RECONCILIAR EL MUNDO NOVICIADO INTERNACIONAL SAN LUIS BERTRÁN
PRIOR PROVINCIAL Fr. Said León A., O.P. MAESTRO de NOVICIOS Fr. Duberney Rodas G., O.P. SOCIO del MAESTRO y DIRECTOR de REVISTA Fr. Juan Pablo Romero C., O.P. DIRECCIÓN GRÁFICA Amat Studio CORRECCIÓN Fr. Duberney Rodas G., O.P. Fr. Juan Pablo Romero C., O.P. ITEDRIS S.A.
IMPRESIÓN: ITEDRIS División Impresos
Revista Anual - Noviciado Internacional San Luis Bertrán de Colombia
EQUIPO EDITORIAL Noviciado Internacional San Luis Bertrán
ISSN: 1794-1741
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NOVICIADO INTERNACIONAL
Provincia San Luis Bertrรกn Colombia
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Vice Provincia Santa Catalina de Siena Ecuador
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PRESENTACIÓN
Y
SPERANZA E RECONCILIACIon
Fr. Duberney Rodas Grajales, O.P. Maestro de Novicios
En la alegría de poder presentar este nuevo número de la Revista “Catellus”, es importante manifestar la esperanza que ha inundado el corazón de tantas personas que en nuestro país han vivido con fe y escuchado en la confianza el mensaje de nuestro pastor, el Papa Francisco. Aquí el sentimiento que unió a los colombianos para decir con el profeta: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación” (Is 52,7). Ante el entusiasmo de tantas personas por la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno de nuestro país y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), son también muchas las voces que se levantan con el pesimismo propio de quien se siente cansado de falsas promesas. Sin embargo su Santidad, el Papa Francisco, viene a recordarnos que “la reconciliación no es una palabra que debemos considerar abstracta; si esto fuera así, sólo traería esterilidad, traería más distancia. Reconciliarse es abrir una puerta a todas y cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto” (Homilía del Santo Padre, viernes 8 de septiembre de 2017). Es en este contexto en el que se inscriben los artículos del presente número, en el cual los frailes novicios de la Provincia San Luis Bertrán de Colombia y la Viceprovincia de Santa Catalina de Siena del Ecuador dejan plasmadas sus reflexiones en orden al aporte que cada persona puede hacer para reconciliarse en Dios, con los hermanos y con la creación. De esta manera se pretende suscitar una fe comprometida con
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nuestras realidades, para que la experiencia de reconciliación que nos ha permitido el Señor no se quede en palabras vacías. Este esfuerzo de Colombia en camino de reconciliación se ve apoyado por nuestra Orden, ya que el Maestro de la Orden, Fr Bruno Cadore, O.P., al dirigirse a toda la familia dominicana con carta del 1 de Octubre del 2017, para instituir el mes de diciembre, como el “mes dominicano por la paz” y atendiendo al llamado de uno de los temas recurrentes de nuestro Jubileo, señala la importancia de renovar nuestra predicación como defensores de la paz, al igual que nuestro Padre Santo Domingo, en un mundo desgarrado por muchas formas de violencia y guerra”. De igual manera ha puesto su atención en una región de nuestro país “el Catatumbo”, invitando a que nuestra oración común y nuestros esfuerzos solidarios pongan su mirada en esta región tan vulnerable y golpeada por las desproporciones de la guerra. Con este gesto de solidaridad de la Orden, agradecemos a Dios la oportunidad de sentir que caminamos juntos en la construcción de la paz con justicia social y encomendando la vocación de los novicios a la Bienaventurada Virgen María, nuestra Señora del Rosario, oramos para que estas reflexiones, que anuncian a Cristo quien es nuestra paz (Ef 2,14) sean, para quien las lee, un motivo que le fortalezca en el servicio del Evangelio.
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EDITORIAL
L PERDON E EL ROSTRO DE DIOS
Fr. Said León Amaya, O.P. Prior Provincial,
Provincia San Luis Bertrán de Colombia
Me llena de alegría poder presentar la Revista Catellus del Noviciado de los Dominicos en Colombia. El proyecto fundacional de Domingo, su ideal de ministerio de la predicación, cobra hoy toda su vigencia en el contexto actual de la sociedad, de la Iglesia y de la vida consagrada en nuestro país que busca caminos de perdon y de reconciliación.
algo inesperado. Cuando le tocó pintar el rostro de Cristo, no le salía lo que él tenía en mente. Varias veces tuvo que borrar lo que había hecho para hacerlo nuevamente, pero por más empeño que ponía, no lograba plasmar lo que quería. Parecía como si hubiera una fuerza sobrenatural que estaba afectando negativamente su reconocida destreza para la pintura.
En este tiempo, que nos regala la Iglesia, celebramos el misterio de la encarnación del Verbo, que ha venido para reconciliarnos con Dios. La vida de Jesús se desarrolló en torno al perdón y al amor, tanto así, que su ministerio fue fundamentalmente de enseñarnos a perdonar siempre. En su anuncio del Reino de Dios nos ofrece la oportunidad de ir avanzando en el camino del perdón como gracia de Dios que da un sentido a la vida misma.
Mientras meditaba en lo que podría estar pasando, llegó a la conclusión. La razón para no poder pintar el rostro de Cristo era porque había pintado el rostro de su colega pintor en la figura de Judas Iscariote. Arrepentido por lo que había hecho, borró el rostro de Judas Iscariote, y comenzó a pintar una vez más el rostro de Cristo. Esta vez logró lo que quería. Había quedado plasmado para la posteridad esa formidable obra de arte.
Una vez escuché la siguiente historia que quiero compartirles frente al tema del perdón. Se cuenta que Leonardo da Vinci fue uno de los hombres más extraordinarios de la historia. Fue un ingenioso inventor, un notable ingeniero y un diestro pintor. Justo antes de iniciar su renombrada obra de arte “La última cena” tuvo una violenta discusión con uno de sus colegas pintores. Da Vinci estaba tan furioso y enojado que quiso vengarse de su adversario al retratar a Judas Iscariote con el rostro de ese pintor. De esa manera, pensaba Da Vinci, su enemigo sería despreciado por generación y generación. Dicho y hecho, tomó los pinceles y lo primero que hizo fue pintar la cara de Judas Iscariote. Para todos era obvio que el Judas Iscariote pintado por Da Vinci era idéntico al pintor con quien tuvo la pelea. Pero luego sucedió
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No se puede ver el rostro de Cristo cuando el corazón está abrigando rencor contra alguien que nos ha causado algún daño. El mejor y único remedio para el rencor es el perdón y esto es justamente una característica de la vida auténticamente cristiana. Hay muchas circunstancias diarias en las que nos encontraremos que tenemos que pedir perdón o perdonar y por consiguiente dar el paso de reconciliarnos. El objetivo del perdón no es la acción en sí misma, sino la consecuencia: compartir la amistad y el amor de Dios con nuestro prójimo. Debemos dar ese paso de perdonarnos y de reconciliarnos como una obra del Espíritu Santo en la vida de cada colombiano. Hermano en Santo Domingo.
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Daniel Mesa Soto Colombia
INTRODUCCIÓN En la actualidad la humanidad y sus estructuras sociales se
encuentran en un constante declive y deterioro; cuando se miran los patrones sociales que en ellas se presentan es posible ver de una manera muy significativa que lo que se concebía como moral y éticamente correcto va cambiando con el paso del tiempo; ello a su vez, contribuye a menospreciar la dignidad de la persona humana en algunas de sus dimensiones. En el presente artículo se pretende explicitar algunas causas y consecuencias del olvido de la misericordia que repercuten en el deterioro de la dignidad humana. A la separación de las creencias religiosas y las políticas de Estado se le llama secularismo; sin embargo, éste no es el único factor en un mundo menos misericorde; la sociedad a través de su historia siempre ha tenido presente el papel que juega la religión como guía, maestra y compañera en el desenvolvimiento de la vida del hombre. Al separarse de las creencias religiosas, éste
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se separa de Dios y con esto, de los lineamientos que se van dando para su bien en el camino de establecerse como ser social. Al asociar la práctica de la misericordia únicamente con los elementos religiosos, ésta decae y se desfigura considerablemente, en consecuencia la misericordia se convierte en un tema netamente doctrinal e ideológico y como resultado se desencadena la falta de respeto por la dignidad del ser humano.
Para dar un ejemplo, podrían hacerse evidentes las prácticas político – sociales deshonestas, que culminan en las dinámicas de corrupción, pública y privada, que a su vez derivan en la apropiación arbitraria de los recursos destinados a la satisfacción de las necesidades de la colectividad. Todo lo anterior pone en evidencia la falta de misericordia con el otro, lo cual, en palabras del Cardenal Kasper (2015), conduce a la falta de empatía hacia la dignidad del ser humano (p.13).
Como se mencionó, es el Cardenal Kasper quien busca cambiar esta concepción de misericordia igual a religión, para convertirla en una práctica que llega al corazón tanto del creyente como del no creyente.
LA EMPATÍA: FUENTE DE LA DIGNIDAD Partiendo del concepto de la sacralización como pertinente, a la hora de referirse al paso de un concepto o práctica que
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es aplicable en un contexto secular y que, por diversos factores, entiéndase uso o apropiación del término por una institución religiosa particular, en este caso la Iglesia Católica, termina convirtiéndolo en un concepto netamente religioso. Con lo anterior se pretende decir que el término misericordia es una práctica secular (Kasper, 2015. p. 23), debido a que se entiende como “empatía entre los seres humanos”, pero con el tiempo se ha convertido en un término en su totalidad religioso. Para los efectos del presente escrito se relacionará el tema de la misericordia con una mirada de “profanis hominibus” (Diccionario Latino, 2017), es decir, de hombre secular, no porque se pretenda decir que mirar la misericordia como “religiosis hominibus” (hombre religioso: Diccionario Latino, 2017), se entienda como malo, sino, porque al darle este tinte de secular puede llegar a incluir tanto a las personas que creen y practican la religión, como también a aquellas que no son practicantes y que poseen una animadversión hacia ésta. Por otra parte, se hará referencia a la misericordia como “Εμπάθεια” (Dicionario Griego, 2017), término que al español se traduce “empatía”, y significa “capacidad de sentir la desdicha de los demás, compartir las situaciones por
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Misericordia = empatía, y significa “la capacidad de sentir la desdicha de los demás, compartir las situaciones por las cuales pasan los seres humanos”. las cuales pasan los seres humanos”. El significado de la palabra empatía en su pleno sentido da la posibilidad de abrirle paso al término dignidad, del latín “dignitas” (Diccionario Latino, 2017), el cual, en palabras de Romero (2011) “hace relación a una cualidad sobresaliente o excelencia asociada a un estado adventicio de acción de la persona. El atributo dignidad es usado en relación con o con respecto a: digno de, apto para, merecedor de, superior a” (p.2). Dimensionándose todo lo anterior en la integridad tanto física como moral del ser humano, dando como resultado la unión de términos y de significados entre la empatía y la dignidad humana. Lo anterior, atendiendo a que todo ser humano que posea la capacidad de ser empático con su igual, entiéndase niño, anciano, hombre o mujer, es capaz de reconocer en el otro la dignidad de ser humano.
punto se puede entender esta virtud que plantea el Aquinate, no simplemente como la justicia en la que cada individuo recibe lo que se merece, sino en la cual cada ser humano cuenta con unos derechos fundamentales y mínimos, y en ellos encuentra la protección de su dignidad. Son estos mismos derechos los que por medio de la justicia, logran su satisfacción, es decir, la justicia que plantea Santo Tomás aplicada al presente artículo, se entiende en cuanto a que a cada individuo se le da lo que merece, siendo esto la realización de los derechos básicos, que a su vez aseguren y preserven la dignidad del mismo. En un segundo punto, el autor presenta al hombre como el encargado de administrar la justicia; de igual manera, quien la lleva a cabo no es un individuo particular, sino una colectividad dirigida y orientada por un número determinado de individuos
electos del pueblo, en una institución llamada Estado. Es aquel ente colectivo quien se encarga de asegurar que dicha justicia alcance a cada uno, dejando ver que todo principio y fuente del olvido de la empatía, es decir, el no reconocimiento de la dignidad del otro, proviene de la no asimilación ni ejecución de la justicia por parte de los encargados de garantizarla en el entorno social.
UNA POLÍTICA SIN EMPATÍA MENOSCABA LA DIGNIDAD Es importante reconocer que para que la dignidad del ser humano sea reconocida y respetada, debe ser vista desde la perspectiva de la igualdad, es decir, reconocer en el otro las mismas condiciones, derechos y deberes que son inherentes a su condición de ser humano. De igual manera es pertinente
tener en cuenta que para llevar a cabo el reconocimiento de dicha dignidad, es necesario abordarse íntegramente, tomando todos los elementos que conforman las dimensiones de la dignidad humana, para así poder dar una satisfacción completa a las mismas y con esto contribuir a su construcción. Para llevar a cabo todo lo que tiene que ver con la dignidad humana es necesario que se tenga como referente una entidad concreta; en este caso es el Estado al que se le atribuye dicha responsabilidad. Como ya se mencionaba anteriormente, éste es el responsable de velar por que se dé cumplimiento a la satisfacción justa de las necesidades mínimas de toda persona. El punto coyuntural a mirar es la fragilidad que se presenta en torno a esta responsabilidad del Estado, cuando dentro del mismo, sus agentes ven su labor no como un ejercicio en
Es así como el ser empático, es decir, el ser capaz de empatía, permite establecer una base sólida entre su práctica (misericordia) y el reconocimiento de la dignidad, para dar el paso a la posibilidad de reconocer cuáles circunstancias o contextos la afectan.
LA JUSTICIA: HERRAMIENTA PARA LA DIGNIDAD En la Summa Theologiae, Santo Tomás le dedica a la justicia un importante fragmento; la define como: “el hábito por el cual el hombre le da a cada uno lo que le es propio mediante una voluntad constante y perpetua” (S.Th. q.58. a.1). En un primer
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favor de la justicia, sino como la práctica de un poder sin la motivación ética correlativa, lo cual degenera en prácticas políticas de corrupción.
vida cristiana”, induce al lector a la praxis de la empatía, en torno a la vulnerabilidad y necesidad del otro, es decir, la no indiferencia a las realidades humanas; a pesar de todo esto, Así se puede evidenciar, en la empatía no ejerce mayor algunos casos, que el ejercicio efecto en la sociedad actual y de la política sin justicia y sin mucho menos en las complejas responsabilidad desemboca en maquinarias del Estado. el olvido de la igualdad del otro, lo que lleva a la ausencia El Estado, siendo el garante de de empatía. los derechos, debería ser el más permeado por la comprensión y práctica de la empatía, ya que ésta hace posible tener SER EMPÁTICO ES una visión general de las RECONOCER LA situaciones de la humanidad, DIGNIDAD DEL OTRO para encontrar soluciones a las circunstancias que laceran La empatía es, como se y atropellan su dignidad. Es demuestra en el presente aquí cuando la dinámica artículo, un tema inherente a la entre las dos herramientas dignidad humana; no basta sólo facilitadoras de la dignidad: con tener clara su definición, Estado y empatía, comienzan pues para los efectos de la a encontrar obstáculos en comprensión del término debe su ejecución, esto debido a irse más allá del concepto. Al que el primero, en lugar de respecto, el Cardenal Kasper, practicar la segunda como en su libro “La misericordia, herramienta de reconocimiento clave del evangelio y de la del otro, apelando a la defensa
de sus derechos, termina acudiendo a la satisfacción de sus propios intereses, y degenerando en corrupción, con lo cual la empatía deja de ser una herramienta útil para la realización de la dignidad humana, pues degrada la función de garante que tiene el Estado en su protección. De lo anterior podría deducirse que en la dinámica de garantizar la promoción de la dignidad humana, en todos sus aspectos, es necesario e indispensable que estén presentes tanto el Estado - el cual es el medio que da paso a las acciones que responden a estas necesidades - como la empatía, que tiene la función de facilitar las condiciones para que el Estado pueda responder a ellas; es así como la misma, a pesar de ser un tema actual pero olvidado (Kasper, 2015. p. 11), no se queda sólo en los fueros de la terminología, sino que trasciende a la práctica.
...el Estado en lugar de practicar la empatía... termina acudiendo a la satisfacción de sus propios intereses, degenerando propiamente en corrupción. CONCLUSIÓN En suma se evidencia cómo la empatía o misericordia es la fuente de la cual proviene la preservación de la dignidad humana, y es ésta misma garante en la identificación de las falencias o atropellos que la afectan; de allí que se pueda recurrir al cardenal Walter Kasper para decir que la misericordia – empatía es un tema necesariamente actual pero olvidado. De igual forma la dignidad de la persona humana se ve afectada por el ejercicio de prácticas deshonestas, que se presentan en las entidades públicas encargadas de garantizar y velar por la satisfacción de las necesidades de la colectividad. Estas entidades conforman el Estado, que al ser coaccionado por la corrupción, pierde la objetividad en cuanto a cumplir con sus funciones y deberes, para dar paso al beneficio de unos pocos y la insatisfacción de las multitudes. Mas la corrupción no es un asunto exclusivo del Estado,
como órgano administrativo, este flagelo también se hace presente con similares consecuencias en el sector privado. Finalmente, la empatía es un término que, si bien es olvidado por la sociedad, y en muchas ocasiones es desconocida por los agentes públicos y privados, es inherente a la realidad humana; al intentar desprenderse de ella, perdemos lo más noble que tiene todo ser humano, la búsqueda del bien común.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Aquino, S. T. (2002). Summa Theologiae II-II. En S. T. Aquino, Summa Theologiae II-II (págs. q.58, a.1). Diccionario Latino. Disponible en: http://bit.ly/2oqUUgo, recuperado el 28 de septiembre de 2017. Dicionario Griego. Disponible en: http://bit.ly/2gjKtKn, recuperado el 1 de octubre de 2017. Kasper, W. (2015). la Misericordia, clave del Evangelio y de la vida Cristiana. SALTERRAE. Romero, J. (2011). Caleidoscopio del principio de la dignidad humana desde la jurisprudencia constitucional colombiana. 1(34). Bogotá, Colombia: ediciones USTA. Disponible en http://bit.ly/2y5aCpO, recuperado el 18 de septiembre del 2017 .
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io dimension rofetica p d
de la Iglesia
a partir de su
Fr. José Andrés Yagual García, O.P.
octrina
ocial s
Ecuador
INTRODUCCIÓN
El presente escrito pretende analizar el rol de la Iglesia en la defensa de los derechos humanos a partir de la siguiente pregunta: ¿De qué manera la Doctrina Social de la Iglesia comprende la dignidad de la persona humana? De esta forma se quiere mostrar la relación entre la justicia y los derechos humanos en favor de los pueblos marginados de nuestra América Latina. Desde esta perspectiva se propone, en primer lugar, describir cómo la Doctrina Social de la Iglesia, a través de sus Encíclicas sociales, actúa en la promoción de la dignidad de la Persona Humana. En segundo lugar, comprender algunos casos en los que la Iglesia ha intervenido como garante en la defensa de los derechos humanos.
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LA DOCTRINA SOCIAL Y LA DEFENSA DE Dios a todos los pueblos (cf. LA IGUALDAD, LA INCLUSIÓN Y EL RESPETO POR Mt. 28, 19). Por lo tanto: LA PERSONA HUMANA Teniendo en cuenta el valor que ocupa hoy la Doctrina Social en el respeto y la dignidad de la persona y los derechos humanos, se reconoce ella como fuente inspiradora para avanzar hacia una cultura de la solidaridad y el desarrollo humano integral más justo e inclusivo. La Iglesia, a través del compendio de la Doctrina Social, tomó como propósito hacer evidente el respeto por la persona humana en consideración a su dignidad.
La Doctrina Social de la Iglesia constituye una invaluable riqueza que ha animado el testimonio y la acción solidaria de los laicos y laicas quienes se interesan cada vez más por su formación, como verdaderos misioneros de la caridad y se esfuerzan por transformar de manera efectiva el mundo según Cristo (CELAM, 2007, n.99).
Frente a cada una de las realidades y necesidades humanas la Iglesia, que las ha vivido también, se empeña en construir una sociedad más digna, solidaria e inclusiva, recordando la misión Puesto que esta doctrina es que ha adquirido del propio Jesucristo: ir y llevar la Palabra de fruto de un constante diálogo
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con el pueblo de Dios, el reto corresponde a anunciar y denunciar toda acción contraria a la libertad, la justicia y promover la dignidad de la persona humana. De ahí que siguiendo a Su Santidad Pablo VI: El desarrollo de los pueblos y muy especialmente el de aquellos que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la ignorancia, que buscan una más amplia participación en los frutos de la civilización, una valoración más activa de sus cualidades humanas, que se orientan con decisión hacia el pleno desarrollo, es observado por la Iglesia con atención. Apenas terminado el segundo Concilio Vaticano, una renovada toma de conciencia de las exigencias del mensaje evangélico obliga a la Iglesia a ponerse al servicio de los hombres, para ayudarles a captar todas las dimensiones de este grave problema y convencerles de la urgencia de una acción solidaria en este cambio decisivo de la historia de la humanidad. (Pablo VI, 1967, n. 1).
En este sentido, como Madre y Maestra, la Iglesia interpreta el quehacer de los seres humanos en dos enfoques de comprensión: primero para quienes ostentan el gobierno, con el fin de cuestionar los mecanismos de desigualdad e injusticia que tantas veces se
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aplica sobre los más desfavorecidos. Y segundo para la sociedad civil, a través de la vivencia diaria de los problemas y las dificultades, con el propósito de mejorar, de una u otra manera, el papel que desempeña el hombre en su contexto.
y, como tal confiado por Cristo al cuidado y responsabilidad de la Iglesia”, (Juan Pablo II, 1993, n.53).
Así las cosas, la Doctrina Social ha sido el instrumento por medio del cual la Iglesia de todos los tiempos se ha manifestado ante la sociedad en defensa de la dignidad de la persona humana y las dimensiones que ésta implica.
Es importante mencionar que la Iglesia nunca ha dejado de promover por todos los rincones de la tierra, en todos los momentos de la historia, la fe en Jesucristo que ha venido a elevarnos a la categoría de hijos de Dios. Por ello se fortalece su dignidad como ser que posee derechos, pero de la misma manera, deberes hacia las demás personas y una atención especial por la obra de la creación. Es por esta lucha de dignidad y derechos humanos que la Iglesia, representada en cada uno de sus miembros (sacerdotes, religiosos, misioneros, laicos. etc.) contribuye a la promoción de obras materiales: auspicios, dispensarios y hospitales, centros de atención familiar, escuelas, etc.) y de obras espirituales (formación cristiana en dignidad, acompañamiento, evangelización, etc.).
LA IGLESIA: CENTINELA Y ABOGADA DE LOS QUE NO TIENEN VOZ LA PERSONA HUMANA COMO MISIÓN Y TESORO DE LA IGLESIA La Iglesia ha sido centinela y pregonera de aquellos por los cuales ha trabajado a lo largo de la historia de los pueblos, los mismos por los que se incorpora en la sociedad la dignidad como derecho universal para todos los seres humanos. Así, ha demostrado ser defensora de los oprimidos, toda vez que ha denunciado históricamente el destierro, el abandono, el analfabetismo y toda exclusión en una sociedad que se desangra diariamente. Frente a cada una de estas realidades, los gobiernos de turno muchas veces hacen poco o nada para ayudar a los marginados; y qué no decir de la violación de los derechos humanos: En ausencia de la Iglesia Católica sus derechos quedarían en la ignominia. De esta manera, Su Santidad Juan Pablo II sostiene que: “El objeto de la Doctrina Social es esencialmente el mismo que constituye su razón de ser: el hombre llamado a la salvación
...el reto es anunciar y denunciar toda acción contraria a la libertad...
Partiendo de la evangelización que ha hecho la Iglesia, se hace evidente el rostro de Jesucristo: La misericordia del Padre. En efecto Su Santidad Francisco plantea que: “El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en la Palabra Encarnada, ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El amor, “rico de misericordia (Ef 2,4)” (Francisco, 2015, n.1). LA AMENAZA DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO FRENTE AL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS
Hoy en día el debate en torno al desarrollo de los pueblos, la pobreza y el crecimiento económico ligado al consumismo, genera discusiones que han llegado a hacerse realidad a través de una producción capitalista orientada a la Por lo tanto, como Institución sociedad del deseo y del que alienta con la voz del individualismo, que impone Pastor Supremo, inmersa en estilos de vida dependientes la historia de la humanidad, (mercado económico y ha dado al hombre un valor político). moral, que se engrandece gracias al testimonio vivo del Enfrentar dicho crecimiento en rostro misericordioso del Padre, la actualidad es una necesidad tal como lo desempeñan, urgente para toda la sociedad, por ejemplo, las Hermanas porque en ello se enmarcan Dominicas Misioneras del las diversas dimensiones Sagrado Corazón de Jesús1. que componen la existencia:
libertad, carácter personal y de comunidad, los requerimientos sociales o culturales; bases que generan el propio enfoque del mundo, ello debido a que la vida de la persona humana es digna de respeto y de un mejor porvenir. Muchas veces el desarrollo es entendido como crecimiento, sin embargo, desde esta perspectiva, pone su acento en las dimensiones que, como humanos se demandan, pero que por la precariedad de bienes y servicios quedan excluidas de las dinámicas económicas, toda vez que los derechos sociales son una carga para el capitalismo: el trabajo es uno de ellos. Sobresale en tal pretensión cierta esquizofrenia, por cuanto el desarrollo requiere el crecimiento, pero en el modelo de mercado actual el crecimiento no representa el desarrollo.
En efecto, en la antigüedad, la esclavitud daba lugar a que el hombre fuera considerado un objeto de propiedad privada de sus amos, los esclavos eran entregados por oferta y demanda en los mercados públicos, para de esta manera, ser adquiridos por el mejor postor. Lo anterior pone en evidencia la mercantilización del hombre moderno y la
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...las grandes diferencias en el acceso a bienes y servicios básicos, socavan la esencia del hombre, su dignidad... instrumentalización de trabajo como mecanismo de consumo. Por el contrario, ante las altas tasas de desempleo que afectan a muchos países latinoamericanos y frente a las duras condiciones en que se encuentran no pocos trabajadores en la industria y en el campo, es necesario valorar el trabajo como dimensión de realización y de dignidad de la persona humana. Al respecto, Su Santidad Juan Pablo II sugiere que: “Es una responsabilidad ética de una sociedad organizada, promover y apoyar una cultura
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del trabajo” (Juan Pablo II, 1999. n. 54). Frente a esta realidad, la Iglesia ha manifestado que el desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico, debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado Su Santidad Pablo VI (1967): “Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera” (n.14). LA MARGINACIÓN Y LA POBREZA FRENTE A LA JUSTICIA Y LA IGUALDAD La marginación, junto con la pobreza, se encuentra con frecuencia como un desafío, que en la actualidad no se ha podido resolver, puesto que ha sido, por muchas generaciones, un problema que denota las diferencias que existen entre los individuos. La pobreza ha sido referente en nuestra sociedad, porque denota las profundas desigualdades existentes en la vida social. Ya que, aunque es cierto que la sociedad ha progresado exponencialmente (tecnología, infraestructura, etc.), la desigualdad entre los pueblos de algunas naciones,
especialmente de América Latina, denota las grandes diferencias existentes en el acceso a bienes y servicios básicos, que por consiguiente, socavan la esencia del ser del hombre, su dignidad, su derecho para disfrutar activamente de los bienes elementales para su congrua subsistencia. Un ejemplo que podría citarse como referencia gubernamental en torno a las buenas prácticas vinculadas al desarrollo, se encuentra en la República de Ecuador. Según la CEPAL, en el informe del Panorama Social en Latinoamérica, realizado en el 2014, la pobreza en este país ha disminuido notablemente, ya que ha pasado del 48,3% en el 2005 al 35,6 % en el 2012; la indigencia, por su parte ha pasado del 21,2% en el 2005 al 13,8% en el 2012. Los servicios básicos son otra cuestión que según la CEPAL se han convertido en una prioridad al momento de realizar proyectos políticos sociales en el Ecuador, ya que éstos permiten superar, de alguna manera, la marginación y, en consecuencia, la pobreza. No obstante, el anterior caso es todavía marginal, frente a las profundas asimetrías en los países de esta parte del continente. Por esta razón, la Iglesia ha insistido en la necesidad de crear conciencia entre las personas para promover la justicia
y la igualdad social, con el propósito de unir a los hombres con Dios, para denunciar las injusticias que se sufren y anunciar la libertad y el respeto de la persona humana, para mostrar a los hombres el camino de la salvación.
CONCLUSIÓN De acuerdo con los planteamientos presentados en el presente texto, se puede llegar a concluir que la Doctrina Social de la Iglesia se esfuerza de manera relevante, por responder eficazmente a la exigencia imprescindible de la dignidad humana; Su Santidad Juan Pablo II (1979) ha definido los derechos humanos como “una piedra miliar en el camino del progreso moral de la humanidad” (n.7), ya que ésta ha estado presente a lo largo de la Historia. Sin embargo, en cuanto al desarrollo en la sociedad, se puede observar que tanto el bienestar social como la pobreza exponen sus propias limitantes: las necesidades humanas siempre van a ser ilimitadas mientras los recursos son finitos. Usualmente las políticas de Estado se han concentrado en suplir uyrgencias de los más necesitados, mediante la práctica de una cultura asistencialista insostenible; esta no es la única forma de ayudar al desarrollo; una política responsable debería garantizar a la persona humana su dignidad material, esto es, que el gobierno genere empleo, para que el hombre, según sus propias capacidades, pueda obtener su solvencia económica tal cual ha venido promoviendo la Iglesia. Las enseñanzas de la Iglesia a través de la Doctrina Social son muy claras y relativamente fáciles de comprender, puesto que Ella no habla simplemente para unos cuántos sino para todos. Los principios éticos de esta enseñanza no se imponen, sino que ofrecen un lineamiento para que, quien lo siga, pueda construir también su propia dignidad. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CEPAL, 2014. Panorama Social en Latinoamérica. Disponible en: http://bit.ly/2x4eGHC, recuperado el 20 de septiembre del 2017. CELAM, 2007. Documento Conclusivo de Aparecida. Bogotá: Centro de Publicaciones del CELAM Disponible en: http://bit.ly/2B7JTrv, recuperado 18 de septiembre del 2017. S.S. Francisco, 2015. Misericordiae Vultus. S.S. Juan Pablo II, 1993. Centesimus Annus. _____, 1999. Ecclesia in América. _____, 1979. Discurso a la Asamblea General de las Naciones Unidas. S.S. Pablo VI, 1967. Populorum Progressio. Su labor en FISDECO (Fundación de Integración Social y Desarrollo Comunitario) gira en torno a dar una respuesta concreta a las necesidades que viven los habitantes de un sector marginado de Bogotá. 2 Comisión Económica para América Latina y el Caribe, organismo dependiente de la Organización de Naciones Unidas. 1
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Fr. Duván Ferney Letrado Sotomonte, O.P. Colombia
INTRODUCCIÓN Desde los últimos años en Colombia, el tema de la paz ha tomado
un rol protagónico y ha logrado constituirse en línea transversal en todos los ambientes, desde las más altas esferas de la política colombiana hasta el tema diario: en el trabajo o en el comedor de la casa. En efecto, se han dado diálogos entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, los cuales han logrado llegar a un acuerdo final, es ahora cuando el país inicia a hablar de posconflicto y el impacto que esto va a traer a la sociedad, desde todas las manifestaciones de la vida cotidiana. Sin apartarse de lo anterior, la Iglesia como institución no ha guardado silencio ante los cambios que está viviendo el país y también ha expresado sus opiniones, comprometiéndose desde diferentes escenarios. Es por esto que se realiza el presente escrito, concebido para aportar a la reflexión en torno a lo que será el posconflicto, de tal manera que el cuerpo formal del acuerdo se traduzca en hechos concretos, y desde una lectura teológico-so-
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cial, se contribuya a la transformación que hoy la sociedad está reclamando. ¿De qué manera la Iglesia Colombiana coadyuva en la construcción de procesos de misericordia de cara al posconflicto? Esta es la pregunta sobre la cual se va a desarrollar el tema propuesto. Para tal fin se van a considerar las palabras del Papa Francisco y algunos argumentos que pertenecen a la Doctrina Social de la Iglesia.
LA MISERICORDIA COMO COMPROMISO DE VIDA “Sean misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso” (Lc.6,36). Este mensaje no es solo del Papa Francisco para el año jubilar, o una frase más de la Iglesia, es la propia voz de
la Escritura, en la que el mismo Cristo invita y hace un llamado a la misericordia, tomando como base el amor misericordioso del Padre que está en el cielo. Esta perícopa del Evangelio de San Lucas es fundamental, cuando de construir un mensaje de paz, justicia y reconciliación se trata. La palabra misericordia, desde su etimología significa la compasión por el menesteroso, la cual, aplicada dentro de la Iglesia, se entiende como una compasión que tiene el corazón en la mano, y se hace con aquel que sufre, con quien
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necesita de una mirada de misericordia. Esta mirada implica todo comportamiento, es decir, que es mediante todas las acciones del cristiano como se va construyendo una nueva sociedad que previamente ha sido sembrada y forjada desde cada uno de sus hogares. El mensaje de la Iglesia se une con el mensaje familiar y estos entre sí intentan dar respuesta a un mensaje social, que debe transformar y dar herramientas para la búsqueda de un cambio por una vida nueva. La fuerza del mensaje del Papa Francisco, como vocero de la Iglesia Católica, ha sido hablarle al pueblo desde los diferentes ámbitos de la vida; primero desde el hogar para llevarlo posteriormente a la escuela, al trabajo, al centro comercial, a la calle y específicamente a todo el que necesite ser mirado con ojos de misericordia.
LA IGLESIA HABLA DEL AMOR DE DIOS Y PREDICA LA MISERICORDIA La Iglesia siempre debe mostrar un punto de vista en favor de los pobres, de los necesitados y de los excluidos de la sociedad, pero no puede perder de vista también a quienes buscan la salvación aún sin pertenecer a alguno de los grupos ya
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...es mediante todas las acciones del cristiano como se va construyendo una nueva sociedad que previamente ha sido sembrada y forjada, desde cada uno de sus hogares... mencionados. La Doctrina Social de la Iglesia se fundamenta en el amor que Dios quiere para con todos sus hijos y que se encuentra en los capítulos de los evangelios. Esta forma de hablar de la Iglesia debe ser neutra y no convertirse en una ideología, sino en un medio de ayuda para aquellos que no tienen voz ni poder. Además, deben sobresalir algunos puntos que son esenciales dentro de este campo, como son: el respeto a la dignidad de la persona y fomento de su desarrollo integral, el bien común, el destino universal de los bienes, subsidiaridad (Unión Social de Empresarios Cristianos de Chile, s.f.), entre otros temas que componen un desarrollo y cuidado del ser humano. Nunca ha de perderse el mensaje de Cristo a la hora de tratar con estos temas, y por lo tanto, en la actualidad es el Papa Francisco quien con su predicación ofrece unas bases para que se trate esa doctrina en función de una mejora de la sociedad, de la cual la Iglesia es parte fundamental y esencial. Las homilías del Papa vienen cargadas además de su propio pensamiento, con un mensaje que ya ha sido dicho por algunos de
sus antecesores, como el caso del Papa Juan Pablo II (1980), quien al proferir la encíclica Dives in Misericordia recuerda que “la Iglesia contemporánea es altamente consciente de que únicamente sobre la base de la misericordia de Dios podrá hacer realidad los cometidos que brotan de la doctrina del Concilio Vaticano II”. Es la Iglesia que, en contextos como el actual, debe acompañar a un pueblo que ha sido mutilado, como lo mencionaba el Papa Francisco en su visita a Villavicencio y de frente al Cristo de Bojayá. Enriquece a la Iglesia el saber que su orientación va directamente hacia la predicación de Cristo, que viene limpiando las heridas de aquel leproso que sale en busca de la Esposa del Cordero como refugio y amparo de tantos males y dolencias que padece. La Iglesia de hoy sale de sí misma, en lo que el Sumo Pontífice denomina: “la cultura del encuentro” y es allí donde se hace visible, de alguna manera, la misericordia, ya que ser Iglesia es ser pueblo de Dios, de acuerdo con el gran proyecto de amor del Padre. Esto implica ser Su fermento en medio de la humanidad. Estar allí va más allá de celebrar los actos litúrgicos o de proporcionar ayudas materiales; involucra el sentido de escuchar, mirar, despertar y activar todos los sentidos, donándolos al servicio del
que viene, del que busca. Todo lo anterior puede aportarle a la construcción de una mirada de misericordia que le ayude a una sociedad que, mezclada en el mundo de la intolerancia, el irrespeto y la pérdida de valores, opta simplemente por contraponerse a la voz de Dios trasmitida por la Iglesia. El Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, parafraseando al Papa Francisco, plantea que la Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio (2015, p.56). De esta manera es como la Iglesia le da hoy por hoy una respuesta a Colombia entera, pero en este caso específico se dirige a dos grupos en particular. Por un lado, están las víctimas del conflicto, quienes de manera directa o indirecta sienten en sus vidas el
abandono y la confusión. Por otro lado, están los victimarios y protagonistas de la guerra, los cuales son también objetivo de la misericordia de la Iglesia, y quienes de alguna forma están en una condición de discriminación y exclusión, por parte de una sociedad que ha visto su actuar erróneo y que le es difícil mirarlos con ojos de misericordia. A estos dos grupos se les une la sociedad entera y así es como la Iglesia, con su mensaje y su predicación, intenta producir un lenguaje que llegue y que transforme de fondo y con radicalidad al pueblo colombiano.
TRAS LAS HUELLAS DE UN CONFLICTO Es interesante conocer las buenas intenciones de muchas personas que han intentado formar en la paz y en la reconciliación, pero también se ha de mirar hacia el pasado
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para lograr entender cómo surgen estas problemáticas que con el tiempo se fueron convirtiendo en los grandes conflictos que llegan hasta la actualidad. Si bien, América no nace con el descubrimiento por parte de los españoles a mediados del siglo XV, sí se toma este suceso de la historia como base para explicar un poco lo que ha sido la historia del conflicto y su relación con la Iglesia. La misión en las nuevas tierras trae la fe católica a los indígenas, quienes se inspiraban en otro tipo de espiritualidad, distinta a la que traían los colonizadores españoles. Cuando estos retornan a España, le comunican a los reyes lo descubierto en estas islas, y estos a su vez le hacen saber al Papa Alejandro VI la urgencia
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de la evangelización que invita a llevar el anuncio de la Buena Nueva y el temor de Dios a todos los hombres que allí se encontraban. Así es como va avanzando la evangelización en estos nuevos pueblos y por ende la Iglesia Católica va creciendo, expandiendo significativamente su doctrina y enseñanzas.
más explícita los inicios del conflicto propiamente entre los partidos políticos y lucha por el poder. Los liberales se instalan en la presidencia en los treinta, con ánimo de modernizar los criterios de desarrollo e introducen reformas al sistema laboral, al régimen de propiedad de la tierra, educación, reforma agraria entre otros; del mismo modo, renuevan el impulso por la industrialización, impuesta por la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial. Los conservadores ascienden también hacia la mitad de la década de los cuarenta e inician una tensión que va proponiendo nuevas formas de conflicto a raíz del desacuerdo entre los partidos políticos.
El tiempo transcurre en este nuevo continente y es así como pocos siglos después, se llegó a la creación de la República, pues en el siglo XIX en Colombia, germinaron algunos grupos que entraron en conflicto con los poderes coloniales, desembocando en la Declaración de Independencia en 1810, con la sucesión de constituciones republicanas que acompañaron En 1946, Mariano Ospina el naciente Estado. En el siglo Pérez llega al poder y tras XX se evidencian de forma poco tiempo de gobierno
la Iglesia ...intenta dar una respuesta que aporte a la construcción de la paz. En la mayoríade los casos estas respuestas van en contra corriente...
este caso puede ser el avance de la sociedad y la superación de las dificultades del pasado, no como olvido definitivo sino como medio sanador y liberador dirigido y orientado por la Iglesia.
Tornielli (2016), en el contexto de una humanidad marcada por el conflicto, le sugiere al va perdiendo el control, entre cuyos detonantes estará la Papa Francisco un ejemplo confrontación popular derivada del asesinato de Jorge Eliecer desconcertante que refleja la Gaitán. La violencia se apoderó de Colombia y los enfrentamientos lógica del ser humano en torno comenzaron a cobrar gran cantidad de víctimas y a generar a la pena y al castigo: diferentes problemas en muchos campos de la sociedad. Llega el Frente Nacional y toma posición en la política colombiana; Hace algunos años, en un colegio en este escenario van a surgir las guerrillas que se consolidan del norte de Italia, un profesor y van a declarar la guerra al Estado. Las Fuerzas Armadas de religión explicó en sus clases Revolucionarias de Colombia (FARC) nacen hacia 1964, dándose la parábola del hijo pródigo y a conocer con unas ideologías de cambio y de ayuda al pueblo, después pidió a los chicos que que posteriormente fueron tergiversándose y fueron degeneradas escribieran un texto reescribiendo por el terrorismo y narcotráfico; la sociedad colombiana ha vivido la historia que acababan de en carne propia este conflicto que ha marcado el corazón y la escuchar. El final escogido por la vida de muchas personas, tanto directa como indirectamente. inmensa mayoría de los alumnos fue éste: el padre recibe al hijo prodigo, lo castiga severamente y lo obliga a vivir con sus siervos. Así, éste aprende a no despilfarrar todas las riquezas de la familia. (p.63)
Desde siempre ha existido la necesidad de diálogo entre el gobierno y las FARC, incluso en varias oportunidades se han sentado a dialogar intentando poner fin al conflicto; ejemplo de esto han sido los gobiernos de Belisario Betancur, Andrés Pastrana y Juan Manuel Santos. Después de unos diálogos y muchos intentos, se sentaron durante un poco más de cuatro años los representantes del gobierno y de las FARC en una mesa Es importante conocer de ante de diálogo en la Habana, con el propósito de llegar al fin del mano que la Iglesia, basada conflicto. En este escenario la Iglesia ofreció su respaldo neutral en los evangelios como su como garante del proceso. principal fuente, intenta dar una respuesta que aporte a la construcción de la paz. LA MISERICORDIA: PREÁMBULO En la mayoría de los casos PARA EL PERDÓN Y LA RECONCILIACIÓN estas respuestas van en contra corriente con lo que la sociedad Para intentar establecer un dialogo entre misericordia y piensa y ejecuta. En muchos posconflicto, como herramienta que facilite un acercamiento entre casos se llega a eliminar la víctimas y victimarios promoviendo la reconciliación y la paz, es voz de la Iglesia para que el importante mantener la mirada hacia un objetivo común que en pensamiento del hombre y su
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La reconciliación necesita un rostro ...como el de Cristo en la cruz, que, si bien genera rabia y rencor, inspira también libertad y perdón propio instinto puedan avanzar sin tantas trabas. Siguiendo esa línea de la naturaleza del ser humano será imposible construir una paz duradera en Colombia y el posconflicto se vería directamente debilitado y amenazado por esta conducta.
La Iglesia predica a Cristo, un Cristo que perdonó incluso a los que lo colgaban en la cruz y que fue juzgado y rechazado por hacerse uno con aquellos que eran los excluidos de la sociedad: “Habrá más alegría en el cielo por un pecador convertido que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión” (Lc.15, 7). Esta es la lógica de Dios, y por ende la lógica que predica la
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Iglesia, así es como se le aporta a la sociedad y se genera un diálogo entre misericordia y posconflicto. En este sentido, el Papa Francisco sostiene que: “La Iglesia condena el pecado porque debe decir la verdad. Dice: «esto es un pecado». Pero al mismo tiempo abraza al pecador que se reconoce como tal, se acerca a él, le habla de la misericordia infinita de Dios” (Tornielli, 2016, p.64). La reconciliación necesita un rostro más humano, como el de Cristo en la cruz, que, si bien genera rabia y rencor, inspira también libertad y perdón. Se necesita ir más allá de las convenciones y de los bienes particulares, para de este modo decirle al mundo que el Evangelio sigue siendo actual y que tiene respuestas concretas con miras al encuentro sanador de una historia que quiere avanzar curando las heridas de un pasado que ha escrito con sangre y dolor; largas páginas que sería mejor no volverlas a vivir. El mensaje que el Papa Francisco trajo a Colombia, en su pasada visita al país, es a dar el primer paso, a perdonarse mutuamente, a sanar esas heridas de mente y de corazón y dejarse tocar por un Cristo roto y amputado, que nos recuerda que Él también camina y sufre con su pueblo y deja claro que: El odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Nos enseña a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto a Él y con Él aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor. (2017).
CONCLUSIÓN
humanidad herida, que según el Papa Francisco está necesitando de aquellos que deben salir en su búsqueda, abiertos a mostrar una mirada de misericordia que cambie el rencor por la justicia y la reconciliación. El mensaje de Cristo quiere entrar en el corazón de los colombianos, tocar cada una de sus fibras con verdad y paz, porque así es como se reconstruye lo destruido, se nace de las cenizas y se inicia una nueva vida, que
posteriormente transformará la sociedad. Es tiempo de decir: “yo quiero”, “yo me comprometo”, y desde las posibilidades de cada uno aportarle a este proyecto. El Estado y los actores desmovilizados tienen que actuar con la mayor responsabilidad y respeto frente a la sociedad y brindar las condiciones necesarias para que se hagan realidad tantos proyectos que están por escrito y que pueden fácilmente quedarse solo en el papel.
No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno. Que podamos habitar en armonía y fraternidad, como desea el Señor. (Francisco, 2017).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Concejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. (2015). Los Papas y la Misericordia. Ciudad del Vaticano: San Pablo.
El mensaje de Iglesia es pertinente en el contexto de un país que ha sido atravesado por la violencia, la desesperanza y la injusticia, entre otros tantos problemas, que van creando en el corazón del hombre rencor, odio y venganza. La búsqueda de la paz debe ser a través de la misericordia, y esto es lo que, como Iglesia, se está tomando para predicar en pleno siglo XXI. La Iglesia colombiana, fiel trasmisora del mensaje del Papa, intenta dar luces de cambio y de diálogo entre todos los colombianos; no se debe esperar a que se termine por completo el conflicto, es desde la propia iniciativa desde donde se le ataca formalmente.
Escobar Delgado, O.P., R., & Díaz Camacho, O.P., P. J. (2001). Urgidos por la paz y la justicia. Bucaramanga: Testimonium Veritatis.
En este sentido es hora de mostrarles a las víctimas y a todos los colombianos el rostro materno de la Iglesia, que responde ante una
Unión Social de Empresarios Cristianos de Chile. (s.f.). Doctrina Social de la Iglesia y sus principios. Chile. Disponible en http://bit.ly/2fhNRU6, recuperado el 8 de octubre de 2017.
Francisco, P (8 de septiembre de 2017). Discurso del Santo Padre en el Parque Las Malocas. Villavicencio, Colombia. Disponible en http://bit.ly/2gmAZy0, recuperado el 8 de octubre de 2017. Juan Pablo II. (30 de noviembre de 1980). Carta Encíclica Dives in Misericordia. Roma. Disponible en http://bit. ly/2y1kXDH, recuperado el 8 de octubre de 2017. Ospina, W. (2016). De la Habana a la paz. Bogotá: Penguin Random House Grupo Editorial. Tornielli, A. (2016). El nombre de Dios es Misericordia. Barcelona: Planeta S.A.
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Fr. Santiago Israel Vargas Morán, O.P. Ecuador
INTRODUCCIÓN Es importante resaltar la dignidad de los derechos de los pueblos
indígenas en el proceso de evangelización y en especial, la forma como ésta fue impulsada por los conquistadores, y la manera en que afectó a estas personas, sus costumbres y tradiciones. En el Nuevo Mundo, dicha evangelización entró por la vía de la muerte, del robo y la injusticia; es imperante hablar de este tema para evidenciar que los pueblos indígenas resistieron en sus orígenes a la religión impuesta desde Europa. No obstante, en contraste con el adoctrinamiento, va a ser a la postre la Iglesia Católica la única entidad en asumir una tarea determinante en la defensa de los mismos pueblos indígenas. En este sentido la evangelización enfrentó dos mundos antagónicos: el español y el indígena. El primero defendía su cultura europea, mientras que el segundo defendía el
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Sumak Kausay (El Buen Vivir), la preservación de la Pachamama (La Madre Tierra / Naturaleza), los derechos y los valores milenarios de sus antepasados; desde esta perspectiva, es esencial reconocer el aporte que hizo la Iglesia Católica al levantar la voz y exigir la dignidad de los indígenas: “nadie que se aprecie del nombre de cristiano puede despreciar o discriminar por motivos de raza o cultura” (CELAM, 2004. p.747); por otra parte
la Iglesia Católica luchó para que los conquistadores ejercieran una actitud menos agresiva. En este artículo se mostrará cómo la Iglesia Católica ha aportado en los procesos de inculturación de los pueblos indígenas; lo anterior se llevará a cabo mediante la comprensión del concepto de inculturación en los procesos arriba mencionados enfrentándolo a los conceptos indígenas de: Eshuc yuyailla,
shuc shungulla y shuc maquilla, que significan reconocerse como “un solo pensamiento, un solo corazón y un solo puño”. COMPRENDER LA INCULTURACIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Partamos primero de la definición de inculturación. ¿Cómo se define este término?: “Exactamente es el proceso de integración de un individuo o de un grupo, en la cultura y en
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prácticamente apropiarse del idioma, las costumbres, y el modo de vida que cada uno lleva. Inicialmente, la inculturación, posterior al tiempo de la conquista, fue llevada a cabo por parte de los primeros misioneros a través de la religión y siempre estuvo ligada a la forma de vivir y de pensar; buscó hacerse presente en la cultura, tuvo el propósito de lograr un equilibro sin hacer daño a nada ni a nadie, abriendo así paso para que el individuo pudiera conocer la realidad del otro; conociendo esa realidad, ajustarse sin perder lo propio y lo que la doctrina sana de la religión enseñaba. Con esto se puede decir que la inculturación buscó fortalecer
el amor de Dios a través de las experiencias culturales propias, haciendo que vivieran el Evangelio de acuerdo a sus propias realidades, viviendo la doctrina de la religión desde el vivir de los Runas (Hombres Indígenas) con las expresiones culturales de cada pueblo y nacionalidad, con sus ritos propios, sus celebraciones propias e incluso su lengua.
los niños indígenas. Así mismo, utilizaron la evangelización como arma de exterminio. Es ahí cuando los indígenas se cuestionan, y dicen a los conquistadores: -Tu ley dice: No mates. Y ¿por qué matas? -Tu ley dice: No robes. ¿Por qué robas? -Por eso no creo en tu Ley, ni en ustedes. Lo anterior condujo a la famosa Resistencia Indígena, que puso en contraste el Sumak Kausay que se definía por el compartir, la solidaridad, la alegría fraterna, el pensar que todos eran un solo pensamiento, un solo corazón y un solo puño en medio de la diversidad; mientras que el conquistador arrasaba con todo eso, y sólo buscaba la complacencia para sí mismo. De esta diferencia ideológica empezaron los conflictos entre conquistadores e indígenas.
Sin embargo, el conflicto entre conquistadores e indígenas surge cuando los primeros entran en tierras desconocidas actuando de una forma cruel con respecto a los segundos que convivían en paz con los suyos y con la Pachamama; los primeros entran obrando mal, matando a los hombres, violando a las mujeres, explotando a
Los Dominicos entran en el Nuevo Mundo con el propósito de la evangelización de los indígenas; estos hombres evangélicos y apostólicos, hijos de Santo Domingo de Guzmán, ven la realidad que ellos vivían, la sienten y la palpan haciéndola suya.
Vicente Angola. FCU
la sociedad con las que entra en contacto” (Diccionario de la RAE, 2017). La inculturación es lo que lleva a cada individuo a formarse y a instruirse en el pensamiento, en la forma de vivir, en el conocimiento de las costumbres y tradiciones de un pueblo o cultura determinados para así poder comprender a los que son diferentes a ellos. Un ejemplo de lo anterior se encuentra en las personas que emigran a otros países y allí aprenden el modo de hablar, de pensar, de vivir, pero sin perder la esencia del origen; a todo esto, se le llama integración cultural, y es el medio por el cual se logra una sana convivencia. Recapitulando, la inculturación se da cuando las personas quieren conocer a fondo lo que posee un pueblo o una cultura determinada, es
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... el conflicto entre conquistadores e indígenas surge cuando entran actuando de una forma cruel ...los indígenas les dicen: - Tu ley dice: No mates. Y ¿por qué matas? Tu ley dice: No robes. ¿Por qué robas? Por eso: No creo en tu ley -
En 1510 llegaron los frailes dominicos a la isla Española, estableciendo un convento y una iglesia austeros y pobres, Medina 2010 dice: A lo largo de quince meses (septiembre de 1510-diciembre 1511), los dominicos denunciaron en privado a las autoridades de España y La Española la situación intolerable en que se encontraban los naturales, así como LA INCIDENCIA DE LA la urgencia inaplazable del cambio. Pero, no sacaron nada IGLESIA CATÓLICA EN LA en limpio. Así llegó diciembre del 2011 cuando por medio de INCULTURACIÓN DE LOS Fray Antonio de Montesinos, la comunidad de frailes denució PUEBLOS INDÍGENAS publicamente “¿Acaso estos no son hombres?”, contribuyendo así con el reconocido sermón que empieza diciendo: “Yo soy la voz que clama en el desierto” (Ortiz Vargas, O.P. & Vallejo Molina, La Iglesia Católica ha incidido O.P., 2011, p. 31), palabras de Juan el Bautista para denunciar en la inculturación de los todos los atropellos que se cometían con los indígenas. pueblos indígenas partiendo del mandato que Jesús hace En 1512, se publicaron como consecuencia las Leyes de Burgos y a los discípulos: “Id por se reconocía a los indígenas como hombres e hijos de Dios. todo el mundo y proclamad
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la Buena Nueva a toda la creación” (Mc. 16,15). Con este mandato la Iglesia recorre todos los pueblos enseñando el Evangelio, llevando la Buena Nueva a todos los pueblos, culturas y razas. Aquí se ve cómo se parte del Evangelio para ir y enseñar el mensaje de Jesucristo a quienes no lo conocen. En este contexto, la Iglesia intervino conjuntamente como Madre y Maestra para consolarles e irradiar en ellos el amor de Dios. Junto con Fray Antonio de Montesinos, se distinguen Fray Pedro de Córdova, Fray Francisco de Victoria y Fray Bartolomé de las Casas, entre muchos otros, quienes fueron pioneros en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, religiosos que pusieron en práctica la Predicación de Santo Domingo que lleva a la salvación de las Almas.
Es importante tener en cuenta que la preocupación de la Iglesia Católica por la defensa de los Pueblos Indígenas tiene como punto de partida a Cristo, el fundamento de toda evangelización. Parte de la idea que todos crean en Él; de ahí la apuesta por reconocer que los indígenas también son hijos de Dios y se benefician del fundamento de la Resurrección del Cristo que se encarna y por el cual todos están llamados a una vida nueva. En este sentido también encontramos algunos aspectos positivos que dejó la inculturación en los pueblos indígenas: proporcionó una nueva forma de vida, es decir, permitió que despertaran su fe en el Dios de los cristianos, en especial, el reconocimiento de su propia dignidad humana que surge del sacrificio de Cristo en la Cruz. Esta nueva forma de vida fue de gran importancia porque a partir de este hecho, los indígenas se valoran como sujetos con derechos y hacen frente a los conquistadores, particularmente demandando la igualdad frente al hombre blanco. Las Órdenes Religiosas Dominicas y Franciscanas cumplieron un rol importante en la inculturación1, destacándose así su Predicación Profética que anunciaba y denunciaba a la vez: “En este momento pongo mis palabras en tu boca” (Jr. 1, 9). La “voz profética” (Juan Pablo ll, 1990) se refleja en aquellos hombres y mujeres que decidieron dar sus vidas por Cristo, Aquél que es la salvación para todos, con el propósito de levantar la dignidad de los indígenas como Él elevó la dignidad de todas las personas que a Él se acercaban: “¿Dónde están los que te condenan? ¿”Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar” (Jn. 8, 11).
La “voz profética” se refleja en aquellos hombres y mujeres que decidieron dar sus vidas por Cristo, Aquél que es la salvación para todos, con el propósito de levantar la dignidad de los indígenas... 32
CONCLUSIÓN Los grandes pioneros de la evangelización decidieron vivir y sumergirse en la vida de los indígenas, aprender su lengua, sus costumbres y tradiciones; desde esas pequeñas y a la vez grandes cosas que hacían los misioneros como representantes de la Iglesia, el indígena razona, piensa y se decide por la fe de la Religión, tomando a la vez aprecio por aquellos que enseñaban con el ejemplo y la autenticidad del Evangelio. Muchos de estos varones evangélicos serán incómodos para el poder aceptado por los conquistadores y, también serán perseguidos, incluso hasta derramar su propia sangre. Un ejemplo de ello es el Obispo Antonio Valdivieso, quien actuando con amor por el Pueblo Indígena, amor que se convierte en caridad, se entregó por entero y sin límites al servicio de sus hermanos indígenas, llevando a cabalidad la enseñanza de San Pablo: “Para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia” (Flp. 1,21).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CELAM. (2004). Las 4 Conferencias del Episcopado Latinoamericano. Mensaje a los indígenas de S.S. Juan Pablo II, 5 ed. Bogotá, Colombia: CELAM. Juan Pablo ll. (1990). Carta Apostólica del Sumo Pontífice Juan Pablo II a los religiosos y religiosas de América Latina con motivo del V centenario de la evangelización del Nuevo Mundo. Roma, Italia. Disponible en http://bit.ly/2xpF3YQ Medina, O.P., M. A. (1987). Doctrina cristiana para la instrucción de los indios por Pedro de Córdoba. México 1544 y 1548. Salamanca: San Esteban. Medina, O.P., M.A. (2010). ¿Estos no son hombres? El profetismo de los primeros dominicos en América, Asamblea de Predicación Ávila 2010. Disponible en: http://bit.ly/2FBhEUb Ortiz Vargas, O.P., F. A., & Vallejo Molina, O.P., F. B. (2011). El primer grito de libertad en América. Bucaramanga: Biblioteca Dominicana. Real Academia Española. (2017). Diccionario de la Lengua Española. Disponible en http://bit.ly/2y8qlFW Es importante mencionar que el proceso de inculturación, con la participación de la Iglesia, no fue del todo pacífico, de hecho, en el libro “Huasipungo” (Icaza, 1934) se relata el desprecio, crueldad, explotación condena a que fue sometido un indígena por parte de un sacerdote. 1
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Fr. Fabián Leonardo Rueda Rueda, O.P. Colombia
INTRODUCCIÓN
Es insistente el llamado que se hace a nivel mundial al cuidado de la naturaleza, del entorno, de la Tierra. En los últimos años se ha visto cómo el hombre se ha convertido en el verdugo de su propio ambiente. Existen innumerables estudios científicos, éticos, ambientalistas, etc. que dejan ver, en primer lugar, la magnitud del daño ecológico que sufre el planeta y el peligro en el que se encuentra el equilibrio ambiental y, en segundo lugar, la interpretación de la realidad social de la actualidad que no arroja resultados positivos, ya que se vive en un mundo con marcados casos de violencia, injusticia y desigualdad. El Papa Francisco ha asociado éstos dos aspectos de la realidad actual del hombre (lo ecológico y lo social) y los interpreta, no sólo desde el punto de vista de la teología, sino también tomando los aportes hechos por la ciencia, para generar una sólida conciencia orientada hacia la
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percepción del mundo como signo visible y eficaz de comunión entre las personas, en el que se orienta el deseo de plenitud y felicidad, desde la perspectiva cristiana: la Salvación. El Papa lo expresa así: “nos unimos para hacernos cargo de esta casa que se nos confió, sabiendo que todo lo bueno que hay en ella será asumido en la fiesta celestial” (Francisco. 2015, No. 244), es decir que es necesario asumir el cuidado del planeta para gozarlo en la eternidad.
LA INTEGRALIDAD DE LA CONCEPCIÓN ECOLÓGICA
Al hablar de Ecología Integral, es necesario abordar esta categoría como el fruto de múltiples reflexiones y aportes por pensadores, cristianos y no cristianos, De esta manera, el presente artículo busca explicar el concepto que han visto en el problema de Conciencia Ecológica Integral a partir de la reflexión hecha ambiental un trasfondo social por el Papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común en la que el Papa Francisco, cimenEncíclica Laudato Si. Para ello primero se definirá el concepto tado en dichos aportes, ha Ecología Integral a partir de la lectura de dicha encíclica, para concretado en lo que se puede luego explicar su relación con el de Justicia Social a partir de los llamar un verdadero paradigma elementos que propone el Papa Francisco sobre el tema. de la realidad actual. Siguiendo
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el ambiente, es decir, nada está separado, todo pertenece a una unión intrínseca con el fin de armonizar y equilibrar la vida, que no sólo se da en el orden biológico natural, sino que se ve reflejado en las interacciones sociales de los individuos. El Papa Francisco (2015) afirma que el término ecología “también exige sentarse a pensar y a discutir acerca de las condiciones de vida y de supervivencia de una sociedad” (No. 138), ésta es la perspectiva de ecología que adopta el presente artículo. a Caamaño López (2015), se puede decir que: Con este nuevo paradigma inaugurado expresamente con la encíclica [Laudato Si], la responsabilidad humana debe dar un paso más en su amplitud, dado que, además de tener en cuenta la totalidad de la vida y los peligros medioambientales que ponen en riesgo el futuro de la tierra, se adentra también en la relación existente entre el deterioro ecológico y las situaciones de pobreza y marginación. (p. 154).
Se trata de ampliar la mirada de la realidad medioambiental a un horizonte social, económico, político, cultural y religioso que no se da en paralelo a la crisis ecológica sino que se constituye en su causa, lo afirma el Papa Francisco (2015) al decir que “no os servirá describir los síntomas [del deterioro
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medioambiental] si no reconocemos la raíz humana de la crisis ecológica” (No. 101) y, por consiguiente, es inevitable una actitud ética y moral ante una postura a favor del medioambiente. Al respecto, el Pontífice dice aún con más insistencia: “el ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana social” (Francisco, 2015, No. 48). Se manifiesta aquí la imposibilidad de tomar parte de un cambio ambiental en ausencia de la lucha y el esfuerzo por una transformación positiva de la sociedad, ya que el problema no se soluciona sin atacar sus causas y, para el Papa, el problema del deterioro ambiental tiene como causa la degradación de los valores fundamentales que forjan, armónicamente, la sociedad, es decir, para sustentar un verdadero mejoramiento de la situación natural, es indispensable desarrollar un paradigma nuevo en relación a la Ecología Integral. Para dar un concepto aún más profundo de esta categoría, es bueno identificar y aclarar lo que tiene que ver con cada uno de sus términos. En primer lugar, el aspecto de la ecología; el Papa Francisco (2015) afirma que ésta “estudia las relaciones entre los organismos vivientes y el ambiente donde se desarrollan” (No. 138), esta definición permite ir más allá de la perspectiva meramente natural del término, en la que comúnmente se sitúa. La palabra “relación” que utiliza el Pontífice en su definición indica una conectividad complementaria entre los agentes que constituyen
En segundo lugar el adjetivo “integral” ratifica la apertura conceptual de la mirada medioambiental del Papa Francisco en Laudato Si, porque
no sólo en transformaciones técnicas o estructurales, sino especialmente, en orientaciones de tipo ético y moral, ya que “las razones por las cuales un lugar se contamina exige un análisis del funcionamiento de la sociedad, de su economía, de sus comportamientos, de sus maneras de entender la realidad” (Francisco, 2015, No. 139).
LA ÍNTIMA RELACIÓN ENTRE LO ECOLÓGICO Y LO SOCIAL
Para el Papa Francisco, la integralidad ecológica no se limita al ámbito medioambiental o natural de la cuestión, sino que trasciende este aspecto y se encarna en la realidad social del hombre y su contexto, así es como el Pontífice propone reflexionar la ecología desde lo De ésta manera se puede económico, desde la denuncia entender la Ecología Integral a modelos consumistas y como un paradigma que exige negativamente globalizados. la interconexión con la realidad Se presenta la necesidad de: humana sin limitar el concepto Una ecología económica, capaz al ámbito biológico, tomando de obligar a considerar la como fuente del problema el realidad de manera más amplia desequilibrio y la crisis social […] se vuelve actual la necesidad que enfrenta el mundo en la imperiosa del humanismo, que actualidad y sabiendo que “es
ampliar la mirada ...a un horizonte social, económico, político, cultural y religioso que no se da en paralelo a la crisis ecológica sino que se constituye en su causa... la perspectiva natural del mundo hoy, exige enfatizar y profundizar no sólo en lo biológico, sino en todo lo que hace parte de la vida humana, animal y vegetal para no excluir de la responsabilidad de cambio a la misma sociedad. De manera que dicho cambio debe cimentarse
de por sí convoca a los distintos fundamental buscar soluciones saberes, también al económico, integrales que consideren las hacia una mirada más integral e interacciones de los sistemas integradora. (Francisco, 2015, No. naturales entre sí y con los 141). sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y En otras palabras, la actitud de compleja crisis socio-ambiental” la ecología económica busca abrir la vista de los sistemas (Francisco, 2015, No. 139).
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“ya no podemos pensar solo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual” Francisco, 2015
económicos imperantes en que ver con la complicidad la actualidad para que se de la política, la economía, la contemple el bienestar de los ciencia y la técnica que buscan más necesitados. “beneficios inmediatistas o cortoplacistas” (Caamaño, El Papa toca también la realidad 2015, p. 162), omitiendo las social actual, relacionando entre consecuencias de su acción sí la institucionalidad y su acción en la tierra, degradándose la social que afecta la naturaleza naturaleza y la sociedad en diciendo que “la ecología social igual proporción. es necesariamente institucional, y alcanza progresivamente las Unido a esto, el Papa Francisco distintas dimensiones que van aborda el tema de la ecología desde el grupo social primario, cultural en el que expresa la la familia, pasando por la importancia grande que tiene la comunidad local y la nación, diversidad y la riqueza cultural hasta la vida internacional” de los pueblos. Aquí se ve, de (Francisco, 2015, No. 142). Así forma paralela, la destrucción el detrimento de la concepción del ambiente y el ataque real de humanidad en las frontal a muchas culturas bajo instituciones y sus dimensiones la apariencia del desarrollo es directamente proporcional económico y tecnológico. al deterioro medioambiental. La encíclica afirma que “la Dice José Manuel Caamaño desaparición de una cultura López (2015) que “el Papa es puede ser tanto o más grave que rotundo en varias ocasiones, la desaparición de una especie tanto en sus críticas al sistema animal o vegetal” (Francisco, económico imperante como a 2015, No. 145). la lentitud y pasividad política de las medidas a tomar ante la De una forma orgánica el crisis ecológica” (p. 162). Se Pontífice también reflexiona trata de una denuncia que tiene sobre la ecología desde el
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ámbito cotidiano. Se afirma que es imposible un mejoramiento de la situación medioambiental aislado, es indispensable incluir la realidad de las personas en este cambio, su lugar de interacción, las casas, los barrios, el espacio de trabajo, la arquitectura de las ciudades, la disposición del lugar donde se habita. El Papa lo llama ecología de la vida cotidiana. “Para que pueda darse un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una mejora integral en la calidad de vida humana y esto implica analizar el espacio donde transcurre la existencia de las personas” (Francisco, 2015, No. 147). Es una perspectiva detallada del desequilibrio en la distribución y disposición de los espacios públicos y familiares en las ciudades en donde las personas con mayor poder adquisitivo, gozan de vastos territorios junto al claro hacinamiento de familias en situaciones precarias. El llamado del Pontífice ante esta circunstancia es la interdisciplinariedad que se requiere para la construcción de los barrios en las ciudades, particularmente de áreas residenciales, dice la encíclica: “quienes diseñan edificios, barrios, espacios públicos y ciudades necesitan el aporte de diversas disciplinas que permitan entender los procesos, el simbolismo y los comportamientos de las personas” (Francisco, 2015, No. 150), en donde se enfatiza la
integralidad de las relaciones sociales y humanas, no la búsqueda de la belleza extravagante de lujosas estructuras para unos pocos. Muchos de los problemas y de las circunstancias negativas de las ciudades, como inseguridad, violencia y maltrato, se dan a causa de la mala distribución de los espacios en las mismas. Al englobar y analizar estos aspectos en conjunto, es posible reconocer que el llamado del Papa ante la integración ecológica de los aspectos de la vida del hombre está estructurada en el principio del bien común y se sistematiza en la búsqueda de la justicia social. Hay una interrelación entre la crisis medioambiental con tantas situaciones que ponen en peligro la subsistencia digna de los seres humanos, particularmente de los más necesitados, de manera que la relación inseparable entre la ecología integral y la justicia social es la conciencia solidaria intergeneracional, en la que se considera a la Tierra un planeta que tiene un carácter de comunicabilidad y no de propiedad. Así lo afirma Jesús Espeja (2007) desde la perspectiva cristiana, como el lugar de la cercanía, del amor, de la salvación, de la felicidad, teniendo en cuenta una mirada positiva del mundo para que dicha mirada promueva en las personas una contemplación de los acontecimientos humanos (p. 182-183). El Papa Francisco (2015) expresa que “si la Tierra no es donada, ya no podemos pensar solo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual” (No. 159). Ayudados por esta percepción que visualiza la situación ecológica,
engranándola con el contexto de la justicia social, se vislumbra un gran reto que también expone Laudato Si, se trata de la visión profética que proyecta y acuña una nueva categoría en la que se une la ecología integral, la justicia social, articuladas por la solidaridad generacional, se trata de la esperanza de la conversión ecológica, particularmente del cristiano en donde se invita a la gratitud y reconocimiento del mundo como un don recibido del amor de Dios, la conciencia de estar todos interconectados entre sí, tanto en lo natural como en lo social y la visión creativa y entusiasta de buscar soluciones integrales a los problemas que vive el mundo, fundamentándose una clara conciencia de responsabilidad con el planeta y los que lo habitan (Francisco, 2015, No.
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la conciencia ecológica
integral es
la verdadera
actitud de unión, que
invita a todas
las personas a ver la
realidad en
perspectiva
de comunión 40
220). Se trata de una preocupación que también está presente en el ejercicio del carisma de la Orden de Predicadores, en el que se busca, de acuerdo con la misión de predicar la Buena Noticia de la Salvación, el desarrollo integral de la dignidad de la persona humana en hechos que atañen directamente al cuidado del medio ambiente. Es un aspecto que también integra lo social y lo ecológico como foco de reflexión y acción en el contexto dominicano, este aspecto está muy presente en las actas de los Capítulos Generales. Un ejemplo, el Capítulo General de Providence, celebrado en el 2001, al hablar de los desafíos de la actualidad, afirma: La verdad del Evangelio apunta al hecho de que cada ser humano es salvado por Cristo y llamado a la comunión con Dios. La misión dominicana orientada a proclamar este auténtico humanismo cristiano y a defender y promover la dignidad de la persona humana, se halla hoy frente a desafíos tanto prácticos como teóricos. (ACG 2001, No. 75).
A lo que más adelante responde con la salvaguarda de la creación como garantía de fortalecimiento de la dignidad humana integral en medio de la situación urgente del deterioro medioambiental: Recomendamos a todas nuestras comunidades que opten resueltamente por la protección del medio ambiente. Esta opción debe ser para todos los frailes, cualquiera que sea su edad, una verdadera pedagogía para la salvaguarda de la naturaleza, tan gravemente afectada por el sistema neoliberal de producción. (ACG, 2001. No. 94)
De esta manera aseveramos que la conciencia ecológica integral es una verdadera actitud de unión que invita a todas las personas a ver la realidad en perspectiva de comunión y así se trabaje juntamente en lo social para lograr alcanzar una verdadera mejoría en la situación natural del Planeta, ya que de
esto depende de la subsistencia del mismo ser humano, es decir, la valoración de la existencia, desde su pluridimensionalidad, lo cual obliga a los habitantes de la casa a cuidarla, ya que si ésta no es digna, tampoco sus moradores vivirán en condiciones de plena dignidad, que está en orden a la paz, la tranquilidad,
la subsistencia plena de la persona humana, en unión con lo que el Papa (2017) afirmó en Villavicencio: “En este entorno maravilloso, nos toca a nosotros decir sí a la reconciliación concreta; que el sí incluya también a nuestra naturaleza” (p. 72).
CONCLUSIÓN En definitiva, es posible percibir que el Papa Francisco, por medio de la Encíclica Laudato Si, insiste en que es necesario que, desde el conocimiento de la situación ecológica mundial, asociada íntimamente con las falencias y desequilibrios sociales, se llegue a una verdadera conciencia de que el tema del cuidado de la casa común tiene alcances que van mucho más allá de lo que sólo la ciencia puede brindar. El sacerdote Jaime Tatay Nieto (2015) afirma que solo se puede identificar una crisis que une lo ecológico y lo social; lo dice así: “ya no podemos ni analizar ni actuar separando ambas dimensiones. Esto exige una actitud diferente y un gran esfuerzo de diálogo y escucha, que es precisamente el que Laudato Si pretende estimular” (p. 170).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Francisco, P. (2015). Laudato Sí. Bogotá: Ediciones Paulinas. Francisco, P. (2017). Francisco, Visita Apostólica a Colombia. Homilías y Discursos. Bogotá: San Pablo. Varios. (2015). Cuidar de la Tierra, cuidar de los Pobres. Basauri: Sal Terrae. Espeja, Jesús. (2007). Encarnación Continuada. Salamanca-Madrid: Edibesa. Orden de Predicadores. (2001). Actas del Capítulo General Electivo de la Orden de Predicadores. Málaga: Gráficas Aranol.
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Fr. Tito Darío Rivera Chavarría, O.P. Ecuador
INTRODUCCIÓN El presente artículo se desarrolla con el fin de comprender la pobreza desde la injusticia social. Primero se responderá la pregunta; ¿Cómo comprender la categoría de pobreza desde la injusticia social a la luz del texto “Servidores de la Palabra” de Fr. José de Jesús Sedano, O.P.? Segundo, se abordará la pregunta anterior desde dos perspectivas a) El concepto de pobreza social. b) Se mencionarán algunas prácticas para establecer orientaciones generales de intervención que tiendan al mejoramiento de la calidad de vida de sectores pobres y excluidos, de cara al planteamiento de una solución a la pobreza social.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR POBREZA SOCIAL? El término pobreza designa, en primer lugar, la pobreza material, es decir, la carencia de bienes económicos necesarios para una
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vida humana digna; en este sentido, la pobreza es considerada Pero de lo que no cabe duda como algo degradante y es rechazada como insoportable por el es de sus efectos, ya que los hombre contemporáneo. hechos se encargan de mostrar su dureza sin contemplación: Se sabe que la pobreza es la privación de opciones que conducen al fracaso constante de quienes la sufren: no es una La pobreza produce exclusión cuestión exclusivamente de bienestar, pues sin acceso a recursos y marginación, sufrimientos, económicos que solventen las diferentes necesidades que hambre, desnutrición y corresponden a la naturaleza humana, no existen los medios enfermedades, limita las para que exista una calidad de vida positiva. libertades y las oportunidades sociales, impide o dificulta el En este sentido, la pobreza como fenómeno sociológico, acceso a la educación y a la económico, antropológico, cultural e histórico ofrece matices cultura, condena a viviendas de análisis muy variados y es una fuente inagotable de debates inadecuadas, condiciones y discusiones; a nivel conceptual son muchos los enfoques que insalubres de vida e inseguridad se pueden encontrar, dependiendo de las diversas formas de en el entorno, ocasiona o medirla y valorarla según sean la praxis y abordajes sociales. profundiza discapacidades,
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a Espeja (2012) debemos reconocer también unos mínimos derechos que apunten a una fraternidad universal; esta práctica implica un compromiso real para la justicia en un entramado sociopolítico, y ese compromiso no es creíble, si no se plasma en la liberación de los pobres. (págs. 283-284)
provoca violencia y conflictos armados, excluye de la participación democrática y ciudadana, aumenta gravemente la vulnerabilidad y, sigilosa, pero invariablemente, mata (Ribotta,s.f.). Como corolario de lo anterior, la pobreza social nace a raíz de la injustica, tiene su origen en la inadecuada repartición de bienes. En resumen, es consecuencia de la falta de equidad, dado que hay suficiente riqueza en este mundo, pero está en poder de unos pocos: “En nuestro mundo hay cientos de miles que viven esclavizados por la pobreza, que sufren la exclusión, que no pueden vivir con dignidad ni satisfacer los derechos fundamentales” (Espeja, 2012, págs. 277-278). Es necesario enfatizar que, a pesar de los muchos esfuerzos que han realizado las autoridades
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competentes para disminuir en gran porcentaje este flagelo, hoy en día la desigualdad se hace evidente precisamente porque el sector productivo, en estos tiempos del “capitalismo”, afecta con más fuerza a los trabajadores y eso hace que la pobreza se mantenga en los índices vergonzosos en la que se encuentra actualmente.
¿CÓMO SE RELACIONA LA POBREZA CON LA INJUSTICIA SOCIAL? El día internacional para la Erradicación de la Pobreza fue declarado el 17 de octubre de 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el propósito de promover una mayor conciencia sobre las necesidades humanas y superar la crisis humanitaria de millones de personas. Actualmente un gran número de países a nivel mundial se han sumado a esta iniciativa en cumplimento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El problema de la pobreza es la consecuencia de la mala distribución de los recursos; en efecto, la existencia de la desigualdad económica, causante de la pobreza, contrasta con la existencia de recursos y bienes suficientes para eliminar, o al menos, disminuir tantas carencias que derivan en situaciones de inequidad. Por lo tanto, se sabe que siempre habrá desigualdad económica, que imponga diferencias, al menos, entre unos que poseen más y otros menos (Ribotta, s.f.); no obstante, siguiendo
un objetivo de rentabilidad. Pero, a la hora de sanar esa perversión, el tecnicismo económico se limita a plantear teorías que no cambian la práctica, sencillamente porque no está dispuesta a que los excluidos salgan de esa postración.
“hay cientos de miles que viven esclavizados por la pobreza, que sufren la exclusión, que no pueden vivir con dignidad ni satisfacer los derechos fundamentales” (Espeja, 2012) Ciertamente, a pesar del progreso científico y económico del último siglo, la pobreza y la exclusión siguen haciendo estragos en millones de personas, mientras la injustica y la ley de los más fuertes someten a la mayoría. Un análisis elemental de la situación permite ver que, en el fondo, la injusticia social responde a una jerarquía de valores donde la persona humana sólo cuenta como
SIGNIFICACIÓN BÍBLICA DE LA POBREZA
Bíblicamente, la pobreza es un tema central, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Describe situaciones sociales, expresa algunas experiencias espirituales complejas, define la actitud personal y la de un pueblo ante Dios, así mismo la relación de los hombres entre ellos. Es posible, sin embargo,
intentar desenredar el asunto siguiendo dos grandes líneas de pensamiento que parecen imponerse: la pobreza como un estado paupérrimo escandaloso - económico, de salud, o social - y la pobreza como infancia espiritual. En primer lugar, la noción de pobreza evangélica vista como un estado escandaloso, se puede describir como una degradación de la dignidad humana y, por consiguiente, contrario a la voluntad de Dios. En segundo lugar, como infancia espiritual: Pobre es el cliente de Yahvé, la pobreza es un poder para acoger a Dios, una disponibilidad a Dios, una humanidad ante Dios. […] La pobreza así entendida es el opuesto al orgullo, a una actitud de suficiencia; es en cambio: sinónimo de fe, de abandono y confianza en Dios. Se pone el acento en las experiencias históricas de Israel, posteriores a la época de Sofonías; en efecto, Jeremías se denominará pobre al cantar su acción de gracias a Dios, por lo tanto, se entiende que la pobreza espiritual será una condición de cercanía a Dios. (Gutierrez, 2009, pgs. 325-334).
¿CUÁL ES EL PUNTO DE VISTA DE Fr. JOSÉ de JESÚS SEDANO, O.P? Haciendo referencia a lo que el Evangelio desarrolla en la escena entre el joven rico y
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Cristo, el joven plantea una pregunta: ¿Qué debo hacer para obtener la vida eterna? (Mc.10, 17-30). En cambio, los pobres de este tiempo se preguntarán: ¿qué haré para disfrutar una vida en condiciones de dignidad? Vida digna y los medios para vivir en ella, es decir pan, trabajo, vivienda y seguridad para una subsistencia, así sea modesta. Pero es importante recalcar que ser pobre no significa no
A los pobres se los debe concebir no como un problema, sino como quienes pueden llegar a ser protagonistas de un futuro nuevo y más humano para el mundo
tener nada, si se piensa así pasaríamos a otro tema, que sería la miseria. Y no, ser pobre significa tener lo necesario para vivir. Desde esta perspectiva, Sedano (1998) enfoca la pobreza vivida desde el Evangelio, pero además, menciona la pobreza que los pobres viven de una manera no deseada, aquella que hace daño a cuantos la viven. Habla de un pueblo crucificado con esa dolencia cotidiana, analiza las estructuras sociales vigentes, estudia la condición de opulencia, la inseguridad y la privación. (págs. 153-170). Como ya se ha mencionado, siguiendo al padre Sedano, es necesario profundizar en el proyecto fundamental de Jesucristo que vino al mundo y enseñó a vivir siendo pobre, casto y obediente (consejos evangélicos). Con Cristo nos hacemos pequeños y vulnerables entre los pobres, porque de los que son como ellos “es el Reino de los cielos” (Mt. 53,12): “Porque tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; forastero y me recibiste en tu casa; sin ropas y me vestiste; enfermo y me visitaste; en la cárcel y fuiste a verme”. (Mt. 25, 35-36).
LA CALIDAD DE VIDA DE SECTORES POBRES Y EXCLUIDOS Es importante tener en cuenta que cuando se da a los pobres las cosas indispensables, no se hace por una simple liberalidad personal, sino que se les devuelve lo que es suyo, lo que les pertenece. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia para con ellos (CEPAL, 2005).
3.- Solo la cercanía que nos hace amigos nos permite apreciar profundamente los valores de los pobres de hoy, sus legítimos anhelos y su modo propio de vivir la fe. La opción por los pobres debe conducirnos a la amistad con los pobres. Día a día, los pobres se hacen sujetos de la evangelización y de la promoción humana integral: educan a sus hijos en la fe, viven una constante solidaridad entre parientes y vecinos, buscan constantemente a Dios y dan vida al peregrinar de la Iglesia. A la luz del Evangelio reconocemos su inmensa dignidad y su valor sagrado a los ojos de Cristo, pobre como ellos y excluido entre ellos. (DA, 2007. No. 398) 4.- Esta realidad exige, pues, conversión personal y cambios profundos de las estructuras que respondan a las legítimas aspiraciones del pueblo hacia una verdadera justicia social. Desde el punto de vista evangélico ponemos en manifiesto que todo proceso evangelizador implica la promoción humana y la auténtica liberación, sin la cual no es posible un orden justo y equitativo en la sociedad. 5.- Predicar la justicia como elemento constitutivo de la predicación evangélica, y proclamar la dignidad inalienable de todo hombre llamado a la gracia de ser hijo de Dios, ésta es una forma de alimentar la esperanza de los pobres. 6.- Desde nuestra condición de religiosos es importante impulsar planes pastorales para darle vida al Evangelio en la sociedad. Además, promover senderos eclesiales más efectivos con una preparación y compromiso de laicos para
intervenir en los asuntos sociales, incluso políticos y económicos. Ya lo decía san Juan Pablo II en una homilía en Colonia Alemania: “Aunque imperfecto y provisional, nada de lo que se pueda realizar mediante el esfuerzo solidario de todos y la gracia divina en un momento dado de la historia, para hacer más humana la vida de los hombres, se habrá perdido” (11 de mayo de 1990). CONCLUSIÓN “Es mejor necesitar menos que tener más; [aludir a la pobreza social] no se trata de un mero ascetismo que rechaza el bienestar para adquirir como se dice, méritos para la vida eterna. Eso es simple higiene” (Sedano, 1998. p. 173). Eso es a veces, una visión bastante superficial de un profundo
1.- A los pobres se los debe concebir no como un problema, sino como quienes pueden llegar a ser protagonistas de un futuro nuevo y más humano para el mundo. 2.- Es indispensable dedicar tiempo a los pobres, prestarle una amable atención, escucharlos con interés, acompañarlos en los momentos más difíciles; eligiéndolos para compartir horas, semanas y años de nuestras vidas y buscando desde ellos la transformación de su situación. Tomando como ejemplo al mismo Jesús, con su modo de actuar y con sus palabras: “Cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y ciegos” (Lc.14, 13).
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estilo de vida de pobreza. Como Cristo realizó la obra de redención en pobreza y persecución, de igual modo hoy en día todos los cristianos estamos destinados a recorrer el mismo camino a fin de comunicar los frutos de la salvación de los hombres. Cristo, existiendo en la forma de Dios, se anonadó así mismo, tomando la forma de esclavo (Flp. 2,6-7), y por nosotros se hizo pobre siendo rico; así también nosotros, aunque necesitemos de medios divinos para cumplir su misma misión, no somos creados para buscar la gloria terrenal, sino más bien para
alcanzar la celestial. Hay que comprender que la pobreza como un acto de amor y de liberación, tiene un valor muy grande. Si la causa última de la explotación y alienación del hombre es el egoísmo, la razón profunda de la pobreza voluntaria es el amor al prójimo. En un mundo que mide el valor del individuo por sus bienes y logros, se debe trabajar rechazando la pobreza y haciéndose pobre, para protestar contra ella. Solo así podremos predicar algo que es propio. Muchas veces reflexionamos y decimos: “Es tan difícil que la pobreza desaparezca un día de este mundo” (Espeja, 2012) pero también debemos tener en cuenta que, con dedicación y esmero, entre todos podemos lograr, que este fin noble se logre, además tengamos en cuenta que, lo que para los hombres es imposible, para Dios no. Debemos revelar efectivamente al Dios de Jesucristo en un mundo de injusticia y de empobrecimiento generalizado; así mismo, destacar la conciencia social que moviliza a la construcción de un mundo más justo y sin discriminación que nos anime a anunciar y realizar la semilla del Reino en el corazón de la vida social.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CELAM. (Agosto, 2007). V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. (2 ed.). Bogotá: San Pablo. CELAM. (2005). Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. pág.118. Bogotá: Nomos S.A. Espeja, J. (2007). Encarnación Continua en la Herencia del Vaticano II. SALAMANCA - MADRID: Ed. San Esteban. ----------- (2012). A los 50 años del Concilio, Camino abierto para el siglo XXI (2 ed.). Madrid: SAN PABLO. Gutiérrez, G. (2009). Teología de la Liberación. Salamanca: Ed. Sígueme. Sedano, José fr., OP. (1998). Servidores de la Palabra. Bucaramanga: Universidad Santo Tomás. Ribotta, S. (s.f.). La injusticia de la pobreza y el hambre: a 10 años de comenzado el próspero y convulsionado siglo XXI. Madrid. Disponible en: http://bit.ly/2fPW2vQ, recuperado el 3 de noviembre del 2017.
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José Alejandro Rendón Velásquez Colombia
INTRODUCCIÓN En un contexto marcado por la guerra y la violencia, se escucha
hablar constantemente de reparación a las víctimas, una reparación que en la mayoría de los casos queda en simples discursos o documentos que reposan bajo el polvo de algún edificio del Estado; en efecto, la mayoría de las veces reina una indiferencia que raya con el silencio cómplice, profundizando aún más la situación de abandono de las víctimas del conflicto armado en Colombia. En el presente artículo se quiere definir el concepto de esperanza desde dos visiones: la humana y la cristiana; en este sentido, aportar a la reflexión en torno a la problemática que se da con respecto al papel que ocupa la Resignificación de la dignidad en la población víctima de desplazamiento forzado. Se tomará como referencia el texto de Albert Nolan: “Esperanza en una época de desesperanza”, y algunos textos relacionados
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con la temática planteada, que permitan dar respuesta a la pregunta ¿Cómo comprender el concepto de esperanza en la población víctima de desplazamiento forzado en Colombia?
ESPERANZA HUMANA Y CRISTIANA Sin duda alguna la categoría propuesta, en cualquier contexto social, tiene una gran profundidad para la vida, ya
que implica ser concientes de un pasado, vivir un presente y pensar en un futuro. Hablar de esperanza es diferente a hablar de espera, en términos coloquiales se puede definir la espera como el periodo de tiempo que toma en acontecer un suceso que se tiene por seguro; por ejemplo, quien trabaja en una empresa espera que al terminar su quincena o su mes recibirá su sueldo o el chico que estudia espera que en la mañana su ruta pase por él a una hora ya establecida. De esta manera es posible
diferenciar ambos términos, pues la esperanza no es la espera en algo que se sabe va a suceder, sino que es la confianza que se tiene en que a pesar de que no es seguro pueda acontecer; por ejemplo, quien antes de irse a dormir organiza todos sus implementos para el día siguiente goza de confianza, es decir, su esperanza esta puesta en poder levantarse al día siguiente así no sea algo seguro; esa confianza generalmente espera que cada día sea mucho mejor. Teniendo clara esta definición
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- cuando se une una esperanza terrenal con una esperanza divina, se permite comprender que el Reino de Dios se construye en el ahora desde un ámbito humano podemos ya, definir el término esperanza desde un punto de vista cristiano. Cristianamente no tendría sentido hablar de esperanza si no se tiene como fuente de esa esperanza a Dios, pues se convertiría en una confianza que lleva a actuar de manera egoísta e individualista con el único fin de favorecerse a sí mismo; dice el Catecismo de la Iglesia Católica: La esperanza en Dios es poner toda nuestra confianza en las promesas de Cristo, evitando caer en la actitud egoísta de la autorrealización donde solo las fuerzas propias son necesarias para conseguir o ganar lo que se necesita. Cristianamente es necesario estar dispuestos a que la gracia del Espíritu Santo actúe en cada uno y de esa manera el anhelo de felicidad que trae la esperanza en Dios se realice (No. 1817).
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Ahora bien, la comprensión de la esperanza vista desde estas dos perspectivas no van cada una por su lado, al contrario, están unidas; Martínez (2013) afirma que: “es una única esperanza con dos dimensiones, donde el sujeto es humano, pero en el caso de la esperanza Teologal es calificado como cristiano” (p 14). La razón para diferenciarlas es el hecho de que no toda esperanza humana es una esperanza teologal o cristiana, pues no todas las personas tienen puesta su esperanza en el Reino de Dios; sin embargo, no se puede cuestionar el actuar de Dios en la materialización de la Esperanza humana, pues como nos dice el pasaje del Evangelio de Lucas: “para Dios no hay nada imposible” (Lc. 1, 37). De esta manera se entiende que el actuar de Dios no se limita sólo a la esperanza cristiana, sino también la obra de Él se hace manifiesta, con un sentido más pleno en cuanto
se une una esperanza terrenal con una esperanza divina, que permite comprender que el Reino de Dios se construye en el ahora. Así, las enseñanzas de la iniciación cristiana, que generalmente se han orientado solamente hacia el más allá, han ocasionado que la esperanza olvide el papel motivador que juega en la vida diaria del hombre, y éste a su vez evite afrontar responsabilidades y compromisos, pasando de largo el sufrimiento, la pobreza, la injusticia y las dificultades de muchos de sus hermanos. Las Sagradas Escrituras nos mencionan tres virtudes o gracias que se deben poseer para lograr vivir en una constante relación con Dios y los hermanos, es esa misma relación de amor que desde la fe y la esperanza llevan a tener una experiencia personal y comunitaria de caridad: “Ahora, pues, permaneced en estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el Amor” (1. Corintios 13,13). La fe sin obras pierde sentido, es por esto que la expresión más viva de la esperanza es la caridad, que es movida por el amor y hace que se actúe en pro de quienes lo necesitan.
que los desplazados en Colombia vivan en situaciones extremas Así se podrían mencionar de vulnerabilidad. muchos más, pero lo que interesa aquí es el papel de Son muchos derechos los que menciona las sentencias de la la esperanza como medio Corte Constitucional1 que han sido violados, y con facilidad su de acción que ayuda en el vulneración lleva a impactar el sentido auténtico de la esperanza. proceso de resignificación de Se hará mención de algunos de ellos con el propósito de entender la dignidad humana. el éxodo y sufrimiento que han tenido que padecer muchas familias colombianas como consecuencia del desplazamiento En la mayoría de los casos de forzado por parte de los grupos armados: desplazamiento forzado, se escucha hablar a las víctimas 1. El derecho a la vida en condiciones de dignidad; las de un tema de retribución de condiciones infrahumanas del desplazamiento hacen que parte de Dios, que para ellos los lugares de llegada provisional amenacen seriamente la no ha sido cumplido en cuanto se cae en el cuestionamiento supervivencia de los desplazados. ya tratado por algunos autores 2. El derecho a la integridad personal; que resulta amenazado de: “¿por qué me pasa esto tanto por los riesgos que se ciernen sobre la salud de las a mí si he sido tan bueno?”. personas, como por el alto riesgo de ataques al que están La esperanza no es un tema de retribución humana donde expuestos por su condición misma de desposeimiento. se da a cada uno según le 3. El derecho a una alimentación mínima, que resulta corresponde, y a la luz del insatisfecho en un gran número de casos por los altísimos niveles Evangelio en la parábola del de pobreza extrema a los que llegan numerosas personas, hijo prodigo ciertamente se que les impiden satisfacer sus necesidades biológicas más entiende el papel del padre esenciales y repercuten, por ende, sobre el disfrute cabal de misericordioso, que no rechaza todos sus demás derechos fundamentales, en particular sobre a su hijo, sino que perdona los derechos a la vida, a la integridad personal y a la salud su pecado y resignifica su (Cepeda, 2004). dignidad, que no se pierde
Una evidencia de la falta de comprensión del auténtico sentido de la esperanza la constituye la acción que por distintos motivos ha derivado en
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...en la noche oscura del dolor, Dios sufre también, Dios también es víctima.
en ninguna circunstancia adversa, ni siquiera en las fronteras del sufrimiento y la vulnerabilidad más espantosas. Para el tema que se está tratando, con respecto a la población víctima de desplazamiento forzado, es importante hacer evidente que en el drama vivido no ha sido Dios el culpable de tanta desgracia; ciertamente, la libertad es un don que algunos han utilizado para el mal; los actores armados y su violencia infringida son una muestra de ello. Baste sostener al respecto que, en la noche oscura del dolor, Dios sufre también, Dios también es víctima. Por esta razón, teniendo claro que no ha sido Dios el culpable y entendiendo la esperanza, con las características ya nombradas, ésta debe llevar a salir de la comodidad o pasividad en la que se ha estado por mucho tiempo y cuyas consecuencias se nombran anteriormente, haciendo que quien la entienda pueda tomar parte activa en las dificultades de quienes más sufren la consecuencias de la guerra: Primero como una experiencia personal que necesariamente capacitará para llevar a otros a vivir esta experiencia, convirtiendo un acto personal en una respuesta comunitaria; segundo, porque permite la resignificación de la dignidad de la población víctima del desplazamiento forzado, en cuanto hace que la demás población no actué indiferente o ajena con la realidad de las personas que sufren y además reconozcan su igualdad como personas y especialmente como hijos de un mismo Padre que sufre con su pueblo.
más allá de un tema de retribución divina y trascienda a un restablecimiento de la confianza en Dios y sus hermanos. Por otra parte existe una necesidad material, que corresponde al acceso a determinados bienes y servicios necesarios para la satisfacción
plena de sus derechos, sin embargo, su solución no depende de una acción aislada por parte del Estado, por el contrario, implica también la capacidad de un desarrollo endógeno que suponga la superación del anonimato, la corresponsabilidad de la acción
social y el establecimiento de una dignidad, que no obstante sus carencias, contribuya al reconocimiento de la población desplazada como sujeto activo en la realización de sus derechos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CONCLUSIÓN La esperanza debe imprimir carácter en la persona humana, esto se logra a partir de una vivencia de la fe que algunos autores2 han llamado una “mística comprometida”, a través de la cual se establece una conexión constante con Dios y el mundo, y así mismo, facilita que quienes tienen su confianza en Dios no permanezcan con brazos cruzados ante la realidad y el sufrimiento de sus semejantes, por el contrario, los lleve a tomar una posición clara que permita que los demás adquieran también su propia vivencia de fe en el establecimiento del Reino de Dios aquí y ahora. La esperanza, en los términos anteriormente mencionados, será entonces evidenciada en su plenitud en cuanto la población víctima del desplazamiento forzado supere los hechos dolorosos
Bergoglio, J.M. (2014) La patria es un don, la nación una tarea: refundar con esperanza nuestros vínculos sociales. Buenos Aires: Editorial Claretiana. ProQuest ebrary. Web. 10 Agosto 2017. Cepeda, J. sentencia T-025 de 2004 de la Corte Constitucional. Conferencia Episcopal Colombia (1993) Catecismo de la Iglesia Católica. Bogotá: Editrice Vaticana. Instituto Superior de Pastoral (2013) Dar razón de la esperanza hoy: XXI Semana de estudios de Teología Pastoral. Navarra: Editorial Verbo Divino. ProQuest ebrary. Web. 15 Julio 2017. La Cueva, F. Diccionario teológico ilustrado. Barcelona: Editorial CLIE, 2008. ProQuest ebrary. Web. 19 Agosto 2017. Nolan, A. (2010) Esperanza en una época de desesperanza. Vizcaya: Sal Terrae. 1 Para corregir la acción discriminatoria contra esta población, Cepeda, mediante la sentencia T-025 de 2004 de la Corte Constitucional, así mismo, 17 pronunciamientos más del mismo tribunal, han establecido un equilibrio entre el Estado y el derecho para proteger eficazmente a este segmento poblacional. 2 Al respecto encontramos algunos autores que han desarrollado esta temática: José María Castillo, Felicísimo Martínez.
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Cristian Andrés Becerra Montoya Colombia
CRISTO ENCARNADO EN LOS MÁS NECESITADOS
INTRODUCCIÓN A lo largo de la historia, la evangelización ha buscado acercar día a día a los seres humanos a la misericordia y al amor de Dios. En pleno siglo XXI, la misión de evangelizar ha sido un factor de gran importancia por cuanto ha motivado a la comunidad cristiana a vivir en la presencia de Dios; en un ambiente social afectado por el secularismo y la pérdida de tradiciones religiosas, el anuncio de la Verdad Sagrada se convierte en un aliciente para mantener viva la esperanza. En el siguiente artículo se va a resaltar el rol que ocupa el Evangelio en la vida de dos personajes: El Papa Francisco y Santo Domingo de Guzmán, los dos nos van a mostrar cómo el abandono de sí mismo y la seguridad depositada en quien todo lo puede, son elementos claves en la realización del amor de Dios en la vida de aquellos que claman misericordia.
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Al encarnar el Evangelio en su vida, la persona se convierte en pregonera de la Buena Noticia; en efecto, el Papa Francisco, antes de ser elegido como sucesor de San Pedro, encarnó tal comportamiento mediante la predicación en los barrios más pobres de Buenos Aires; su predicación estaba orientada a exaltar la figura de Jesús, el Buen Pastor, que lleva a todo hombre a hacerse
pobre entre los pobres. Este anuncio se ve de manera explícita en la Encarnación del Hijo de Dios, cuando el ángel Gabriel visita a la Virgen María para comunicarle que se va a convertir en la Madre del Redentor. Del mismo modo, el creyente como heredero de la misma promesa, está llamado a encarnarse esta vez en Cristo, para constituirse en discípulo y misionero y llevar
el mensaje de la salvación a todas partes. El Papa Francisco recuerda la misión que corresponde a cada uno de los cristianos, la cual se puede sintetizar en llevar a Jesús a los necesitados, a los marginados, a los perseguidos por la violencia, y de tal forma, ver con los ojos de Dios, para llegar a los abandonados por la sociedad.
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Para el Papa Francisco la pobreza va más allá de una simple aspiración ética o política... PAPA FRANCISCO: Iglesia se hace pobre entre los AMIGO DE LOS POBRES Y PERSEGUIDOS Cuando se lee la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, se percibe en sus páginas el amor que le tiene el Papa a los pobres y perseguidos, esto recuerda especialmente la tarea asignada por el Concilio Vaticano II a la Iglesia de adherirse a Cristo pobre, que se hace cercano a los más necesitados:
pobres. Para el Papa Francisco esta pobreza va más allá de una simple aspiración ética o política, desde la perspectiva del Reino, al Papa le interesa hacer evidente una dimensión bíblica en su preocupación por reducir las brechas que existen en la organización social de la época (Citado por Kasper, en Evangelii Gaudium, 2015, p. 21). En este sentido, el Papa Francisco va a plantear que: Jesús ha venido para anunciar
Pero como Cristo realizó la obra
a
de la redención en la pobreza y
(cf.
persecución, de igual modo la
bienaventuranza del sermón de la
Iglesia está destinada a recorrer
montaña reza “Dichosos quienes
el mismo camino. Así también
son pobres ante Dios, porque a
la Iglesia, aunque necesite de
ellos pertenece el Reino de los
medios humanos para cumplir
cielos, (Mt 5,3; cf. Lc 6,20). (EG,
su misión, no fue instituida para
2015. P. 21).
los Lc
pobres 4,18).
el La
Evangelio primera
buscar la gloria terrena, sino para proclamar la humildad y la abnegación, también con su ejemplo (LG. 8).
Así mismo, la Iglesia debe ser sacramento de Cristo para el mundo (LG. 1). De acuerdo con lo anterior, esta misión se cumple en la medida en que la
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En los términos anteriormente descritos, el Papa anima a la Iglesia a actualizar la misión profética de Cristo a través de la opción preferencial por los pobres (EG. 198), así retoma una importante preocupación del Concilio y hace evidente la vergüenza que debe despertar
en el hombre contemporáneo el escándalo de la pobreza y la miseria de un mundo que clama al cielo por un orden nuevo.
DOMINGO DE GUZMÁN, HOMBRE DE MISERICORDIA Domingo de Guzmán, como varón evangélico, fue un “homo orans” (Lastra, s.f.), cuya predicación estuvo estrechamente vinculada a un amor que lo llevó al abandono total por los más necesitados. Más allá de las tareas que debía cumplir como sacerdote, en lo que la Iglesia medieval tenía como tradicional, según el modelo feudal del momento, los contrastes de una Iglesia administradora de bienes terrenales y tan poco cercana a la necesidad de salvación condujeron prontamente al Clérigo de Osma a dar un giro en su vida y dedicarse a la predicación en el sur de Francia. En este sentido, lo impacta la condición de vida de tantos hombres y mujeres influenciados por las sectas albigenses y cátaras, que los sometían a la dureza del maniqueísmo: satanizaban todo lo que estuviera ligado
a la condición corporal del ser humano, como el matrimonio, el afecto mutuo y hasta la misma felicidad; así mismo, presentaban un Dios espiritualizado, lejano a los seres humanos, preocupados más por pedir cuentas a los hombres sin hacer nada por ellos. Estas circunstancias históricas van a despertar en el corazón de Domingo el deseo por abandonar la seguridad del cabildo y entregarse por completo al servicio de los más necesitados. Mediante un diálogo largo y amoroso, Domingo concreta su interés por las personas. No es el catedrático que expone y defiende una tesis para que triunfe la verdad sin más, por el contrario, es el predicador itinerante que quiere rescatar lo bueno que hay en el corazón, que predica a tiempo y a destiempo: acercándose a sus preocupaciones, su dolor y su sufrimiento, queriendo caminar junto a ellos para acompañarlos en el camino de la salvación.
CONCLUSIÓN En Evangelii Gaudium, el Papa Francisco recuerda la importancia de tener a Jesús en nuestras vidas y hacerlo evidente en nuestra existencia; el logro de tal fin es gratuito, pero requiere un corazón dispuesto, comprometido, abierto a asumir la misión delegada por nuestro Sumo Pontífice, de constituir una “Iglesia en Salida” que asuma la realidad de las causas sociales de nuestro tiempo: la defensa de los derechos humanos, la búsqueda de la equidad, el buen trato y el derecho natural a la dignidad. En consonancia con el Evangelio de Jesús, Domingo de Guzmán nos recuerda que también nosotros estamos llamados a ser portadores de la esperanza y del amor que heredamos de Cristo, no solo para hablar de Él, sino para actuar como Él, en la medida de luchar por la igualdad de las personas y brindar un horizonte de esperanza a quienes lo han perdido todo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Francisco, P. (2015). Evangelii Gaudium, Roma, Sal Terrae. Lastra O.P., J.J., (s.f.), Domingo, hombre de la Palabra. Disponible en: http://bit.ly/2gITmxg, recuperado el 16 de octubre de 2017. Concilio Vaticano II, (1964). Constitución Dogmática Lumen Gentium. Bogotá: San Pablo.
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Pablo Eduardo Castillo García Colombia
INTRODUCCIÓN En medio de las preocupaciones del ser humano actual,
se encuentra el común denominador de la búsqueda de la satisfacción individual, y en algunos casos colectiva. Una parte del cumplimiento de esta meta comprende el hecho de la producción en masa para el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, a pesar del carácter positivo del progreso industrial, tecnológico y económico de la especie humana, existen dos factores negativos que afectan a la vida misma: en primer lugar, la enajenación y alienación del ser humano, al convertirlo en una simple herramienta de algunos pocos, para generar riquezas en quienes tienen más, y en segundo lugar, el descuido y destrucción procesual de la Tierra, con todo lo que ésta significa, por medio de la objetivación de los elementos bióticos y abióticos que la conforman. La inconciencia de la especie humana ha generado devastadoras consecuencias para las mismas personas y para otras formas de
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vida. Sin embargo, los mismos humanos nos hemos dedicado al estudio de dos ciencias que, en conjunto, pueden aportar a la solución sistemática y procesual del gran problema del individualismo egocentrista que ha estado erosionando la vida misma en el planeta Tierra: la teología y la ecología. Así mismo, estas dos ciencias convergen en un punto clave, el fomento de la vida: por una parte, la teología, como interpretación de la realidad y la historia a luz de la fe, ha buscado comprender,
transmitir y vivir la Revelación de Dios en su creación; y por la otra, la ecología, como la “especialidad científica centrada en el estudio y análisis del vínculo que surge entre los seres vivos y el entorno que los rodea” (Pérez Porto & Gardey, 2012) ha procurado investigar sobre los aspectos que conforman la relaciones existentes en el ecosistema (donde se forja la vida), para así plantear formas adecuadas de cuidado, conservación y protección del medio ambiente. La unión de estas dos ciencias,
actualmente ecoteología.
se
denomina:
De acuerdo con lo anterior, por medio de una breve incursión en la ecoteología, se buscará comprender la importancia del cuidado y conservación de la Tierra con base en la Revelación ecoteológica en las realidades del planeta, con el objetivo de mejorar las condiciones en las que se encuentra la “casa común” (Boff, 2015), por medio de la vivencia íntegra y conciente en medio del hábitat.
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El proceso que se realizará para lograr dicha comprensión será: la definición de los conceptos relacionados con la Tierra y la Revelación Divina por medio de la ecología y la teología y la identificación de la relación existente entre la Revelación Divina y el cuidado y conservación ambiental a partir de la ecoteología.
desde la crianza de los hijos, en la que se han transmitido tradiciones y experiencias de las cuales son fruto el presente de la gran cantidad de personas que viven en el planeta Tierra, hasta en la búsqueda diaria para la subsistencia de cada ser humano. En este sentido cabe resaltar que la comunicación no se limita a la capacidad de pronunciar palabras coherentemente por medio de LA TIERRA: HOGAR, fonemas conectados, la comuHERMANA, SER VIVO nicación es toda expresión por la cual un ser vivo se manifiesta En la misma naturaleza del a los demás. ser humano se encuentra la necesidad de relacionarse con Junto con la comunicación, otros seres vivientes, desde el otro aspecto esencial en la principio de la humanidad, la vida del ser humano ha sido la muestra de la connotación so- continua tendencia a encontrar cial de la persona es un hecho y construir un asentamiento, el innegable; así mismo, a través cual tiene diversos fines que de la historia el carácter comu- contribuyen positivamente a nicativo (que no se limita a una la calidad de vida de cada sola especie) ha sido completa- uno, “el asentamiento durante mente elemental para la super- la prehistoria, como casi a lo vivencia de los humanos, la co- largo de la historia, ha ofrecido municación ha estado presente multitud de formas, que pueden
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ir desde un campamento efímero […] hasta las grandes construcciones o poblados de las Edades del Bronce y del Hierro” (Quirós, 1995, p. 101). Tanto la constante necesidad de un asentamiento como de la comunicación, evidencian que el ser humano requiere ocupar un sitio en la Tierra y en la sociedad, es decir, no se puede concebir a la especie humana fuera de un espacio y lugar concretos, y sobre todo, indiferente con todos los seres vivientes que habitan a su alrededor. Con respecto a lo anterior, cabe mencionar que el asentamiento en el que se instala el ser humano no se reduce exclusivamente a la edificación construida con materiales derivados de la tierra, como una choza, una casa o un edificio; el asentamiento por excelencia en el que se encuentran los hombres y mujeres de la
...lo que establece el vínculo de hermandad entre las criaturas es su Origen o su Padre / Madre común...
comprender qué significa para la humanidad el lugar en donde ha habitado desde el inicio de su existencia, y que, además, le ha proporcionado los recursos necesarios para que aun continúe presente en la historia de la vida, lugar al que se le denomina: Tierra.
historia es la misma Tierra, luego, la primera casa que se debe UNIDOS A LA conservar y mantener en pie es el planeta, pues, como se señaló PECULIAR TIERRA anteriormente, al ser el más valioso asentamiento del ser humano y de todos los seres vivientes, se hace absolutamente necesario Si se aborda la Tierra desde e indispensable para la vida del mismo, es más, “la Tierra y la su papel en el sistema solar Humanidad forman una única entidad” (Boff, 2008, p. 10). “la Tierra es solo uno de los innumerables objetos –satélites, De la misma manera, la concepción de la Tierra, como estrellas, astros, planetas…asentamiento por excelencia, es complementada en el interior de que pueblan el Universo; si se la relacionalidad existente entre los seres vivos, por su concepción compara con la totalidad de de hermana. Desde la perspectiva biológica, el hermano o la estructura en la que está hermana es aquella “persona que con respecto a otra, tiene los incluida, sus dimensiones son mismos padres, o solamente el mismo padre o la misma madre” microscópicas” (Espasa Calpe, (Espasa Calpe, S. A., 2005, p. 5838) o “cosa que tiene un mismo S. A., 2005, p. 11326). La origen” (Seco Reymundo, Puente y Ramos Gonzáles, 1999, p. Tierra es uno más de la infinidad 2457); por lo cual, se deduce que el común denominador de de planetas que existen, no se cada ser viviente es su raíz biológica. Lo que establece el vínculo sobrepone ni se subordina a de hermandad entre las criaturas es su Origen o su Padre/Madre ninguno de su categoría, pero, común, y lo que hace al ser humano y a los demás seres vivos a pesar de su pertenencia hermanos de la Tierra, es que absolutamente todos comparten microscópica al gran universo, un inicio, un Principio Creador que lo ha establecido como este planeta posee su propia hacedor y guardian de la vida misma. Hermanos son también singularidad que lo hace una “población que se declara unida con especiales vínculos de especial para acoger la vida amistad y relación” (Seco Reymundo, Puente, & Ramos Gonzáles, en su seno. Todas y cada 1999, p. 2458), y para esta declaración fraterna es indispensable una de las particularidades un estado de conciencia, que retome la perspectiva de la Tierra que caracterizan a la Tierra como “súper-organismo vivo” (Boff, 2008, p. 37) con el mismo la hacen la fuente principal destino de vida (incluyendo la humana) y se cimiente en los de los elementos con los que conocimientos de las ciencias de la Tierra, entre ellas: la biología, los seres sobreviven, este la cosmología, la astrofísica y la ecología, pero sobre todo que súper-organismo vivo posee lleva a una praxis histórica de recuperación, conservación y sana y transmite aliento y energía interacción con la vida presente en la naturaleza. Sin embargo, constantemente a todo aquel para entender lo anteriormente planteado, es fundamental que esté en unión con ella:
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Una especie que ha dado sobradas muestras que puede ser homicida y etnocida […] que ahora puede ser ecocida y biocida […] y, tragicamente, puede ser también geocida... La Tierra es el hogar de los seres vivos y se formó hace más de 4500 millones de años. Es el quinto planeta más grande del Sistema Solar y el tercero más
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cercano al Sol, su distancia promedio a éste es prácticamente de 150 millones de kilómetros. (GeoEnciclopedia, 2017).
Si la Tierra en su nacimiento y formación hubiese sido afectada o modificada en alguno de sus procesos, aunque fuese el más mínimo, probablemente no existiría la vida, o por lo menos, no como se le conoce actualmente. La exactitud y perfección con la que la Tierra ha evolucionado procesualmente, es un elemento indiscutiblemente maravilloso, que la ha establecido como el hogar colectivo de mayor valor para los seres vivos, hogar1 que, como la misma palabra lo indica, ilumina y protege a todo aquel que está cerca de ella. Por lo anterior, se puede reafirmar, como señala Von Weizsücker (1992), que “la Tierra merece que la tomemos como nuestro hogar. Todas las culturas saben que el hogar no se destruye.” Con respecto a esto, las características físicas de la Tierra llevan a la mente humana a trascender de estas, para concebir al planeta como “la coexistencia y la inter-retro-relación de todos estos factores, siempre interdependientes y de tal manera articulados entre sí que hacen de nuestro planeta un sistema vivo, dinámico, en movimiento y en evolución” (Boff, 2008, p. 21). En este sentido, se hace pertinente recordar la necesaria toma de conciencia por parte de la persona, en su relación con la Tierra, que, como se ha evidenciado hasta ahora es hogar y hermana viviente de la especie humana; sin embargo, existe un aspecto que aún falta por explicar: la unidad que se presenta entre todos los seres vivientes (incluyendo el ser humano) y la Tierra. La unidad es “la propiedad de un ser de no poder dividirse sin que su esencia se destruya o altere” (Seco Reymundo, Puente, & Ramos Gonzáles, 1999, p. 4453); por consiguiente, la esencia, lo más profundo y característico que conforma la identidad de un ser, se debe a la unidad que en él exista, cuando uno solo de los componentes, elementos o miembros de ese ser se divide, crea destrucción y alteración en todo el conjunto de elementos que lo rodean y que, a su vez, pertenecen al mismo ser. Contextualizando lo anterior en la relación Tierra viviente - seres vivos, es posible afirmar la vital unidad que se presenta entre todo lo que habita en el planeta y la misma Tierra, esto, llevado a la escala humana, manifiesta el sinsentido que se hace patente en la vida del homo sapiens sapiens (González, 2007), si no se concibe como elemento o miembro de una gran Unidad de Vida, Unidad que requiere el aporte positivo de cada parte que la conforma y que está encabezada por un Ser omnipresente del cual deriva toda forma viviente que pueda existir.
Este Ser, el cual es el principio mutua corresponsabilidad y ellos, sin importar el grado de increado de todo lo creado: sentido de hermandad. Según sufrimiento que experimente la Dios. lo dicho: víctima de la asesina ambicion de la especie “homo sapiens La creacion, la realidad en cuan- demens […]. Una especie que to obra de Dios, en su constitucion ha dado sobradas muestras EL DIOS DE natural y en su desarrollo merced de que puede ser homicida LA HISTORIA, a la conservacion divina, lleva en y etnocida […] y que ahora EL DIOS LA TIERRA sí un modo presencia o comuni- puede ser ecocida y biocida cación de Dios. Como obra suya, […] y que, tragicamente, puede De acuerdo con Izquierdo, el mundo tiene algo de Creador, ser tambien geocida” (Boff, Burggraf, & Arocena (2001) se las criaturas portan una huella de 2008, p. 10). Así mismo, el puede afirmar que: su Origen. (Izquierdo, Burggraf, humano, debe ser conciente & Arocena, 2001, p. 874). de su papel de administrador En la concepcion cristiana, la reveresponsable de la creación, lación es autorrevelacion de Dios, Cuando se pierde la conciencia tal como se afirma en el primer en el sentido de autocomunicación de la dignidad de los seres libro de la Biblia, “Ved que os y automanifestacion personal de vivientes como creacion de un he dado toda hierba de semilla Dios al hombre. El significado de Ser “todobondadoso” (Castillo, que existe sobre la faz de toda esa expresion implica la voluntad 2015), se les comienza a tratar la tierra, así como todo árbol amorosa de Dios de entregar, dáncomo simples objetos, mediante que lleva fruto de semilla; os dolo a conocer, el misterio de su los cuales se quiere alcanzar servirá de alimento” (Gn 1, 29), vida a los hombres. (p. 864). una meta, sin importar los de lo contrario, como se ha actos que haya que realizar en demostrado, la mala gestión A lo largo de la historia de la humanidad, Dios se ha revelado a esta especie con el fin de llenarla de amor, hasta el punto de que este amor sea compartido entre los mismos seres humanos y con toda la creación. Este amor exige reconocer la dignidad presente en toda creatura, dignidad que la convierte en fin y no en simple medio de explotacion para beneficio temporal de algunos exclusivos o falsos selectos, que se consideran dueños de todo lo que es ajeno a ellos; en lo que respecta al planeta, “la Tierra posee dignidad como creatura de Dios” (Boff, 2008), luego, la relacionalidad entre el ser humano y la Tierra, si se quiere subsistir, debe ser de
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ser ejercido en todo aspecto de la vida humana: social, cultural, espiritual, económico y sobre todo industrial.
y destruccion de los factores abitoicos de la Tierra tendrán como consecuencia el fin de la especie que haya causado esta catástrofe: la especie humana. Un fenómeno que evidencia ya estas fatales consecuencias, es la globalización (cuando se aborda y utiliza de manera negativa), en donde: Los distintos paises, en lugar de estructurarse como naciones fundadas en comunidades de ciudadanos, con sentido de los derechos y deberes, fueron transformados en verdaderas empresas transnacionalizadas, cuya unica función consistía en explorar las riquezas naturales y explotarlas a los mercados europeos (Boff, 2008, p. 33).
Esta mundialización, mejor conocida como globalización, cuando es aplicada impositiva y violentamente, buscando el enriquecimiento desenfrenado del factor económico e industrial de una pequeña
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población elitista, genera devastadoras consecuencias en el medio ambiente, un ejemplo concreto de esto es el caso de la Amazonía. No hace falta ser un estudiado de las ciencias naturales para darse cuenta de la capital importancia que posee la Amazonía en el sustento de la mayoría de la biosiversidad presente en el planeta, “en unas cuantas hectáreas de la selva amazónica existe un número de especies de plantas y de insectos mayor que en toda la flora y la fauna de Europa” (Salati, 1983, p. 56), biodiversidad de vital importancia para el equilibrio ambiental de la Tierra; sin embargo, esta zona es tan rica y diversa como vulnerable, “pues se alza sobre uno de los suelos más pobres y lixiviados de la Tierra” (Boff, 2008, p. 81), por tanto, es extremadamente urgente generar un cambio de mentalidad y de actitud frente al cuidado de la naturaleza. Debe
Un ejemplo a seguir es el del indígena, el cual se identifica como hijo de la Madre Tierra y que actúa consecuentemente a lo anterior, el indígena lleva impregnado en su cultura el sentido de filialidad con la Tierra, realizando cada acción en la más profunda comunión con el cuidado de su hogar, “para él la naturaleza es un sujeto vivo y cargado de intencionalidades, no es objetual, mudo y sin espíritu, como es para nosotros los modernos” (Boff, 2008, p. 81-82). Por consiguiente, al ser necesario el cambio de mentalidad, y por tanto de actitud, un sustento por el cual se puede llegar a potenciar el desarrollo de una praxis o vivencia ecológica es abordándola desde la fe.
CONCLUSIÓN: RECIPROCIDAD ENTRE LA TEOLOGÍA Y LA ECOLOGÍA En varias ocasiones, la fe se concibe exclusivamente como sometimiento ciego a los axiomas promulgados por una autoridad religiosa, sin embargo, el carácter doctrinal que exige la fe y la gran importancia de acoger libremente sus enseñanzas adquiere plenitud cuando
la fe misma se manifiesta por medio de las obras del diario vivir. Una de las definiciones de fe se fundamenta en abordarla como la respuesta vivencial que le da el ser humano a Dios, posteriormente a la llamada por parte de Él hacia la persona, con el fin de hacerla plenamente feliz. Adicionalmente, la fe es parte esencial de la teología, pues, la teología no solo implica un reflexionar, sino también exige un transformar en vida esa reflexión, en la cual se contiene el mensaje de amar y cuidar a toda creatura. Ahí es cuando la teología y la ecología convergen: en el buscar un cuidado y una buena administración de la creación (Tierra). Visto desde esta perspectiva, se hace pertinente resaltar la relevancia mutua que hay entre la ecología y la teología. Sabiendo que la teología asume, como uno de sus fines, hacer de la vida del ser humano una configuración integral con Dios, de manera que, el quehacer humano gire en torno al ser “todobondadoso” (Castillo, 2015) de Dios, y por consiguiente, la actividad diaria del ser humano refleje el valor que este reconoce en cada creatura, como imagen misma del Dios de la vida, se evidencia la necesaria urgencia de vivir ecológicamente el tiempo que toda persona permanezca en la Tierra, y más aún, para quien reconoce en los factores bióticos y abióticos la representación de un Dios que lo crea todo para hacer felices
a sus creaturas. Y, en su modo recíproco, quien conoce sobre el inicio y las relaciones existentes entre, lo que hoy se denomina, la Tierra, también requiere interrogarse acerca del origen de cada ser viviente y todo lo que conforma el planeta, indagando la existencia de un Ser que genera el principio de todo proceso evolutivo de la vida y, además, no se aparta de su obra, buscando la plenitud de la misma en la unidad entre la creación y el Creador, de modo que se manifieste una profunda apertura a vivir según el mandato de Dios comunicado en las diversas culturas de la historia: el amor a todo lo que existe.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Boff, L. (2008). La opción-Tierra, La solución de la tierra no cae del cielo. Santander: SAL TERRAE. Boff, L. (28 de Agosto de 2015). Cómo cuidar de nuestra Casa Común. Koinonia. Disponible en: http://bit.ly/2xM7fl2, recuperado el 1 de noviembre de 2017. Castillo, J. M. (2015). La laicidad del Evangelio (2 ed.). Bilbao, España: Editorial Desclée de Brouwer, S.A. Espasa Calpe, S. A. (2005). Gran Enciclopedia Espasa Vol. 19. Bogotá: Espasa Calpe, S. A. GeoEnciclopedia. (2017). GeoEnciclopedia. Disponible en: http://bit.ly/2yph4cj, recuperado (s.f.). Glosbe. (s.f.). Diccionario de latín. Disponible en: http://bit.ly/2iSxsvx, recuperado el 1 noviembre de 2017. Izquierdo, C., Burggraf, J., & Arocena, F. M. (2001). Diccionario de Teología (2 ed.). Pamplona, EUNSA. González, F. G. (14 de Marzo de 2007). Homo Sapiens Sapiens. Disponible en: http://bit.ly/2gN98Et, recuperado (s.f.). Pérez Porto, J., & Gardey, A. (2012). Disponible en: http://bit.ly/1LEB9sC, recuperado (s.f.). Quirós, F. B. (1995). 10 palabras clave en prehistoria. Pamplona: Editorial Verbo Divino. Salati, E. (1983). Amazônia: desenvolvimento, integração e ecologia. Sao Paulo: Brasilense. Seco Reymundo , M., Puente, O. A., & Ramos Gonzáles, G. (1999). Diccionario del español actual. II. Madrid: Santillana. Weizsäcker, E. U. (1992). Política de la Tierra. Madrid: Sistema. 1
Hogar proviene del latín focus, en castellano fuego (Glosbe, s.f.)
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ORDEN DE FRAILES PREDICADORES