Alegría

ALEGRÍA Carmen Gil Zuriñe Aguirre

Mateo y la pequeña duende Alegría están siempre juntos.

Pero un día, la malvada Bruja de Trapo pronuncia un hechizo para separarlos...

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ALEGRÍA Carmen Gil

Zuriñe Aguirre

A Álvaro Crespo, que derrama alegría.

Carmen Gil Gracias por la alegría con la que me criaron y la alegría de los que me rodean cada día.

Zuriñe Aguirre

Alegría Colección Somos8 © del texto: Carmen Gil, 2017 © de las ilustraciones: Zuriñe Aguirre, 2017 © de la edición: NubeOcho, 2017 www.nubeocho.com - info@nubeocho.com Correctora: Daniela Morra Primera edición: 2017 ISBN: 978-84-946926-0-4 Depósito Legal: M-20326-2017 Impreso en China a través de KS Printing, respetando las normas internacionales del trabajo.

Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción.

ALEGRÍA

Carmen Gil Zuriñe Aguirre

A Mateo le encantaba Alegría.

Era una duende del tamaño de un bote de pimienta que aparecía siempre en los lugares más inesperados.

La podía encontrar escondida en la barba de papá cuando iba a darle un beso, o en el runrún del coche de los abuelos cuando venían a verlo.

A veces se topaba con ella en uno de los peldaños del tobogán del parque, y otras, entre las páginas de un libro.

Y cuando la duendecilla se dejaba ver, todo se vestía de fiesta. A Mateo le latía el corazón como un tambor, se le dibujaba una sonrisa en la cara y le entraban unas ganas enormes de cantar.

¡BRINCO Y SALTO DE EMOCIÓN! MÁS QUE UN RATÓN CON SU QUESO, QUE UNA AVISPA EN UN MELÓN O QUE UN PERRO CON UN HUESO.

Pero, desde hacía un tiempo, Alegría había desaparecido. “¿Dónde se habrá metido esta duendecilla?”

Y como tenía muchas ganas de verla, decidió salir a buscarla.

—¿Sabes dónde está Alegría?

—Pues no, hace días que no la veo —le respondió el sol lanzando destellos brillantes.

Y lo mismo le dijeron la flor en la que dormía la siesta, la brisa en la que volaba cabeza abajo, la tela de araña en la que se columpiaba…

¿Y la

Bruja de Trapo?

Todavía sigue por ahí, empeñada en alejar a Alegría de la vida de algún niño, haciendo realidad

toooodos sus deseos.