EDITORIAL El mundo esta en caos. Últimamente es lo que escucho a lo lejos; entre murmullos, en el bullicio del ir y venir citadino. En las noticias, periódicos, revistas, hasta en la red. Solo observo, trato de imaginar lo peor. Estamos en crisis, supongo. Como siempre lo hemos estado, nada nuevo. Los tiempos cambian. Las formas, los gustos hasta los vicios. Por eso me calló, a veces hasta río. La gente opina, juzga y a como pueden nos catalogan. Sin previo aviso, nos llaman “Infames”, deshonramos su “moral” preestablecida, nos tachan de vil y despreciables. Es por ello, que creamos este espacio. Como un medio de expresión, sentirnos libres y contarle al mundo acerca de lo que somos; ideas, pensamientos, sentimientos que vayan de lo sublime hasta lo inverosímil.
Revista Literaria INFAME: Placer consumado en letras… (Registro en trámite), es un proyecto editorial independiente de publicación trimestral, Las obras que lo conforman son propiedad intelectual de cada autor. Año 1, Número cero, noviembre-diciembre 2011.
DIRECTORIO CONVOCATORIA Director: Luis Oliver Miranda Charles Editor: Leticia Maldonado Diseño Logo: Jonathan MirCha Consejo Editorial: Dulce A. Martínez Frida A. Ibáñez Ma. Guadalupe Yáñez Colaboradores: Brennd A Rodríguez Ma. Lourdes Cortés Eduardo Zittle Paula Rabl
Fotografía: Susana Heidi Guadalupe Romero
Revista Infame invita a todos los interesados en colaborar a enviar sus obras, tanto para el área escrita (minificción, poema, ensayo, teatro, reseña, artículo, etc.) como para el área visual (dibujo, pintura, fotografía, diseño o collage, etc.) Las colaboraciones deberán enviarse a revista.infames@gmail.com adjuntando autor y datos del contacto. Para la publicación, las obras escritas deberán ser enviadas en formato Arial de 11 pts; con interlineado de 1.5 y con una extensión máxima de 3 cuartillas (o cuatro, en el caso de ensayo y teatro); las de área visual deberán tener calidad para impresión en blanco y negro, formato jpg y con una resolución media.
Indice Canción Discover the Cover En un Sueño Disparos Vista Hermosa “Huelga de Hambre” Mexicana Un paso Adelante Ojos Silentes Bajo el Sol En Privado Dejar Morir Inminente Revelaciones
Canción Eduardo Zittle.
Del Poemario “La voz de la intemperie en una tonada”
Aprendí a escribir en los recuerdos aprendí que la vida es solo una siempre he pensado en tonadas que despierten mis luminarias canción a una mañana canción a una campana canción a una mujer canción para comenzar a beber canción quiero a tu lado canción quiero seguir canción quiero tomar una bebida al porvenir canción luminosa canción que siente canción de mi amada la que esta en el mar.
DISCOVER THE COVER Paula Rabl del Villar El nuevo programa de Resonancia que despertará la duda en tus oídos… ¿Has tenido la sensación de haber escuchado antes el hit más nuevo en la radio? Quizá escuchaste a tu madre corear la canción y te preguntaste: Mi madre es tan ¿moderna? ¡ERROR!, todo se debe a la milenaria práctica del “cover”. El “cover” o versión de la reinterpretación, remasterización, homenaje o falta de respeto a una canción famosa y adorada por el público. Generalmente los artistas nuevos hacen versiones de sus canciones favoritas o de canciones que saben gustarán al público, para de esa manera darse a conocer y emprender el camino al éxito. Algunas veces por deporte otras por hacer un homenaje a sus artistas favoritos; finalmente todos somos fans.
“Discover the cover” esta aquí para que tu puedas descubrir la canción del momento, si es original o es un cover; de esta manera conocerás nuevos géneros musicales y ampliaras tu bagaje cultural, que nunca esta de más. Aquí podrás escuchar desde las mejores versiones que mejoraron a las originales, hasta los “Adefecios del cover” y sí lo que a ti te gusta es mover el bote; también existe una sección con la mejor selección de covers para bailar: “La Charanga”. No te lo puedes perder, “Discover the cover”, todos los miércoles de 8 a 9 de la mañana en tu estación favorita “Resonancia XR57” en la Universidad del Valle de México Campus San Rafael. LOCUTORAS Paula Rabl del Villar. Susana Heidi Reyes Espino Tania Lizbeth Pérez López
Leticia Maldonado
En un Sueño
La habitación es cálida y acogedora. Está tenuemente iluminada por los últimos rayos del sol que alcanzan a colarse por la ventana semiabierta y a éstos les acompaña una suave brisa, la cual, agita dulcemente unos lazos de colores que adornan el marco de la puerta. A juzgar por esas características, se puede deducir que la habitación le pertenece a una mujer. Las suposiciones resultan ser correctas, pues al cabo de unos segundos, la puerta se abre y permite ingresar a una joven de ojos color avellana y cabellos largos hasta la cintura. Luce agotada, aunque feliz. Hoy tuvo un día muy pesado en su trabajo, pero se vio compensada con una grata reunión entre sus amigos más queridos. Ella lo recuerda, cada escena, cada palabra y sonido, todo lo reconstruye en su mente, mientras se retira el elegante vestido verde que porta y se prepara para darse una ducha. Ahí estaban las personas que conoció en su infancia, aquellas que siempre estuvieron cerca de ella para hacerla feliz cuando más lo necesitaba. Recuerda, con especial alegría, a sus dos mejores amigos; a pesar de que eran varios años mayores, nunca dudaron en concederle una tarde de juegos. Hoy, aunque más crecidos y casados, siguen conservando las personalidades especiales que siempre le gustaron, la diferencia es que ahora deben cuidar de sus propios hijos. Dos en cada uno de los matrimonios, todos, parecidos a sus padres tanto en defectos como en virtudes. Sin embargo, esas familias no eran las únicas en la reunión: también recuerda a su amable nana, cuya sonrisa está surcada por las arrugas que el tiempo le ha dejado; cuando piensa en esa relación, no puede evitar sonreír, pues es algo que simplemente sucedía y ella, como niña que era, no podía comprenderlo.
Tampoco podía olvidarse de ese buen hombre que, aunque reservado, siempre luchó por defender sus sueños hasta conseguir realizarlos: su padrino. Ella está muy agradecida con él por haberle enseñado tan importante planteamiento para la vida. Conforme se abre paso la oscuridad de la noche, ella no puede sino repasar esos hermosos momentos una y otra vez. Aún no puede creer lo rápido que han pasado los años: ayer, era apenas una niña que amaba los juegos, y hoy era una joven doctora dedicada a su trabajo, el sueño que se había propuesto conseguir. Ahora se halla parada, vestida con un camisón blanco, y piensa que los recuerdos de ese día comienzan a rodearla hasta verse reflejados en el cristal que ahora contempla. Afuera, la luna brilla en todo su esplendor, las calles yacen tranquilas y solitarias. Entonces se abraza a sí misma con pesar. Sí, ese día la había hecho muy feliz, pero también muy triste, pues hubo un momento en que se dio cuenta de que sus seres queridos estaban viviendo una realidad maravillosa, ello la hacía sentirse más desdichada...y es que alguien sí había faltado a la reunión. Alguien cuya ausencia, inevitablemente, podía sentir a cada instante. Afligida por ese pensamiento, dirige la mirada hacia su mesita de noche y observa el cuadro que en ésta reposa. Cuando siente que las lágrimas amenazan con escaparse, bruscamente coloca el retrato boca abajo. Después, permanece así por un rato, meditando sobre todo y nada a la vez, hasta que decide que ya es hora de irse a dormir, porque mañana le espera un largo día y debe levantarse temprano. Sus párpados se cierran, pesados y pronto se sumerge en un sueño.
Sólo hay silencio en el entorno, hasta que una brisa desconocida mueve ligeramente los lazos de colores, causando que éstos asemejen unas manos largas y finas, mismas que parecen abrir la puerta lentamente. Una silueta, apenas visible, se mueve cautelosamente por el cuarto hasta llegar a la cama en la que duerme la joven. Con movimientos suaves, se sienta en el borde. La figura alza la vista al techo y sonríe, pues esto le parece muy curioso: se supone que nadie puede verle ni sentirle, pero ella parece que experimenta todo lo contrario con su presencia. Entonces este ente, que soy yo, vuelve a mirarte mientras que sus ojos despiden un extraño brillo. Un día me fui, pero ahora estoy de vuelta en esta tranquila noche. Has llorado, puedo verlo: tu tierno rostro está marcado por restos de lágrimas; sabes que nunca me gustó que estuvieses triste. Antes eras diferente, mi pequeña, y eso no debe cambiar para mal, porque me causa mucho pesar verte así. Hace frío aquí ¿verdad? ¿Por qué te has destapado, cariño? Vas a enfermarte. Cuidadosamente, deslizo mi mano marmórea sobre las sábanas hasta lograr que éstas cubran tu pecho y cuello. En respuesta, te has estremecido ligeramente, pero después has lanzado un leve gemido de comodidad. Me alegro. Tenía que venir a verte, pues sé que estás sufriendo y que necesitas de mi guía...mas no puedo quedarme por mucho, es un trato que he de cumplir a cambio de esta pequeña visita. Todavía me siento culpable de lo que sucedió. Espero puedas perdonarme, porque te abandoné de la forma más cruel que uno puede imaginarse y me duele, me duele mucho haberte dejado,
en verdad que sí, mi niña. Pero eso ya no debe importar ahora, porque quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti. Para probarlo, te doy un pequeño beso de buenas noches en tu frente; nuevamente como respuesta, te has estremecido a causa del frío. No te angusties, tan sólo soy yo, te susurro mientras acaricio tu cabeza con cariño. No estés triste, vida mía: algún día, nos volveremos a ver. Sigue adelante, sé fuerte y sonríe para el mundo, porque es lo mejor que hay en ti. Tú también debes buscar la propia felicidad, pues ésta existe y tus seres queridos te lo han demostrado el día de hoy. Aún hay un largo camino por recorrer, pero sólo podré aparecer de vez en cuando, porque ahora sólo eres tú, mi amor. Mi viento ha dejado de agitar esos lazos coloridos, lo que significa que ya debo marcharme. Me gustaría quedarme un rato más, pues parece que te has acostumbrado al frío, pero me temo que no puedo, pequeña. Ya te lo he dicho, es un trato que debo cumplir. Antes de que el primer rayo de sol atraviese esa ventana yo me habré ido, pero en tu corazón permanecerán las palabras que te he dicho en este sueño. Para probarlo, voy a acomodar este cuadro que has dejado boca abajo, espero no te moleste. Te quiero, hija mía... Súbitamente, la muchacha abrió los ojos y lo primero que vio fue el techo de su cuarto, pobremente iluminado con la luz de las farolas de la calle. Aparentemente, se había despertado un poco antes de que la alarma
sonase, mas no era eso lo que la hacía sentirse tan extraña. La presión que tenía en su pecho al momento de acostarse, había desaparecido y en su lugar, sólo quedaba una paz que no había experimentado en años. Aún aturdida, se incorporó sobre la cama y grande fue su sorpresa al descubrir que, en la mesita de noche, se alzaba el cuadro que había volteado, el cual, mostraba la fotografía de un hombre con uniforme y ojos color avellana que sonreía abiertamente mientras abrazaba a la niña que había sido tiempo atrás. Súbitamente, sin poder evitarlo, un par de lágrimas iluminaron su mirar y luego escaparon rodando por las mejillas hasta caer sobre su regazo. Con manos temblorosas, la joven hija del bombero héroe que pereció en ese incendio tomó la foto y la estrechó contra sí, mientras reía. Ya no eran lágrimas de tristeza, sino de verdadera libertad. -Yo también te quiero, papá...
Un paso Adelante Dulce MartĂnez
“Huelga de Hambre” Mexicana Romero Vigueras Guadalupe Estefanía
Ojos Silentes Leticia Maldonado
Vista Hermosa Susana H
Bajo el Sol Ma. Guadalupe Yáñez
Tus palabras ya no me importan, soy incapaz de volver a confiar en ti. No niego que busco justificarte
Ahora eres una persona diferente a la que creí, y por más que quiera, no puedo dejarte ir. ¿Y cómo se supone que lo haga, si tu tienes lo mejor de mí? Te entregué todo, sin saber que no lo merecías y sin imaginar lo que pasaría…
En momentos como este, en los que no puedo dejar de pensar en ti, momentos en los que vives dentro de mí y que después de la gran lucha, no he podido dejarte morir.
Estoy aquí, sentada. Mirando al cielo que hoy es gris, así comienzo a escribir…
Aquel día en el que te conocí debia hacer caso a mis instintos y no dejarte entrar, pero no quería perder ni un segundo junto a ti. Mi necesidad de sentirte cerca, de tocarte, de besarte; fue más grande que todo lo demás que me advertía que podría sufrir.
¿Porqué quererte? El objetiv o p rin c ip a l ¡Olvid arte!. Así repitas tus mismas frases y trates de convenecreme, se irán con el viento. Así repitas mil veces un “Te Quiero”, ya no podré saber que es sincero.
pero tus acciones borran todos aquellos “pretextos”; esos que busqué para poder perdonarte.
Frida A. Ibañez
Dejar morir
INMINENTE Brennd A. A. Rodríguez. Rodríguez Brennd Tan discreta llegaste. Resplandeciente, silenciosa, sin murmuros a purificar mi soledad. A penetrar con tu fe mi cuerpo extasiado de pasión. Dime ¿qué guarda esa mirada?... ¿Acaso eres una desconocida? ¿Un intruso?... No lo niegues, no tengo mucho por decir. No te conozco y sin embargo puedo sentir estas inmensas ganas por amarte, por hacerte mujer a mi lado. Suavemente te recuesto sobre el sofá, grito tu nombre con todo el silencio de la noche. Y al escucharlo, entrelazo nuestras manos, se que no es un sueño… No finjas, dime que eres real. Dime que escuchas los susurros que penetran en tu oído, cuando digo que TE AMO. Dame cordura, dame bienestar; aquel para perderme contigo una vida. Dibujo caricias con tus besos, disfrazo mi deseo con el rojo de tus labios. Guíame a ir entre tus piernas, para penetrar nuestro amor, guarda toda esta ilusión en la palma de tu mano. Haz que mi cuerpo se refleje en tu piel, deja que en tus ojos pueda descubrir a penumbra de un erotismo que no encuentra seducción. ¿Qué tratas de decir?... No puedo escucharte. Nena no me dejes… Tengo miedo, no me tires al vacío de la satisfacción. ¿Porqué mientes? Prometiste siempre estar conmigo. Acaso fui tan ingenuo para que mi conciencia nunca me reprochara mis fantasías, aún sabiendo que era falso. Es una ironía, siempre estuve enamorado de ella, de mi locura, aquella que conozco, tiene nombre; sin embrago no tiene cuerpo. Su nombre lo escribo a diario, en los muros de mi habitación; desde entonces acaricio su textura, lo que no he conocido. Mi cobardía y cada una de mis debilidades me hacen indigno de habilitar, tan solo por una vez, por siempre, sus recuerdos…
En Privado Miranda Charles Luis Oliver
Juguemos el juego, La seducción nos llama. Seamos amantes- murmuras. ajo de mis prendas. Mientras tus dedos se escabullen por deb Sigues cariñosa. YO, solo observo. Pretenciosa, besas mi cuerpo. s El escenario cobra vida, acorde a tus regla del ndo apre ia En cada caric juego Nada de enamoramientos-replicas. mi ansía. Me azotas contra la pared. Tu sonrisa alivia so. PERVERSA… Ahora nos entendemos- pien . Y en un acto violento, desgarro tu blusa Acto reflejo. Acaricio tu pecho. ino. Delatas placer, mis manos siguen el cam Besos, mordidas… Subo tu falda, aprieto tus nalgas. JUGUEMOS AL JUEGO- susurras a mi oído Tus manos me desnudan. Sollozas, te abrazo. Te atrapo entre mi cuerpo en un instante, Solo, somos TU Y YO, Más que amantes, más que enamorados Únicamente Cómplices…
En la Revolución Mexicana, existió un grupo de mujeres llamadas “soldaderas” quienes participaron como combatientes en las batallas y lograron ganarse el respeto de sus subordinados por su bravura y valor “varoniles”.
1223, San Francisco de Asís reunió a la gente de Greccio, Italia para celebrar misa; en un pesebre, había una figura del Niño Jesús moldeada por él. En el tiempo más solemne de la misa, ésta cobro vida y extendió sus brazos al Santo. Para conmemorar el milagro, surgió la tradición de colocar el Nacimiento en casa cuando la Navidad se aproxima.
Los restos de los Reyes Magos estuvieron durante 300 años en Constantinopla (Estambul, Turquía) antes de hallar reposo en Colonia, Alemania (1162). Hoy puede decirse que descansan en un cofre de oro y plata que pesa 350 kg dentro de una capilla de la ciudad.
REVELACIONES Ma. Lourdes Cortés
ANTONIN ARTAUD
Poeta, dramaturgo y actor francés. Cuando era estudiante en el colegio del Sagrado Corazón, el joven Antonin sufrió sus primeros delirios con tan solo 16 años, por aquellos mismos días acababa de descubrir la poesía. Tras permanecer 6 años recluido en una clínica para enfermos mentales, la mejoría que experimentó en 1918 le permitió volver a la calle. Reunió sus primeros versos bajo el título de “Trictac del ciel” (1924). A raíz de la publicación entró en contacto con André Breton, quien acaba de hacer público a su vez el primer manifiesto surrealista. Fue cofundador del Théatre Alfred Jarry en 1927, en el que produjo varias obras, incluyendo una suya Los Cenci (1935), una ilustración de su concepto de Teatro de la Crueldad. Artaud utilizó este término para definir un nuevo teatro que debía minimizar la palabra hablada y dejarse llevar por una combinación
de movimiento físico y gesto, sonidos inusuales, y eliminación de las disposiciones habituales de escenario y decorados. Con los sentidos desorientados, el espectador se veía forzado a enfrentarse al fuero interno, a su ser esencial, despojado de su civilizada coraza. Impedido siempre por enfermedades físicas y mentales crónicas, Artaud fue incapaz de poner sus teorías en práctica. Su libro El Teatro y su Doble (1938) describen fórmulas teatrales que más tarde, sin embargo, se convirtieron en las señas de identidad del movimiento de teatro en grupo, el teatro de la crueldad, teatro del absurdo, teatro ritual y de entorno. Artaud vive en Dublín, sumido en la absoluta pobreza, pero será durante la travesía de regreso a Francia cuando sus delirios vuelven a llevarle al manicomio apenas toca tierra. En esta ocasión permanecerá diez años recluido. Cuando regresa a París, en 1947, es reconocido como el padre de la nueva escena. Antonin Artaud muere el 4 de marzo de 1948, unos meses antes de la difusión de sus obras en las librerías.
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