
11 minute read
Enero
OPINIÓN

Quien ha ejercido el poder debe ser capaz de soltarlo. Un líder sabe cuándo hay que irse.
Fuerza y amabilidad
Jacinda Ardern ha sido la AntiTrump. No puede haber política más distinta a la del patán anaranjado que el liderazgo de la primera ministra de Nueva Zelanda que hace unos días anunció su decisión de dejar el puesto. Ardern no buscará la reelección y dejará el gobierno al empezar la segunda semana de febrero. Su liderazgo ha sido la pista de una alternativa viable a la polarización populista, a su demagogia, a la violencia verbal, a la rudeza que se presenta como virtud de mando. Nueva Zelanda no es un país que veamos con frecuencia en los titulares de nuestra prensa. Un país remoto y pequeño y, para colmo, pacífico, no suele llamar la atención de los medios. Sin embargo, la llegada de Ardern cambió las cosas. Cuando alcanzó la jefatura del Gobierno en 2017 era la mandataria más joven del mundo. Tenía 37 años. Pero no fue su juventud ni su condición de mujer lo que capturaron la atención de la opinión pública mundial. Muy pronto, la política laborista dio sentido a un liderazgo atractivo que contrastaba con los arrebatos del machismo populista.
Al tomar posesión de su cargo en octubre del 2017 anunciaba que su gobierno estaría enfocado en la atención de los problemas de la gente, que sería empático y fuerte. Un gobierno sin distracciones ni evasiones; un gobierno sensible y cercano; un gobierno decidido y firme. Al anunciar su campaña por la reelección unos años después, resumía su convocatoria en una fórmula más breve: “ser amable; ser fuerte”. Para ser empático es necesario ser valiente y fuerte, ha dicho. Frente a la política adversarial, Ardern abrió una nueva distinta. Una amabilidad eficaz. Algunos dirán que mi ruta es ingenua, pero no puedo más que ser fiel a mí misma, dijo en una entrevista con la BBC. Ante los miedos de nuestros tiempos, los políticos suelen explotar la ansiedad y alentar el rencor. Caldear las enemistades es el talento del populista. Ardern exploró
la ruta contraria: no montarse en la condena de los otros, no atizar el odio o el resentimiento. Dar pistas de solución, asumir responsabilidad por el lenguaje que se utiliza y por el resultado de las políticas que se ofrecen. Durante sus dos mandatos, Nueva Zelanda enfrentó desafíos extraordinarios. Catástrofes naturales, ataques terroristas, la peor crisis sanitaria de la historia reciente. En marzo de 2019 Nueva Zelanda vivió su 11 de septiembre. Dos ataques que dejaron como saldo 51 personas muertas. La mayoría de ellos inmigrantes, muchos de ellos, refugiados. Dándole voz al duelo nacional, Ardern reconocía que todos habían encontrado su casa ahí. Sus historias son parte de nuestra memoria, dijo. “Ellos son nosotros”. Ellos somos nosotros. Tres palabras que desmontan todo el antagonismo del credo populista. Somos ellos. La política de Ardern ante la pandemia se convirtió en referencia para opinión pública mundial. Muy pronto, el talento del populista. Ardern exploró todo el mundo. Nunca habían sido tan importantes las dos cuerdas de su liderazgo: firmeza y sensibilidad. La primera ministra entabló un diálogo constante con la ciudadanía. Desde su casa, donde podían verse los juguetes de su hija recién nacida, comunicaba las estrictas decisiones del gobierno. Salvó miles de vidas. La severidad de las medidas sanitarias se acompañaba de empatía. No nos sermonea, nos acompaña, decían quienes la escuchaban. El líder más eficaz de todo el mundo durante la pandemia, según algunos.
Su discurso de despedida es extraordinario porque articula un sentido profundo de responsabilidad. Mientras vemos a tantos políticos encadenándose a la silla, ella dice adiós, tranquilamente. Quien ha ejercido el poder debe ser capaz de soltarlo. Nunca definirse a partir de su posesión. Por eso resulta tan refrescante que levante otros propósitos vitales tan importantes como poder acompañar a su hija, finalmente, a la escuela. La razón que ofrece para no presentarse a las elecciones es sencilla y, diría, irrebatible. No tengo energía para seguir. Tengo el depósito de gasolina medio vacío y en este oficio es indispensable tener el tanque lleno y la reserva completa. Espero haber mostrado a los neozelandeses que se puede ser amable, pero fuerte; empático, pero decidido; optimista pero enfocado. Y que uno puede ser líder y al mismo tiempo ser fiel a sí mismo. Un líder que sabe cuándo hay que irse. cuándo hay que irse.

TeMPlo MaYor

F. BarToloMÉ
ToLvanEra roBerTo zaMarriPa
robertozamarripa2017@gmail.com El espionaje político de García Luna es la otra cara del empoderamiento criminal que tanto daño hizo al país.
MENOS MAL que el fiscal alejandro gertz Manero salió bien del procedimiento médico al que se sometió en estados unidos. Ya que esté recuperado, a ver si finalmente regresa a despachar a la Fgr, pues su oficina ha estado desocupada desde hace muuucho tiempo. POR SUPUESTO el funcionario tiene todo el derecho a la privacidad en lo referente a su salud, pero, ¿por qué dejar botada una responsabilidad tan importante como la procuración de justicia en México? Si no ha sido porque el Presidente reveló que Gertz Manero estaba en “reparación”, nadie se habría enterado que el fiscal estaba fuera de circulación. EN LA Fiscalía existen mecanismos para suplir las ausencias de su titular, lo cual no tendría por qué ser motivo de secretismo. Pero el hecho de que se oculten esas situaciones genera sospechosismo. Constitucionalmente la labor de alejandro gertz Manero es autónoma, pero como que al funcionario le gusta más el cordón umbilical conectado a Palacio Nacional.
ENTRE los morenistas mexiquenses crece una extraña duda: ¿la candidata a la gubernatura es Delfina gómez o en realidad es Horacio Duarte? Y es que dicen que ella aparece en los spots, pero no en la operación diaria. QUIEN lleva las riendas de la campaña es Duarte, quien de hecho quería ser el candidato, pero perdió la dichosa encuesta de Morena. El ex director de aduanas era parte del grupo político de Higinio Martínez, pero durante el actual sexenio aumentó su propio capital político poniéndose por encima, inclusive, de su ex mentor. EL ASUNTO es que, hoy por hoy, Delfina ya está en precampaña, pero aunque se le ve mover los labios, la voz que se escucha es la de Horacio Duarte. ¿Será que el partido de Mario Delgado está planeando una jugada tipo ”Juanita” en el estado de México? Es pregunta que busca los hilos que mueven a las marionetas.
EN EL Poder Judicial no todo son malas noticias pues la ministra presidenta, Norma lucía Piña, acaba de nombrar a la magistrada Taissia Cruz Parcero como titular del instituto de Defensoría Pública Federal. EN UN PAÍS en el que la justicia sólo está al alcance de quienes pueden pagar un abogado, son fundamentales los defensores de oficio. El hecho de nombrar a alguien con carrera judicial, hace pensar que se busca darle su verdadera dimensión dentro de los procesos judiciales. LA LLEGADA de Cruz Parcero cierra la vacante que dejó Netzaí sandoval, quien fue nombrado por el ex presidente de la Corte arturo zaldívar. Esa designación fue vista como un intento de congraciarse con la 4T pues se trataba del hermano de quien fuera secretaria de la Función Pública, irma eréndira sandoval. Cosas de las cuotas pa’ los cuates.
TAL Y COMO se veía venir está seco, muy marchito porque evidentemente la Ciudad de México le quedó grande y ahora necesita reubicación. ¿Es el ahuehuete de Paseo de la reforma o el proyecto político de Claudia sheinbaum? Que cada quien decida. E n el año 2010 Genaro García Luna, entonces superpoderoso, le dijo a un gobernador electo de filiación priista: “El Presidente Felipe Calderón me encargó vigilarte para que no ganaras. Pero resultó que estaba peor el nuestro (el del PAN)”.
García Luna hacía del espionaje una de sus suertes principales para controlar el poder político. A los priistas los traía a raya. Cuando tuvo el encuentro con el gobernador priista electo en un estado que Calderón ambicionaba ganar, García Luna se presentó y le dijo: “no tenía el gusto de conocerte”. El priista le reviró: “me conoces bastante. Sabes todo”. Y el superpolicía admitió que había operado el encargo del presidente Calderón para indagar patrimonio, vida privada, asuntos personales y encontrar algún tema que pudiera descarrilar su candidatura y eventual triunfo.
Todavía el día de la elección, García Luna envió un destacamento de policías federales con la intención de alterar el proceso. Los priistas remitieron la queja al entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y le solicitaron el retiro de los uniformados. El PAN perdió.
El juicio de García Luna que ocurre en Nueva York reabrirá el expediente negro de la narcoviolencia y su conexión con la disputa del poder político, económico y territorial. Será una ventana para entender las razones por las que México tuvo un deterioro en sus instituciones, una descomposición social y política, y el despojo del poder territorial e institucional que a la vez generó una clase política frívola e incompetente, débil y solapadora del poder criminal.
El espionaje político de García Luna no necesariamente estará en las deliberaciones de Nueva York, pero es la otra cara de la narcopolítica. García Luna trataba de alinear a los enemigos partidistas pero a la vez descubrir los nexos que los políticos espiados tuvieran con los grupos criminales rivales del jefe policiaco. La asociación político-criminal que García Luna conjugaba fue fundamental en la defensa de territorios para el panismo y también para compartir con el priismo. En algunos casos, como el aludido, no encontró nada, no pudo doblar al adversario y tampoco logró colocar a sus piezas en la actividad criminal de esa entidad.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que el juicio de Nueva York será entretenido e interesante. Y desde luego que puede revelar conexiones insospechadas de la actividad criminal con la cúspide del poder político en México. Las consecuencias serán muy
El juicio
fuertes y pegarán en la médula opositora. Entre los partidos amalgamados en la oposición no han hecho una autocrítica y un deslinde de las acciones de García Luna. Ni quienes lo sufrieron siendo espiados, acosados y doblados, como los que fueron cómplices.
García Luna fue enaltecido por algunos de los apoyadores del gobierno federal, empezando por las televisoras. Hasta una telenovela fue producida con el propósito de lavarle la cara al poder criminal.
Pero el juicio a García Luna no ocultará las circunstancias de inseguridad que ahora vive el país. Por el contrario, puede exponenciar los problemas. El gobierno federal ha sido insistente en que las políticas de seguridad son contrastantes. Y en ese ánimo será difícil de entender por qué ahora que no están al mando de la seguridad personajes como García Luna persisten situaciones de violencia comparables a las de los años de horror. Hay zonas impenetrables y descontroladas. Los contornos de Zacatecas, Jalisco y Aguascalientes hierven. Las zonas son intransitables y ya tiene un efecto en la actividad económica de la zona. La región de la Tierra Caliente donde confluyen Guerrero, Michoacán y Estado de México es particularmente aguda. El crimen manda en todo: en la política, en el uso de recursos públicos, en el control del comercio, en el mando de las minas, en el transporte.
Solo por mencionar dos regiones del país extremadamente peligrosas.
El juicio es espejo y contraste, acicate y vergüenza. Y oportunidad de plasmar con hechos y resultados la diferencia.

Dimite alcaldesa en SLP; denuncia amenazas
REFORMA / StAFF SAN LUIS POTOSÍ.- Tras 16 días como alcaldesa sustituta de Santa María del Río, Edna Yuridia Medina Flores renunció por presuntas amenazas.
“Ya no quiero más amenazas de muerte hacia mi familia y mi persona”, sostuvo en una publicación difundida la noche del sábado en su cuenta de Facebook, tras mostrar la carta de renuncia que presentó al Cabildo, con mayoría del Verde Ecologista.
Medina Flores señaló que ella y su familia han sido blanco de intimidaciones por oponerse al proyecto de una gasolinera que atentaría contra la vida de la población, principalmente de los menores que asisten a escuelas cercanas a la zona centro de la localidad, ubicada a 48 kilómetros de la capital potosina.
“Ustedes saben qué obra está siguiendo su rumbo, ustedes saben que esa obra está llena de corrupción. Perdónenme porque esto ya se me salió de las manos, quiero que sepan que mi familia es lo más sagrado (sic).
“No espero que lo entiendan pero, pues así yo lo veo; sólo espero que ustedes como pueblo no dejen que se lleve a cabo esa obra en el centro que pondrá en peligro la vida de los niños”, agregó.
Las amenazas contra Medina Flores, quien fue regidora y obtuvo el aval del Cabildo para asumir el cargo el 5 de enero, surgieron presuntamente luego de que se negó a recibir sobornos de hasta 5 millones de pesos, que también se habrían ofrecido a su antecesor Emmanuel Govea, quien falleció el 31 de diciembre en un accidente en la carretera libre a Rioverde, a la altura del kilómetro 218.
