La ubicación lo es todo; el contexto y el contenido son, a fin de cuentas, la diferencia más palpable entre las pintadas en la puerta de un lavabo y […] el Puente de Brooklyn.
ÍNDICE.
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................... 7 PUNTO DE PARTIDA .............................................................................................................................. 21 PREPARANDO EL TERRENO .................................................................................................................. 27 PRUEBAS ................................................................................................................................................ 39 DEFINIR LA ACCIÓN ............................................................................................................................. 43 CONCLUSIONES ................................................................................................................................... 55 BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................................... 57
1. INTRODUCCIÓN Amazonas se presenta como un proyecto de street art que se llevará a cabo mediante la técnica del paste up (intervenir el espacio mediante imágenes en papel) en la ciudad de Granada. Las imágenes serán fotografías realizadas previamente, impresas en escala de grises a fin de que contrasten con el texto que las acompañará. Las imágenes tendrán como protagonista al cuerpo femenino, en especial aquelllas partes que tengan que ver con las zonas erógenas, las cuales se asocian a los tabúes del desnudo y a la sexualidad. La intencionalidad de estas piezas es poner en la mirilla al patriarcado y a todas las pautas establecidas por el mismo alrededor de qué y cómo tiene que ser una mujer, al canon de belleza establecido y al 'uso' de la mujer como un objeto de deseo. Se trabajarán con especial atención todos los elementos que construyan a la imagen más allá de ella misma, a saber: el espacio donde se ubicará, el público al que va dirigido, la efectividad del mensaje... Para ello las imágenes se instalarán en espacios públicos de mucho flujo, tales como las calles principales de la ciudad de Granada, en especial las que estén orientadas al ámbito más comercial y de venta de dichas imágenes de cómo debemos ser las mujeres.
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Éstas serán instaladas cuando haya finalizado o casi finalizado el periodo de lluvias y mal tiempo, dado que el paste up es una técnica que se trabaja mucho mejor sobre superficies secas , evitando que los carteles se caigan tan rápido como podrían caerse si llueve con frecuencia. ... Nos encontramos en la sociedad occidental del siglo XXI, la cual está completamente sumergida dentro de la era posmodernista que, desde los ‘80, se abre paso acuchillando la ética, caracterizándose principalmente por un uso exacerbado de la idea de personalización, el ocaso de lo colectivo en pos del individualismo (la era de Narciso, del ‘yo’). Un velo de igualdad nos cubre a todos los ojos, impidiéndonos ver cual es la verdadera realidad que se oculta tras tanta fantasía animada, tras tanta supuesta preocupación por las necesidades de los ciudadanos. Y es que la opresión, que sigue teniendo una base semejante a la que ha tenido siempre, ha sido aliñada con fuertes dosis de un supuesto aumento de la libertad. No se ha eliminado, sino que ahora actúa con otra identidad, la del consumo en base a toda una serie de nuevas necesidades. Si el poder parece menos autoritario, será más fácil adaptarse a él, hacerle caso. Así es más sencillo marcar las directrices de qué hacer y qué no hacer, por dónde caminamos seguros y normales, y cuándo nos volvemos anormales, y por qué. A pesar de que por un motivo u otro la normalización de nuestros roles preestablecidos y la asimilación de los mismos nos haga creer que las cosas van mucho mejor de lo que iban hace algunas décadas, la jerarquización y la institucionalización patriarcal de los modos de operar sigue vigente hoy en día, aunque actúe encubiertamente. Dichos modos son marcados por la ‘norma’, que establece los cánones de acción que debemos seguir, genera papeles concretos con los que la gente debe sentirse identificada. Además, bajo una
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sutil capa de disimulo y una buena dosis de teatralidad, patriarcado1, religión y ciencia siguen estableciendo caminos que nos demuestran que aún, hoy en día la masculinidad sigue siendo la que marca la dirección ‘correcta’2. De entre todas las formas de jerarquización, la más básica es la diferencia entre hombres y mujeres: la sociedad sigue dictaminando mediante una práctica heteronormativa3 que determina unos papeles claros dentro de la misma, donde la dualidad persiste aún hoy en día, y todo lo que salga de ella es considerado como práctica anómala. 1El patriarcado puede definirse como un sistema de relaciones sociales sexo–politicas basadas en diferentes instituciones públicas y privadas y en la solidaridad interclases e intragénero instaurado por los varones, quienes como grupo social y en forma individual y colectiva, oprimen a las mujeres también en forma individual y colectiva y se apropian de su fuerza productiva y reproductiva, de sus cuerpos y sus productos, ya sea con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia.” Marta Fontenla. “Patriarcado” en GAMBA, Susana (Coord.) Diccionario de estudios de género y feminismos, Biblos, Buenos Aires, 2008 . Pp 256-58. 2En términos de igualdad. 3Régimen social, político y económico que impone el patriarcado y las prácticas sexuales heterosexuales mediante diversos mecanismos médicos, artísticos, educativos, religiosos, jurídicos, etc. y mediante diversas instituciones que presentan la heterosexualidad como necesaria para el funcionamiento de la sociedad y cómo el único modelo válido de relación sexoafectiva y de parentesco. El régimen se retroalimenta con mecanismos sociales como la marginalización o persecución. Tiene como base un sistema dicotómico y jerarquizado. Esto incluye la idea de que todos los seres humanos recaen en dos categorías distintas y complementarias: varón y mujer; que las relaciones sexuales y maritales son normales solamente entre personas de sexos diferentes; y que cada sexo tiene ciertos papeles naturales en la vida. Así, el sexo físico, la identidad de género y el papel social del género deberían encuadrar a cualquier persona dentro de normas íntegramente masculinas o femeninas. En consecuencia, la heterosexualidad es considerada como la única orientación sexual normal. Wikipedia, consultado 3.12.12
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Desde la última revolución industrial y con el rápido desarrollo de la tecnología, los valores humanos cada vez van más en declive. La era posmoderna ser caracteriza por plantear una sociedad con una organización uniforme y dirigista en la que todo vale, en la que se han perdido los valores a favor de la ‘afirmación de la identidad personal’. ‘La personalización nos hace libres’. Eso es lo que nos ha dado a entender este mundo actual, en el que todo vale, en el que la seducción es la relación social dominante y trae con ella un irrefrenable poder de engaño. Nos encontramos en un mundo guiado por el consumo, consumimos de todo: imágenes, productos y servicios. La variedad cada vez mayor de éstos hace que la personalización aumente, y con ello aumente lo privado en contra de lo social. La seducción se ha convertido en la ‘destrucción cool’ de lo social. Todo, hoy en día, intenta comunicar sin resistencia, de un modo cercano, produciéndose poco a poco una esterilización silenciosa del espacio público mediante la persuasión. Como principal consecuencia nos encontramos ante una ruptura de la cohesión social a favor del individuo, que hace a éste cada vez más independiente del resto para sumergirse más y más en sí mismo y en sus pseudonecesidades vacías y carentes de sentido, convirtiendo al hombre en un ser apático y alienado, sin deseos reales. Esta ruptura es mala, pero peor aún es la no existencia de una estructura horizontal de organización del orden urbano. Entre todo lo que hace que existan jerarquizaciones, la diferencia que ha solido apuntar siempre con más fuerza es la existente entre hombres y mujeres. Sociedad patriarcal, falocrática, que sumada a una progresión constante del individualismo nos hace encontrarnos en una situación de indiferencia pura ante los problemas que ésto acarrea. Vivimos en un mundo de hombres, hecho por y para hombres, en el que la mujer ya no se autoevalúa como tal, sino como objeto estético, y gracias a la sobredosis diaria de información y publici-
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dad desatada por los mass media tiene asumidas todas las convenciones que se le han impuesto. La indiferencia global ante nuestra condición asumida surge por esa saturación, bombardeo constante de imágenes que nos quieren demostrar qué canon debemos adoptar, cómo nos debemos transformar para poder querernos bien, para tener una vida única y personalizada, para ser esa mujer independiente que nos pintan en todas partes, pero que es un auténtico holograma de la realidad. La mujer de hoy no es independiente, es individualista pero no independiente, lo cual es un problema en medida que dejamos de ser conscientes del ataque diario que sufrimos y eliminamos la posibilidad de cooperación por el cambio en favor al culto del ‘yo’, un ‘yo’ alienado y cada vez más artificial, movido por deseos ajenos y artificiales, que nos hace generar una personalización despersonalizada, vacía, carente de contenido. Hemos dejado apartadas del camino las cuestiones importantes, permitiendo que el falocentrismo nos guiara hacia el vacío y lo innecesario. El individualismo contemporáneo es apático e intrascendente, y su contenido es nulo o dañino. Un yo indiferente, zombi, obsesionado consigo mismo, pero con una fuerte dependencia en ‘los Otros’; nos encontramos ante el qué dirán, la absoluta necesidad de ser aceptado por el resto. El cuerpo se ha convertido en el auténtico objeto de culto, pero el machismo imperante, con su poderío y sus necesidades de reafirmarse, ha establecido un modelo con el que bombardea miles de cabezas desde que nacen, moldeándolas a sus necesidades, consiguiendo que las mujeres las interioricen y las hagan suyas. El cuerpo genera una especie de angustia existencial contra la que el hombre lleva tratando de luchar años y años: ‘el miedo eterno a envejecer y morir es constitutivo del narcisismo’(C. Lasch). El monstruo Narciso ha generado una banal necesidad de ser valorado por la edad y la belleza, lo cual hace mucha más mella sobre la mujer y su pútrido cúmulo de falsos y falocráticos valores. Es
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cierto que en cierta medida la mujer se mantendrá ‘bella’ por verse bien a sí misma, pero este ideal de belleza fue marcado por el hombre y nosotras lo hemos asumido de modo que lo hemos hecho nuestro, dado que si la sociedad no fuese patriarcal nos entenderíamos, muy posiblemente, de otra forma. De hecho entre nosotras nos miramos con ojos de hombre, nos analizamos entre nosotras como un hombre haría, básicamente por nuestro físico. En gran medida estamos absorbidas por lo que el hombre pretende que seamos, sus objetos fetiche. Tenemos que ser agradables a su vista y ser bien juzgadas si queremos mantener elevada nuestra autoestima. Además, la educación mantiene esos roles influida por una cultura marcadamente machista mientras nosotras asumimos que no debíamos estar gorditas si queríamos gustarle a los hombres. Cuando eres pequeña y te salen los primeros pelos (piernas, axilas, vagina...), estás más que ansiosa por sentirte mayor, coger una cuchilla y eliminarlos de donde fuera, para recobrar la suavidad del culito bebé. Las piernas y la zona púbica quizás menos pero, ¿qué hay de las axilas o el entrecejo? ¿Y cómo sienta que un chico te diga ‘tienes bigote’? De este modo y sin darnos cuenta, poco a poco y desde pequeñas nos volvemos esclavas de sus gustos, que nuestras madres también apoyaron, y empezamos a vernos entre nosotras con ojos de hombre. No hace falta tener más de doce años para haberte convertido ya en un objeto. Analizo a las demás chicas pensando si son más o menos guapas que yo mientras intento gustar a los chicos. ¿Y yo? ¿Qué es de mi y mis metas? Como se me vaya de las manos acabaré como ésas que salen en la tele, hiper operadas, con más botox que neuronas. Diosas de la nada, de lo irreverente, objetos en pantalla que no son otra cosa que reclamos de audiencia para un público masculino que se regodea fantaseando con esos cuerpos irreales. Guapas y mudas o peor, estúpidas. Chicas que están ahí solo por su físico, haciéndose las tontitas frente al público. Chicas que lucharán contra la vejez y las arrugas y se acabarán convirtiendo en abuelas inexpresivas que visten máscaras de bótox. Se avergüenzan de sí
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mismas y de sus vivencias, de sus rostros y sus expresiones, que tapan con cirujía. Así es como quieren vernos, pero yo no quiero éso. No quiero sobrevivir a su manera, quiero que se me valore por lo que soy y no por lo que tengo, por lo que puedo aportar. No quiero ser una esclava consciente que no se puede librar de su dueño. No quiero que mi autoestima dependa de los que ellos piensen de mí, quiero verme guapa peluda y con granos, con 40º de fiebre y nada más terminar de llorar. No quiero dejarme engatusar por las mentiras del patriarcado, no quiero que me dañe su estúpido modo de querer el orden de las cosas. No quiero ser otro experimento, un fetiche que se autoconfecciona. Quiero que prevalezcan las buenas ideas, salir de este ambiente donde todo está prostituído, estoy cansada de tanto culto a la antinaturalidad, de tener que cumplir los objetivos marcados según mi naturaleza ‘femenina’, de tener que responder ante alguien que no me quiere conforme soy, sino conforme quiere que sea. Y más allá de mis propias necesidades, creo que es necesario el empoderamiento en la mujer, el ser conscientes de lo que somos y lo que nos imponen. Emplear nuestro cuerpo como un espacio político, en lucha contra las imposiciones que la masculinidad ejercer sobre nosotras. Enseñar abiertamente la realidad del cuerpo femenino, eliminar los tabúes que circulan en torno al cómo debemos ser. Empezar a ser nosotras mismas y no el resultado de un modelo que busca su beneficio, más que el nuestro.
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1.1 HIPÓTESIS. Mediante la realización de carteles cuyo contenido sean fotografías del cuerpo femenino desnudo mostrado desde una perspectiva alternativa a la que la publicidad nos vende y cargados con una cierta dosis de gamberrismo, acompañadas con textos de insumisión ante la normativa patriarcal, creo que es posible generar un mensaje eficaz cuyo contenido ataque directamente al estereotipo y al rol que la masculinidad quiere para nosotras, como mujeres, a la vez que consiga llegar al público de a pie, en especial al femenino, y les haga reflexionar sobre su situación en la sociedad actual. Además, también creo que será interesante ver cómo esta cartelería no dura mucho tiempo ex_ puesta en la calle, dejando así claro que las intenciones del sistema son la erradicación de la libertad de expresión y el mantenimiento del modo establecido de operar para las personas, tanto de un sexo como del otro.
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1.2 OBJETIVOS: 1.Lograr provocar al público, de manera que con las imágenes consiga reaccionar y ser consciente de que todos los anuncios de mujeres maravillosas que nos venden son auténtica fantasía. 2.Poner en duda la efectividad del patriarcado y sacar a la luz la opresión que éste ejerce sobre nosotras de una manera tan sutil que no nos damos cuenta, consiguiendo su objetivo a la hora de manejarnos y generarnos trastornos en medida que asimilamos que nunca llegaremos a ser lo que el modelo ideal nos plantea. 3.Eliminar o intentar eliminar de la conciencia general de las mujeres de la sociedad actual la idea de que el vello es algo antiestético o antinatural, que las arrugas son algo que hay que ocultar, que los kilos de más no son algo de lo que debamos sentirnos orgullosas o que el cuerpo femenino solo está bien si es de la forma que desde los mass media y la publicidad se nos presenta. 4.Generar un resultado gamberro y de rebelión ante la norma. Las identidades de las personas que salen en las imágenes se ocultan a fin de poder hablar de ‘mujer’ como un todo, no solo de entes individuales. Nosotras como colectivo y no como seres individuados, porque ésto nos afecta a todas. Conseguir, así, un resultado violento, directo, que cuestione los márgenes establecidos dentro del cómo hay que ser y el cómo no hay que ser, queriendo dar a entender que cada una de nosotras somos conforme somos y que no debemos tener miedo a mostrarnos como consideremos oportuno, sin que nadie nos juzgue, nos insulte o nos ponga una etiqueta, rompiendo de este modo con la imagen sumisa que el patriarcado quiere para nosotras.
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5. Romper la línea que separa lo público y lo privado, cuestionando hasta qué punto el cuerpo debe ser un tabú, si es realmente necesario enseñarlo más o menos en medida que se considera un objeto sexual. 6. Lanzar, de forma sutil, el interrogante de por qué tenemos que seguir unas pautas determinadas, qué necesidad hay de dejarnos juzgar y reprimir nuestra necesidad de ser como somos. 7. Hacer replantearse a la mujer, en caso de que los carteles no sean arrancados antes, esta cuestión y otras como si realmente debemos dejar someternos, si es justo que la publicidad haga de nosotras peleles estéticos, si realmente es necesario ir maquillada, depilada, operada... 8.Debido a que los carteles, posiblemente, serán arrancados poco después de que sean pegados, demostrar la necesidad del poder de ocultar todo aquello que no sea beneficioso para el sistema.
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1.3. METODOLOGIA El proceso de trabajo para este proyecto es casi más importante o por lo menos igual de importante que el resultado final. Hay que tener muchas cosas en cuenta antes de llevar a cabo la parte práctica, ya que muchos elementos interfieren en ésta y en su eficacia, y es necesario analizarlos antes para no caer en ciertos errores que pueden estropearla. De cualquier modo, antes de analizar las cuestiones que tienen que ver con la parte práctica, es necesario llevar a cabo un proceso de documentación bastante exhaustivo sobre ciertos puntos concretos. Por ello, lo primero y más importante a la hora de definir la línea de trabajo es llevar a cabo una documentación teórica consistente, no sólo centrándonos en buscar información sobre artistas que puedan interesarnos sino encontrar también fuentes importantes dentro de la filosofía, ensayos sobre política general, escritoras de género... Así, uno de los autores más importantes y por los que veo que mis argumentos se ven más influenciados (o respaldados) es Gilles Lipovetsky, en especial por su obra La era del vacío: ensayos sobre el individualismo contemporáneo; otra autora que me interesa mucho es Judith Butler, feminista y, junto a ella Simone de Beauvoir o Paloma Blanco. Por otro lado, era necesario reunir documentación gráfica sobre los diferentes aspectos que trata la obra, a saber, género y street art. Si bien de la primera parte estoy más que documentada, dado que llevo alrededor de dos años trabajando sobre ello y , por tanto, dispongo de una gran colección de
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autores que tratan dcho tema, también es verdad que, en lo que a street art respecta, estoy bastante menos formada, por lo que es necesario trabajar más este aspecto, en especial lo que refiere a la técnica a emplear, el paste up. Reunida la documentación tanto práctica como teórica en lo que a temática se refiere y, habiendo trabajado de forma paralela sobre la idea planteada, principalmente escribiendo sobre ella y haciendo pequeños bocetos, lo siguiente es definir ésta y dónde se llevará a cabo la ejecución de la misma. Por ello, los siguientes pasos a realizar, serán: Elección del lugar de intervención, habiendo hecho antes un análisis previo de varios factores, tales como el flujo de población, establecimientos que se encuentran en diferentes zonas, público al que se quiere llegar, vigilancia y problemas con la ejecución... Elejido el lugar, lo siguiente es prestar atención a la vigilancia que corresponde a dicho lugar. Por tanto, lo necesario sería trazar en un mapa las direcciones posibles a seguir, es decir, generar un ‘recorrido de acción’ para intervenir con las piezas, teniendo en cuenta antes la ubicación de las cámaras de vigilancia, los horarios de la policía... haciendo un estudio previo de dichas cuestiones. Habiendo aclarado el punto anterior y teniendo todo controlado, lo siguente a hacer es determinar el número de personas que serán necesarias para ayudarme a cubrir la acción, el número de días que necesitaré y el número de imágenes sobre las que trabajar en función de la viabilidad y los riesgos que se puedan correr. Establecer lo que se entiende como ‘vías de escape’: calles secundarias, lugares donde se puede tener un coche esperando para salir sin ser descubierto, etc. Hecho ésto, lo siguiente es prestar atención a la producción:
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Primero, generar nuevos bocetos, definiendo las ideas. Pedir hora para plató y hacer las fotos. Para ello, se pidió ayuda a dos personas, que sirvieron como modelos, para realizar las fotos. Hechas las fotos, posterior edición y trabajo digital para separar éstas en diferentes pequeñas imágenes, para luego imprimirlas por separado y pegarlas, para conseguir el tamaño deseado. Digitalmente también, generar una imagen con los diferentes textos, que luego serán impresos en cartulina rosa fluorescente. El resultado final sería seis imágenes en blanco y negro, de dimensiones de 100x80 cm apx., acompañadas por el texto. Creación final de las imágenes y del .jpg de los textos. Tras producir la parte física fundamental de la propuesta, lo siguiente es obtener el material necesario para llevarla a cabo: Documentación sobre cómo generar la cola del Paste-up, y qué material será necesario para pegar los carteles. Creación de la cola y obtención de los materiales. Tras ésto, habría que hacer una serie de pruebas in situ para coger práctica y perder el miedo, además de para comprobar la eficacia de la técnica, y poder ponerla en uso en el momento definitivo con mayor precisión. Y, por último, la acción, que sería documentada para poder generar a posteriori un video-documental.
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2. PUNTO DE PARTIDA. El motivo principal que me llevó a querer realizar ésta y no otra propuesta fue el tomar conciencia sobre la situación de la mujer en la sociedad actual. A pesar de que, aparentemente, tengamos más libertades, seguimos estando sometidas al yugo del patriarcado, el cual, sutilmente, interfiere en nuestras vidas con tal inteligencia que consigue hacernos creer que debemos ser como el dictamina porque es lógico ser así y no de otra forma. La mujer se nos presenta en los medios como un ser perfecto con unas medidas concretas, siempre joven y depilada como si tuviera diez años eternamente. Figuras suaves de rasgos que no envejecen, las arrugas y la grasa son nuestros peores enemigos. Además, surge la idea de la mujer florero, esa chica guapa pero, si puede ser, muda, que sirve de deleite a los ojos de aquellos que aún hoy en día consideran que nosotras tenemos que cubrir sus necesidades. El no representar este modelo de mujer creado a partir de un modelo masculino y sin tener en cuenta la verdadera feminidad de las mujeres reales hace caer en desdicha a aquellas que persiguen algo que saben que nunca van a conseguir. Así, hacen de nosotras unas infelices, siempre persiguiendo estar más guapas, más ‘sanas’, obtener más miradas de aquellos a los que realmente no deberíamos hacer ningún caso porque, si de algo debemos estar seguras, es de que valemos lo suficiente como para que no sea necesario que nadie nos diga cómo debemos ser.
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De esta manera quería hacer llegar esta idea a la mujer real, aquella madre, trabajadora, luchadora y emprendedora que pasea por las calles sometida a la mirilla de la publicidad, que nunca deja de apuntarnos con sus esqueléticas presencias femeninas en carteles y en pantallas. Lo malo era encontrar desde qué lugar trabajar, ya que el tema de la ruptura del estereotipo está realmente machacado. Por ello y dado que considero que es algo que forma parte de mi trabajo, decidí dar a la propuesta una chispa de macarrismo y gamberrismo con imágenes que llegaran un incluso a rozar lo grotesco, para hacer una crítica contra todo aquello que nos ata físicamente.
2.1 EL ARTE URBANO ENFOCADO A LA SEXUALIDAD El arte urbano, como la mayoría de las prácticas artísticas, hoy en día, es un campo muy amplio, lleno de numerosas y diversas posibilidades, que muchas veces no tienen por qué ver absolutamente nada entre ellas. Entendemos arte urbano como todo el arte de la calle que se tiene la calle como contexto (el espacio público en general, más bien), y cuyas prácticas son habitualmente ilegales. Dentro de él se encuadran numerosas técnicas, tales como el stencil o el paste up, además de otras como el mural o incluso intervenciones de carácter más escultórico, acciones, dispositivos... En ocasiones se incluye, de manera errónea, el graffiti, o lo que el graffiti fue realmente en sus comienzos4. 4 Es decir, la competición entre ‘escritores’, que firmaban y se tapaban unos a los otros. Las grandes pintadas realizadas con spray no son graffitis como tal, sino más bien murales, a pesar de que la gente caiga en el error de clasificarlos como tal.
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El arte urbano engloba, así, un conjunto heterogéneo de artistas cuya expresión artística se desarrolla en la calle. Estas prácticas tratan temáticas realmente variadas, algunas teniendo el contexto más en cuenta que otras, ya que muchas de ellas suelen ser pegatinas o intervenciones más ‘light’ que muchas veces ni decoran, solo ensucian. También es cierto que ésto suele ser algo que se puede vincular más al pseudovandalismo barato que a las prácticas artísticas, ya que los artistas que trabajan en espacios públicos tienen como uno de sus puntos principales el tener especialmente en cuenta el contexto en que se desarrolle su propuesta. Pero no nos vamos a extender en hablar más del arte urbano, debido a que el tema que nos preocupa, realmente, es el cuerpo de la mujer y las construcciones a las que éste se encuentra sometido.
2.2 MÁS ALLÁ DE LO CONSTRUÍDO. Como se ha dicho anteriormente, el modelo de feminidad se ve, aún hoy en día, sometido a las necesidades impuestas por la masculinidad. Ésta pretende mantener mediante imposiciones las necesidades del patriarcado, que son, básicamente, aquellas que tienen que ver con la perpetuación de la especie a partir de la reproducción, cuyas bases se ha establecido que se encuentren en la monogamia de parejas heterosexuales y en dar a entender a la mujer que una de sus principales funciones vitales es la de tener hijos. Si entendemos que el patriarcado utiliza a la mujer como un objeto cuyo fin es realizar las necesidades de éste, desde las más básicas como la nombrada arriba, hasta otras mucho más superficiales
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resultado de una cultura de la imagen y el consumo, la idea de lo que debe ser una mujer quedará, en todos los niveles, relegada a lo que la masculinidad impone. Ya desde los años sesenta comenzaron a surgir los primeros grupos feministas que reivindicaban la reapropiación del cuerpo femenino. El feminismo ha evolucionado mucho en los últimos, aproximadamente, cien años (desde el s.XIX). Actualmente nos encontramos en lo que entendemos como feminismo de tercera ola o postfeminismo, debido a las diversas prácticas que incluye: la tercera ola del feminismo incorpora múltiples corrientes del feminismo teniendo componentes de la teoría queer, del anti racismo, teoría post colonial, ecofeminismo, Transexualidad, o la visión positiva de la sexualidad, entre otros. Realmente es muy amplia la teoría que rodea al feminismo y son numerosos los puntos de vista dentro de éste pero en general y más aún en la actualidad se ha llevado a cabo una revisión de las políticas de sexualidad para poder lograr entender que éstas sirven a necesidades externas a los propios cuerpos. Han sido muchos quienes han escrito sobre ésto, o han llevado a cabo prácticas de protesta me diante el arte, desde la música hasta la performance. Las propuestas artísticas en torno al feminismo son realmente importantes e interesantes de analizar, contando con una gran plantilla de productoras que han generado propuestas muy contundentes y relevantes. Algunas de las más influyentes, para mí, han sido artistas como Jenny Holzer, Bárbara Kruger o las Guerrilla Girls. Ambas tres tienen mucho que ver con mi trabajo en medida que actúan en la calle (a pesar de que cada vez lo hacen de manera más formal o legal), buscando mostrar un mensaje
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concreto al público, cargado de crítica pero con cierta dosis de sutilidad, en el caso por ejemplo de Holzer y gamberrismo inteligente en caso de las GG. Es necesario llevar a cabo una revisión de las imposiciones de la masculinidad sobre la mujer si entendemos que actúa a todos los niveles, afectando de esta manera al modo de actuar en sociedad tanto entre nosotras como con hombres y en intimidad, debido a que estamos sometidas a numerosas presiones en lo que al aspecto externo e interno respecta. Por fuera debemos parecer dulces, pasivas y suaves. Perfectas para ser rescatadas por algún apuesto príncipe, valiente y fuerte, que nos cobije bajo su protección. Debemos cumplir una serie de cánones estéticos que determinan que estamos más guapas cuanto más abusemos del maquillaje, que la feminidad la aportan complementos como los tacones o los sujetadores push-up y que no serás lo suficientemente aceptada por el resto (en especial por los hombres) si no tienes un buen busto o no estás depilada. ¡Vaya bigote, nena! Aceptación. El gran problema de la autoestima de las mujeres: verte mal por fuera para sentirte peor por dentro. En una sociedad como la actual, formada de seres individualistas pero no independientes, encontramos el gran problema del sentirte juzgado por el otro. Ésto se conoce como el efecto panóptico5 y consigue que continuamente nos sintamos vigilados y calificados: dentro de lo normal o fuera 5“La división constante de lo normal y lo anormal a que todo individuo está sometido, prolonga hasta nosotros y aplicándolos a otros objetos distintos, la marcación binaria y el exilio del leproso;la existencia de todo un conjunto de técnicas y de instituciones que se atribuyen como tarea medir, controlar y corregir a los anormales, hace funcionar los dispositivos disciplinarios a que apelaba el miedo de la peste. Todos los mecanismos de poder que, todavía en la actualidad, se disponen en torno de lo anormal, para marcarlo, como para modificarlo, componen estas dos formas, de las que derivan de lejos. […] De ahí el efecto mayor del Panóptico: inducir en el detenido un estado consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder. Hacer que la vigilancia sea permanente en sus efectos, incluso si es discontinua su acción.
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de lo normal. Si bien es cierto que ésta es una cuestión que afecta tanto a hombres como a mujeres, el simple hecho de que las mujeres depositen su autoestima sobre lo que los hombres piensen de ella aumenta el riesgo de depender de la opinión ajena para estar a gusto con una misma. Todas, o casi todas, nos hemos sentido alguna vez mal por nuestro cuerpo. ¿Y por qué? Porque la educación y la publicidad, entre otros, se encargaron de decirnos cómo debíamos ser, a qué cánones debíamos adaptarnos para no andar fuera de la línea. La revisión de las construcciones sociales y el preguntarnos por qué nos dejamos someter por ella nos lleva a la conclusión de que es necesario revisar todo aquello que se nos ha establecido como normal, desde pequeñas. No es ni justo ni sano para una mujer tener que sentirse mal consigo misma por no poder alcanzar el modelo estético establecido por la heteronormatividad ni es lógico pensar que todas debemos vestir una talla 36 y tener una 90 de pecho. Tampoco lo es que tengamos que tener rechazo a nuestro propio cuerpo, ocultándonos tras una gruesa capa de maquillaje o eliminando el vello. Deberíamos entender que somos lindas conforme somos y que los estereotipos son algo desfasado que ya queda muy pequeño en relación con las necesidades reales de las personas. Que nos tenemos que construir a nosotras mismas, que nadie tiene derecho a hacernos sentir mal por lo que somos.
[…] Lo esencial es que se sepa vigilado […] no tiene la necesidad de serlo efectivamente.” FOUCAULT, Michel. Vigilar y castigar.
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3. PREPARANDO EL TERRENO. 3.1Referentes. Lo primero tras la elección del tema y no menos importante a la hora de llevar a cabo el proyecto es generar una base documental/gráfica en la que se establezcan los referentes artísticos principales que pueden haber influido en éste. Encontramos dos secciones diferentes, una en relación a la temática, y otra en relación a la técnica. Dentro de cada una de éstas, además, encontraremos referentes gráficos y/o teóricos.
3.1.1TEMA. Es bien sabido por todos los que nos hemos interesado por artistas que trabajan el género, la identidad o la sexualidad, que éstos temas han sido muy trabajados, sobre todo desde la década de los ‘60 debido al aumento de la fuerza de los movimientos feministas y a la aparición de nuevos neofeminismos. Por ello es realmente difícil ser ‘original’ orientando el trabajo a este tipo de cuestiones, pero a pesar de ello encontramos numerosos referentes que, aunque su trabajo guarde relación con el de otros en base, generan propuestas muy personales y diferentes de las que se puede sacar mucho jugo.
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Desde un aspecto teórico del tema y ya no tanto del tema sino más bien en relación con la situación actual a la que estamos expuestos, el posmodernismo, he de nombrar uno de mis ensayistas preferentes, Gilles Lipovetzky, con su libro La era del vacío. Este libro lo conseguí hace alrededor de tres años y sus ensayos me han ayudado a poder entender de una manera más correcta nuestra situación actual como entes sociales. Explora el posmodernismo y nos da a entender algo que es totalmente cierto y que, traducido a mis palabras, se reduce, básicamente, a que las cosas, usando vaselina, entran mejor. Es decir, nos encontramos en un momento histórico en el que nuestros mandatarios han empezado a ser conscientes de que es mucho más sencilla la dominación a partir de un uso más eficaz del poder, trabajado desde la sutileza. Antes, con dictaduras, monarquías autoritarias, etc., las cosas ‘eran como eran’, no había otro modo de entenderlas, y nunca se sometían a votación popular. Ahora, bajo esa supuesta democracia y esa supuesta posibilidad del ciudadano de elegir y, usando otros medios de control más sutiles como el panoptismo, la publicidad y los mass media, el control y el sometimiento se consuman a partir de la creación de nuevas necesidades y de una educación que, inyectada en nosotros desde pequeños, nos impide replantearnos el modelo social en que vivimos, caracterizado por la jerarquización en todos los aspectos de nuestra vida, como ha sido siempre, pero todo bañado con un manto de igualdad que nos impide ver la realidad. Y ésta no es otra sino que seguimos estando controlados y esclavizados a una serie de normas que mantienen un sistema que no es para nosotros sino para quienes tenemos encima. En nuestro caso, el de las mujeres, de primeras nacemos estando sometidas al hombre, al sistema patriarcal y heteronormativo que decide por nosotras cual es nuestro papel en la vida. En relación con esta idea, es necesario mencionar a Simone de Beauvoir y su idea de que el género es una construcción social. ‘No se nace mujer’, sino que se nos educa bajo la idea de que, si nuestro sexo biológico es el femenino, éste irá cargado de una serie de connotaciones y obligaciones que determinarán nuestro destino, nuestro papel en la sociedad. Reforzado por la pub-
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licidad y las necesidades masculinas, este papel empobrece lo que somos hasta reducirnos a meros objetos creados para el ocio del hombre, que nos modula conforme mejor le parece, haciéndonos creer que somos nosotras mismas las que tenemos esas pseudonecesidades. Autorregulación, autoconvencimiento y automodelación a partir de una serie de cánones restrictivos que no nos ofrecen alternativa. El aspecto gamberro de mi propuesta, ese guiño de ‘me da igual lo que me digas, ya me he cansado de cumplir órdenes’ lo relaciono sobre todo con la postura más radical de autoras como Virginie Despentes o Valerie Solanas, autora del manifiesto SCUM y entendida en la actualidad como una ‘feminazi’, igual que somos entendidas aquellas que no queremos someternos al control masculino. ¿Y por qué surge este tipo de agresiones verbales hacia quienes se han dado cuenta de que no es justo vivir sometidas? Porque la educación nos ha enseñado tan bien lo que debemos ser que parece que cuestionarlo y estar en contra de quienes o de ‘lo que’ ha generado ésto, es decir, la masculinidad y el patriarcado que respalda de forma indirecta o a veces, incluso, directa, a los hombres, es algo demasiado radical y que no se debe permitir. Pero yo me permito el gusto de hacer un gesto maleducado a este tipo de directrices que me impiden lograr una verdadera autorrealización y, ¿de qué manera más gráfica puedo conseguir ésto que con imágenes que, a parte de mostrar lo contrario a lo que se entiende como ‘bello’, encima no solo es que no plantean algo ‘bello’ sino que no quieren serlo y se ríen de esa idea de belleza? En lo que a la parte práctica, gráfica, se refiere, el número de artistas o referentes, en general, es enorme y por ello me ha costado mucho seleccionar, algo que en la parte teórica no me ha pasado tanto, ya que, aun habiendo muchos teóricos tanto del feminismo como de la situación posmodernista, la mayoría de libros citados en la bibliografía han servido para reafirmarme, más que para orientarme.
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De cualquier modo y sin duda alguna, en relación con éste trabajo y su modo de ejecución, dos de mis referentes principales son Jenny Holzer y Bárbara Kruger. Parte de la producción artística de ambas está orientada a la temática del género, siendo en especial interesante cómo trabajan la misma, empleando los medios que los mass media usan para atraer la atención del público, justamente contra los mismos y contra lo que éstos proponen. Es decir, usar la estrategia del enemigo contra el enemigo. ¿Qué hay más inteligente que éso? Más cuando todos somos conscientes de la eficacia que tienen las formas de trabajar de los medios de comunicación. Otro punto fundamental que me interesa de ambas artistas y, además, que está relacionado también con los modos de actuación de los mass media, es el uso del texto. No es que el texto sea fundamental, ya que muchas veces una imagen vale más que mil palabras, pero es un arma muy buena a la hora de comunicar algo de forma rápida. Cuando una frase corta pero contundente apoya a una imagen, ésta duplica su fuerza. Así, ese método de cartelería y publicitario creo que es algo muy a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una propuesta. Otras autoras en las que encuentro gran fuente de inspiración pero que ya nombraré por encima, puesto que son bastantes, son, entre otras, Ana Mendieta, Adrian Piper, Esther Ferrer, Guerrilla Girls, Montse Rego, Mujeres Creando, Paloma Navares, Sanja Ivekovic, Sarah Lucas, Shirin Neshat o Vanessa Beecroft. En realidad el tener referentes es algo positivo pero creo que lo interesante de las prácticas artísticas no es buscar a quién te pareces o de quién coges algo para transformarlo, sino cómo tu forma de pensar, tu idea, es capaz de traducirse materialmente sin la necesidad de contar con apoyo gráfico ajeno. De hecho, creo que, por lo menos en mi caso, la parte teórica es mucho más importante que la gráfica, en medida que la teoría refuerza mi pensamiento pero la gráfica solo me muestra lo que ya está hecho.
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JENNY HOLZER
GUERRILLA GIRLS
BARBARA KRUGER
3.1.2 TÉCNICA
En un primer momento, a la hora de elegir el contexto donde se desarrollaría la propuesta, no tenia muy claro el modo de llevarla a cabo. Hay mil maneras de trabajar el espacio público, y no sabía cual sería la más eficaz. Pero teniendo como referentes a artistas como Kruger o Holzer fui consciente de que lo mejor sería hacer cartelería o algo que se le asemejara, a pesar de que la duración de estas propuestas es bastante corta y, de hecho, la mayoría de las veces pueden considerarse como propuestas efímeras, pero el tiempo que se mantienen en la calle son mucho más contundentes que, por ejemplo, una performance (a veces, si bien es cierto que hay performers cuya fuerza es tal que sus acciones se te graban en la cabeza y te afectan profundamente, como me pasa, por ejemplo, con Regina José Galindo). Así, empecé a buscar sobre técnicas de graffiti y cosas que tuvieran que ver con la intervención de paredes de la ciudad y la idea de la pared como lienzo, y encontré la técnica del paste up, que explicaré más adelante. Antes de ver si ésta me convencía lo suficiente como para emplearla para llevar a cabo la propuesta, tuve que documentarme sobre algunos artistas que la pusieran en práctica, encontrando autores muy interesantes, tales como JR, con piezas como WOMEN ARE HEROES 28mm, DC GECKO, Dan Baergeron, AiKKo o Fauxreel, tratando muchos de éstos temáticas relacionadas con el género y la identidad, igual que Alberto de Pedro, pudiendo decir que son estos los que más me interesan de todos los artistas de street art que he encontrado, tanto por las proporciones que dan a los soportes como por las imágenes que presentan. Y es que ya no es solo el medio sino el mensaje lo importante, dado que hay que entender que a veces lo que se quiere expresar y el modo de expresarlo son dos cosas que no tienen por qué encajar bien siempre, y que posiblemente a través de otras prácticas se consiga mayor eficacia. Pero en el caso del género, la cartelería, el paste up, me parecen un modo muy eficaz de llegar a la gente, a pesar de que ésta está tan bombardeada diariamente por imágenes que parece que ya pasan por nuestros ojos de
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forma neutral, sin contenido, si bien es cierto que ya no es solo la imagen lo que importa, sino el modo de trabajar la imagen y la eficacia del mensaje lo que consiguen llamar la atenci贸n. Por ello no solo era importante trabajar en la calle sino saber como hacerlo y, de cualquiera de las maneras, no creo que las im谩genes propuestas sean neutrales, a pesar de que luego puedan neutralizarse, sino que el contenido y el modo de presentarlas pueden atraer las miradas de las personas que circulen por la calle. Otros autores fueron Pisa73, Swoon, Viagrafik o Vinz Feel Free.
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VIAGRAFIK
FAUXREEL
ALBERTODEPEDRO
JR, WOMEN ARE HEROES, 28mm.
DAN BERGERON
3.2. ESPACIO, ANALISIS Tras la documentación teórica sobre la situación actual de la mujer (que no vamos a poner aquí dado que es demasiado extensa y puede resumirse en las ideas planteadas anteriormente) y la búsqueda de referentes gráficos, lo más importante era decidir cual iba a ser el espacio de actuación. Solo había una cosa clara: las paredes de la calle serían el lienzo perfecto, pero, ¿qué paredes y en qué calles? Analizando la temática e intentando hacer completamente eficaz la propuesta llegué a la conclusión de que lo más lógico sería intervenir los espacios dedicados al comercio y a las tiendas de ropa, que se situaban en el centro de Granada (Mesones, Puentezuelas, Recogidas, Reyes Católicos...) Lo único malo es que había una serie de inconvenientes que harían que no fuera tan fácil llevar a cabo la intervención sin tener problemas. -Gran flujo de gente por las calles principales, especialmente de 11:00 a 13:30/14:00 de la mañana y de 17:30 a 21:00 de la tarde. La primera conclusión, de este modo, es que había que actuar por la noche. -Los fines de semana quedaban totalmente descartados por el aumento de la gente en la calle, en especial promovido por el turismo. Así, los días más recomendables para la actuación eran los lunes, martes y miércoles de madrugada. -Policía en continuo movimiento, tanto a pie como en coche. Era totalmente necesario ver la frecuencia con la que pasaban.
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-Cámaras por todo el centro. Ésto hizo que fuera totalmente necesario el análisis de la ubicación de las mismas para ver si coincidían con los espacios que se podrían intervenir. Una vez ‘fichadas’ las cámaras, era mucho más fácil elegir los lugares a intervenir y también las vías de escape posibles de los mismos. Además, era necesario establecer un recorrido tanto de llegada como de salida del lugar, a poder ser haciendo todo con la mayor discreción posible a fin de ser lo más sutil posible y no generar ningún tipo de escándalo y, por consiguiente, evitar problemas. Pero no contaba con los problemas de última hora, tales como apariciones imprevistas de la policía, demasiado ‘tráfico’ humano a altas horas de la noche, demasiada iluminación o presencia de cámaras en zonas donde pensaba que no habría... Además, tras plantearme actuar solo en dichos espacios pensé que no solo los espacios comerciales deben verse atacados. Por ello pensé que alguna institución tal como la Iglesia también podría merecerse un poquito de gamberrismo.
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4. PRUEBAS Como es lógico, tirarse a la piscina y hacer directamente la propuesta sin haber hecho pruebas anteriormente es realmente arriesgado y una auténtica inconsciencia si queremos un resultado efectivo. Por ello era necesario llevar a cabo pruebas con anterioridad, a fin de acostumbrarme a la técnica, ver de cuantas personas precisaría para vigilar, ayudarme a sujetar el cartel, etc... sin correr riesgos innecesarios y para tomar confianza con la acción. Por ello se llevaron a cabo unas pequeñas pruebas en Ciudad Real, en formatos más pequeños que el definitivo y con imágenes que no tenían que ver con la propuesta. Eran solo tomas de contacto, meras pruebas, y por ello podían ser de cualquier cosa. Estas pruebas ayudaron en especial a darme cuenta a los fallos y las cosas buenas que tiene la técnica del paste up. Por un lado, practicar el paste up es una llamada de atención a las autoridades en toda regla. Es cierto que el tamaño de las piezas con las que trabajé la primera vez no eran excesivo, pero aún así, el subidón de adrenalina estuvo asegurado. Me vigilaron dos personas y otra me ayudaba en la parte más práctica, sacando las imágenes, rematando algún lado del papel que no quedase bien pegado...
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Lo malo de esta técnica es que, en función de dónde trabajes, será más fácil o menos arrancar el papel. Así, la madera es el lugar más adecuado, mientras que el cristal o el mármol, o cualquier piedra en general, son menos adecuados. También es verdad que las construcciones son siempre de materiales pétreos por lo que, por esa parte, no hay mucho que hacer. Pero sí podemos incidir en una cuestión y es que, habiendo diferentes tipos de materiales, hay que evitar pegar los carteles en lugares donde el material sea demasiado poroso o tenga mucha textura, ya que eso facilitará la acción de arrancarlos en el momento en que a alguien le apetezca hacerlo. De cualquier modo, asumí desde un primer momento que la mayoría serían arrancados al día siguiente, así que es cuestión de suerte que duren más o menos. Aun así, por cuestiones de visibilidad y contacto directo con la gente no había modo mejor de trabajar. Sobre la técnica del paste up se hablará más adelante con más concreción, si bien es cierto que para llevar a cabo las pruebas hubo que hacer el pegamento y tener más que entendida la parte que refería a la técnica del paste up. Pero a ésto le dedicaremos un apartado propio, ya que es parte fundamental de la pieza.
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5. DEFINIR LA ACCIÓN. Una vez realizadas las pruebas, viendo que funcionaba el planteamiento del trabajo, había que determinar cuándo, cómo y con quién se haría.
5.1ORGANIZACIÓN PRINCIPAL CUÁNDO. A la hora de trabajar en la calle con un material tan débil como es el papel, había que tener en cuenta varias cosas: -No se podía intervenir el espacio en días de lluvia, al menos no si quería que se quedara pegado y que durara lo máximo posible (pese a que lo más seguro es que los carteles al día siguiente hubieran sido arrancados, pero, por lo menos, que no corriera de nuestra cuenta). -Para transportarlos sin que se arrugaran había que encontrar un modo poco llamativo de llevarlos todos juntos, de un lado a otro. Por eso pensé que lo mejor sería usar un porta-papeles cilíndrico como los que llevamos usando toda la carrera. Es cómodo de llevar, impermeable, y discreto (no por sus dimensiones sino porque no llama la atención excesivamente de una forma 'negativa').
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La mejor época para intervenir el espacio, consideré que era entre abril (finales) y junio. Mayo, posiblemente, sería en mes más adecuado para trabajar. Por ello, hasta la fecha, lo único que se podía hacer eran pequeñas pruebas, mejoras en el engrudo, seguir trabajando las imágenes. -Hay que tener en cuenta que las seis imágenes no podrán ser pegadas el mismo día. Lo interesante sería pegar como mucho dos por noche, repartiendo las noches en intervalos de dos semanas, aproximadamente, por cuestiones de vinculación y de vigilancia, ya que si las acciones tienen mucha repercusión (que, por un lado, me gustaría que fuera así, y por otro, no) la policía posiblemente esté alerta por si se vuelve a repetir (más aún a partir de la segunda intervención). También es cierto que, al irse cambiando el lugar intervenido, es mucho más difícil que consigan encontrarnos o que nos pueda pasar algo. CÓMO Actuando de una manera tan 'clandestina', había que tener en cuenta varias cuestiones importantes: -Se necesitarían más de dos personas para llevar a cabo la acción. -Había que tener muy clara la zona en la que se actuaría y cómo se saldría de ella, por lo que habría que concretar las 'vías de escape'. -Mientras que una persona pega, ayudada por otra, se necesitaría a otra más documentando y por lo menos otra más vigilando. -Todos los integrantes de la acción deberían ir con prendas con capucha, para ocultar el pelo y el rostro, y algo en la mochila para cambiarse. También existe la posibilidad de actuar como si nada, en el caso de que se encuentre un recipiente no muy llamativo, como una bolsa, donde poder meter
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los materiales durante el proceso. Zapatillas que permitan correr cómodamente, en caso de que hubiera que hacerlo. -Durante la acción cada uno de los componentes se ubicarían en su posición. Durante el proceso de pegado de los carteles, quienes vigilan tienen que actuar con naturalidad. El cámara debería intentar documentar todo lo que pasa con máximo sigilo. De hecho, no se debería hacer ningún tipo de ruido estridente. Teléfonos móviles en silencio para estar atentas a todo lo que pueda pasar. No hay que olvidarse de que la multa puede ser elevada en caso de que nos pillasen. -Dispersión: terminada la acción, quienes están pegando guardan discretamente todo el material en mochilas o en el porta papeles, mientras que quien vigila y el cámara salen por calles diferentes. Anteriormente se debe haber acordado un punto de encuentro para el final de la acción, ya que no es bueno que salgan todos por la misma calle: por si acaso, mejor es una multa, que cuatro (o las que sean). -Antes de salir del lugar intervenido, quienes pegaron el cartel se encargarán de hacer una foto al resultado final en caso de que fuera posible, por si acaso al día siguiente no quedara nada, o se hubiese intentado arrancar. Si no, con un buen filme de la acción es suficiente. CON QUIÉN. Como ya se ha dicho anteriormente, serán necesarias por lo menos cuatro personas para llevar a cabo la acción (salvo que el que documente sea bueno en eso de hacer dos cosas a la vez, y capaz, con ello, de grabar y vigilar). -Dos para pegar. Uno será quien pegue con el cepillo mientras que el otro sujeta el cartel y vigila de que no haya problemas. Cuando acaben, el material será guardado en la mochila del que suje-
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taba el cartel, el cual, a ser posible, irá en bicicleta, de modo que podrá llevarse todos los materiales de forma discreta y sin riesgos de ser parado o registrado. El otro saldrá por una calle cualquiera para llegar al punto de encuentro acordado. -Documentación. Se necesitará, por lo menos, otra persona más. Aunque sería muy conveniente tener a una persona grabando y a otra fotografiando. -Vigilancia. Igual que en el apartado de documentación, sería bueno tener dos personas, una a cada lado de la acción. Pero, si no, con una paseándose de cuando en cuando o puesta cerca de la vía principal (por ejemplo, en Puentezuelas, ponerse en la zona que da hacia Recogidas), sería suficiente.
5.2 PASTE UP COMO TECNICA DENTRO DEL ARTE URBANO Entendemos el Paste Up como una práctica dentro del arte urbano que consiste básicamente en intervenir el espacio mediante imágenes creadas con anterioridad, impresas o dibujadas en cualquier tipo de papel y empleando un tipo de cola en concreto para permitir una mayor permanencia en el espacio donde se sitúe. Para llevar a cabo la técnica hay que tener en cuenta ciertas cosas, en medida que éstas conseguirán una mayor efectividad y un resultado más duradero y eficaz. -El papel tiene que ser cuanto más fino, mejor. Como de unos 90 gr.
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-Imágenes, forma de montaje: *Imprimiendo la pieza entera. *Descomposición de la pieza en partes (A4/A3) pegadas a posteriori. ¿Cómo? Mediante Photoshop o algún otro programa de edición de imágenes, teniendo en cuenta las medidas finales para que no queden descuadradas cada una de las hojas. -¿Fórmulas del pegamento? *Harina de trigo, azúcar, agua. Hervir una taza de agua, vertiéndola en una cacerola y llevándola a ebullición. 3 cucharadas de harina en un bol, añadiendo luego diez cucharadas de agua fría hasta formar una mezcla líquida, que se añade al agua hirviendo. Mezclar bien. Seguir mezclando durante dos minutos más Después, sacar la mezcla del fuego y añadir dos cucharadas de azúcar, o más, si se necesita más resistencia. USO ANTES DE DOS DÍAS, SALVO QUE SE GUARDE EN LA NEVERA. -¿Cómo aplicar el pegamento? *Aplicar capa en la parte posterior de la imagen, o directamente en la pared donde se vaya a pegar. Posteriormente, poner la imagen sobre el pegamento o sobre la pared en caso que el pegamento esté en la imagen. Tras esto se puede optar por dar una capa superior a la imagen o no darla. Se recomienda que se haga en medida que hará que la imagen sea más resistente. Para pegar, lo mejor es posible que sea usar un cepillo de cerdas de plástico. Para que sea menos cantoso, lo mejor posiblemente es quitar el palo y llevar solo el cepillo en sí, pero, ¿y si hay que llegar muy alto?
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PASOS BÁSICOS: Mojar la pared con el pegamento eliminando las burbujas que salgan, dejándola lisa. Pegar la parte superior de la imagen sosteniendo la parte de abajo (para esto lo mejor es contar con la ayuda de alguien) También puedes hacer un rollo con la imagen de modo que conforme se vaya desenrollando se vaya pegando en la pared, ayudando con el cepillo (esto igual es mejor, aunque siempre está bien contar con alguien, por lo menos para que vigile). Coger el pincel lleno de cola y frotar la imagen desde el centro a los lados, eliminando las burbujas, antes de que el papel se arrugue. En una sola dirección, eliminar los excesos de pegamento con el cepillo. La imagen tiene que estar húmeda, no mojada. Se aconseja intervenir sobre espacios que normalmente se consideren reservados a puesta de anuncios o carteles, por el mero hecho de que durarán más tiempo.
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5.3 ESPACIO URBANO. ANÁLISIS DEL TERRENO La acción, como se dijo anteriormente, tendrá lugar en la ciudad de Granada. Dado el contenido que presentan los carteles y con la intención de llegar al mayor número de personas posible en el menor tiempo posible (ya que es probable que los carteles no duren mucho pegados) lo importante es encontrar una zona muy transitada y con un flujo de gente constante en la que, además, se pueda generar contraste entre las imágenes convencionales de los cuerpos de mujer que se pueden ver en las cartelerías habituales o en las tiendas de moda (incluso los maniquíes presentan una idea alterada de la realidad en lo que al cuerpo de la mujer respecta), generando así ese choque visual entre lo ‘normal’, lo que la masculinidad presenta como la idea de mujer, de feminidad, y mi realidad exagerada y un tanto gamberra, con cuerpos reales, sin modificar, sin pasar por Phososhop. Por ello las zonas más adecuadas para llevar a cabo la acción consideré que serían algunas tales como Mesones o Puentezuelas, incluso con la posibilidad de intervenir también por la zona de El Albaycín por cuestiones de seguridad, debido a que vivimos todos por esa zona y es más fácil tener un sitio donde refugiarse, en caso de que sucediera algo. Obviamente las acciones deberían hacerse por la noche, ya que, aunque solo sea por el contenido de las imágenes, seguro que surgiría algún tipo de problema legal al que no me gustaría enfrentarme. Para evitar problemas graves respecto al lugar de colocación de los carteles, pensé que lo mejor sería pegarlos en zonas destinadas a los anuncios de cartelería habituales. Pero, a pesar de ello, el contenido explícito de las imágenes podría causar problemas, también. Por eso, definitivamente, lo mejor era actuar de noche.
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Las horas más adecuadas para trabajar se comprenderían entre las 3 y las 6 de la mañana, siendo las mejores las 4 o las 5 de la mañana de un día laboral (los festivos o fines de semana suele haber gente por la calle a esas horas con más frecuencia). Además, con anterioridad habría que analizar la ubicación de las cámaras, si la policía tiene un horario concreto, por donde escapar.
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MAPAS DEL ESPACIO DE ACCIÓN
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5.4 IMÁGENES: PROCESO, ACCIÓN Y RESULTADOS. Mientras se llevaba a cabo todo el proceso de análisis del espacio urbano para dejar las cosas claras a la hora de intervenir y tras haber hecho pruebas con la técnica del paste -up, lo importante era producir las imágenes que formarían el resultado final-efímero. Así, se llevaron a cabo varias sesiones de fotos, tres en concreto, de las cuales salieron numerosas imágenes. Pero había que elegir solo unas pocas, decidiendo que el número final de carteles sería de seis. Para las sesiones tuve la suerte de poder trabajar no solo sobre mi cuerpo, sino también con el de otras amigas y compañeras que se ofrecieron para la causa, lo cual daría más diversidad de formas, ya que cada cuerpo es diferente. Realizadas las fotos, lo siguiente era seleccionar y editar las fotos que se considerarían finales. Pese a que en un primer momento salieron alrededor de diez como las elegidas, finalmente conseguí descartar aquellas que, por encuadre, parecían semejantes. Una vez finalizada la selección y la primera edición, trabajando la foto en color, decidí que lo mejor sería pasarla a blanco y negro: si a la imagen iba a acompañarla un texto en cartulina rosa fosforescente, era necesario que el fondo no destacara demasiado a nivel de color. Además, trabajar en blanco y negro reduciría mucho el coste de las impresiones. Una vez elegidas y editadas las seis fotos finales era necesario redimensionarlas, para que el tamaño final fuese de 100x70 cm. o algo más pequeño. Había dos opciones para ello: por un lado, imprimir la imagen en un formato de 100x70 cm directamente, lo cual tendría un coste bastante elevado y sería negativo en la medida en que el papel quizás
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fuera demasiado grueso y por ello no empaparía bien de empaste o dividir la imagen en secciones más pequeñas para posteriormente pegarlas. Esta segunda opción fue la elegida tanto por coste como por garantías de que el papel se pegaría mejor a la pared. Así, cada imagen fue dividida en nueve partes de dimensiones equivalentes al formato A3, de modo que una vez impresas se pegarían y conformarían la imagen final. Para pegarlas había que tener en cuenta un pequeño margen de un cm. Por lo menos en cada papel para que el que fuese al lado tuviese superficie a la que adherirse. Pegadas las partes que conformaban cada cartel, se dejaron secar en horizontal y mientras tanto se eligió la tipografía en la que irían las frases que las acompañarían. Las frases todas hacen referencia a lo natural, lo real, y guiños gamberros hacia el patriarcado y la heteronormatividad. Elegidas las tipografías y creadas las frases, se imprimieron en un formato 100x70 cm., para que correspondiese con las dimensiones del cartel. Todo esto fue más sencillo gracias a la realización previa por Photoshop de bocetos que permitían ver cómo quedaban mejor colocadas las frases sobre la imagen, qué tamaño deberían tener... Una vez listo todo el material, tanto las imágenes como las frases, lo siguiente era determinar los días de actuación. Hasta abril fue imposible hacer nada en la calle debido a las constantes lluvias que han caracterizado este año. Ya en abril, cuando cesaron, se estableció que se saldría a pegar dos veces, en vez de una, para correr menos riesgos, en medida que se pasa más desapercibido si se transportan tres carteles que seis que, además, son más difíciles de ocultar. Las intervenciones se realizaron un miércoles y un domingo, ambas veces alrededor de las tres de la noche.
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6. CONCLUSIONES. Pese a las complicaciones que la lluvia ha supuesto a la hora de llevar a cabo la pegada de carteles y el miedo a quedarme sin tiempo que esto me suponía, considero que el resultado ha sido bastante eficaz en medida que cumple con la mayoría de los objetivos establecidos, sin olvidar que parte de ellos eran más bien lo ‘esperado’, pero sabiendo que mis deseos de hacer consciente a la gente no vale nada si la gente no quiere abrir los ojos. El proceso de realización de la propuesta ha ido siendo, por lo general, algo muy fluido y cómodo, debido a que la temática tratada es algo sobre lo que llevo ya cierto tiempo trabajando por lo que argumentar la propuesta no era complicado. Además, la parte práctica surgió también con mucha facilidad, gracias en buena medida a lo deshinibidas que estaban mis ‘modelos’ a la hora de hacer las fotos y del buen ambiente en general, puesto que la participación por parte de cercanos en mi propuesta facilitó también mucho las cosas. En general estoy contenta con la propuesta, tanto por los procesos que se dieron en ella como en el resultado y la documtanción del mismo, a pesar de que los carteles a penas duraran en la calle, cosa que demuestra esa necesidad del poder de eliminar todo aquello que vaya en contra del mensaje propuesto por el sistema.
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Por lo demás, he estado muy a gusto practicando el paste-up, técnica que nunca antes había empleado para intervenir el espacio público y creo que he conseguido un resultado que, a pesar de ser efímero, es coherente tanto a nivel estético como conceptual.
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Antes de salir era necesario preparar el engrudo y tener todo listo: un sitio donde guardar las cosas que pudiese pasar desapercibido como una bolsa o una mochila y el cepillo con el que se pegarían los carteles. Preparado todo y habiendo quedado ya con las personas que me ayudarían a realizar la acción (cinco en el primer caso y dos en el segundo), nos pusimos manos a la obra sin ningún incidente, en ambos casos. Una vez pegados los carteles y, con ello, documentado el proceso mediante el video más que la fotografía, lo importante era editar el material conseguido para generar un resultado que mostrase el proceso de pegado, ya que lo que pasara después con los carteles era algo casi obvio: debido a su contenido, ya no tanto al hecho de que fuera un cartel pegado en un sitio indebido, serían arrancados, siendo éste un hecho relevante en medida que muestra los intentos constantes de censura por parte del poder, a fin de mantener el orden social y las cosas ‘tal y como son’. De hecho, a los días pasé por las zonas donde intervenimos y pude comprobar cómo habían sido arrancados los carteles. Volviendo a la realización del archivo-documental, era importante darle a éste el mismo carácter que se había dado al resto del trabajo: un aspecto gamberro, desenfadado, que hiciera de modo un poco hiperbólico relevancia en la idea de ‘las chicas son guerreras’, de ese empoderamiento al que es necesario llamar para cambiar las cosas y que además mostrase de forma clara el mensaje y el proceso. Que mostrase que estamos hartas y que no nos vamos a rendir tan fácilmente. Somos muy pesadas, pero sabemos lo que queremos. Y nuestro cuerpo, es solo nuestro.