ISSN EN TRÁMITE
ACCESO ENERGÍA N o . 3 4 /A ñ o 2 / S e m a n a 2 4 /J u n i o , 2 0 1 7/
Bienvenidos a una nueva edición de Acceso Energía, nuestra publicación semanal que da seguimiento al sector energético para proporcionar análisis y comentarios sobre los acontecimientos más relevantes en la industria energética de México y el mundo. Hoy les traemos para su lectura tres temas de gran interés que fueron nota durante la semana pasada. En primer lugar, presentamos un tema sobre el desarrollo de los yacimientos de shale en México. En segundo lugar, la renegociación del TLCAN y su relación con el sector energético; y finalmente, una nota sonbre la defensa del consumidor energético. Como siempre, esperamos que esta edición sea de su agrado, y dejamos la invitación a que nos visiten en redes sociales y nos compartan sus comentarios. Nos leemos la siguiente semana.
Desarrollo de Shale en México El Secretario de Energía anunció que durante el mes de julio se anunciará formalmente la licitación de depósitos en formaciones de shale, también conocidos como lutitas en México, las cuales podrían producir gas y petróleo a través del proceso de fractura hidráulica mejor conocido como fracking. En términos geoglógicos, las lutitas son formaciones rocosas muy particulares pues a pesar de ser porosas también son impermeables. Es común escuchar que el gas y petróleo de shale son un tipo particular de hidrocarburos, sin embargo en su estructura molecular el gas y petróleo encontrado en el Shale es igual al de los depósitos convencionales. La diferencia es que, por las características de las formaciones de lutitas, se requiere procesos de extracción distintos a los yacimientos convencionales que incluyen el fracking. Este proceso de extracción tiene sus defensores y detractores: los últimos que señalan que el fracking causa daños a los mantos acuíferos por las filtraciones de gas; que causa sismos por la fractura; y que requiere un uso intensivo de agua, la cual es contaminada en el proceso por los químicos utilizados. Por su parte, sus defensores indican que en condiciones normales no existe posibilidad de filtraciones, gracias a los procesos de sellado de concreto, descubiertos desde inicios de la industria petrolera; que los sismos que pudiera ocasionar el fracking, se encuentran debajo de la escala de sensibilidad; y que hay actividades que tienen un impacto mayor como la construcción de presas, y que el agua que se utiliza en el fracking es un vehículo, por lo cual se podría utilizar aguas negras o agua salada. Sin duda, comenzará el debate del fracking en México y lo que es un hecho es que si bien puede traer grandes beneficios al país también existen riesgos asociados. ¿Usted qué opina?
Lecturas Sugeridas Renewables 2017 Global Status Report disponible en www.ren21.net
DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS. Año 2, No. 34, Junio 2017, es una publicación semanal editada por Ombudsman Energía México, A.C., calle Río Rhin, 77, Piso 2, Oficina 2, Col. Cuauhtémoc, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06500, Tel. (55) 6842-5519 Ext. 110. www.ombudsmanenergia.org.mx, contacto@ombudsmanenergia.org.mx. Editor responsable: Dr. Paul Alejandro Sánchez Campos. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo: 04-2017021313510300-203, ISSN: en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional de Derecho de Autor. Fecha de última modificación 23 de enero de 2017. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura de Ombudsman Energía México, A.C. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de Ombudsman Energía México.
Copyright 2015 ©. Ombudsman Energía México. Río Rhin 77, 2º piso, Cuauhtémoc, Delegación Cuauhtémoc 06500, CDMX. http://ombudsmanenergia.org.mx/
1
El Sector energético y el TLC
Defensa del consumidor energético
En enero pasado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) cumplió 23 años de vigor, cuyos festejos estuvieron aderezados con la estrategia de renegociación anunciada por el presidente de Estados Unidos Donald Trump. El TLCAN ha sido afectado por la ambigüedad que caracteriza las políticas del presidente Trump, por lo que en un inicio se consideró la renegociación tripartita del TLCAN, posteriormente la cancelación del mismo y la negociación dos tratados de libre comercio, y más recientemente la posibilidad de renegociar el TLCAN de manera tripartita otra vez. Las negociaciones del TLCAN fueron largas y complejas comenzando en 1990 y terminando con su firma en diciembre de 1992, y su entrada formal en vigor el 1º de enero de 1994. Considerando los tiempos anteriores, es posible que no veamos el nuevo TLCAN o sus los dos TLCs independiente, sin la administración Trump cambia de parecer, hasta 2020 o 2021, por lo que al TLCAN le quedan unos años de vida. En el proceso de negociación cada uno de los países reservó algunos sectores en general como la Agricultura para Canadá, y la industria petrolera para México, así como reservas al principio de trato nacional en otros subsectores como comunicaciones o energía nuclear. En este sentido, el sector energético mexicano no fue tocado en el tratado de libre comercio con excepción de la petroquímica secundaria. Sin embargo, Canadá y Estados Unidos sí negociaron aspectos claves en el sector petrolero y el sector eléctrico. Ahora que existe la posibilidad de renegociar el TLCAN, México tiene interés de integrar su sistema eléctrico, con el reto que eso implica y la cadena de valor de los hidrocarburos. Tendremos tiempo para ver cómo se desenvuelven estas negociaciones.
Una de las necesidades más evidentes que ha traído la reforma energética es la defensa de los consumidores de energía. En México, al igual que en muchos países donde existe o existió un monopolio público que comercia bienes y servicios energéticos, los usuarios se consideran, más que consumidores, derechohabientes. La gran diferencia entre estos dos conceptos es que el primero hace su estudio de mercado para obtener las mejores condiciones de atención, calidad y precio para la satisfacción de sus necesidades. El segundo es un tenedor de derechos que puede exigir al Estado la satisfacción de sus necesidades, y el gobierno tiene la obligación de cumplir con dichas exigencias. En el sector energético mexicano, prima la idea de que el consumidor es un derechohabiente y por ende exige al gobierno precios a los bienes y servicios por debajo de los precios de mercado y obliga a éste último a asumir los riesgos y, en caso de algún impacto negativo, distribuir las consecuencias del riesgo entre todos los mexicanos, como pasó en el rescate bancario. La semana pasada una organización que bloqueaba instalaciones de CFE obtuvo un triunfo parcial en su propuesta de borrón y cuenta nueva, donde la empresa productiva del Estado se comprometió a desechar los procesos judiciales en contra de morosos y condonar sus adeudos, mismos que serán parte de la cartera vencida de CFE y, por consecuencia, sus pasivos, mismos que tendríamos que asumir todos los usuarios por medio de incrementos en las tarifas de suministro básico. Sin duda, se requiere cambiar el esquema de defensa de los consumidores energéticos y generar un cambio de consciencia propia, dejar de vernos como derechohabientes exigiendo soluciones al gobierno y vernos como consumidores exigiendo derechos a las empresas.
¿Tienes algún tema sugerido? ¿Alguna duda que podamos resolver?
Escríbenos y sigue leyendo nuestro semanario disponible todos los lunes. Además, síguenos en Twitter y Facebook para más del aspecto social del sector energético
¿SABÍAS QUE?
El mayor impacto de las soluciones de eficiencia energética ha sido en la iluminación gracias a los avances tecnológicos y la masificación de las tecnologías leds. Aprende de esto y más en www.oem.org.mx
2