ellibro viajero
The Travelling Book w w w . n o v a s c h o o l . e s
el libro viajero The Travelling Book El libro viajero
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Este cuento ha sido realizado por alumnos de Novaschool A帽oreta y Novaschool Sunland International en conmemoraci贸n a la semana de la lectura, Abril 2012.
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This story was written by students at Novaschool A単oreta and Novaschool Sunland International as part of special project for Book Week, April 2012.
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Índice
1. 5 años Novaschool Añoreta 2. Years 5 Novaschool Sunland International 3. 1º de Primaria, Novaschool Añoreta 4. Year 1 Primary Novaschool Sunland International 5. 2º de Primaria Novaschool Añoreta 6. Year 2 Novaschool Sunland International 6. 3º Primaria Novaschool Añoreta 7. Year 3 Primary Novaschool Sunland International 8. 4º Primaria Novaschool Añoreta 9. Year 4 Primary Novaschool Sunland International 10. 5º Primaria Novaschool Añoreta 11. 6º Primaria Novaschool Añoreta 12. 5 Year Primary Novaschool Sunland International 13. 1º ESO Novaschool Añoreta 14. 2º ESO Novaschool Añoreta
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5 años Novaschool Añoreta
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ra un día de primavera. En una preciosa ciudad al sur de Andalucía una niña de cinco años, como cada tarde al salir del cole, fue a visitar a sus abuelos.
Cuando entró en la casa notó algo diferente, como si faltase algo. Al asomarse al salón vio que la tele estaba apagada y sus abuelos estaban sentados leyendo unos libros. “¿Qué hacéis abuelitos?”, les preguntó. “¡Estamos leyendo unas apasionantes historias!” Nuestra protagonista sintió una mezcla entre asombro y curiosidad. “¿De dónde los habéis sacado?”, preguntó. “De la biblioteca”, dijo la abuela. Ella nunca había estado en una biblioteca, de modo que convenció a sus abuelos para que la llevasen a ver una. Cuando entró se quedó maravillada al ver tantísimos libros de diferentes tamaños y colores. Empezó a corretear entre los pasillos intentando encontrar algún hueco donde no hubiese libros, pero en lugar de eso se topó con uno que le llamó mucho la atención. Era enorme, tenía el canto dorado y la portada de mil colores brillantes. Pensó que era la mejor elección, lo cogió de la estantería y se le cayó al suelo desprendiendo un haz de luz muy brillante. La niña sintió como un fuerte viento la arrastraba hacia dentro del libro, cerró los ojos para evitar la luz y de repente, al abrirlos otra vez, ¡ya no estaba en la biblioteca!, ¿se encontraba en el fondo del mar!. Miró a su alrededor y todo era maravilloso, a su alrededor nadaban peces de colores, corales, un caballito de mar, medusas, conchas... Al moverse notó algo raro, miró hacia abajo y en lugar de piernas observó una preciosa cola de escamas de colores. ¡Se había convertido en una sirena!
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Years 5 Novaschool Sunland International
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he girl, whose name was Claudia, looked around in wonder at the colourful world she found herself in, under the sea. She flicked her tail and discovered she could swim easily, just like a mermaid. She began to explore, fascinated by the creatures who lived there. Suddenly a dark shadow passed overhead; she looked up and saw a large manta ray gliding back and forth above her. It was huge and Claudia was worried it could mean danger, so she looked around for somewhere to hide. Before she could find anywhere the ray came closer. “Hello,” said Claudia, warily, “My name is Claudia. Who’s Ariel?” Before Stingy could answer a most beautiful, blue fish with sparkly scales swam up to them. “Hello,” he said. Claudia stared at him open mouthed. “I know who you are,” she said,“You’re the Rainbow Fish.” “How did you know?” said the Rainbow Fish. “I read your story in a book at school,” she explained. Just then a pretty mermaid with red hair came swimming up to them. “Hey you guys, what’s happening?” It was Ariel, the little mermaid. Claudia couldn’t believe her luck. She already felt at home under the sea, among the characters from her favourite books. Claudia and Ariel chatted together happily whilst exploring the underwater garden with Stingy and Rainbow. Their joy was not to last. Suddenly the water around them turned black and cloudy, as if someone had opened a bottle of ink. Claudia found it hard to see. When the water cleared, Ariel had gone. “What happened?” said Claudia, “What was that? Where’s Ariel?” “That was the wicked sea witch, Ursula the octopus,” screeched Stingy, “She’s captured Ariel.” “Oh no!” cried Rainbow, “What are we going to do?” “We’re going to rescue her, that’s what.” shouted Claudia, “Come on. Follow me.” The three brave friends swam off, following the inky trail. Ursula had taken Ariel to her cave and was standing guard. “I can’t fight her, I’m too small,” whispered Rainbow. “I’m too scared,” cried Stingy. “Don’t worry,” said Claudia, “we’ll work together. Together we’ll be strong.” The brave trio swam towards Ursula. Rainbow blinded her with his sparkly scales, Stingy stung her with his sharp stingy tail, Claudia stabbed her with an old diving knife and that was the end of Ursula the sea witch. Ariel was free! Ariel took her friends home to meet her father and celebrate the victory. King Triton was delighted to have his daughter home safely. Whilst Claudia was enjoying the party she was blinded by a bright light and felt a strong wind dragging her down into the book again. It was very difficult to see. As she became used to the light, she saw that she was back on dry land with her own two legs again. She was lying on the sand with the hot sun beating down on her. There was nothing but sand for miles around. The magic book had taken her to the desert. In the distance she could see the humps of a camel train.
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1º de Primaria Novaschool Añoreta
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laudia se dirigió hacia los camellos y se subió a uno de ellos que la llevó hasta un palacio. Como estaba muy cansada se acostó en una de las habitaciones del palacio. Cuando se despertó vio una sombra transparente. Ella pensaba que era un sueño, pero se levantó, se lavó la cara y vio que no era un sueño, que era un fantasma de verdad. Claudia se asustó, pero comenzó a hablar con él y le preguntó: -¿Cómo te llamas? Y él contestó, -Me llamo Casper. Ambos comenzaron a contarse cosas y finalmente se hicieron amigos. Casper le contó a Claudia que tenía una amiga llamada Carpet. Carpet era una alfombra voladora. Claudia y Casper subieron sobre Carpet que los llevó a una cueva. Cuando llegaron empezaron a oír unos ruidos. Los siguieron y encontraron a un duende que estaba tocando una armónica. Claudia y Casper se acercaron temerosamente y le preguntaron: -¿Cómo te llamas? El duende les contestó: - Me llamo Wibble. Wibble les explicó que aquella cueva era mágica y les condujo por un camino hasta llegar a una habitación en la que, si entrabas, te concedía un deseo. Claudia echaba mucho de menos a sus abuelos y le pidió al duende poder volver a la biblioteca para estar junto a sus abuelos. Claudia cerró los ojos y cuando los abrió...¡Estaba, de nuevo, rodeada de libros! Claudia buscaba y buscaba a sus abuelos. Finalmente los encontró y les contó la historia que le había ocurrido, todos los amigos que había conocido, los lugares en los que había estado. Los abuelos se quedaron asombrados y preguntaron a Claudia que libro había leído porque a ellos también les interesaba pasar esas aventuras. Claudia les llevó hasta la estantería donde estaba el libro, titulado “EL LIBRO VIAJERO”. Los abuelos lo cogieron y empezaron a leerlo, pero se dieron cuenta que con ellos no funcionaba la magia. Claudia cogió el libro y comenzó a leerlo de nuevo. De repente, ¡el libro lo volvió a hacer! Esta vez la llevó hasta un bosque. Claudia miraba hacia un lado y a otro y veía como los árboles le hablaban, las plantas les sonreían y los animales tocaban instrumentos. Un conejito se acercó a Claudia y le preguntó: - ¿Cómo te llamas? -Me llamo Claudia, respondió la niña. -¿Y tú?, preguntó Claudia. - Yo me llamo Tambor y ... ¡Acabas de llegar al bosque encantado!
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Year 1 Primary Novaschool Sunland International
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ow, an enchanted forest! This is fun!” shouted Claudia. She couldn`t believe what a lucky girl she was. She felt so happy.
Tambor decided to take Claudia on a walk around the forest so she could meet the talking trees, smiling plants and animals. They were all so friendly and made Claudia feel at home. She thought the flowers were so beautiful and she began to dance when she walked as she listened to the magical music being played by the animals. After a while she sat down for a rest on a toadstool with Tambor. They ate some grass which tasted of strawberries and cream and drank some water from puddles which tasted like chocolate milk. What a delicious snack! Near the toadstool was a group of pretty pink flowers. One of them started to talk to Claudia. “Hello, my name is Flora. Welcome to our enchanted forest. Do you like it here?” she asked. “Oh yes, it’s fantastic! I love it!” answered Claudia. “I am glad you like it but I need to tell you something important” whispered Flora. Claudia listened carefully as Flora began to tell her all about the exciting things to do and see in the forest. There was a waterfall with giant butterflies, flying frogs and fish that could walk. She also warned her about a big bad wolf that lived on the other side of the forest in a tree house. “Be careful he doesn’t find out you are here” warned Flora. Suddenly they heard a noise coming from behind a tree nearby. It was a growling sound. Out jumped the wolf that Flora had been talking about. Claudia felt scared and hid behind the toadstool. “Come here please!” ordered the wolf. “What are you doing in my forest?” Claudia stood up slowly. “It was the magic book that brought me here. I didn’t mean to make anyone upset.” said Claudia. Then she looked up at the wolf and added, “What big eyes you have and what big teeth you have!” This reminded the wolf of another little girl he had met once in the forest. It made him even angrier. “Little Red Riding Hood may have got away from me but you’re not and I am hungry!” shouted the wolf. Claudia began to run as fast as she could and the wolf started to chase her. She ran past the flowers, the plants and even the waterfall. When she got to the talking trees they all winked at her. She turned around and saw how they began to spread out their branches until the wolf grew tired of tripping up and he eventually gave up. Claudia had got away! Just then she began to feel a gust of wind that now felt rather familiar. Once more she was being taken back into the book! “Where is the book going to take me now?” she wondered.
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2º de Primaria Novaschool Añoreta
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l libro le llevó al espacio. ¡A Venus! De repente cuando llegó se encontró una nave colorida. Claudia entró en ella pero la nave, no era realmente una nave, era una máquina del tiempo. Claudia se tropezó y pulsó un botón sin querer, la máquina empezó a girar, girar y girar, y la transportó al futuro.
Apareció en el año 3003, miró a su alrededor y vio que los coches no rodaban, sino que volaban, las hormigas eran gigantes, los elefantes diminutos, las jirafas tenían el cuello corto, las mariposas andaban en lugar de volar, las cebras no tenían rayas, las ranas tenían pelo, los cerdos volaban. Claudia estaba fascinada y alucinada con lo que veía. Comenzó a andar y se dio cuenta de que la gente también era diferente a la que ella conoció, en lugar de dos ojos tenían un ojo en la frente. De repente Claudia vio a dos niños como ella que le resultaban familiares. Claudia pensó: - ¡Esto me recuerda a una peli que he visto...! ¡Phineas y Ferb en la segunda dimensión! Así que Claudia se acercó y les preguntó : - ¿Quiénes sois? Y ellos les respondieron: - Yo soy Phineas y él es mi hermano Ferb, y estamos buscando a nuestra mascota Perry el ornitorrinco, que lo han secuestrado para hacerlo su rey. Claudia le contestó: - ¡No os preocupéis que os pienso ayudar a rescatarlo! Así que los tres fueron en busca de Perry el ornitorrinco. Se pusieron a pensar como podían rescatarlo. Entonces Phineas dijo: -¡Ya sé! Nos meteremos por la ventana del primer piso y rescataremos a Perry. Y eso hicieron, entraron por la ventana sigilosamente, saltaron sobre los malos y Claudia logró sacar a Perry el ornitorrinco de su prisión. Los cuatro para celebrarlo se fueron a merendar chocolate con churros a “Casa Aranda” y en el último bocado Claudia bostezó. Estaba cansada. Quería dormir. Phineas, Ferb y Perry la acompañaron a la máquina del tiempo, pulsaron el botón y contaron... diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno... ¡Y plaf ! La máquina desapareció y la llevó a Júzcar, el famoso pueblo de los PITUFOS. Claudia bajó de la nave y allí se encontró con Pitufina, Papá Pitufo, el Pitufo Gruñón, Pitufo Goloso... que le enseñaron las casas azules de su precioso pueblo.
Como tenía sueño le llevaron a la casa de Papa Pitufo y la dejaron descansar.
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Tras varias horas de siesta, Claudia se despertó, se levantó y vio que tenía la cara azul. Corriendo se la lavó pero vio que el color azul no se le iba de su piel, además ¡Se había vuelto pequeñita como ellos! Papá Pitufo fue a ver como estaba Claudia y descubrió que había cogido la fiebre de los Pitufos. Para volver a la normalidad Claudia tenía que tomar extracto de arco iris que se encontraba en lo alto del monte Coronado, frente a la casa de Gárgamel. Todos los Pitufos decidieron ayudar a Claudia. Prepararon sus mochilas y comenzaron su andadura hacia el Monte Coronado.
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Year 2 Primary Novaschool Sunland International
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t was a long, arduous journey to the Mountain of Monte Coronado. Pitufo Gruñón kept complaining and Pitufo Goloso kept whining as he wasn’t used to walking on an empty stomach. Thank goodness Pitufo Bromista was there to make everyone laugh!
However, like all journeys, this one also came to an end as they arrived to see a rainbow-filled sky. The rainbow arched up and up, over the cumulus clouds, to come back down again over the horizon. Everyone knows that at the end of every rainbow there is a pot of gold, but this pot was special. This pot contained the rainbow extract that Claudia so needed to turn back to normal. The pitufos walked along the rainbow on the colour yellow (everyone also knows that this is the colour that leads to the gold), but as they got to the end, what did they see? Yes, that’s right, things could not be that easy, as just in front of the rainbow was the pot of gold, and just in front of the pot of gold was Gargamel’s house, and just in front of Gargamel’s house was Gargamel and his cat basking in the rainbow’s rays! Claudia and the pitufos had no choice but to tip-toe past them in silence. Pitufo Bromista whispered something funny and everyone started to snigger, until Pitufo Gruñón told everyone off and reminded them how important it was to get the rainbow extract. One by one, they sneaked by, on to their goal. They had all passed, all, except for Claudia. Claudia put her right foot over the cat. Then, she lifted her left foot, but just then the cat brushed its tail past her nose. “AA…AA…AA…ACHOOOOOOOOooo!” Her sneeze made the cat scream, which in turn woke up Gargamel! Gargamel was startled and so the first thing he did was whack the cat! But then he realized he was not alone! He ran after the pitufos as fast as he could. Papa Pitufo snatched the extract from the pot of gold and they all started to run down the mountain. Gargamel was hot on their tails as his legs moved faster and faster. Soon, his legs were out of control as they started to wobble. CRASH! BANG! WALLOP! THUD! SPLASH! Gargamel tumbled down the hill like a sack of potatoes, hitting every rock on the way and landing in the river! At that point, as Gargamel came tumbling by, the rainbow extract slipped out of Claudia’s grasp and it fell. Everyone was worried that the bottled extract could smash into a thousand pieces, leaving Claudia to be a pitufo forever. However, it landed in probably the best thing it could have landed in – the river. Gargamel was kicking and screaming for his life and with his very last kick he sent the bottle hurtling back towards Claudia who opened her hands to catch it. She remembered how her daddy used to teach her to catch and she concentrated hard as it came closer and closer. It was safe at last. She spared no time in guzzling down the extract, which had exactly the effect she had hoped: She was now Claudia again.
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Claudia and the pitufos started their journey back to Júzcar. Everyone knows that the journey home always seems shorter than the outward journey and this journey was no exception. They arrived back in Júzcar in the blink of an eye. Once in Júzcar, they celebrated the success of their quest. There was singing and dancing and all the pitufos, along with Claudia were very happy indeed. The night wore on and Claudia looked for somewhere to sit. Now, nice and comfy, she and pitufo dormilón talked the night away until…Pitufo dormilón´s head started to nod with tiredness. His head got lower and lower, and lowerer and lowerer, until… it hit a button and the time machine that Claudia had actually been sitting in whizzed around and around, landing in a hot, green jungle. In the distance she could hear the roar of what she thought was a dinosaur.
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laudia se asustó muchísimo, aun recordaba cuando en plena noche se despertó y se acercó al salón mientras sus padres veían “Parque Jurásico”, esa película le dio muchísimo miedo, por lo que cerró los ojos y apretó con todas sus fuerzas el botón de la máquina del tiempo y…
De repente, Claudia volvió a sentir el viento en su cara. Ya no era una situación extraña, era algo familiar e incluso agradable. Estaba muy nerviosa y contenta por saber qué aventuras le depararía el libro ahora, pero… Se escuchó un ruido terrible, Claudia sabía que algo no andaba bien, esperaba que no fuera otra vez un dinosaurio, todavía no se había repuesto del susto. Abrió los ojos y se encontró caminando por un prado lleno de unas flores preciosas cuando a lo lejos vio aparecer a Úrsula, Gárgamel, el lobo… y todos los personajes malos de los cuentos, querían capturarla ya que se había corrido la voz de que ella ayudaba a los personajes de los cuentos. Claudia miró a su alrededor, buscó un lugar donde esconderse pero no había nada, no se veía ni un árbol en kilómetros y kilómetros… No tenía escapatoria. La atraparon y la llevaron hasta una cueva que había en el país de “Muy muy muy lejano”, pensaron que allí nadie la encontraría y ellos podrían seguir haciendo sus fechorías en todos los cuentos. Pero, mientras capturaban a Claudia, las flores del prado fueron susurrándose unas a otras la terrible noticia y así llegó a oídos de todos los personajes de los cuentos a los que Claudia había ayudado: Ariel, los Pitufos, Phineas y Ferb, Casper, y todos los demás hicieron una reunión para ver qué podían hacer: Claudia había sido muy buena con ellos y no podían dejarla a merced de los villanos de los cuentos… Y así emprendieron el viaje hasta el país de “Muy muy muy lejano”. Una vez allí, fue fácil distraer a los guardianes de la puerta y rescatar a Claudia. ¡Rápido! No hay tiempo que perder, Claudia debe volver a casa con sus abuelos para que no corra peligro. En ese preciso instante, Claudia recordó el ruido terrible que escuchó en su último viaje… la magia del libro no funciona y no puede volver a la biblioteca. Claudia, se puso muy triste y comenzó a llorar, le gustan las aventuras y sus nuevos amigos, pero echa de menos su familia y su casa, los cuentos que le cuenta su madre antes de acostarse, los juegos en el jardín con su padre… y piensa que nunca más volverá a verlos. Papá Pitufo que se encontraba con ellos y era muy sabio dijo: - Si el libro mágico está estropeado, deberemos buscar un mago para que lo arregle. -¡¡Es una gran idea!!- responden todos. Claudia volvió a sentir el viento en su cara… ¿Volverá a la biblioteca con sus abuelos?
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Decidieron ir a buscar al Mago Merlín, pero no fue capaz de arreglarlo. Él les dijo que acudieran al Mago de Oz, ya que es el mayor mago de todos y el más sabio, él será capaz de arreglar “El libro viajero”. Tras varios días de camino, consiguieron llegar a la tierra de Oz. Fueron a casa del Mago y le presentaron el libro, silenciosamente lo cogió y se retiró a estudiarlo. Al cabo de un rato y de consultar muchos libros dijo: - No será fácil, pero hemos de intentarlo, Claudia ha sido muy buena ayudando a los personajes de los cuentos y debe ser feliz. Cogió su varita mágica, tocó el libro y de repente una luz muy brillante les dejó a todos cegados,
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he brilliant light shone into their eyes, blinding them. They all began to feel dizzy and then sleepy. It seemed as if they were sleeping and flying, over hills, over valleys, across green fields of wheat. They felt wonderful and happy.
Then the sensation was of heat and sand. It was relaxing. Were they on the beach? They were certainly lying on sand. Slowly, slowly they seemed to waken, and yes it was sand. They were lying on sand, and it was hot, VERY HOT. In the distance they could see the strangest thing that any of them had ever seen. It was like a giant pile of stones, sort of triangular, and very big. “I think it`s a pyramid” said Claudia. “I’m not sure but I think we are in Egypt,” she said, “But how can we have got here? The last thing I remember was standing in front of the wizard.” A pitufo snored loudly and then suddenly woke up with a snort. “What! What, where are we?” he said. “Well, I don’t know how, but I think we are in Egypt” said Claudia. All the members of the group gradually woke up and Claudia explained to them where she thought they were. “Come on” she said “I think it’s best to get moving, and see what will happen to us next.” The group set off. The Pitufos’ little feet were sinking into the sand. The wolf ’s tongue was hanging low as he gasped for water, and the others all followed complaining and suffering in the heat. They walked and walked, heading towards the pyramid. Everyone was complaining about being thirsty, but there was no water. The Pitufos started to fall behind and the smaller ones kept falling over. Claudia had decided to head towards the pyramid because it was the only thing they could see. As they got closer, a long line of camels with their drivers began to catch up to them. As they came alongside, they stopped. Claudia immediately asked for water, holding her hand to her mouth and miming drinking. The men understood and gave them water. They drank and drank and quite soon had drunk enough. Claudia asked if they could have a lift on the back of the camels. The men made the camels kneel so that group could climb onto their backs. Now that they were riding the camels, it did not take long to reach the pyramid. Here they left the camels to continue on their way. They looked up at the massive mountain of stones. It must have been the biggest pile of rocks in the world!
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Part way up, they could see an entrance. It looked cool in there, so they decided to climb up and go inside. It was very difficult, the rocks were so big. Eventually they were able to get inside the entrance and feel the wonderful coolness on their bodies. Everyone sat and rested. What a relief from the heat! After a while, they began walk further inside. The corridors were narrow and as they went further and further in, it became cooler and darker. Eventually it became so dark that they had to feel the walls to move along. Claudia bumped into Phineas and knocked him over. She pulled him up and continued along, holding his hand. As they progressed, it began to become a little lighter. “That’s strange” thought Claudia, “the further we go in, the lighter it is getting.” They went round a corner and the light became much brighter. Suddenly they entered a room and there was the Wizard of Oz! With the book! And the light was coming out of the book, shining brilliantly. “What is happening?” said Claudia. The Wizard just smiled and as they moved closer the light became blinding. They could not see anything, nothing but brilliant, white, blinding light!
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espués de esa luz cegadora, Claudia apareció de nuevo en la jungla que le recordaba a la película “Parque Jurásico”.
Claudia pensó: ¿Por qué quería el libro que volviera a ese lugar? ¿Le tendría preparada otra aventura? ¿Qué ha pasado con los otros personajes de los cuentos que estaban en la pirámide de Egipto? ¿Habrán vuelto a sus cuentos? Ella se hacía demasiadas preguntas. Cuando Claudia iba andando por la jungla, oyó un ruido que venía de un agujero. Se acercó y vio una cría de dinosaurio que se había hecho daño. Intentó acercarse a ella para ayudarla. En ese momento se escucharon unos fuertes golpes que se aproximaban a ella. - ¡Oh no! ¡Qué miedo! Dijo Claudia. Apareció un gran dinosaurio, era un Tiranosaurio, posiblemente la madre del pequeño dinosaurio herido. El gran Tiranosaurio empezó a perseguirla, pensando que la niña era la culpable del daño a su hijo. Claudia empezó a correr, corría todo lo que podía, sin parar y después de unos metros se tropezó con algo que encontró en su camino. El gran Tiranosaurio, pasó de largo, creía que la niña estaba más adelante. Cuando Claudia se levantó, se fijó en lo que había en el suelo. Era un enorme huevo, quizás de otro dinosaurio. Empezó a mirarlo, a tocarlo y de pronto, el huevo comenzó a romperse. Del huevo empezó a salir una pequeña cabecita, una pequeña pata, otra pata, hasta que por fin salió un pequeño dragón. Cuando el dragón estaba fuera, éste le dijo: - “Hola soy Héctor” “¿Eres tú mi madre?”. Claudia le contestó: - “No, no, yo soy Claudia” “¿Quieres ser mi amigo?”. De pronto se escuchó ¡AuuuuAaaa! ¡Bum,bum,bum! Claudia y Héctor miraron hacia arriba. En lo alto, en los árboles, había un gran gorila que se acercaba a ellos. El gran gorila era King Kong. King Kong se había quedado prendado de la belleza de Claudia y quería conocerla. Claudia les contó a sus nuevos amigos que había un pequeño dinosaurio que necesitaba ayuda. Los tres fueron a rescatarlo. Cuando lo hicieron, la madre de Rex (que así se llamaba el dinosaurio herido) lo vio todo, dándoles las gracias a todos por su ayuda. Claudia quería volver a su casa, pero como en la Prehistoria no existían ni los libros, ni máquinas del tiempo, no sabía cómo hacerlo. La madre de Rex le contó que había, en lo alto de una montaña, una cueva mágica. El que se metía en esa cueva mágica, nunca volvía a salir. Claudia pensó que quizás podía ser la forma de volver a su casa. Se aproximó temerosa a la cueva, entró y como dijo la madre de Rex, no volvió a salir.
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Year 4 Primary Novaschool Sunland International
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nside the cave, Claudia found the magic book, at the back of the cave in a dark, dark corner! Claudia felt a magical feeling. Suddenly she started to glow! Her face was shining like sunlight. Then, out of nowhere appeared a key! It was a magical key!!!
Claudia put the big, golden key into the rusty lock on the front of the ancient book. The old book burst open with a flash of light. The other smurfs looked on in amazement. What was inside? Hidden in it were millions of secrets that the world hadn’t known about! They turned the pages wondering what they should do next. One of the secrets was that an evil villain was going to take over the earth! He was black as night. His eyes were red as blood. His spit was as poisonous as a viper’s bite! He was a robot who could transform into anything he touched!!!! He was called R2D2 and had electrical powers! He appeared silently and tried to steal the old book because he wanted the secrets for himself ! R2D2 was a horrible and vicious robot -he wanted to use them to take over the world! What could they do to stop him? All at once with a puff of spongy, yellow smoke, R2D2 turned invisible and kidnapped Claudia and then they walked together into the magical book! The shabby book slammed shut and the key disappeared. Crash, bang wallop! Claudia anxiously tried to escape the frightening, terrifying claws of the evil villain but there was no hope! Then R2D2 started messing around with the book and created a powerful sandstorm. This blew the other smurfs all away to Disneyland Paris! Meanwhile, the evil villain touched Claudia and turned into a nasty, beastly Claudia! In Paris the other smurfs found a dirty, plastic key which opened the world to the greatest roller coaster ever! Suddenly the wizard re-appeared in the book and tried to rescue good Claudia but by mistake he took the evil, wicked Claudia instead! Evil Claudia electrocuted the wizard! And then he found an airplane in the book. He touched it and transformed into an orange easy jet! He took good Claudia and the wizard as passengers. Where would they go to now?
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ras un largo viaje llegaron al País del Señor de los Anillos, Claudia no tenía ni idea de dónde estaba, ya que únicamente tenía 5 años, aunque recordaba algo de anuncios que había visto en la televisión de su casa.
Entonces, bajaron del avión y se encontraron con Gollum, un ser muy extraño que a Claudia le dio escalofríos. Él era muy listo y rápidamente descubrió que uno de los dos era un robot, pero tenía un problema: no sabía realmente cuál era Claudia, por lo que pensó que lo mejor era ir a Disneyland para buscar a los pitufos. Ellos la conocen bien y le ayudarán a resolver el misterio. El robot era malvado, un auténtico villano, por lo que antes de que Gollum saliera hacia Disneyland, le roba el anillo, su “tesoro”. ¡Qué desgracia más grande! R2D2 se hace todavía más fuerte. ¿Cómo conseguirán librarse de él? Con sus nuevos poderes y sabiendo que Claudia cuenta con muy buenos amigos entre los seres fantásticos de los cuentos, decide entrar de nuevo en el libro para llevar a Claudia lo más lejos posible… ¡a Pandora! Frodo, había estado espiando desde que les vio llegar, por lo que decidió ayudar a Claudia y reunió un gran ejército para poder derrotar al robot, hasta su país habían llegado las hazañas de Claudia ayudando a todo aquel que lo necesitaba, por lo que muchas personas acudieron al reclamo de Frodo, uno de ellos era un mago que creó un portal mágico por el cual llegarían a Pandora. La idea era genial, podrían ayudar a Claudia y recuperar el anillo. Llegaron a Pandora, allí les esperaban los avatares, estaban al tanto de los dos viajes: el de R2D2 con Claudia y el de Frodo con su ejército. El jefe de los avatares les dijo, que habían dejado entrar al robot sin prohibirle el paso, ya que estaban a la espera de Frodo para decidir qué hacer y cuál es la mejor opción, ya que no quieren dañar a Claudia. Comienza la batalla, pero antes de que nadie salga herido, una luz cegadora se apodera de todo. ¿Qué ha pasado? ¿Quién les estará ayudando? De repente Claudia vuelve a su estado normal, a ser una niña de cinco años. Todos miran hacia arriba, el anillo está flotando muy arriba, de él irradia la luz cegadora. El anillo está solucionando todos los problemas. Aunque ahora tienen un problema mayor: todos quieren el anillo. ¿Quién se lo quedará?
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6º Primaria Novaschool Añoreta
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laudia respiró hondo… esto estaba yendo demasiado lejos…tantas aventuras la estaban dejando agotada.
Miró el anillo que resplandecía en el cielo y deseó estar de vuelta en su casa, con sus abuelos, cerca de sus seres queridos y de repente ¡zas! Se encontró en el centro del salón de su casa con el libro entre las manos. Asustada, lo dejó en la estantería. Miró el reloj de la pared, eran las siete y media de la mañana y descubrió que tenía mucha hambre y decidió dirigirse a su habitación para no asustar a sus abuelos. Se metió en la cama y gritó: - ¡Abueloooo! Tengo hambreeeee… - Voy ¿Qué quieres que te prepare?- respondió enseguida el abuelo. - ¡Chocolate con churros!- dijo al momento Claudia. - Estás loca. ¿Cómo vamos a desayunar chocolate con churros? No nos da tiempo, hay que ir a la escuela. Claudia respiró aliviada. Al fin un día normal. Se conformaría con un vaso de Cola Cao con galletas. Se sentó en la mesa y dio buena cuenta del desayuno se montó en el coche del abuelo y fue al colegio. Por el camino no podía dejar de pensar en todas las aventuras que había protagonizado. Al llegar dio un abrazo a su maestra y se puso a hablar de cosas sin importancia con sus amigas. La primera clase era de Lengua y la maestra les propuso escribir un cuento entre toda la clase. Cuando le tocó hablar a Claudia todas las historias se agolparon en su mente y no logró contarlas de manera que sus compañeros las entendieran. La maestra rio a carcajadas y le dijo que tenía mucha imaginación. Después tenía Educación Física y Claudia estuvo jugando al baloncesto, Claudia era una buena jugadora y se preguntó cómo sería un partido con los amigos que había conocido en el libro. En el recreo jugó al pilla pilla y estuvo contando sus aventuras a sus amigas que, naturalmente, no le creyeron. A tercera hora tenía Matemáticas, las sumas le parecían algo más difícil que enfrentarse a un dinosaurio aunque al final logró hacer los ejercicios. Para terminar la mañana tuvo Inglés, estaban aprendiendo la fruta y eso le recordó que era ya la hora de almorzar. Hicieron la fila y se fueron al comedor, el ruido era ensordecedor y le recordó al ruido de la batalla en la que había participado. Las clases de la tarde se pasaron muy lentas porque empezó a preocuparse por sus amigos del libro, cuando su abuelo la recogió del colegio fue a su casa y jugó aunque no lograba apartar de su mente todas las aventuras que había vivido.
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Se hizo de noche, cenaron y todos se fueron a dormir, sin embargo, Claudia no podía conciliar el sueño porque no podía dejar de pensar en sus amigos. Se levantó de la cama y sin hacer ruido fue al salón, suspiró y cogió el libro entre sus manos. Cerró los ojos y cuando se disponía a abrirlo escuchó ruidos en la estancia de los abuelos. Con mucho cuidado puso el libro debajo del sofá y se acercó a ver qué pasaba en la habitación de los abuelos. Se asomó y vio que no pasaba nada, el abuelo estaba leyendo y al verla preguntó: - ¿Qué te pasa, Claudia? - No puedo dormir bien, abuelo… - No te preocupes te puedo calentar un vaso de leche para que duermas mejor. - No hace falta abuelo. Buenas noches. Claudia, de puntillas para no hacer ruido, volvió al salón, se agachó y cuando fue a coger el libro descubrió con gran preocupación que el libro no estaba
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randfather leaned back gently against his inclined pillow and smiled to nobody in particular. He took his heavy, black framed glasses from his face and looked up at the ceiling that had a yellowish brown effect from years of his pipe smoke. He rubbed his beard and thought, ‘Poor little Claudia. It would be really mean to leave her like that, worrying so much about that silly book. I must continue until a more tranquil stretch of the adventure is reached.’ So, with a weary but not a heavy sigh, Grandfather picked up his notes that he had quickly abandoned to gravity when Claudia had entered the room; and he reached across to his weathered old reading table. The quill, the one he had bought last week, was dry now. So he dipped it in the dust covered ink pot and continued. Claudia fainted. Luckily for her she landed on the sofa and quietly rolled on to the floor where she remained until morning. Her dreams were wild that night. Children were crying in dark rooms; teachers were laughing out extremely loud from grotesque mouths; witches were chewing on peoples legs; her night was a long and dark one. ‘What are you doing here, sleeping on the floor like a tramp?’ asked her grandfather in his gruff, ancient voice. Claudia did not reply, she just rubbed her tired eyes and yawned wildly. He helped her to her feet and gently supported her across the living room to the kitchen where she breakfasted until full. Claudia’s brain was tired, very tired and her body ached from tip to toe. She was confused. Was everything a dream or was it all real? Either way this world continued and it was time for school. In the car Claudia struggled to stay awake. The gentle drum of the rain and the easy hum of the radio did not help. She felt like her eyelids were made of cement. She shook her head in an attempt to stay awake. She even tried squeezing her ear lobes to awaken her brain but to no avail. Sleep took her, it took her deep. She felt like she was at the feria on a ride, swinging repeatedly from left to right, backwards and forwards. ‘Wake up, girl, wake up!’ shouted her grandfather. ‘What…what, what’s happening?’ cried Claudia. She stepped out of the car into the rain and turned to walk through the school gates, but they were not there. ‘Why are we back home, Grandfather?’ He smiled and explained to her that he had been trying to wake her outside of school for over 15 minutes and had decided that if she was that tired then she needed a day off school. Claudia hugged her grandfather and quietly cried into his coat. They went into the house and Claudia headed straight to her room. The rain had stopped, the sun broke through the clouds and lit up her bed; it looked so cozy and welcoming. She fell into it and it engulfed her. She was happy. Grandfather took of his heavy framed glasses and smiled to nobody in particular. He placed his new writing quill on the weathered old reading table, dropped his notes on the floor and sighed. His long turbulent story of a girl named Claudia was almost at an end.
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1º ESO Novaschool Añoreta Pero el abuelo se equivocaba. Claudia se despertó, fue al baño a lavarse los dientes y vio su rostro en el espejo. “¡Aaaaaaaaah!”, gritó Claudia al verse tan mayor. Era una chica de unos 15 años. Salió de su habitación, pero no pudo encontrar a su abuelo. En la mesita de noche de la habitación de su abuelo descubrió un libro que deslumbraba. Era un libro con hechizos de magia. Mientras leía uno, escuchó una puerta cerrarse de golpe y al volverse, vio a Álex, Max y Justin, los magos de Waverly Place, revolviendo todo el salón. Escuchó que Justin le decía a Álex: “¡El libro! ¿Dónde está? ¡Tendría que estar aquí!” Asustada, Claudia volvió a leer el libro y desaparecieron. Cuando su abuelo regresó del supermercado, saludó a Claudia y le preguntó si había dormido bien. Ella se extrañó de que no le sorprendiera su nuevo aspecto. Vio su reflejo en la ventana y se tranquilizó al observar que era de nuevo una niña de cinco años. Pasaron días, semanas, meses... y Claudia no volvió a ver el libro. Ese libro que había marcado su infancia con aventuras apasionantes junto a sus personajes de ficción preferidos se había desvanecido. Unos años más tarde, cuando Claudia cumplía trece años, sus abuelos le regalaron un libro. Claudia pensaba que se trataba de su libro viajero y sintió una gran emoción. Al abrirlo descubrió que no era su libro, era otro diferente. Un libro en blanco. El propósito de sus abuelos con este regalo era que ella escribiera sus propias historias y recibió el regalo con mucha ilusión: ser escritora era fantástico. Más tarde, cuando sus invitados se fueron, se dispuso a escribir en el libro. De repente un haz de luz cegadora salió de sus páginas en blanco y esto la asustó mucho. Al segundo le resultó familiar y recordó lo sucedido con su libro anterior. Intentó escribir pero las páginas se movían no permitiéndole hacerlo. En ese momento fue atrapada por la luz y enviada a un mundo en el que no había nada. Todo estaba en blanco. En unos segundos las superficies blancas iban cambiando y transformándose en los pensamientos que Claudia tenía en su cabeza. Deseos que ella había tenido desde su infancia aparecieron poco a poco en su mente y de repente se miró y algo había cambiado. Su ropa era ahora un maravilloso vestido rosa de princesa y una corona de brillantes adornaban su cabeza. A su alrededor brotaban flores del suelo y un gran jardín surgió junto a un castillo. Entró al castillo y lo primero que apareció ante sus ojos fue una estancia en la que sólo había cinco puertas. Se decidió rápidamente a abrir una de ellas. Nada más cruzar el umbral estaba en una playa en la que había una concha gigante. La concha albergaba una perla preciosa. Claudia se dirigió a tocarla cuando se precipitó a un abismo. En ese momento recordó que todo lo que pensaba se hacía realidad y pensó en una escalera que la condujera a la siguiente puerta.
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En esa puerta encontró un vasto prado muy colorido con muchos animales y entre ellos destacaba uno. Era de sus colores favoritos, blanco y violeta y se trataba de una vaca. Tenía mucha sed y decidió aprovecharse de su leche. Se llevó una gran sorpresa al descubrir que no daba leche, sino chocolate caliente. Después de beber todo el chocolate que le apeteció, se quedó dormida y al despertar ya no estaba en el castillo. Estaba tumbada en el sofá de la casa de sus abuelos. Tras la cena con sus abuelos decidió volver a intentar escribir en su libro. Al abrirlo comprendió el porqué no podía escribir en él. Todo lo que le había ocurrido aparecía relatado en esas páginas. Continuó hojeando el libro intentando revivir aquellas fantásticas historias; pero le llamó la atención una viñeta en la que aparecía la imagen de una moto que no recordaba haberla visto en ninguna de sus aventuras.
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2º ESO Novaschool Añoreta
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e sintió muy cansada y decidió irse a la cama. Durante la noche, soñó que se encontraba en la época de los 70, en la que aparecía su abuelo: con una chaqueta motera de cuero negra, con el pelo repeinado y un tupé brillante, además con un peine en la mano, como protagonista del musical Grease y su abuela: llevaba un vestido de lunares blanco con el fondo negro de la talla XXL y peinada de la época, como la protagonista del musical Hair Spray. Aparecen en la cafetería donde la abuela va hacia la gramola y pone la canción You are the one that I want, al instante se despierta y escucha de fondo la canción en la radio. A la mañana siguiente se viste y sale a la calle a pasear a su perro Wilfry se encuentra con su amiga Sandra, su amiga tiene poderes, controla la electricidad, por eso siempre tiene que llevar guantes. Claudia le cuenta su sueño a su amiga y la imagen de la moto en su libro y ella le dice que le pregunte a su abuelo cómo conoció a su abuela. Claudia se apresura a llegar a casa de su abuelo para preguntarle. Tropieza en la calle y se cuela por el agujero de una alcantarilla. En ella encuentra de nuevo la máquina del tiempo y le pide que la mande a los años 70 cuando se conocieron sus abuelos. Al llegar, el lugar que ha escogido la máquina le resulta familiar, aunque no podría decir con exactitud cuál, y lo mismo le ocurre con las personas que ve por la calle. Es una cafetería que frecuentan jóvenes, al mirar por la ventana, ve a su abuelo con un grupo de amigos moteros, nunca se hubiera imaginado a su abuela tan “rebelde”, pero aún le sorprendió más cuando vio a su abuela. Ella estaba con su grupo de amigos cerca de la cafetería, rodeada por chicos que la admiraban y adulaban. Era una joven muy atractiva y todos querían hablar con ella, aunque la mirada de su abuela se desviaba con frecuencia hacia el motero “rebelde” que hoy era su abuelo. ¿Cómo consiguió su abuelo acercarse a ella?, se preguntaba. Se cruzan las miradas y él decide coger su moto e ir hacia ella con su Harley-Davidson, justo cuando él va a dirigirle la palabra, ella se despierta, la voz que escuchaba era la de su abuelo llamándole para cenar. Cuando estaban sentados todos juntos, ella decide preguntarle cómo se conocieron. Los abuelos cruzaron la mirada y se rieron. Su abuelo comenzó a relatarle su historia. “Una noche de vuelta a su casa, me acerqué a ella y le dije que si quería que le llevara a casa en la moto, pero me rechazó. Insistí y me marché. A la mañana siguiente, al entrar en la cafetería, me acerqué a darle los buenos días y me invitó a sentarme. Estuvimos charlando toda la mañana hasta que ella tuvo que irse. Pensé que no volvería a verla, y confiando que acudiría al mismo sitio, fui al día siguiente de nuevo, al lugar donde nos habíamos visto. Como supuse, ella se encontraba ahí y retomamos la conversación del día anterior. Mientras hablábamos, me confesó que ella también volvió a ese lugar para verme, y desde ese momento, fuimos todas las mañanas durante tres años al mismo sitio a desayunar juntos.” La abuela le interrumpió: “Esto fue durante tres años. Un día de vacaciones, sus amigos le fueron a buscar a la cafetería, y como él no quería que la gente se enterase de su relación conmigo, acordamos en no volver a ese lugar. Esa noche quedamos en el parque de atracciones, y se me antojó subirme a la noria. Justo cuando estaba arriba, se paró. Yo estaba asustada y él aprovechó el momento para abrazarme y pedirme salir. Desde ese momento llevamos 53 años juntos.”
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Las lágrimas de Claudia caían por sus mejillas por fin había encontrado el final de un cuento de hadas, quizás detrás de tantas aventuras este final era el que ella perseguía, el final que todo niño y niña desea en cualquier cuento y en cualquiera de nuestras fantasías. Claudia soñó ser quizás una princesa pero prefirió esa noche que sus abuelos fueran los príncipes de su gran historia, de nuestra gran historia.
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