Noche poética. FdPV II. Junio 18, 2015

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NOCHE POÉTICA

PROGRAMA 1.- Presentación por la poeta Amparo Romero Vásquez. Presidenta de la Fundación 2.- Himnos: Nacional y del Valle del Cauca 3.- Lectura de poemas por los poetas invitados 4.- Diálogos entre los poetas y con los asistentes sobre sus relaciones con el mar u otro tema de las lecturas. 5.- Tertulia y copa de vino. Estas MEMORIAS se publicación como un complemento al NTC … CUBRIMIENTO de la “Noche” http://fdpv.blogspot.com/2015_06_18_archive.html


Amparo Romero Vásquez, Presidenta de la Fundación

La mesa Gabriel Ruiz Arbeláez , Ciro Edgardo Cortés, Armando Ibarra Racines y Rafael Escobar De Andreis


Esa sílaba que era el mundo Por Amparo Romero Vásquez Tengo un mundo de amigos dentro de mí. Fernando Pessoa

Mirar a través de las palabras, observar mientras hay hilos que le dan forma a cada paso, sentir que el otro se esfuma en las paredes llenas de objetos, que los cercos se rompen para que un astro se aposente donde no existe ningún punto que pueda ser el límite. Se escribe y hay una voracidad que obliga a soltar amarras, a ser la gota de sudor que se desprende del cielo raso, la gota de sudor que cae y abre un agujero enorme como un paréntesis. ¿Cómo esclarecer si la palabra es un vacío, o si es honda o si la palabra como ritual del silencio es el umbral donde termina el sueño? Cada vez que se escribe cada quien se juega su túnica, quema su entraña. Quizás se escriba con la intención de no perder el alma y el alma muy seguramente se pierde en la noche que crece en lo inagotable de la página. Pessoa decía: que hay venenos necesarios -que escribir significa extraviarse- el no regreso. Esa niebla que se devora los árboles tocará mis pies en este descifrar el rumbo de los tres barcos que se desvían y se encuentran en esa interrogación de la que hablaba Fernando Pessoa. Se intenta regresar, reconocer una piel, el olor de un cardumen, el exilio como la presencia de un parpadeo, como ese juego que descubre que está prohibido sonreír, inventarse una espora, una habitación llena de pájaros disecados y


lagartijas de ojos brillantes. Una habitación llena de niños que ni en el vientre de sus madres tienen agua pura para lavar sus manos que vienen marcadas por el residuo de las bombas. Una brújula: cada cuerpo y cada barco. Retorno al punto de partida. Desde la creación nada calla, nada descansa, nada es tan simple como una brújula y sin embargo la brújula anticipa el gran misterio, lo balsámico que es el asombro. Señala el rumbo de las olas, ese incendio que desciende entre un alud de piedra y de ceniza. Centellea el sol a medianoche, el día se hace una tormenta y la negrura de la guerra: ajenjo que habita lo perpetuo. Nadie vela la tristeza de las canoas que bajan por el río. No se conoce la ternura, sólo ladridos espantando los rezos. Alguien dice que todo se convierte en una simpleza, que regresamos de la infancia y ya no somos los bellos durmientes, no somos las bocas que crearon esa sílaba que era el mundo, tampoco las manos que tocaron el mar y se hicieron el corazón de los peces, barcas que eran labios, quillas solitarias bajo la voz del agua. Ahora en el vacío nos hundimos, somos una danza roja, seres que buscan el yodo, la sal de la herrumbre. Armando, Rafael y Gabriel no estoy creando ángeles o terribles demonios, ustedes son los tres barcos, los tres caballos de mar, los tres océanos. Cien veces han visto el paraíso, cien veces ha naufragado y han emprendido ese viaje hacía cualquier parte, y pese a todo su temblor cotidiano, sus cosas imposibles y todo lo posible, sus andanzas, sus premisas, su primer destierro donde quizás perdieron la inocencia, lo demasiado hermoso que es el hastío. Sus impresiones diarias y su sello ocupan un espacio decisivo en sus vidas, en la literatura de una ciudad donde dicen que no pasa nada, que nadie arriesga, que todo es un olvido blanco como el universo entero. Cada uno en su viaje, en su


búsqueda, en su lucidez como un cristal insomne, en su experiencia interior que señala el luminoso caracol donde el poeta guarda silencio en ese dulce veneno que es su propia carne. Entre las cuatro garras que engendran cada uno de los puntos cardinales se hielan las aguas para ver de dónde llega el viento. Ustedes son ese viento, su propio ser. Amparo Romero Vásquez Santiago de Cali VI-18-2015


A MANERA DE PRESENTACIÓN Por RAFAEL ESCOBAR DE ANDREIS Un análisis de una obra poética es en cierta forma quitarle la libertad al lector para que la interprete como le dé la gana. Las presentaciones son generalmente elogios de un autor, cuando las palmas debe lucirlas, realmente, un texto. Y si este es incapaz de lucir los laureles, qué más da. Nadie podría salvarlo, ni el más erudito en tan intangible materia. Uno a veces se preocupa porque no tocaron a su puerta para incluirlo en una Antología, luego comprende que todo, y más en nuestro medio, es producto de los “amiguismos”, eso que funciona hasta en los altos Magistrados: yo te elijo, tú me elijes. Y solo cito lo de las Antologías como ejemplo, también suele suceder en los Concursos. También es posible que nuestro trabajo no alcance a superar los requisitos que se exigen. Es la ley de las posibilidades y por qué no decirlo, de las capacidades. Uno no escribe lo que quiere sino lo que puede. Aprovecho para agradecer en nombre de todos a Amparo Romero y demás miembros de la Fundación de Poetas Vallecaucanos por brindarnos este espacio, felicitarlos por sus


“Veinte años” y rescatar que este ha sido siempre un espacio abierto a todas las voces. Por lo demás nunca enseño en los talleres que busquen a toda costa el triunfo ni que se afanen en publicar, lo que realmente cuenta es que uno tenga la necesidad de escribir, más allá de halagos y lisonjas. Algo así le decía Rilke a su discípulo epistolar. Sobre lo de publicar, el gran aforista Lichtenberg tiene una frase: “En vida publicó ocho libros, hubiera sido mejor que tuviera ocho hijos y hubiera sembrado ocho árboles”. Y sobre eso que llaman triunfo me topé con una cita de Stevenson: “No se trata de triunfar sino de seguir fracasando con entusiasmo”. Les presentamos entonces tres visiones del mundo, eventualmente tenemos puntos de convergencia y algunas veces, como es natural, nos separamos para mostrar un modo particular de contemplarnos en el mundo y el mundo en nosotros. ¿Acaso necesita un lector más preámbulos? RAFAEL ESCOBAR DE ANDREIS 18 de junio de 2015


Rafael Escobar De Andreis

El Poeta con su señora Ana Magdalena Renjifo

Santa Marta, 1946. Médico de la Universidad del Cauca. Anestesiólogo de la Universidad del Valle. Ha sido Director del Taller de Poesía El palabreo de la Universidad Santiago de Cali. Es Codirector de la Revista de Poesía Clave. Miembro del grupo virtual: Taller de versería. www.verseria.com PUBLICACIONES: A la espera del alba, Relatos, 1995. Mirada de sombras, poemas, 2001. Entre el mar y el olvido, poemas, 2005. Golpes bajos en los años altos, Relatos, 2013 En el 2011 su poema: Morada de niebla fue premiado por la Casa de Poesía Silva en la convocatoria: La poesía como una casa.


POEMAS LEÍDOS DIFUMINACIÓN Y si seguimos los pasos de la sombra invidentes al vestido gris y a su necesaria presencia. Algún mensaje trae desde la hondura de algún lejano reino de reflejos mundo donde la luz reluce por la opacidad de su mutismo. Se expande al alma oscura y borra los contornos de las cosas ya nadie dice soy yo perfecto abstracto, incontaminado, la sombra nos envuelve y comulgamos juntos… confundidos, sin cercas ni límites precisos.


ES DURO DURAR Cada tic-tac del pecho un latido de menos; cada dolor una pena que ensombrece los días; cada palabra un grito que persigue al silencio; cada despertar en la luz un paso a las tinieblas; cada mirada de asombro un ciego parpadeo, cada esplendor de júbilo un escalón hacia el hastío. Durar es ir perdiendo la batalla.


FUGACIDAD A veces soy un cubo de hielo sometido a las caras del clima para prolongar mi estancia o desaparecer con la premura del agua. Otras veces fuego que eleva al aire sus colores vivos mientras dure la llama que lo atiza pero a la espera siempre a la espera del final de cenizas lastimeras. Puedo ser un pájaro que cruza gritando libertad en su aleteo hasta que la piedra en la cauchera acabe con su ímpetu de vuelo. Puedo ser trueno, relámpago, látigo divino que amenaza los miedos por ominosos resplandores fugaces que luego mueren en la quietud del cielo. La vida dura un chasquido de los dedos y aunque podamos soñar lo que queramos en un instante nos cubre como un manto la noche teneblosa.


GAZA Niña, pon tu mano izquierda sobre los ojos de tu muñeca así ella no podrá ver muros derribados, mujeres pariendo en las calles porque está prohibido el paso al hospital, techos de escuelas sobre pupitres muertos, cuerpos sangrantes de niños como tú, amasijos de carne en parihuelas. Con sus ojos tapados pensará que las bombas son coloridos fuegos artificiales. Déjala en su mundo de fantasía con castillos encantados, tortuosos laberintos donde poner a prueba la imaginación, casas con muchas habitaciones para jugar a las escondidas entre la algarabía de niños sonrientes. No destapes sus ojos curiosos que ella no tenga tu mismo paisaje y aunque siempre será tu compañera no dejes que vea el infierno que tú habitas.


INSOMNIO Llega la noche borrando contornos, entre la imprecisión de límites avanzan sus oscuridizos aleteos. Inmóviles manecillas del reloj, congelados segundos de angustia, minutos presos en sombrecidas piedras, nadie sabe para qué existen las horas ni qué miden, ni por qué están enjauladas dentro de un negro témpano de hielo. Profundos sueños de ronquidos ajenos entre mis bostezos sin objetivo alguno. Ya me rodea como un foso la noche mientras mis ojos en el mismo sitio y mis cansados párpados insomnes intentan con cada pestañeo contar las horas de un tiempo que no pasa.


UNA PALABRA Una palabra que tiemble como el aleteo de un pájaro sin prisa; una palabra suspendida en la garganta de un pez que el anzuelo martiriza; que se acompase al ritmo de una hoja bajo gotas de lluvia; una palabra de niña que mendiga monedas y nos envidria el ojo; sencilla, sin compromiso que surca el aire por amor a ser libre; una palabra sin tiempo ajena a distancias hondas y límites sin hora; que se acueste con el mar y altiva regrese al duelo en las orillas; una palabra que lo diga todo sin poses de sabia ni de mayor edad. Una palabra…


FATALIDAD Lub-dub lub-dub lub dub onomatopeya insistente de aquel que late sin descanso lub-dub lub-dub lub-dub como si tuviera una pila inagotable. En cambio ella olvidó su memoria, los jeroglíficos de su imaginación ahora son silencio de palabras. Ni siquiera escucha el tic-tac lastimero: Lub-dub lub-dub lub-dub o quizás sueñe con el cu-cú del pecho. Mientras por un cable se nutra los hijos la asumen como viva le dan a chupar alguna uva y buscan al médico por una torcedura. Ella tiene un lenguaje que puede eternizarse inentendible como una clave Morse pero señal de vida al fin y al cabo: lub-dub lub-dub lub-dub…


ALGO SENCILLO Cuéntame algo sencillo cotidiano que no tenga urgencia de una efímera gloria, que no requiera más sílabas que el pan ni más gravedad que un humeante café. Algo que me haga reír sin sonrojarme y biengaste mi dicha en cosas nimias. Cuéntame si hay un camino o si la meta está en su recorrido si es mejor no saber nunca que navegamos con luces apagadas sin sextante ni brújula sobre olas que ignoran hacia dónde vamos ni de dónde venimos.


CAE EL TELÓN Escribir como quien corre las cortinas de un teatro que se apaga, imperturbables pasos rezongan no es conmigo; como quien navega a oscuras en un océano mudo que aligera sus ímpetus salinos con voluntad suicida contra el acantilado. Escribir como el mendigo que espera en vano una moneda para decir: no joda más a su apetito. Para decir un “sí” o un “no” mientras nada se oponga al andar ondulante de una barca de sueños.


INVOCACIÓN Eras pájaro de luz en la piedra casi verdadero grito en la primavera que mira sensible pétalo entre la niebla que duerme hora del disfrute del sueño momento de gozo cuando la luna se enciende. Digo río y se humedece la cara caliente y se hace agua la nieve cuerpo y me sacude el impulso recuerdo y se ensombrece la luz. Realidades sonoras de lo invisible

Siguen sus poemas relacionados con el mar


CARIBE ¿Quién soy para juzgar tu tamaño que oprime o despertar con gritos tu inmensidad silente? El agua que me habita no es sino una lágrima de tu dolor antiguo y la sal de mi llanto es una pizca del cristal que te funda. ¿Podría acaso culparte por devorar galeones o llevar en tus ancas las ávidas alforjas de aquellos invasores? Nacer en tus orillas es un mirar distinto del paso de los días en un vaivén de olas. Nacer en tus orillas me hace guardar silencio.


MARINA AL NATURAL Viajan las rayas negras al encantado lugar del apareamiento, al macho le han salido dientes, filosos aliados de su menor tama単o. Durante horas se aferra con ellos a las aletas pectorales de la hembra para pintar su piel oscura con cicatrices blancas, de amor, cicatrices que sanan sin enconarse. No quedan huellas, dudas, celos, ni rencores, ni hondas sensaciones de soledad ni perdurables resentimientos.


SISIGUACA Extendidas las redes del alba sin la certeza del triunfo de las horas. Un leve viento un mar de olas crispadas, la sumergida agudeza del vigía, marcan el transcurrir de la faena. Ninguna angustia en los rostros solcurtidos, la espera, que todo pescador lleva en su alma se orea en el dominó de las apuestas. En algún momento de la tarde puede llegar el grito jubiloso del careteador entre las redes, se deja el dominó por otro juego: la recogida presta del chinchorro que puede o no traer buenas noticias. Algo entre escamas queda para la casa pero nadie sentirá el cansancio o la derrota. Al día siguiente el ritual se reinicia diferente es la espera la paciencia…la misma.


GABRIEL RUIZ ARBELÁEZ

El poeta y su señora María Isabel Casas Rodríguez

Fotografía

NTC… . Junio 18, 2015

Pereira, 1.942 (Nuquí, 1943). Reside en Cali 1949. Allí realizó sus estudios de primaria, bachillerato y profesionales. Ingeniero Químico y Magister en Administración Industrial de la Universidad del Valle. Ex-profesor de esta Institución. Su actividad profesional la realizó principalmente en las áreas de Finanzas, Proyectos de inversión y Gerencia de empresas. Amante, desde siempre, de la literatura, en especial de la poesía. Al término de sus labores profesionales, por el año 2.000, inició su asistencia a Seminarios y Talleres en esas áreas. Desde esa fecha, fundador y director, con María Isabel Casas Rodríguez, del Boletín Cultural Electrónico NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com , ntcgra@gmail.com Algunos de sus poemas se han incluido en publicaciones locales. Ha leído en varios eventos de Poesía en Cali.


POEMAS LEÍDOS EL OTRO Oye, compañero, sal de tu caverna muéstrate, delira… Si tejes mis sueños Y enredas mis pasos Ven al poema.

EUROPA 1.995 También a María Isabel

He tenido insomnios felices. He pasado parte de mis noches en vela pensando en ti. Si duermo sigues en mis sueños. Tanto amor también durante el día.


CISNE NEGRO Tibia morena de sexo ensortijado en el torrente africano de tu carne en la playa música de olas allí contigo la unidad del universo.

SIN ECO … Estas firmes y pequeñas paredes no han atajado el mundo. Mis silencios tienen retumbantes ecos. Oigo recorridos. Sombras habitan las memorias mías. Sigo el viaje… tarabito… divaneo… tras el último silencio. Sin eco ... Sin tiempo…


AMANECER Debajo de mi cama Durmieron El sol Las formas La ciudad Un bichafuĂŠ La luna abre la puerta Canta la luz La muerte baila


MARIMBA TEJEDORA No fue suficiente que la marimba de chonta tejiera sus arrullos ni que jugaran en el río bajo la algarabía de la lluvia Triunfó en hambre Por los ríos del Chocó a ritmo de alabaos descienden fúnebres canoas Fúnebres canoas …


BOJAYÁ, 2.002 Negros, ya no vivos, – niños y grandes vuestra sangre, aguas abajo por el Río Atrato, ha llegado a los confines de los mares y de los lejanos cielos. Hermanada con las aguas ha pintado las nubes. Ha tinturado los hilos de la lluvia. En los perennes aguaceros del Chocó, agua-rosa caerá sobre la tierra entera. La algarabía roja de los loros verdes y azulados nos recordará el horror de las masacres y la tristeza del caudaloso río ensangrentado


RETRATO Vino de lejanías Interrogó caminos Vivió ríos Trazó trochas Indagó por oro Sugirió ausencias ... Hablo de mi padre


LLUVIA En ocasiones deja de ser poética la lluvia. Agiganta ríos Viajan árboles Casas, muñecas de trapo. Mueve tierras Abre fosas Ensancha mares Anticipa muertes. A un lugar de la tragedia llega el presidente y habla.


Fร SILES Ya las huellas (fรณsiles heridas) estรกn indelebles en nuestras vulnerables y frรกgiles almas No habrรก paliativos para nuestros rocosos desencantos Alea iacta est Hemos quemado nuestros potrillos a vela ...

Siguen sus poemas relacionados con el mar


ALQUIMIA Alambica la palmera los zumos de la tierra y los del aire y abrazada con el sol al canto del DiostedĂŠ: el milagro de los cocos.


VIENDO EN POPA Al último puerto, al cual casi no llego, arribé cargado de vigorosos recuerdos. Allí habito un barco viejo, abandonado. Viendo en popa, a mí regresas y, de nuevo, me invades. Como en los apasionados viajes que hicimos, volvemos a ser un solo cuerpo … “De nidos se han ido llenando los mástiles” y la memoria mía … Los pájaros que allí nazcan cantarán y contarán, de pronto, algo de mí … En corto tiempo, los porteños y los míos ya no nos verán … A pedacitos, las olas y los vientos nos habrán regresado al mar …


PIDÁMOSLE A LA VIDA UN BARCO ... Con todo respeto, construido con fragmentos del incomparable José Saramago en "El cuento de LA ISLA DESCONOCIDA” A Perla, La Maestra A María Isabel, el Amor

Como locos de atar, con manías de navegaciones, de acuerdo con la programática de las puertas, pidámosle a la vida un barco, una carabela, para buscar, con las fuerzas interior y del viento, una isla desconocida, solo una, porque es imposible que no exista una isla desconocida. Tendremos la carabela, además - cosas del destino, de la sincronía universal una mujer, decidirá seguirnos, acompañarnos. Aprenderemos con los maestros verdaderos: el mar, el barco, el cielo. Sí, el cielo, los vientos, las nubes. Quien va al mar se avía en la tierra. No merece la pena preocuparnos tanto,


Hay mucho más que ver, todo no es igual. Antes de zarpar, habrá que soñar, Luego, en el primer atraque, en tierra habitada, contemplar, en silencio, la desbandada de aquellos no-marineros (sus mujeres, los animales, las gaviotas) que nos engañaron y que desde el principio no creyeron en la isla desconocida.... Esperar la rotura y derrame de los sacos de tierra, un poco más de lluvia, esperar que las raíces de los árboles penetren en el armazón del barco, que el viento sople en sus copas y vaya encaminando la carabela a su destino, que ella sea un bosque navegante, un bosque en donde comiencen a cantar los pájaros que estaban escondidos por ahí. Despertarnos abrazados a la mujer, confundidos los cuerpos, confundidas las literas. Después apenas el sol acabe de nacer Pintar la proa del barco. Poner el nombre a la carabela, en blancas letras.


Y hacia la hora del medio día, con la marea, "La Isla Desconocida", se hizo a la mar, a la búsqueda de sí misma. Todo hombre es una isla, es necesario salir de la isla para ver la isla. Si no sales de ti, no llegas a saber quién eres. No nos vemos si no salimos de nosotros, si no salimos de nosotros mismos. Marzo 28, 1.999 * Con todo respeto, construido con fragmentos del incomparable José Saramago en "El cuento de LA ISLA DESCONOCIDA”


Armando Ibarra Racines

El poeta y su señora Nhora Elena Victoria Paredes. Fotografía MIC de NTC… . Junio 18, 2015

Cali, 1956. Bachiller del Colegio Berchmans. Economista de la Universidad Autónoma de Occidente. M.A. en Economía de la Universidad de Texas en Austin. Especialista en Traducción en Ciencias Literarias y Humanas de la Universidad de Antioquia. Ganador del IV Premio Nacional de Poesía José Manuel Arango del Carmen de Viboral, 2006.Colaborador de la revista de poesía Clave. Miembro fundador del portal Taller de Versería. Ha publicado Extravío en lo cotidiano (Can y Antorcha, 1989), Crónica de los deshielos (Universidad del Valle, 2007), “Estación universidad” (Hombre Nuevo Editores, 2009) Insomnio en las fuentes, (Versería, 2010), Poemas del Metro de Medellín” en colaboración con Jaques Jouet y Ruben Darío Lotero (Comfama, 2011) y La noche Oscura (Versería, 2013).


Así siempre jamás Ahora que reiniciaron los bombardeos en la garganta de los Arbustos Tristes, ¿dónde guardará el diario Josefa? ¿A dónde podrá huir Raquelita? Ahora que las cuadrillas hambrientas incursionan en el páramo del Desconsuelo. Ahora que comenzaron los sobrevuelos en el cañón de los Insaciables, ¿cómo soportará la gastritis Alejandro? ¿Cómo cosechará Apolinar la yerbabuena? Ahora que volvió la lluvia de Randal sobre la vega de los Alquimistas. Ahora que la emisora de los cautivos volvió a rociar el aire con lágrimas secas, ¿cómo sostendrá Petronio los recuerdos? ¿Será que la humedad del cambuche acabó con los huesos de Juan Alberto ahora que termina la temporada de lluvias? Cuando el corazón se repliegue en la gruta de los Olvidados, ¿Podrán dormir tranquilos los inermes?


Equus Poetica La luz de la luna atraves贸 los barrotes de la ventana dibujando sobre el escritorio la piel de una cebra que rompi贸 el cerco de los campos de la Pelota de Trapo y ahora pastorea los herbales de la Palabra Bald铆a.


Paleontología del humo El hilo gris que se eleva, sería la fumarola de un barco si sobre el valle del Verde Esquilmado todavía alguien navegara... En el aire, que se tenga noticia, no prosperan los fósiles de la niebla. Tal vez, los caminos que la humareda perdida recorre en la atmósfera sean el rastro olvidado del abominable hombre de las chimeneas.


Pancoger Cumplo con informar a usted que últimamente todo es herida. Gonzalo Rojas

El hacedor de fósiles esculpió un pétalo en la dureza de la piedra. Un antiguo poeta chino encerró el esplendor del loto en la levedad del poema. Con lenguas de fuego un pintor giró soles en un lienzo. En la orilla del río la flor del guayacán hizo un corte amarillo en el cartón de la mañana. Me preguntaba si era posible gozar estas heridas y preservarlas en un mismo impulso. ¿Sería suficiente el poema para embalsamarlas? Enredado en los ganchos de interrogación terminé como los cazadores de sombras: recogiendo cantos en el roquedal de la Opera Finita.


PARADOJA EN LA COCINA "Un universo lo suficientemente simple para ser entendido es demasiado simple para engendrar una mente capaz de entenderlo" John D. Barrow

Me levanto de la cama voy a la nevera y abro la puerta lleno un cristal con agua fría la cierro. La manija, un paréntesis el techo, un límite el piso, una prótesis. Si lograra esclarecer el porqué de la manija el más allá del techo o los mecanismos del piso… …Este trazo no sería una apretada trenza de bucles sino una poco agraciada línea recta.


Se busca un plomero Al comenzar a escribir este poema presumo que tendré tiempo de cerrarlo con un punto final: dique imaginario capaz de contener la babosa incontinencia neuronal. Res mínima sin radio ni masa ni circunferencia como un cero sin imaginación esfinter donde terminan todas las poéticas nebulosas porque a la verborrea hay que ponerle límites. Hay sin embargo uno que no podré colocar porque yo mismo habré tropezado con el punto final. En ese último poema quedará una llave abierta goteando por siempre.

Siguen sus poemas relacionados con el mar


El DC-4 el DC-4 avanzaba por los rieles del aire dibujando ceros gigantes sobre la bahía de Cartagena, abajo, el mar como papel de aluminio corrugado marcaba con límites de algodón verde la tierra al través de las costuras de la playa el fantástico abejón de metal perforaba con sus hélices sonoras la masa blanda del espacio y en las ordenadas filas de asientos todos nos mirábamos sorprendidos nuestras plumas momentáneas cuando en una última voltereta de ave total descendíamos hacia Crespo, en mis vértebras se batían el mar y la escollera; desde entonces, disuelto y coronado, mi corazón primario semejaba un navegante ebrio en la marisma


Lunar en los trupillos Estos muebles, de nadie y de cualquiera. Estos lechos transitorios, en los que cientos han dormido un sueño prestado y transeúnte. Los alcatraces suspenden su campanario de plumas sobre el mar Caribe. Su precario pico controla el timón de las aguas. Conchas de nácar, cremas, cerveza fría, agua dulce, gaseosas, collares de chaquiras, pulseras de coral y playas blancas. En en fondo, la pobreza. Se adueñaron del aire. Las tijeretas trazan en la altura contornos de ceniza


que a veces respiramos y enredan nuestra noción del vuelo. Bajo el sol inclemente entiendo su hegemonía, su poder. Siento que los años han pasado. Pero el sol también envejece, tan lento, que me sonroja. ¿A dónde nos lleva la ola del presente? ¿A Galapa? ¿A El Cairo? No hay certeza. Y cuando alguien se desmonta, ¿cae al fondo del océano del tiempo? La fragata sube las escaleras de las nubes y bosqueja tres palmeras sobre una playa de coral molido que parece sudor de mármol. Debajo del cocotero se oye el golpe de un tambor solitario.


Su llamado parece el toque de un fantasma en la puerta de una casa vacía. Al nadar en el mar, por fuerza, un sabor salado se toma mi boca. Este sabor y sus sales remotas, ¿ algo más que un recuerdo? Las ráfagas que resbalan de la Sierra traen una promesa de aire fresco a la ciudad calcinada. Algo tremendamente lunar asoma en los trupillos. Cuando atravesé la puerta cargando la bolsa de compras, me crucé con una hormiga que llevaba una miga de pan; por poco la aplasto. ¿Qué tan vasta es la Tierra?


¿Cuáles son los límites de su caneca gigante? ¿Hacia dónde viran los enormes piñones de los basureros? El almendro teje grandes circunferencias verdimar, quiere ser hongo, sombrero de playa, gusano de anillos esmeralda. Si don Quijote viera estas palmeras, las confundiría con molinos de viento. Sinrazón razonable. La brisa muele en ellas una sal distante Los racimos de coco sugieren las numerosas posibilidades que este día alberga: cómo se deben guardar la transparencia y la espera.


El mar es un licor fuerte servido en un recipiente esférico, a la espera de unos labios mayores que lo sorban. Esta fuerza esencial que me ata al suelo, no cesa de trazar segmentos de circunferencia. Su poder sobre las aguas se resume en el plenilunio del coco. Como el yogur que aguarda en la penumbra de las neveras del supermercado, en algún lado, la fecha de vencimiento. Desde una playa solitaria veo cómo el verde expira. La Tierra, como una alcachofa gigante, se desgaja en pétalos radiales.


La moneda de oro a las seis de la tarde, puntual, se desploma y se disuelve en el ocĂŠano como un alka-seltzer de fuego.


NTC … CUBRIMIENTO DEL EVENTO NOCHE POÉTICA. Fundación de Poetas Vallecaucanos. 18 de junio, 2015, Cali http://fdpv.blogspot.com/2015_06_18_archive.html

Allí: detalles, videos (intervenciones completas), fotografías (150), textos, enlaces, ..., y todo un mar de información Fotografías y grabaciones: María Isabel Casas R. , http://ntcblog.blogspot.com/2010_05_31_archive.html Publican y difunden NTC … Nos Topamos Con … y NTC … Agenda , http://ntc-agenda.blogspot.com/

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http://ntcblog.blogspot.com , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia



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