios también acristalados que cie· rran áreas comerciales y grandes ves-
El tdifido mis tmbltmátko dtl
instalacionts y
<ambio dt ~•glo va a
transporte ~rti<al
abrir la putrta • nueva~ 1dta~
tn ti
d1stilo d< muros
tibulos. Los cerramientos no se limitan ya n las fachadas acristaladas, y la arquitectura resuelve formas cada vez más complejas, confinando espacios con fachadas y lucernarios de cristal, que se construyen de forma similar por todo el mundo, iniciándo· se el dcbnt.c acerca de lo que es interior y exterior de un edificio El problema del balance energético, atsi obviado en los años anteriores, pasa a primer plano, y el control solar y la relación con los sistemas de instalaciones son los aspectos que deter· minan las nuevas tendencias. Aparece una nueva generación de soluciones centradas en el problema del control solar, comenzando por el "btise-solcil" de Le Corbusier. Son los
tltmMIOS dt ademósdt rtlaciona~ rstructur~
ron una
uttrna a
cortina. El corazón
Ct. Ctntro dt Artt G.
tstar.l tn la p¡rtd.
Pompidou (R. Piano y
qut Incorpora
R. Rogt~. 1977).
muros-parosol, parn los que se estudianín multitud de variantes a la hoja externa y donde los muros corti· na tradicionales pasarán a ser un componente más de un sistema com· piejo. Las tipologías se multiplican, dando lugar a gran cantidad de variables de sistemas verticales, hori1.ontales, fijos. orientables, escamoteablcs en el exterior, en el interior, entre pieles o incorporados a los propios elementos. Por otra parte la industria avanza notablemente con el desarrollo de los vidrios templados, laminares y de baja cmislvidad, y con el aumen· lo espectacular de los formatos estándar aplicables. Como consecuencin, se ¡Juede conseguir más
En los anos 60 los c:trramicntos Y'~ no se:
limitan a las fachadas acristaladas. St txtltndtn a las cubitrta~
y st trtan
grandts vtstibulos. Fundación Ford tn Nueva York (Ktvln Rodlt, 1968).
transparencia, más luz natural. sin reducción de las prestaciones energéticas de la fachada, mejorando notablemente la relación entre la transmisión luminosa y el fnclor solar del acristalamiento. También a finales de los 80 se han desarrollado sistemas de función del acristalamiento que superan In dicta· dura del aluminio cxtrusionado. como las siliconas denominadas estructurales, el anclaje del vidrio mediante botones o el montaje en suspensión. que permiten minimizar o mcluso suprimir la retícula portan· te de aluminio. Las fachadas pasan entonces a ser grandes planos de cristal continuo. que varian escasamente en color y geometría. Aumenta tamliién el nivel de industrialización, genera lizándose el ensamble de grandes módulos prefabricados ligeros, lo que permite incorporar técnicas y soluciones más complejas. aumenta el rendimiento de puesta en obra y la calidad de la fachada terminada. La industria se abre a nue\'as posibilidades, y el mundo de las patentes no es ya impenetrable: en este momento. es remarcable la diferencia entre los sistemas de aplicación de los muros carLina -con gi'O n· des empresas que desarrollan los "sistemas" estándar, de gamas y series completas de conocidas mar· cas- y otras grandes empre~as "fachadistas" que desarrollan en sus fábricas sistemas propios con los que fabrican y montan las fachadns que proyectan. Todo esto se entiende bien en los grandes proyectos de los 80-90, y muy especialmente en las experiencias del "high-tech" británico. Do nuevo es Inglaterra el motor de una arquitecturo fuertemente determinada por la invención técnica: el Centro Pompidou, la Uoyds de Londres, la ingente obra de Foster, configuran una arquitectura contundente, de nuevo nacida -como ya cien años atrás- de las posibilidades del vidrio. Y en poco tiempo, la nueva generoción de muros cortina -ya integrados, junto a la estructura y las instalacio· nes como determinantes de la arquitectura-, se extiende por todo el mundo. muro cortona TECTONICA
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Comportamiento estructural Definición y conceptos Los problemas iniciales de un muro cortina son de natur'aleza mecánica: límites dimensionales del panel de vidrio, necesidad de transmitir las acciones que actúan sobre éste a la estructura del edificio, movimiento diferencial entre estructura y ceJTa· miento, etc. Pero cerrar con vidrio implica otros problemas, entre los que destacan los derivados de su comportamiento energético: la naturaleza transpm·en· te del vidrio alt~ra drásticamente el balance térmico del cerramiento, y el resultado será la incorporación de un nuevo conjunto de elementos al muro, desde protecciones solares a sistemas de instalaciones, en el inte· rior o en el exterior del plano de la fachada. Además, aspectos que en otro tipo de cerramientos son secundarios, Líe· nen aquf un gran protagonismo, como el comportamiento acústico. la reacción al fuego, el mantenimiento, la seguridad, la modulación o la pre· fabricación. En consecuencia, el muro cortina será un complejo mecanismo com· puesto, una organización multicapa en la que diversos elementos se estra· tifican para lograr una respuesta apropiada a todos estos problemas. Empezaremos, tal como hemos definido. por la que consideramos la ver· sión más sencilla: un conjunto de paneles de vidrio con un enrejado de perfiles que faciliten el acristalmnien· to y panelado, el correspondiente con· junto de juntas que se acoplan ade· más a los diferentes sistemas de techo y suelo, a los elementos del sis· tema de climatización y a la estTUctu· r-a, más los necesarios vínculos que tienen la misión de trasladar las car· gas de los paneles basta los forjados. Comportamiento estructural Si planeamos acristalar una fachada entre forjados, veremos en primer lugar que el vidrio no puede salvar esa luz típica sin que la presión de viento ocasione su excesiva deforma· ción por flexión, con la pérdida de prestaciones a corto plazo o con la consigujente pérdida de estanquei· dad de sus juntas, incluso con la rotu· ra del propio vidrio. Podemos apoyar 1O TECTONICA muro cortina
Acciones sobre el panel. tetícula y anclajes.
Viento. presión y succión (A). Peso propio de los elementos de relleno (8). Dilatación y contracción por cambios de temperatura (C).
Acciones sobre la rttiwla y la estructura. Viento, presión y succión. Ptso propio. lncremtnto de temperatura.
Esquemas de deformación y movimiento de
montantes y travtsaños y sus uniones.
Dilatación y contracción por cambios de temperatura (O). Aechas por presión y succión del viento (E). Flechas por peso propio, carga del vidrio o panel (F). Giro por
excentricidad del apoyo de la carga (G).
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el vidrio o suspenderlo, pero en ambos casos se requiere un contra· !Testo a flexión. Esta deformación se reducirá sensi· blemente si el panel de vidrio apoya en cuatro lados, reducienclo las luces y trabajando como una placa. Esta· mos así en la soludón clásica de recercar el vidrio con un bastidor de perfiles estructurales a los que aquél traslada su peso propio y las cargas de viento. Este bastidor descansará en los forjados a través de un meca· nismo q11e permita transmitirle las acciones verticales y horizontales que actúan sobre él. Surge la idea de dm· continuidad al cerramiento, pasándolo por delante de la estructura de modo que no que-
de interrumpido por los forjados. Esta solución tiene muchas ventajas, no solo desde el punto de vista del aislamiento y la estanqueidad, sino desde el mismo concepto de fachada que es mucho más li mpio. Los bastidores y la retícula pueden ser continuos en este caso, con pequeñas adaptaciones de diseño del vínculo a la estructura. Un bastidor genérico se forma con montantes y travesaños, estos últi· mos para resistir el peso del vidrio y ambos para las cargas horizontales. Con la inercia suficiente. el bastidor limitará la deformación del vidrio ante la presión y succión ocasionadas por el viento y el peso propio de la pla· ca, dentro de lo asumible por· el tipo y la composición del acristalamiento y
S
( ¡)
K
Anclajes y uniones entre perfiles.
Cuatro soluciones dáslcas de anclaje y regulación tridimensional.
Solución tlpla de Anda¡e y apoyo de la
anclaje a l01jado.
rtlicuta enue
m«<ta de
fOI)Idos (H).
continuidad entre
Anda¡e de muro cortina en rara
montantes y endluft de unión tntrt
superior dt
montante y
forjado (1) •
travesaño (L).
Anclaje de muro cort1na en tanto de
Otras soluciones de
forjado (J).
unión montante-
Solución especial de
travesaño mediante
anclaje doble para
ajeado del
sem>ttlulas de
montante, bloqueos
fachada modular (K).
del giro, apoyo,
sopo<te y retención
por las juntas. Este bastidor se resuelve con diferentes sistemas que van desde las secciones normales de perfiles extrusionados de aluminio a perfiles de acero, madera, cables y varillas, hasta los maineles de vidrio. Otro p1'0blema es la dilatación térmica del cerramiento: si los elementos -paneles y bastidor- son independientes entre fol)ados. sus cambios dimensionales pueden ser asumidos por las juntas con éstos. pero si el cerramiento es continuo csuí claro que la deformación de origen térmico no puede ser asumida por un sistema que necesariamente requerirá juntas de dilatación que hagan compatibles las deformaciones entre sus diferentes elementos.
Estamos aplicando el cerramiento sobre una estructura siempre defor· mable -nexión de fo•jndos, flexión por viento, contracción y asentamien· tos del hormigón, etc,- y el muro cortina no podrá aceptar esas deformaciones salvo que le dotemos de mecanismos adecuados. De nuevo la solución general será concebir el cerra· miento continuo con un sistema de juntas. Como resultado, el muro cortina comienza a configurarse como un con· junto de escamas ensambladas de tal forma que en su comportamiento las juntas y rótulas desempeñan un papel p•·otagonista: juntas del basti· dor, j un tas de acrista lamiento y paneles y juntas en los anclajes.
Y todo ésto trabajando con un material cuyo comportamiento rompe las reglas del juego habituales, por ser caractel'isticamente frágil y en consecuencia muy sensible a roturas por concentl'(lción de tensiones, tanto de origen mecánico como térmico, lo que implica una atención excepcional a sus "condiciones de borde", es decir, a aquellos elementos que resueh·en la transición entre el vidrio y la estructura del edificio. ya sea con apoyo puntual o continuo. Por tanto, los sistemas de cerramiento de fachadas incorporan accesorios acoplados a los montantes en sus mechas de continuidad, en las uniones de los travesanos a los mon· tantes y también en los apoyos entre
con Incorporación de juntas moldudas y vulcanizadas (M).
muro con1na TECTONICA
11
Estanqueidad al agua y al aire Eltmtntos dt rstanqutidad y sustentación dtl sistema clásico de muro cortina con
tapetas (A). Ortnajts y tseorrtntias a travts dt los canalrs dt los ptrlilrs y dt las juntas prtformadas (B).
paneles y vid nos a la retícula median· te calzos y juntas elásticas de estan· queidod que completan el conjunto. 'lbdo esto alín refuerza el concepto general de escamas, en el que lasjun· tas requieren además una gran 6exi· bilidad. Ahora nos resta transnútir las cargas que actúan sobre el cerramiento a la estructura del edificio, lo que hacemos normalmente en los forjados. a través de mecanismos de anclaje que, con la necesaria resis· tencia ten ellos se concentran las car· gas en forma puntual), permitan pre· vinmente la regulación tridimcnsio· nol y posteriormente la deformación independiente y compatible del muro y de la estructura. 12
TECTONICA
muro canina
Hoy ti acmtalamrtnto horizontal putdt confia11t al stllado dt las ¡untas. ptro
La jun!a por solapt tS
rsta solución rtquitrt un gran control dt la tjtcución y un t ltvado coste dt mantenimiento frentt a los sistemas tradicionales dt junta abitrta. ~!ro cubierto del Must<> dt Hisloria de Hamburgo (Jarg Schlatdl, t 980).
drmensión de las pitzas. y quiús dtbim str más frtcutnte. ~lm House en Bic!on,
la sofuC1ón más rnmtdiala al problema dt la msuficitnte
(1830).
El agua Si el comportamiento freniAl al agua es un aspecto determinante del dise· ño de cualquier cerramiento, lo es mucho más en el muro cortina, debi· do a su reducido espesor coractcrísti· co y a su carácter heterogéneo y dis· continuo (gran cantidad de uniones y solapes en Jos que además se reúnen diversos materiales). El primer problema es la estanquei· dad al agua y al vapor, y su drenaje. Los componentes del muro cortina suelen ser impermeables (vidrios, paneles, perfiles y chapas), de modo que el problema, de nuevo, son sus juntas, las del p•·opio bastidor y sobre todo las juntas vidrio-bastidor. Dada la frecuencia con que éstas ap¡u·ccen,
su complejidad al implicar movimien· lo y reglaje, y la reunión de materia· les de comportamiento elástico con ca racterísticas muy diferentes, requerirán soluciones mucho más sofisticadas y técllicas que otros siste· mas de cerramiento. No sólo es importante la cantidad de agua que entra y por dónde, sino cómo se comporta una vez dentro de los per· files. ya que es posible que sea reenviada al exterior, se drene hacia el sitio previsto por el sistema, se cstan· que y se seque o en el peor de los casos aparezca ell el interior del edificio. El fenómeno de la condensación líe· ne que analizarse en los elementos opacos y en los vidrios como en cual· quier cen·amiento 1igero, pero puede
Elementos de estanqueidad al aire y al agua en un sistema clásico de muro cortina con tapeta, acristalamientos d~ visión y panel aislante de chapa (C). El~rnentos de estanqueidad al aire y
al agua en un sistema
de cerramiento
acri.stalado acoplado a muro de obra de fábrica doblado con chapa (O}.
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Muchos anos s~pa ran tstas dos obras. Tecnologías muy difor~ntes para una misma estrategia constructiva.
producirse además en los perflles de la retícula, en la cara interior de los acristalamientos y sobre todo en chapas y otros elementos de remate en los que no es fácil incorporar el aislamiento. Para cada caso tenemos soluciones, como pueden ser perfiles con rotura de puente térmico o capas de baja emisivi.dad en los acristalamientos. A pesar de ello, es importante planear la estrategia de drenaje de las posibles Altraciones y de las condensaciones. Los mecanismos clásicos para lograr estanqueidad en una junta son el sellado. la protección mediante solapes, resaltes, tapajuntas, etc, y la junta abierta. Nos encontramos con todos ellos, independientes o reunidos, en las juntas entre el acristala-
miento y el bastidor, en las juntas entre paneles opacos, en los cruces montante-tl-avesaño, etc. Frecuentemente el mismo perfil del enrejado incorpora juntas preforma· das de EPDM para estanqueidad, puede llevar acoplados mecanismos contra la condensación mediante la interposición de pletinas para rotura de puente térmico, y sistemas de dre· naje del agua infiltrada o condensada que incluyen canales de drenaje y taladros protegidos con piezas de plástico para favorecer la evacuación del agua por efecto Venturi. En el muro cortina es fundamental su comportamiento ante otros fenó· menos relacionados con el agua, en particular los ataques qufmicos. Al
inclui r Jos muros materiales muy diversos, hay que atender especial· mente a la compatibilidad qu ímica entre todos ellos. En particular. y dada la presencia de metales, sellanles, mater iales plásticos y adhesivos diversos, el diseño debe tender a e'~tar la corro· sión y degradación, Jo que afecta no solo a la elección de materiales sino de nuevo a la concepción de juntas y fijaciones. El objetivo es resolver no sólo la estanqueidad a corto plazo, sino también cuestiones tan dispares a medio y largo plazo como la pérdida de prestaciones en aislamientos y acristalamientos, la estabilidad del conjunto o el envejecimiento acelera· do de los tratamientos superficiales.
las piezas de vidrio se disponen corno escamas sobre la
retícula de cabl~s de acero. Clínica Rhon t n Bad N ~ustadt (Lamm, Weber a Donath, 1997}.
muro cortina TECTONICA
13
Comportamiento térmico El muro cortina debe ser considerado como un elemento determinante en el balance energético de un edificio completo. Lo es en cualquier cerramiento y lo es más en nuestro caso por el carácter "activo" derivado de su transparencia. Las ganancias y pér· didas de calor no pueden evaluarse en su valor absoluto, sino en relación a la forma, tamaño, orientación, uso y localización del edificio. El balance energético de un edificio debe calcularse integrando las ganan· cias y perdidas por transmisión y radiación, evaluadas por fachadas y a Jo largo del año, de tal forma que se puedan separar las épocas de calefac· ción y las de refrigeración en las que varia el signo de las aportaciones. En pri mer lugar, el muro cortina suele requerir un alto aislamiento por conducción. Esto. que en los pdmeros di senos fue un aspecto crítico que implicó importantes fracasos en cuanto al balance energético global, está hoy prácticamente resuelto con los diferentes tipos y composiciones de vidrios reflectantes, cámaras de aire, tratamientos con capas de baja emisividad, láminas, etc. Además, el vid1io no es el único componente del muro cortina que puede controlar las pérdidas o ganancias energéticas, y es notable la incidencia de los pa neles aislantes, de la perfilería y, evidentemente, de las combinaciones de aleros, pasarelas, lamas y tejidos de control solar que se incorporen en soluciones complejas. El problema del aisla miento está resuello con Jos '~drios con cámara de aire, mejorados con capas de baja emisividad, con doble cámara o con la inclusión de gases nobles. Además, el problema de reducir las pér· didas de calor por conducción resul· ta hoy secundario en el espacio del trabajo, debido al aumento generalizado de las aportaciones de energía desde el interior del edi licio, con la luz arti ficial, los equipos informáti cos. las máqui nas y la ocupación por las personas. El tema más determinante va a ser su comportamiento ante la ener· gía radiada, solar principal mente. Debido al predominio de la superfi· cíe acristalada sobre la opaca . el 14
TECTONICA m uro cortina
Esquemas básicos de intercambios a través de la fachada.
A. Radiación solar a traves del cerramiento; Energia incidente, reflejada. transmitida. absorbida. 8. Conducción a trave.s del ttrramiento. O. Cargas interiores por tquipos informáticos. Iluminación interior,
personas...~ E. Convección. f. Zona perimetrnf
de la fachada de mayor disconfort.
G. Zona interior del edificio con mayor uso de iluminación artificial. H. Ventilación natural.
f. Paréd fria.
J. Contaminación acústica. K. Iluminación natural. deslumbramitnto y vistas int~rior -
exterior.
L Velocidad y temptratura del aire climatizado.
8 uso dt vidrios r~flectanttS y
absorbentes reduce fa radiación solar a
luminosidad. Sanco Atlántico en 8arctlona (Mitjans y Bafc:effs. 1968).
cos t a d ~ perd~r
Parasol del Ministerio de Rio (1945). Decididamente 1.t Cl>rousier se anticipa muchos años a nuestros diseños con su propuesta. El parasol de hormigón
efecto inve rnadero se mani fiesta con una escala inusual, y el edilicio fa insolación sobre el se convierte en u n acumulador de vidrio, al tiempo que calor debi do a la radiación sola r acumula calor. directa. Ademas. fa parro En algunos climas y épocas del año recupera ese papel este efecto puede ser aprovechado o pfastico qut pierde provocado para generar calor, que con la ~volvente podemos acumular en los elementos continua. El dibujo masivos de la construcción (fmjados tSta tomado del sobre todo), incorporar a l flujo de escrito Vidrio y renovación y trata miento del aire, o Arquitectura, de conduci r vol untariamente a otras f J. Saenz de Oiza. zonas del ed ificio. Pero el aspecto dominante en el diseño suele ser el modo de minimizar esta aportación térmica. Las defensas que el muro cortina tiene respecto a este problema ven-
redutt drásticamtnte
drán de una orientación adecuada, el empleo de un vidrio opaco a las radiaciones térmicas de origen solar o el recurso a sistemas diferenciados de protección sola r. Normalmente recurriremos simultá neamente a todos estos mecanismos. Los vidrios absorbentes y reflect.a ntes pueden reducir las ganancias de calor por radiación, con un coefi· cienle casi lineal entre factor solar y transmisión luminosa, es decir, tanto como reducen la luminosidad, reducen la transmisión al inte1i or de la energía incidente. Hoy la industria del vidrio dispone de técnicas de aplicación de capas selectivas que tienen permeabilidad di ferenciada a las longitudes de onda, de modo que
lnttrcambios M epocas de "calefacción" de
Intercambios en épocas de "refrigeración•
octubre a marzo.
de abril a septiembre.
Intercambios a través de la fachada, que alteran las condiciones ergonómicas y de confort del usuario.
Parasoles horizontales y verticales en la sede de la compañia Nestlé en Vevey (J. Tschumi, 1958).
pueden ser más iTansparentes a las radiaciones luminosas que térmicas. Los tratamientos de última generación permiten vidrios casi incoloros, transparentes y muy poco renectantes, que alcanzan coeficientes entre transmisión luminosa y factor solar cercanos a 1.80 en el mejor de los casos. Los sistemas de protección clásicos se ubican en el interior del edificio: ligeras cortinas o lamas de diversos materiales, cuya eficacia será muy Limitada pues no evitan la trampa térmica. Estuvieron muy generalizados cuando el recurso de la cHmati· zación era una solución válida, for· zando la potencia de l sistema de refrigeración ..
No pudiendo reducir la energía térmica incidente sobre la fachada, hay que buscar diferentes combinaciones que ofrezcan una verdadera protección solar en el exterio•· del cen·amiento, normalmente proyectando sombras sobre el vidrio y acumulan· do calor para disiparlo al ambiente. Las ganancias por insolación del vidrio expuesto !radiación directa) son hasta diez veces mayores que en en el vidrio en sombra (radiación difusa). El problema de diseño es complicado, por las interferencias que crea con la visión, y las posibles variantes a las diferentes orientacio· nes y a lo largo del día.
Una buena alternativa para
ev'itar la radiación solar St tncuentra. tn
el uso de filtros
externos. como persianas y celosías. Proyecto C1 en la Postdamtr Plat2, Btrlin (R. Piano, 1998).
muro cortina TECTONICA
15
Luz y visión ~ Desde el punto de vista de las presta· : ciones, la principal razón de ser del muro cortina es evidentemente aumentar al máximo la iluminación natural y la contemplación del paisaje, y desde sus inicios es la transpa· rencia de este nuevo cerramiento la que justifica su empleo. El primer problema será que el cerramiento es también transparente a las radiaciones térmicas -{!Omo hemos visto- pero la transpa1·encia luminosa también plantea otros pro· blcmas. Si en los diseños pioneros el objetivo de la luminosidad bastaba. hoy nos preocupan más las condiciones de bienestar: luz y visión tienen que ser reguladas. Un primer objetivo general sería lograr unas condiciones de ilumina· ción uniformes en amplias zonas del edificio. o la minimización de la luz artificial, lo que implica lma proporción razonable entre altura de facha· da y rondo edificado. A esta •·elación atienden característicamente los edificios del Movimiento Moderno, pero la construc· ción contemporánea ha superado ampliamente ese umbral, y en muchos edificios en altura la fachada acristalada es poco más que un bori· zonte para el usuario. Además, con el empleo de vidrios de control solar refiectantes y de baja transmitancia, el nivel de iluminancia adecuado se tiene que obtener casi exclusivamente con luz artificial. También los brillos, contrastes, deslumbramiento o luminosidad excesivos pueden ser pe1judiciales para determinadas actividades. Son muchas las estrategias posibles para controlar las propiedades ópticas del cerramiento, tales como tratamientos superficiales del vidrio, o reflectores y filtros opacos o traslúcidos tanto en el interior como en el exterior, que per· mitan una iluminación difusa y modulada. En todo caso, los beneficios de la luz natural superan con mucho sus inconvenientes, y una adecuada planificación de su combinación con la artificial nos permitirá ahorrar ener· gía y conseguir que el usuario pueda participar y manipular el ambiente, las vistas del entorno y desde el 16
TECTONICA muro cor!lna
~~~···~~ .
..
El tratamiento superficial del vidrio es una buena estratt9ia para controlar las propiedades ópticas del cerramiento. Museo O en Nagano (K. Sejima y R. Nishitawa, 1999).
===== = = S::
TGda una serie de dispositivos y
= =
mecanismos st incorporan tn los
diseños de paneles de J. Prouvé para el control de la luz, la visión y la ventilación. Edificio en la plau Mourt. Paris (1954).
entorno. de día o de noche o a lo largo del año. Este será un claro exponente de la calidad de la obra.
Ventilación Como consecuencia de su asociación con la climatización mecánica, desde los primeros muros cortina predominó la tendencia a construirlos sin ele· mentos practicables. Los elementos practicables plantean problemas técnicos y formales de dificil solución: lograr elementos suspendidos de apenas un par de puntos, con juntas estancas al aire y al agua que sean móviles, exige perfiles más complejos, que necesariamente tien· den a aumentar de sección •·ompien· do la continuidad del emejado. Ade-
más. la ventilación natunll ocasional desequilibra el sistema de acondicionamiento y la solución inmediata es evitar el problema, por lo que una gran mayoría de los sistemas comerciales no incorporaron durante mucho tiempo elementos batientes. que evolucionaron de forma indepen· diente y se incorporaban al conjunto con grandes dificultades de integra· ción en la fachada. Desde la aparición de la carpintería de acero se estudiaron muchas soluciones bien interesantes al hueco practicable. especialmente aquellas menos intrusivas, como las correde· ras, de guillotina, pivotantes o bascu· !antes, y muchos arquitectos modernos patentaron ventanas de este tipo
Elementos practicables acoplados en los sistemas de muro cortina. Ventana practicable oscilobatiente, de perfil visto, acoplada a sistema clásico de muro cortina ron tap<tas (A). Ventana practicable deslizo-proyectante hacia el exterior. de perfil oculto desde el txterior, ron
acristalamiento pegado a marco con Un novtdoso sistema de ve_ntana_s
proyectantes se Incorpora en este
~dificio de oficinas
silicona estructural,
2003).
acoplada a sistema clásico de muro
de Esslingen (O. Reutter,
cortina c:on
tapetas (8). Ventana practicable deslizo-proyectante hacia el e;cterior. de perfil oculto desde el exterior, y desde el íntNior, con acristalamiento pegado a marco, acoplada a sistema de muro cortina con
silicona
estructural (C).
con escuadrías mínimas. Con las extrusiones de aluminio se difwHiieron perfiletías de secciones siempre crecientes, primando la estanqueidad o la ligereza sobre otros aspectos. En todo caso, rara vez se plantearon como componentes de un mw·o cortina integral. Hoy esta tendencia se está corrigiendo. y lograr ventilación natural controlada por el usuario parece un objetivo deseable. En consecuencia, los sistemas van incorporando batientes, generalmente proyectantes hacia el exterior, con perfiles compatibles y herrajes incorporados. incluso con perfilerías ocultas resueltas con silicona estructural. El funcionamiento adecuado de la climatización apunta
hacia sistemas más flexibles y regulables por el usuario, y en todo caso a un uso responsable del edificio. Siendo una de las pti ncipales razones de su aplicación, es en los sistemas de doble piel donde se consigue una mayor integración de la ventilación natural a la fachada, además de que el problema constructivo se simplifica al proteger la hoja externa a los batientes de la lluvia y presión del viento. Por otra parte, las soluciones de techo y suelo frío perntiten otros conceptos de climatización integral, donde sustituimos las instalaciones de aire climatizado por una simple instalación de ventilación, en los que las ventanas y el canal de la doble pared juegan un papel importante.
Derecha y arriba. La ventana se incorpora dentro de un sistema más complejo de
j ::i
climatización,
aprovechando las ventajas de la doble piel para conseguir una ventilación natural. Commmbank en frankfurt (N. Foster, 1977).
muro cortina TECTONICA
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El fuego y las fachadas ligeras. El peto Ignífugo
Fuego La seguridad contra el fuego tiene
una incidencia cada día más importante en el diseño de los edificios sea cual sea su uso, y es prioritario establecer desde el comienzo del proyecto una estr·ategia global de protección, en la que el cerramiento ocupa un papel determinante. Es frecuente que la adecuación a las normativas de protección lleguen a Los criterios de invalidar los diseños si no se han consi- seguridad frente al derado desde el comienzo. En los últi- fuego invalidan mos años son cada vez más restricti- muchos diseños vas, y tanto los ámbitos de aplicación modernos, algunos como el grado de protección han bellísimos, y sólo una aumentado, y los complejos sistemas y estrategia ade<:uada mate1iales que se deben emplear para puede llevarlos una con-ecta solución llegan a gobernar el diseño de la fachada. Un primer problema es la necesidad ~ de dividir el edificio en sectores de incendio independientes, para evitar la ; propagación del fuego en vertical y en hori.zontal, y la fachada juega aquí un papel importante, pues el fuego se desplaza especialmente donde encuentra aire fresco para la combustión. Casi todos los mate1iales ligeros típicos del muro cortina funden y rompen a temperaturas relativamente bajas -el aluminio se licúa a soo·.y a 400° ya no tiene capacidad portante. y el vichio a 150° se desmorona- y por tanto no son matel'iales adecuados para sectorizar. El problema se resuelve con un tramo de cerramiento diferenciado. el conocido "metro" de resistencia al fuego (RFJ, -la mitad que el necesario para el f01jado o cerramiento vertical interior-, con materiales adecuados los materiales que como placas de librosilicatos, aislant<!s habitualmente térmicos, chapas y perfiles de acero, integran el muro etc, siempre fijados al fmjado y no a la cortina funden a temperaturas retícula de aluminio. El otro punto crítico es la disconti- relativamente bajas. nuidad del foljado hasta el plano de la Es necesario incluir fachada, que debe tratarse con los mis- un tramo de mos mateliales de protección que el cerramiento paramento vertical. resistente al fuego: el Hay soluciones particulares de conocido "mello" fachada que se han ensayado en labo- cntrt pisos. ratorio y resuelto con éxito mediante la uti lización de rociadores que, en caso de incendio, rebajan la temperatura del plano del vidrio y de sus soportes y con ello retardan el avance de las llamas y también del humo. el otro gran problema.
i
!
18
TECTONICA muro cortina
adelante. La seguridad debe
ronsidtrarst romo un criterio fundamental en el discilo. Conturso Edifido
Bankunión en Madrid (A. de la Sota. 1970}.
Es muy import3nle asegurar la fijación a
La scctorización de inctndios. Protección RF en la zona de 1,00 metros en el
la estructura (B}, y no al cerramiento (O}, de los elementos que evitan la propagación del fuego por la fachada. El sellado entre el forjado y el
enctJentro forjado fachada.
muro cortina es un
punto crítico. Para
ello emplearemos matt!riales (amo lana
de roea (A) o paneles antifuego espe<:íficos (C).
Las vías de evacuación de las personas desde el intelior del edificio pueden plantearse en muchos casos como núcleos de comunicaciones exteriores al espacio habitable, mediante galerías, escaleras o rampas que tendrán que diseñarse como recintos protegidos. Si son ügeras, con paneles o ac!istalamientos resistentes al fuego, en la mayoría de casos requerirán ensayos en laboratmio. También se resuelven a través del cerramiento los accesos del personal de extinción y rescate al interior del edificio. Hay que considerar la influencia de los volúmenes y alturas pru·a este acceso, especialmente en Jos puntos más alejados de la calle y en los patios y fachadas posteriores. Normal-
mente serán necesarios uno o más accesos en cada nivel del edificio, y no sólo en planta baja, lo que requiere módu los practicables con perli lerfas vistas y señali?.ados, claramente diferenciados en su construcción al resto del ce1Tamiento. Aislamiento acústico
En el diseño de cerramientos ligeros el problema de diseño acústi.co dominante suele ser el aislamiento con el exteIÍOI', ya que su poco peso y la abundancia de juntas di6cultan lograr los niveles de aislamiento habituales con ce1Tamientos tracücionales. En todo caso, con los '~diios dimensionados para resistir las cargas de viento y los sellados estancos de juntas
Corl>fuegos acoplado al forjado. Canto del forjado y descuelgue mediante placas de fibrosilicatos. borra de lana de roca y soportes metálicos. Incluir un sistema de todadores -izquierda-. como en la torre Westhalen en ffankfurt (Sthneider + Schumacher, 1996), o contar con el rttranqueo del
edificio de la Diagonal, Barcelona (E. Gascón, 1998). son soluciones alternativas para sustitllir el peto
cttramiento
ignífugo.
Cortafuegos Integrado en el panel del muro cortina, mediante placas de fibrosilieatos. borra
Cortafuegos convencional de obra de fábrica sobre el forjado y panel exterior ventilado.
de lana de roca y soportes en la mecha del
mainel, fijados a forjado a través del anclaje.
-derecha- empleado en la fachada del
Un ejemplo clasico de peto ignífugo es el que incorpora tras el vidrio
~xteri or
la
ltver Houst de
S.O.M. en Nueva York, 1952.
se alcanzan valores medios de 30 dBa aceptables en la mayotía de los casos. Mejores prestaciones acústicas requieren vidrios especiales, reconsiderar la contribución de los elementos opacos, un minucioso análisis de las juntas, etc. No obstante, un incremento claro del aislamiento implica un diseño de otro tipo, por ejemplo una pared de doble hoja. en la que se produce un sensible incremento de la masa interpuesta y aparecen nuevos elementos de control como la cámara de aire. Un problema impottante es la independencia sonora entre plantas sucesi· vas cuando el cerramiento discun-e suspendido por delante del forjado. Este problema no es sólo acústico, pues se relaciona con la independencia a efectos
t.énuicos y de transmisión del fuego, etc. Establecer una barrera eficaz es dificil, no solo por la continuidad del cerTa· miento, sino porque en este punto sue· len además establecerse los anclajes. En muchos edificios clásicos el problema se obvia, liniltando la barrera a un cubrejuntas de escasa entidad. Una independencia r·eal, sin prolongar el fotjado hasta el exterior, requiere nor· malmente considerar el sellado entre el panel de antepecho y los difer-entes elementos que conforman el plano horizontal -fo¡jado, cielorTaso, suelo elevado, etc- así como el peto si existe. El problema debe analizarse simultáneamente con los demás aspectos que confluyen en este punto -instalaciones, cortafuegos, etc-.
Sección vertical y detalles constructivos de la lever House.
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·~ muro cortina TECTONICA
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Sistemas de Instalaciones Instalaciones y cerramiento son aspectos difícilmente separables, pues son los elementos principales de una estrategia global del edificio como intcrcambiador de energía: necesariamente la concepción de los sistemas do instalaciones es insepa•·able del disei\o del muro cortina desde sus comienzos. En gran parle de la arquitectura de muro cortina del siglo pasado el cerramiento planteaba pocos cruces con el diseño de instalaciones. En particular. en los tipos con distribución de instalaciones por núcleo central y doble techo, el conflicto casi se reduce a integrar en la fachada el creciente espesor del forjado. Pero cada vez planteamos una mayor asociación entre las instalaciones y el cerramiento, pues es en la piel donde se produce el salto térmico del edificio, y donde disponemos de un plano continuo que podemos emplear como distribuidor de canalizaciones. Un problema genérico es la integración de los emisores de calor o frío, normalmente emplazados junto al cerramiento en el peto o en dobles techos y suelos, con objeto de cortar el puente frlo allí donde se produce. La solución de peto es necesariamente un clásico, pues termina por justificar un peto ya solicitado por la protección al fuego, o por funcionalidad del espacio. Además el peto nos permite alojar las distribuciones horizontales de agua o aire que sirven a los fan-coils ó ventilconvectores. El caso contrario resulta cuando queremos minimizar la presencia del forjado buscando un acristalamiento completo, y son soluciones clásicas la reducción progresiva del canto del forjado o los fan-coils retrasados del plano de fachada. La idea de una mayor concentración de instalaciones en fachada requiere evidentemente una respuesta más drástica, y son muchos los edificios en los que aquéllas alcanzan un gran protagonismo. La distribución por fachada tanto de agua como de aire está ya presente en edificios de Mies o Pei, donde la red de conductos se integra en el enrejado o se independiza alcanzando una presencia equivalente a la de la jaula estructural. Edifi20
Tl:CTONICA muro cortina
Ya en los años 50 Oiza entiende la piel dd edificio como una envolvente ~nsible ligada a un sistema tttnico de control energético. (F. J. Sáenz de Oiza,
r
-=-L.
"Vidrio y Arquitectura", RNA 129·130. ~p-oct 1952).
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1
y-~ Una de las primeras soluciones a la distribución de las lnstalacíones por fachada. Aqui las
cios como el Centro Pompidou o la Lloyd's han llevado la idea al extremo de una auténtica fachada servidora. Así alcanzaríamos aquellos conceptos de fachada que persiguen una
Mantenimiento y limpieza El muro cortina es un artificio bastante complejo, y el problema de su conservación es importa nte. Determinadas soluciones requerirán un
coducciones de agua
integración tota l de los sistemas,
nivel de conservación o reposición
para los climatizadorts de los petos ~ alo¡an en los montantts adosados
sofisticadas pieles que sirven como captadoras y liberadoras de energía en las que el aire de la cámara y del sistema de climatización se mezclan e intercambian en verano o en invierno, de día o de noche. Los sistemas de muro cortina de doble piel toman aire del exterior, lo tratan entre pieles de la fachada y desde el canal se reenvía al falso techo o al suelo técnico: la fachada es un canal que funciona como un conducto en plenum con los difusores integrados.
mayor que otras, y en definitiva habrá que planearlo para ciertas exigencias de recambio de piezas, ajustes y reparaciones. La limpieza es un importante apartado del mantenimiento, pues siempre es necesaria cuando se emplea vidrio. No solo habrá que planear sistemas de limpieza, sino estudiar su ensuciamiento en función de la zona rural o urbana, cerca del mar o en climas secos, ya que de ello depende la pérdida de prestaciones fisico-ópticas.
a los pilarts y discurren horitontalmentt tras
los ventilconvectores. Edificios en la Commonwealth. Chicago (Mies van der Rohe, t957).