Notimani 32

32 ISSN 2215-9355

INFORMATIVO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA SEDE AMAZONIA / INSTITUTO IMANI Marzo de 2017

Se fueron estudiantes, regresaron profesionales

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Editorial

Marzo de 2017

ÍNDICE

Notimani se reinventa

BANDAS JUVENILES EN LETICIA LETICIA: ¿CIUDAD INDÍGENA? PROFESIONALES DE U.N. EL PASO DEL VIRUS ZIKA SURGIMIENTO DEL HOSPITAL LOS ESTUDIANTES AMAZÓNICOS PULSOS DE LA SEDE

Encuentra toda la colección del Notimani en la Web, ingresa al portal: http://www.imani.unal.edu.co/Portal/ADJUN TOS/20121128_204928_estante_.html

Coordinación General: Germán Palacio Diseño y Diagramación: Harrison Calderón Comité Editorial: Germán Palacio Salima Cure Marco Tobón Germán Ignacio Ochoa Yohana Pantevis Harrison Calderón Apoyo Editorial .

María Teresa Urueña Impresión: Panamericana Formas e Impresos S.A. Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional ni las políticas del Notimani.

Retomamos este Notimani con unas modificaciones que deben ser explicadas. Primero, el Notimani se ofrecerá de manera electrónica y en papel pero con fechas más precisas. En lugar de publicar dos Notimani en el año, publicaremos cuatro, para que su presencia sea mejor distribuida durante el año, aunque cada número sea un poco más reducido. Publicaremos de manera electrónica a fines de Febrero, a fines de Abril, a fines de Agosto y a fines de Octubre, de modo que esté en papel en cada mes subsiguiente. Aunque quisiéramos ahorrar papel, debemos imprimir porque el Notimini tiene la intención de generar comunidad comunicativa en Leticia y toda la Triple Frontera y, teniendo en cuenta que el internet no funciona tan bien como desearíamos.

En este número se presentan cinco artículos de interés para la región.

Las ciudades de Leticia y Tabatinga están cambiando aceleradamente, y los poblados tranquilos que conocimos se nos están yendo de las manos, tal vez, inevitablemente. Por eso, recomendamos el artículo de Salima Cure y Germán Palacio, un artículo sobre bandas juveniles, problema que debemos enfrentar, entre todos. Luego, Juan Echeverri hace un planteamiento sobre las malocas urbanas y la necesidad de asumir una ciudad en la que las huellas de los indígenas sean reconocidas y realzadas. También traemos un artículo elaborado por Germán Ochoa sobre el Plan Retorno de estudiantes de la región amazónica a su terruño después de haber estudiado en distintos lugares del país donde se localiza la Universidad Nacional de Colombia. Nuestros dos últimos artículos se sitúan en al área de la salud. Mauricio Rodríguez, especializado en Estudios Amazónicos escribe sobre el Zika que tomó tanta relevancia en los últimos años.

Finalmente, una de nuestras estudiantes de enfermería, Yandri Ramírez escribe sobre los orígenes del hospital, una historia que debería ser retomada por otros escritores de la historia de la salud en la ciudad.

Esperamos que en esta nueva época, este Notimani sea de su agrado y que ustedes, amables y agudos lectores, se animen a enviarnos sus comentarios y sus artículos para que este medio siga sirviendo para una comunicación, sin intereses comerciales, sin ataduras a políticos de turno, con visión crítica y constructiva para ayudar a edificar una mejor región.

Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia Teléfono: 5927996 / Email: hcalderonv@unal.edu.co Dirección: Kilómetro 2 Vía Tarapacá.

Leticia-Amazonas-Colombia

Sede Amazonia

Ciudad

BANDAS JUVENILES EN LETICIA: PREGUNTAS, EXPLICACIONES Y POSIBLES RESPUESTAS Por: Salima Cure PhD Antropología Germán Palacio Profesor Titular UNAL.

Así como el año 2015 estuvimos sepultados por las basuras, los leticianos vivimos en el 2016 abrumados por la presencia de bandas juveniles enfrentadas a piedras, por las calles de la ciudad. Hemos visto jóvenes y niños de La Esperanza confrontados con los de La Sarita y Simón Bolívar. Igualmente, los del Barrio Colombia con los del Gaitán; Tauchí, Porvenir y la Unión también se mencionan, pero se sabe que también hay problemas en Humarizal. Mientras los vecinos tratamos de no ver extenuados al llegar del trabajo, hasta que algunos de nuestros techos sufren las consecuencias del desorden incontrolado, y los juegos olímpicos de pedradas que empiezan a las 5 p.m. y se prolongan hasta las 9 p.m. aproximadamente, nos han obligado a salir a conversar o discutir y enfrentar a los imberbes gladiadores y a reclamar a las autoridades para que hagan algo.

Normalmente, la Polícía dice que no puede hacer nada porque son menores; el Bienestar familiar dice que está para proteger a los jóvenes cuando los perjudicados somos los vecinos de algunas cuadras y los vecindarios en su conjunto, además de los transeúntes que tratan de llegar a sus propios barrios; la Alcaldía, también dice no poder hacer nada, cuando el Alcalde es el jefe de la policía. ¿Los vecinos se deben organizar y hacer algo? ¿Quiénes deben hacerlo? ¿Cuáles son las raíces de semejante descontrol antisocial o, mejor, anomia social?

No existe una respuesta única y fácil esta problemática.

Varias son las explicaciones que diferentes personas formulan al acaso. Ellos se refieren a: a) Descomposición social y desintegración familiar; b) Falta de oportunidades y espacios para el desarrollo de los jóvenes; c) conflictos de identidad urbana; d) disputa de territorios y falta de seguridad; f) efectos de las drogas. Todavía no se puede decir la palabra final porque no hay investigación al respecto, al tiempo que algunas de estas hipótesis se cruzan o refuerzan otras. Veamos: Descomposición social y desintegración familiar Leticia y Tabatinga están creciendo aceleradamente, y no es indispensable contar con las cifras exactas, que además son difíciles de conseguir, para personas que llevan más de 10 años conviviendo en estas dos ciudades pares. Además la movilidad y el cruce fronterizo es muy

fluido y dúctil, lo que hace más difícil contar para tener cifras exactas. Se escucha decir que, desde la época del presidente Uribe, han llegado desplazados a esta tierra que se preciaba de pacífica. Las opciones de crecimiento para Leticia son limitadas, ya que por un lado, están los resguardos y los militares tienen las mejores lotes urbanos; por el otro, el río y la frontera con el Brasil cierran otras opciones por lo que sus posibilidades de encontrar espacios urbanos adecuados a las necesidades del crecimiento poblacional, a la oferta urbana de bienes recreativos y deportivos, está casi congelada.

Personas, entre ellos de origen indígena, han venido a Leticia provenientes de corregimientos, a buscar mejores oportunidades, mejor atención en salud y educación, una vez que ya tienen familiares en la ciudad, pero la vida urbana no permite que la comida esté garantizada a pesar de su abundancia por el comercio en la ciudad y los niños y jóvenes se ven descuidados y desprotegidos porque las estructuras familiares se descomponen por la falta de trabajo o empleo digno y remuneraciones suficientes. Se trata de la ley de la selva de cemento.

Falta de oportunidades y espacios para el desarrollo de los jóvenes Para nadie es un secreto que Leticia es una ciudad que ofrece poco a los jóvenes. Basta dar una mirada a los pocos espacios públicos que la ciudad tiene para darse cuenta del deterioro y abandono en el que se encuentran, entre basuras y estructuras deterioradas. Así mismo, las instituciones públicas y fundaciones privadas adolecen de una perspectiva que ponga en el centro a los jóvenes y sus expectativas, esto es evidente, por ejemplo, en los pocos eventos que se realizan pensando en esta población respecto en cambio a los tantos conciertos que de vallenato y ranchera se organizan durante el año. La población juvenil en Leticia es alta y para muchos de ellos, luego del colegio, los horizontes de estudio o trabajo son muy limitados. Aburrirse en Leticia es fácil si no se tienen suficientes recursos económicos que permitan pagarse actividades por fuera de la escuela o para viajar dentro o fuera del departamento.

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Ciudad Por comentarios que han venido de charlas con estos jóvenes, se evidencia esa falta de espacios y actividades para ellos, y una forma de mostrar dicha inconformidad es haciéndose visibles a través de peleas con piedras, varillas, palos y lo que tengan en mano.

Conflictos de identidad urbana Para muchos de estos chicos, ser parte de un grupo es una cuestión seria ya que tiene que ver con la construcción de su identidad.

Sentirse reconocido, apreciado, respetado por otros, sobre todo si en su casa no existen lazos afectivos muy fuertes, son razones de peso para ellos. El rival es necesario para dar sentido a la propia existencia, más aún si consideramos la falta de promoción de otro tipo de actividades o espacios que permitan expresar las vivencias juveniles. Incluso, las heridas que puedan resultar de estos enfrentamientos son marcas identitarias. Por un lado, son expresión de una masculinidad fuerte, de la verraquera por aguantar un dolor generado por una pedrada o una puñaleada, pero también es una forma de reafirmar la pertenencia a un grupo, en ese sentido, cada herida o marca sobre el cuerpo, es un llamado a la venganza. En cierta medida es una dolorosa, pero necesaria forma de evidenciar su presencia y su ser, cada herida, consiente la continuación de las peleas. Y si bien son en su mayoría muchachos, algunas chicas sirven de campaneras u ocasionales lanzadoras de guijarros.

Disputa de territorios y falta de seguridad Hablando con algunos de los chicos que tiran piedras en las noches, se evidencia que ellos creen que sus acciones son una defensa de su territorio. Al parecer no es una cosa nueva la disputa entre algunos barrios de Leticia, y por falta de investigaciones en el tema desconocemos bien esas historias y en esa medida no tenemos elementos para leer esas formas de marcar territorio. La que más conocemos es la de los chicos de La Esperanza, confrontados con los de La Sarita y el Simón Bolívar, hay provocaciones de lado y lado, mutuamente infringen sus fronteras reales o imaginarias y en medio de carreras e insultos se tiran piedras unos contra otros, escogiendo a veces las calles más oscuras y menos 4 transitadas. Tanto un bando como el otro manejan

códigos para comunicarse en medio de tanta algarabía, son silbidos que avisan que vienen más chicos, que hay que irse o que viene la policía.

Como enunciábamos en un punto anterior, estos barrios, con altos grados de marginalidad, son tomados por sus habitantes más jóvenes para expresar con furia frente a la falta de políticas públicas o iniciativas privadas que los incluyan.

No falta quien argumente, con algo de razón, que la falta de mejor seguridad es el factor clave y que este aspecto está asociado al consumo de drogas ilegales. En consecuencia, quienes ven desde este ángulo este problema, relacionan seguridad con control de territorios, espacios acotados donde se venden drogas ilegales y la necesidad de controlar ese territorio. Posiblemente, si aceptamos este ángulo del análisis se requiere más policía o más de la policía. No está en nuestras manos saber si el aumento del pie de fuerza es la solución pero sí sabemos que la policía debe ser más imaginativa, ser más móvil, no quedarse fija en un punto sino desplazarse y atender los sitios y las horas en que se presenta el conflicto, y no esperar a que los casos lleguen o lleguen los heridos o los muertos. Así parece haberlo entendido en el mes de diciembre y se percibe mejoramiento de la situación, al tiempo que usa inteligencia para capturar a los cabecillas.

Efectos de las drogas Algunos proponen el argumento facilista de las drogas. Es inaceptable acusar a la hoja de coca, menos en nuestro departamento, o a la amapola o a la marihuana como chivo expiatorio y recurso facilista tratando de convertir tontamente a las plantas en el problema. Ellas no son el problema, ellas no “son matas que matan” sino las transformaciones y malos usos que se puedan hacer de ellas, bajo el hecho de hacen parte de mercado apetitoso y rentable, lo que genera obligaciones informales, justicia privada, territorios acotados y en disputa y todo lo que ya sabemos en Colombia después de casi 50 años, cuando el mercado de los Estados Unidos amarró la marihuana de nuestra costa Caribe, primero, y luego la cocaína que en Leticia tuvo un lugar de tráfico importante en las décadas de 1970 y 1980.

Indígenas y ciudad potencia; quinto, espacios como la maloka urbana, deberían ser protegidos y apoyados, de modo que poblaciones indígenas desarraigadas pudieran tener No tendría sentido terminar este artículo sin aportar lugares de reconstrucción de su identidad; sexto, algunas ideas todavía provisionales: primero, como falta deberían alentarse programas sociales que investigación y debería profundizarse más, este trabajen en formas de construcción de identidad podría ser un tema fascinante para un estudiante No es cierto juvenil que no implique autodestrucción y violencia; de Maestría de la Sede Amazonia de la que nadie debíamos hacer campañas educativas que deUniversidad Nacional; segundo, el desarrollo de pueda hacer espacios de esparcimiento sano y accesible, nada. Lo cierto satanicen, desde el uso tradicional de la coca, hasta las infusiones de mate de coca, como desde debería ser prioridad para la Alcaldía; pensemos es que todos que el antiguo zoológico está abandonado por tenemos mucho tiempos ancestrales nuestros antepasados indígenas lo han hecho. Por último, pero tal vez no casi 10 años después de haber sido cerrado por por hacer. de menos importancia, es la oportunidad de haberse comprobado que carecía de los recursos reconstruir lazos de vecindad, solidaridad y y apoyos para cuidar los animales y no se ha colaboración en las cuadras, las manzanas y los barrios hecho nada para convertirlo, al menos, en un parque de nuestra ciudad. dominguero; tercero, el estímulo a los esfuerzos dispersos e individuales para practicar el deporte deben No pretendemos tener la última palabra, pero si ser reconocidos, articulados y estimulados; cuarto, la queremos invitar a una reflexión sobre un tema que si no Policía debería intentar desarrollar estrategias de lo afrontamos, nos arruinará la posibilidad de tener una vigilancia y control más móvil y oportuno, al tiempo que ciudad amable y con futuro. presta atención y hace inteligencia sobre los capos en Algunas ideas

LETICIA: ¿CIUDAD INDÍGENA?

Puerto de Leticia Tal vez pocos habitantes de Leticia saben que lo que es ahora el Parque Santander, la plaza central del pueblo, antes fue un salado, es decir, un sitio donde animales y aves venían a chupar los minerales y lodos que afloran de estratos más antiguos de la tierra: un sitio mágico y encantado – maloca de los animales, dicen los indígenas

– que quedó sepultado por el cemento y las instituciones, por las motos, partidos de micro-fútbol y clases de boibumbá. No será azar que los loros y las golondrinas lo sigan frecuentando, como impenitentes embajadores de otro orden territorial, que antecede y subyace a la capital del departamento.

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Indígenas y ciudad Tampoco muchos de sus habitantes urbanos – inmigrantes, comerciantes y funcionarios del interior de Colombia – conciben a Leticia como una ciudad indígena.

Con sus calles en trazado de pueblo español, sus instituciones, motocicletas, restaurantes y hoteles, parecería cualquier otra ciudad del centro del país.

Pero a este enclave – sostenido con combustible, alimentos, dinero y recursos de otras partes – la naturaleza, la sociedad y la cultura del valle amazónico se le cuela por todas partes. No solo el río, en su inmenso pulso, la flanquea y la inunda; la frontera, al mismo tiempo, la limita en su trazado, la inserta en sus flujos y dinámicas, y la nutre de poblaciones fronterizas. Al ser capital de un departamento extenso, Leticia también se ha nutrido de sucesivas ondas de población proveniente de territorios indígenas de las cuencas del Caquetá y Putumayo: éxodos desde el tiempo de la violencia cauchera hasta los más recientes éxodos del conflicto, de la economía ilegal, de la ausencia de adecuados servicios de educación y salud.

Leticia es una ciudad indígena aunque no lo parezca – y le sentaría muy bien entenderlo, aceptarlo y volverlo una potencialidad. Ya mencionamos el salado, la maloca de animales – que sí estaba integrado en el sistema socionatural que antecede por milenios a la capital del Amazonas. Por milenios antes de su fundación, esta ribera y estas cambiantes islas fueron territorio de poderosas tribus de omaguas que sucumbieron a las enfermedades y el avance de los invasores europeos.

De estas tribus, hablantes de tupí, quedaron nombres de sitios, plantas, animales y utensilios, y heredaron la tierra los cocamas, parientes de omaguas, y las poblaciones ribereñas que nacieron de ellos, sumados a los pueblos tikuna que vinieron a ocupar estas riberas, y de los uitoto, bora, ocaina y de muchos otros que llegaron de más lejos. Fueron estas manos, de indígenas y bosquesinos, las que en buena medida construyeron la carretera, las calles, los edificios.

Nadie sabe con exactitud una cifra que estime la población “indígena” del casco urbano de Leticia. En primera medida porque la frontera entre ser indígena, mestizo o ribereño y ser “blanco” no es muy clara.

Mucha de la población inmigrante de origen 6 peruano y brasilero bien puede ser indígena, así

como inmigrantes de otras partes de Colombia. Leticia ha sido poblada por indígenas desde su fundación, pero es en los últimos años que esta población se ha ido haciendo visible social y políticamente a través d e f o r m a s d e organización que aglutinan mucha de la i n m i g r a c i ó n proveniente de los territorios. Existen Maloca urbana CAPIUL b a r r i o s y s e c t o r e s urbanos que se definen como indígenas (Nuevo Milenio, Castañal, Isla de la Fantasía, San Miguel); se han constituido sitios de encuentro y diálogo tradicional o urbanos; los indígenas se han organizado bajo diferentes formas en busca de reivindicaciones de vivienda u oportunidades de trabajo artesanal; y, más recientemente, desde 2011, se ha constituido un cabildo indígena urbano, denominado CAPIUL: Cabildo de los Pueblos Indígenas Urbanos de Leticia. A diferencia de otras formas organizativas indígenas urbanas, que se han conglomerado alrededor de iniciativas de artesanías o se han enfocado en la consecución de vivienda o de territorios peri-urbanos, CAPIUL es la primera que plantea el reconocimiento de un cabildo indígena urbano conformado por familias indígenas en condición de vulnerabilidad, en buena medida integrado por desplazados de la violencia física, social y económica de otras regiones del departamento.

CAPIUL congrega población tikuna, cocama y yagua del Trapecio amazónico (cerca del 50% de sus afiliados), más población murui-muina (o uitoto), miraña, bora, ocaina, andoke y nonuya del Predio Putumayo (cerca del 40%), y yukuna, matapi, carijona, macuna, tanimuca y cubeo, del Bajo Caquetá, Mirití y Apaporis (el resto).

Según el diagnóstico inicial que hizo CAPIUL en 2012, estaban afiliados al nuevo cabildo 2.372 indígenas urbanos, pertenecientes a estos 16 grupos étnicos, habitantes de los barrios Simón Bolívar, Iane, Once de Noviembre, Porvenir, Rafael Uribe Uribe, el Humarizal, el Recuerdo, Victoria Regia y Gaitán. Estos son los afiliados a CAPIUL, pero también están los indígenas de Nuevo Milenio, Isla de la Fantasía, El Castañal y San Miguel (Kilómetro 3), que se debaten entre conformarse como cabildo indígena u optar por la figura de Junta de Acción Comunal, y los indígenas colombianos asentados en el barrio Xingú en Tabatinga.

Indígenas y ciudad A diferencia de estos últimos, el cabildo CAPIUL no tiene un territorio propio – su territorio es la ciudad. CAPIUL recibió en calidad de comodato un terreno de la gobernación del Amazonas en el barrio Gaitán. Allí se construyó la primera maloca urbana de Leticia, como núcleo político visible de la organización. Esta maloca ha servido como centro de recepción de víctimas indígenas desplazadas por la violencia política de toda la Amazonía; desde allí se han conducido discusiones encaminadas a exigir territorio en el espacio urbano y sobre la legitimidad de los cabildos urbanos y su derecho al territorio; ha sido escenario de interlocución con todas las fuerzas electorales indígenas, y ha ganado espacio ante las autoridades departamentales y locales, y como sitio de referencia para otras organizaciones y pueblos indígenas. En su seno se han desarrollado negociaciones con diversos ministerios, y se han celebrado múltiples fiestas tradicionales. No más a finales del 2016 se celebraron dos bailes rituales; en el primero participaron cantores de los barrios Xingú y La Esperanza y de las comunidades de la carretera y se escucharon cantos en siete lenguas indígenas; en el segundo, participaron indígenas inga de Puerto Alegría (río Putumayo), en coordinación con un proyecto de manejo ambiental de Corpoamazonia. Este año la maloca de CAPIUL ha servido como sitio de reunión de los líderes de todas las AATI (Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas) del departamento, y CAPIUL es el referente para la celebración de la primera Mesa Departamental de Víctimas Indígenas.

Las principales reivindicaciones de CAPIUL son el territorio y el reconocimiento legal. CAPIUL es un cabildo cuyo territorio efectivo es un pequeño lote urbano cedido en comodato por cinco años (ya vencidos) por las autoridades. Este terreno no tiene ni el área ni las condiciones para servir de soporte al sostenimiento de la familia del maloquero que en este momento la encabeza, William Yukuna del río Miritiparaná, ni mucho menos para apoyar los requerimientos de alimentos y sustancias rituales que demandan sus actividades políticas y ceremoniales. La maloca, que en su mayor parte consiste en peines tejidos de caraná, está en necesidad urgente de reparación, porque no se trata simplemente

Maloca de CAPIUL

una vivienda sino de un espacio social y político que incide en el bienestar de una población particularmente vulnerable. CAPIUL ha firmado un convenio marco de cooperación con la Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia que, entre otras actividades, contempla el establecimiento de una pequeña chagra en los terrenos de la universidad que no solo va a servir de fuente de abastecimiento de alimentos y sustancias rituales para el cabildo urbano sino también como un espacio pedagógico intercultural del cual se benefician los jóvenes y estudiantes.

El reconocimiento legal de CAPIUL como cabildo urbano es uno de los principales móviles de su creación y su mayor prioridad en este momento. La demanda de indígenas en centros urbanos por el reconocimiento político no es único de Leticia; para 2016 el número de cabildos urbanos que se han creado en el país supera los 170. Sin embargo, el marco legal de reconocimiento de cabildos indígenas está ligado a la existencia de un territorio. Aunque CAPIUL no tiene un reconocimiento formal del Ministerio del Interior, su trabajo político ha logrado alcanzar el reconocimiento por parte de todas las A AT I d e l d e p a r t a m e n t o , e l r e s p a l d o d e l a s organizaciones indígenas regionales y nacionales, el reconocimiento como interlocutor por parte de la Alcaldía de Leticia y más recientemente el reconocimiento de la Universidad Nacional de Colombia a través de la firma de un convenio de cooperación.

CAPIUL nos plantea el reto de entender y dar respuesta a las nuevas circunstancias de esta población indígena en la ciudad que es desde su origen una ciudad indígena.

Una pregunta que nos hacemos desde la universidad en nuestro trabajo con CAPIUL es sobre el sentido del concepto de “territorio” y el significado que esto puede tener en ámbitos urbanos. No se trata de un asentamiento indígena en la ciudad, se trata de poblaciones vulnerables y desplazadas, víctimas de conflictos que les son ajenos, que inscriben a la ciudad en un territorio de relaciones y flujos que desbordan su marco y que de paso le traen a su seno las realidades y problemáticas territoriales de esta gran región fronteriza.

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Educación

PROFESIONALES DE U.N. SEDE AMAZONIA: RETORNAN A LA REGIÓN

Foto: Harrison Calderón

Por: Germán Ignacio Ochoa Profesor Sede Amazonia

Estudiantes del Peama

El desconocimiento, la ignorancia y la estigmatización que ha tenido Colombia sobre sus regiones de frontera es un hecho poco controvertible. En el caso de la Amazonia algunos de los factores que lo hacen más notorio es el abandono en que se encuentran sus comunidades, la visión centralista con la que se maneja la región que impone proyectos nacionales por encima de las necesidades locales, y la debilidad institucional que no permite consolidar un proyecto de nación con pertinencia regional.

En un escenario de postconflicto en el cual se espera implementar los controvertidos Acuerdos de Paz, la Amazonia jugará un papel determinante y la Universidad Nacional de Colombia tiene una gran oportunidad para aportar poniendo al servicio de la región todo su capital humano, intelectual y técnico.

Esta oportunidad está dada por los próximos egresados del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (PEAMA) que se graduarán de una de las 47 carreras que ofrece el programa y que provienen de alguno de los seis departamentos

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que componen la Amazonia colombiana. Estos profesionales podrían aportar sus conocimientos, experiencia y sobretodo, sentido de pertenencia al mejoramiento de las condiciones de vida en sus departamentos. Si bien el PEAMA ha permitido a la Universidad consolidar su carácter nacional, esto no parece ser evidente para los críticos de las Sedes de Frontera. La pregunta que surge es si la Universidad está preparada para propiciar y facilitar este retorno.

Para un estudiante PEAMA de la Universidad Nacional decir que se quiere regresar a su región de origen a terminar sus estudios es muy fácil; al pasar los años en una Sede Andina, quererlo puede ser un poco menos sencillo; sin embargo lograrlo ya se torna un poco más difícil, especialmente si en la región no existen las oportunidades o garantías para lograrlo. Este es el primer reto que tienen ellos y la Universidad: crear las condiciones para que los estudiantes PEAMA contribuyan al mejoramiento de las regiones de frontera, que es, en esencia el principal objetivo del programa.

Educación por profesionales de la Universidad.

Busca dinamizar los programas de movilidad de la Universidad Nacional En los últimos años la Universidad ha fortalecido su programa de movilidad interna y externa. La movilidad entre sedes es una gran oportunidad de crecimiento intelectual para estudiantes y profesores. El Plan Retorno es un aporte directo para este objetivo. Un apoyo para el retorno de los estudiantes está dado por el proyecto de movilidad de la Vicerrectoría Académica al cual la Sede Amazonia se ha plegado.

El Plan Retorno es para los estudiantes que desean regresar a su región

Una primera respuesta se ha venido gestando desde la Sede Amazonia con el proyecto Profesionales de la Universidad Nacional de Colombia como aporte a los retos del postconflicto. Estudiantes PEAMA retornan a su región. Este proyecto, conocido como el Plan Retorno tiene como principal objetivo propiciar el regreso de los estudiantes del PEAMA a su región de origen creando una plataforma institucional y académica que lo facilite. El Plan Retorno pretende facilitar que los estudiantes culminen su pregrado en la región a través de las diferentes modalidades de grado y continúen su vida académica o se inserten en la vida laboral. Algunas de las características de este proyecto son las siguientes: No es exclusivo para los estudiantes PEAMA Si bien el Plan Retorno plantea como prioritario el regreso de los estudiantes PEAMA, el proyecto está abierto a todos los estudiantes de la Universidad que quieran terminar su carrera en la Sede Amazonia. La ausencia de profesionales en diversas disciplinas es una grave falencia de las regiones de frontera que puede ser suplida

Entre los años 2015 y 2016 regresaron diez estudiantes del PEAMA a terminar su Pregrado en la Sede Leticia.

Estos egresados han continuado sus estudios de posgrado y se han vinculado a las instituciones de la región. De esta experiencia se ha publicado el Primer Boletín de estudiantes del Plan Retorno a la Sede Amazonia en el que los estudiantes plasman su experiencia en las tres etapas de su vida universitaria: inicial, de movilidad y retorno. De otra parte, en sondeos preliminares un 70% de los estudiantes PEAMA han manifestado su intención de regresar a la región a terminar sus estudios. Si bien es lo deseable, siguiendo el Acuerdo de creación del programa, es claro que por algunos motivos los estudiantes no puedan o no deseen regresar a ella. En diagnósticos realizados en la Sede Amazonia se confirma que el regreso de los estudiantes PEAMA es una necesidad regional.

A pesar de los hechos, de las expectativas de los estudiantes y del impacto que puede tener, el proyecto aún no logra fluir entre algunos directivos del nivel nacional. A nivel nacional la Universidad parece no percatarse de la importancia que tiene el facilitar el retorno de los estudiantes a la Amazonia. Así, propiciar el retorno de los estudiantes amazónicos a su región de origen y con ello realizar un aporte sustancial a la implementación de los Acuerdos de Paz debería convertirse en un proyecto bandera de la Universidad. Para ello se debería superar lado la visión centralista dando mayor protagonismo a las Sedes de Frontera, lo cual suena no deja de tener un poco de ironía, dadas las recientes medidas que desestimulan la vinculación de docentes a ellas.

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Salud

EL PASO DEL VIRUS ZIKA POR EL CONTINENTE AMERICANO Y EL ECOSISTEMA AMAZÓNICO Por Mauricio Humberto Rodríguez Panduro Biólogo UN, Especialista en Estudios Amazónicos, UN

La palabra “virus” tiene sus orígenes en el latín y significa “toxina o veneno”. Básicamente un virus es material genético (ADN / ARN) envuelto en proteína. En algunos casos puede llevar una cubierta o envoltura lipídica. Para la replicación del virus es esencial la interacción con una célula, en razón a que el virus requiere de la maquinaria de reproducción del material genético celular para reproducir el material genético propio.

El virus Zika ZIKV es, “en principio”, un arbovirus; es decir, que la partícula viral es transmitida por un insecto vector, como por ejemplo un zancudo o mosquito. Y digo en “principio”, porque los hallazgos también sustentan la transmisión del ZIKV a través de persona a persona por la vía sexual. El virus Zika es un virus de ARN (Ácido Ribonucleico) perteneciente al género Flavivirus (Familia Flaviviridae) y fue descrito por primera vez en 1947 en el Bosque de Zika ubicado en Uganda, África. La palabra Zika significa “boscoso”, “matorral”, y fue registrado por vez primera luego de un análisis de sangre en un mico centinela del género Rhesus al que se le hacía seguimiento para estudiar la transmisión de la fiebre amarilla en África. En 2007, muy posiblemente, mosquitos de la especie Aedes hensili estuvieron involucrados en la transmisión del ZIKV en las Islas Yap – Estado de Micronesia en donde se reportó el primer brote epidémico de este arbovirus, afectando a un gran número de la población. Sería a su vez el primer registro que se tuvo del virus por fuera de África y Asia. En general, los pacientes experimentaron fiebre, salpullido, artralgias y conjuntivitis.

En 2013 se confirma que el virus Zika de la línea asiática estuvo involucrado en el brote epidémico del Estado de Micronesia. Entre 2013 y 2015, la línea asiática del virus causó brotes masivos en Nueva Caledonia y la Polinesia Francesa, dejando en esta última graves consecuencias neurológicas en pacientes afectados. Los recientes estudios moleculares apuntan a que muy posiblemente ya estuviese el virus Zika circulando en Brasil hacia 2013.

Por cierto, abril de 2015 es la fecha de registro de transmisión autóctona del virus en Brasil. Estudios recientes apuntan a sugerir la presencia del ZIKV en Haiti hacia 2013. No cabe duda que factores como un buen número de población actual concentrada en grandes centros urbanos, la fácil movilización de las 10 p e r s o n a s e n u n p l a n e t a c a d a v e z m á s

interconectado, los factores ambientales como el reciente paso del fenómeno del Niño y de la Niña, el cambio climático, las condiciones de pobreza de gran parte de la población afectada por falta de condiciones de saneamiento básico, el debilitamiento de los programas de control de enfermedades de transmisión vectorial y la debilidad institucional para responder a los retos que ofrecen las enfermedades de interés en Salud Pública, han sido elementos cruciales que facilitaron la llegada y posterior transmisión del virus en nuestro continente.

Para el caso de los tres países que compartimos frontera en la región amazónica, el virus Zika no ha pasado desapercibido. Brasil fue el primer país del continente americano en reportar casos de transmisión autóctona del virus. En 2016 se muestra el consolidado de casos de Zika por Estados de la región amazónica así: Estado do Amazonas (2176 casos), Acre (843 casos), Roraima (83 casos), Pará (2032 casos) y Rondonia (1032 casos). En Brasil, el virus ha estado ligado a malformaciones congénitas incluyendo microcefalia y otras enfermedades neurológicas severas, tales como el síndrome de Guillain-Barre, lo que despertó la alerta mundial. Colombia fue el segundo país en reportar casos de transmisión autóctona del virus. El Instituto Nacional de Salud de Colombia presentó en sus consolidados epidemiológicos las estadísticas relacionadas con los casos de ZIKV. Para el caso del departamento de Amazonas se tiene a la fecha 28 casos confirmados, Putumayo registra 105 casos confirmados y Caquetá 151 casos confirmados. De su lado, el Ministerio de Salud de Perú, para el departamento de Loreto, a la fecha, se tiene ya 11 casos confirmados; de los cuales 3 se han registrado en Iquitos como casos autóctonos.

Salud

Fotos 1 y 2: DRA Tomadas de Google y Editadas por el autor del artículo para fines de Divulgación y Pedagogía Recientemente se registró en el Estado de Ceará/Brasil, micos neotropicales pertenecientes a las especies Sapajus libidinosus y Callithrix jacchus infectados con el virus, hecho que abre la posibilidad de encontrar nuevos hospederos o reservorios aptos para el virus en ecosistemas como el amazónico, por lo cual varias especies de primates no humanos, u otro mamífero, presentes en la región, podrían servir de hospedero potencial del virus en el sector selvático, de tal forma que se darían las condiciones ideales para “asistir de primera mano” el proceso de posible establecimiento del ciclo silvestre del virus Zika en el continente americano.

La transmisión del virus persona a persona, por vía sexual, del ZIKV ya ha sido documentada, así como la transmisión a través de la picadura de un mosquito. Se supone que Aedes aegypti y Aedes albopictus pueden ser los vectores involucrados en la transmisión del virus. Ambos vectores están presentes en la cuenca amazónica. Por lo menos las dos especies están presentes en el municipio de Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil). En la región amazónica cuenta con un sinnúmero de especies de mosquitos que podrían servir como especies vectoras del ZIKV. Frente a este hecho, urge el fortalecimiento de los Programas de Vigilancia y Control de Salud Pública regional y local y la investigación de campo que permita incriminar vectores y hospederos potenciales del virus Zika en la región amazónica, para evaluar el riesgo de establecimiento de un ciclo enzootico (silvestre) del ZIKV y sortear los

efectos que esto acarrearía sobre los sistemas de salud pública en la región amazónica.

Finalmente, valdría la pena mencionar que estudios recientes relacionados con la respuesta inmune al ZIKV permiten sugerir que una infección previa con virus Dengue puede ayudar a exacerbar los síntomas del virus Zika y su afectación en el paciente. Este hecho deja abierta la discusión sobre el papel que podría estar jugando la actual transmisión del virus Dengue en el continente americano, previa a la llegada del ZIKV, como un factor que ha permitido mayor exacerbación de la enfermedad. No dejaría de ser intrigante el papel de los ensayos clínicos previos de vacuna contra el Dengue, dada la importancia de este mecanismo, en el actual contexto de brote epidémico por virus Zika.

Lo cierto es que hasta ahora el paso del ZIKV por el continente americano y por el gran ecosistema amazónico no ha dejado a nadie indiferente y son muchas las posibilidades que se establezca un ciclo silvestre del virus en un ecosistema como el amazónico, con efectos profundos sobre las poblaciones locales.

También queda abierta la posibilidad de llegada y establecimiento de nuevos virus, o la reemergencia de otros viejos conocidos como la Fiebre Amarilla que ahora hace estragos por ejemplo en Angola o el Congo.

Alguien decía que un virus es apenas “un poco de malas noticias envueltas en proteínas”, y la verdad es una definición que podríamos decir es “bien ganada”.

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Historia y salud

SURGIMIENTO DEL HOSPITAL Y LOS SERVICIOS DE SALUD EN LETICIA, AMAZONAS Por: Yandry Fernanda Ramírez Medina Estudiante del PEAMA

En este artículo se presentan algunos antecedentes de los servicios de salud en la ciudad de Leticia los cuales hacen parte de una investigación que tiene el objetivo de indagar y dar a conocer ¿Por qué surge la necesidad de implementar los servicios de salud en Leticia, Amazonas?

Según Carlos Zarate (Com. Pers. 13 de octubre de 1 2015) con la entrega de Leticia a Colombia, a comienzos de la década de 1930, el gobierno establece los servicios básicos en la nueva comisaría del Amazonas.

Previamente, en el año de 1928, el Coronel Acevedo realiza un viaje a Nueva York para realizar la compra de elementos para la Comisaria de Amazonas. El 22 de septiembre de 1930 se inauguró el hospital Militar en una de las casas compradas por Acevedo. Según la información consultada en el archivo del Coronel por el profesor Zárate, el hospital en sus comienzos solo prestaba el servicio de enfermería el cual era atendido por religiosas. En ese mismo año había un médico en Leticia, el Dr. Talero Morales que fue llevado para organizar los servicios de salud en la Comisaría.

También se conoce que dentro de la flotilla naval colombiana que estaba en el Amazonas durante el conflicto con el Perú y, más específicamente, cuando se dieron los primeros combates en los primeros meses de 1933, uno de los barcos había sido destinado como hospital y en 1934 estuvo estacionado varias semanas en Tarapacá donde prestó sus servicios. El gobierno de esa época le pidió a los capuchinos que atendieran ese servicio y algunas de las monjas estaban encargadas de la atención médica y de enfermería en esa época.

entre Colombia y Perú en junio de 1933, el hospital siguió funcionando, se siguió fortaleciendo y empezó a atender a la población civil, no solamente a los colombianos, sino también a peruanos y brasileros. Es así que este hospital siguió funcionando en la década del 40 a pesar de que el estado colombiano no tenía mayor interés por esta región.

En la década del 50 hubo nuevas acciones del Estado y la propia Comisaría montó la clínica comisarial. Hasta ese momento Leticia tenía un hospital militar y la clínica comisarial funcionaba más como un puesto de salud en el que se atendía más que todo vacunación y fumigaciones para prevenir las enfermedades endémicas transmitidas por vectores.

Entre 1953 y 1957, Leticia experimenta una importante transformación urbana: cuenta con un acueducto, con un alcantarillado de aguas servidas y empieza a surgir una idea de los comerciantes y la iglesia de cómo tener un propio hospital. El liderazgo de esta idea lo toma monseñor Marceliano Canyes Santacana, quien consigue un área de 10.000 m2, donde se proyecta la construcción del hospital civil, terreno que actualmente ocupa el hospital San Rafael de Leticia. Esta obra se empieza a construir con dineros del gobierno, sin embargo este proyecto de hospital civil queda a medio camino y es por eso que los comerciantes con el apoyo de los capuchinos en el año de 1954 realizan un 4 Memorándum”, en el cual solicitan la terminación del hospital civil.

Hospital Militar de Leticia

El estudio realizado en 1933, por los médicos George Bevier, Augusto Gast e Ignacio Moreno Pérez, nos revela datos muy importantes de cómo eran las condiciones de salubridad en Leticia: la calidad y disponibilidad del agua, las condiciones epidemiológicas, las enfermedades más comunes y los 2 vectores de transmisión. Como lo relata Jorge Picón.

3 (Com. Pers. 01 de octubre de 2015) al terminar la guerra

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1. Carlos Zarate, Profesor Universidad Nacional de Colombia, sede Amazonia 2. Bevier, G. Moreno, I. Gast, A. (1934). Estudio sobre las condiciones sanitarias de Leticia, Intendencia del Amazonas.

Bogotá. Imprenta Nacional., pp. 11-12.

3. Jorge E. Picón Acuña. Especialista en Estudios Amazónicos. Universidad Nacional Sede Amazonia.

4. Prefectura Apostólica de Leticia. Hoja parroquial No. 09 de febrero 18 de 1954.

Historia y salud El 22 de julio de 1959, fue inaugurada la primera etapa del Hospital San Rafael.5 Paralelo a la fundación del hospital se forman en Bogotá las primeras Auxiliares de enfermería, siendo pioneras en esta profesión la señora Rafaela Castillo, Aminta Filo, Clara Morán y Nelly Barbosa.6 Hacia el año de 1962 llega el Doctor Juan Silva Haad, médico cirujano egresado de la Universidad Nacional de Colombia, a prestar sus servicios de salud y con la llegada de este médico el hospital toma una nueva forma, va a tener más crecimiento. Hacia 1970 Mike Tsalickis le da un gran impulso al hospital dotándolo de implementos

quirúrgicos y materiales que traía de Estados Unidos.

A partir de 1975, el Hospital San Rafael de Leticia se integró al Sistema Nacional de Salud, siendo transformado el 21 de noviembre de 1995, de acuerdo a la ley 100 de 1993; mediante ordenanza No. 064 la Honorable Asamblea Departamental crea la Empresa Social del estado llamada Hospital San Rafael de Leticia, el cual cumple con los requisitos necesarios para poder afrontar la descentralización de la salud, contó con equipos modernos, una infraestructura adecuada y el personal necesario en la parte asistencial el cual ofrece calidad profesional y humana.7 Los desarrollos de esta historia están todavía por contar.

5. Anales del hospital San Rafael de Leticia. 1997.

6. Picón (2010 p. 116).

7. Anales del hospital San Rafael de Leticia. 1997.

Destacados

EGRESADOS DESTACADOS DEL IMANI Lina Hurtado: con Maestría en Estudios Amazónicos, finalizó su Doctorado con una tesis llamada: “"Geografías Superpuestas.

Conflictos territoriales y formación territorial en las fronteras internas colombianas. La Sierra de la Macarena, 1948-2013" en la Universidade Federal Fluminense de Niteroi. Acaba de ganarse el concurso de profesora de planta en la Universidade Federal do Recôncavo da Bahia.

Iván Carrol defenderá su tesis “La gente que nos alimenta. Herencia, parentesco y sangre entre los menonitas de la Vieja Colonia en el ejido Salamanca al sur del estado de Quintana Roo en Mexico” de Antropología Social en septiembre de 2017, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) de México.

Edgar Bolivar Urueta es Doctor en Antropología por la Universidad Federal Fluminense - UFF, donde defendió la tesis doctoral Influencias Mebêngôkre: cosmopolítica indígena en tiempos de Belo Monte. Ha realizado igualmente varios artículos sobre conflictos socioambientales y participado en varios programas de formación para la educación y investigación con grupos indígenas, y especialmente, con grupos Mebêngôkre y Maxakali en Brasil. Sus principales temas de interés son: Etnología indígena, antropología de la ciencia, ecología política, conflictos socioambientales, innovación y arte indígena contemporáneo.

Marco Tobón con Maestría en Estudios Amazónicos acaba de terminar su Doctorado y presentó una tesis en la Universidade de Campinas y llamada "Humanizar o Feroz. Uma Antropologia do Conflito Armado na Amazônia Colombiana"

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Profesionales en la región

LOS ESTUDIANTES AMAZÓNICOS SE PREPARAN PARA ENFRENTAR EL FUTURO Por: Solángel Marín, Secretaria de Sede

ASPIRANTES QUE SE PRESENTARON PARA INICIAR EL PRIMER SEMESTRE DE AÑO 2017: En este periodo se presentaron el mayor número de aspirantes, desde que se ofreció el programa, y fueron 736 de los cuales 464 son jóvenes del departamento del Amazonas. Este programa se ofrece para todos los bachilleres de los departamentos de Amazonas, Caquetá, Guainía, Guaviare, Putumayo, Vaupés. También se ofrecieron cupos de municipios de otros departamentos, por vía de excepción, así: del municipio de Piamonte en el Departamento del Cauca; los municipios de la Macarena, Mapiripan y Puerto Concordia en el Departamento del Meta; y del municipio de Cumaribo en el Departamento del Vichada.

Una buena noticia es que en está admisión se logró el más alto número de aspirantes indígenas inscritos:

¿QUIENES PASARON EL EXAMEN PARA MATRICULARSE EN EL PRIMER SEMESTRE DE 2017?

Para este periodo los admitidos fueron 110 aspirantes, es decir, se completó el cupo. Algunos datos de la procedencia de los admitidos son:

Como podemos observar los departamentos de Amazonas y Putumayo son los que tienen más admitidos, constante que permanece prácticamente desde que inició el programa.

LA REALIDAD SOBRE LOS MATRICULADOS: Desafortunadamente no todos los aspirantes se matriculan; por ejemplo de los 110 admitidos, solo 94 enviaron los documentos exigidos para matricularse y de estos aproximadamente se matricularon 91. La principal causa del por qué no se matriculan, es que son jóvenes de otros departamentos y por dificultades económicas no pueden desplazarse hasta Leticia.

Para finalizar algunos datos de las preferencias de carrera de los 91 matriculados:

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Pulsos de la Sede Invitamos a tod@s l@s interesados para que coloquen el Mes de la Investigación en su Agenda y, desde ya, l@s invitamos a participar en la próxima ocasión en el mes de Mayo de 2017. El Instituto IMANI organiza dos veces por año este evento. Igualmente hace lanzamiento de libros.

Doctores en Estudios Amazónicos: Adriana Guzmán y Germán Grisales, candidatos a Doctor(a) del Doctorado en Estudios Amazónicos están prontos a defender sus trabajos de tesis. Confiamos en que tengan éxito en su sustentación de modo que se constituyan en los primeros doctorados de la Sede Amazonia.

Recién ingresados al Doctorado

Victoria Andrea Lasprilla López - Antropóloga Magíster en Estudios Amazónicos

Nicolas Alberto Victorino Ramirez Antropólogo - Mestre em Antropologia Social

Jefferson Rodrigues Quadros Especialista em Dereito Penal Empresarial - Especialista em Dereito Penal Economico e Europeu - Mestre em Dereito Ambiental.

Freddy Orlando Espinoza Cárdenas - Lisceciado em Língua e Literatura Portuguea Especialista em Ensino Superior - Magíster en Estudios Amazónicos

Naydú Tamaryi Pineda González - Biología Aplicada - Maestría en Biogeociencias del Medio

Abel Antonio Santos Angarita - Licenciado en Ciencias Sociales Lingüista - Magíster en Estudios Amazónicos

El Instituto Amazónico de Investigaciones IMANI, en asocio con la Dirección de la Sede Amazonia, la Dirección de Patrimonio Cultural y la Dirección de Relaciones Exteriores DRE de la Universidad Nacional de Colombia, realizó el pasado 1 de Febrero de 2017 el Aula Inaugural de la Cátedra IMANI, el cuel contó con la presencia del Dr. Stephen Hugh-Jones, profesor Honoriario Emeritus de la Universidad de Cambridge (Inglaterra). El Dr. Hugh-Jones presentará la conferencia titulada “El origen de la noche”.

Visita y Conferencia de la Doctora Pilar Riaño, Profesora Universidad British Columbia, Canadá, Marzo de 2017: Antropóloga de la Universidad Nacional de Colombia; Maestría en Comunicación de la Universidad de Simon Fraser; Canadá, Doctorada en Antropología en la Universidad de British Columbia en Vancouver Canadá; enseña diferentes asignaturas, entre ellas: Memoria Histórica y Reconstrucción Social, Comunidades, Desarrollo Social e Investigación-Acción Participativa, Métodos Cualitativos de Investigación en Trabajo Social.

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PREGRADO

Richard Wallace, California State University (Programa Fulbright)

SEDE

AMAZONIA

Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia Ingenierías Ingeniería Civil Ingeniería de Sistemas y Computación Ingeniería Electrónica Ingeniería Eléctrica Ingeniería Industrial Ingeniería Mecatrónica Ingeniería Química Ingeniería de Sistemas e Informática Ingeniería Administrativa Ingeniería de Control Ingeniería de Minas y Metalurgia Ingeniería de Petróleos Ingeniería Física Ingeniería Geológica

Ciencias Económicas Administración de Empresas Contaduría Economía Administración de Sistemas Informáticos

Ciencias Sociales Antropología Ciencias Políticas Geografía Lingüística Psicología Sociología Historia Trabajo Social Gestión Cultural Derecho

La Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonia convoca a todos los egresados y bachilleres de los departamentos de la Amazonia colombiana a presentarse a los exámenes de admisión para ingresar a una de las 48 carreras que ofrece a través del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica PEAMA.

Ciencias Biología Estadística Química Farmacia Física Geología Matemáticas Ingeniería Biológica

Ciencias de la salud Odontología Enfermería Fisioterapia Nutrición y Dietética

Ciencias Agropecuarias Ingeniería Agronómica Ingeniería Forestal Ingeniería Ambiental Ingeniería Agrícola Ingeniería Agroindustrial Zootecnia

SEDE

POSGRADO AMAZONIA Maestría, Especialización y Doctorado en:

Estudios Amazónicos