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Una mirada a la comunidad San Lorenzo Acopilco
En el códice Quauhximalpan, San Lorenzo Acopilco aparece como uno de los barrios más antiguos de San Pedro Cuajimalpa. Este poblado se sitúa en el extremo poniente de la Ciudad de México y tiene colindancia con el Estado de México, se dice que sus primeros habitantes fueron nahuas y otomíes.
Para el historiador Otoniel Contreras Esquivel, el nombre de Acopilco tiene dos interpretaciones, una de ellas quiere decir: “Lugar de las aguas de copil” y la segunda se refiere a su sentido geográfico y su origen prehispánico: alt, agua; copilli; diadema o corona, y co, lugar. Por lo que significaría “Lugar coronado de agua”.
En la época independentista, cuando Miguel Hidalgo llegó a Cuajimalpa y en el Monte de las Cruces libró la batalla contra el gobierno realista, Acopilco sirvió de asiento para los insurgentes. También fue un lugar al que llegaron los zapatistas en la época revolucionaria nacional. Actualmente, la comunidad agraria presenta conflictos territoriales con el pueblo vecino de San Pedro Atlapulco, que le disputa 36 hectáreas de la dotación de tierras inicial de 1 608 hectáreas.
A partir de los años noventa, San Lorenzo Acopilco ha expandido su crecimiento devorando parte importante de zonas comunales y bosques. Con todo y poseer los terrenos más aptos para el desarrollo de la agricultura, la baja producción fue provocando que desde los años setenta los comuneros vendieran tierras de forma irregular y permitieran la construcción de viviendas. Según el Programa de Desarrollo Urbano de la Alcaldía, las colonias que han ido creciendo de manera irregular son: Tres Cruces, Mina Vieja, La Reposadera, Altiburritos, Moneruco, Chancocóyotl, Teopazulco en propiedad privada y Camino a Oyamel, Ampliación
Cruz Blanca, La Plantación, Llano Conejo, Los Pantanos y el Vacilón en terrenos de propiedad comunal (PDDU: 1997), a ellas podemos sumar Puerto las Cruces —que colinda con la Marquesa—, La Pila, Maromas, San Judas y Primero de Mayo.
San Lorenzo carece de títulos de su propiedad comunal, por lo que se encuentra en un estado de indefensión jurídica y expuesta a irregularidades que desatan problemáticas internas, entre ellas: el crecimiento demográfico y la expansión urbana, la venta ilegal de terrenos comunales, la apropiación de manantiales, el derribo de árboles para la construcción de viviendas precarias y de carácter residencial y el relleno de ríos, barrancas y cañadas con desechos de otras colonias. Los tiraderos de escombros funcionan para expandir la urbanización.
No obstante, la importancia y vocación medioambiental de sitio sigue siendo crucial, San Lorenzo forma parte del Suelo de Conservación de la Ciudad de México. Colinda con dos parques nacionales: el Parque Desierto de los Leones y el denominado Miguel Hidalgo, los cuales podrían estar en riesgo de invasión o incendios como el que ocurrió hace 20 años, cuando se perdieron decenas de hectáreas naturales y propició la aparición de plagas que enfermaron y envejecieron al bosque.
A los valores naturales de San Lorenzo Acopilco, se añaden los valores comunitarios que han permitido la permanencia y cuidado de su cultura y tradiciones, su identidad bien arraigada le permite enfrentar situaciones de tensión y conflic- to. Entre sus autoridades tradicionales se encuentran: el comisariado de bienes comunales, quien debe regular el uso y aprovechamiento de los bienes comunales, así como hacer valer el estatuto comunal que regula dichas prácticas; para que esto suceda y el estatuto sea formal, el núcleo agrario debe estar integrado. Luego están los fiscales, que son una figura social que reúne a los habitantes de la comunidad en torno a las iglesias y parroquias para hacer comunidad, organiza fiestas y celebraciones de carácter religioso propias del pueblo originario y también atemperan la tendencia individualista y poco gregaria de la nueva población. Y por último, la Organización de la Población Comunera, la cual se reúne para la construcción de infraestructura de líneas de almacenamiento y conducción de una línea de agua potable que surte a una parte de la población. Para llevar a cabo la operación hidráulica, la comunidad despliega un trabajo o "faena", en el que se reúne a la población para este y otros trabajos, como limpieza y cuidado del panteón o cementerio de la misma comunidad.
Para la comunidad de San Lorenzo es importante establecer relación y acompañamiento con grupos de académicos y ciudadanos comprometidos con el cuidado de la naturaleza, los pobladores expresan la necesidad de adquirir capacitaciones y asesorarías para el mejor uso de los bienes culturales y los recursos naturales de su comunidad, fundamentales también para todos los que habitamos la ciudad.
◀ Imagen 5: Los asentamientos irregulares siguen apareciendo en el Suelo de Conservación.
◀ Imagen 6: Recursos Naturales de San Lorenzo Acopilco.