Notimani 41

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INFORMATIVO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA SEDE AMAZONIA / INSTITUTO IMANI

ISSN 2215-9355 Agosto - octubre de 2019

La Amazonia, un 'Desafío' para Colombia Sede Amazonia

EDITORIAL El Notimani ha perseverado por más de 20 años y ha cambiado en este tiempo. Al principio, trataba de hacer visible la Sede dentro de la Universidad Nacional, desconectados como estábamos de la academia en Bogotá y de las demás sedes andinas. Su foco se centraba en avances de investigación científica realizado por l@s investigadore/as vinculados a la Sede Leticia. Ahora estamos en un momento distinto, por varias razones, incluidos los desarrollos tecnológicos digitales que parecieran hacer superfluos los esfuerzos que se reflejan en papel que es sustituido por textos que se leen en internet por computador y, en Leticia, mejor en celular. No obstante, ya que los medios digitales no funcionan tan bien en el Amazonas, seguimos imprimiendo para el público local en Leticia y Tabatinga. Sin olvidar la distribución en Puerto Nariño y en los corregimientos cuando se presenta la oportunidad. Pero el enfoque también ha cambiado, ahora no es exclusivamente científico, sino que es más cultural, más regional y de interés local, sin descuidar temas nacionales y aún globales, tratando eso sí de conectar los diferentes ámbitos. Nos gustaría recibir más aportes del público y los lectores de nuestras ciudades “gemelas”.

Este número empieza con un artículo alegre pero crítico sobre el Desafío de las Regiones, programa de televisión que ha cautivado a amazonenses y colombianos. Reflexiona sobre este asunto de la cultura popular colombiana, pero también sobre nosotros mismos en la Amazonia en el contexto nacional. Poco a poco, imaginarios y realidades se confunden en una nueva realidad televisiva o virtual en esta era de la más reciente transformación tecnológica en telecomunicaciones.

Otros artículos con interés nacional y local le siguen. Tal es el caso de una reflexión sobre el Bicentenario y su relación con el medio ambiente, como bocetos que retrotraen al pasado y nos relanzan al futuro. Igualmente, se reflexiona sobre temas de interés local: uno de los sectores más importante de la economía del Departamento como es el turismo y su impacto en Puerto Nariño. Con otra perspectiva, más colorida, se presentan las alternativas gastronómicas de la triple frontera en un artículo que invita a seguir pensando en la autonomía alimentaria. También le hacemos seguimiento a una de las luchas de la comunidad universitaria para mejorar, no simplemente la Universidad, sino la vida de los estudiantes de la región amazónica: la vía de entrada, una obra de interés evidente para la ciudad y el departamento, pero vergonzosamente pospuesta por nuestros líderes político-administrativos. Pareciera que ya podríamos ver, después de más de 20 años, una luz al final del túnel.

Y, no podríamos despedirnos sin hacer un homenaje a nuestro querido y amigo colega colombiano, profesor de la UEA, Juan Carlos Peña, a quien perdimos recientemente, un intelectual que había enriquecido el pensamiento amazónico en una perspectiva binacional, colombo-brasilera.

ÍNDICE

Por último, se abre un nuevo ciclo en la Sede Amazonia al La Amazonia, un “Desafío” para Colombia.................Pag: 3 contar con el profesor Carlos Franky, que ha sido nombrado A propósito del Bicentenario.......................................Pag: 5 como director encargado. El profesor Franky es un ¿Desarrollo a la sombra de la turistificación?..............Pag: 7 distinguido antropólogo y conocedor como pocos de los Haciendo mercado en la Trifrontera............................Pag: 9 pueblos nómadas de la Amazonia. Con él se marca un Homenaje a Juan Carlos Peña..................................Pag: 11 cambio generacional. Un reto formidable que Conmemoración 30 años Sede Amazonia................Pag: 13 seguramente se verá bien acompasado por IMANINOTAS.............................................................Pag: 15 tiempos cambiantes.

Bienvenidos sean todos aquellos que Encuentra toda la colección del Notimani en la Web, ingresa al portal: asuman la responsabilidad, y ojalá http://www.imani.unal.edu.co/index.php/homepage/revistas/notimani en un futuro, no tan lejano, Foto Portada: https://www.youtube.com/watch?v=QOPJwA2S-30 tengamos también mujeres académicas en cabeza de la institución.

Director IMANI Editor Director (e) Sede Carlos E. Franky

Germán I. Ochoa

Carlos G. Zárate B.

Comité Editorial: Germán Palacio / Eliana Jiménez / Camilo Vargas / Laura Zamira Rincón / Yohana Pantevis / Harrison Calderón

Diseño y diagramación Harrison Calderón Impresión Impresol Ediciones Ltda.

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional ni las políticas del Notimani.

Instituto Amazónico de Investigaciones Imani Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia Kilómetro 2 Antigua Vía Tarapacá Leticia, Amazonas, Colombia

La Amazonia, un 'Desafío' para Colombia https://www.youtube.com/watch?v=vAo_eCX-e0c&t=2212s

Que el día sin carro y sin moto como medida con fines ambientales implementada por muchas ciudades del mundo haya sido adoptada en Leticia muestra lo globalizada que es nuestra ciudad, independientemente de que esta medida incomode a algunas personas. Pero lo que ningún gobernante o ciudadano, convencido o no de la medida, habría podido vaticinar es que un popular programa de televisión, en el que participa por primera vez la Amazonia, fuera más eficaz para lograr que, durante una hora diaria, nuestra querida Leticia se viera casi desocupada de carros y motos. Sí, estamos exagerando un poco, pero no mucho.

Durante los últimos meses las calles de Leticia se han visto casi desocupadas de vehículos entre las ocho y las nueve de la noche gracias a un fenómeno mediático que ha capturado la atención de gran parte de la ciudadanía. La presencia, por primera vez, de un grupo de Amazónicos en el Desafío súper regiones lo que se ha convertido en un evento sensacional para la población local. La gente se aglutina en casas de algunos indígenas reconocidos para ver los capítulos diarios, niños, jóvenes y adultos se exaltan al ver las competencias y sufrir con las pruebas, en los parques infantiles se arman equipos del 'desafío', y hasta los más críticos de este tipo de

Por: Germán Ignacio Ochoa Profesor UNAL Sede Amazonia

espectáculos nos hemos mostrado interesados por el desempeño de Los amazónicos pues el programa nos ha permitido reflexionar sobre el papel de la región en el país.

Por lo tanto, paralelo a la circunstancial euforia leticiana, consideramos pertinente analizar cómo en el programa se materializan estereotipos sobre las regiones y cómo en el desarrollo de la competencia se presentan situaciones que reflejan la realidad colombiana. Ha sido evidente la ignorancia – que en varias ocasiones ha rallado en la intolerancia – que tiene el país sobre la región amazónica y que ha sido reflejada en comentarios racistas y despectivos de las otras regiones hacia los integrantes del grupo. (Creo que a veces les tenían 'miedo'; pero miedo entre comillas). La presentadora hacía toda clase de preguntas a Jichi por todo: cuando le entregaba el fuego, cuando no se reía, para ella todo hace parte de un ritual. Parecía hablando con una 'especie exótica' y no con un colombiano. A veces hacía recordar aquellas películas que muestran cuando aborígenes de África eran llevados a los parques y zoológicos europeos y la gente se deslumbraba viéndolos enjaulados. Es comprensible en un país tan andinocéntrico e intolerante. .............................................................

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El corolario de esto, aunque detestable por lo que entraña pues demuestra la polaridad en que se encuentra el país a causa de uno de sus gobernantes recientes, fue el sentimiento de rechazo que en algún momento expresaron todos los equipos por los representantes de una región.

Los Amazónicos difieren por mucho de los demás participantes. Son personas que han sentido el rigor del conflicto armado, que han pasado penurias, que vienen de familias muy humildes y que han sentido hambre.

Tampoco lucen los cuerpos, moldeados en ambientes controlados, que tienen los integrantes de las otras regiones. La Amazonia está acostumbrada para sentir las dificultades, inclusive a veces con las manos atadas (a la espalda), como han sido muchos de los procesos extractivos que la han saqueado ¿Hasta cuándo? Y por eso tampoco les afectó tanto cuando pasaron serias dificultades como las que se soportan en la detestable Playa Bronce en la que ningún equipo quería caer. Y eso ha sido destacable. No podemos dejar de mencionar que una de las representantes por la Amazonia, Diana Gil Bora, indígena egresada de la Sede Amazonia de la Universidad Nacional, siempre se mostró crítica por el formato del concurso. Pero eso sería un análisis independiente.

Por encima de todo, Los Amazónicos han sido un equipo diferente, han dado ejemplo, pasaron hasta el quinto ciclo con mucho tesón (por lo menos hasta el momento en que escribo), con pensamiento y no solo con fuerza. “Hoy gritan a todo un país que están en El Desafío y que no se van a dejar sacar” dijo una vez el presentador. Y por supuesto sin mambe, sin tabaco y sin huito. Inclusive en las reuniones nunca hubo reclamos fuertes, y casi ninguna https://www.youtube.com/watch?v=vAo_eCX-e0c&t=2212s

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grosería o palabras soeces como era frecuente en otros equipos. Se recordará el detalle cuando los hombres se disculparon con las mujeres del equipo por un par de comportamientos inadecuados, y fue divertido cuando Jichi dijo: “le tenemos un coco, con tapita” lleno de cortadas de amor, de perdón etc. Sin embargo, esto puede tener otro trasfondo que los amazónicos podrán contar en su momento pues nuestras impresiones corresponden exclusivamente a lo que podemos ver en el programa transmitido y que por supuesto está totalmente editado.

Los amazónicos ya han dejado huella y en ninguna prueba (hasta el momento) han pasado 'raspando' y hasta hoy no han sido eliminados, como tal vez hubieran pensado (o deseado) algunos.

El Desafío seguirá y su desenlace será público cuando este texto haya salido a la luz. No importa, es mejor así para los fines de esta publicación, pues si esperamos a que termine, y a que podamos hablar en detalle de esta experiencia con Diana o Jichi, y que ellos nos puedan contar lo que no salió en la pantalla, a lo mejor esta nota no se publicaría, o sería muy diferente. En ocasiones es útil no tener toda la información.

Justo hoy, mientras escribo esta parte, se llevaban a cabo marchas en varias ciudades pidiendo la defensa de la vida de los líderes sociales. Esperamos que esta gran vitrina que ha tenido la Amazonia en los medios sirva para que la sociedad nacional acepte el desafío que estas regiones ponen a una sociedad tan convencional y, ésta mejore su tolerancia con la diferencia y se pueda dar un paso adelante en la aceptación de la diversidad que tanto se requiere para cambiar el país.

BOCETOS DE NATURALEZAS BÉLICAS: A propósito del Bicentenario Por: Germán Palacio, Profesor Titular, Universidad Nacional de Colombia-Sede Amazonia

1. PRELUDIO: A mediados del siglo XVI, Pedro Cieza de León, cronista “oficial” de la Conquista del Perú, narraba con futurista visión socioambiental, las dificultades de la conquista de Popayán y Antiocha (sic): “En esas provincias hay poblados calientes y fríos, lugares sanos e insalubres, en algunas partes llueve mucho y en otras poco, en algunas tierras los indios comen carne humana y en otros no.” Muchos españoles están atemorizados e intrigados porque esos indios son tan insubordinados y obstinados, decía. En contraste, los indios de Perú que viven en los altiplanos y entre montañas nevadas, son más numerosos pero son más obedientes y sumisos. Creía Cieza que la razón era que en Popayán y Antiocha nunca existió un señor al que ellos temieran. Por eso “aborrecen servir y ser vasallos”.

Pero Cieza agrega otra razón socioambiental: debido a que en Popayán y Antiocha “todas las provincias y regiones son muy fértiles, y a que hay grandes bosques y quebradas en medio de las montañas, cuando los españoles los acorralan y queman sus hogares, ellos se desplazan y construyen casas nuevas en cuatro días y siembran maíz que que cosechan cuatro meses más tarde.

Y si los españoles los buscan de nuevo, ellos se mueven otra vez hacia adelante y hacia atrás, y “éste es el porqué ellos sólo sirven cuando quieren y pueden decidir hacer paz y guerra, pero siempre tienen algo para comer”.1 Alguien, con veta sarcástica podría decir, “no tan diferente de la actualidad”.

2. LAS BATALLAS DE LA CIENCIA Sin tener certeza absoluta sobre la veracidad del rumor o del autor, se puede recordar que cuando Francisco José de Caldas le pidió a Pablo Morillo que lo indultara en 1816, el brillante general de guerras napoleónicas conocido en nuestras tierras como el “Pacificador”, exclamó: “España no necesita sabios”. Y,

tal vez era cierto, pero nosotros, en la Nueva Granada, como nos llamaban antes de volvernos Colombia, tal vez sí los necesitábamos.

No estuvo mal que otro sabio, Alexander von Humboldt, hubiera venido a estudiar, casi dos décadas antes, América tropical, Nueva Granada, Venezuela y Ecuador. Quien sería uno de los más renombrados científicos del siglo XIX, inspirador de una nueva idea romántica de la naturaleza tropical, tan parecida, guardadas las diferencias contextuales y cronológicas, a la que hoy tienen jóvenes, ecólogos y ambientalistas, hubiera sostenido un memorable intercambio epistolario con varios de nuestros próceres, incluido el genio militar, Simón Bolívar. Von Humboldt ofreció a los patriotas una visión cósmica de nuestra naturaleza tropical de modo que les sirvió para vislumbrar una especie de superioridad de la naturaleza americana en el combate ideológico con Europa.2 La ciencia quedó colocada entonces del lado correcto: estaba en contra del despotismo español, y la Expedición Botánica fue vista, desde hace poco más de un siglo, no como lo que fue, una estrategia imperial de conocimiento de las colonias en función de la reformulación de la explotación de las mismas, si no como parte de la construcción de las nuevas naciones.

La ambigüedad de la guerra y la paz en relación con la ciencia, sigue latente, aún ahora después de los Acuerdos de la Habana con las FARC. De un lado, la expansión acelerada de la deforestación en el país parece ser producto de las fuerzas extractivistas del sistema económico imperante; de otro, del retiro de los territorios de los guerreros de las FARC. Los cuales al ser despejados, algunas luminarias de la ciencia pensaron que por fin se podrían hacer investigaciones que estuvieron vedadas en el pasado en biodiversas zonas de conflicto bélico y se apresuraron a lanzar varias “expediciones botánicas”, descubriendo decenas de nuevas especies para la ciencia.

1. Palacio, Germán. Territorios Improbables. Historias y Ambientes. Ed. Magisterio, Bogotá, 2018.

2. Wulf, Andrea. La invención de la naturaleza: el nuevo mundo de Alexander von Humboldt. Taurus, 2016.

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Algunos de ellos, sin embargo, empiezan a mirar con nostalgia la ausencia de las FARC que, quizás sin proponérselo, atajaron el capitalismo salvaje que, por ahora, se refleja en indicadores de deforestación y, con ello, en pérdida de biodiversidad. La guerra contra un grupo armado, no dejaba ver que la guerra también es contra la naturaleza. Hay víctimas muy visibles de la Guerra y menos visibles de la Paz. 3. ¿CÓMO CELEBRAR LAS PACES? Memorizar fechas es muy aburrido, lo cual es sabido por todo estudiante serio. Pero el Bicentenario nos obliga a recordar el 7 de agosto de 1819. Y, como corolario, también nos obliga a pensar en genios y gestas militares. Y, recordar icónicos generales venezolanos, una ironía para los colombianos que vemos con dudas, dilemas y recelo a los migrantes venezolanos: ¿qué seríamos sin El Libertador y sin el mariscal Francisco José de Sucre, quien selló la Independencia de Suramérica? Nos quedaríamos sólo con Santander, proveniente de los límites con Venezuela, en una inflación en espiral de leyes.

A estas celebraciones bélicas solemos darle lustre con fuegos artificiales. Son fulgurantes y coloridos los mágicos juegos pirotécnicos desplegados en el firmamento, aunque perros y pájaros no opinen lo mismo, desquiciados y en pánico por las fiestas de los humanos. No creo arar en el desierto como dijo Simón Bolívar, ya que, a pesar de que las inmensas poblaciones urbanas sólo conocen las vacas y pollos empaquetados en los supermercados, han desarrollado una particular sensibilidad por sus mascotas. Tal vez no saben que sus https://especiales.semana.com/historia-bicentenario-de-la-independencia-de-colombia/

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gatos se comen las lagartijas y los pájaros, sin contar que asaltan sus nidos y devoran sus huevos en el antejardín de mi casa de tierra caliente.

Sin duda que los nuevos tiempos nos han traído más conciencia sobre los derechos de los animales, a pesar de toda esta complejidad de cadenas tróficas. Sin embargo, no es tan claro pasar de las declaraciones a acciones concretas cuando nuestros generosos tribunales, en su magnánima sabiduría, declaran que el río Atrato o la selva amazónica son sujetos de derechos.

Suena bien el decirlo porque somos presa fácil de juegos no pirotécnicos sino retóricos. No sabemos bien, sin embargo, en qué consiste semejante avance que empieza a unir a científicos que consideran que el planeta Tierra es como la diosa Gaia; con indigenistas que recuperan ideas ancestrales como la Pacha Mama; y católicos que se unen a la causa del cuidado de la Casa Grande, como lo prescribe Francisco en su encíclica Laudato Sí.

El punto es éste: ¿Será que sí podremos armar un contrato no sólo social sino también natural? Es decir, ¿que la paz que buscamos, y sólo precaria o episódicamente encontramos, incluirá a los ecosistemas, bosques, ríos, humedales y cañadas? De este modo, el 7 de agosto de 2219 quizás pudiéramos organizar una celebración distinta: los 200 años del fin de la guerra contra la naturaleza. No se ve tan fácil, a juzgar por las vicisitudes de la paz entre los colombianos. Ya está comprobado que hay figuras influyentes y poderosas en nuestro país, y en otros lugares del mundo, que siempre se empecinan en hacer trizas la paz.

Puerto Nariño: ¿Desarrollo a la sombra de la turistificación?

Foto: Gabriel Enrique Vargas

Por: Gabriel Enrique Vargas Estudiante Maestría en Estudios Amazónicos

Es indudable que en los últimos años se ha presentado un crecimiento sostenido de la actividad turística en la Amazonía colombiana. Cada día es más y más frecuente escuchar de personas en distintas ciudades del país que se aventuran a hacer un tour por el río y la selva para conocer de primera mano algo de sus misterios, sus bellezas naturales y su gente indígena que vive de forma “tradicional”. El Amazonas, que antes parecía como un lugar alejado, inalcanzable y casi mítico en las fronteras de la geografía y la conciencia histórica colombiana, empezó a volverse un referente turístico y un lugar para descubrir, al alcance de la mano y del bolsillo de casi cualquiera. Dentro de este repuntar de la actividad turística en la región, el municipio de Puerto Nariño ha ocupado un lugar muy especial, pues es, por así decirlo, la “niña bonita” del Trapecio Amazónico; el lugar que “todos deben conocer”, un “paraíso en la tierra”, o como alguien, tal vez, en un arrebato de marketing costumbrista llamaría: “el pesebre natural de Colombia”.

En Puerto Nariño, así como en otros destinos turísticos del mundo, el constante incremento en la afluencia de turistas ha dado lugar a un proceso conocido como turistificación, que es cuando un destino sufre una serie de transformaciones que afectan tanto su configuración urbana, como algunas de las dinámicas sociales y culturales de sus habitantes nativos con el fin de adaptarse a las nuevas necesidades y demandas que trae consigo el mercado del turismo.

Una muestra de lo anterior es que hoy en Puerto Nariño, gran parte de la inversión en infraestructura y obras públicas se han hecho alrededor del circuito turístico del casco urbano sin pensar primero en las verdaderas necesidades de sus habitantes nativos. Por ejemplo, se han pavimentado y pintado las calles más transitadas por los turistas, pero estas obras no llegan hasta los barrios más alejados del pueblo donde vive la mayor parte de la población. También se han construido varias esculturas de animales para que el turista pueda hacerse fotografías, pero no se han atendido otras necesidades más urgentes como son la dotación del hospital municipal o un sistema de acueducto y alcantarillado apropiado. La energía eléctrica 24 horas y la nueva planta de tratamiento de agua en la parte baja del pueblo, parecen también responder más a la necesidad de cumplir con los lineamientos para mantener la certificación de destino turístico sostenible (otorgada en 2012), que para atender las necesidades reales de los pobladores.

En el plano social y cultural, las costumbres y las formas de vida tradicional también se han afectado con la turistificación. Son cada vez más las personas nativas de diferentes edades que se han visto atraídas hacia

distintas áreas de la actividad turística como una forma de aumentar sus ingresos dejando en segundo plano otras actividades tradicionales como la pesca, la chagra, o la producción de fariña. Un ejemplo de esto es que un gran número pescadores tradicionales se han hecho barqueros de tiempo completo para llevar turistas a los lagos de Tarapoto, al punto, que la oferta de pescado ha disminuido considerablemente, esta vez, no solo por la presión sobre el recurso, que valga decir, también ha aumentado con el turismo, sino, porque el transporte de turistas es a todas luces una actividad mucho más lucrativa y fácil que la pesca, lo que ha dado lugar a que se deba traer pescado de otras poblaciones del Perú y de Leticia para suplir la demanda local. El impacto ambiental también ha sido considerable, dado que las basuras y las aguas negras generadas por una creciente población flotante se quedan en Puerto Nariño, poniendo al límite la capacidad de carga del municipio.

Por otro lado, según testimonio de locales, muchas personas también han debido dejar el casco urbano y moverse a la periferia, pues otro efecto de la turistificación es un aumento en el costo de vida, principalmente debido a la alta demanda de bienes y servicios que trae consigo el turismo. .............................................................

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En este sentido, si bien es verdad que la actividad turística ha brindado muchas oportunidades de empleo, muchos de los habitantes nativos de Puerto Nariño también se quejan de que la mayor parte de los ingresos que genera el turismo queda en manos de colonos propietarios de negocios o actores externos que han llegado al pueblo a explotar el mercado de servicios turísticos, pues los actores locales muchas veces no tienen como competir con algunas de las grandes agencias y operadores turísticos que no solo traen a los turistas en paquetes todo incluido desde Bogotá o Leticia, sino que además, también traen sus guías y sus propios alimentos, lo que indudablemente deja a los locales al margen.

Así mismo, este fenómeno de la turistificación, si bien no necesariamente es la causa directa, también se ha prestado para que se invisibilicen otras situaciones y problemáticas, que, por así decirlo, pasan desapercibidas y crecen “en la sombra” del furor económico y social del turismo. Es el caso por ejemplo del tráfico y explotación sexual de menores, el cual se destapó en Puerto Nariño con la captura en febrero de este año de una banda dedicada a engañar a niñas indígenas de las comunidades para llevarlas a diferentes sitios de Brasil y Perú donde luego eran explotadas sexualmente. Como fue altamente divulgado por varios medios de comunicación nacional,

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dicha banda estaba compuesta por algunos comerciantes de origen peruano, y otras personas relacionadas con servicios turísticos en Puerto Nariño. Valga decir que poco después de su captura, uno de los sindicados murió por causas naturales en prisión domiciliaria, y los otros sospechosos fueron liberados por las autoridades por falta de material probatorio. Sin embargo, hasta el momento, el proceso en su contra continúa abierto.

Finalmente, lo dicho hasta aquí no tiene la intención de demonizar el turismo en Puerto Nariño, que al menos por hora, llegó para quedarse, sino por el contrario, llamar la atención sobre algunas de esas situaciones y problemáticas que se dan “a la sombra” de la turistificación y que están afectando las condiciones y la forma de vida de sus pobladores. Lo que se necesita sin duda, es una mayor atención y planeación por parte de las autoridades, así como que se tenga en cuenta una mayor participación de la población local en la identificación las diferentes problemáticas y necesidades más urgentes, así como en la toma de decisiones de las políticas públicas en torno al turismo, para que de este modo, el desarrollo que el turismo puede traer consigo, sea realmente en beneficio de sus pobladores nativos y no simplemente en función de los intereses económicos de algunos pocos.

Esta es pues, una voz de invitación para abrir una discusión más amplia sobre este tema.

Foto: Gabriel Enrique Vargas

Haciendo mercado en la Trifrontera

CO- BR- PE

Este artículo es el aglomerado de talleres, vivencias y salidas de campo en el marco del curso Sistemas mundiales, conocimiento local y cadenas de valor en la Amazonia del programa Maestría y doctorado en Estudios Amazónicos de la Universidad Nacional de Colombia sede Amazonia el semestre 2018-2. Lo aquí referido son mis experiencias, a priori y posteriori con el propósito de generar en el lector elementos para futuras discusiones en torno a la soberanía alimenticia Leticiana.

Siguiendo este curso de ideas visité mercados colombianos, peruanos y brasileros “espacios en los que además de sabores se intercambian saberes”. (Tomado de guía de salida de campo del curso).

La trifrontera Amazónica consta de tres países: Colombia, Brasil y Perú. Para el caso colombiano su ciudad capital es Leticia, donde nací: allí se programó la visita al mercado indígena y el municipal. Para el caso del Brasil visitamos el mercado de la ciudad vecina Tabatinga frontera terrestre en la cual se tienen tres espacios diferenciados: la plaza indígena tikuna, la Fera 1 y los supermercados modernos tipo 'grandes superficies'.

También en Brasil, visitamos Benjamín Constant, al cual se accede por el Río Amazonas a media hora en bote rápido y que está conectado con y Atalaia do Norte por carretera. En medio de estos dos municipios brasileros está una isla, llamada Islandia, que por la sinuosa conformación del territorio amazónico hace parte de Perú.

Por: Carem Valentina Quiñonez Marín Estudiante antropología PEAMA

En estos espacios se puede uno abastecer de mercancías de procedencias extranjeras, industrializadas, locales y tradicionales. Se desarrollan actividades de intercambio, transformación, aprovechamiento, producción y diversificación.

Principalmente en Leticia nos abastecemos con facilidad de los productos de fincas y/o chagras: yuca, plátano, papaya, pimentón de la región y una gran variedad de productos de temporada y algunas frutas emblemáticas de la región como asaí, chontaduro, aguaje, copuazú, pomarroso, Camu camu, piña, etc. De estos y otros productos encontramos preparaciones primarias o transformaciones básicas como el cortar, empacar, despulpar y congelar la fruta. Un claro ejemplo de lo anterior es la micro empresa “Chupete Shambo” y su variada línea de sabores regionales principalmente de aguaje, Camu camu y hungurawi (primo hermano del asaí). En Iquitos está el barrio Belén con su plaza de mercado en donde lo vendedores en su mayoría Loretanos transformaron verduras en ensaladas y se 2 encuentran a la venta con el precio de un nuevo sol peruano; otro producto insignia es la chicha morada cuyo ingrediente principal es el maíz morado y que al igual que la aguajina (jugo de aguaje), el pizco (aguardiente) y la inca cola (producto industrializado) son bebidas tradicionalmente consumidas en el Perú.

1. Plaza de mercado en Tabatinga donde lo industrial se combina con lo tradicional 2. Para la fecha en que visité el rojiblanco país vecino (22 de septiembre de 2018) la tasa de cambio entre Soles y Pesos se recibió al 1x1. En el caso de la diferencia cambiaria entre Colombia y Brasil, se cambiaban 850 Pesos por un Real.

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En cuanto a transformaciones primarias de proteína animal, el caldo de pescado es el más emblemático y por supuesto el ceviche para el caso peruano además de la cecina: carne de cerdo ahumada en horno y la milanesa de pollo preparada insanamente en la plaza de Belén – Iquitos, pero que también se consiguen congeladas y empacadas en la “Casa dos Congelados” en Tabatinga, negocio que es un claro ejemplo de centros de comercio modernos contrario y en vecindad con la plaza de mercado indígena la cual vendría siendo una plaza tradicional. El salar y el ahumar los alimentos son otras de las técnicas de conservación que se apropiaron ancestralmente. Dos sofisticadas formas prehispánicas de transformación y conservación de la biomasa creadas por las comunidades indígenas son la fariña y el almidón, procedentes de la deshidratación de la yuca.

En cuanto a la procedencia de alimentos para el caso de Iquitos – Perú hortalizas y verduras de la canasta familiar que se comercializan en el mercado de Belén como son abastecidos por vía fluvial, terrestre y aérea provenientes de la Sierra y la Costa. Para el caso de Leticia frutales y verduras escasas en la región ingresan por vía aérea de Bogotá mientras que los productos industrializados llegan fluvialmente de Puerto Asís. En el mercado de Benjamin Constant, ubicado aproximadamente cuarenta y cinco kilometros de Leticia, indagamos por la procedencia de la variedad de vegetales y frutales que ahí se comercializan. Éstos son proveídos de la comunidad de Umariasu más cercana a Tabatinga. Otras mercancías industrializadas como el arroz y el azúcar incluyendo timbos de agua se desembarcan en el puerto de Benjamín procedentes de Manaos. En la Fera y en Atalaia encontré productos para la preparación de comida peruana tales como la papa duce o camote; algas que acompañan el ceviche (pendejo de sirena) y ají mirasol ingrediente principal para algunas preparaciones de la gastronomía peruana como: papa a la huancaína, causa rellena y el ají de gallina. Asumo la aparición de éstos productos en el mercado a la demanda de los mismos, siendo estos espacios captados por el pueblo peruano, el cual se encuentra presente en la trifrontera.

Otros espacios más institucionalizados en los cuales se replica la cultura nacional son los “desayunaderos”. Para el caso colombiano en Leticia encontré empanadas, buñuelos, arepas de huevo, pandebonos, jugos y café. En cuanto a preparaciones amazonenses encontramos caldo de pescado. En las plazas de mercado tradicionales iquiteñas hay un producto emblemático muy implantado en mi crianza: el ponche, huevo batido por una espiral en una bandeja; se sirve en un vaso y se adiciona cusqueña de malta (cerveza realizada a partir de la cebada procesada) o masato. Posterior a esta entrada completé el desayuno con un par de huevos de tortuga ya cocinados; los juanes similares a los tamales y los sanduches son otros complementos. En Tabatinga el almidón de yuca se transforma en rosquillas y tortillas. También se encuentran bebidas como el café endulzado con leche condensada y se cuenta con una amplia variedad de jugos helados.

De manera rápida expuse aquí la diversidad gastronómica fronteriza que más que una guía de culinaria pretende promover el consumo y preparación de alimentos e ingredientes propios de la región amazónica. Además, es un ejemplo de las múltiples formas de concebir y vivir la Amazonia promoviendo la producción agrícola y percatándonos de la necesidad de una soberanía alimentaria que vaya en vía de la conservación de nuestras riquezas fáunicas, paisajísticas, vegetal y cultural. .............................................................

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Juan Carlos Peña en la vida y la memoria de la Universidad Nacional y de la Amazonia

Archivo fotográfico Sede Amazonia

Incluidos sus matices, la vida de Juan Carlos Peña como egresado de “la nacho” es un emblemático ejemplo de muchas veces elusivo pero irrenunciable compromiso misional de esta universidad de formar personas críticas comprometidas con la transformación y la construcción de la nación colombiana. En términos menos institucionales y más cercanos a su ideología y visión del mundo, que de algún modo compartimos muchos de quienes lo conocimos, Juan Carlos fue hasta el final de sus días, de modo muy coherente, lo que se acostumbraba a llamar en inmediaciones al Jardín de Freud, al frente de Ciencias humanas y al lado de Sociología, un intelectual orgánico.

Juan Carlos se formó como sociólogo al calor de las luchas estudiantiles de fines de la década de los ochenta y comienzos de los noventa asumiendo un liderazgo que proclamaba, como era y sigue siendo comprensible y necesario, la transformación radical de nuestra sociedad y por tanto de las estructuras de poder dominantes. No era extraño que, en este trasegar, se hubiera inscrito en alguna de las versiones en cierto modo mesiánicas que inspiraban el ambiente estudiantil universitario de la época, visiones que tuvo que confrontar, revisar y “ajustar” tan pronto se vio abocado, ahora como profesional, a la compleja y conflictiva vida nacional, más allá de los estrechos marcos universitarios.

Su paso por la Universidad Nacional, como es de esperar, no significó el olvido de su condición social ni los orígenes y experiencias infantiles y juveniles que lo vinculaban a un lugar como la Primavera, pequeño pueblo del Vichada

donde nació hace 50 años, los que cumplió pocos días antes de su fallecimiento. De ahí su talante llanero pero también sus primeros acercamientos a la región amazónica.

Su creciente compromiso con la región lo llevó, pocos años después de la obtención de su título al Vaupés donde se desempeñó como secretario de planeación departamental. Una vez allí, tuvo que presenciar y padecer en carne propia, en el año de 1998, uno de los episodios más sangrientos del prolongado conflicto armado colombiano: la toma y retoma de Mitú en los confines amazónicos de Colombia y Brasil. Este hecho, al cual él se refería ocasionalmente y cuyo escenario pudimos recorrer en su compañía casi 15 años después, además de su contacto con el mundo indígena, ocasionó no pocas reflexiones y preguntas que seguramente incidieron en su posterior decisión de abandonar el Vaupés y perfilar la continuación de su formación académica. La obtención de su título de Maestría en Antropología en Manaos en la Universidad Federal de Amazonas, en 2003 y posteriormente su doctorado en antropología social en Campinas en 2011, así como los trabajos de investigación que los acompañaron, sobre educación entre el pueblo Hupdäh en el primer caso y sobre “la participación de los indios en la construcción de lo urbano en la Amazonia” en el segundo, evidenciaron que su compromiso con la región amazónica y con su gente, no había terminado, sino que por el contrario, se había reafirmado y sellado. .............................................................

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La mecánica electoral

La necesidad de vincularse a la docencia universitaria y su preocupación por la educación indígena lo llevaron a vincularse a la recién creada Universidad Federal do Amazonas en Benjamín Constant y luego a la Universidad Estadual do Amazonas donde ejerció la docencia y participó en programas de formación de profesores indígenas en el lado brasilero de la frontera de Brasil con Colombia y Perú, hasta el final del año 2018, cuando inesperadamente se manifestó su letal dolencia.

Desde allí pudo igualmente mantener un estrecho vínculo con su Universidad Nacional a través de la sede Amazonia y con el Instituto IMANI. Fueron innumerables las actividades de la sede Amazonia en las que participó Juan Carlos: como profesor invitado de la Maestría en Estudios Amazónicos; como director, jurado y comentarista de varias tesis de maestría; como asesor en la formulación del Plan Estratégico del Plan Estratégico de Ciencia y Tecnología del Vaupés; profesor invitado a la Cátedra Imani de Fronteras y como promotor y partícipe de convenios de cooperación académica e investigativa con las universidades brasileras, entre muchas otras. .............................................................

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Este perfil de Juan Carlos como Homo-academicus no debe hacernos olvidar otras facetas de su entrañable y extrañable carisma como persona, como compañero y amigo. Jamás se podrán olvidar las aventuras compartidas, tanto las que se pueden contar como las que se deben guardar; su sensibilidad y solidaridad; su disciplina cuando era debido o su indisciplina hasta donde podía o quería; su inagotable alegría y vena artística o su natural ´coquetería´ unas veces indiscreta y otras disimulada, de la cual muchos carecemos, hacia sus semejantes del sexo opuesto.

En el más amplio sentido de la expresión e intentando alejarnos de los lugares comunes, hoy podemos decir que Juan Carlos Peña literalmente descansa en paz. Esto nos recuerda precisamente que su contribución a la paz por la que siempre luchó, lejos de las acciones contestatarias de los primeros tiempos, siempre se podrá encontrar y recrear en su legado como e d u c a d o r, a s í c o m o e n s u compromiso y aportes a la educación indígena propia y apropiada, no solo como instrumentos de transformación e inclusión social en la Amazonia, sino también como herramienta de recuperación y uso de su capital simbólico y cultural y por qué no, de resistencia de estos pueblos contra los desmanes y arbitrariedades que continúa ejerciendo la sociedad “mayor” en contra de sus derechos colectivos su territorio y su cultura.

En los últimos meses, antes de su enfermedad, Juan Carlos había manifestado su deseo de acercarse a su familia y vincularse académicamente, luego de su retiro o traslado, con alguna institución de los llanos cerca a Villavicencio donde pasó sus últimos días. Irónicamente este deseo se ha cumplido y se ha anticipado, no en la forma y los tiempos en que él se lo proponía, dejando a medio camino y sin concluir varios de los proyectos que se había propuesto y que sería conveniente recuperar y eventualmente continuar. Esta debería ser una de las formas en las que podríamos hacer justicia a su memoria y seguir disfrutando de la compañía de Juan Carlos Peña.

Conmemoración 30 años Sede Amazonia Archivo fotográfico Sede Amazonia

Este año la Sede Amazonia de la Universidad Nacional de Colombia celebra sus 30 años de presencia en la ciudad de Leticia y en la región Amazónica.

Inicialmente, la sede Amazonia fue creada como una Estación Científica el 11 de diciembre de 1989, y a partir de allí, con la Constitución de 1991, la promulgación de la Ley de Fronteras, los procesos de descentralización administrativa y las nuevas políticas de Ciencia y Tecnología generaron un contexto fértil para promover la creación de la Sede Leticia en el año 1994 y, en 1995 se crea el Instituto Amazónico de Investigaciones Imani. La Sede pasó a llamarse Amazonia en 2004 cuando sugerimos este cambio dado nuestro ámbito de acción en toda la región.

Para esta conmemoración, el Instituto de Investigaciones Imani y la dirección de Sede dentro del marco del XXVI Mes de la Investigación ofrecerán una variada programación académica y cultural para diferentes públicos de la región que deseen unirse a esta celebración. La programación inicia el 20 de noviembre con una charla de apertura y el Primer taller: Ciudad desarrollo sostenible basado en región: Hábitat urbanorural en el contexto Amazónico (Noviembre 21 a 22), y

XXVI Mes de la Investigación contará así mismo, con tres charlas de la Catedra Imani en Ecología y Gestión de Humedales: La economía en los humedales: casos en Amazonia, Ecología y gestión de humedales Colombianos, y la Dinámica fluvial, historia y conocimiento ambiental y acotamiento de la ronda hídrica en un humedal amazónico (Noviembre 22, 23 y 29, respectivamente). Posteriormente, del 26 a 28 de noviembre, tendremos el Primer Encuentro internacional fronterizo de investigación en administración y emprendimiento en la Amazonia, en unión con el Instituto Federal do Amazonas (UFAM) y la Universidade Federal do Amazonas (UFAM), ambas instituciones de Brasil. Simultáneamente a este evento, nuestros estudiantes de pregrado estarán presentando sus trabajos en la Feria Internacional de la ciencia y la tecnología (Noviembre 27 al 29). Y terminaremos con los Seminarios y reuniones de los Grupos de Investigación, un encuentro con las sedes de frontera de la Universidad Nacional, un Foro sobre los 30 años de la Sede Amazonia sobre su aporte a la formación, investigación y extensión en la región Amazónica; luego realizaremos dos eventos culturales: el Circulo de la Palabra y una muestra de música regional. .............................................................

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La mecánica electoral

¡POR FIN! Tendremos vía de acceso a la Sede Amazonia

Por: Germán Ignacio Ochoa Profesor: UNAL - Sede Amazonia

La portada de nuestro anterior Notimani (No. 40) presentaba una foto en la que, como comunidad universitaria de la Sede Amazonia marchábamos, una vez más, reclamando una vía digna para el acceso a la Universidad. Era la continuidad de marchas realizadas consuetudinariamente durante cerca de nueve años varios años. (Ya perdimos la cuenta de cuántas veces marchamos y pedimos lo mismo). La desidia para afrontar la situación por las instituciones responsables mostraba la importancia que se le da la educación en el Departamento. Como no se tuvieron resultados, unos días después de aquella marcha, los estudiantes propusieron un plantón para cerrar la vía y exigir una solución definitiva a este problema. Durante tres días, con sus noches, los estudiantes y miembros de los estamentos de la Universidad mantuvimos nuestra frente en alto y bloqueamos la vía. Diversos grupos de la sociedad mostraron su solidaridad: ciudadanos de a pie, personal del ejército, la Aerocivil, mototaxistas y empresarios, entre otros, dieron sinceras muestras de apoyo. Para los estudiantes este fue un interesante ejercicio de organización y coordinación, que por supuesto, hace parte de su formación como ciudadanos.

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Foto: Edwin Salazar

Y el plantón dio resultado. Como reconocimiento a todos quienes, desde 2011, hemos participado en cuanta movilización se hizo, y para beneficio de todos, este mes (agosto de 2019), han empezado la construcción de la vía. El inicio de esta obra fue producto del acuerdo al que llegaron la comunidad universitaria y la empresa interventora del aeropuerto durante el plantón (los representantes del consorcio constructor nunca tuvieron la decencia de presentarse ni de recibir las cartas de invitación a las reuniones). Esperamos que llegue a buen término.

Lo más importante, además del acuerdo logrado, fue demostrar que la protesta social, respetuosa, creativa, pacífica y propositiva sí da resultados. Hacemos un reconocimiento especial a los estudiantes por su organización y liderazgo para llevar a cabo esta movilización y su madurez para manejar las diferentes situaciones que se presentaron. Esperamos que la sociedad local acoja este ejemplo y lo use para moldear su criterio ahora que se viene el desafío de elegir a nuestros próximos gobernantes. No sobra decir que será un bonito regalo para la Sede en su cumpleaños número treinta.

Foto: Germán I. Ochoa

Nueva cohorte de estudiantes PEAMA Amazonia 2019-2 El 12 de agosto se dio inicio a una nueva cohorte de estudiantes PEAMA en la Sede Amazonia Archivo fotográfico Sede Amazonia con un total de 95 admitidos. Algunos hechos destacados es que fueron admitidos nueve estudiantes provenientes de Florencia Caquetá; fue mayor el número de admitidos del Putumayo (44) que del Amazonas (39) destacándose los catorce estudiantes del Alto Putumayo y especialmente los provenientes del municipio de Sibundoy que sigue siendo el municipio de dicho departamento que más estudiantes tiene en el PEAMA. También se destaca que para este periodo fueron admitidos doce indígenas de tres departamentos: Amazonas (7), Putumayo (4) y Vaupés (1).

En la siguiente Tabla se presenta una síntesis de los estudiantes admitidos. Les auguramos los mejores momentos en la Universidad, un excelente desempeño académico, esperamos estar a la altura de sus expectativas y que en pocos años puedan estar aportando a sus municipios y comunidades todas sus experiencias y conocimientos.

Así va la construcción de la vía de acceso que comunica la Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia con la ciudad de Leticia.

La primera fase se entregará el 7 de diciembre para permitir el paso, y la segunda incluyendo el andén peatonal, y la ciclovía se entregará el 20 de diciembre.

Día mundial contra la trata de personas El 30 de Julio se conmemora el día mundial contra la Trata de personas, una problemática de la que no es ajena la región amazónica. En el marco del proyecto Acción global para prevenir y combatir la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes (por su sigla en inglés Glo.ACT), la Fundación Renacer y UNICEF, adelantan la construcción de una estrategia intersectorial entre los actores institucionales de Brasil, Colombia y Perú, que permita la protección de la niñez y adolescencia frente a la Trata y la Explotación Sexual Comercial en la triple frontera.

Para ello, este 23 y 24 de julio se desarrollaron los encuentros de instituciones y autoridades colombianas y brasileras con competencia en la prevención, atención y judicialización de dichas problemáticas. Se espera para el mes de agosto realizar el encuentro con autoridades peruanas directamente en Caballococha.

Foto: Germán Ochoa

Por otro lado, en el marco de este mismo proyecto, la Fundación Renacer ha venido adelantando procesos de formación a líderes y lideresas de las comunidades indígenas Naranjales, San Martin de Amacayacu y Puerto Nariño con el objetivo de consolidar una red de agentes de prevención y protección contra la Trata y la Explotación Sexual Comercial de Niños, niñas y adolescentes, en los territorios ............................................................. indígenas.

Universidad Nacional de Colombia 15 Fundación RENASER

CÁTEDRA IMANI:2019

ECOLOGÍA Y GESTIÓN DE HUMEDALES Charlas Septiembre 13: Integración de conocimiento científico y tradicional de lagos y bosques inundables en el modelo de educación propia.

14: Ecoturismo y turismo comunitario como una oportunidad de conservación de humedales.

27 : La Paleolimnología como herramienta de investigación de humedales.

28: Ecología trófica como herramienta de estudio en ecosistemas acuáticos.

Octubre 4: Cambio climático y humedales.

5: Ictiología del norte de Sudamérica.

11: Ecología de arroyos en Amazonia.

12: Cambio Climático desde la perspectiva del conocimiento ecológico tradicional.

18: Ecología de peces en ríos del norte de Colombia.

25: Ecología de pesquerías en la Amazonia.

26: Conocimiento local indígena como herramienta para el manejo pesquero en el Trapecio amazónico.

Información: Profesor Santiago R. Duque.

Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia Teléfono (1) 316500 extensión 29829. srduquee@unal.edu.co

Foto: Río Igará - Paraná en Chorrera

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