Para mi familia y para todas las familias. Levi Pinfold
N E G RO O PERR EL
D O F N I L P I LEV
Un buen día un perro
negro fue a visitar a la familia Esperanza. El señor Esperanza fue el primero en verlo. –¡Ay madre mía! –gritó dejando caer su tostada al suelo. No perdió ni un segundo en llamar a la policía. –¡Hay un perro negro del tamaño de un tigre en la puerta de mi casa! –le contó al policía. El policía se echó a reír. –¿Y qué hago? –preguntó el señor Esperanza. –Pues no salga de casa –le dijo el policía y le colgó el teléfono.
La señora Esperanza fue
la siguiente en levantarse. –¡Ay madre mía! –gritó dejando caer su taza de café. No perdió ni un segundo en llamar al señor Esperanza. –¿Sabes que ahí fuera hay un perro negro del tamaño de un elefante? –chilló. –Sí –respondió el señor Esperanza. –¿Y qué hacemos? –preguntó la señora Esperanza. –¡Apaga las luces!, ¡así no sabrá que estamos en casa!
A delina Esperanza fue la siguiente en levantarse. –¡Ay madre mía! –gritó dejando caer su cepillo de dientes. No perdió ni un segundo en llamar a sus padres. –¿Sabéis que ahí fuera hay un perro negro del tamaño de un tiranosaurio? –Sí –respondieron a la vez la señora y el señor Esperanza. –¿Y qué hacemos? –preguntó Adelina Esperanza. –¡Cierra las cortinas!, ¡así no nos verá!
M auricio Esperanza fue el siguiente en levantarse. –¡Ay madre mía! –gritó dejando caer su osito. No perdió ni un segundo en llamar a toda su familia. –¿Sabéis que ahí fuera hay un perro negro del tamaño de un Gran Zampón? –¿Qué es un Gran Zampón? –le dijo Adelina Esperanza. –¡No es momento para explicaciones! ¿Qué hacemos? –preguntó Mauricio Esperanza. –¡Escondernos bajo las mantas! –le respondieron todos.
F ue entonces cuando Chiqui (de chiquitina), la más pequeña de la familia Esperanza, se dio cuenta de que algo raro estaba sucediendo. –¿Qué hacéis todos tapados con una manta? –Escondernos del Perro Negro –susurraron. –Pero qué tontos sois… –suspiró Chiqui mientras abría la puerta principal. –¡No salgas ahí fuera! –le gritó su familia. –¡Ese monstruo te devorará! –¡Te comerá la cabeza! –¡Masticará tus huesos! Pero Chiqui ya había salido de casa.
Fuera, el Perro Negro se agachó, se acercó a ella y RESOPLÓ. –¡Vaya! ¡Pues sí que eres grande! –le dijo Chiqui. –¿Qué estás haciendo aquí, mostrenco? El Perro Negro le echó el aliento encima.
De acuerdo –respondió ella–. Pero si quieres
comerme, tendrás que pillarme primero. En ese momento la niña escapó y se metió entre los árboles. Mientras corría comenzó a cantar una canción:
“No podrás seguirme a donde voy. A no ser que encojas, no será posible que me cojas”. Y el Perro Negro la siguió…
NubeOcho Ediciones www.nubeocho.com Octubre, 2014 Traducci贸n: Robin Sinclair
Black Dog 漏 Levi Pinfold, 2011 Templar Books ISBN 978-84-942360-6-8 Dep贸sito Legal: M-16634-2014 Impreso en China Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducci贸n
El Perro Negro
¿Habéis oído hablar del Perro Negro?
Levi Pinfold
Cuenta la leyenda que tan solo con mirar a esta espeluznante criatura se desatarían los acontecimientos más terribles… ¿Quién podría culpabilizar a la familia Esperanza por sentirse aterrorizada cuando el Perro Negro apareció delante de su casa? Ésta es una historia sobre tener miedo. También es una historia sobre no tener miedo. Todo depende de cómo veas las cosas.
ISBN: 978-84-942360-6-8
9 788494 236068
2014-07-18
N E G RO O R R PE EL
D O F N I L P EVI
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