Mujeres que NO callan. Marruecos. Antología . Poemas Ruth Pérez Aguirre , Compiladora y Editora

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MUJERES QUE NO CALLAN MARRUECOS

Isabel Hualde Corina Rueda Borrero Perla Bajder Pep Pepió María Amelia Dinova Castro Marisa Aragón Willner María Sangüesa García Celia Vázquez Iris Violeta Pujols Bouchrail Echchaoui Jeannette Mollinelli María Julia Villafañe Mairym Cruz-Bernal Beatriz Valerio Erna Aros Pensa

Laura Hernández Muñoz Lilia Gutiérrez Riveros Teresa Ramos Rabasa Andrea Fontán Bella Clara Ventura Amel Bachiri Clara del Carmen Guillén América Polanco Mónica Muñoz Luz Mary Giraldo Ángela M. Valentín Rodríguez Valentina Viettro Ruth Pérez Aguirre María de los Ángeles Méndez Roso Haydée Zayas-Ramos

Ediciones htuRquesa Cartonera 2021


MUJERES QUE

NO CALLAN

MARRUECOS

Ruth Pérez Aguirre

Ediciones htuRquesa Cartonera 2021


D. R. ENNA RUTH PÉREZ AGUIRRE ruthperezaguirre@yahoo.com.mx ISBN: 978-607-00

Los textos de esta antología Mujeres que NO callan Marruecos son publicados con la autorización de las autoras. Cada una de ellas es responsable de la autoría de su trabajo y conservan todos sus derechos.

MUJERES QUE

NO CALLAN MARRUECOS

Primera edición febrero 2021 Diseño y diagramación: Ediciones htuRquesa Cartonera Tabasco, México 2021

Prohibida su reproducción por cualquier medio sin la autorización de la Editora.

ruthperezaguirre@yahoo.com.mx


Presentación En octubre de 2018, fui invitada a participar en el XIII EIDE, Encuentro Internacional de Escritoras, en honor de Fatima Mernissi, en el mágico país de Marruecos. Decidí presentarme con mi proyecto de Mujeres que NO callan, con el cual llevaba tres años apoyando el respeto a los derechos de nosotras las mujeres, de cualquier edad. Durante mi presentación, la temática de mi ponencia y el formato del libro, hecho artesanalmente con cartón, de Ediciones htuRquesa Cartonera, proyecto editorial que creé desde 2011 con la finalidad de darle voz a los autores cuyas letras no llegarían con facilidad a ningún foro, tuvieron una buena aceptación entre las congresistas. De ahí nació mi idea de proponerles compilar otra antología, la cuarta para mí, con el sentir de las autoras asistentes, todas ellas comprometidas con la misma causa. Agradecí desde ese momento el gran interés que tuvieron en apoyar esta propuesta, cuyo propósito era ser presentada en versión digital, en pdf, y su versión en cartón en el XIV EIDE, a realizarse en México. A causa de la pandemia no logré culminar con el objetivo; dos años después la publico, con las mismas características, en espera que en el XIV EIDE, 2021, pueda ser presentada. Reciban mi sincero agradecimiento las destacadas autoras: Corina Rueda Borrero, Isabel Hualde, Perla Bajder, Pep Pepió, María Amelia Dinova Castro, Marisa Aragón Willner, María Sangüesa García, Celia Vázquez, Iris Violeta Pujols, Bouchrail Echchaoui, Laura Hernández Muñoz, Jeannette Cabrera Molinelli, María Juliana Villafañe, Mairym Cruz-Bernal, Beatriz Valerio, Erna Aros Pensa, Lilia Gutiérrez Riveros, Teresa Ramos Rabasa, Andrea Fontán, Bella Clara Ventura, Amel Bachiri, Clara del Carmen Guillén, América Polanco, Mónica Muñoz, Luz


Mary Giraldo, Ángela M. Valentín Rodríguez, Valentina Viettro, Ruth Pérez Aguirre, María de los Ángeles Méndez Roso, Haydée Zayas-Ramos, porque gracias a sus voces esta antología de Mujeres que NO callan Marruecos podrá llegar a muchas otras mujeres que, por circunstancias difíciles en sus vidas, permanecen aún en traumático silencio.

Ruth Pérez Aguirre Compiladora y Editora de Ediciones htuRquesa Cartonera


La narrativa femenina Amel Bachiri Argelia

Cuando una mujer oriental, árabe y musulmana perteneciente a una sociedad que categoriza el papel y el estatus de su ciudadanía según el sexo y bajo la autoridad patriarcal, cuando lee textos provenientes del otro hemisferio de la Tierra, aquel lado que indudablemente es diferente a ella no solo en lo relativo al conocimiento y sus tipos, sino también del origen del pensamiento, y que le conducirá inconscientemente al mundo de la diversidad, un mundo de preguntas inquietantes sobre el ser femenino y sobre el concepto de libertad que va espontáneamente de la mano con su propia cultura. Otra interrogante que se plantea es: ¿Cuál es la tipología de textos que nos importan los escritores occidentales, teniendo en cuenta que la mayor parte de lo que leímos son producciones de hombres que gozan de un grado incalculable de libertad? ¿Y es lo que han plasmado esos soñadores en sus textos su realidad vivida o es parte de sus sueños incumplidos? Debo reconocer que personalmente he caído y con facilidad en la trampa de la


fascinación y la sorpresa en estos textos que en su totalidad se me han presentado impresionantes con su fuerte imaginación, su salvaje ansia a la libertad y la riqueza de sus diversos mundos, comenzando desde el primer texto narrativo que leí en mi infancia de Jules Verne, pasando por decenas de novelas de Balzac hasta Borges, de Dante Alighieri a Milan Kundera, y de Nathalie Sarraute a Isabel Allende, etc. De aquí noté mi ferviente necesidad de liberarme como mujer, no solo a nivel de imaginación y de escritura creativa, sino también a nivel de comportamiento en la vida real. Procuré también adquirir de forma obligatoria algunas herramientas del conocimiento, y emplearlas con sumo cuidado. Esto ha alimentado los contenidos de lo que escribo en mis textos narrativos que se basan en pilares como la libertad y soñar, y por desgracia también en muchísima ilusión que no concuerda con nuestra realidad como mujeres escritoras árabes en este contexto. Quiero afirmar una verdad, y es que todo lo que escribo es lo que en realidad soy; porque sencillamente plasmo sobre el papel aquellos detalles que habitan mi memoria

que a primera vista parecen

insignificantes, sin embargo, otorgándoles significado se convierten en una semilla diabólica que la trae aquel viento que arrasa el mundo de la imaginación con toda su fuerza. Escribir para mí podría ser como morir de tanta vida, y resurgir con el único objetivo de reproducir otras vidas que no haya vivido ni podré vivir como quisiera en el mundo real porque


siempre hay un “algo” que sobra o que falta en la balanza del ansia a la libertad,

especialmente

en

mi

caso

siendo

una

mujer

nacida

casualmente en una sociedad machista, la sociedad del dios varón, que te castiga solo por soñar más allá de sus ritos sagrados. Y lejos del victimismo y de la escritura como poder, decidí vivir al margen, con mis seres de papel, con mucho soñar y con el barullo de mi interior, porque en el momento de escribir soy una mujer hecha de los restos de los dioses sin molde ni color, escribo con una libertad que duele y con una pasión que daña el corazón, escribo como quisiera vivir, escribo para toda la humanidad sin filiación y sin censura. Desde hace tiempo logré acabar con aquel guardia que me inculcó la sociedad en mi consciente, sin darme cuenta. Pagué el precio de haberlo asesinado y me aislé con total alegría y felicidad en la palabra. Me impresiona el hombre, con sus defectos que podrían encajar conmigo, y con belleza contradictoria; me impresiona la mujer oprimida en su alma y en su cuerpo y está feliz con su ingenuidad; y me impresiona aquel niño tan blanco que la sociedad se afana en tatuarle en su subconsciente puro los abecedarios del racismo, la represión y el desprecio. Todos estos seres son el decorado de este tiempo que transcurre y que no podemos sujetar salvo en el momento de escribir, pues lo que me inmortaliza en la vida es burlarme de la muerte del tiempo y la pasión por la propia vida. Estoy en deuda con todos los soñadores entre los creadores del mundo, ya que lograron


forjar con maestría mi capacidad de superación en el sueño, y me enseñaron ese prójimo diferente a mí es en realidad un amigo y no un enemigo, y que las religiones no son sino una regla con la que medimos lo profundos que son nuestra cobardía y nuestro miedo a la felicidad y el odio en nuestro alrededor. En lo que a mí respecta y partiendo de mi propia experiencia, veo que la escritura tiene relación también con el cuerpo y no solo con la mente, la consciencia, la especialidad y la imaginación. En nuestra cultura como árabes, es el centro del universo, objeto de seducción y de lo prohibido, el cuerpo de mujer enterrado simbólicamente desde que nace, convirtiéndose en un símbolo de supuestos pecados. Solo la escritura es quien lo libera, quien le otorga un valor de belleza, valor de una lujuria lícita y asombro por el encanto que contiene. Esto es lo que nos concede la alegría de ser lo que somos como mujeres árabes. Yo escribo con un alma alegre, con una mente que a menudo se inclina hacia la imaginación, y con un cuerpo libre. Mi cuerpo participa conmigo en la escritura de la novela como yo quiero que sea. TRADUCCIÓN:ANES HATHOUNI. Amel Bachiri, novelista y periodista argelina; ejerció en el periodismo árabe y occidental. Dispone de una experiencia poética en francés. Conferenciante en la Universidad El Jazeera, Dubai, Los Emiratos Unidos. Algunas de sus publicaciones; Mi Argelia rota, poemario publicado en Roma. Una sabiduría y mil locuras, Paris, Francia. Varias novelas como: Las últimas palabras, traducida en español; Los murciélagos de Picasso, El Cairo, No creas lo que se dice, El Cairo, Egipto.


‫أمال بشيري ‪:‬الجزائر‬

‫أنثى السرد‬ ‫حينما تقرأ امرأة شرقية وعربية ومسلمة تنتمي إلى مجتمع يص ّنف دور ومكانة أفراده‬ ‫حسب الجنس وسلطة "البطريرك"‪ ،‬نصوص تأتي من الطرف اآلخر للكرة األرضية‪ ،‬ذاك‬ ‫المختلف عنها حتماً‪ ،‬ليس فقط في مستوى المعرفة ونوعها‪ ،‬وإنما أيضا في منبث الفكر‪،‬‬ ‫والذي سيقودها في غفلة من إدراكها إلى عالم االختالف ‪ ،‬عالم األسئلة المقلقة حول الذات‬ ‫األنثوية وحول مفهوم الحرية التي تتوازى وبشكل تلقائي مع ثقافتها‪.‬‬ ‫سؤال أخر يطرح نفسه هنا‪ ،‬وهو‪ :‬ماهي نوعية النصوص التي يصدرها لنا كتّاب الغرب‪،‬‬ ‫مع اإلشارة إلى أن معظم ما قرأناه هو من إنتاج كتاب رجال يتمتعون بقدر هائل من‬ ‫الحرية؟‬ ‫وهل ما جسده هؤالء الحالمون في نصوصهم هو واقعهم المعاش أم هو بعض من أحالمهم‬ ‫غير المحققة؟‬ ‫شخصيا أعترف بأنني وقعت وبسهولة في مصيّدة االنبهار والدهشة داخل هذه النصوص‬ ‫التي أتت في مجملها مدهشة بقوة المخيلة ‪ ،‬وبالتوق الشرس للحرية و بثراء عوالمها‬ ‫المغايرة‪ ،‬بداية من أول نص سردي قرأته في طفولتي ل"جول فارن" إلى عشرات‬ ‫الروايات من "بالزاك" إلى "بورخيس" و من "دانتي أليغييري" إلى "ميالن كونديرا" و‬ ‫من نتالي ساروث إلى إزابيل الليندي و مارثيال سيرانو و ‪...‬إلخ ومن هنا أدركت رغبتي‬ ‫الملحة على ضرورة تحرري كامرأة‪ ،‬ليس فقط على مستوى المخيلة والكتابة اإلبداعية ‪،‬‬ ‫وإنما أيضا على مستوى الفعل في الواقع المعاش‪ ،‬وحرصت أيضا ً على ضرورة اكتسابي‬ ‫أدوات معرفية‪ ،‬أستخدمها بانتباه شديد‪ ،‬غذى مضامين ما أكتبه في نصوصي السردية التي‬ ‫تقوم على أسس الحرية والحلم‪،‬‬ ‫ولألسف أيضا ً على الكثير من الوهم الذي ال يتناسب إطالقا مع واقعنا نحن كنساء كاتبات‬ ‫عربيات‬ ‫في هذا السياق‪ ،‬أريد ذكر حقيقة أجزم بصدقها‪ ،‬وهي أن كل ما أكتبه هو ما أنا عليه في‬ ‫واقع الحال‪ ،‬ألنني وبكل بساطة أكتب بما يسكن ذاكرتي من تفاصيل قد تبدو للوهلة األولى‬


‫غير مهمة‪ ،‬لكن بفعل المعنى تتحول إلى بذرة شيطانية تحملها الرياح التي تعصف بكل قوة‬ ‫‪.‬في عالم المخيلة‬ ‫فالكتابة بالنسبة لي قد تكون الموت من شدّة الحياة‪ ،‬والبعث من أجل فقط محاكاة حيوات‬ ‫أخري لم ولن أعشها كما أرغب في العالمي الواقعي الن هناك ثمة دائما ما ينقص أو يزيد‬ ‫صدفة في مجتمع ذكوري‪،‬‬ ‫في ميزان التوق للحرية‪ ،‬خاصة أنني امرأة أوجدت بمحض ال ّ‬ ‫‪.‬مجتمع اإلله الذّكر‪ ،‬الذي يُعاقب بمجرد حلمك خارج تعاليمه المقدّسة‬ ‫قررت العيش على الهامش‪ ،‬مع كائناتي‬ ‫وبعيدا عن شعور الضحية وبفعل الكتابة كقوة ّ‬ ‫الورقية‪ ،‬ومع الكثير من الحلم‪ ،‬وصخب القلب‬ ‫صنعت من بقايا اآللهة ال قالب لها وال لون أكتب بحرية‬ ‫ففي لحظة الكتابة‪ ،‬أنا امرأة ُ‬ ‫يضر بالقلب‪ ،‬أكتب كما أشتهي أن أعيش‪ ،‬أكتب لك ّل البشرية بدون انتماء‬ ‫موجعة وبولَ ٍه‬ ‫ّ‬ ‫وال رقابة‪ ،‬منذ زمن انتصرت على ذلك المخبر الثرثار الذي زرعه المجتمع في وعيي‪،‬‬ ‫‪.‬في غفلة م ّني‪ ،‬دفعت ثمن اغتياله وانعزلت في الكلمة بكل سعادة وبهاء‬ ‫يبهرني اإلنسان‪ ،‬بعيوبه التي قد تناسبني وبجماله المتناقض‪ ،‬تبهرني المرأة المقموعة في‬ ‫روحها وجسدها وهي سعيدة بغفلتها‪ ،‬يُبهرني ذلك ّ‬ ‫الطفل ناصع البياض الذي يتف ّنن المجتمع‬ ‫‪.‬في وشم أبجديات العنصرية والكبت واالحتقار في الوعيه ال ّنقي‬ ‫يمر وال يمكن القبض عليه إال في لحظة الكتابة‪،‬‬ ‫ك ّل هؤالء الكائنات هم ديكور ال ّزمن الذي ّ‬ ‫‪.‬فما يخلدني في الحياة هو االستهزاء بموت الزمن‪ ،‬والشغف بالحياة نفسها‬ ‫أدين لكل الحالمين من المبدعين في العالم‪ ،‬أل ّنهم صقلوا بإتقان قدرتي على التّفوق في‬ ‫الحلم‪ ،‬وعلّموني أن اآلخر المختلف ع ّني ك ّل كل ما يتبقى رغم المحبة هي‪ ،‬وأن صديقًا‬ ‫عدوا‪ ،‬وأن األديان هي مسطرة نقيس بها عمق جبننا وخوفنا من الفرح‪.‬الكراهية من‬ ‫وليس ً‬ ‫حولنا‬ ‫بالنسبة و من باب التجربة الخاصة ‪،‬تقترن الكتابة بالجسد أيضا‪ ،‬وليس فقط بالعقل والوعي‬ ‫والحرفة والمخيلة‪ ،‬الجسد الذي هو مركز الكون عندنا كعرب‪ ،‬جسد الغواية والمحرم‪،‬‬ ‫ليتحول إلى رمز للمعاصي المفترضة‪ ،‬الكتابة‬ ‫جسد المرأة الذي يوأد رمزيًا منذ الوالدة‪،‬‬ ‫ّ‬ ‫تحرره‪ ،‬من تمنحه قيمة جمالية‪ ،‬قيمة ال ّ‬ ‫شهوة المباحة والدّهشة بكل ما يحمله من‬ ‫وحدها من ّ‬ ‫‪.‬جمال‪ ،‬هذا ما يمنحنا قيمة الفرح بما نحن عليه كنساء عربيات‬ ‫حر‪ ،‬جسدي يُشاركني في‬ ‫أكتب بروح فرحة‪ ،‬وبعقل عادة ما يجنح نحو المخيلة‪ ،‬وبجسد ّ‬ ‫كتابة الرواية كما أرديها‬


A la Mujer Originaria María Amelia Dinova Castro Argentina Mujer de coraje, a pesar que el mundo pisa tu cabeza una y otra vez. Y cuando en el río tus niños nacían estabas de pie. Después la masacre vino a arrancarte de tu tierra herida Fue cuando dejaste sembrada en la tierra tu lucha por ella Como una simiente del dolor que grita tu raza fundante, y en tus manos llevas un canto de aves, un jarrón de barro, las fibras del árbol para tus canastos tus ponchos, tus mantas, tus lunas que giran y giran pidiendo a la tierra que en ella renazcas. Puedan las semillas volver a nacer. Maria Amelia Dinova Castro en homenaje a Ivana Huenelaf.


MARIA AMELIA DINOVA CASTRO. Bs As., Argentina. Docente, escritora, documentalista, fotógrafa, integrante de SADE, de APOA, U.E.A.T y del Movimiento Poetas del Mundo. Su trabajo poético se encuentra en 23 antologías nacionales, 17 internacionales, dos audios libros y su libro MADRE TIERRA, presentado en Uruguay, Chile, España, Bolivia, Perú, Cuba y Marruecos, en diversas ciudades, provincias y Ferias del Libro, escuelas y Universidades en Argentina. En España se le otorgó la Medalla de honor en el Congreso en homenaje a Miguel de Cervantes.2018 En 2019 recibió como medalla al honor El sol de Oro Peruano. Y en 2019 en Argentina, en la Cámara de Diputados, el Premio Internacional Grandes Mujeres 2019. Fue reconocida por el SENADO DE LA NACION por su poema a Evita, Eva Perón.


Pep Pepió Buenos Aires, Argentina mujeres niñas estaban ahí viviendo desprotegidas aisladas ignoradas aún así viviendo agua aire y tierra algunas con sueños otras con tristezas algunas con determinación otras con timidez aún así viviendo se atreven un día y salen llevan su hambre y su sed a caminar el sol a encontrarse las mujeres siendo las niñas yendo a ser la sombra interrumpe el andar cancela el anhelo borra la sonrisa trunca el sueño se hace muerte ellas las mujeres indígenas ya no son ellas las niñas indígenas ya no están la impunidad entre lo latente y lo manifiesto las ha callado con sangre las lágrimas una vez más habrán habitado la autopista “EL MISTERIO DE 1000 MUJERES INDIGENAS DESAPARECIDAS Y ASESINADAS EN CANADA” Decía la noticia en el periodico . . .


Pep Pepió Buenos Aires, Argentina

sacar mis penas al sol es la tarea inicio voy en su búsqueda tropiezo con ellas andan por la casa saludan desde el piano en la mañana humedecen el aroma del café mojan mi cara y sin aviso se hacen perfume en la flor del jazminero o brisa en el borde último de la tarde son caricia al elegir el vestido un reflejo intenso en la calle al inicio del día están yo lo sé bajando del altillo acomodándose en el sillón de leer aparecen en una voz cualquiera tocan mi hombro imponiendo presencia


no las encuentro en esta hora un aleteo es mi desconcierto

sonrío al colibrí y soy quitapenas

Pep Pepió. Buenos Aires, Argentina. Egresada de la Universidad Nacional de Buenos Aires con los grados académicos de Licenciada en Administración y Contadora Pública. Escribe poesía. Es amante absoluta de la palabra escrita. Ha sido antologada en Brasil, Perú y Argentina. Participa constantemente en encuentros de letras y humanidades.


Sororidad Marisa Aragón Willner Argentina Bajo lluvias y soles, multitudes de pueblos y ciudades de la Tierra Cadenas de Mujeres, cadenas pueblo gritan por la Vida, caen lágrimas América Latina ensangrentada país a país es un clamor de ¡Basta! Niñas, jóvenes y mujeres, cuerpos y vidas sesgadas ¿Por qué? Golpeadas, incineradas, violadas, abusadas Acosadas, insultadas, silenciadas, denigradas De hogares hostiles, de tratos desiguales, de siglos de irrespeto Marchemos Unidos en pos de derechos y reivindicaciones de las mujeres Toda mujer es Nuestras hijas, nuestras hermanas, nuestras madres Luchemos unidos Sumemos diversidad y respeto, diversas son las voces en este pentagrama la Sororidad es un amplio abanico de colores que esta perspectiva de género abarque todos los ámbitos y decisiones Borremos esta cultura machista instalada con brazos ejecutores Que se sepa ¡No somos la mujer objeto de sus deseos y de sus decepciones! Nuestra fragilidad de mariposa es nuestra fuerza, ¡No somos el objeto o remedio a sus frustraciones! Rompamos unidos esa cultura que nos extermina que no respeta nuestra piel, nuestro cuerpo, nuestra palabra


Monstruo de las siete cabezas en mi país Los guarismos de la muerte escalan 260 feminicidios, una cada 30 horas Y un presupuesto de miseria, 11 pesos por mujer para afrontar la violencia Así mientras esos ojos ciegos, oídos sordos y boca en silencio lo permiten en las calles mueren nuestras jóvenes inocentes en las casas cerradas abusan y matan a nuestras niñas y mujeres Espacios naturales convertidos en zanjones de la muerte En un juego de dominó alguien mata cada día a nuestras mujeres. Queremos sea Emergencia Nacional, Educación Sexual Integral En defensa de nuestros derechos a la Vida vamos unidos a acabar el sostenido mandato del Monstruo de las siete cabezas Patriarcado acostumbrado a aplastarnos que de día o noche desata manadas de lobos salvajes por nuestras calles Justicia Patriarcal, Machismo empoderado No acallarás nuestras Voces Olvidaste convivir con la Flor y su Perfume, con la Luz y la Música Te desarticularemos Nosotras Unidas sin con Voz Universal ¡¡¡ Ni una menos!, ¡Basta de Matarnos !!!

MARISA ARAGÓN WILLNER. Poeta, narradora, ensayista argentina. Dirige Parnassus Patria de Artistas sitio internacional de literatura y arte desde 2009. Y la Editorial Thikav para libros virtuales y obras audiovisuales. Creadora del proyecto literario Migrantes del Mundo, desde hace tres años congrega voces hispanoamericanas. 9 Libros publicados, 11 antologías de su dirección y 72 libros virtuales. Premiada en Poesía en numerosos certámenes y encuentros de escritores. Participa de los colectivos por el Empoderamiento de la Mujer en el Siglo XXI. FIP, Granada Poesía, ANLetras.


La Casa de los Lápices Perla Bajder Argentina Imágenes y Palabras “No son los vientos sino las velas las que conducen el viaje” P.B.

Imaginé viajábamos en tren que disfrutábamos la exuberancia del paisaje que comentábamos la obra de Daumier: "Vagón de tercera clase" y finalmente llegábamos a “Casa de Lápices” bautizada por los niños del vecindario.

Imaginé a la luna entre los pinos a los afinados grillos como señal de alegría preparaba la cena buscabas una flor para la mesa y junto a Benedetti conversábamos hasta el amanecer sobre poesía. Nos despertaron los pájaros y el concierto de las cigarras en el tórrido día el aroma de lavandas rosas


jazmines azahares nos descubríamos en mares teñidos de verdes terrosos azulados plateados rojizos anaranjados el mundo del color visible allí estaba. Entonces decías: -Oh Dulcinea ya es tiempo que los ojos de tu grandeza miren a éste tu cautivo caballeroTe revelaba mi duda: - ¿Acaso es anhelo, sueño o sólo una ilusión por el reflejo de la luna? -¡Que mi amor es de locura!-(esto no lo dice el Quijote pero se intuye) Y nos abrazábamos entre risas y lágrimas para volver sobre las huellas de nuestros cuerpos en las sábanas tibias todavía y tus caricias encendían mis sentidos entonces imaginé el olor a tierra húmeda y a las primeras gotas que amenazaban la llegada de la lluvia. El regreso también lo imaginé al paisaje infinito en movimiento vendedores ambulantes que iban y venían campos secos quemados por el sol la humareda ensuciando el atardecer con la llegada el aire viciado de la ciudad


y finalmente a nosotros sobre todos nosotros quienes en medio de una muchedumbre ciega concebíamos en silencio nuestra próxima aventura. No imaginé (supe al azar) que otros amores tenías y las palabras, las que misteriosamente habitaron mi piel se desmoronaron en cáscaras vacías hojarasca que el espíritu del viento sopló donde quería y solo quedaron las otras las que amor duradero no prometían. Imaginé otro lugar con olor a tierra húmeda que anunciaba en el aire la inminencia de la lluvia.

Perla Bajder. Bs. As. Estudió: Escuelas de Bellas Artes de Buenos Aires y Universidad de Barcelona becada por el Instituto de Cultura Iberoamericana. Investigadora y docente de la Universidad Nacional del Arte en grado y posgrado. Participó en más de 50 exhibiciones, bienales y trienales. Sus obras están en muchos países. Ilustró: Centro editor y Eudeba, “Los niños Judíos Acusan” (Buenos Aires), “CHE” de Darham Goraya(India), “Nada que ocultar” de Gloria Young(Panamá). Editó, escribió e ilustro: ”Un país de maravillas” Perla Bajder. Exhibirá en julio 2019 Universidad de Poznan y Museo Grebocin Torun, Polonia


Renacer en Marruecos Beatriz Valerio Argentina Llegamos a Tetuán, todo sucedió tal cual lo había planificado. En el aeropuerto de Tánger nos esperaba Corina. La reconocí enseguida. Me emocioné al verla. Nos encontramos varias escritoras que habíamos realizado el mismo vuelo sin conocernos, desde Barcelona. A media mañana ya estaba ubicada en el Riad El Reducto, sin aún conocer la habitación que me esperaba. Me preocupaba no tener conexión a internet, en Argentina ya eran las 5 de la mañana y pronto se querrían comunicar desde casa. El empleado del Riad me ubicó dónde cambiar euros por dirhams y comprar un chip de Marruecos. Caminé unas 7 cuadras. Iba con un único objetivo tener comunicación en mi teléfono. Vi un primer local, cuando entré no me entendieron que quería comprar un chip. Caminé otra cuadra más, leo un cartel Orange y entré. Tuve que esperar. No hablaban español ni francés. Desarmé mi celular, quité el chip, con señas le mostré que quería un chip. En un papel me escribió el costo, eran 50 dirhams, unos 5 dólares, más o menos, yo no sabía si eso tenía carga o no. No me entendían. Seguí insistiendo en quitar un chip y que me colocaran el chip marroquí. Una mujer con mucha gentileza lo hizo y me escribió en un papel 20 dirhams, entendí que sería la carga. Me hicieron firmar unos papeles en árabe y me pidieron pasaporte. Iba avanzando a tener conexión para poder comunicarme con Miguel, y subirle fotos a todos mis lectores. Al fin, con la copia del papel firmado, el chip puesto, caminé como autómata hasta el Riad, fui precisa, no me desorienté. Solo veía hombres y más hombres. Muchos bares. Todos sentados en la vereda mirando hacia la calle. Caminé de


prisa, cuánto he prejuzgado. La seguridad allí ha sido más segura que al volver a Argentina. Llegué al Riad, Marisa me esperaba para almorzar, yo deseaba hacer funcionar mi teléfono. Lo logré luego de prender apagar, poner claves que daba el chip todo escrito en árabe. Ya tenía varias llamadas perdidas de casa. Recién 8:10 h de Argentina me comuniqué

con

Joaquín.

Mi

problema

de

comunicación

estaba

solucionado, ahora a disfrutar. Almorzamos muy rico. Una sopa de calabaza, esa comida me gustaba. Y llegó luego el primer te marroquí. Subir la escalera con mi valija y encontrarme con la enorme habitación del palacio llamada Marrakech. Di varias vueltas, vueltas en redondo, vueltas saltando, estaba asombraba, alucinada, hechizada. Me sentí bendecida. Enseguida le hice una cámara a Joaquín para compartir mi asombro. Pasaron las horas no quise desarmar la cama tan grandiosa. Me dormí una hora tirada en el sillón. Me despertaron voces, ya tenía que comenzar las actividades del día.

Beatriz Valerio Escritora. Presidente fundadora de la Sociedad Argentina de Escritores Filial Campana, Buenos Aires. Autora de 28 libros de papel. Conferencista. Ha sido traducida a varios idiomas. Participante de congresos internacionales. Mayor información en su sitio web beatrizvalerio.com.ar


La estación correcta Andrea Fontan Argentina

La chica de la foto tiene la cara blanca el pelo suelto una sonrisa la chica del asiento de al lado tiene la piel oscura lleva el pelo cubierto y un café en la mano la chica de la foto lleva libros un futuro de college hay una dirección al pie (estamos cerca) la chica de al lado duerme (el subte se detiene) cabecea derrama su café en mi falda se disculpa


y sale quizás haya bajado en la estación correcta

Andrea Fontán, vive en Buenos Aires. Publicó: Un gesto de otro mundo, 2006 y Camino polvoriento, 2015; cuentos. Teano, 2011 y La tormenta que nos une, 2017; novela. Lejos todavía, 2014 y Alas de agua, 2018; poesía.


Abusad(e)s (*) Mónica Muñoz Argentina

La huella elemental camina la noche del roto ábrete la boca cosida sésamo parte el manto de la sombra titila

¿Es barro? tropiezo de lengua falla en el pantalón moja lágrimas de Mirra

¿Es piedra? mano escondida borrachea babas de sauce viejo asalta

¿Es hueco? caído por la pendiente ciega la lumbre


quiebra la curva grita

¿Es viento? arrastrado el oro de los niños parte el oso de tela roba un botón roba un botón golpea

La huella elemental camina la noche del roto trae restos a su mesa barro

piedra

hueco

viento

papeles de barco hundido la primera tormenta Lloro.

Mónica Muñoz - inédito – 2019

(*) La vocal e pertenece al lenguaje inclusivo. Sustituye a las vocales a y o, determinantes del género. Mónica Muñoz (Argentina, 1957). Poeta, trabajadora social, columnista radial de libros, ex-librera, directora de la Revista de arte y literatura Alas de Gaviota, Artes de América. Poemarios: Moviola (2003), Anika (2008), Amanecidos (2013). Ha participado en Ferias Internacionales del Libro y Encuentros Literarios dentro y fuera de su país. Coordina el espacio Literario Re creando. Estudia Licenciatura en Artes de Escritura en la Universidad de las Artes de Buenos Aires y francés en la Alianza Francesa. Reside en la ciudad de Buenos Aires.


MILENIO Erna Aros Pensa Chile

Hay mil años en cada punta de mi pelo florecido en cada pliegue de mi vientre ajado, en las miradas perdidas mil veces hacia mi horizonte ausente.

Tengo los mil años de cada mujer que ha dejado la vergüenza al costado del camino para seguir la senda del pecado y ser feliz.

Cargo en peso los milenios abandonados por las bravas y dichosas.

Yo no soy como ellas no tengo la osadía de desechar mis temores y atreverme a buscar


algo para mi historia.

En los milenios que vagan en mi cuerpo en cada espacio invisible de mi alma a veces encuentro un siglo mis propios de reproches.

Rugosas quedaron las comisuras de mi boca triste por las mil veces de ser besada por ese ser sin alma que nunca oír dejo el silencio de mis propios gritos

He decidido dejar en claro que todo eso fue hasta este nuevo amanecer.

Erna Aros Pensa, La Serena, Chile, poeta narradora, bordadora paisajista. Medalla de Oro al Mérito Cultural Latinoamericano, Cuenca-Ecuador, Diploma a la Cultura de la Universidad San Agustín de Arequipa Perú, Universidad de Tarapacá Arica-Chile, Galvano al aporte a la literatura Latinoamericana del Colectivo Cultural Peruano Chileno “La Banda Literaria”. Asociación de Escritores y Artistas de España. Primeros lugares y menciones honrosas concursos literarios en Uruguay, Brasil, Canadá, Argentina, Chile. Quince obras publicadas. “Yo, Una Mujer De Atacama”, presentado en Marruecos y España en octubre 2018. Antologada en varios países.


VOLVER A MARRUECOS

Lilia Gutiérrez Riveros Bogotá – Colombia

Pido licencia al universo para volver a los campos de Marruecos.

Caminar palmo a palmo los senderos donde las semillas de signos y palabras forjaron las raíces de cantos y dialectos.

Volver a esos primeros balbuceos donde una mujer soñó la humanidad y engendró palabras del futuro. A la sabiduría que creció en ramajes a orillas de un tiempo sin reproches.

Emprender un viaje árabe de arquitectura y música. Sentir las olas del Atlántico y la abertura que vislumbra el temple de África desde el misterio en la cuevas de Hércules.


Buscar los recodos de la historia en Fez y degustar un dátil que sabe a Oriente. Tejer un hilo indestructible empezando en Tetuán y moldearlo hasta las montañas de los Andes.

Vestirme de tonos azules en Chefchauen y descifrar la geometría del cielo en las noches del Sahara.

Quiero volver a Marruecos

si el tiempo no lo impide.

Lilia Gutiérrez Riveros. Macaravita, Colombia. Poeta, ensayista y narradora. Su libro Sinfonía del orbe, poesía completa, Arte Poética, New York, 2014, da testimonio de su dedicación al cuidado de la vida. Su novela Doble travesía, ha sido catalogada como la novela del posconflicto en Colombia. Ganadora del I CONCURSO MUNDIAL DE ECOPESÍA, 2010. Embajadora de la Paz del Círculo Universal de Embajadores de la Paz con sede en París y Ginebra. Fundadora y Presidente de la Fundación Poesía Sin Fronteras.


ORI ANSBACHER- Estrella ya sin luz Bella clara Ventura Colombia Tu muerte con nombre propio Ori Ansbacher. Hora y día exactos. Puñalada certera y violación a tus jóvenes orillas. Tristezas que resultaron tuyas Como destino absurdo. Incomprensibles para mentes Como la mía que de la violencia Hacen la condena. ¡Cómo entender que por ser Judía y mujer Recibiste estocada mortal. Cobarde tenía que ser, Aquel que puso punto final A tu corto aliento de niña inocente. Asesino, prestó sus manos sucias. Premiadas para que su familia Reciba prebendas Y sea considerado héroe, Ante la locura de una cultura del terror que se debe censurar. El mundo no entiende estas posturas. ¡En qué cabeza cabe tal crimen? La mía aturdida da vueltas Sin respuesta. El corazón al revés me late. Valores de puñal que apuñalan mis sentidos. El sentido del dolor Que mi sentimiento aborrece. Ori, alma pura, ¿por qué fuiste víctima? De un sádico que perdón no merece.


¿Acaso su sangre no es igual a la mía? Tan humano como yo debería ser. Algo deja sabor de horror. No pido venganza, sólo justicia. Reclamo paz para tu tumba, amiga, que sólo conozco por tu desgracia. Clamo por un castigo que muestre que la maldad no paga. Para tus padres una cura celestial Que pueda aliviar un dolor sin medida. Para la sociedad el consuelo que pronto pueda erradicar el mal bajo la lágrima de toda estrella. Y el llanto de todas las personas Solidarias con tu golpe de suerte. Golpea conciencias en pena que se hacen a cielos amargos. Tiemblan como se estremecen mis ojos ante tu partida llena de escombros.

Bella Clara Ventura se hace al mar de la poesía y la narrativa con el fin de abrazar el océano de las palabras y lograr su canto de vida. Diez novelas y veinte poemarios son su acerbo más valioso. Salta del cine a la letra escrita para buscar su espacio íntimo. La página en blanco como costa a su alma que drena sentimientos y emociones. Todo le llega a su corazón sensible. Varios premios en diversos países, un doctorado Honoris Causa, el eco del lector son su estímulo para seguir escribiendo.


Duelos Luz Mary Giraldo Colombia

Enmudece el paisaje. Cada elemento guarda su dolor y todos los días duelen. El sufrimiento pegado a las paredes la túnica rota el agua quieta en el estanque las olas crispadas la tinta roja y el zumbido del silencio. En lugar de cadáver la fotografía y la mancha negra los cirios en la piedra calcinada y el jardín devorado por las llamas.

Llovió sangre frente a todos de la noche a la mañana perdimos la vida


y el barro se llevó las pertenencias. No es limpio el horizonte y ante el paisaje mudo el cielo grandioso se estremece.

Sonidos en la luz En el silencio un trino o un granizo la mirada de un hombre en medio de la plaza el paso de una mujer hacia la ruina un niño con ojos asustados. Se enredan las palabras atropellan señalan la sombra: sonidos de ese hombre de esa mujer o de ese niño hilo de luz en la tiniebla. En el silencio un trino un alarido un hombre solo una mujer con ojos asustados


un niño única luz en el desierto.

LUZ MARY GIRALDO (Ibagué, Colombia, 1950). Profesora universitaria, ensayista, antóloga, poeta. Gran Premio Internacional de Poesía (Rumania 2013), Premio Internacional LASA-Monserrat Ordóñez (USA 2012), Premio Nacional de Poesía Casa Silva (Bogotá 2011), Premio Internacional de Ensayo Convenio Andrés Bello (Bogotá, 2000), Premio Investigación (Ministerio de Cultura 1998), nominada al Premio Internacional de Poesía Fernández Labrador (Salamanca 2016). Libros de poesía en italiano, rumano e inglés, y poemas en varios idiomas.


Silencio y humo Isabel Hualde Liédena-España

No mires tras los rincones negros en la makila

habéis preguntado por Alma Janira o Jessica… silencio y humo un historial de chillidos sustituye a los nombres un álbum o una fotografía

sus sombras gimieron como placentas azules en lunas desorbitadas

y es seguro que oscurecerá la noche y el trazo torcido de la muerte se disfrazará de silencio


hinchazón de rituales que concluyen ¿moriremos solas? o -esto es importante¿saben ustedes quién será nuestro futuro presidente?

no mires no te apoyes en el filo de las esquinas rumbo al norte el viejo pulso de la maquinaria apremia devora su aullido

¿moriremos solas? ¿y por qué moriremos solas? los mil y un ojos del cazador acechan tras los cristales.

ISABEL HUALDE: En viaje permanente hacia otros lugares y dentro de mí. “El entramado luminoso” “Cisne azul o cisne negro”, “El ojo cegado”, “Reconstrucciones”, “Caminar horas”. Varias antologías, revistas y algún premio literario. Mi tierra es la escritura; encuentros transoceánicos en Managua, El Salvador, Cuba, México y Marruecos.


Pasajera del sol María Sangüesa García España

Si me encierras seré como libélula pasajera del sol en tus prisiones. Cabalgaré la luz de la mañana con alas de palabras siempre inquietas. Si me enjaulas seré letra en el aire escritura del viento en tu mazmorra duro soplo de furia en tus baluartes y ciclón tras las rejas de tu celda Si me aíslas será mi rebeldía tu sentencia tu juez y tu condena pues no existen murallas que sujeten la fuerza de mis versos tras sus muros. María Sangüensa García, nacida en Alhucemas, Marruecos. Lic. En Historia de España por la UNED. Diplomada en Arte y Decoración y Publicidad. Ha publicado siete poemarios y dos libros de narrativa corta, numerosas antologías, revistas literarias y letras de canciones. Traducida al inglés, portugués, árabe y maya.


Las aristas de su cuerpo Celia Vázquez Vigo, España Sabía agradar cuando quería, como siempre que la deseaba. Era una mezcla sutil de aromas: aliento de albahaca y limón, jabón de alba soleada. Mas, un día, tras el hastío, el trueno inunda el cielo. Cuando el amor se oxida, corroe la voluntad, bordada con los nombres de los dos. Destiñe la urdimbre de pasión que fluye por las venas alentando los latidos del corazón. Hoy, Ana, llena su noche de vacío lamento, de caricias muertas, de resentimientos tardíos, de celos reprimidos, de insultos sufridos, de perdones otorgados, de escepticismo rebelde abandonado al destino. Se rebela escupiendo voluntades vencidas. El alma ya no obedece al cuerpo, en sometimiento permanente. Ya no se entrega sin lucha, sin protestas lanzadas al eco por si un alma libre la escucha en la esquina del dolor. El día a día aniquila el sentimiento. Anida la rutina en la casa vacía. El amor entra, sale, desayuna, lee el diario, pero se olvida de los besos, de la soledad y la entrega. Ella no es más que un pálido reflejo de un amor alojado en el vacío. Su vida se vuelve añoranza de la muerte. Su alma dulce se diluye en agua amarga. Se pudre poco a poco desgastada por la monotonía de lo eternamente igual. Una herencia decadente la unió a él. Una rígida educación la hizo su esclava, ente pasivo, anodino y dormido, sometido a un destino injusto.


Ana se asoma a la ventana masticando la perfidia de su amor, la vista perdida en la distancia. Tamborilea en los cristales la traición mientras suenan las notas graves de un bolero a ritmo de lluvia y llanto. Ana ocupa hoy las noticias del alba. Nunca más respirará melancolía. Un golpe seco borraba las aristas de su cuerpo mientras mezclaba sabores de mañana atareada en su cocina.

Celia Vázquez es doctora en Filología por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Teatro y Artes escénicas por la Universidad de Vigo, donde hasta ahora ha sido profesora titular en la Facultad de Filología y Traducción. Es traductora, escritora, crítica literaria y poeta.


Mujer destrozada Bouchrail Echchaoui Madrid, España

Las dos amigas estaban contando historias y miraban fotos, cuando una se puso a llorar. Estaba

en el tren, de vuelta de

Casablanca

donde había vivido durante tres años con un chaval, compartiendo la misma casa. Vivían como pareja bajo el mismo techo pero sin estar casados, cosa prohibida por la ley humana, divina e incluso mal vista por la sociedad aquí. La mujer aguantaba todo tipo de sumisión convenciéndose que todos los ordenes de su novio eran por amor, porque según las costumbres, cuando un hombre quiere casarse con una mujer, se mete con su forma de vestir, de hablar, incluso de elegir para ella el circulo de amigas que pueda tener, como si no hubiera sido una persona antes de conocerle. El resultado... Es que ahora después de abandonarla se ha quedado sin amigas ni conocidos y sin familia pues ésta la había repudiado al saber que vivía con un hombre sin estar casados. La ha dejado destrozada y con ganas de suicidarse. Un día sin aviso, le comentó que su madre le ordenó casarse con su prima porque cree que es la mejor mujer que pueda tener. Como él no pudo desobedecer a su madre por la única razón que *El paraíso está debajo de los pies de las madres* según el Corán...y él quiere irse al paraíso…. Claro.


Te esperaré

Te esperaré como si fueras la luna llena La que da plata, La que ilumina, La oscuridad de tu lejanía Te esperaré como si fueras esperanza La que resucita, La que mata, Toda mi tristeza. Te esperaré como si fueras mi niño, Que he perdido, Sin él, la vida no la he podido Vivir. Tan esperado no ha venido Te esperaré y te esperaré cuando Nadie màs espera, Al que ama ni a su mismo. Te esperaré y la vida es esperanza De una flor que germina, Para dar al que camina, Sin precio la belleza. Te esperaré cantando todas la canciones De amor, Y las de guerra. Te esperaré con esperanza no medida con temor que sea tu encuentro mi pérdida


En Un lugar

En un lugar donde se prostituyen los santos se ahogan las libertades, por impotencia, se alimentan de las creencias, de las verdades, se vacían, Se acosan, no dicen lo que piensan, ni siquiera piensan.

Con las nuevas leyes del terror mental, no se atreven a enfrentarse, dicen no en lugar de si, dicen si en lugar de no se dejan vencer, tragan conscientemente las mentiras.

En un lugar donde se esconden los cuerpos las mujeres ceden ponen mucho maquillaje se casan por obligación o por ilusión.

En un lugar donde se cree solamente


en el poder del dinero se respeta únicamente a los privilegiados.

En aquel lugar quiero sembrar amor Quiero vivir no arrodillada, quiero ser amada.

no quiero ser privilegiada, una cumbre inalcanzada.

espero una primavera eterna duradera.

quiero ser como los grandes sin miedo, sin necesidades. quiero ser la esencia de este sitio simplemente liberada.


Un encuentro

Mis primeras lágrimas brotaron en un encuentro, cuyo sentido solo podía ser el dolor. No importa demasiado, el como yo, es actor. Me detengo ante una historia de amor, fijada en la memoria su protagonista era vendedor, vendedor de sentimientos, de ilusiones, de unas sonrisas y falsas brisas. Un interior debilitado por engaños, por heridas. Mis lágrimas ya están cristalizadas, no voy a jugar más el papel, de la desdichada sumisa.

Bouchrail Echchaoui. Embajadora de la agencia de noticias de la mujer en Europa, representante de la unión Árabe para la literatura y cultura en Europa y Embajadora de buena voluntad del Movimiento Internacional de Mujeres Poetas (MPI) en Marruecos. Escribe poemas en castellano, árabe clásico y Dariya - dialecto Marroquí – . Representó a la Mujer Árabe durante el festival internacional de cultura Árabe en Pilsen 2015. Participa y organiza conferencias para La Paz y el diálogo entre civilizaciones, en defensa de la mujer y contra el extremismo. Premio de “Paz y Tolerancia” por el centro Mediterráneo para La Paz y diálogo entre civilizaciones, Rabat junio 2017.


Tiempo de piel Teresa Ramos Pamplona, España No rechaces nunca a una mujer desnuda más hermosa que la lluvia. Ledo Ivo No la rechaces por bella ni porque deje un día de serlo, en el momento final de tu flashback reinará eterna, como ese instante en que mirarla lo fue todo para ti. Consiente que te hiera su belleza, te inunde la sangre, te enrede el ligamento. Mírala derramarse en tus costuras, contempla como crece su enigmático nombre en tu interior. Con los días el cuerpo se tejerá de silencio, con las horas se irá infiltrando el color bajo la piel, y los dedos crecerán en tus manos de brisa. Para hablar sin palabras, sin ojos que examinen, sin el hacha del discurso de los cínicos, y hablar con la luz que hay entre líneas. Y rodar posesos en cuerpos que aprenden abecedarios de agua. Entrega tu mirada de pluma y tu escribir de puente, tu noche de jardín de infancia, tu innominado sueño, desata en la pradera al bisonte ajeno a la ciudad enloquecida.


Esa mujer será tu lluvia, juntos fundaréis el porqué. En la noche melliza de vientre blanco de madre, abona el jardín, enciende su fuente. Regala un alud de duendes y panteras y goza hasta romper las leyes que te atan a la cintura del dolor. Para seguir creciendo hacia un mirar despierto, perseguir las huellas de la sombra que persigue tu osamenta y caminar descalzo hacia tu vocación de mariposa y su luz.

Teresa Ramos coordina el espacio ANAITAVERSO en Pamplona para la difusión de la poesía. El Gobierno de Navarra ha declarado su proyecto de interés social y cultural. Ha publicado “La conjura de las letras” “Sabe la noche” y “Bancales de perfume” y a formado parte de diversas antologías. La poesía, la música góspel y su trabajo como terapeuta y coach son algunas de sus grandes pasiones, conviven todas ellas en una danza complementaria.


Futuro y La Juventud Marroquí María de los Ángeles Méndez Roso New York, New York.

Desde que Marruecos fue anunciado como sede del XIII Encuentro Internacional de Escritoras 2018, aquella tarde calurosa durante el XII Encuentro Internacional de Escritoras 2016 en la ciudad de Miami, FL, tuve la certeza de que el mínimo contacto con la cultura marroquí significaría una experiencia de gran enriquecimiento cultural. Tuve la dicha de ser aceptada en el congreso y mis expectativas sobre el país fueron simplemente superadas. Al participar en la mesa redonda “Fuera de lugar, la mujer inmigrante”, tuve la oportunidad de presentar el tema sobre los “desafíos, temores y logros de la mujer inmigrante”. Tópico que fue acogido por los organizadores y agradecido por la audiencia. El occidente plagado de opiniones -muchas veces predispuestas a los defectos de este hermoso rincón árabe, - ajenas a la realidad de las virtudes marroquíes, sus costumbres, sus tesoros cultural e histórico, pierde oportunidad de experimentar este enriquecimiento cultural. Al desplazarnos por diferentes ciudades pudimos saborear de la elegancia y exquisiteces culinarias de diversas localidades. La calidez de Tetuán es inolvidable, la hospitalidad de Larache es incomparable, la elegancia de Rabat es cautivadora, el dinamismo de Chechaouen es contagioso. ¿Qué decir de la alegría de M’diq? Simplemente imperdible.


Exploré por las calles coloridas de Larache [balcón del Atlántico], me dejé acariciar por el conquistador Mediterráneo. Un pueblo, como los otros de Marruecos, lleno de historia. Sus calles angostas, donde convergen miles de sueños y se desvanecen otros miles de ilusiones. En estas calles me deleité con la risa plena de los niños jugando libremente sin preocupación por la falta del Wi-Fi. Mujeres enamoradas caminando tras su hombre, con seguridad saben que su hogar está con él. Llegué, mano a mano de la curiosidad, a Casablanca, escuchando el cantar del temible Atlántico. Me embrujó su Medina, me encantaron sus aceites y sus especias, también el contraste de lo occidental en este ambiente místico del Islam. La brusquedad de sus hombres, y la virilidad perdonando esa rudeza. ¡Oh Marruecos, país que enamora, cautiva y castiga!

Pero, y esos jóvenes hambrientos de progreso. ¿Y esos corazones puros y sedientos de aventuras? Podrá la sola cultura marroquí satisfacerlos, ¿o hemos de tener fronteras más abiertas, y ser sociedades más inclusivas?

María de los Ángeles Méndez Roso, poeta, escritora y conferencista dominicana radicada en Nueva York. En sus trabajos pueden incluirse Mente y Alma, colección de poemas, 2015. La otra cara de la moneda, novela romántica, 2018.


Jardín de sueños Laura Hernández Muñoz Jalisco, México

De niña sembré un jardín de sueños. En él habitaron flores, pájaros, mariposas y libélulas. Los colibríes venían a libar de las dulces corolas. Todo era perfecto; como ellos, yo era libre. Un día mi cuerpo cambió y el color de mis mejillas se pintó de rubor, era diferente. El jardín siguió su vida y yo encerré en poemas la realidad. El amor creó tormentas y huracanes en el corazón, que no entendía por qué tanto desconcierto. —Te has hecho mujer –decían–, pagarás un precio—. ¿Qué es ser mujer? Mirando hacia el camino recorrido me doy cuenta de que aún no he podido comprender el secreto de esa palabra. Es como si quisiera poner en un punto fijo los colores de un caleidoscopio. Es imposible; siempre cambian, se mueven de lugar, nunca son los mismos. ¿Así es la mujer? Tan amada y tan combatida. Rehén de la historia y pieza de trueque. Fuente de amor y temor; incomprendida por el hombre, que se rinde ante el poder de su inteligencia y seducción. Vientre de luna llena que pare estrellas. Manos sanadoras, fuertes para


el trabajo y para el placer. Mujer que aprende a reconocerse en el espejo del lago, del río, y en el otro; que mira con ojos absortos el misterio del nacimiento y el de la muerte. Ella, esa mujer de hoy, está aprendiendo a caminar sin amarras ni lastres; ha aprendido a decir: yo soy, y en dos palabras encierra la verdad de su existencia provocando una reacción en su universo. Ella, la débil, la poseída, la pertenencia, aprende voces nuevas; ya no será nombrada la mujer de… Ella se ha descubierto y sabe que existe, que tiene derecho a ser respetada, a amar y ser amada, a elegir un camino libre de estigmas y dogmas impuestos por la sociedad patriarcal que, durante miles de años, la culpabilizaron de los males del mundo. Ahora, como parte de esa mujer que recupera su esencia, y reconciliada con mi historia, puedo regresar al jardín donde sembré mis primeros sueños para culminar lo que ahí decreté: soy libre.

Laura Hernández Muñoz, Poeta, historiadora, ensayista, dramaturga y narradora. Autora de 22 libros. Medalla de oro en el certamen de poesía de la WWCP, India 2007. Premio de teatro Miguel Marón (1975). Premio Escriduende, Sial Pigmalión España 2015. Su obra ha sido publicada en numerosas revistas, antologías, y libros internacionales, además de ser traducida al inglés, francés, árabe, farsi, italiano, japonés, griego y rumano.


Lo que guarda su sombra Clara del Carmen Guillén México Ella pule los pisos del hammam canta una loa, que se eleva con mayor libertad que su mirada Pero nadie la escucha, está prohibido el canto Ella busca afanosa lo que guarda su sombra y lo libera Ella trae los sueños controlados Su dolor controlado Ella trae consigo un camino de sueños Y abre al mundo su voz, que se hace huella.


En la medina de Tetuán

¿Cómo describo el rostro de la mujer sentada en el quicio de una puerta en la medina de Tetuán? En este laberinto de voces que no me dan repuesta ella extiende su duelo como una alfombra de oración. Inclina la cabeza, sumerge su dolor y calla. Así cuenta su historia en el poema. Y la oración arrasa sus temores pero no la defiende de los golpes que cubre con un velo de impotencia.

Clara del Carmen Guillén. Comitán, Chiapas, México. Obra: Bajo el peldaño, Nocturno para Despertar Desvelos, Disfraz de los secretos, Canción de cuna para mecer un duelo (poesía); La puerta vedada, (12 cuentos); Raíz de sol, la duda de Melesmeles, Cascatiempo y sus vecinos, La casita de Lulio, el cangrejo, La palabra merodea (libro y disco con canciones infantiles). Ha obtenido premios de poesía y narrativa y participado en Festivales y Ferias del Libro internacionales


Sucedió en cualquier pueblo…ciudad Ruth Pérez Aguirre México La joven abre los ojos con dificultad, a medias; le duelen, los tiene inflamados a causa de los golpes que intentó evadir y no pudo. La luz de la mañana, aún tenue, le lastima. Quería pensar que despertaba de una pesadilla, pero sabía que no era así. Recordó que iba a encontrarse con una amiga en la puerta de un cine, una compañera de clases, de 18 años, igual que ella. Caminaba por la acera con premura. No vio venir un vehículo porque iba en sentido contrario a ella; se detuvo a su lado. Un tipo gritó algo, ella miró a los lados dispuesta a echarse a correr, pero en segundos se encontró adentro con tres hombres. Uno de ellos la sujetó con fuerza, otro le tapó la nariz y boca con un paño impregnado en algo que la hizo caer de inmediato en la inconsciencia. Un nuevo día comenzaba. Para muchos sería uno igual al anterior y a tantos otros, no para ella; ignoraba si estaba viva o muerta. Su cuerpo desnudo sentía frío y tiritaba. El cabello, impregnado de orines, su piel estaba ya seca pero el líquido se había infiltrado en sus heridas y le ardían. Los segundos en que tres voces masculinas le arrancaron la ropa apenas si los recordaba. Su mente iba y volvía de un abismo profundo causado por desmayos y golpes en la cabeza. ¡Mejor hubiera muerto!,


decía. Porque la carnicería que hicieron dentro y fuera de su inerme naturaleza humana le dejaría una huella imborrable, si quedaba viva. En la oscuridad, sobre la hierba, no pudo distinguir si eran tres monstruos o sólo tres bestias. A cada grito suyo le volteaban la cara de una patada dada con saña. Sus huesos tronaban en la boca, en las costillas, en piernas, brazos, manos… sus ojos se cerraban cada vez que perdía el conocimiento. ¡Mejor hubiera muerto!, gritaba su alma mientras la desgarraban por dentro. Amanecía, abrió los ojos y se dio cuenta que su cuerpo aún estaba vivo, su alma había muerto aquella noche… “Mami, papi…cuánto dolor siento que me vean así, como piltrafa; me duele causarles esta pena; yo no hice nada para provocarlo… ojalá pueda decírselos de frente y confíen en mí, antes que digan lo contrario las estadísticas; no se avergüencen cuando salga en los periódicos como “una más” ultrajada.” “Dios mío, quiero irme a casa y al menos morir allá, pero no puedo levantarme, mi cuerpo no responde, ¡llévame con mis padres, te lo suplico…!” Tres días después de haber desaparecido, la joven fue encontrada muerta en un paraje baldío.

Ruth Pérez Aguirre, Yucatán, México. Escribe los géneros de novela, cuento, poesía, literatura infantil. Traductora de italiano. Tiene 28 obras publicadas. Invitada a participar en noventa y ocho antologías en diversos países. Editora de Ediciones htuRquesa Cartonera. Premios por Trayectoria, Menciones de Honor y finalista en varios premios literarios. Miembro del XIII EIDE en Marruecos.


Tal vez me creyeran Corina Rueda Borrero Panamá

“Hermana, yo sí te creo”

Para que las voces de las víctimas de violencia sexual no sigan calladas por este sistema de mierda.

Nunca entenderás que mi cuerpo era un cuarto cerrado, jamás escuchaste los “no” que pronuncié con insistencia o que mi voz se apagaba mientras rasgabas mi blusa y mi espíritu recorría esqueletos entre flores marchitas.

Cada uno de mis espacios está atosigado, me restriego para expulsar las escamas de tus restos y este hedor a vergüenza que no desaparece y descansa sobre mí como años envejecidos en los oráculos de un parte donde me veo en mayúscula cerrada sin que la intimidad me pertenezca.

Tal vez, la muerte hubiese sido mejor aliada, el delirio estaría marcado en la habitación roja


y no tendría que dar explicaciones en un juzgado que me exhibe como otra cifra sin paradero.

¿Y si mi vida valiese? Si fuese un coche robado una cuenta bancaria Mi vida no sería ceremonia de limosnas, Tal vez me creyera Y crecerían de mi cuerpo desbaratado Ramas verdes exprimiendo olivos.

Ahora, nada se me es permitido, mi apellido es la renuncia de todos los estragos, hay minotauros que me persiguen y tu voz aún se desliza por la noche como una pesadilla que me cose golpes en seco gangrena mi vientre y no quiere saber de otros nombres por el recuerdo.

Si aunque sea hoy, un pedazo de mí aún guardara la sangre que de mí derramaste al entrar a la fuerza, o los restos de tu piel entre mis uñas mientras peleaba, o los crujidos de mis gritos atorados en mi pecho, si no hubiese querido arrancarme la vida después de esa noche, si no hubiese querido inmolar mi alma, tal vez, hoy, me creyeran.


Corina Rueda Borrero, abogada, escritora y activista por los derechos humanos. Ganadora del Premio Nacional de Poesía “Gustavo Batista Cedeño. Premio Internacional de poesía Jovellanos a “El mejor poema del mundo”, España, y ganadora del Premio de Poesía Juvenil “Espejo de papel”, Perú. Columnista de la revista centroamericana (Casi) Literal.


Humanidad América Beatríz Polanco Díaz Perú

Los

tiempos

actuales

son

de

revaloración

de

la

MUJER,

del

redescubrimiento de su verdadero y real valor, en el aspecto civil: el de sus derechos y en el moral: su esencia. Vemos a la MUJER de hoy empoderada en su derecho

a su

dignidad,

representando

humanidad que es de todos: hombres y mujeres.

a

la

La vocación de la

mujer se viene cumpliendo a plenitud y ha llegado la hora en que tiene una poderosa influencia, un poder jamás alcanzado hasta ahora en todos los campos políticos, sociales y del saber. Es la mujer la que está logrando que la humanidad no decaiga más. La única verdad, la única realidad personal es que la MUJER es la única representante y arquetipo del género humano, es decir representa a la humanidad.

DESHUMANIZACIÓN Los corazones de todas las mujeres y de sus hijos denunciamos, clamamos justicia humana y divina para aquellas mujeres que han sangrado junto a la luna roja de sangre de enero y que desaparecieron con ella y que siguen desapareciendo cada día.


¿Estamos acaso perdiendo la esencia humana del amor? ¿No es el significado y propósito de la vida el amor? Detengamos las manos de los hombres que, en este momento, de desamor de deshumanización, están destruyendo la civilización en las mujeres de nuestro país y del mundo entero, a quienes por siempre se les ha confiado ser la dadora de vida, la reconciliación de los hombres con la vida, y a salvar la paz del mundo.

América Beatríz Polanco es Magister en Educación Superior y escritora peruana-americana. Libros de investigación universitaria, ensayos, artículos, poemas y relatos biográficos de mujeres famosas. Embajadora del Círculo Universal de la Paz Francia-Suiza, Embajadora Cultural de AIPEH Asociación de poetas y escritores hispanos, Florida USA y Embajadora Cultural Artepax-Asorbaex de la red Mujeres y Hombres Girasol, Madrid España.


Dígaselo usted Haydée Zayas-Ramos Puerto Rico

—¡Aguanta, aguanta! ¡No pujes todavía! —ordenó la enfermera. Era el primer parto que asistía y tenía miedo de que la parturienta le escupiera el bebé en los brazos estando sola. Lo que no sabía es que Diana contaba los meses, las semanas, los días y, ahora, los segundos para parir desde que quedó encinta. El dolor le partía la espalda, la dejaba sin aire; le recordaba la puñalada en el costado. Los deseos de ver al niño y saber si se parecía a él le daban algo de fuerzas. Llevaba ocho horas de parto; cinco en el hospital, más las tres que aguantó los dolores en la casa, hasta que rompió fuente. Dejó el charco en la sala, mientras su mamá oraba, para que el espíritu divino tocara su corazón. Su papá la montó a toda prisa en el carro. La mamá se subió al asiento trasero de un salto, sabía que, por la urgencia, su marido era capaz de dejarla. —El bulto, papi. Falta traer el bulto con mis cosas —susurró Diana, retorciéndose en el asiento.


De toda la vida, siempre que se ponía nerviosa se quedaba muda. Si hubiera sido capaz de gritar esa tarde, la historia sería otra. —El bulto, claro, el bulto —repitió él con una risita aniñada. Recordó cuando hizo un viaje similar, en el Impala amarillo, el día que fue a nacer Diana. Era otro susto, era otra la sensación en el estómago, era otro el sentimiento. El médico llegó a cortar el cordón umbilical. Al siguiente dolor con pujos, ella lo expulsó de su cuerpo con todas sus ganas. Lloró de alivio. Suspiró varias veces. Miraba fijamente una pared, cuando se lo pusieron en el pecho. Le sorprendió lo caliente que estaba. El bebé ya no lloraba. De hecho, lloró muy poco al nacer y cuando lo estaban limpiando, ni se quejó. Tal parecía que no quería ser una molestia para nadie. Diana lo miró; era cachetón. Levantó los brazos y comenzó a tocarlo. Lo observó por largo rato. Buscó, de verdad buscó en su alma. Trató de definir la maraña de emociones que bullían dentro de ella. Hubiera querido que fueran sentimientos maternales. Pensó en la primera vez que lo sintió moverse en su vientre y no se lo dijo a nadie. —Por favor, lléveselo —sentenció pausadamente. La Trabajadora Social de la agencia de adopción asintió y le hizo un gesto de comprensión. Cuando la mujer tomó al bebé, él miró a Diana directo a los ojos. A todos se les antojó sobrenatural, un reclamo, una súplica.


Diana abrió la boca, como si fuera a decir algo, pero se quedó callada. Así mismo firmó los papeles que la desligaban del niño. —Ya está completado el proceso. Le voy a mostrar el bebé a tus padres, como acordamos —le informó la Trabajadora Social. —Hable usted con ellos. Dígales que lo siento, que traté, pero no puedo, no puedo, no puedo. Me resulta imposible criar a un hijo que para mí es la viva imagen del hombre que me violó.

Haydeé Zayas-Ramos. Puerto Rico. Escritora y promotora de lectura, escritura y de la artesanía del libro. Publicó una novela juvenil, un poemario infantil, una novela corta y siete libros de cuentos. Colaboró con la Universidad de Chicago para un programa de lectura STEP. Ha ofrecido talleres, conferencias y actividades para promover la lectura en Estados Unidos, Bahamas, España y Puerto Rico. Fundadora de Vivo del cuento, proyecto para comunidades en desventaja.


No sería lo mismo Jeannette Cabrera Mollineri Puerto Rico Mi vida no sería la misma si no hubiera tenido ciertas experiencias contigo: haberme escapado de noche para encontrarme contigo, haberte cantado poesía en el silencio del amor prohibido haber sentido tu olor en mi lecho como sudario santo, tesoro escondido; haber encontrado la cúspide de planetas desconocidos, haberte tenido encendido de pasión y lujuria y recogerte en mis brazos, casi muerto, rendido; haberme convertido en pan, perfume confesionario y látigo de castigo, haber sido mujer diosa cada vez que volvíamos a estar juntos. No, no sería lo mismo mi vida si no te hubiera conocido.


Separados

Parece mentira, pero si, hubo muchos años en que no estuvimos juntos, y nos olvidamos uno del otro, tú fuiste de otra mujer y yo fui de otro y olvidamos nuestros nombres como si ayer no hubiera existido. Aprendimos a caminar solos, tu por un lado de la acera yo por el otro olvidándonos de que moríamos, tu sin mis besos, yo sin los tuyos respirando un aire extraño que hacíamos propio, subsistiendo nuestra soledad con disimulo. Y vivimos miles de vidas, solos, desayunando acompañados, como cualquier otro lunes de cualquier primavera, con nuestros nombres grabados dentro de nuestros ojos.

Jeannette Cabrera-Molinelli. San Juan, Puerto Rico. Publicó tres libros de cuentos y tres de poesía, los que también han sido publicados en antologías. Fundó el grupo literario Tejedoras de Cuentos. Maneja y coordina el proyecto La Ruta del Cuento. Fundó Artistas de la Palabra, para divulgar la poesía por toda la isla. Participó en el XII Encuentro Internacional de Escritoras (Miami, 2016) y el XIII Encuentro Internacional de Escritoras (Marruecos, 2018)). Recibió la medalla El Sol de Oro en el Primer Encuentro Internacional de Poetas en Chosica, Perú (2017). Socia de la Sociedad Liberoamericana de Escritores y de la organización Poetas del Mundo (2016). Invitada a actividades literarias en México, Uruguay, Perú, Argentina, Chile y Ecuador.


Muerte en Vida A todos los niños víctimas de abuso por el nunca más

María Juliana Villafañe Puerto Rico

Caminé el sendero de estatuas nichos tumbas lóbregas hacia el lugar donde estaban todos reunidos el padre de la prima había fallecido palabras de duelo duelo resentido sonaron las campanas del recuerdo. Había cumplido nueve años en aquel verano que pasábamos en la finca de los tíos montábamos a caballo nadábamos en el río observábamos como secaban el café en grandes canchas de cemento correteábamos detrás de las gallinas los cerdos todo animal que se pusiera en el camino éramos felices.


Desperté asustada de un profundo sueño en aquella antigua cama de grandes pilares donde no me dormí él estaba de pie a mi lado yo, desnuda temblaba él pasaba por mi barriga una parte de él que yo desconocía comencé a llorar no llores me decía te va a gustar algo en mí se rompió ese cordón invisible de la niñez se partió en mil pedazos. Otra voz me llamaba me preguntaba si estaba bien quise gritar el miedo ahogó mi voz.

Sí, está bien tuvo una pesadilla y me la traje para acá respondía él con voz dulce y paternal.

Era Isabelita que con sus quince años bien sabía que eso no era verdad. Me lancé de la cama como una bala perdida acomodé mi ropa de dormir


Isabelita hablaba a través de la puerta decía que me llevaría a la habitación donde estaba mi hermana que con sus once años aún dormía al final para eso ella se había quedado para cuidarnos mientras la tía iba de compras a la ciudad ese fin de semana. Antes de abrir la puerta él me detuvo tenía un revólver en la mano lo puso en mi sien sentí el susurro en mi oído que decía si dices algo a alguien te mato palabras ahogadas inmenso el precio a pagar.

Golpea este momento lo llevan ya viejo a la tumba lloro por la niña que despertó cruelmente a una dura realidad que atormentó el recuerdo. Entonces sentí unos brazos envolverme. Era mi hermana, que llorando me abrazaba y con voz temblorosa me decía Ese hombre nunca más nos podrá hacer daño.


María Juliana Villafañe, poeta, narradora, guionista, dramaturga y compositora de música popular. Ha publicado los poemarios Dimensiones en el amor (Ramallo Brothers Publications, Puerto Rico, 1992), galardonado en Nueva York con el Premio “Palma Julia de Burgos”, Entre Dimensiones (Editorial Isla Negra, Puerto Rico, 2002), el cuento juvenil Aurora y sus Viajes Intergalácticos (Planeta, 2003) y Volar Sin Alas (Ediciones Baquiana 2012).


Patricia Guzmán y sus Anónimas Mairym Cruz-Bernal Puerto Rico

En el marco del XIII Encuentro Internacional de Escritoras en honor a Fátima Mernissi y en el reinado de Marruecos, y como evento inaugural, se presentó una exposición de pintura de rostros de mujeres titulado: Anónimas. La artista nacida en Colombia en 1956, es la creadora de tan interesante acontecimiento. Una mujer pequeña grita al mundo con una voz poderosa y de colores, su modo de sacar del anonimato a tantos rostros con la mueca del espanto, otros con la curiosidad de encontrarse vivas en un mundo de códigos desconocidos. Caminé junto a Patricia el largo camino de callejuelas y avenidas que nos conducirían al Palacio de Bellas Artes de Tetuán, ciudad que inauguraba el Encuentro. Como era de adivinar cuando dos mujeres curiosas y parlanchinas se juntan, nos perdimos. La nobleza de tres jóvenes árabes con apariencia nebulosa pero gentiles hasta más no poder, nos caminaron paso a paso por aquellas calles lluviosas. Yo acompañaba a Patricia a desmontar su exhibición que había servido de protagonista a la Gran Apertura que había tenido lugar algunas noches anteriores. Dios los cría y ellos se juntan… reza el decir. Pues fue así como nuestras curiosidades, sentidos del vacío existencial, y esas cosas tan humanas como cierta soledad y hambre lo que nos juntaron unos días mientras Patricia permaneció en Marruecos. Con ella tomé algunas copas de vino la noche de mi cumpleaños en El Reducto, único lugar en cuadras que se podía beber alcohol. No se bebe en Marruecos, excepto en algunos hoteles o clubes privados que luego también visité. Conocer a esta singular mujer fue una de las experiencias más enriquecedoras que tuve. Ambas enfermas de soledad, rebeldes de incomprensión, como dice la canción, nos juntamos con largas pláticas


hasta llegar a noches sudorosas donde dos mujeres caminan por las calles de Tetuán y no pasa nada. Aquella noche vimos a la dueña de El Reducto, una despampanante mujer de Las Canarias, salir de su trabajo con una capa roja y sombrero de felpa también rojo. Tuve un Déjà vu que me trasladó a París, a un año muy atrás donde aún no había nacido. ¿Podemos recordar lo que no vivimos? No sé cómo, días más tarde en otra hermosa ciudad de Marruecos, hambrientas y con frío, Patricia y yo nos encontrábamos en un liceo para dar talleres de escritura y arte. Eso nos sucedió varias veces. Pero Patricia, más diestra en la palabra que yo, siempre tenía la respuesta adecuada para aquellos estudiantes marroquíes que nos miraban con asombro e inquietud. También las niñas estaban boquiabiertas. A ellas las hicimos levantar y le preguntamos, que si tuvieran un micrófono en la boca, qué le dirían al mundo. Patricia Suárez, heredera de un español limpio en su pronunciación, tierra del Premio Nobel, el magnífico Gabriel García Márquez, hace orgullo de quien es, mas su concepción del mundo es más allá de su tierra y de algún Dios. Decidí aquella tarde cuando al fin llegamos al Palacio de Bellas Artes y que vimos a una mujer con Burka negra y guantes negros caminar como un celaje frente a nosotras, entrevistar a Patricia y ofrendarla al mundo desde su propia voz. Cuán imposible es escribir tantas verdades y/o la voz del otro sin contaminarla con la propia voz que es meramente un espejo. Así fue que tomé un largo video de sus pinturas y de su voz, le hice preguntas, me respondía con voz líquida, inquieta, risueña, esperanzadora. Con ella y en ella, la mujer no es invisible. Aquí lo dejo. Patricia y yo nunca nos pudimos despedir. Ella se encaminaba a Copenhagen y luego a otros países de la Escandinavia donde para la primavera tendrá una exposición de su pintura. Mujeres así nos visten con su mirada poderosa, nos dan luz y abrazos y un poco también he de decir, nos hacen sentir menos solas. Agradecida a la vida y a aquellos días con ella en mi visita a Marruecos.


Mesalina de Foligno o la pecadora quién es esta mujer cabizbaja cabellos en hilachas sin cadenas de oro ni ojos que indagan el sentido de las cosas labio inferior besando su propio labio ojos blancos en éxtasis invertidos sola de escenario y de telones cuello tenso detrás la noche quién es ella que siente baile en sus oídos que busca brazo en sus manos amputadas cabellos de soga mas no la soga de la ahorcada cabeza erguida de medio lado cansada de sus sueños apóstata perdida de su historia y de sus bienes es ahora otro paisaje a punto de abrir los ojos y cantar -puede ser tan fuerte el dramalo ha dicho todo des-velada, sin burka posible quién es ella que no conoce pan en este viernes santo sedas rasgan sus pechos de leche rosa estrangulada en su matriz quién soy tantas veces multiplicada en mis hermanas ojos tras el manto con rejilla que me esconde coja de tartamudez aislada con la seda azul como marisma


alisaré mi cabello con el peine sin dientes antes de buscar mi silueta en otras manos perdón por haber nacido infiel y no querer confesar mi apostasía soy noches cansadas que bostezan mientras baja el telón del día

Mairym Cruz-Bernal, Puerto Rico, 1963. Poeta, editora, columnista y ensayista con más de 17 obras publicadas. Sus poemas han sido traducidos al macedonio, árabe, croata, eslovenio, italiano, portugués, inglés, alemán, francés, polaco y mandarín. Sostiene alianzas de amistad con el Círculo de Escritores de Venezuela, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Sociedad de Escritores de Chile (SECH). Es integrante del Congreso Internacional de Poetas del Caribe: Unidos por la paz (Barranquilla, Colombia). Es la Presidenta Internacional de los Encuentros de Escritoras itinerantes por América, España y África del Norte. Mairym Cruz-Bernal vive en San Juan, Puerto Rico.


Flor del desierto A: Soraya Manutchehri Iris violeta Pujols. Puerto Rico Ni una palabra, ni un quejido solo lágrimas surcaron tu rostro siendo el grito agazapado al quedarte sin aliento. Tú sangre rodó como río en el suelo confundiéndose con la arena de un mar árido. Remontaste vuelo en el viento a cada rincón del universo donde tu historia llegó. Nadie levantó una mano en tu defensa. Dolía más la mirada inocente de sus hijos que las piedras arrojadas por los detractores Señalada con desprecio pudo más la ambición que la razón. Pero tu fuerza,


tu temple, tu verdad no fue acallada. Hoy llegaste a mi puerta soy tu voz Para decir tu verdad Y germine la justicia como la Flor del desierto que eres tú, Soraya.

Iris Violeta Pujols. Puerto Rico. Poesía y cuento. Pertenece a la Junta del Festival Internacional de Poesía de Puerto Rico. Ha participado en Encuentros Internacionales de Literatura en Portugal, Nicaragua, El Salvador, Ecuador, Honduras, México, Argentina, Chile, Cuba, Chicago y en la Academia Hispana de la Universidad de Fordham, Nueva York. Su trabajo poético se ha publicado en 18 antologías, revistas y periódicos. Varios libros publicados.


Poema para mi niña sabia Ángela M. Valentín Rodríguez Puerto Rico Para Ana Teresa

Tú y yo caminamos tantos caminos manos entrelazadas juntas, siempre juntas… ¿soy yo quien te toma de la mano o eres tú quien sostiene la mía? Niña de 6 años al mirarte grande, hermosa y fuerte soy yo la que quiere ser como tú cuando empequeñezca, soy yo la que aspira a volver a mirar con esos ojos tuyos tan tuyos y tan limpios, soy yo quien conjura para cruzar contigo la línea de lo posible alcanzar lo infinito que cuelga deliciosamente de tus deditos manchados de creyón y helado, soy yo la que ansía


perdonar y volver a jugar sin rencores sin temores sin competencias lanzarme por la chorrera de luz del patio y pensar que sí, que vuelo y que esto, solo esto me basta: saber que hay una niña que me toma de la mano fuertemente para olvidar las penas diarias cuando me besa el rostro dejándomelo pegajoso a dulces y a la maravilla de eso que llaman amor… No quise crecer pero el tiempo, traicionero, me ha hecho olvidar de poco en poco cómo ser feliz. Devuélveme la clave, mi Princesita, hazme recordar la llave de los amaneceres, la ternura, las rosas, el vuelo, las lágrimas, el salitre y el rocío, devuélvemela mientras caminamos juntas y me sostienes tú la mano.


Ángela M. Valentín Rodríguez, Puerto Rico. Master en Estudios Hispánicos, Doctorado en Literatura en Puerto Rico y el Caribe. Ha publicado algunas obras, también en revistas y antologías. Es parte de la Junta Editorial de la Revista Digital del Departamento de Estudios Hispánicos del Recinto de Mayagüez de la universidad de Puerto Rico. Coordina la Secuencia de Estudios Literarios y Culturales de las Mujeres y el Género.


La migra Valentina Viettro Uruguay

Ella entró para explicarme que el sábado iba a dejar el piso de la producción brillante, que la encargada le pedía más pero que ella era nueva y no podía volver a blanco lo que hace tanto estaba gris. Creo que esa fue la segunda vez que la escuchaba, ya la había visto cruzar los pasillos del canal sin levantar la mirada. Los diarios decían que venían a prostituirse, yo me perdía en su canto y en la duda…

Toca la puerta para entrar y no lo hace hasta que doy el sí, habla de un piso que en su imaginario es mío, “el sábado se lo dejo como nuevo”. Pienso

que

tanto

respeto

es

innecesario,

aprendido

desde

el

sometimiento con olor a denigración. Pide permiso, “como Perico por su casa”, le contesto. Pero ella sigue cabizbaja con la mano en el picaporte esperando una señal más clara.

Están de paso, vienen y se van, no lo soportan, les gritan, las maltratan, las echan. Ganan como jornaleras, pero las horas no terminan y el jornal se hace largo pero la paga no.


Un miércoles le pregunté a una “¿de dónde sos?”, como si las personas estuvieran atadas a un punto geográfico, a la lágrima roja en el Google Maps. —De Santo Domingo —contestó orgullosa, echando luz, como despertando de ese estado automático de lava y encera, lava y encera. —Qué bueno que viniste —le dije torpe de mí sin saber cómo justificar mi excesiva simpatía. Mi comentario encerraba la necesidad de curtirse que tiene mi pueblo, de salir de la chatura, de agilizar ese reloj atrasado, de renovar las comidas, los olores y los ritmos. Ella contestó con un suspiro que la llenó de coraje para conversar, no sin antes mirar para los costados para que nadie note que pierde el tiempo. —Quiero volver a mi casa, sufro mucho. —respondió apagando su canto caribeño—. Acá todo es dinero, mucho caminar, apretarse en el bus, mojarse y comer pasta. ¡Siempre pasta! Y la salud...tampoco es tan barata. Supe que extrañaba los mercados, la simpatía, las frutas frescas a la altura de la mano y el sol, ese que yo creía que era siempre el mismo. —En el mercado de mi pueblo me llevaba las bolsas, decía abriendo los brazos. Las verduras de la sopa se regalan y el clima...volvió a suspirar. La vi salir del pasillo con sus kilométricas caderas meciéndose de lado a lado, amasando sus piernas mientras se quejaba de la humedad. Era tan gorda que los botones de su túnica uniforme le marcaban una pausa entre un rollo y otro.


Pensé en mis amigas colombianas, venezolanas, de todos lados...En cómo el mundo nos debía un pase libre al mestizaje, un ir y venir sin tropezar. En cómo las fronteras, la política y la plata marcaban nuestro destino cuál ganado, condenados a un corral o en su defecto, a cargar el peso de dejarlo. Pero pensé, sobre todo, en la angustia que provocaba mi intento de humanidad, maldita la hora en que una curiosa burguesa la hizo detenerse y añorar.

Cuando me fui, limpiaba el estudio donde el cura graba la Santa Misa de cada domingo, sola enceraba de un lado a otro con los auriculares puestos a prueba de charlas.

Valentina Viettro (1982 - UY). Publicó “Camino a la mentira”, obra de poesía y fotos y “Sexualidades Monstruas”, una antología de cuentos eróticos ilustrados por Fermín Hontou “Ombú”. Integró diversas antologías, revistas y periódicos. Nació en Montevideo, pasó parte de su vida en Salto, emigró a París y en la actualidad se define nómade teniendo a Marsella como uno de sus puertos más estables.


ÍNDICE 1.- La narrativa femenina. Amel Bachiri. Argelia. Español y árabe. 2.- A la mujer originaria. María Amelia Dinova Castro. Argentina. 3.- (dos poemas sin títulos). Pep Pepió. Argentina. 4.- Sororidad. Marisa Aragón Willner. Argentina. 5.- La caja de los lápices. Perla Bajder Argentina. 6.- Renacer en Marruecos. Beatriz Valerio + Argentina. 7.- La estación correcta. Andrea Fontan. Argentina. 8.- Abusad(e)s. Mónica Muñoz. Argentina 9.- Milenio Marruecos. Erna Aros Pensa. Chile 10.- Volver a Marruecos. Lilia Gutiérrez Riveros. Colombia. 11.- Ori Ansbacher. Bella Clara Ventura. Colombia 12.- Duelos. Sonidos en la luz. Luz Mary Giraldo. Colombia 13.- Silencio y humo. Isabel Hualde. España 14.- Pasajera del sol. María Sangüenza García. España 15.- Las aristas de su cuerpo. Celia Vázquez. España 16.- Relato y poemas. Bouchrail Echchaoui. España 17.- Tiempo de piel. Teresa Ramos Rabasa. España 18.- Futuro y La juventud marroquí. María de los Ángeles Méndez Roso. Estados Unidos 19.- Jardín de sueños. Laura Hernández. México


20.- En la medina de Tetuán. Clara del Carmen Guillén. México 21.- Ocurrió en cualquier pueblo o ciudad… Ruth Pérez Aguirre México. 22.- Tal vez me creyeran. Corina Rueda Borrero. Panamá. 23.- Relatos biográficos para niños. América Polanco. Perú. 24.- Dígaselo usted. Haydee Zayas-Ramos. Puerto Rico. 25.- No sería lo mismo. Separados. Jeannette Cabrera Mollineri. P. Rico. 26.- Muerte en vida. Ma. Juliana Villafañe. Puerto Rico. 27.- Patricia Guzmán y sus Anónimas. Mesalina de Foligno o la pecadora. Mairym Cruz-Bernal. Puerto Rico. 28.- Flor del desierto. Iris Voleta Pujols. Puerto Rico. 29.- Poema para mi niña sabia. Ángela M. Valentin Rodríguez. P. Rico. 30.-Valentina Viettro. La migra. Uruguay.


Mujeres que NO callan Marruecos se editó en forma digital para ser distribuida a todas las escritoras que componen la antología y para las personas que la soliciten. Compilación y edición de Ruth Pérez Aguirre, en Villahermosa, Tabasco, Mexico, en el taller de Ediciones htuRquesa Cartonera, en febrero 2021.


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