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SARA SEAGER

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MAGDA GONZÁLEZ

MAGDA GONZÁLEZ

Por Omar López-Cruz

Ellie Arroway es la protagonista de la novela Contacto, de Carl Sagan. En la película del mismo nombre que dirigiera Robert Zemeckis en 1997, Jodie Foster encarna a Ellie, la astrónoma que usa los radiotelescopios más grandes del mundo para buscar hacer contacto con las civilizaciones extraterrestres. Para muchos, el trabajo de Ellie resultaría ser una aventura descabellada. Pero ella sabía muy bien que no era misión imposible y decía: “el Universo es un lugar tan grande, que si fuéramos los únicos, sería un terrible desperdicio de todo este espacio”. La profesora Sara Seager comparte cada palabra de esa visión y ha dedicado la mayor parte de su carrera científica a la búsqueda de señales de vida en nuestra galaxia.

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Reconocida mundialmente por su tenacidad y sus aportaciones en el análisis de las atmósferas de los exoplanetas, se pregunta: “¿Por qué como astrónoma me atrevo a especular que hay vida en otros rincones de nuestra galaxia?” Y también se contesta: “Por tres razones. Primero, porque es normal la existencia de planetas parecidos a la Tierra; segundo, porque el agua, el compuesto principal para todas las formas de vida tal como la conocemos, existe en grandes cantidades en nuestra galaxia; y tercero, porque los demás ingredientes esenciales para la vida parece que se forman fácilmente en el Universo”.

Sara Seager trabaja en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde se desempeña como profesora de física, ciencias planetarias, aeronáutica y astronáutica.

Nativa de Canadá, desde muy chica sintió pasión por la ciencia; pero tuvo que convencer a su papá para que le dejara estudiar astronomía en la Universidad de Toronto. Cuando Sara cursaba la licenciatura, a principios de los años 90, hacía las preguntas más interesantes en clase y era muy aplicada.

Luego continuó sus estudios de posgrado en la Universidad de Harvard. Fue entonces cuando comenzó a desarrollar técnicas para el estudio de las atmósferas de exoplanetas. Así fue que propuso el análisis de la luz de la estrella anfitriona al pasar por la atmósfera de los exoplanetas (espectroscopía de transmisión).

Además, ha dirigido la misión de exploración TESS, y la misión ASTERIA (cube-sat), mientras se prepara para dirigir una misión para la búsqueda de vida en Venus, en los próximos meses.

Con sus propias palabras expresa la emoción que le inspira su trabajo: “Admito que dejo que mi pensamiento juegue con las ideas y hasta he llegado a soñar despierta que ya estamos cerca. Me doy esta licencia porque formo parte de la primera generación de astrónomas y astrónomos que tienen la gran ventaja de explorar la posible existencia de vida microbiana en las atmósferas de los exoplanetas, por medio de la búsqueda de los gases que éstos producirían. Para ello estamos aplicando técnicas sofisticadas de análisis y usando los telescopios espaciales muy avanzados”.

El trabajo de la profesora Seager le mereció la prestigiosa cátedra “Genio” de la Fundación MacArthur, es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, también recibió el Premio Sackler de Física, entre otros importantes reconocimientos, al tiempo que el gobierno de Canadá le otorgó la más alta distinción ciudadana como Oficial de la Orden de Canadá.

Como mujer, Sara ha tenido que pasar por encima de muchas barreras, tanto en la vida académica como en la personal. Desde temprana edad se sobrepuso a los ataques machistas de sus profesores, cuando soñaba con convertirse en científica. También sorteó la muerte de su esposo y pudo criar a sus dos hijos, quienes ahora son jóvenes universitarios. El recuento de su vida lo ofrece en su biografía: The Smallest Lights in the Universe (Las luces más pequeñas en el Universo), publicado por la editorial Random House. El asteroide 9729 lleva su nombre.

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