MetaHistoria - 2015

METAHISTORIA Cristo, el sentido de todo

Jesús

¿Es Un Mito? ¿Cuánto sabes de Él?

Adán - Abraham - Moisés - David - Pablo

Libro de Vida (MH-BOH) ISBN 978–1–63049-038-6 Derechos de Autor © 2015 por One Hope.

Todo el texto bíblico ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © 2008, 2009 Tyndale House Foundation.

Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.

Adaptación de pasajes bíblicos, ilustraciones, textos y preguntas.

Derechos de Autor © 2015 por One Hope.

Todas las citas textuales de la Biblia aparecen en CURSIVA. Las referencias de los capítulos y versículos indican dónde acceder al relato completo, ya sea en tu Biblia o en Internet (por ejemplo, www.youversion.com) OneHope 600 SW 3rd Street Pompano Beach, FL USA 33060 954.975.7777 info@onehope.net www.onehope.net

ÍNDICE Adán y Cristo ........................... 4 Abraham y Cristo .................. 11 Moisés y Cristo ...................... 17 David y Cristo ........................ 26 Pablo y Cristo ........................ 33 Una de las Muchas Historias .. 42 Yo soy ....................................... 44

PUNTO DE

PARTIDA

Esta revista fue hecha pensando en varios tipos de personas: 1. Las indiferentes, que no les interesa saber quién es Jesús 2. Las escépticas, que piensan que Jesús es un mito.

3. Las «sabelotodo» que piensan que saben mucho acerca de Jesús, pero en realidad no saben nada.

4. Las honestas que dicen no saber y están deseosas por saber más de lo que los pesebres muestran sobre Jesús.

Esta revista habla sobre Cristo, porque hay mucha desinformación sobre Él. Seguramente hay cosas que tú aún no sabes. Lo grave es que la mayoría de esas personas tienen una idea equivocada sobre Él, porque no han recibido toda la información acerca de Su vida y de Su historia.

Algunos ejemplos de las ideas equivocadas que las personas tienen sobre Jesús son: Algunos ejemplos de las ideas equivocadas que las personas tienen sobre Jesús son: 1. Algunos piensan que es suficiente con leer sólo los Evangelios, porque ahí está todo sobre Jesús.

Este es un gran error, porque toda la Biblia fue escrita para presentarnos a Cristo. Los Evangelios relatan principalmente las acciones y los misterios de Jesús, y no entran en otros detalles de Su vida.

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2. Algunos piensan que Jesús fue solamente una buena persona.

Si así fuera, creer en Él no sería algo útil ni inteligente.

3. Algunos piensan que Jesús fue un hombre con súper poderes.

Puede parecer un chiste, pero en la práctica, muchas personas creen esto y ¡tratan a Cristo como una especie de Superman!

4. Algunos piensan que Jesús fue solamente un líder religioso.

Por cierto, hay quienes creen que Jesús es una especie de Mahoma del cristianismo.

Por todo lo expuesto, estamos seguros de que vale la pena escribir esta revista, porque creemos que no es así y podemos demostrarlo.

En las próximas páginas podrás conocer lo que la Biblia dice acerca de Jesús.

Como la Biblia es un libro un tanto extenso, para no dar muchas vueltas vamos a concentrarnos en cinco personajes claves: Adán, Abraham, Moisés, David y Pablo. A través de la historia de estas personas podremos conocer mejor al Dios de la historia, ¡el que nos ama y nos busca!

En estas páginas no encontrarás una charla técnica sobre estos personajes, porque sería muy aburrido, sino un resumen presentado de una manera no muy convencional. Esperamos que seas curioso(a) para transitarlo con nosotros.

PD.: Cuando hablamos de Jesús, de Cristo o de Jesucristo, nos estamos refiriendo a la misma persona. No son sus apellidos o apodos.

Cristo es un título (como Barón, Monseñor, etc., pero con un rango

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superior), y Jesús es su nombre, el que le fue dado por sus padres.

En fin, ya sea a través de su nombre o título, estamos hablando de la misma persona.

GUÍA PARA PENSARLO MEJOR Al final de cada artículo, encontrarás la Guía para pensarlo mejor. Estas son preguntas pensadas para generar un espacio de profundización del tema y para guiar al lector(a) a una mejor comprensión acerca de Dios y de la Salvación que él nos ofrece.

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Adán &Cristo

DIRECTO AL PUNTO a. La creación de Dios, desde la tierra hasta los seres que viven en ella, es un evento real y no un mito. b. El hecho de ser creados/as por Dios es determinante para saber quiénes somos. c. Dios provee una solución ante el pecado para dar libertad espiritual a quienes vivimos en este mundo.

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Adán y Cristo

4 EVIDENCIAS

- SOBRE LA -

CREACIÓN Las personas se esfuerzan cada día por parecer más inteligentes, por estar constantemente conectadas a las últimas tendencias, sin embargo suelen tener una actitud crítica frente a los temas trascendentes de la vida, como: Dios, la verdad y la eternidad, entre otros. Es por eso que la gente piensa que somos «tontos» cuando decimos que creemos que el mundo fue creado por Dios. Te presentaremos cuatro razones a través de las cuales podrás ver que Dios creó al mundo, y que Adán, el primer ser humano, fue un personaje tan real como tú y yo.

Evidencia 1: Amar la Creación nos hace valorar la dignidad humana.

El ser humano es valioso porque Dios lo creó. Esta es la raíz y matriz de la dignidad humana. No somos fruto de la casualidad sino que fuimos intencionalmente creados por un ser moral e inteligente, y además ¡hechos a Su imagen! Es decir, heredamos la personalidad, la moralidad y la inteligencia de Dios mismo.

Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra

imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo». Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. (…) Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! (Génesis 1:26-27,31).

Adán y Cristo

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Evidencia 2: Valorar la Creación nos hace respetar más a las personas y a la naturaleza.

Todo fue creado intencionalmente y con cuidado.

Así lo afirma el relato de la creación cuando dice: En el principio, Dios creó los cielos y la tierra (Génesis 1:1).

Después de haber creado el día y la noche (día 1), el cielo y la tierra (día 2), los mares, los continentes y la vegetación (día 3), el sol, la luna y las estrellas (día 4), Dios creó a las criaturas marinas y a las aves (día 5) y en el último día de la Creación formó a los demás animales. Y, para coronar su trabajo, creó su obra maestra: el ser humano. Es decir, al hombre y a la mujer.

Entonces Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de animales, que cada uno produzca crías de la misma especie: animales domésticos, animales pequeños que corran por el suelo y animales salvajes»; y eso fue lo que sucedió. Dios hizo toda clase de animales salvajes, animales domésticos y animales pequeños; cada uno con la capacidad 6

Adán y Cristo

de producir crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces, Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo». Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense.

Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo». Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento. Y he dado toda planta verde como alimento para todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales

pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene vida»; y eso fue lo que sucedió.

Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día (Génesis 1:24-31).

Todo este orden y las

palabras de Dios al crear, nos indican que somos responsables por la naturaleza. En la medida en que entendemos esto, como creación especial de Dios, aprenderemos a respetar al prójimo y a cuidar de la naturaleza con mayor atención y responsabilidad.

Evidencia 3: Ignorar los límites que Dios ha puesto en su Creación, nos destruye.

Hemos visto que Dios creó todas las cosas perfectas.

Pero algo pasó: Después, el Señor Dios plantó un huerto en Edén, en el oriente, y allí puso al hombre que había formado. El Señor Dios hizo que crecieran del suelo toda clase de árboles: árboles hermosos y que daban frutos deliciosos. En medio del huerto puso el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:8-9).

El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo cuidara; pero el Señor Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto,

excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás» (Génesis 2:15-17).

La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto? —Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó la mujer—. Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”. —¡No morirán!

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—respondió la serpiente a la mujer—. Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.

La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió.

Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió. En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse (Génesis 3:1-7).

Quizás no te has dado cuenta, pero la raíz de TODOS los males de este mundo está

en este relato: «el ser humano decidió desobedecer a Dios, quiso tomar su lugar e intentar definir lo bueno y lo malo, y esto dio como resultado el deterioro de lo creado, y la separación (muerte espiritual) entre Dios y la humanidad».

Seguramente ya has escuchado hablar de Caín y Abel: Cierto día Caín dijo a su hermano: «Salgamos al campo».

Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató (Génesis 4:8).

Este fue el primer asesinato en la historia de la humanidad. El mal ya se había instalado. La raíz de la maldad en el mundo está en la rebelión de la raza humana contra Dios.

Evidencia 4: La misma Creación nos hace entender cuál es la solución para el caos del mundo. ¿Quién creó al mundo?

Mirando con mayor atención encontramos lo que la Biblia dice: En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra ya existía en el 8

Adán y Cristo

principio con Dios. Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él (Juan 1:1-3).

Este texto hace referencia a la persona clave para entender todo lo que existe, ya que por

medio de Él todo fue creado. Éste, la Palabra que estaba con Dios es Cristo. Por eso dice: La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos.

La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla (Juan 1:4-5).

Ya vimos que la respuesta del hombre fue optar por abandonar a Dios y rebelarse contra Él, haciendo lo que había condenado. Pero Dios mismo presentó una solución para esta situación. Mira lo que dijo: Entonces el Señor Dios le dijo a la serpiente: «Por lo que has hecho, eres maldita más que todos los animales, tanto domésticos como salvajes. Andarás sobre tu vientre, arrastrándote por el polvo durante toda tu vida. Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón» (Génesis 3:14,15).

La serpiente representa a Satanás, y Dios la condenó por haber llevado al ser humano a rebelarse contra Él. Pero también

Dios propuso una solución para el hombre: Anunció que un descendiente de la mujer derrotaría a Satanás (le golpearía en la cabeza). Este es el mismo que preexistió en la Palabra, en la luz que brilla en la oscuridad, y a quien la oscuridad no podrá apagar jamás. Su nombre es Cristo. De Él es quien dice la Biblia que: «Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios» (Juan 1:10-12).

Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad (Juan 1:14a).

El que creó todas las cosas se hizo hombre para salvar a los hombres. Dios no está ajeno a los problemas humanos, ¡todo lo contrario!

Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no Adán y Cristo

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se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16).

Confiar en Dios como el Creador es entender quiénes somos, cuál es nuestro valor, cuál es el origen de nuestros problemas

y encontrar en Él la única solución posible. La Biblia dice: Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva (1 Corintios 15:22).

GUÍA PARA PENSARLO MEJOR 1. Adán y Cristo: Cuatro evidencias sobre la Creación Este artículo presenta a Dios como Creador del mundo y cómo este hecho impacta en la vida del ser humano. También introduce las evidencias del relato de Génesis y su trascendencia. Profundicemos más en estos temas: A. ¿Este artículo te provocó algún cambio de pensamiento sobre Dios ? ______________________________________________________ ______________________________________________________ B. ¿Qué te parece la solución que Dios le dio a los problemas que vivimos como humanidad? ______________________________________________________ ______________________________________________________ C. ¿Qué relación hay entre Adán y Cristo, y cuál es la diferencia entre ellos? ______________________________________________________ ______________________________________________________ 10

Adán y Cristo

Abraham & Cristo DIRECTO AL PUNTO a. Abraham influye en nuestra vida hasta hoy por ser el ancestral de Cristo. b. El plan de Dios para salvar al mundo se inició con la formación de un pueblo. c. El pacto que Dios estableció con Abraham nos ayuda a entender cuánto Dios nos ama.

Abraham y Cristo

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EL FUNDADOR DE NACIONES El cantante uruguayo Jorge Drexler escribió una canción muy peculiar llamada «Milonga del moro judío» que muestra su visión del mundo y de las religiones, donde dice: «Yo soy un moro judío, que vive con los cristianos, No sé qué dios es el mío, ni cuáles son mis hermanos».

Con su peculiar ironía, Drexler hace mención de la oposición entre judíos, musulmanes y cristianos, que confundiéndose en una sola persona, muestra que al final somos un mismo pueblo confundido y lleno de contradicciones. En realidad, estas tres grandes religiones tienen un origen común: Abraham, cuyo nombre de nacimiento fue Abram. Él es una pieza clave en el plan salvador de Dios, pues, a través de su descendencia vino el Dios encarnado, hecho hombre, en Jesús.

Así fue como todo empezó.

Abraham era un tipo común Taré fue el padre de Abram, Nacor y Harán; y Harán fue el padre de Lot. (…) Durante ese tiempo, tanto Abram como Nacor se casaron. El nombre de la esposa de Abram era Sarai, (…) Pero Sarai no podía quedar embarazada y no tenía hijos (Génesis 11:27b,29a,30).

Cuando Abraham tenía unos setenta y cinco años, Dios le dijo: Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete 12

Abraham y Cristo

a la tierra que yo te mostraré (Génesis 12:1b).

En otras palabras, eso significa: «Toma todos tus rebaños, tus siervos, tus posesiones y toda tu casa y vé sin un destino claro.

Sólo Yo sabré hacia dónde vas, y en el momento indicado te lo diré». Suena raro, pero lo más importante viene después: Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros.

Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti (Génesis 12:2-3).

Dios quería iniciar una nación a través de la genealogía de Abraham, pero tanto él como su esposa eran ancianos y ya no podían tener hijos. Sin embargo lee lo que Dios le dijo: El Señor le dijo a Abram: «Mira lo más lejos que puedas en todas las direcciones: al norte y al sur, al oriente y al occidente. Yo te doy toda esta tierra, tan lejos como alcances a ver, a ti y a tu descendencia como

posesión permanente. ¡Y te daré tantos descendientes que, como el polvo de la tierra, será imposible contarlos! Recorre toda la tierra en cada dirección, pues yo te la entrego» (Génesis 13:14-17).

Entonces Abram partió como el Señor le había ordenado, y Lot (su sobrino) fue con él.

Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó a su esposa Sarai, a su sobrino Lot, y todas sus posesiones —sus animales y todas las personas que había incorporado a los de su casa en Harán— y se dirigió a la tierra de Canaán (Génesis 12:4-5).

¿Cuál es la importancia de este evento?

El destino de la humanidad estaba en la decisión de Abraham de salir de su casa para tomar una tierra nueva. A causa de ello, Dios hizo un pacto con Abraham para beneficio de toda la humanidad: un pacto que nos incluye a ti y a mí.

Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti (Génesis 12:3b).

Pero al igual que un hombre común, Abraham también tenía sus dudas:

Tiempo después, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande.

Abram le respondió: —Oh Señor Soberano, ¿de qué sirven todas tus bendiciones si ni siquiera tengo un hijo? Ya que tú no me has dado hijos, Eliezer de Damasco, un siervo de los de mi casa, heredará toda mi riqueza.

Tú no me has dado descendientes Abraham y Cristo

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propios, así que uno de mis siervos será mi heredero.

Después el Señor le dijo: —No, tu siervo no será tu heredero, porque tendrás un hijo propio, quien será tu heredero.

Entonces el Señor llevó a Abram afuera y le dijo: —Mira al cielo y, si puedes, cuenta las estrellas. ¡Ese es el número de descendientes que tendrás!

Y Abram creyó al Señor, y el Señor lo consideró justo debido a su fe.

Entonces el Señor le dijo: —Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra como posesión.

Pero Abram respondió: —Oh Señor Soberano, ¿cómo puedo estar seguro de que realmente voy a poseerla? (Génesis 15:1-8).

Aunque parezca extraño, en aquellos tiempos esta era la forma en que alguien hacia un pacto con otra persona y se comprometía a cumplir con su parte: El Señor le dijo: —Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón de paloma.

Entonces Abram le presentó todos esos animales y los mató. Luego 14

Abraham y Cristo

partió a cada animal por la mitad y puso las mitades una al lado de la otra; sin embargo, no partió a las aves por la mitad. Algunos buitres se lanzaron en picada para comerse a los animales muertos, pero Abram los espantó.

Al ponerse el sol, Abram se durmió profundamente, y descendió sobre él una oscuridad aterradora.

Después el Señor dijo a Abram: «Ten por seguro que tus descendientes serán extranjeros en una tierra ajena, donde los oprimirán como esclavos durante cuatrocientos años; pero yo castigaré a la nación que los esclavice, y al final saldrán con muchas riquezas. En cuanto a ti, morirás en paz y serás enterrado en buena vejez. Cuando hayan pasado cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí, a esta tierra, porque los pecados de los amorreos no ameritan aún su destrucción».

Después de que el sol se puso y cayó la oscuridad, Abram vio un horno humeante y una antorcha ardiente que pasaban entre las mitades de los animales muertos. Entonces el Señor hizo un pacto con Abram aquel día y dijo: «Yo he entregado esta tierra a tus descendientes,

desde la frontera de Egipto hasta el gran río Éufrates, la tierra que ahora ocupan los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, los

hititas, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos» (Génesis 15:9-21).

¿De qué sirvió todo eso? Mira este relato: El siguiente es un registro de los antepasados de Jesús el Mesías, descendiente de David y de Abraham: Abraham fue el padre de Isaac. Isaac fue el padre de Jacob.

Jacob fue el padre de Judá y de sus hermanos. (…) (un poco más de mil años después*)Jacob fue el padre de José, esposo de María. María

dio a luz a Jesús, quien es llamado el Mesías. Todos los que aparecen en la lista abarcan catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde David hasta el destierro a Babilonia, y catorce desde el destierro a Babilonia hasta el Mesías (Mateo 1:1,2; 16,17).

Toda esa historia nos enseña 3 cosas: 1. A lo largo de los tiempos como en la canción de Drexler, podemos comprobar que sin saber quién es tu Dios, o algo Dios tiene grandes planes parecido. Incluso hasta puede para salvar al ser humano de que no entiendas quién es Dios en realidad, pero de cualquier sus pecados.

2. Dios usa personas comunes manera tú sigues siendo una y realiza grandes milagros en persona creada y amada por Él, y debes saber que ha movido la la historia.

3. Dios quiere relacionase con historia de hombres y mujeres, nosotros y por eso formó un de naciones e imperios, ha pueblo a través de Abraham, descendido y se ha hecho un de quien vino Cristo, el ser humano para pagar por los pecados de las personas. Todo Salvador prometido. eso muestra la grandeza de Dios Puede ser que te sientas y ¡cuánto nos ama! * agregado por el autor.

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GUÍA PARA PENSARLO MEJOR 2. Abraham y Cristo: El fundador de naciones.

Este artículo trata de la estrecha relación entre el plan que Dios hizo con Abraham y la solución a la crisis provocada por la traición humana. Abraham es el primer paso del plan de Dios para enviar un redentor que restauraría la paz entre Dios y la humanidad.

A. ¿Cuál es la relación de Abraham con Cristo y con nosotros? ______________________________________________________ ______________________________________________________ ______________________________________________________ B. ¿ En esta historia, ¿dónde podemos ver la manifestación del amor de Dios hacia la raza humana? ______________________________________________________ ______________________________________________________ ______________________________________________________ C. Dios tiene un plan de amor para con nosotros. Si pudiste entenderlo de esta manera, ¿cómo esto influye en tu relación con Él? ______________________________________________________ ______________________________________________________ ______________________________________________________

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Abraham y Cristo

MOISÉS & CRISTO DIRECTO AL PUNTO a. Dios se revela a nosotros como único Dios. b. Dios es poderoso para salvar a los que creen en Él. c. Dios tiene un plan maravilloso para nosotros.

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LA PEOR REVOLUCIÓN

DEL MUNDO

El mundo ha pasado por muchas revoluciones. La historia está repleta de hechos de sangre, sudor y lágrimas. Normalmente se llama revolución cuando se trata de un esfuerzo grande de un grupo de la sociedad por cambiar su estatus.

Hebreos En la historia de los obvio que no hay nadie más sabio hebreos se describe una gran e inteligente que tú. Quedarás a revolución pero con detalles cargo de mi palacio, y toda mi dramáticos: Un líder temeroso gente recibirá órdenes de ti. Solo guía a una pequeña multitud yo, sentado en mi trono, tendré un de esclavos que no estaban tan rango superior al tuyo». El faraón seguros de querer ser libres. le dice a José: «Yo, aquí en persona, Es una historia dramática, pero te pongo a cargo de toda tierra del fue una de las más importantes Egipto» (Génesis 41:39-41). revoluciones del mundo.

Muchos años después de La buena relación entre Abraham, un descendiente suyo, los egipcios y los hebreos duró llamado José, fue vendido por sus bastante tiempo, pero un día propios hermanos como esclavo llegó a su fin. Los hebreos fueron a los egipcios, destinándolo a la esclavizados, y con el pasar del muerte. Pero Dios intervino y tiempo se dieron las condiciones tras haber revelado unos sueños para una revolución. Como toda del Faraón, fue reconocido como sublevación se necesitaba de un Primer Ministro de Egipto. Mira gatillo dramático para detonar, es lo que ocurrió: decir, algún hecho atroz realizado Así que el faraón dijo a José: por un poderoso arrogante que «Como Dios te ha revelado el desencadenara una serie de significado de los sueños a ti, es movilizaciones sociales: 18

Moisés y Cristo

Tiempo después, subió al poder de Egipto un nuevo rey que no conocía nada de José ni de sus hechos. El rey le dijo a su pueblo: «Miren, el pueblo de Israel ahora es más numeroso y más fuerte que nosotros. Tenemos que idear un plan para evitar que los israelitas sigan multiplicándose.

Si no hacemos nada, y estalla una guerra, se aliarán con nuestros enemigos, pelearán contra nosotros, y luego se escaparán del reino».

Por lo tanto, los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey. Sin embargo, cuanto más los oprimían,

más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios. Por eso los egipcios los hacían trabajar sin compasión. Les amargaban la vida forzándolos a hacer mezcla, a fabricar ladrillos y a hacer todo el trabajo del campo. Además, eran crueles en todas sus exigencias (Éxodo 1:8-14).

Frente a ese cuadro, la estrategia de quien sometía a los hebreos fue: El faraón, rey de Egipto, dio la siguiente orden a las parteras hebreas Sifra y Puá: «Cuando ayuden a las mujeres hebreas en el parto, presten mucha atención durante el alumbramiento. Si el bebé es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla vivir» (Éxodo 1:15-16).

Moisés No hay nada más peligroso que un líder inmoral desesperado. Pero ni el más cruel de los reyes puede controlar las acciones de Dios a través de personas comunes. Así fue que aquello que era un embarazo común y corriente en la

comunidad de los hebreos, pasó a ser una de las historias más importantes: En esos días, un hombre y una mujer de la tribu de Leví se casaron. La mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo. Al ver que era un niño excepcional, Moisés y Cristo

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lo escondió durante tres meses.

Cuando ya no pudo ocultarlo más, tomó una canasta de juncos de papiro y la recubrió con brea y resina para hacerla resistente al agua. Después puso al niño en la canasta y la acomodó entre los juncos, a la orilla del río Nilo (Éxodo 2:1-3).

El niño era Moisés, y fue encontrado por la hija del faraón, quién decidió cuidar de él. Pero un buen día el niño creció: Muchos años después, cuando ya era adulto, Moisés salió a visitar a los de su propio pueblo, a los hebreos, y vio con cuánta dureza los obligaban a trabajar.

Durante su visita, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus compatriotas hebreos. Entonces Moisés miró a todos lados para asegurarse de que nadie lo observaba, y mató al egipcio y escondió el cuerpo en la arena.

Al día siguiente, cuando Moisés salió de nuevo a visitar a los de su pueblo, vio a dos hebreos peleando. —¿Por qué le pegas a tu amigo? —le preguntó Moisés al que había empezado la pelea. El hombre le contestó: 20

Moisés y Cristo

—¿Quién te nombró para ser nuestro príncipe y juez? ¿Vas a matarme como mataste ayer al egipcio? Entonces Moisés se asustó y pensó: «Todos saben lo que hice». Efectivamente, el faraón se enteró de lo que había ocurrido y trató de matar a Moisés; pero él huyó del faraón y se fue a vivir a la tierra de Madián (Éxodo 2:11-15).

El primer candidato a héroe nacional huyó por su vida en su intento de proteger a su propio pueblo. Ya sabes, si tu líder es tan cobarde como para esconderse en un lugar donde nadie puede llegar, quizás sea una pésima elección para que lidere una revolución. Pero Dios se mueve con otros estándares.

Luego el Señor le dijo: — Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto.

He oído sus gritos de angustia a causa de la crueldad de sus capataces. Estoy al tanto de sus sufrimientos. Por eso he descendido para rescatarlos del poder de los egipcios, sacarlos de Egipto y llevarlos a una tierra fértil y espaciosa. Es una tierra

donde fluyen la leche y la miel, la tierra donde actualmente habitan los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos. ¡Mira!

El clamor de los israelitas me ha llegado y he visto con cuánta crueldad abusan de ellos los egipcios. Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar de Egipto a mi pueblo Israel (Éxodo 3:7-10).

Dios quería que el «casi-héroe», el fracasado y amedrentado Moisés, volviese a la tierra de donde había escapado, y ¡nada menos que para sacar casi un millón de esclavos de Egipto!

Sin ejército, sin influencia sobre el pueblo, sin respeto, sin nada.

Y aún más: Este pueblo esclavo y subyugado sería quien tendría que conquistar un territorio habitado por muchos otros pueblos. Si alguna revolución podría encontrar una manera peor de comenzar, ésta la superó.

Lee este diálogo entre Dios y Moisés: Sin embargo, Moisés protestó de nuevo: —¿Qué hago si no me creen o no me hacen caso?

¿Qué hago si me dicen: “El Señor nunca se te apareció?”

Entonces el Señor le preguntó: —¿Qué es lo que tienes en la mano? —Una vara de pastor, contestó Moisés. —Arrójala al suelo, le dijo el Señor. Así que Moisés la tiró al suelo, ¡y la vara se convirtió en una serpiente!

Entonces Moisés saltó hacia atrás. Pero el Señor le dijo: — Extiende la mano y agárrala de la cola. Entonces Moisés extendió la mano y la agarró, y la serpiente volvió a ser una vara de pastor. —Realiza esta señal, le dijo el Señor, y ellos creerán que el Señor, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, de veras se te apareció (Éxodo 4:1-5).

Y como si no bastara este argumento, Moisés dijo:¡Te lo ruego, Señor! Envía a cualquier otro (Éxodo 4:13b).

No parecía ser el líder más confiable, pero Dios le había garantizado que Él mismo sacaría al pueblo. De hecho, después de un forcejeo con el faraón, y Moisés y Cristo

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de las diez plagas, el faraón dejó que salieran los israelitas, pero después se arrepintió y volvió a perseguirlos: Mientras el faraón se acercaba, los israelitas levantaron la vista y se llenaron de pánico al ver que los egipcios los alcanzaban.

Entonces clamaron al Señor y le dijeron a Moisés: —¿Por qué nos trajiste aquí a morir en el desierto? ¿Acaso no había suficientes tumbas para nosotros en Egipto? ¿Qué nos has hecho? ¿Por qué nos obligaste a salir de Egipto? ¿No te dijimos que esto pasaría cuando aún estábamos en Egipto?

Te dijimos: “¡Déjanos en paz!

Déjanos seguir siendo esclavos de los egipcios. ¡Es mejor ser un esclavo en Egipto que un cadáver en el desierto!”. Pero Moisés les dijo: —No tengan miedo. Solo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a verlos. ¡El Señor mismo peleará por ustedes! Solo quédense tranquilos.

Luego el Señor le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Dile al pueblo que se ponga en marcha!

Toma tu vara y extiende la mano 22

Moisés y Cristo

sobre el mar. Divide las aguas para que los israelitas puedan pasar por en medio del mar, pisando tierra seca. Yo endureceré el corazón de los egipcios y se lanzarán contra los israelitas. La grandeza de mi gloria se manifestará por medio del faraón y de su ejército, sus carros de guerra y sus conductores.

Cuando mi gloria se exhiba por medio de ellos, ¡todo Egipto verá mi gloria y sabrán que yo soy el Señor!». Entonces el ángel de Dios, que iba al frente del pueblo de Israel, se trasladó hacia atrás del campamento. La columna de nube también se cambió de lugar y pasó a estar detrás de ellos. La nube se puso entre los egipcios y el campamento de los israelitas.

Al atardecer, la nube se convirtió en fuego e iluminó la noche, pero los egipcios y los israelitas no se acercaron unos a otros en toda la noche. Luego Moisés extendió la mano sobre el mar y el Señor abrió un camino a través de las aguas mediante un fuerte viento oriental. El viento sopló durante toda la noche y transformó el lecho del mar en tierra seca. Entonces el pueblo de Israel cruzó por en medio del mar, caminando sobre

tierra seca, con muros de agua a cada lado (Éxodo 14:10-22).

Así fue como Dios sacó a una multitud de esclavos de Egipto, derrotando a la nación más grande de su época. La improbabilidad de que ocurriera muestra cuán grande es el poder de Dios. Él usa este mismo poder para una gran y poderosa liberación: salvar a la humanidad de la esclavitud del pecado.

Así que, amados hermanos, ustedes que pertenecen a Dios y tienen parte con los que han sido llamados al cielo, consideren detenidamente a este Jesús a quien declaramos mensajero de Dios y Sumo Sacerdote. Pues él fue fiel a Dios, quien lo nombró, así como Moisés fue fiel cuando se le encomendó toda la casa de Dios.

Pero Jesús merece mucha más gloria que Moisés, así como el que construye una casa merece más elogio que la casa misma. Pues cada casa tiene un constructor, pero el que construyó todo es Dios. En verdad Moisés fue fiel como siervo en la casa de Dios. Su trabajo fue una ilustración de las verdades que Dios daría a conocer

tiempo después; pero Cristo, como Hijo, está a cargo de toda la casa de Dios; y nosotros somos la casa de Dios si nos armamos de valor y permanecemos confiados en nuestra esperanza en Cristo (Hebreos 3:1-6).

Podemos aplicar en nuestras vidas de dos maneras: 1. Al igual que los hebreos, somos esclavos del pecado, y no solamente que no sabemos cómo librarnos de él, sino que definitivamente no tenemos medios propios para hacerlo.

2. Dios es quien toma la iniciativa y demuestra que su poder es superior a cualquier otro. Él es quién nos libra de los poderes del pecado para un destino de esperanza.

Cristo nos hace libres del pecado así como Moisés libró a los hebreos de los egipcios. Pero Cristo es aun muchísimo más poderoso y valiente, porque entregándose a sí mismo por nosotros, derrotó el pecado y la muerte.

Moisés y Cristo

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La vida se hace mucho más fácil cuando tenemos a este Valiente de nuestro lado. Desde Adán,

pasando por Abraham y Moisés, Dios nos muestra cuánto nos ama, y que quiere salvarnos.

¡Viva la vida!

Gente joven: ¡la juventud es hermosa! Disfruten de cada momento de ella. Hagan todo lo que quieran hacer, ¡no se pierdan nada! Pero recuerden que tendrán que rendirle cuentas a Dios de cada cosa que hagan. Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud —con toda la vida por delante— no tiene sentido.

No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidar a tu Creador.

Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable». Acuérdate de él antes de que la luz del sol, de la luna y de las estrellas se vuelva tenue a tus ojos viejos, y las nubes negras oscurezcan para siempre tu cielo. Acuérdate de él antes de que tus piernas —guardianas de tu casa— empiecen a temblar, y tus hombros —los guerreros fuertes— se encorven. Acuérdate de él antes de que tus dientes —esos pocos sirvientes que te quedan— dejen de moler, y tus pupilas —las que miran por las ventanas— ya no vean con claridad. Acuérdate de él antes de que la puerta de las oportunidades de la vida se cierre y disminuya el sonido de la actividad diaria. Ahora te levantas con el primer canto de los pájaros, pero un día todos esos trinos apenas serán perceptibles. Acuérdate de él antes de que tengas miedo de caerte y te preocupes de los peligros de la calle; antes de que el cabello se te ponga blanco como un almendro en flor y arrastres los pies sin energía como un saltamontes moribundo, y la alcaparra ya no estimule el deseo sexual. Acuérdate de él antes de que te falte poco para llegar a la tumba —tu hogar eterno— donde los que lamentan tu muerte llorarán en tu entierro. Sí, acuérdate de tu Creador ahora que eres joven, antes de que se rompa el cordón de plata de la vida y se quiebre la vasija de oro. No esperes hasta que la jarra de agua se haga 24

Moisés y Cristo

pedazos contra la fuente y la polea se rompa en el pozo. Pues ese día el polvo volverá a la tierra, y el espíritu regresará a Dios, que fue quien lo dio (Eclesiastés 11:9-10,12:1-7).

GUÍA PARA PENSARLO MEJOR 3. Moisés y Cristo: La peor revolución del mundo Este artículo cuenta cómo un evento histórico tan importante representa la acción del poder de Dios y Su deseo por salvarnos del caos.

A. ¿Cuáles son las diferencias y semejanzas entre Cristo y Moisés? ______________________________________________________ ______________________________________________________ B. ¿Cómo relacionas esta historia de Moisés con las de Adán y Abraham? ______________________________________________________ ______________________________________________________ C. La esclavitud de los hebreos es, también, un paralelismo de nuestra esclavitud con el pecado, de la cual solo Dios con su mano poderosa y amorosa puede librarnos. ¿Qué cambia en tu vida cuando sabes que solo Dios nos libra de la esclavitud del pecado? ______________________________________________________ ______________________________________________________

Moisés y Cristo

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David & Cristo

DIRECTO AL PUNTO a. Jesús no es solo un líder religioso o un profeta sino que es el Salvador y el Señor. b. La mejor manera de vivir y relacionarse con los demás, es bajo la voluntad de Cristo. c. La salvación es un estilo de vida.

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David y Cristo

MI AMIGO INVISIBLE Mucha gente trata a Dios como un amigo invisible, algo solamente al borde de lo imaginario. Otros, creen que Dios es solamente «una fuerza» o algo por el estilo. Incluso muchos cristianos tampoco tienen una idea clara sobre quién es Dios, y por eso se relacionan con Él de manera equivocada. Si este es tu caso, esta historia puede cambiar tu manera de pensar de Dios.

Muchos años después de Moisés, los israelitas quisieron un rey humano que los gobernara, y no un sistema de gobierno divino.

Entonces pusieron a cargo a Saúl, pero no les fue muy bien, así que Dios levantó a otro personaje: David.

Todo empezó así...

Ahora bien, el Señor le dijo a Samuel: —Ya has hecho suficiente duelo por Saúl. Lo he rechazado como rey de Israel, así que llena tu frasco con aceite de oliva y ve a Belén. Busca a un hombre llamado Isaí que vive allí, porque he elegido a uno de sus hijos para que sea mi rey (1 Samuel 16:1).

Al estar David de pie entre sus hermanos, Samuel tomó el frasco de aceite de oliva que había traído y ungió a David con el aceite. Y el Espíritu del Señor vino con gran

poder sobre David a partir de ese día (1 Samuel 16:13).

David era muy joven, un adolescente, pero todo cambió para él desde el día que fue ungido secretamente por el sacerdote Samuel. Seguramente ya has escuchado hablar de la historia de David y Goliat: Los filisteos reunieron su ejército para la batalla y acamparon en Efes-damim, que queda entre Soco en Judá y Azeca (1 Samuel 17:1).

David y Cristo

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Luego Goliat, un campeón filisteo de Gat, salió de entre las filas de los filisteos para enfrentarse a las fuerzas de Israel. ¡Medía casi tres metros de altura! Llevaba un casco de bronce y su cota de malla, hecha de bronce, pesaba cincuenta y siete kilos. También tenía puestos protectores de bronce en las piernas y llevaba una jabalina de bronce sobre el hombro. El asta de su lanza era tan pesada y gruesa como un rodillo de telar, con una punta de hierro que pesaba casi siete kilos.

Su escudero iba delante de él.

Entonces Goliat se detuvo y gritó mofándose de los israelitas: «¿Por qué salen todos ustedes a pelear?

Yo soy el campeón filisteo, pero ustedes no son más que siervos de Saúl. ¡Elijan a un hombre para que venga aquí a pelear

conmigo! Si me mata, entonces seremos sus esclavos; pero si yo lo mato a él, ¡ustedes serán nuestros esclavos! ¡Hoy desafío a los ejércitos de Israel! ¡Envíenme a un hombre que me enfrente!».

Cuando Saúl y los israelitas lo escucharon, quedaron aterrados y profundamente perturbados (1 Samuel 17:4-11).

Cuando todos estaban desesperados, aparece David: —No se preocupe por este filisteo —le dijo David a Saúl—. ¡Yo iré a pelear contra él! ¡No seas ridículo! —respondió Saúl—. ¡No hay forma de que tú puedas pelear contra ese filisteo y ganarle! Eres tan solo un muchacho, y él ha sido un hombre de guerra desde su juventud (1 Samuel 17:32-33).

David lo convenció y eso fue lo que pasó:

Tomó cinco piedras lisas de un arroyo y las metió en su bolsa de pastor. Luego, armado únicamente con su vara de pastor y su honda, comenzó a cruzar el valle para luchar contra el filisteo. Goliat 28

David y Cristo

caminaba hacia David con su escudero delante de él, mirando con desdén al muchacho de mejillas sonrosadas. —¿Soy acaso un perro —le rugió a David— para que vengas contra mí con un palo? Y maldijo a

David en nombre de sus dioses.

—¡Ven aquí, y le daré tu carne a las aves y a los animales salvajes! —gritó Goliat. David le respondió al filisteo: —Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado. Hoy el Señor te conquistará, y yo te mataré y te cortaré la cabeza. Y luego daré los cadáveres de tus hombres a las aves y a los animales salvajes, ¡y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel! Todos los que están aquí reunidos sabrán que el Señor rescata a su pueblo, pero no con espada ni con lanza. ¡Esta es la batalla del Señor, y los entregará a ustedes en nuestras manos! Cuando Goliat se acercó para atacarlo, David fue corriendo para enfrentarse con él. Metió la mano en su bolsa de pastor, sacó una piedra, la lanzó con su honda y golpeó al filisteo en la frente. La piedra se le incrustó allí y Goliat se tambaleó y cayó de cara al suelo. Así David triunfó sobre el filisteo con solo una honda y una

piedra, porque no tenía espada (1 Samuel 17:40-50).

Así nació un héroe nacional. Muchas cosas pasaron después de eso. Algunos años después, David llegó al trono de Israel: David tenía treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años. Había reinado sobre Judá desde Hebrón siete años y seis meses, y desde Jerusalén reinó sobre todo Israel y Judá por treinta y tres años (2 Samuel 5:4).

Es importante destacar que este podría haber sido un rey común, como muchos de que los habían estado antes y aun después, pero la diferencia estaba en la relación de David con Dios, y más específicamente en el compromiso de Dios para con él: “Esto ha declarado el Señor de los Ejércitos Celestiales: te saqué de cuidar ovejas en los pastos y te elegí para que fueras el líder de mi pueblo Israel. He estado contigo dondequiera que has ido y destruí a todos tus enemigos frente a tus propios David y Cristo

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ojos. ¡Ahora haré que tu nombre sea tan famoso como el de los grandes que han vivido en la tierra! Le daré una patria a mi pueblo Israel y lo estableceré en un lugar seguro donde nunca será molestado. Las naciones malvadas no lo oprimirán como lo hicieron en el pasado, cuando designé jueces para que gobernaran a mi pueblo Israel; y te daré descanso de todos tus enemigos. Además, el Señor declara que construirá una casa para ti, ¡una dinastía de reyes!

Pues cuando mueras y seas enterrado con tus antepasados, levantaré a uno de tus hijos de tu propia descendencia y fortaleceré su reino. Él es quien edificará una casa —un templo— para mi nombre, y afirmaré su trono real para siempre. Yo seré su padre, y él será mi hijo. Si peca, lo corregiré y lo disciplinaré con vara, como lo haría cualquier padre. Pero no le retiraré mi favor como lo retiré de Saúl, a quien quité de tu vista. Tu casa y tu reino continuarán para siempre delante de mí, y tu trono estará seguro para siempre” (2 Samuel 7:8-16).

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David y Cristo

Puede que haya pasado desapercibido lo importante de lo que dijimos. Pero piensa lo siguiente: ¿Has conocido alguna dinastía en la historia que haya sobrevivido para siempre? ¿Cómo puede Dios decir: «afirmaré su trono real para siempre», y aún repetir: «tu trono estará seguro para siempre?». ¿De qué está hablando Dios?

Seguramente no puede estar refiriéndose a algún reinado humano, pues todos sabemos que hoy, el linaje de David, tal como era en aquellos tiempos, ya no existe. Dios está hablando de algo más que el gobierno de un país.

Está hablando de otro Reino, uno que va más allá de las fronteras, que nace en el corazón de las personas, que no se controla en aduanas ni se distingue por los idiomas. Un Reino que no puede acabar, porque su Rey nunca muere sino que venció a la muerte y vive para siempre. ¿Qué Reino es éste? ¿Qué Rey es éste? Todo se explica así: Cuando Elísabet estaba en su sexto mes de embarazo, Dios envió al ángel Gabriel a

Nazaret, una aldea de Galilea, a una virgen llamada María.

Ella estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David.

Gabriel se le apareció y le dijo: «¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo!». Confusa y perturbada, María trató de pensar lo que el ángel quería decir. —No tengas miedo, María —le dijo el ángel— ¡porque has hallado el favor de Dios!

Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin! (Lucas 1:26-33).

quiere que seamos como Él. Tú puedes ser también parte de este Reino de amor.

Dios ha mantenido Su pacto con la humanidad: Desde la promesa a Adán, pasando por el llamamiento de Abraham, haciendo de él una nación, una historia y un reino. El camino del amor de Dios sigue avanzando hasta llegar a nosotros. La historia sigue…

Este mismo Jesús al que muchos solamente toman como un ejemplo moral, es en realidad el gran Rey de este Reino invencible. Lejos de ser un amigo invisible, es muy real, su dominio sobre el mundo es verdadero, de manera que sus palabras no son consejos o sugerencias, más bien son órdenes, pero de un Dios de amor, que para nuestro bien, David y Cristo

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GUÍA PARA PENSARLO MEJOR 4. David y Cristo: Mi amigo invisible Este artículo nos cuenta cómo David llegó a ser el rey de Israel y cómo su historia quedó para siempre relacionada con la venida de Cristo. Además, nos presenta uno de los aspectos más importantes del carácter de Jesús: su poder y autoridad como Rey que gobierna por siempre.

A. ¿Cuál es la diferencia entre el reino de David y el reino de Cristo? ______________________________________________________ ______________________________________________________ B. ¿Qué significa que Jesús sea Rey? ¿Cambia esto nuestra relación con Dios? ______________________________________________________ ______________________________________________________ C. Si Jesús es Rey ¿Cómo debemos interpretar las enseñanzas que él nos dio? ______________________________________________________ ______________________________________________________

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David y Cristo

Pablo & Cristo

DIRECTO AL PUNTO a. El Evangelio presenta las malas y las buenas noticias. b. La mala noticia es que todos estamos bajo el dominio del pecado. c. La buena noticia es que Cristo nos libera gratuitamente del pecado y de la muerte eterna.

Pablo y Cristo

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LO BUENO,

LO MALO

Y LO PÉSIMO. Desde el comienzo de la vida, Dios ha tenido un plan para rescatar a la humanidad de su pecado, y es por eso que la palabra Evangelio, en el griego común del primer siglo, significa «Buenas Noticias». Pero desde aquella época hasta nuestros días esta palabra ha adquirido un significado más profundo. De esta manera Marcos relata cómo Jesús comenzó a cambiar al mundo.

Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios.

(Marcos 1:1) ¿Qué buena notícia es esa?

Pablo era un hombre muy religioso, un judío que persiguió a los cristianos hasta el día que Dios se le presentó, y pudo conocer personalmente la verdad sobre Jesús. Eso hizo que toda su vida cambiara drásticamente.

De perseguidor de los cristianos, pasó a ser un gran predicador.

Una vez llegó a Atenas, la capital mundial de la filosofía, ciudad que en los tiempos de Pablo rendían su adoración a los dioses paganos, tanto romanos como griegos. Allí osadamente Pablo se paró frente a todos y comenzó explicar qué era esta «Buena Noticia».

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Pablo y Cristo

Entonces Pablo, de pie ante el Concilio, les dirigió las siguientes palabras: «Hombres de Atenas, veo que ustedes son muy religiosos en todo sentido, porque mientras caminaba observé la gran cantidad de lugares sagrados.

Y uno de sus altares tenía la siguiente inscripción: “A un Dios Desconocido”. Este Dios, a quien ustedes rinden culto sin conocer, es de quien yo les hablo». Él es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él. Ya que es el Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos hechos por hombres, y las manos humanas no pueden

servirlo, porque él no tiene ninguna necesidad. Él es quien da vida y aliento a todo y satisface cada necesidad. De un solo hombre creó todas las naciones de toda la tierra. De antemano decidió cuándo se levantarían y cuándo caerían, y determinó los límites de cada una». Su propósito era que las naciones buscaran a Dios y, quizá acercándose a tientas, lo encontraran; aunque él no está lejos de ninguno de nosotros.

Pues en él vivimos, nos movemos y existimos. Como dijeron algunos de sus propios poetas: “Nosotros somos su descendencia”. Y, como esto es cierto, no debemos pensar en Dios como un ídolo diseñado por artesanos y hecho de oro, plata o piedra». En la antigüedad Dios pasó por alto la ignorancia de la gente acerca de estas cosas, pero ahora él manda que todo el mundo en todas partes se arrepienta de sus pecados y vuelva a él.

Pues él ha fijado un día para juzgar al mundo con justicia por el hombre que él ha designado, y les demostró a todos quién es ese hombre al levantarlo de los muertos» (Hechos 17:22-31).

Pablo nos dice cosas muy interesantes: 1. Puede que, al igual que los atenienses, estemos rindiendo adoración a dioses equivocados.

2. Hay un solo Dios verdadero y creador de todo lo que existe.

3. Dios manda que nos arrepintamos de nuestros pecados y nos volvamos a Él.

4. Dios ha preparado la oportunidad de salvación a través de aquél que él resucitó: Jesucristo.

En otra parte él dice: Pues no me avergüenzo de la Buena Noticia acerca de Cristo, porque es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen (Romanos 1:16).

Esa Buena Noticia nos revela cómo Dios nos hace justos ante sus ojos, lo cual se logra del principio al fin por medio de la fe. Como dicen las Escrituras: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida» (Romanos 1:17).

Pablo y Cristo

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La mala notícia !

Pablo dice que la Buena Noticia es que Dios salva a todos aquellos que creen en Jesucristo.

Pero ¿salvarnos de qué? La verdad es que nuestros pecados, a los ojos de Dios, no son solo algo molesto como la rabieta de un niño, sino que es algo serio: Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión. Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la hace evidente. Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.

Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre un dios.

Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión.

Afirmaban ser sabios pero se convirtieron en completos 36

Pablo y Cristo

necios. (Romanos 1:18-22).

Y sigue: Por pensar que era una tontería reconocer a Dios, él los abandonó a sus tontos razonamientos y dejó que hicieran cosas que jamás deberían hacerse. Se llenaron de toda clase de perversiones, pecados, avaricia, odio, envidia, homicidios, peleas, engaños, conductas maliciosas y chismes.

Son traidores, insolentes, arrogantes, fanfarrones y gente que odia a Dios. Inventan nuevas formas de pecar y desobedecen a sus padres. No quieren entrar en razón, no cumplen lo que prometen, son crueles y no tienen compasión. Saben bien que la justicia de Dios exige que los que hacen esas cosas merecen morir; pero ellos igual las hacen. Peor aún, incitan a otros a que también las hagan (Romanos 1:28-32).

Puede parecer muy duro, pero el texto está hablando de nosotros, de la humanidad. Este es un honesto diagnóstico de lo que somos ante los ojos de Dios.

Tenemos que ser razonables

cuando tratamos este tema, sin intentar disminuir el peso del pecado, porque si lo hacemos, nos ilusionamos a nosotros mismos, y no ganamos nada con eso. Pablo explica: Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios (Romanos 3:23).

Pues la paga que deja el pecado es la muerte (Romanos 6:23).

Este es el triste diagnóstico.

Pero es mejor una verdad triste, que una mentira alegre. Lo peor de todo es que no hay nada que nosotros podamos hacer. Solo una acción de Dios puede intervenir en nuestra situación.

La Buena Notícia Pablo nos explica cuál es la Buena Notica frente a ese diagnóstico humano.

Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado (Romanos 3:24-25).

En otras palabras, lo que Pablo dice es que sin que

hayamos hecho nada bueno, Dios nos trata como buenos por las cosas buenas que Jesús hizo en nuestro lugar. Dios nos trata como a Jesús. Así es como lo explica Pablo con más detalles: Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo — el líder de los poderes del mundo invisible —, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.

Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa.

Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios, Pablo y Cristo

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igual que todos los demás.

Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)

(Efesios 2:1-5).

Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y acciones; pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta.

Pero deben seguir creyendo esa verdad y mantenerse firmes en ella. No se alejen de la seguridad que recibieron cuando oyeron la Buena Noticia. Esa Buena Noticia ha sido predicada por todo el mundo, y yo, Pablo, fui designado servidor de Dios para proclamarla (Colosenses 1:21-23).

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Pablo y Cristo

Con eso podemos resumir el mensaje de toda la Biblia: 1. Todos los seres humanos, sin excepción, están bajo el dominio y la influencia del pecado, y merecen la condenación eterna por ello. Todos somos pecadores y eso es muy serio.

2. Nadie tiene cómo salir de esa situación.

3. Dios proveyó una solución, no porque seamos buenos o por que la merezcamos, sino porque Él es grande en misericordia, gracia y amor por nosotros.

4. Cristo pagó por nuestros pecados, tomó nuestro lugar y obedeció a Dios por nosotros, para que fuéramos aceptados por Dios.

5. Luego, la única manera de ser aceptados por Dios es creyendo en Cristo y abandonando el pecado.

6. Cristo venció el pecado y la muerte. Ahora Él es el Rey eterno en el trono de David, el Moisés perfecto que nos libra de la

esclavitud, el Abraham perfecto, por medio de quien recibimos la herencia eterna, y el segundo Adán, por medio de quien tenemos vida.

Esta es la gran verdad, la Biblia existe para que podamos conocer al Dios verdadero. Él mismo se revela mostrando su amor salvador. La Biblia existe porque Dios te ama y quiere que lo conozcas.

Mira cómo Pablo sintetiza el mensaje del Evangelio y sus consecuencias: Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quién murió y resucitó

por ellos. Así que hemos dejado de evaluar a otros desde el punto de vista humano. En un tiempo, pensábamos de Cristo solo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora!

Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él. Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación (2 Corintios 5:15-19).

Todo se trata de Jesús Al final de su vida, Pablo dijo: Le doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, quien me ha dado fuerzas para llevar a cabo su obra. Él me consideró digno de confianza y me designó para servirlo, a pesar de que yo antes blasfemaba el nombre

de Cristo. En mi insolencia, yo perseguía a su pueblo; pero Dios tuvo misericordia de mí, porque lo hacía por ignorancia y porque era un incrédulo. ¡Oh, qué tan generoso y lleno de gracia fue el Señor! Me llenó de la fe y del amor que provienen de Cristo Pablo y Cristo

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Jesús. La siguiente declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla: «Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores», de los cuales yo soy el peor de todos. Pero Dios tuvo misericordia de mí, para que Cristo Jesús me usara como principal ejemplo de su gran paciencia aún con los peores pecadores. De esa manera, otros se darán cuenta de que también pueden creer en él y recibir la vida eterna. ¡Que todo el honor y toda la gloria sean para Dios por siempre y para siempre! Él es el Rey eterno, el invisible que nunca muere; solamente él es Dios. Amén (1 Timoteo 12:17).

Todas estas historias se completan y se conectan en un solo personaje: Jesús. Todo se trata de Él, es el centro de la historia. Es por Él que la historia cobra sentido y el fin del mundo está directamente relacionado a su regreso. Conocer a Jesús es lo más importante que puedas hacer en tu vida. Tú eres amado por Dios. Disfruta de este amor abriéndole el corazón. Te sugerimos que leas en voz alta esta oración para que puedas iniciar tu caminar con Dios.

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Pablo y Cristo

“Señor Dios, sé que soy un pecador y me arrepiento por haber pecado. Sé que si no fuera por la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo no habría esperanzas para mí.

Gracias Dios por haber enviado a tu Hijo Jesús a morir en mi lugar y así mostrarme cuánto me amas. Quiero conocer tu amor y comenzar una vida a tu lado. Amén”.

GUÍA PARA PENSARLO MEJOR 5. Pablo y Cristo: Lo bueno, lo malo y lo pésimo Este artículo expone el centro de toda la discusión incluida también en los artículos anteriores y, claramente, son las Buenas Noticias de que a través de Cristo obtenemos el perdón de nuestros pecados y la paz con Dios.

A. ¿Cómo explica Pablo quién es Cristo? ¿Y por qué eso es una buena noticia? ______________________________________________________ ______________________________________________________ B. ¿Crees que la «mala noticia» de la cual habla el artículo se aplica a ti también? ¿Por qué? ______________________________________________________ ______________________________________________________ C. Si Cristo pagó por nuestros pecados, tomó nuestro lugar y obedeció a Dios por nosotros para que fuéramos aceptados por Dios, ¿qué tenemos que hacer para ser salvos? ______________________________________________________ ______________________________________________________ Si deseas seguir aprendiendo más sobre Jesús, ora pidiéndole que te perdone y que aceptas su perdón a través de Su sacrificio en la cruz.

Luego sigue aprendiendo más de la Biblia y asiste a una iglesia que la enseñe con seriedad. ¡Te aseguro que vivirás los mejores años de tu vida!

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UNA DE LAS MUCHAS

HISTORIAS.

La sección de biografías en las librerías está repleta de buenas historias. Allí encontrarás el relato de personas que tenían todo y lo perdieron, y otras que no tenían nada y ganaron todo. También la historia de personas que no tuvieron nada en toda su vida y murieron sin grandes logros. Historias de fracasos, de éxitos, de mentiras, de conspiraciones, de romances y de fiestas. Tal como la vida misma.

Nuestra vida también está llena de historias. Quizás no seamos tan importantes como para que se escriba nuestra biografía, pero estas historias son relevantes para nosotros y para las personas que amamos. En el fondo, todo lo que se escribe reposa en la búsqueda por la relevancia. Deseamos ser tomados en cuenta y por eso queremos demostrarles a los demás que nuestra historia es significativa.

Honestamente, la opción por tu carrera, la razón por la cual escogiste esta o aquella persona para que sea tu pareja, o cuáles son tus gustos musicales, no cambiarán el mundo. Todos tenemos un límite de relevancia. Influimos a un nivel limitado de personas, pero hay una historia y una persona que tiene un nivel absoluto de importancia. Un movimiento suyo cambia todo, en todos los lugares y para todas las personas. Es por eso que la vida de Jesús es relevante. No porque sea una historia más entre muchas otras, sino porque es la historia que explica todas las historias.

C.S Lewis, el autor de las Crónicas de Narnia, una vez dijo: «Creo en Dios como creo en el sol. No porque lo puedo ver, sino que

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Metahistoria

por medio de él, yo puedo ver todo lo demás». Saber que hay un sentido en todo eso, es la más hermosa satisfacción. Hay una razón por la que eres como eres. Hay un hilo conductor y un fin. Ahora, a través de Jesús puedes ver todo claramente. Este sentimiento es el más poderoso que el ser humano puede experimentar. Es por ello que los cristianos del tiempo de Pablo y en los siglos que siguieron prefirieron morir capturados por animales feroces, crucificados, azotados, descuartizados y padecer todo tipo de tortura. Ellos sabían la verdad. Ellos entendían toda la historia, sus enemigos no.

Al leer estos artículos tal vez se haya despertado en ti una curiosidad, una inquietud por lo eterno. Esta siempre estuvo ahí. No hay ser humano que nazca sin el deseo de saber acerca del más allá. Si es así, te invito a que avances. Esto es solo el comienzo. Hay muchas otras historias más, pero una sola es la historia de las historias, el sentido de todos los sentidos. Esta historia no solo te va dar rumbo sino que también te va a preparar para una vida mejor. Esta historia será tu propia vida.

La vida es: Éramos enemigos de Dios y Él asumió nuestra culpa, pagó por nuestro error, sin ningún mérito nuestro. Solo por amor y por su propia voluntad. Todo eso tiene un nombre, Jesús. Toda la historia apunta a esto, muestra cómo lo rechazamos y cómo Él nos ama. Esta es la historia de las historias. Esta es tu historia también.

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YO SOY...

El Evangelio de Juan presenta a Jesús de una manera muy peculiar, con varias autodefiniciones del mismo Cristo. Vamos a darle un vistazo a las distintas características de Jesús: Jesús es Dios En el principio la Palabra (Cristo) ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el principio con Dios. Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él. La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla (Juan 1:1-5). El Padre y yo somos uno (Juan 10:30).

Jesús es la luz Aquel que es la luz verdadera, quién da luz a todos, venía al mundo. Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios. Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros.

Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre (Juan 1:9-14).

Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida» (Juan 8:12).

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Jesús quita el pecado del mundo Al día siguiente, Juan vio que Jesús se le acercaba y dijo: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! A él me refería cuando yo decía: “Después de mí, vendrá un hombre que es superior a mí porque existe desde mucho antes que yo” (Juan 1:2-30).

Jesús es el Salvador Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él (Juan 3:16-17).

Jesús es el Mesías La mujer dijo: —Sé que el Mesías está por venir, al que llaman Cristo. Cuando él venga, nos explicará todas las cosas. Entonces Jesús le dijo: —¡Yo soy el Mesías! (Juan 4:25-26).

Jesús es el pan de vida Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás. Pero ustedes no han creído en mí, a pesar de que me han visto.

Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré. Pues he descendido del cielo para hacer la voluntad de Dios, quien me envió, no para hacer mi propia voluntad. Y la voluntad de Dios es que yo no pierda ni a uno solo de todos los que él me dio, sino que los resucite, en el día final. Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final (Juan 6:35-40).

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Jesús es el agua viva El último día del festival, el más importante, Jesús se puso de pie y gritó a la multitud: «¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! ¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón brotarán ríos de agua viva”» (Juan 7:37-38).

Jesús es eterno Entonces la gente le dijo: —Ni siquiera tienes cincuenta años. ¿Cómo puedes decir que has visto a Abraham? Jesús contestó: —Les digo la verdad, ¡aún antes de que Abraham naciera, ¡Yo soy!

(Juan 8:57-58).

Jesús da vista a los ciegos Yo entré en este mundo para hacer juicio, para dar vista a los ciegos y para demostrarles a los que creen que ven, que, en realidad, son ciegos (Juan 9:29).

Jesús es el buen pastor «Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida en sacrificio por las ovejas». Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, como también mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre. Así que sacrifico mi vida por las ovejas. (Juan 10:11,14-15).

Jesús es la puerta Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos.

Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos. El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante (Juan 10:9-10).

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Jesús es la resurrección y la vida Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aún después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá (Juan 11:25-26a).

Jesús es el maestro siervo Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó: —¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Les digo la verdad, los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje. Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas (Juan 13:12-17).

Jesús es el camino, la verdad y la vida Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí (Juan 14:6).

Jesús es la vid verdadera Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más. Ustedes ya han sido podados y purificados por el mensaje que les di. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. “Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada” (Juan 15:1-5).

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Jesús es el Rey Entonces Pilato volvió a entrar en su residencia y pidió que le trajeran a Jesús. —¿Eres tú el rey de los judíos? le preguntó.

Jesús contestó: —¿Lo preguntas por tu propia cuenta o porque otros te hablaron de mí? —¿Acaso yo soy judío? —replicó Pilato—. Tu propio pueblo y sus principales sacerdotes te trajeron a mí para que yo te juzgue. ¿Por qué? ¿Qué has hecho? Jesús contestó: —Mi reino no es un reino terrenal. Si lo fuera, mis seguidores lucharían para impedir que yo sea entregado a los líderes judíos; pero mi reino no es de este mundo. Pilato le dijo: —¿Entonces eres un rey?—Tú dices que soy un rey —contestó Jesús—. En realidad, yo nací y vine al mundo para dar testimonio de la verdad. Todos los que aman la verdad reconocen que lo que digo es cierto (Juan 18:33-37).

UNA DECISIÓN PARA TOMAR Dios quiere darte esperanza y una nueva manera de vivir. El está cerca y quiere tener una relación personal contigo, porque eres su hijo y te ama. Si estás listo para confiar en Jesús y seguirle, declara esta oración.

“Jesús, creo que fuiste enviado por Dios para pagar el precio por mis pecados. Te pido que perdones mis pecados. Quiero conocer el amor de Dios y seguirte.

Ayúdame a conocer tu amor por mí cada día.

Amén”.

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Próximos Pasos: Hay 4 cosas importantes que puedes hacer para que tu relación con Jesús crezca.

1. REÚNETE CON UN GRUPO Todos necesitamos amigos que crean en Jesús. Jesús tenía un grupo de amigos cercanos que compartían su amor por Dios, y eso es un ejemplo que debemos seguir. Puedes hablar con ellos de tu relación con Dios. Los ayudas; ellos te ayudan a ti. ¡Anímate!

2. LEE ESTE LIBRO El libro que sostienes en tus manos te cuenta la vida de Jesús, según la Biblia.

La Biblia tiene respuestas reales para problemas reales. Léelo una y otra vez. Apréndete de memoria las frases bíblicas que te sean particularmente significativas, para que nunca se te olviden, sino que queden grabadas en tu corazón y en tu mente.

A medida que leas, pídele a Jesús que te ayude a entenderlo. Puedes leer y releer la Biblia, y cada vez Jesús te dará nuevas perspectivas, nueva información y nuevas instrucciones para ponerlas en práctica.

“Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes”. (Santiago 4:8a )

3. CHATEA CON JESÚS Envíale a Jesús mensajes de texto. La oración es comunicación con Jesús.

Puedes hablarle en voz alta ó en tu interior. Él te oye. Puedes hablarle cuándo sea y dónde sea. El quiere escucharte y puedes confiarle tus pensamientos más íntimos.

“El Señor está cerca de todos los que lo invocan, sí, de todos los que lo invocan de verdad”. (Salmos 145:18)

4. COMPARTE EL REGALO Recibiste el mayor regalo de Dios: a Jesús como tu Salvador. Piensa en las personas que amas y cuéntales acerca de ese regalo tan preciado.

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