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Sufren desabasto de psicofármacos

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El duende

El duende

z Pacientes del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez han recibido la atención, pero algunos no consiguen aún su tratamiento.

Señalan pacientes que ni en farmacias pueden comprar su tratamiento

NATALIA VITELA z Érika teme que su salud se deteriore por haber suspendido su tratamiento ante la falta de medicinas. z María del Carmen requiere tres fármacos y dice que ni se los dan ni los encuentra en farmacias privadas. z Reyna no ha encontrado las medicinas que requiere su nieto de 8 años, quien sufre depresión. mente; pero no hay. invertido 8 mil 138.4 millones de pesos, y se han logrado reinvertir mil 266.1 millones de pesos, según datos de la directora de Financiera para el Bienestar, Rocío Mejía Flores. “Deben continuar realizando sus reembolsos todas las personas que tienen tanda”, afirmó en la mañanera. Las Tandas fueron creadas en 2019 para apoyar a personas dueñas de negocios con al menos medio año de operación. A través de la Secretaría de Economía, los beneficiarios recibirían un préstamo de 6 mil pesos sin intereses que deberían de pagar en doce meses.

Érika huyó del acoso y la violencia de su pareja y de una red de prostitución, y aunque recibe atención psiquiátrica contra el estrés postraumático y las crisis paranoicas, ahora padece la falta del medicamento que le prescriben en el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez.

Como ella, otros pacientes de este hospital y del Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro se han enfrentado a escasez de medicamentos psiquiátricos.

Érika se atiende en el Hospital Fray Bernardino Álvarez desde agosto de 2022 y desde enero no ha conseguido su tratamiento.

“Sí trabajo, pero poco y gano bastante poco. Por mi padecimiento no puedo trabajar más tiempo y también no podría venir a las consultas”, lamenta. La mujer contó que sufrió violencia física por parte de su esposo.

(Cofepris), que la sancionó por anomalías detectadas en la producción de fármacos.

Mientras, María del Carmen, quien también es paciente del Fray Bernardino y tiene trastorno bipolar, indicó que en la farmacia del hospital no hay medicamentos.

“Pues de nada sirve; lo he tenido que comprar en farmacias por fuera”.

“Vine hace un mes; hace dos semanas, y hoy. Me dijeron que regrese y que siga llamando cada lunes para preguntar si ya llegó el medicamento”, dijo.

El fármaco tampoco está disponible en farmacias privadas.

“De ninguna forma la tienen. No la he comprado y he estado sin medicamento, desde entonces he sentido cambios, como dolor de cabeza”, cuenta.

Para la joven acudir a este hospital implica desembolsar 30 pesos en el costo del transporte público y hasta cinco horas de traslado.

“Después me metí en una red de prostitución y me salí como pude, pero tenía acoso por parte de mi esposo; entonces me vinieron a internar aquí (al Hospital Fray Bernardino Álvarez) mes y medio hasta que cesaron las crisis paranoicas y me empezaron a medicar”, ahora la mujer teme que su salud se deteriore.

El Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, responsabilizó a la empresa Psicofarma de provocar deliberadamente un desabasto en medicamentos para la atención de enfermedades mentales y otras afecciones neurológicas.

Dijo que lo hizo para presionar a la Comisión Federal Contra Riesgo Sanitarios

“Ni me lo dan, ni me lo venden”, dice la mujer de 53, quien requiere valproato de magnesio; risperidona y sinogan.

La hija de Edith tiene 13 años y es paciente del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N Navarro.

La adolescente requiere sertralina e hidroxicina, fármacos que no hay en la institución.

“Estoy viniendo cada ocho días, porque estoy en un curso de papás y paso a preguntar, y no hay.

“En octubre empezamos a venir aquí y sí me los dieron; de ahí volvimos a venir a consulta y ya no me lo dieron. Lo tuve que comprar, después me afilié al Insabi y ya me lo iban a dar gratuita-

El hijo de Erika tiene TDAH y también es paciente del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro, y ha tenido dificultad para encontrar metilfenidato, un medicamento controlado.

“Ahorita no lo tienen; que está agotado y no nos dijeron para cuándo llega.

“(Mi hijo) lo tiene que tomar por su problema de TDAH; le ayuda en su problema de que le cuesta trabajo poner atención en la escuela”.

Reyna, abuela de Ángel, de 8 años, quien sufre depresión y estrés tras la muerte de su mamá, asegura que los fármacos que requiere su nieto son sertralina y risperidona, pero en el hospital no los encuentra. “Hay que comprarlos porque no hay. No salen muy caros, uno me costó 50 pesos y otro 70 u 80 pesos”, detalla la señora.

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