Cacomixte, año 2, número 6, octubre-enero, trimestre Otoño 2024, es una gaceta comunitaria trimestral publicada por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa, Vasco de Quiroga 4871, Alcaldía Cuajimalpa de Morelos, 05348, Ciudad de México; a través de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, el Laboratorio de las Ciudades en Transición, el Observatorio Territorial del Poniente y la Unidad de Impresiones Urgentes. Fue impresa en una duplicadora risográfica. Tiraje: 300 ejemplares.
La responsabilidad del contenido de las colaboraciones firmadas es de los autores y no necesariamente expresa la opinión de la institución.
OTP
Observatorio Territorial del Poniente
contacto: cacomixtle@cua.uam.mx
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Cacomixtle, Gaceta comunitaria
La Universidad de la Salud
una perspectiva integral e integrada observatorio
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La horticultura urbana y la producción de alimentos frescos en San Lorenzo Acopilco memoria y territorio
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Salud, alimentación y ciudades: Una relación compleja divulgación
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Recuperando el río Becerra
Una apuesta por el bien de todas y todos acción comunitaria
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Mirar Cuajimalpa, una pieza entre el documental y la ficción vinculación
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Tasting Tomorrow: Sabores del Futuro en México, proyecto experimental en la UAM-C miscelanéa
Cacomixtle, Gaceta comunitaria
La Gaceta Cacomixtle explora en este número 6 temas que se articulan con la salud en un sentido amplio. Para la sección “Observatorio” nos acercamos a la Universidad de la Salud (unisa) que se ubica en el pueblo de Santa Fe. Las personas responsables de este centro educativo explican que muchas de las enfermedades actuales están en proceso de mutación por el ambiente y los contextos socioeconómicos en que habitamos. La salud de una persona no puede ser entendida como un asunto ajeno a la familia y a las comunidades, pues las causas son múltiples: economía, medio ambiente, costumbres, proximidad o lejanía con los centros de educación o trabajo, entre muchas cosas más, por ello la Universidad y sus egresados tienen el propósito de ofrecer desde el primer contacto una atención integral, pero relacionada con su contexto. En nuestra sección “Acción Colectiva”, Leticia Edith Lagunas García y Javier Sánchez Ramírez colaboran con una crónica que narra lo sucedido en el 1.er Foro Vecinal “Recuperando el Río Becerra”, organizado en el mes de noviembre por la Universidad Iberoamericana junto a otras universidades y pobladores de este río. En esta nota, los autores expresan que, pese al valor ambiental del río, éste presenta un alto nivel de contaminación. En el foro se dan a conocer datos duros acerca de los altos niveles de contaminación del agua, los resultados del diagnóstico de plomo detectado en la sangre de mujeres que viven cerca, temas asociados a violencia en la zona, inseguridad y falta de educación ambiental. El foro tiene el objetivo de crear conciencia colectiva para emprender el saneamiento del lugar y reconvertir el río con la colaboración de academias, comunidades y gobiernos, pero desde una perspectiva ambiental y de bienestar integral.
Otra vertiente clave para temas de bienestar y salud se refiere a la alimentación. Este número incluye diversas notas sobre dicha
cuestión. En la sección de “Divulgación”, el doctor Salomón González, profesor del Departamento de Humanidades, aborda el problema de la seguridad alimentaria; explica que, en México, como en otros países, los planes urbanos han priorizado cuestiones como la vivienda, el transporte y la infraestructura, pero poco se ha considerado a la alimentación como tema central en el diseño urbano. A la pregunta: ¿las ciudades pueden aspirar a la soberanía alimentaria?, el doctor González contesta lo siguiente: “las ciudades tienen el potencial de implementar políticas públicas que fomenten el consumo responsable y la reducción del desperdicio de alimentos, contribuyendo así a una mayor resiliencia alimentaria”. Como muestra de algunas prácticas de producción local, tenemos los casos de la comunidad de San Lorenzo Acopilco, pueblo originario de Cuajimalpa, en donde algunos productores han realizado acciones para fomentar prácticas de producción y consumo local, familiar, sobre todo luego de la pandemia. La expansión de la mancha urbana en el poniente de la ciudad plantea la urgencia de ampliar la presencia de espacios de siembra en los pueblos de la zona, promover economías alternas, heredar saberes, preservar la biodiversidad e impulsar la soberanía alimentaria.
La dimensión comunicativa es transversal a las acciones que se impulsan. Diego Salgado Bautista, profesor de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa (uam-c), ha puesto en marcha un proyecto que lleva por nombre Mirar Cuajimalpa. Con un lenguaje híbrido, entre el documental y la ficción, el equipo de alumnas y alumnos involucrados otorga una mirada al territorio en la que se hace énfasis en los vínculos entre las comunidades y los espacios naturales, particularmente en las zonas de las barrancas.
La Universidad de la Salud una perspectiva integral e integrada
Con el propósito de cubrir el déficit de médicos y enfermeras que tiene el país en el primer nivel de atención se creó la Universidad de la Salud (unisa). Su propósito es formar médicos y enfermeras que sepan mirar al paciente y a su contexto familiar y comunitario. La unisa se creó el 13 de enero del 2020 como organismo desconcentrado de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (sectei). Hasta el día de hoy es la única universidad de su tipo en el país. A partir de enero inicia su nacionalización y con ello se contempla crear dos universidades más: una en Chiapas y otra en Tijuana.
En la unisa se desarrolla el enfoque de la Atención Primaria a la Salud (aps) con perspectiva individual, familiar y comunitaria. La aps, explica la maestra Elizabeth Nava Ortega, coordinadora de Enfermería Familiar y Comunitaria, nace en 1978 con el Organismo Mundial de la Salud (oms) y la unicef, quienes crearon el concepto. La aps es una asistencia esencial que se basa en métodos y tecnologías científicamente fundadas y socialmente aceptadas, la cual se dirige a los individuos, a la familia y a la comunidad. Este concepto es el equivalente a la atención primaria y comunitaria que se maneja en la Universidad. La unisa cuenta con dos planes de estudio, uno en enfermería y otro en medicina. En enfermería se imparte la Licenciatura en Enfermería Familiar y Comunitaria. En cuanto a la Licenciatura en Medicina, existe el médico general y también el comunitario.
Ambas licenciaturas incluyen procesos de atención a la salud en la triple perspectiva mencionada anteriormente: centrada en la persona, en la familia y la comunidad; a su vez atiende diversos aspectos como el psicológico, biológico y social. Por ello se dice que es una perspectiva integral de la persona y vinculada con los aspectos social y comunitario.
La maestra Elizabeth también precisa que es importante no confundir el concepto de Atención Primaria a la Salud con el de Asistencia Médica Primaria, en la Universidad es esencial preparar personal médico para atención primaria, que vaya más allá de la asistencia médica. En nuestro país, muchas de las enfermedades provienen de las condiciones sociales. Ver a una persona en-
◀ Imagen. Estudiantes de la Universidad de la Salud (UNISA).
◀ Imagen. La Universidad de la Salud fue inaugurada en 2020 en el pueblo de Santa Fe.
◀ Imagen. La UNISA tiene el propósito de formar médicos y enfermeras con enfoque integral y comunitario.
ferma es sobre todo verla en familia y en su entorno. Se incluyen los aspectos biológicos, psicológicos y sociales, entre otros.
Observatorio
Es por ello que el primer contacto que las personas establecen con el sistema de salud debe actuar como puente o enlace entre el propio sistema de salud y otros sistemas como el social, económico o educativo, explican las directivas de la Universidad. En México, como en muchos otros lados, la solución al problema sanitario no puede recaer en el propio sector, sino en la colaboración intersectorial y de la mano de la comunidad.
Muchas enfermedades están en proceso de mutación por el mismo ambiente y los contextos socioeconómicos. Para los egresados de la Universidad, atender a una persona con obesidad los deberá llevar a preguntarse sobre sus condiciones laborales y salariales, sobre la zona donde vive, su ambiente, sus costumbres, etcétera.
En ese sentido, la atención primaria integra un abanico de actividades relacionadas con la garantía y provisión de alimentos esenciales; con temas de salubridad del agua; con el saneamiento básico y la contaminación del medio ambiente. En ello radica la importancia del trabajo comunitario que, a su vez, cumple con el objetivo sustentable vinculado al bienestar de la población y las comunidades.
Otro de los déficits que busca compensar la unisa es la formación de personal médico sensible, pues se detectan problemas de tipo actitudinal entre doctores y enfermeras. Ha permeado el modelo biologicista y hospitalista, explican las doctoras, en detrimento de la perspectiva social y preventiva.
Para el ingreso del alumnado se ha priorizado el acceso a aquellas personas de bajos recursos o que no han tenido la oportunidad de entrar a otras instituciones, explica la doctora Martha Alicia Vargas Montoya, directora de Gestión Académica. Para el ingreso, las y los aspirantes deben hacer un curso a través del campus virtual, el cual contempla varios módulos, como el de biología, química, redacción de textos, investigación, entre otros.
La Universidad de la Salud ocupa lo que antes fue la Escuela de Materiales de Guerra, una institución aledaña a la Fábrica de Pólvora en Santa Fe.
En el pueblo de Santa Fe hoy día se ven muchos cambios en la cuestión urbana, cultural y comunitaria, ahora se incorpora el tema de la salud. Desde el área de vinculación se ha ido trabajando en la zona de las barrancas. Victoria Oñatez, encargada del área, nos dice: “somos como un rayito de esperanza, nos encontramos con que mucha gente quiere aprender temas de salud, este apoyo estaba haciendo falta aquí”.
La horticultura urbana y la producción de alimentos frescos en San Lorenzo Acopilco
Y si tiene huerta de ella, procura el plantar ó transponer los árboles de fruta, y cuando está bien sazonada cógela para hacer dineros de ella; vende cañas dulces, elotes y mazorcas verdes, [...] mameyes, ciruelas, guayabas, manzanillas de la tierra, cerezas de cualquier especie.
Bernardino de Sahagún
El nombre del pueblo San Lorenzo Acopilco proviene del náhuatl Atl: agua, Copilli: diadema o corona y Co: lugar; de ambas raíces surge el significado Lugar coronado de agua. Este poblado, ubicado en la alcaldía Cuajimalpa al poniente de la Ciudad de México, se encuentra a más de 3000 m.s.n.m., de ahí su clima frío y montañoso rodeado por bosques de pino y encino. Este ambiente y su vegetación han propiciado que históricamente en San Lorenzo Acopilco se lleven prácticas milenarias, como el cultivo del maíz y una amplia diversidad de árboles frutales. Sin embargo, con el paso del tiempo y la creciente urbanización, los cultivos tradicionales han dado paso a otras prácticas alimentarias como la horticultura y la producción y distribución de alimentos frescos y locales. Aunque esta actividad depende de factores clave que no siempre se enlazan de manera óptima para alcanzar sus beneficios.
▼ Imagen. San Lorenzo Acopilco, hortalizas de la familia Huerta, 2024.
En el pueblo de San Lorenzo Acopilco tuvimos la oportunidad de conversar con el señor Javier Huerta, quien nos explicó sobre el aumento demográfico en la zona poniente de la ciudad y, con ello, la disminución de terrenos aptos para continuar con huertas comunitarias que puedan dotar de alimentos frescos a sus habitantes. También, hizo hincapié en la importancia del espacio para sembrar, preparar la tierra, plantar y cultivar hortalizas, como zanahoria, betabel, acelga, brócoli, chícharo, huazontle y calabaza; cultivar habas, frijol, maíz blanco, rojo y azul. Alrededor del huerto que recorrimos, encontramos árboles de tejocote, durazno, chabacano, manzana y ciruelo.
Durante el recorrido abordamos problemáticas recurrentes entre los pueblos originarios del poniente que llevan a cabo cultivos locales, las cuales consisten en el desabasto de agua para solventar los procesos de siembra y plantación de alimentos, el desinterés o desinformación de la población. Por otra parte, también se habló de los beneficios de la horticultura como alternativa para incorporar alimentos orgánicos en la vida diaria y disminuir las enferemedades derivadas del uso de agroquímicos en los cultivos.
"Lamentablemente nosotros no tenemos grandes extensiones de terreno, pero al menos en los terrenos pequeños tratamos de tener diversidad. Todo esto que es hortaliza nosotros lo empezamos a cultivar por ahí de julio, cuando ya empezaron las lluvias y ya está la tierra húmeda, ya no vamos a tener problemas de que no germinen o se sequen. De noviembre a julio va a descansar la tierra pero la idea es continuar cultivando. Tenemos agua de lluvia y tinas que captan la lluvia y un sistema de riego que está por funcionar. [Mientras avanzamos entre las hortalizas, el señor Javier nos comentó sobre la imposibilidad de dedicarse al campo de tiempo completo]. Yo trabajo en Santa Fe en un corporativo, entonces hay gente que no me cree que yo me dedico a esto los fines de semana. Porque económicamente, este cultivo no da para solventar todos los gastos. La ganancia está en el placer de cuando uno cosecha lo que cultiva, el poder degustar, disfrutar con su familia, saber que está uno comiendo lo que uno mismo cultivó, que está libre de químicos, es la ganancia que yo veo."
El mismo día en San Lorenzo Acopilco visitamos a la señora Marciana y a su hija Susana Peñaloza, quienes cultivan en su terreno frambuesas desde hace más de veinte años. En ese entonces, el cultivo de frambuesa era para la señora Marciana una actividad que, aunada a su trabajo, sumaba a la economía diaria. Actualmente, la señora Marciana y su hija cultivan y transforman la frambuesa para elaborar distintos productos como mermelada, postres, paletas, bocadillos y mezcal. Por su esfuerzo, han recibido certificación para poder comercializarlos e invitaciones de distintos mercados locales en donde se venden productos elaborados y gestionados de manera autónoma.
◀ Imagen. Un día recolectando frambuesas.
▼ Imagen. La alegría de cosechar tus propios alimentos.
▼ Imagen. La naturaleza y nuestra hortaliza es generosa.
MemoriayTerritor
“Yo llevaba mis cajitas de frambuesa y se peleaban por ellas y les decía: deme 20 pesos, 30 pesos según el tamaño de la caja. Yo no sabía su precio y se peleaban por ella, al día siguiente dije: entonces es buena [...]¡Qué voy a hacer con tanta frambuesa! Esta semana recolecté doce kilos, la recolecto, la guardo, la pongo a congelar y el día que hacemos la mermelada, empiezo a sacarla. Mientras no hiele, no haya hielo, vamos a seguir cosechando.”
En el cultivo y producción local de frambuesa se encuentran dificultades similares a las que expuso el señor Javier Huerta en el inicio de nuestra visita a San Lorenzo Acopilco, respecto a la hortaliza. Ambos vecinos coinciden en que las implicaciones de producir sus propios alimentos, cuidarlos y disfrutar de los beneficios es desconocido para algunos pobladores que no llevan a cabo esta actividad. En suma, para los vecinos de San Lorenzo Acopilco, dar a conocer entre la comunidad la relevancia que tiene producir alimentos frescos para venta o autoconsumo es de vital importancia, así como fomentar la biodiversidad en su territorio y eventualmente generar ingresos que puedan habilitar una mejora en la economía local.
▲ Imagen. Una mañana soleada para cosechar en San Lorenzo Acopilco.
Salud, alimentación y ciudades: Una relación compleja
En la actualidad, la relación entre alimentación, salud y urbanismo se ha complejizado. Salomón González, profesor de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (uam-c), explica que, en nuestro mundo urbanizado, se vuelve cada vez más necesario repensar las ciudades como entornos que promuevan la salud, la sostenibilidad y el bienestar de sus habitantes.
El proyecto Ciudades Hambrientas y su impacto en la seguridad alimentaria
En entrevista para Cacomixtle, el doctor Salomón González aborda temas clave sobre alimentación, salud y estructura urbana. Retoma uno de los proyectos de investigación en el que participa, llamado Hungry Cities (Ciudades Hambrientas), una iniciativa internacional que nació en la Universidad de Waterloo, Canadá.
Este estudio reúne a siete ciudades de diferentes países, entre ellas México, con el propósito de analizar la seguridad alimentaria en contextos urbanos.
Tradicionalmente, los estudios sobre seguridad alimentaria se han centrado en las zonas rurales, donde se asume que los problemas de acceso y distribución de alimentos son más graves debido a rezagos en salud, educación y empleo, sin embargo, el proyecto Ciudades Hambrientas desafía esta perspectiva al evidenciar que las ciudades también enfrentan importantes retos relacionados con la inseguridad alimentaria. En México, al igual que en otros países, los
planes urbanos han priorizado cuestiones como la vivienda, el transporte y la infraestructura, pero rara vez se considera la alimentación como un tema central en el diseño urbano. A partir de esta brecha surge el concepto de Sistemas Urbanos Alimentarios, que hace referencia al ciclo completo de producción, distribución, consumo y gestión de alimentos en las ciudades. Esta perspectiva busca entender cómo las ciudades gestionan sus alimentos y se aborda la inseguridad alimentaria en estos contextos.
La revolución de los supermercados y su impacto en la dieta urbana
El doctor González aborda en la entrevista el impacto de los supermercados en la dieta urbana. Explica que el establecimiento de grandes cadenas de supermercados en México, especialmente a partir de los años 60 y acelerado con la firma del Tratado de Libre Comercio (tlc), ha transformado profundamente la manera en que los habitantes de las ciudades acceden y consumen alimentos. Las cadenas internacionales de su-
permercados han cambiado la estructura de distribución de alimentos, pues priorizan productos industriales y procesados que afectan negativamente la salud pública. Este cambio en la distribución de alimentos es una revolución silenciosa que ha sido asociada con el aumento de enfermedades como la obesidad. En este sentido, muchas investigadoras e investigadores en salud consideran que el predominio de estos modelos de distribución, impulsados por grandes corporaciones multinacionales, ha influido considerablemente en los patrones alimentarios de la población urbana.
Alimentación callejera y el cambio en los hábitos culinarios urbanos
En contraposición a los supermercados, el doctor González aborda otro fenómeno interesante: la venta informal de alimentos en la calle. En ciudades como la Ciudad de México, los vendedores ambulantes ofrecen una amplia variedad de alimentos, lo que refleja un cambio en las prácticas alimentarias de los habitantes urbanos. A medida que las grandes urbes se expanden, las personas adoptan nuevos modos de vida que incluyen comer fuera de casa, muchas veces en el
▲ Imagen. Entrevista con Salomón González, “Mercado”, Omar Ramírez, 2019.
espacio público y en horarios irregulares. Las grandes ciudades han transformado nuestra forma de comer; antes, las comidas eran eventos familiares que se realizaban en el hogar; ahora, las personas suelen comer de manera individual o con grupos ajenos a su familia. Este cambio, impulsado por la vida metropolitana, también ha reconfigurado las costumbres alimentarias y ha dado lugar a una nueva oferta de alimentos en la vía pública, muchas veces más accesible, pero no necesariamente más saludable.
Soberanía alimentaria en las ciudades: posibilidades y límites
Una de las preguntas clave en la entrevista fue si las ciudades pueden aspirar a la soberanía alimentaria, es decir, si tendrán la capacidad de producir y gestionar sus propios alimentos de manera autónoma. El doctor González es cauteloso al respecto. Si bien existen movimientos a favor de la agricultura urbana y la producción local de alimentos en espacios urbanos, el investigador señala que hay límites en cuanto a la viabilidad de estas iniciativas debido a la falta de espacio y a las características particulares de la vida urbana. A pesar de ello, reconoce que la ciudad puede desempeñar un papel importante en la promoción de una alimentación más sostenible y saludable. Las ciudades tienen el potencial de implementar políticas públicas que fomenten el consumo responsable y la reducción del desperdicio de alimentos,
contribuyendo así a una mayor resiliencia alimentaria.
La relación entre la ciudad, la alimentación y la salud se contextualiza en un proceso histórico de urbanización. En los últimos siglos, la urbanización ha impulsado cambios en los patrones demográficos y epidemiológicos. Las ciudades han sido testigos de la transición de enfermedades infecciosas a enfermedades crónicas, en gran parte debido a la transformación de los hábitos alimentarios y el sedentarismo asociado con la vida urbana. Esta transición alimentaria, junto con la transición energética y epidemiológica, permite comprender cómo las ciudades han evolucionado no solo en su metabolismo físico, sino también en sus impactos sociales y de salud.
La Licenciatura en Socioterritoriales: un enfoque integral
El doctor Salomón González, por último, destaca el enfoque interdisciplinario de la Licenciatura en Socioterritoriales de la uam-c, de la cual es profesor-investigador titular. La licenciatura, explica, a diferencia de otras disciplinas urbanísticas, no se limita a estudiar aspectos técnicos del urbanismo, como la vivienda o el transporte, sino que aborda de manera integral las problemáticas sociales, culturales, económicas y políticas del territorio. Esta visión es crucial para abordar los retos contemporáneos de las ciudades, incluidos los relacionados con la alimentación y la salud.
Recuperando el río Becerra
Una apuesta
por el bien de todas y todos
colaboración de leticia edith lagunas garcía y javier sánchez ramírez
El 14 y 15 de noviembre del 2024 se llevó a cabo el 1.er Foro Vecinal “Recuperando el Río Becerra” en las instalaciones del Centro Interactivo Liberación Proletaria, en la colonia del mismo nombre. Este foro tuvo varios objetivos, en primera instancia, crear un espacio de encuentro, socialización y comunicación para generar sinergias entre los grupos de vecinas, vecinos e instituciones que trabajamos a lo largo de los 3.5 kilómetros de largo del río Becerra; desarrollar propuestas conjuntas entre los habitantes y para el bien común de las comunidades aledañas y potenciar las acciones y la coordinación entre los grupos que trabajan en la ribera.
Aunque el río Becerra es un espacio que tiene carácter de barranca con valor ambiental, donde aún se pueden encontrar lechuzas, cacomixtles, colibríes, abejas y garzas, predomina su alto nivel de contaminación.
La propuesta del Foro Vecinal surgió en un Cine Debate en la colonia La Mexicana, en Álvaro Obregón, ahí las y los participantes hablaron de problemas y proyectos ambientales, por lo que se dieron cuenta de que había más vecinos y grupos trabajando en la zona sin conocerse entre ellos.
Fue así como el Centro Ibero Meneses (cim) adoptó la iniciativa para divulgar y convocar a todos los proyectos e iniciativas en torno al río Becerra. Al Foro Vecinal acudieron, entre otros, el maestro Miguel Ángel González López, del Laboratorio de Hidráulica de la Universidad Iberoamericana, quien desarrolló análisis sobre la calidad del agua en el río; el maestro Nahum Elías Orocio Alcántara, del Programa Universitario para la Sustentabilidad de la Universidad Iberoamericana, quien ha impulsado talleres de educación ambiental en el Jardín de Niños “Dani Huini”; Sofia Márquez Almanza, vecina que participó con un proyecto de clínica en la colonia El Árbol; Zuyin Salazar, de CamBIO Colectivo, que ha promovido proyectos de reforestación; Leticia Edith Lagunas García, Gabriela Arévalo y Javier Sánchez Ramírez, de las áreas de Vinculación y Salud y Bienestar del Centro Ibero Meneses, que trabajaron en un diagnóstico socioambiental del río; la maestra Maribel González Linares, también del Centro Ibero Meneses, habló del diagnóstico de violencias en Santa Fe, coordinado por la doctora Elisangela Escobar Arandia y el doctor Adrián Jiménez
▲ Imagen. Foro vecinal organizado por el Centro Ibero Meneses.
▲ Imagen. Los participantes hablaron de los resultados de investigaciones realizadas en la barranca Becerra.
AcciónComunita
Sandoval, del Laboratorio de Seguridad Ciudadana. Vecinos de La Mexicana, del grupo Tequio, hablaron del proyecto de humedales como alternativa de limpieza del río Becerra.
Sobre algunos de los datos generados y presentados por los investigadores en el foro están los resultados de las muestras de agua que revelaron la presencia de altas concentraciones de contaminantes orgánicos e inorgánicos, lo que compromete la capacidad de albergar vida acuática en el río y afecta la calidad del agua para usos posteriores. Se expusieron los problemas relativos a la infraestructura hidráulica, sobre todo durante los periodos de lluvia intensa, cuando crece el caudal y se generan riesgos por inundaciones y daños en las áreas aledañas.
Se expusieron resultados sobre hábitos de limpieza y salud en la zona. Por ejemplo, un registro indica que cada persona desecha diariamente 1.20 contaminantes en el desagüe, de los cuales, 50% son jabones y 10% son aceites de cocina.
Con relación al diagnóstico de salud, de los 158 participantes a la misma, 20.88% y 30.37% presentan prevalencia de plomo alto en la sangre. Por otra parte, entre los vecinos de la zona, se registró un elevado consumo de alcohol (68%) y tabaco (37%). El 63.5% de la población encuestada presentó sobrepeso y obesidad, así como consumos excesivos de sodio (98%), de grasas saturadas (93%) y una elevada prevalencia de inactividad física (65.2%). El deterioro en la salud personal los convierte en población más vulnerable frente a la degradación ambiental.
Por ello, en el foro se abrió la posibilidad de crear un vínculo social que permita construir un espacio digno, transformar, apropiar y resignificar el espacio de las barrancas, antes usadas como lugares “de vicio”, trasiego de drogas, delincuencia y tiraderos de basura.
Agradecemos al equipo operativo de las áreas de Salud y Bienestar y Vinculación, así como el apoyo de las alumnas de prácticas de la carrera de Sustentabilidad uia y de la Coordinación General del cim, quienes trabajaron arduamente para organizar la logística, la convocatoria, la recepción del público y ponentes. Quizá los efectos del evento no se verán pronto, pero es un primer paso hacia la organización en pos de la recuperación de estos espacios de vida y esperanza.
▲ Imagen. Presentación del diagnóstico social.
▲ Imagen. El foro abrió la posibilidad de crear un vínculo institucional para la construcción de un espacio saludable.
Mirar Cuajimalpa, una pieza entre el documental y la ficción
En un esfuerzo por visibilizar las problemáticas ambientales y sociales de Cuajimalpa, el maestro Diego Salgado, en colaboración con tres profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana (uam), impulsan el proyecto Mirar Cuajimalpa. Con un lenguaje híbrido, entre el documental y la ficción, el equipo ofrece una mirada sobre el territorio, haciendo énfasis en el medio ambiente: los vínculos entre las comunidades y los espacios naturales, particularmente en las zonas de barrancas.
¿Qué es Mirar Cuajimalpa?
El proyecto, que aún se encuentra en fase de planeación tras cerrar una primera parte, nace de una colaboración con la alcaldía de Cuajimalpa. La iniciativa se desarrolló dentro de una Unidad Educativa de Aprendizaje (uea) llamada Proyectos Profesionales en Comunicación. El equipo de trabajo, conformado por estudiantes de la uam, propuso registrar las problemáticas de la región a través de una pieza híbrida que combinara el estilo documental con la ficción. “El objetivo fue acercarnos a los problemas locales, como la contaminación, la invasión de predios y la falta de regulación, pero también destacar los espacios naturales que permanecen como auténticos santuarios de fauna”, señaló el profesor de la uea. La propuesta de renombrar las barrancas como santuarios surge con la intención de revalorar estos espacios, no como áreas de desecho, sino como territorios sagrados que albergan flora y fauna diversa.
Metodología y proceso creativo
Para detectar las problemáticas del territorio, el equipo utilizó un enfoque participativo, de ahí la importancia de contar con estudiantes que conocieran la región, pues su experiencia les permitió identificar de manera más precisa los conflictos locales, como la invasión inmobiliaria o la gestión del agua. Junto con el apoyo de la alcaldía, se realizaron recorridos por las barrancas y otras áreas del territorio para mapear los puntos de intervención.
“La idea era no solo documentar los problemas, sino también generar una narrativa que hablara desde dentro, con la gente de los pueblos, con sus historias, con sus mitos. Es una forma de hacer que el público se identifique con los problemas, sin ser ajeno a ellos”.
Vinculación
El proyecto, por su naturaleza híbrida, busca conectar con la audiencia mediante el uso de distintos lenguajes, para hacer más atractiva la discusión sobre el medio ambiente y las problemáticas sociales que enfrenta la comunidad. De esta forma, se incorporan elementos de la tradición local, como el mito de La Llorona, para construir una relación entre el pasado, el presente y el futuro de las barrancas.
Imágenes. Mirar Cuajimalpa, Proyectos Profesionales en Comunicación, 2024.
Tasting Tomorrow: Sabores del Futuro en México, proyecto
experimental en la UAM-C
La Cátedra unesco en Estudios del Futuro de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (uam-c) lleva por nombre “Anticipando los futuros de la vida urbana en el sur global” y se organiza en torno a experimentos de alfabetización y anticipación de futuros en la universidad y más allá de ésta. Uno de los temas centrales es el futuro de los sistemas alimentarios urbanos en la Ciudad de México. En colaboración con el Laboratorio de Ciudades en Transición (LabCit), se han establecido laboratorios de acción basados en la iniciativa original de Jonathon Keats y la plataforma en línea Tasting Tomorrow (www.tastingtomorrow.org). Esta plataforma permite a los usuarios seleccionar ubicaciones específicas y la producción de alimentos como análogos climáticos dentro de un futuro proyectado en 50 años. El objetivo de este proyecto, que inició a mediados de 2023, es construir capacidades y conocimientos compartidos que guíen los procesos de transición en los sistemas alimentarios locales, en particular en la universidad y su entorno. El medio para lograrlo es a partir de la experimentación culinaria con ingredientes alternativos de sitios análogos climáticos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
El proyecto Tasting Tomorrow en la uam surgió de la colaboración con Jonathon Keats, filósofo experimental que ideó la plataforma www.tastingtomorrow.com como una manera específica de anticipación aplicada (Poli, 2019) y alfabetización sobre el futuro. Keats utiliza imágenes del futuro y desarrolla prácticas comunitarias relacionadas con el presente, a su vez, se ocupa de las relaciones entrelazadas entre los futuros alimentarios globales con los locales y bajo un contexto del cambio climático.
La iniciativa Tasting Tomorrow en la uam Cuajimalpa ejemplifica el potencial de los entornos universitarios como incubadoras para estas transiciones alimentarias sostenibles. La propuesta ha integrado metodologías participativas y estudios del futuro. Gracias a este proyecto se ha cultivado una comprensión más profunda de los desafíos y oportunidades inherentes a la transformación de los sistemas alimentarios institucionales.
El proyecto cobra mayor relevancia en la actualidad, porque prevalecen narrativas del futuro negativas (“distópicas”) que predicen un colapso de la economía y de los sistemas alimentarios a mediano plazo si no se realizan ajustes importantes en las formas de producción y consumo de alimentos. Desde la perspectiva
▲ Imágenes. El proyecto Tasting Tomorrow en la uam Cuajimalpa ejemplifica el potencial que existe en los entornos universitarios para hacer frente a las transiciones alimentarias.
de los estudios del futuro, se propone una revisión crítica de estas narrativas para conocer mejor el papel que juegan las imágenes del futuro en nuestra toma de decisiones, y para impulsar la imaginación de futuros diferentes. Buscamos crear capacidades creativas en los individuos y las organizaciones para imaginar futuros positivos basados en conocimientos y normas culturales existentes. Tasting Tomorrow utiliza la creatividad del presente para preservar los sabores y saberes del pasado y prepararse para un futuro adaptado al cambio climático.
El tema de la alimentación está vinculado a los sistemas globales y locales de producción y consumo. El proyecto Tasting Tomorrow y su implementación a nivel universitario ha pretendido desplegar estos aspectos globales y locales de la dinámica del sistema alimentario urbano de la Ciudad de México. La preparación de platillos en los que se sensibiliza la discusión de cómo afectará el cambio
climático a la alimentación se hace a través de la comida preparada, ya que uno de los mayores retos es entender la disposición y preparación para adaptarse al cambio climático, en el sentido de lo que significa la traducción de los análogos climáticos al público. Este procedimiento se facilita mediante la preparación y el consumo de alimentos.
Los resultados preliminares destacan la voluntad de la comunidad universitaria de aceptar el cambio, así como los obstáculos operativos y culturales que deben superarse. El éxito de los talleres y las actividades colaborativas subraya la importancia de fomentar la participación en todos los niveles del sistema alimentario, desde los responsables de las políticas hasta los comensales.
Poli, R. (2019). Introducing Anticipation. En Handbook of Anticipation. Springer International, Suiza, pp. 3-16. https://doi.org/10.1007/978-3-319-91554-8
