Revista Plenilunio No. 41. Marzo 2011

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Nº 41- Marzo.-Abril - 2011- Año 8

Frente al espejo siempre he creído que soy otro; también cuando oigo voces que me llaman por mi nombre. Antonio Zibara

Director Milton Fabián Solano Zamudio Consejo editorial: Natalia Cruz González Luis Esteban Patiño Carlos Gerardo Orjuela Milton Fabián Solano Eduardo Luna Hurtado

SUMARIO ENSAYO En homenaje de: Antonio Zibara Semblanza por: Milton Fabián Solano y Carlos Gerardo Orjuela

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POEMAS Antonio Zibara

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Ana María Quintero

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Carlos Gerardo Orjuela

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Luis Esteban Patiño Cruz

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Marisol Posso Aristizábal

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Natalia Cruz González

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Eduardo Luna Hurtado

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ANTONIO ZIBARA, Una ciudad de espejos

Por, Milton Fabián Solano y Carlos Gerardo Orjuela

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ste, amigos, es un idioma de silencios, es la delicia de la imaginación que se pone al sol de una noche. Este, es el mundo nuevo, el "otro mundo", como lo canta en la espalda del libro, "Esa pausa del viento", *1 el poeta, Julián Malatesta. Precisamente, la "pausa del viento", nos trae al cantor de inciensos que forman nubes, que iluminan las sombras sujetas por el sol. Ese cantor, nació en la ciudad de sueños danzantes de siete ríos en el año de 1.944. Antonio Zibara, está "cercano al surrealismo"*2 dibuja, con alma de ojos de gato sumergido en tejado universal, versos que caminan por los espejos. "Nada de raro tiene que el aire Se detenga con nostalgia de alas, Que el hombre salga a caminar Por resabio o costumbre De oxidadas agujas y silencios letales, Que el cielo se desfonde con un soplo O alguien se ahogue en charcas de ceniza"*3 *1

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Contra-carátula del libro, "esa pausa del viento", comentarios del poeta, Julián Malatesta. Colección, tierra baldía, Cali, septiembre de 2.008. Comentario tomado de la contracarátula del libro, el sol y sus mudanzas (2.004, colección escala de Jacob de la Universidad del Valle). Del libro, el sol y sus mudanzas (2.004, colección escala de Jacob de la Universidad del Valle). 3


Quizás por ser Caleño, se sume a la brisa de las cinco de la tarde a jugar con los rostros, sin detenerse a juzgar ninguno, le proponga amores a la literatura con líneas impresas en hojas de árbol eterno, así nacen sus libros: Identidad secreta (1.980), Ciudad de los ausentes (1.986), al sigilo de la máscara (1.989), el árbol digital (1.993), en el lomo del viento (1.995), el sol y sus mudanzas (2.004, colección escala de Jacob de la Universidad del Valle), esa pausa del viento (2.008). Caminos Plenilúnicos referencian su voz al iniciar su dedicatoria en el libro, Ciudad de los ausentes: "Dedico este libro a los ausentes de una ciudad sin nombre, A los presentes que nunca están, permaneciendo siempre, A los emigrantes que sueñan volver entre la bruma, A esos escombros que no frecuenta la luz Y siguen siendo señal en el camino" Así mismo, cuando este libro, cierra su andar luminoso y silente con una "Raíz de sombra" que dice: "yo te hallé en tus palacios de aire, dormías resbalada en la penumbra".*4 Presagia un viento de colores, se asoma a la ciudad de espejos a dejarnos "el retorno al inicio" *5 el sonido trascendente de las caricias y raspaduras del sencillo cotidiano. "…El mediodía escribe Junto a una fila de hormigas Que insinúa una pluma en el tejado Escucho páginas de lluvia" *6 *4

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Tomado del libro, (Dedicatoria y poema que cierra la publicación, "raíz de sombra") Ciudad de los ausentes. Contra-carátula del libro, "esa pausa del viento", comentarios del poeta, Julián Malatesta. Colección, tierra baldía, Cali, septiembre de 2.008. Poema, mirada del libro, "esa pausa del viento", Colección, tierra baldía, Cali, septiembre de 2.008. 4


En su recorrido poético, se asoman diversas publicaciones en antologías como: Poesía del Valle del Cauca (1986), Poéticas del desastre (Ed. 2.000 y 2.003), y Peldaños de arena (2.005).*7 Imágenes, imágenes diversas, divertidas, confusas, imágenes que van y vienen, que bailan, que transgreden, que exorcizan, hechizan, confunden y aclaran. Eso encuentra uno al abrir un libro de Zibara, el poeta que alguna vez le prestamos a G uatemala, solo para que nos lo devolviera impregnado de esa esencia centroamericana, untado hasta la médula de Miguel Ángel Asturias y que en nuestra Colombia hizo simbiosis con Porfirio y de la mano con Rubén Darío, Luis Cardoza y Aragón, Octavio Paz y la pléyade de jóvenes poetas mexicanos y Latinoamericanos, delinearon cuadro a cuadro el plano poligonal de su obra. De sus años en el mágico país centroamericano da fe el hermoso poema "Raíz de Sombra". Poeta de los objetos, de las cosas, de las sensaciones: "Frente al espejo siempre he creído que soy otro; también cuando oigo voces que me llaman por mi nombre",*8 va y viene entre puertas, cerraduras, llaves, espejos, potros, pájaros, sombras, y una constante y sugestiva presencia femenina. Desde su primer libro, Identidad Secreta, se sumerge en la ciudad y en ella busca incansable lo inencontrable, al hombre inmerso en la soledad de su compañía, en el silencio del ruido cotidiano. Así dice. "La ciudad es muerte, mar que nos asedia, los hombres son de niebla"*9 y remata: Soy muchos hombres sin ser ninguno, el mismo espectro danzante que persigue la

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Poesía del Valle del Cauca. Cali, Editorial Pacífico, 1986. 242 p. Prólogo y selección de Octavio Gamboa. En este libro se incluyeron poemas de ANTONIO ZIBARA. Pag. 179 a 183. De su poema YO, del libro Identidad Secreta. De su poema Cuerpos, del libro Identidad Secreta. 5


ciudad",*10 para concluir que es el silencio la respuesta después de la puerta: "Se escucha la trompeta del silencio"*11 En su devenir poético visita innumerables espacios donde juega con imágenes que le agreden y de las cuales se defiende dejándose arrastrar por ellas. Cada libro es una nueva lucha, un nuevo camino. En "El árbol digital" deambula por la ciudad y sus espacios silenciosos así como sus personajes cotidianos: celadores, presidiarios, ciegos; busca bajo la tierra donde asombran las hormigas y termina por encontrar "que Dios permanece sepultado en mitad de la avenida.*12 Tal Vez es ese Dios exiliado quien lo devuelve "En el lomo del viento", a los brazos del amor, otra búsqueda siempre inconclusa, siempre dolorosa: "Nuestro amor es un pacto de sangre tocando una puerta de latidos"; *13 pero las imágenes citadinas y aún mágicas aparecen otra vez para agredirlo, para rescatarlo: lagarto, ogro, máscara, ciegos, pájaros. La muerte no es definitivamente su obsesión; solo hace referencia a ella para no olvidar que existe, de manera casi irrespetuosa porque tal vez no cree mucho en ella: "Desea que alguien toque a su puerta para poder negarse desde un rincón perseverante, para ordenar su lecho de polvo y espuma". *14 Muchos espejos han atravesado las puertas de la ciudad de Zibara desde su primer libro hasta su última publicación "Esa pausa del Viento", una poesía más elaborada, mas reflexiva. Aunque para

De su poema El Incomunicado, del libro Identidad Secreta*11 De su poema Rostro de Signos, del libro Identidad Secreta. *12 De su poema Enigma del libro, El Árbol Digital. *13 De su poema Testimonio, del libro En el lomo del Viento. *14 De su poema La Muerte persevera, del libro En el Lomo del Viento. *10

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muchos su poesía es muy compleja o complicada, el truco para entenderla es justamente descomplicarse, entrar en esa ciudad, mirarse en los espejos, imbuirse libremente, oler, palpar y degustar esas imágenes hasta lograr entender lo más valioso que ella contiene: La musicalidad del silencio. Entre las huellas de luz de Plenilunio, aparece, pues este poeta, que define su estilo como: "Poesía moderna, la relación del hombre con la vida y la muerte, con el ser y la naturaleza o poesía surrealista", para invitarnos a diálogos con: "el tiempo, el silencio, las personas y las cosas que hacen semejanza con la naturaleza, la ciudad, los elementos"… +1 Es así, como Antonio Zibara Rentería, hijo de: Fanny Vda. De Zibara y Antonio Zibara, nos lleva a descubrir el "manejo de los tiempos", tiempos, de un uni-verso distinto, un universo que se gesta desde "los sonidos que hacen parte de la música", música que tiene la clave para abrir el canto de las aguas, que quieren hablarle a todo aquel que lea sus letras, letras sumergidas en las "pausas del viento"+2 A veces Crujen cerraduras Y me oprime la dicha Parece que vivieras En el misterio de una llave. *15

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Frases tomadas de la entrevista con el poeta, Antonio Zibara Frases tomadas de la entrevista con el poeta, Antonio Zibara

De su poema Clave, del libro, El sol y sus mudanzas Otras referencias a la obra del poeta Antonio Zibara: Poéticas del desastre. Julián Malatesta. 1a. Ed. 2000 y 2a. Ed 2003. Texto disponible en: http://dintev.univalle.edu.co/cvisaacs/ index.php?option=com_content&task=view&id =145&Itemid=70 7


POEMAS DE ANTONIO ZIBARA LA LADRONA DEL SUEÑO A Rabindranath Tagore

Ella juega a asomar el rostro… escucha el silencio en la hierba y percibe ese olor a cebada en el pecho y los brazos, se zambulle en el viento con susurro de hojas y nostalgia de peces, en el sueño del rio y en la aldea que tiembla como jardín en otoño. Alguien al pasar la sueña danzando en las piedras y escribiendo en la espuma y el barro. La historia cuenta que en ciertas noches un niño nada en su vientre o galopa un potro a la luz de la luna; es la bestia y el hombre que tejen sus máscaras… Ahora, se sienta en la sombra sin derramar el vino en el mantel a cuadros, corre el cortinaje del alba que vela viejos continentes, ángeles y demonios en solares de gasa. -

Buscar, Peldaños de arena, Publicación del taller de poesía de la Universidad Santiago de Cali, en: http:// peldanosdearena.blogspot.com/ 2006_10_06_peldanosdearena_archive.html Allí: textos, poemas, imágenes, enlaces, .... Buscar más sobre el homenajeado en: http://ntcblog.blogspot.com/ Y http://plenilunio-grupop o i e s i s . b l o g s p o t . c o m / 2011_03_04_archive.html (Este ensayo fue leído y consentido para ser publicado por el poeta, Antonio Zibara). 8


EN LA SELVA A Manuel Zibara

Si bien es cierto que la ciudad es gris y despiadada, que su relojería acecha calles, borra rostros, horada geométricas ventanas; entonces, qué será la selva donde el contacto con el aire es prodigio de serpientes enredadas en el sueño de las ramas, donde la piel se vuelve áspera junto a una charca con espejos sentenciados en el barro, y cada segundo, se escucha la tormenta de un ángel que viaja en el relámpago, la maldición del viento en el agua de la ciénaga. Aquí la tristeza es grande en esos animales con furor de cimitarras; aquel hombre desea ser la música, la historia del jaguar, la escritura en la corteza de los árboles. TIRESIAS La altiva frente de Minerva surgió del techo con radiantes ojos sin ignorar el cambio en las tinieblas ni confundir la llama. Dice la prudencia que soy hijo de la noche, de aquel instante que el destino enseña a revelar la Criatura ciega. Soy Tiresias, me defiendo con mi espada en el brillo compasivo de la mueca, en la verdad de aquella tentación cuando adivina al venerable cielo, la impaciente palabra de aquella fijeza cuando amenaza al hombre, la vidente sombra del fuego silencioso en la virtud del bronce, en el corazón del agua. 9


ADOLESCENCIA Aquella muchacha todavía no conoce el paraíso, sin embargo, le parece suficiente poseer dos pechos con los que abre la llave del alba y desafía el horizonte, una flor del otro lado de la carretera o en mitad del precipicio. La he visto saltar la cuerda bajo espesor del cielo antes de espolear la ventana, caminar sonámbula por el corredor e incorporarse en apiñada tapia, gestar un aro en el filo de los párpados, bañarse en el oleaje de la sala y dormir en el sillón junto a la tristeza del perro. El tiempo se ha detenido en una parte de la casa; quizás, en este patio tapizado por sedientas bugambilias, por el húmedo olor de las pilastras y la corteza de los árboles, en la cerradura de esa puerta que no da a ninguna parte, excepto, al sótano donde duerme la siesta un Dios y un sonido sordo de campanas que evocan la historia de este país y un muladar que ofende a las estrellas. CLAVE En cada puerta Siento tu llegada A veces Crujen cerraduras Y me oprime la dicha Parece que vivieras En el misterio de una llave.

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Poemas

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ANA MARÍA QUINTERO ZULUAGA PLENILUNIO Empiezo a conocer esta fundación, como el sol conoce la aurora, después de la noche planeada con tan hermosa luna comienzo a descubrir un mundo que apoya la forma de vida llamada arte. Plenilunio, una parte del mundo una parte de mi mundo. SIN IMPORTAR Aquel día, en busca de inspiración, decidí sentarme sobre el pasillo, y, al ver la ciudad me acomodé de tal manera, que un todo era un nada y un nada era un todo. Sin importar aquella música, ni aquellas voces distractoras, la inspiración empezó a fluir, como si aquella brisa cautivadora hubiera tocado mis alas, como si aquellos pasillos solos hubieran sido de calma. Y me dediqué a escribir las inspiraciones de mi alma. AQUEL SEÑOR DE RAZA NEGRA Aquel señor de raza negra que ronda los pasillos, es aquel hombre de mil utensilios, pues arregla techos, goteras, y todo lo que se les parezca. En su labor, baja y sube por aquellas escaleras que guardan más de mil historias, aunque aquellas mil historias no las haya visto, sé que quien las vio muy probablemente es aquel señor. 12


AL PASAR DEL TIEMPO Los días pasan, la gente pasa, la vida pasa, como sé que todo pasa con rapidez, hoy decidí sentarme frente a aquella ciudad, que pronto pasará a ser sólo un recuerdo con muchas experiencias, qué pasará de día a noche, qué tendrá diferentes estrellas, qué ocupará un lugar arriba o un lugar abajo en cada uno de nuestros corazones, y que sin duda evadirá tormentas y aceptará hermosos arreboles, por eso, me siento y deleito lo que hoy es, y muy probablemente mañana no será, por eso disfruto el milagro de vivir mi vida en aquella ciudad que se encuentra frente a mi. MUJER Pensándote, recordándote, voy recordando aquel día que me diste un consejo, que me brindaste tu apoyo, que obtuve de ti bendiciones. Habiendo tantos bellos momentos y un solo día para reconocerlos mundialmente, decidí escribirte y decirte que entre tantos seres y celebraciones en el mundo, a ti mujer, en tu día mil gracias por existir y ser parte de mi vida.

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TE HE ROBADO INSPIRACIÓN Al frente tuyo y tú delante mío, detrás de ti y y tú atrás mío, mil ángulos de extraordinaria luz, aunque hoy más o menos se me ha perdido tu luz, hoy más lejos estás, hoy, menos poemas de inspiración tendrás, pues hoy he robado lo que ayer era de muchos, hoy me he sentado a deleitar tu luz y aquella noche que te dejé de escribir, aquella inspiración, ha vuelto en este escrito, y aunque no te vea, vuelvo a escribir, a ti, a la que llaman doncella.

MIS DOS MUNDOS Dos mundos diferentes pero cercanos, dos casas iguales pero lejanas, así es la vida social a la que pertenezco, y en la que muchas veces es difícil ser libre como el viento, en la que muchas veces la aurora es impredecible, al desarrollar dos papeles para nada compatibles, y aunque la respuesta a la pregunta no vea, pues quien dice que entender dos mundos diferentes es una obligación que se deba cumplir, si es verdad que un mundo representa lo que no se nota y otro, lo que se nota, ahora mismo me pregunto, si mañana la aurora para mis mundos estará como no debería estar, que es igual a siempre, porque un susto me daría, si la aurora cambiara y todos los días estuviera como la norma lo indica, si eso pasara, perdería un mundo y las personas que intervienen en mi mundo.

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EL AVE Y EL TIEMPO Estoy frente a la ventana, veo el tiempo pasar, de repente un ave lo acompaña en su caminar, las nubes negras que no indican más que lluvia, son el paisaje perfecto para crear una buena historia, hablan y pasan demasiado rápido, y me hago una aclaración, pues, ¿quién dijo que el tiempo no era veloz? a través del cristal se ve muy radiante la sonrisa del señor tiempo, al ser acompañado por el ave de sus sueños; pequeña para escabullirse por ramas, y silenciosa para no ser escuchada. Una historia de amor se empieza a desarrollar y el tiempo al ave un refugio le da, pues con tremendo aguacero algo puede pasar, ya el ave de sus sueños, vida no tendrá, el ave aceptó con la condición de que el tiempo se quedara a su lado y así estar al lado de su enamorado, el señor tiempo aceptó, pero antes de lo que se imaginó empezó a llover, el tiempo se fue a atender su labor, el ave murió y aquí quedó el amor.

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CARLOS GERARDO ORJUELA COMPAÑÍA Me levanto como cada mañana como cada siglo; pongo mis palabras sobre el suelo y las dirijo hacia el vacío, abro la llave y suaves palabras caen sobre mi piel; me pongo las palabras y salgo a caminar o a soñar un reencuentro. En la noche mis cansadas palabras me cuentan historias antes de dormir. Me despierto un siglo después y solo mis palabras me reconocen y me dan los buenos días.

ANDROS El ojo que castiga la mano que juzga, la palabra que atraviesa la piel. Una mirada que clava su saeta en el corazón enternecido del monstruo insatisfecho, horrorizado por el hombre, ahuyentado por la maldad de los buenos. ¿Dónde estoy...? ¿Dónde estás...? Animal superior ¡no huyas!... estoy desarmado.

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AGUA SOMOS Abro mi boca como una cascada para cantarle al agua con voz de océano, de frescura. Que mis palabras salgan líquidas e incoloras, que no insaboras porque el agua tiene el sabor de las entrañas de la tierra. Que salgan puras mis palabras: primero, como gotas de delicia luego como borbotones de placer. Que mis acuáticas palabras formen ríos, lagos, océanos y mojen los corazones los cerebros, las conciencias de quienes la desperdician. Que beban los inconscientes mis palabras de lluvia sobre este planeta agua sobre este cuerpo agua sobre el agua de mis lágrimas. Agua somos y cuando muera el mar se beberá mis cenizas.

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LUIS ESTEBAN PATIÑO PREMEDITACIÓN A mi esposa

Esta noche tan pletórica de ti tan sexual de ti tan toda de ti he decidido dormir para la otra punta de la cama. Esta noche tendré un ritual de caricias con tus pies obreros. Les cantaré, conocerán de mis labios lo mucho que los amo por permitirte caminar a mi lado. Esta noche reconoceré ante ellos que hace mucho, mucho tiempo los tengo abandonados. SAN QUININÍ Río traumático, largo como un recuerdo triste, donde baila la pringamoza al vaivén de tu raudal. Las piedras catedrales amarran tus ímpetus y con ellas, desbocado buscas la salobridad del océano. A veces un Martín pescador emprende el vuelo, rocía la maleza enzarzada y una lluvia de perdigones de plata baña la tierra de tu abisal geografía. 18


RUPTURA Ausencia tras ausencia. Me senté a esperarte. El almendro, morada de un instante derramó su otoño y cubierto de él te recordé a siglos.

CONSTRUCCIÓN Esta vez el colibrí, acusado de chupaflor no succionó el néctar de la rosa. Llevó en su pico la primera paja para la casa de sus hijos.

SEIS TRAUMATISMOS DEL TRANSPORTE AUTOMOTOR UNO: PASAJERO DE BUS URBANO Conductor: ¡ Meta el brazo ! ¿O quiere que se lo publiquen? DOS: AVISO IMPORTANTE Tenedor y cuchillo Cruzados. "Restaurante a tres kilómetros". Hace ochenta kilómetros que la solitaria despertó de su siesta.

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TRES: DIAGNOSTICENTRO Presentado Recibido Revisado Reprobado. Reparado Representado Aprobado Desplumado ¡Degenerados! CUATRO: CARRETERA DE INVIERNO Cayó la lluvia ¡Cuidado! Banca en mal

estado

CINCO: SEÑALES Tal vez sería diferente si hubiera acatado la señal: "No adelante en curva".

SEIS: EL BÓLIDO Es mi bólido ocho en V una ternura. Cada vez que lo llevo de paseo, bosteza al pasar por la gasolinera y hace explosión el signo pesos en mis bolsillos.

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MARISOL POSSO ARISTIZÁBAL CREACIÓN Una esquirla de mi alma se quedó en tus ojos impactó tu voz, en medio del júbilo de tu espíritu. Cuando saliste a la luz resultó una aventura un gran retorno al bullicio y al sol en donde tomaste al mundo alcanzaste las ondas del mar y la aurora el reflejo de la luna y de las estrellas fugaces. Una gota del esfuerzo mutuo quedó en tu corazón se escuchó tu alma y tus párpados brincaron tus brazos se estiraron, se llenaron de tiempo de apretones y movimiento, de caricias y besos hallaste tus amores, tus pasiones y tus días extraños que reflejan tu paz. Una caricia de flores se quedó en tu piel en el color de tus encías y en la potencia de tus ojos que penetran el iris de los mayores de los tristes y ojerosos de los que esperan un ángel en medio de la noche.

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TE LLEVO Recojo las estrellas llevo lento el ritmo uno tus ojos con la esperanza para llenar el jardín de mi noche de calma de sol. Enluzco mi día con tu risa busco, con la rapidez del corazón porto tus caricias en mi rostro y las ganas en mis pies. Te pertenezco hasta en el eclipse y aún ausente siento lleno mi día de recuerdos y canciones que te conectan en mí. Vuelvo al final del camino y me lleno de los acolchados besos y suaves abrazos que me llevan en sueños de copos de cielo.

ME LEVANTO Me levanto para mirar tu aliento busco entre las almohadas tus brazos caídos, tus ojos soñadores. Te hablo, una y otra vez del mundo, del triunfo del amor de todo aquello que quiero ser contigo y todo aquello que levanta mi alma Y escucho tus repuestas tus ganas de correr a la vida de experimentar, de llover de cumplir, de subir de volar y llevar al viento tu espíritu. Veo tu alma la fuerza de tu corazón la pureza de tus ojos y vuelvo, me levanto renovada a seguir jugando contigo.

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NATALIA CRUZ GONZÁLEZ AUNQUE DUELA EL OLVIDO Quiero rapar culpas que acribillan tu razón, ideales armonías entre amor y perdón. Sin explicación de cómo tu palabra a mi ser conquistó, y tu proceder en un momento todo lo esfumó. Que tus ojos escuchen una verdad que cobró voz, las omisiones no nos sumergen, la debilidad mata con su hoz. Vete muérgano, insolente, ya no busco pretendiente, sólo escudriño en el océano hasta tropezar con otra mano. No hay vergüenza, sólo sumisión. Sé que callar la sensación no logré…. Por eso creé esta composición. Posdata: Cuando te duela, me escribes con sangre, y si lo recuerdas, me llamas con el olvido.

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AMÁNDOTE CON MIS SENTIDOS CIEGOS Ámame despavoridamente con el solemne argumento que me extrañas, que tus pupilas ya son fachadas de un rostro, de un ambiguo ser lleno de sentimiento. Dirige el espíritu voraz hacia esta cornisa en espera, sumergida en el tiempo encadenada a la cautela, con la ansiedad en mi boca reflexiva pasión que alborota. ¡No descuides este deseo! que acribilla a quien lo provoca. Tanta postración reclama y exige un mérito en silencio, tumultos de voces que ruegan lo que se les está cohibiendo. Después de la densa neblina, apareces en la enredadera de luz, luciérnagas de aurora boreal… Y como en un crepitante desvelo alucinan mis sentidos ciegos.

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Y CABALGAMOS Tu tersa miel toca la profundidad de mi ser en un verso que implora el alma donde germina cada mañana, en la frase que a mis sueños alumbra donde mi fe se desnuda y se empoza mi lúgubre mover… ¡Ángel de alas tornasoles con tus invisibles manos toma mis ojos marrones! En una traslúcida tienda quitas la lujuria que acecha. Nos bebe el aire que se agita nos abrasan aquellas cadenas, turbulencia hacen las sombras que alucinan hasta al alba crepitar y ronronean en nuestras quimeras. Tú, lazo dulce que se empapa yo, lienzo que enrojece dos seres que cabalgan y penetran un cielo distante.

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EDUARDO LUNA TARJETA POSTAL RUMBO A LO ETERNO No saben de la sed. El deseo de la carne y su sonrisa los borró la tierra. ¿Habrá paisajes que aún esperan que vuelvan a mirarlos con ternura y asombro? ¿seremos tan solo los vivos un recuerdo que sueñan los muertos? Lástima que no se les vuelvan a celebrar los cumpleaños, ni llevarles un juguete que les recuerde su infancia. ¿Por qué se nos vuelven tan lejanos los muertos queridos? Se vuelven como niños: no saben contar las horas en los relojes. Se vuelven cariñosamente incumplidos: ya no vuelven a asistir a nuestras fiestas. Me gustaría enviarles una tarjeta a ese domicilio, hecho de su lejanía y nuestras dudas. Ya que no pueden volver, ni compartir con nosotros un café. Ojalá que a falta de su risa, pudieran enviarnos su ternura.

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UNA ACUARELA PARA EL ANGEL Este ángel extraviado necesita un hogar. Perdió su cielo y camina solo. Busca un amigo, así sea un árbol que le de sombra, un arco iris que le sirva de techo a su esperanza. Necesita una novia, como esta niña, que con el brillo de sus ojos derrita el hielo, que con el verano de un beso se pose sobre su silencio, sobre sus labios de polo sur. Necesita pan, hermanos, lumbre, una brújula, una utopía con orquídeas, una tarde que le enseñe refranes, una escafandra, una buena historia, un oasis para su sed, alguien a quien ayudar una colina para el esfuerzo, un destello de valor, un viento, libre, y una canción, una canción de espigas que lo haga fuerte sin robarle la ternura de sus manos, un poco de oro puro sin avaricia: amarillo de tigre y girasol. Necesita más que nada una acuarela, una acuarela que le recuerde quién es, que le devuelva su esencia, donde pueda pintar su cielo, un cielo donde pueda cantar y valgan sus harapos y sus alas, un cielo de puertas abiertas a donde pueda volar.

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DESPERTAR Es un milagro de luz despertar a tu lado, sentir el cielo a cinco centímetros de mi cuerpo, poder palpar tu piel de niña, que se rinde entre mis manos. Como una azucena dormida. Cómo me gusta mirarte: tu cuerpo dormido en las horas, que pasa por mi silencio como una góndola. Cómo me gusta mirarte mientras duermes, sentirte palpitar y mover, como si cruzara lenta una estación de verano por tu vientre y tu cuerpo de mujer. De pronto abres los ojos y le regalas luz a nuestro día y somos enredadera y ventana y se inicia la mañana en tus ojos de alborada sonreída.

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