Susana Páez
LA DEL ESPEJO
Llegará una noche, saldrá del espejo. Yo sabré que es ella, tendrá mi mirada Le daré mi mano, ella sus muñones, calmará el frío, el que siempre tengo. Le daré la mano y por el espejo desandando iremos lo poquito hecho. Le daré la mano y por el espejo iniciaremos el corto camino de regreso Entonces nadie me verá Entonces a nadie veré Ella tendrá mis ojos, mi pelo, mis manos, no le tendré miedo, yo ya sé quién es. Soltaré su mano, se irá con mis ojos, mis manos, mi pelo, ni corazón roto, mis piernas, mis pies
inútiles cargas en este viaje. Entonces alguno abrirá la ventana venderá el espejo quemará mis naves y no habrá después.
BARRO El otoño cruje bajo mis pies. Miro al cielo y beben mis ojos la lluvia hasta emborracharlos y desbordar porque no sé llorar. La lluvia de mis ojos corre buscando el mar con un barco de papel de los de antes, los de mi infancia, los que no hay, tropieza en el barro y mis palmas palpan su suavidad sucia y plena, golpean y entonces llueve el charco en mis ojos que se pegotean en el barro porque yo no sé llorar. Mis dedos cavan la masa blanda que embadurna mi pelo y mi cara. No veo y yo sólo quería llorar. Mi cuerpo ahonda la blandura del fango no respira tal vez muera pero no importa porque no sé llorar. Empujan mis dedos la ternura del lodazal y cuando encuentran agua
mis palmas golpean salpican y mis ojos vuelven a beber, y veo pero no importa porque no sé llorar. Bebo lodo lamiendo larvas buscando nada porque yo no sé llorar.
VAMPIRO Conocí un vampiro triste y desolado cuellos blancos blancas niñas no buscaba ni podría hallar Un domingo de mentiras huecas de fiestas aztecas celebró un ritual bebió sangre de la vieja herida endometrio inútil que fluyó otro mes nunca supo el vampiro viejo que sangre de bruja es poción letal que un demonio bate
oculto en la sombra para que siniestras mujeres morenas lleven al abismo de arterias enfermas coĂĄgulos cual flores negras de dolor asfixia muy lenta pobre vida eterna del triste vampiro con estaca golpeado burlado e insomne por madre natura es hijo inocente que busca retazos de aquel endometrio que nunca lo amĂł. ---Alfa de Centauro tu luz da la vida que canta en la magnolia. Alfa de Centauro pozo nocturno crucifica mi espera cuatro aĂąos de luz Alfa de centauro
ginebra y fuego portazo en la noche lĂĄgrima convulsa enebro y el fin.
VAMOS Te invito a viajar en mi montaĂąa rusa Vamos a subir, consumir, resentir, y vivir y reĂr, Pasearemos por el llano en lo alto sin sobresalto sin dolor sin furor sin ardor Un campo llano donde pasa nada vegetamos, nos miramos, no lloramos aburridos, perseguidos, revivimos nos sentimos inmortales, cabales, formales Y ahora vamos a bajar, incordiar,
molestar resurgir y no rajarse, y llorar y carcajearse Carajear y putear, no caretear y romper deshacer lo que hicimos malvivimos laburando como chinos y seguimos canturreando bajando musitando lamentando sin oficio precipicio al final un fanal soledad, la oscuridad sin oficio precipicio la caĂda mi guarida no hay salida escondida del espanto nunca hay llanto no hay villanos ni santos no soy tanto Te invito a viajar en mi montaĂąa rusa
VUDÚ El Papa nazi hace vudú sobre aquel flaco muerto en la cruz. Dos avionetas estallan en mi almohada, brutal estruendo me recuerda la manada donde no quiero volver no quiero ser no quiero ver . Escondida como un avestruz con mis ojitos hago vudú , con las ojeras de la noche malherida sangres azules casi negras como ligas las que nos llenan de maldad las que te ahorcan sin piedad. Mientras un negro hace vudú aquí yo espero el estallido, metal y alcohol en los oídos. El Papa nazi hace vudú el tipo aquel ya no está en la cruz Va mi avioneta sangre-trac desoxidada quieto silencio anuncia muerte en la manada y ya voy a volver no querrás ser me vas a ver con las ojeras de la noche malherida y los colmillos de odio negro afilados
Un dios maldito hace vudĂş ladrĂłn del fuego paga cara su virtud. Prometeo rompe a pulso sus cadenas arde la vida y ya no queda un alma en pena mientras el flaco hace vudĂş sobre aquel nazi que delira en la cruz. Dos avionetas estallan en mi almohada y aquel estruendo atormenta a la manada donde no voy a volver Yo quiero ver y quiero ser
Xime de Coster Al Carajo
“¿qué es el silencio? Si
aúlla solitaria la multitud en la sala de los nichos.”
Yván Silén
¿Has escrito y no te han sacado los ojos no te han amputado las piernas no te han olvidado lejos, allá, en el desierto? Entonces, querido, no has escrito nada. Oh... la opulencia lúdica de los seres razonables... El virgilio de los diletantes.... si hubieras escrito algo ya no tendrías piernas ya no tendrías ojos ya estarías en un volcán de lava, a tus pies.
Tus peces, mis peces son sólo pescados y te sojuzgarán hasta matarte, si es necesario en el extraverso que se esconde
en la metalengua. La cueva, el hueco, los agujeros, son, al final, el sitio más respirable. (la merced del octavo día sólo es un tentempié en las rodillas de un loro) La repetición inacabada de su hartazgo no deja, señores, de ser rutina. La finalidad de ser un prohombre resta la dignidad de quien sufre la poesía. El otoño de un verbo en infinitivo no hace del verbo un otoño más rentable. La suscripción a los brazos de mil musas no avala una inspiración duradera no acredita al limbo de los sueños no otorga ni da beneficios no exime al poeta de la hoja en blanco no es perpetuidad satoriana no es amor, ni siquiera un placebo. Es el miedo de no ser nada y vencerse
a sí mismo en una hoja haciendo sapuko. Pero tu letra, mi letra sólo es un ejercicio de mierda en la insolencia de los que "escriben" Seleccionado para ser censurado, y en el peor de los casos para hacer de ti un oprobio. Pero la lengua daga no se dejará vencer por chetos recalcitrantes, egos desmedidos, promiscuos de la palabra o resentidos sin talento. Esos, que juzgan y analizan resignificando malamente como si las tumbas mataran a los vivos. Tu tumba me tumba, pero no llega a tumbarme con su refrito de graaaaandes escenas. Porque al amputarme y al quitarme los ojos y al abandonarme sola en un manicomio vacío me has dicho que existo
paralelamente (por suerte) a tu verbo subjuntivo. Y me dejas inamovible danzando entre caimanes fruta sincera de la pasiรณn entera entre cientos de caras que tu jamรกs has visto.
Fer Hernry Una y mil veces vi la senda de piedras amarillas junto a los conejos que nadie ve. El amor colgando del pecho o la furia de las campanas a la hora del Prasadam. El oso de tela y cariño que mi abuelo me regaló el primer día de la vida. La diapositiva sin edad, la lámpara del demonio aburrido o la cometa que me ataron al cuerpo cuando niño y desde entonces nunca
nadie
pudo
bajarme.
El
guiño
de
mis
bagualas
desmesuradas, la lágrima oceánica ofrendada al espejo dibujando la huella del café. El arcángel, el beso erizante, el manto solar disonante asomándose entre los dientes del árbol rabioso. El OM y la estatuilla de Hanumán flotando en la boca de la flor temblorosa. El hombre, el parque, la luna de dios y las brujas. Mis cuadernos y guitarras. El río que atraviesa la garganta, el manantial divino. Mis hermanos, nuestro perro, nuestro gato y el último animal del cielo. José, la Lila, la Yaya, René y la poesía de mis padres. La cáscara dolida o el cuerpo que nunca fui. P.D: Seré eterno como manda el alma, buscaré en la mar de tu sonrisa la piedad. Sacrificaré mis canciones como siempre lo hice, ya no sé a quién le canto, solo sé que perderme me ayuda a encontrar.
Es la hora de vaciarse en el vacío exquisito, brincando la trompa de lo mágico, espiando por el ojo del cuerno Traes la herida en la corona oscura, ve a abrazarte, no temas, vamos lamiendo la piel de la uva en lo alto de la piedra india Nace la lluvia, se consume el atardecer, los árboles rojos sudan trinos constantes Es la hora de vaciarse en el vacío exquisito Mis sobrinos benditos ofrendan su amor como ángeles!
Muchas veces amanezco como entre el brillo en las latas de los ciegos y me aniquilo con una hoja tenebrosa de un árbol espejo solitario. Quién puede detener el canto o la dicha brutal en la saliva del sol? La tinta mancha lo que no escribe en el cuaderno negro. Tengo un libro innaciente,
huérfano y oloroso en cada dedo del amén, un cuenco cósmico, una desventura pendiente en mis costillas. Hoy el espíritu de mi perro se vistió con flores y guirnaldas para pasarme a buscar. Pasearemos hasta olvidar los huesos, la vereda de cera o la región favorita. Sigo en pie con la garganta cubierta de cantos con el agua y la harina entre los dedos a la sombra del ajo de las nubes Sigo en pie contando hasta nueve infinitos precipitando a que la luz nos devore en cada estación de su corteza
La gota pestañeando en la hoja de un árbol amanecido hace cientos de años en la selva, su presencia magnánima y el arrebol del cielo. Puedo palpar este sentir (sin esfuerzo alguno), debo conservar el sentimiento sin apropiarlo, dejándolo virgen, libre, luminoso como un manantial que santifica la vibración en las cuerdas de las gargantas, en cada canto a lo cotidiano ... a lo divino.
Los monos descendieron las cumbres que acontecían tras la visión desolada uno a uno los pude ver con sus antorchas la corona lisérgica o la brasa del hielo Traían libros donde el génesis de sus pueblos se reducía a un vocablo Las enormes piedras roídas por el ancho sol fueron sus catres de ensueño durante la travesía Fui testigo, cristo, una canción popular o el lomo de la oruga Porqué no habría de contarte la imagen que desató mis miedos? Cuando desperté tenía la lámpara ferozmente apretada entre mis brazos Cargamos la enorme ola gigante grabada en la frente la sonrisa lisiada acurrucada por años en los labios
Te contaría, pero no me creerías que esta piel es solo un saco de nueces pudriéndose en la boca de la tormenta seca que me era costumbre imaginar ventanas para sentir tras los huecos de ensueño el escalofrío en el hierro de los árboles Te contaría, pero no me creerías que esta mañana desayuné el silbo de la ternura, nos bañamos con el trino de los pájaros y lloré que me es costumbre dibujar misterios, construir castillos cónicos andrajosos
habitados con el sonido de la alarma celestial Te contaría, pero no me creerías el pentagrama que brotó en el patio, en la hierba, la alianza con el riego, la música, la eternidad
(Cuaderno de ruta / 2016)
Gustavo Esmoris
AEROPUERTOS
para Lisette Clavelo Oh momento mágico, oh poesía de
hoy:
contigo es posible decirlo todo!
Roque Dalton Al filo de este instante en el que escribo ya no soy más que un hombre sin respuestas un hombre tan solo llenando lo esencial de su ajada bitácora un hombre humano y simple repartidos sus días por nada o casi nada soy uno más apenas en lucha permanente y sin desmayo con molinos y otras cuestiones un hombre reclamando su propio momento mágico sobre una indiferente butaca de aeropuerto DESDE EL DESCENSO COMPULSIVO HACIA MI PRIMER ENCUENTRO CON LA LUZ –MI CABEZA ACOBARDADA SURGIENDO ENTRE LAS PIERNAS DOLORIDAS DE MI MADRE– NO HE PODIDO DEJAR DE VER es más hondo de lo expresado: yo aún no había nacido y estuve en campo abierto estuve en Hiroshima estuve en todas partes donde el Hombre
“el camino a la cama es el mejor más vale dormir que estar dormido” decía una pared visible desde mi ventana al Sur (considerando que toda construcción se nutre del andar esa frase no contribuye demasiado con mi hoja de ruta a la vigilia) cuántas veces solitario en una mesa llena de gente un Robinson Crusoe montevideano discutiendo fervoroso con la indiscutible mayoría proclamando por ejemplo sin que nadie coincidiera: utilizamos el concepto de libertad como algo meramente abstracto y en realidad la libertad si no se aplica a lo tangible no es nada la libertad es una combinación de lo ideal y lo cotidiano si no no es libertad claro que podría escribir sobre otras cuestiones escribir por ejemplo: no guardo ni horizonte en mis zapatos y solo es mío lo que doy vengo sin proponérmelo a un cielo degradado por luces ciudadanas al aniversario del viento y a la lucha a inaugurar mi nombre amigamente
pero de un modo menos amable y en letra más bien pequeña deberé confesar algunas cosas diré que los dialectos son idiomas sometidos y cómo a veces la noche invita al atentado nominaré los versos la sed y las alturas tampoco
faltará
un
intento
algo
desprolijo
de
enumerar
razones por las cuales una canción no calma el frío ni el hambre podrá hallarse asimismo una descripción de la forma exacta en que cada madrugada descubro lo evidente un único poema caminando hacia el día digamos silueta/ mar/ espejo/ calle/ sol (palabras –símiles pasos– evadiendo el asedio) compartiendo en silencio mis ideas mis sueños y acaso la cerveza que prometo tomarme la poesía envolverá la conciencia cultivándola fielmente pienso siempre su efigie sus tonos sus sentencias su forma de otra piel
debidamente autorizada ella dirá en mi nombre: evadido de la resignación así cruzo la Historia y no estoy solo (implícitos hilos exhaustos al tibio paladar de las veredas surten atardeceres información confiable reconocen que mi sombra y la sombra de una nube han caminado juntas) en todas mis visiones aledaño a la tarde he atravesado puertas ajeno por completo a tormentas y brillos sin embargo las letras me orientan a su antojo obligan a definiciones por escrito: MIENTRAS HAYA SOBRE LA TIERRA UN OLVIDADO EJERCIENDO SU “LIBERTAD” DE SUFRIR DIRÉ NO QUIERO YA NO QUIERO PRACTICAR ESTE OFICIO ARMADO NADA MÁS QUE CON PALABRAS
siempre que no se traicione siempre que no traicione
un poeta llegará a su puerto
PRIMER DESAVENENCIA CON ESA INSUFICIENTE CONDICIÓN FUNDAMENTAL NO CREO EN LA HONESTIDAD POÉTICA DE AQUELLOS QUE ESTAMPAN UNA FECHA DEMASIADO PRECISA AL PIE DE CADA PÁGINA pero también dudo de mi discrepancia que cada quien escriba –a fin de cuentas– en los tiempos que quiera en tanto su poesía se embarre bien los pies EXCLUYO DE ESTA INÚTIL POLÉMICA ENTRE MI SER POÉTICO Y MI SER SOCIAL A LOS IBEROS Y RUGAMAS ELLOS SABÍAN DE ALGUNA FORMA QUE EL TIEMPO SE ACORTABA un recaudo a tomar: cada vez que quiera intuir el destino del Hombre cada vez que intente representarlo deberé tener en cuenta las distancias es decir si alguien encuentra este cuaderno en algún sitio no se moleste en entregarlo en ninguna oficina o dirección
sepa nada más –antes de darle el uso que crea conveniente– que siempre estoy buscando a quien me habita o sea que si alguien hallara estos apuntes solo habrá encontrado una memoria de soles y cegueras del camino
nada de embarcar junto al equipaje las palabras tradicionales basta de ese cero en cadencia o tendré que romper en irreconciliables trozos
hasta el último de los papeles
(no quedarán sino las tapas de cartón satinado y tres versos bailando en la memoria: teñidos de milenio vamos
a saltar los barnices
la loca búsqueda de todo lo azul)
UN APUNTE POCO POÉTICO PERO MUY NECESARIO: PARA QUE EL EFECTO SEA EL INDICADO LA PASTILLA CONTRA EL MAREO DEBE TOMARSE APROXIMADAMENTE MEDIA HORA ANTES DE DESPEGAR en días de partida el tiempo del viajero tiene un disímil vaivén pero en esencia sigue siendo el de siempre el de ciegas jornadas el que horada la piedra hasta encontrar la noche rescatando batallas entre horrores y ardides
lo sencillo consiste en una línea –es el camino quien nos presta los pasos– o dicho de otra forma: “solo el dolor enseña a conocernos” como escribió mi amigo D´Alba al dedicarme uno de sus libros
lección número uno que me imparto: todas las escaleras de emergencia buscan el mismo infierno
menos una
esa es la noticia que tengo para darles imprescindible entonces perseguir lo esencial devolver la confianza en lo profano (después de mucho andar al fin lo he comprendido: hay algo a construir y será hermoso) no resultará fácil –de todas formas– dejar que un pulso llame entre dedos agónicos teniendo en cuenta que los aeropuertos no se llevan demasiado bien con la poesía (lo cual es muy simple de comprobar haciendo un rápido inventario de tubos fluorescentes)
en descargo de las grandes terminales diré que en un mismo recuerdo se puede ordenar un café en Ezeiza caminar dos pasos con el pocillo y tomárselo amablemente sobre una mesa del José Martí (seguramente estarán de acuerdo en que eso sí es bastante poético) pero por qué tanto minutero o cristal líquido si los relojes solo sirven para ir a trabajar
y yo estoy a punto de subir a un IL – 62 directo hacia La Habana
regresemos a la poesía entonces antes de que en varios idiomas una suave voz anuncie la partida y ya entrando en tema hablando de dialéctica eventual Cuba sí yanquis no diría en cuatro palabras consigna tantas veces coreada en trazos gruesos allí se encierra la contradicción fundamental de nuestro tiempo sin agujas la cuestión seguramente sea dejar que el avión parta y tratar de dormir un poco tratar de dormir al menos
hasta que el piloto diga por los parlantes a manera de tardío saludo algo así como que sobrevolamos territorio colombiano a una velocidad de novecientos kilómetros por hora (mientras los motores se encienden
el Sol y son de octubre recrea en varias tintas las huellas habaneras del reciente septiembre el mar con su inocencia la foto de Guevara bajado de la cruz) hay tanto pensamiento que intento capturar y se me vuela tanta emoción acumulada mientras en otro plano de la conciencia se resalta lo bueno que ahora sí será tomar esa cerveza bien helada a diez mil metros NO OLVIDAR LA SEGUNDA PASTILLA TRES HORAS DESPUÉS DEL DESPEGUE EL MAREO ES EL PEOR ENEMIGO DEL SUEÑO Y POR QUÉ NO TAMBIÉN DE LA POESÍA
Buceo. Enero / agosto de 2003
Luis Maya POLARIDAD Las despedidas no son cosa fácil pero por suerte también tenemos las bienvenidas me decías mientras intentabas convencerme de que la polaridad es inevitable y por lo tanto más vale llevarse bien con ella.
Yo ya sabía cómo continuaría este monologo al cual llamas conversación. Dirás perogrulladas como que no es posible la luz si no existiese la oscuridad y viceversa Por supuesto que tampoco te olvidaras mencionar la teoría oriental del Yin y el yang, como quien está descubriendo la piedra filosofal. Te conozco demasiado bien y sé que con tal de evitar decir lo que realmente sentís seguirás disertando "ad infinitum”. Pero esta vez será distinto, tomare coraje y romperé este juego de palabras huecas, diciendo que ya no soporto más que te escondas en tu filosofía barata y que no engañas a nadie con esa pseudo intelectualidad. Y hubiese sido así ,si no fuera que en el instante en que me disponía a hablar vi en tu mirada toda la tristeza del mundo acumulada. No pude evitar sentir una inesperada ternura y te dije: "esta clasificación bipolar es artificial. La realidad no es tan simple, sino que es un todo, una unidad que contiene todas las opciones. Los polos en la realidad son los extremos de un continuo de la misma cualidad, y para que el continuo exista necesitamos de ambos polos. " Tus
ojos atisbaron un pequeño brillo y creo que consideraste mis palabras como una declaración de amor, porque un instante antes de besarme musitaste algo así como que tú también no podrías vivir sin mí.
SÍSTOLE/DIÁSTOLE
Doctor: supongamos que yo digo la palabra corazón y usted inmediatamente piensa en un órgano carnoso, arterias, presión arterial, electrocardiogramas, posibles infartos y otras cosas más por el estilo; cuando en realidad yo solo quise hacer mención a ese vasto espacio donde albergo penas, heridas y alegrías. -Claro usted dirá que lo mío es mera cursilería y admito que algo de eso debe haber. Pero permítame explicarle mi situación; ayer mi mujer mirándome a los ojos me dijo: “hay alacranes en nuestro lecho” y yo quede fascinado por tan fantástica e ingeniosa metáfora poética. Idiota ,hace algo!!!-grito desesperada y entonces comprendí que hablaba en serio. Sacudí las sabanas y un par de alacranes saltaron de la cama huyendo despavoridos por la puerta.. La protegí en un abrazo
y al sentir en mi pecho su corazón latir (sístole-diástole diría usted) me sentí muy feliz y no supe que decir. Las palabras estaban de más… -Por su forma de mirarme doctor, creo que usted se preguntara de donde habrán salido esta especie animal, ya que estamos en plena ciudad, donde su presencia no es nada habitual. No tengo una explicación racional que pueda justificar la cuestión. Tampoco tengo mucha curiosidad por averiguar si todo fue un sueño en vigilia, un delirio o un hecho real. A decir verdad, solo me intereso, que tal incidente me brindo la posibilidad de abrazar a la mujer que amo una vez más. Ay, doctor... es que tan entusiasmado estoy por contarle mi aflicción que ni cuenta me di que usted llorando esta. Por favor, disculpe mi desconsideración y sepa que puede usted contar conmigo si necesita con alguien hablar. Pues para algo estamos los pacientes, caramba!!!!
NoĂŠ Lima (El Salvador)
AHED TAMIMI Halamish es una oruga de arcilla Luminosa como el nacionalismo De cuatrocientos cincuenta voces alzadas ante la saliva milenaria de la arena Del intacto bostezo de la tinta del burĂłcrata De la madeja de las fronteras asilando el sudor de todos los presos
Que huyen del azafrán borracho por el viento Ese manchado pulmón que grita por todos los niños muertos Ahed Tamimi Las nubes judías son monos vestidos de ceniza No debes de temer al grito de la montaña helada De la ardiente cuchara de la luna Cuando se retuerce entre las olas el lamento de los asesinados Y el perfume de las mujeres de Nabi Salih Las vestidas de aguardiente por el amianto del abrazo menguante de la noche Ahed El eclipse del mármol es un puño cerrado en las fosas comunes Con sus heladas voces que dicen lentamente libertad bajo las piedras.
ADN Nunca tuvo un nombre Ni la brisa de plata entre los dientes a la hora de la muerte Ni la pulverizada nieve suspendida en el arpegio de la lengua Cuando se grita
O se pide clemencia Cuando el gallo canta su telaraña de agua en pleno mes de agosto Cuando caen los balazos en la carne Nunca lo tuvo al lado de su tatuaje Ni del cañaveral masticado por el aire Ni por el zumbido del insecto que mide la longitud de las estrellas El oxígeno del caballo devorado por el aire menguante Que muerde la encalada edad del frío De la tumba Del equilibrio de la pólvora alojada en el pecho No tener un nombre es común en mi país Es tener bajo la sombra las lágrimas que se han derramado con los años Solamente la tierra puede recordar nuestras canciones Esos trozos de gemidos que se guardan en los poros Después de que el relámpago desnuda a los árboles con la lluvia Ella puede recordar ese nombre Con la claridad de los huesos Que miden la temperatura celeste del mármol Cuando la luna llena es una moneda aplastada por el tiempo Ella si puede
Hacer recordarte cuando mueres Cómo tiemblan las articulaciones del paisaje cuando gritas.
ANDRÓMEDA.
Andrómeda es el agua oscura de la noche La vela parda que alumbra la mojada mancha del rocío Lo hace porque es de carne Y talla la cumbre de la mejilla La lengua de piedra del amanecer cuando canta Al contorno que gime el confín de plata Cuando la oscuridad cincela la sepultura de la rosa El sembrado eco del beso sobre la piel del papel El naufragio de la espada deshojada del invierno Si las palabras fuesen plazas vacías para abarcarla Alrededor de ella crece el silencio Ve como el mar suspira el polvo ajado del sollozo Cuando el afilado insomnio marca sus bocanadas heridas en la copa de los bosques Andrómeda repica el amanecer en la boca
Como un lunar de arena Es una máscara de sal en el contorno del paisaje Repica y lo hace mientras me observa O mira mis poros de yeso deshechos por la luna Andrómeda es la escarcha de ese eclipse que siempre se besa Es el tatuaje del sol sobre la nieve Y que acaricio en secreto Con el temblor de mi mano para convertirlo en neblina.
EDITH PIAF La luz de los faroles es un manómetro desnudo para medir el plateado pulso al mar de Normandía Esa caja mecánica para nacer en la rueda de la fortuna Para morir o nacer Edith Mientras tu padre mide al hígado la fórmula de los caballos Para galopar hasta donde la helada muerte tensa nuestros ojos Mientras vos nacías como una luciérnaga hinchada por el frío
O por el hambre alborotada como una abeja en el estómago de tu madre O el de las putas del barrio Cada una con su máscara de cenicienta con su arteria de concha Su piel de catedral de musgo donde se trepa ligeramente con la sal del medio día Esa vela desgarrada donde los rezos no sirven de nada Naciste con la ortiga azul del invierno cosido al paisaje roto por el humo de los fusiles Con una bolsa menguante quizás en la espalda Con la voz temblorosa de los bares Donde los hombres son pequeños astros destripados en la barra Con cada quemadura de cigarrillo como una escalera de llagas cuando la palabra amor Es una áspera ojiva en la lengua donde manan delgadas rosas Cuántos lloraron con tus canciones De pergamino gastado por las cicatrices Cuántos besaron tus caricias de agua con la boca de níquel en cada trago Cuántos buscaron sirenas deslumbradas por la misma luz de los faroles Donde naciste para bucear en la lágrima degollada de cada mejilla Trozo de aluminio
Brisa de talco para guardarla en el ojo Bajo la carpa del circo quizás Edith Canta como una baba que trepa a los cielos como una huella del alba Y que tiembla como una almena quebrada por el llanto Que imagino con la luz de los parques como un anillo en vigilia Ese fósil que solloza para anclar la ceniza de los calendarios.
Alejandro García Ruiz Ojos azules imposibles Eran un despropósito esos ojos; mirarlos dolía. Y además frente al marrón sucio de casi temporal con nubes bajas. Y ella parada ahí, con cara de no darse cuenta que atrás de los cristales igual atormentaba ese azul de óleo de Vermeer. Supongo que el viento remolino sucedió cuando salió a la puerta; porque una cosa es el balcón y otra la puerta. La envidia del río mar marrón fue intensa ante el imposible azul de los ojos; no solo el color es imposible, también pensarlos, suponerlos, sostenerlos. Entonces todo se puso negro y rabioso; volaba tierra, arena, hojas, la sensatez, la compostura y ella
parada ahí, con cara de no darse cuenta. El pasto era gris, los autos que pasaban eran grises, las palmeras, las nubes, el poco cielo, un niño y su mamá, todo; y ella con esos despropósitos azules mirando hacia esa agua triste, turbulenta. Yo también estaba gris mirando esos ojos azules imposibles; entonces me fui. Lo que no le perdono es la pollera roja; porque la pollera roja no era imposible. Los ojos sí; pero yo los miraba. En alguna parte de Montevideo, el 5 de diciembre de
2016.
2 Y sin embargo ¿No sentís que algo te pertenece aunque te lo hayan quitado? Esos rufianes con cara de señores caminan gordos sobre nuestra desdicha. Si ellos te pisan ¿por qué no odiarlos? Y sin embargo aquí estamos viendo morir el sol en ese instante quieto donde no ocurre nada, y sabés que sólo podés junto a otra mirada.
¿No sentís que todo está lejos y que las horas escapan? Ese tiempo enmascarado gentilmente en definitiva es quien te mata. Si él lo hace ¿por qué perdonarlo? Y sin embargo estamos riendo en esta rara cueva de cemento. Todo es perfecto y sabés que tomé tu mano aunque no dije nada. ¿No sentís que sos otra persona disfrazada de lo que te imponen? Esta gran feria de mentiras tiene espejos de todos los colores. Si ella te asquea ¿por qué visitarla? Y sin embargo me llamaste y las estrellas nos están mirando aunque su brillo es pobre cuando tu sonrisa se desnuda en la noche. ¿No sentís que no tenés casa y que tu lugar es bien adentro? Este vacío es el que te desgarra y te lleva por caminos de tormenta.
Si te lastiman ¿por qué seguirlos? Y sin embargo tus ojos tiñen de maravilla el humo azul y su sabor amargo parece miel derramada sobre mi herida. ¿No sentís que algo te falta y a veces intuís qué es? Ese puente es el que separa la tierra del cielo. Si lo sabés ¿por qué no lo atrapás? Y sin embargo estuve ahí, junto a tu boca perfumada por un chicle que guardaré por siempre en mi pequeña caja favorita.
Instrucciones para construir una plaza
Primero y ante todo, evite cualquier contacto o participación de uno o más arquitectos; obviamente, demás está decirlo, igualmente vetados estarán los ingenieros. Superada esta primera condición sine qua non piense en un niño y en una paloma. Ambos vuelan. El niño, por supuesto, lo hace más alto y de diversas maneras; póngase en su lugar y desde ahí comience a soñar la plaza; no la piense. Suéñela. Articule entonces espacios blandos y curvos, las líneas rectas no existen en el universo y los niños son la única especie que está en armonía con el cosmos. Son las plazas mal diseñadas las que los convierten en adultos, quizá también la escuela y un poco los padres pero téngase en cuenta que estos han pasado por
las plazas diseñadas por urbanistas. Toda plaza en armonía con un niño deberá consistir en un gran espacio inconsistente, cambiante, donde ningún obstáculo repentino obligue al niño a refrenarse o le impida continuar con su carrera. Asimismo las palomas podrán volar a su libre albedrío sin necesidad de que ningún adulto les arroje migajas, ya que las plazas estarán provistas de pisos construidos de mazapán endulzado, el cual proverá, a la vez, de alimento a las palomas y merienda a los niños. Habrá asientos de maíz inflado, globos de colores y jamás anochecerá aunque sí sobrevendrá, a cierta hora, un inefable crepúsculo, solamente para que la plaza cobre un hermoso matiz anaranjado y, en esa luz mágica, los niños y las palomas comulguen en el silencio que sólo el crepitar de las hojas de los álamos piramidales y el agua de las fuentes disocien. Las plazas serán móviles y los niños podrán llevarlas con ellos toda la vida. Las plazas estarán rodeadas de algodón y serán invisibles a los adultos. Las palomas de las plazas serán blancas. En las plazas los niños no llorarán jamás. Todo niño que desee permanecer indefinidamente en la plaza tendrá la dicha de evitarse llegar a ser adulto y será feliz para siempre en tal inocente condición.
Francisco M. Ortega Palomares Los 'anti' El prefijo anti significa opuesto o contrario y por extensiĂłn es aplicado a todo cuanto contradice la norma establecida. AsĂ los ateos pasan a ser anticlericales, los republicanos antimonĂĄrquicos, los respetuosos con los toros antitaurinos, los contrarios al capitalismo, anticapitalistas, y los que se oponen
al poder establecido antisistema, como si esto último fuera posible. Lo es así porque es el lenguaje impuesto desde el orden imperante. Cuestionar este punto de vista es ver las cosas de otra manera. Así los creyentes serían antiateos, los monárquicos antirrepublicanos, los taurinos antianimalistas y los defensores del sistema antianarquistas. Yo mismo soy un 'anti' de mi yo.
[Vendedor ambulante] En la confluencia de las calles de SaintDenis y Etienne Marcel de París, un hombre ciego vende relojes con la esfera vacía. Cuando le preguntan por qué los relojes no tienen números ni manecillas, contesta que porque el tiempo es como un espejo sin fondo. Libros vividos Cada día es como un libro que toca leer. El de hoy es de una lectura extraña porque tiene salpicaduras de todos los días del año. Cioran decía que «un libro es un suicidio aplazado», donde la lectura se pospone día tras día, porque quizás, como señalaba Ralph Waldo Emerson, «el buen lector es el que hace el libro bueno», y no queremos una lectura al uso, no de ese libro que son nuestras vidas. Menos cuando somos sus propios
autores, ya que según Maupassant «la originalidad del autor debe desaparecer en la originalidad del libro».
Escritura de choque Deleuze define el presente como «un instante sin espesor». Cómo voy a pensar que hay niños que se mueren de sida. Nietzsche y Heidegger hablan de que no somos el sustituto de Dios. Puedo preocuparme luego de quien no tiene para llegar a fin de mes. Baudrillard anuncia que la ilusión del fin es la más grande de las ilusiones. Y yo tengo que limpiar el pescado en la cocina Séneca se pregunta: «¿Qué importa saber lo que es una recta si no se sabe lo que es la rectitud?» Un paria duerme entre cartones con el sarro en la boca y un Tetra Brik de vino. Según Cioran «ningún pensamiento ha suprimido un dolor ni idea alguna ha alejado el miedo a la muerte, porque las ideas no han salvado ni han derrumbado a nadie». He visto a tanta gente marcharse de mi lado que mi vida parece una estación de despedidas.
Crianzas Hoy mientras escuchaba en un instituto de enseñanza un discurso de exhortación sobre la autoestima a un puñado de adolescentes, recordé algunas crueldades presenciadas en mi infancia, de niños contra niños. Eran estampas crudas marcadas por la ley de la calle donde se imponía la sinrazón de la fuerza y lo malintencionado. No había consejeros ni advertencias para protegerse. El peligro era inmediato. A los jóvenes de hoy el peligro les llega de lejos. De los modelos que al ser imitados terminan por destruir al individuo y, por ello, los riegan de autoayuda para tratar de inmunizarlos. Según el alegato del conferenciante, nadie es inferior a esos modelos, nada hay que temer y no hay que derrumbarse. De no ser que eso causa poco efecto porque no es creíble y pregona una lluvia de mentiras que debe calar en el individuo hasta hacerlo fuerte. La fortaleza antes la otorgaba la experiencia de lo cercano, la de ahora es especulativa, más propia de un tiempo que nos 'fragiliza'. Cien palabras Cien palabras son las precisas para que un niño balbuciente
a sus padres les diga algo. Cien palabras son necesarias para que una carta de amor traslade su mensaje sin pesar. Cien palabras contenidas en un cuaderno cerrado son forzadas a guardar una íntima verdad. Cien palabras sometidas y obligadas por deslenguados se muestran para violentar el lenguaje. Cien palabras abatidas por el desapego humano y el gélido desaliento. Cien palabras recogidas para hablar sin pelos en la lengua de aquello que pasa. Cien palabras sencillas son las que dan cuerpo a este poema para recitarlo al aire. El poema Cada vez que leo un poema sus versos arden y se queman en el aire. Es el incendio del espíritu, la ígnea condición del verso, la recitación del fuego.
Un poema es lumbre que enciende las palabras quemadas en lecturas y candentes pensamientos. Un poema no es nada mĂĄs que una pavesa al aire que ilumina la noche.
MartĂn Salaberry 2 Rojas cenizas Respiran tus peces Crucificados en el mar Un pez descalzo
Camina el verde cemento Donde tu soledad de alfiler Desnuda mi piel 7 Mudo tu mundo Donde tu tiempo siembra Jardines de hierro Donde nace una perla En el agua de tus flores 12 Un hilo de luz Duerme tu noche Donde se baĂąan Tus piedras de vida Hay naranjas en mi cielo Y en tu mesa una mansa luna Donde las estrellas se unen En tu silencio de cruz
En tus manos respiran tus ojos sordos El silencio de mis nubes Son piedras en tu alma Donde la tumba sueña un tiempo sin horas El fin del día respira como un fuego sin muerte El secreto de mi cielo Son escaleras de flores Donde la tierra de las estrellas Es el oro de mis labios El fin del día es el humo muerto del infierno 24 Las flores secas De tu primavera blanca Son como un rojo hielo Y a veces sopla un pétalo de luz 27 Tus dulces hojas Desnudan el hueso frío De mi soledad de tierra Donde el infierno de las flores Besan el río de tu pelo
30 La muerte llora En el frĂo horno De mis noches Donde la cruz Sangra tu belleza
Cadáver existo (selección de un grupo en facebook) 1 Hay un monte de violetas colgando desnudo entre las plantas y no es poesía Hay una pluma que recorre en el tiempo todas las eras y no es poesía Hay una almohada donde viven nuestros monstruos y no es poesía Hay un baúl lleno de palabras perdidas y no es poesía Hay una lengua que calla lo que el espíritu grita y no es poesía Hay un desierto capilar en cada esqueleto que no abraza y no poesia Más no puedo pronunciar lo que es poesía, pues es todo lo que en mis labios habita. Susana Páez, Claudia A. Pittamigio, Marcela Castro y Marié
2 Un golpe de viento abrió la ventana una ráfaga me despertó del letargo una brisa se posó sobre mi Sucumbí Susana, Claudia, Marcela y Marié
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Esta Compilación realizada entre diciembre y marzo de 2018 por Marié Uría. (se agradecen las críticas)
Gracias a todos los Autores que me cedieron amablemente su trabajo para difundir! Gracias a Hugo Giovanetti ya Leo Martinez Mato por asomarme a los escritores contemporáneos y “hacérmela creer”. Gracias a Claudia A Pitamiglio que me prestó sus Obras Emergentes y estuvo al tanto y me alentó, a Isis, que me presto la foto de la portada (“Un cuento para dormir”)También a Susana y a Leonardo Scampini :(el apoyo y la paciencia). Gracias a Marcela Castro y a Lily Gar de la Atemporal, por su generosidad. Gracias a los que me conocen y a los que asalté para pedirles su trabajo. Gracias a Noé lima (el padre de la metáfora), a los que todos debemos leer alguna vez. A mi amigote Izrael (¡perdon, por escribir mal tu nombre!!). A todos y cada uno...y a Guillermo (Ups! Casi me olvido) La compiladora está abierta a quienes quieran seguir participando y enviando material (voy a volver a pedirles colaboración) y también a quienes quieran enviar su material para integrarse al pasatiempo de esta abuela que prefiere compilar a tejer.