FOA
FOREING OFFICE ARCHITECTURE I MARCO – POSICIONAMIENTO CONCEPTUAL I APORTE – METODOLOGIA PROYECTUAL I OPERATIVIDAD I
1/MARCO Posicionamiento conceptual – marco ideológico Foreign Office Architecture, dirigido por Alejandro Zaera Polo y Farshid Moussavi, trabaja con la extranjería como forma particular de subjetividad, la forma de abordaje de quien desconoce es la mejor manera de intervención. Un madrileño educado en Harvard y una iraní que trabajó con Rem Koolhaas que tienen su estudio en Londres. Pero esta costumbre de ser extranjeros se convierte en su modo de actuación: Zaera Polo enseña en Ámsterdam, diseña los auditorios para el Forum 2004 en Barcelona y está a punto de abrir una sucursal en Rótterdam.
Pertenecientes a lo que ellos mismos denominan como una segunda generación de arquitectos que operan en un ámbito globalizado, el núcleo de sus intereses se diferencia de los de la primera generación, que se caracterizaba por la “consistencia estilística”. Por lo que se interesan más en los procesos, la técnica, lo genérico; que en el lenguaje, la imagen, o la subjetividad. Piensan que no se puede generar algo significativo partiendo de una respuesta pura al mercado o a una situación particular. La arquitectura está muy relacionada con lo específico. Pero lo que es interesante de la situación actual es que ahora tenemos la tecnología que nos permite producir individuos desde sistemas genéricos; y también sistemas combinando o fundiendo individuos. Después de bastantes años en los que la “diferencia” había sido la palabra predominante en el debate arquitectónico, creen que ahora es
PROCEDIMIENTOS DIAGRAMATICOS
FOA busca evitar la gran oficina corporativa y la figura del arquitecto estrella. Zaera Polo y Moussavi prefieren desarrollar pequeños equipos locales que intercambien sus experiencias y conocimientos para poder sacar conclusiones y actuar con determinación. FOA se rige bajo una moral operativa desde el principio, por la cual no se permiten a ellos mismos proceder en una cierta dirección arquitectónica a menos que puedan encontrar una excusa que justifique el camino elegido. Admiten tener alguna preferencia formal, deseo o tendencia, pero con las que median sistemáticamente para que el proyecto no se convierta en una mera expresión del deseo. Quizás esto sea consecuencia de una convicción personal de que la arquitectura trata fundamentalmente sobre la necesidad, no sobre el exceso. Donde la técnica aparece como un mediador natural, como instrumento para poder operar mientras permanecen externos a la situación sin caer en manipulaciones lingüísticas, inercias culturales o expresionismos subjetivos locales.
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