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Trump, aun arrestado, podría ir por la Presidencia

El republicano acusa al fiscal de Manhattan de recibir dinero del millonario Soros

JOSÉ LÓPEZ ZAMORANO CORRESPONSAL malmente su intención de buscar la candidatura.

WASHINGTON, DC.- Con el trasfondo de insistentes llamados a protestar en las calles por su inminente arresto, que no se materealizó ayer, el expresidente Donald Trump acusó al billonario progresista George Soros de estar detrás de las acciones del fiscal de Manhattan, Alvin Bragg.

Trump, quien se ha mantenido intenso en su red social Truth Social, sostuvo que Bragg, el primer fiscal afroamericano de Nueva York, está financiado por Soros. Está “vergonzosamente avanzando una cacería de brujas solamente por propósitos políticos”. “Debería testificar bajo juramento”, sostuvo.

Respecto de los efectos que tendía un eventual arresto, es imposible que Trump sea inhabilitado para buscar la Presidencia de Estados Unidos, porque se trata de una acusación local por una falta administrativa.

Los casos donde existe la posibilidad de que pudiera ser inhabilitado corresponden a acusaciones federales en dos instancias: la investigación del Departamento de Justicia sobre la sustracción de documentos clasificados de la Casa Blanca y su papel como incitador a la violencia durante el fallido golpe de Estado del 6 de enero de 2021.

POSTURA. El expresidente de Estados Unidos Donald Trump aseguró en su red social que es víctima de “una cacería de brujas por propósitos políticos”.

Un nuevo sondeo de Morning Consult muestra que, a raíz de la controversia, el expresidente experimentó un repunte de su popularidad durante el fin de semana.

La encuesta revela que, entre los republicanos que planean participar en las elecciones primarias, Trump aventaja al gobernador de Florida, Ron de Santis, con 54% contra 26%, aunque este último aún no anuncia for-

Legalmente un aspirante presidencial sólo puede quedar inhabilitado si es convicto de los delitos mayores que se le imputan, no solamente acusado, de tal forma que por el momento, sin una causa de por medio en los casos más graves de seguridad nacional e insurrección, Trump no tiene amenazadas sus aspiraciones presidenciales para 2024.

Por otro lado, los republicanos han dejado claro que tienen la intención de cobijar al expresidente política y legalmente. Por lo pronto presidentes de tres comités del Congreso ya pidieron que se investigue al fiscal de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, tras las acusaciones de Trump.

En el siglo 18 Francia fue gobernada por monarcas que concentraron el poder al máximo. Los nobles y los intendentes provinciales perdieron autonomía y dejaron de ser factores de estabilidad política. Vergonzosamente sumisos, los ministros se tuvieron que ajustar a sus caprichos y hacían hasta lo increíble por halagarlos.

Luis XIV era conocido como “el rey sol” porque a su alrededor todo se movía con la regularidad del astro. A los parlamentarios que reclamaban algo de sentido común les respondió: “El Estado soy yo”. Sus sucesores no fueron mejores. Luis XV sonriente decía: “Después de mí, el diluvio”.

En efecto, el absolutismo llevó a catástrofes sin fin. Buscando conquistar nuevos territorios se enfrascaron en una guerra tras otra. Para sufragarlas impusieron rentas a todos, incluso a los campesinos pobres y hambrientos.

En 1789 estalló la revolución y Luis XVI acabó guillotinado. En un periodo conocido como “el terror”, la venganza de los revolucionarios llegó hasta la nobleza. Luego vino el imperio de Napoleón Bonaparte y décadas enteras de revoluciones y golpes de Estado, en las que se alternaron la restauración monárquica y la república.

En ese ambiente nació y creció Alexis de Tocqueville. Descendiente de nobles que acabaron en el cadalso, en su juventud fue partidario de la monarquía, pero estaba abierto a encontrar un régimen mejor. Su padre, que era prefecto, lo recomendó para ingresar a la magistratura en Versalles. Después de un tiempo se convenció de que ser fiscal no era lo suyo.

En una época de reformas, convenció al ministro de Justicia para que, junto a un amigo, les diera un permiso sin goce de sueldo para ir a estudiar el sistema carcelario de Estados Unidos. En realidad, quería ver qué tan bien funcionaba la democracia en el nuevo país.

Aprendió el inglés en la travesía y a los 25 años llegó a América. Durante nueve meses y medio recorrió la Costa Este y los Grandes Lagos.

Visitó las cárceles y habló

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